EL DESEMBARCO DE ALHUCEMAS. LA REPÚBLICA DEL RIF. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas se escriben, pero se olvidan o incumplen. Por algún lado dicen: «Conservará y transmitirá el historial, tradiciones y símbolos de su unidad, para perpetuar su recuerdo, contribuir a fomentar el espíritu de unidad y reforzar las virtudes militares de sus componentes».

Pues todo lo contrario. Un documento editado por el Estado Mayor del Ejército de Tierra dice al hablar de «Tradición» para este año 2025:

  • El Ejército de Tierra heredero y depositario de una gloriosa tradición militar que se preserva y fortalece.
  • Efeméride principal 2025, «De Pavía a Breda (1525-1625), cien años de preeminencia de los Tercios españoles en Europa».

Asombrado cuando en 2025 en mi opinión no es esa la efeméride principal. Hay tres efemérides este año que es necesario preservar y fortalecer. Brillan por su ausencia en el citado documento. Me cuesta mucho trabajo pensar que ha habido un olvido. Imposible. Más bien será eso que todos pensamos y haya sido imposición política. ¿Es que no son importantes estas efemérides?:

Batalla de Pavía (24 de febrero de 1525). V Centenario. Ni una palabra. Fue hecho prisionero el rey francés Francisco I, aquel que exclama cuando llega trasladado a Madrid y ve por sus calles a los niños jugando con espadas de madera.: <<Ni un amigo me queda para unir mi espada a la suya>>. <<¡Bendita España, que pare y cría los hombres armados!>>.

Desembarco de Alhucemas (8 de septiembre de 1925). Centenario que ni se menciona.

Cincuenta Aniversario de la Proclamación del Rey Juan Carlos I que ya les adelanto que no se celebrará.

Fechas imprescindibles por destacar militarmente sobre otros acontecimientos militares de menor calado histórico. Pavía fue el inicio de la maniobra de la infantería española cuyo arte ha llegado hasta nuestros días: fuego y movimiento.

Alhucemas fue una primicia táctica de la maniobra conjunta de fuerzas de Tierra, Armada y Aire, y combinada con fuerzas francesas.

Se nos abre el pensamiento a varias razones que podrían ser incómodas: Francia y Marruecos. Claro que eso sería cosa de la política Exterior y aquí el de la cosa «Exterior» solo hace enemigos.

Hay días que hay que sobreponerse al paisaje de derrota que intentan mostrarnos. Siempre creí que para conmemorar un acto militar, practicar una tradición, recordar a los muertos en combate o mantener el espíritu, el valor y el honor, no era necesario contar con la autorización política y la Cúpula Militar gozaba de la libertad que le da su historial y servicio a España. No lo parece y aquí todo es partidismo, sumisión y ruptura con la historia.

Gracias al Desembarco de Alhucemas, operación conjunta y combinada con Francia, España logró pacificar la zona del Protectorado de Marruecos y poner fin a los largos enfrentamientos que culminaron en el conocido como desastre de Annual. Después del desembarco tuvieron que pasar dos largos años de enfrentamiento hasta el fin del conflicto que además suponía un gran alivio para el Sultán de Marruecos, Mulay Yúsuf, que no tendría que enfrentarse a  la República del Rif encabezada por el rebelde Mohammed Abd-el-Krim.

¿Por qué prohíbe el Gobierno español esta celebración?

No distraigamos la atención con argumentos tan peregrinos como el de evitar hacer propaganda a la dormida República del Rif y a los aún seguidores de Abd-el-Krim. No hay más razón que un acuerdo secreto con Marruecos del que no conocemos los detalles, algo inaudito en una nación libre. Sin olvidar que esta prohibición de celebrar el Centenario le viene muy bien al Gobierno ya que en la historia del exitoso desembarco el que iba en vanguardia de las tropas era el entonces coronel Francisco Franco Bahamonde del que el Gobierno  celebra los 50 años de su muerte. Franco llevó el peso de la acción en la vanguardia del desembarco encuadrado en la Brigada del General Saro con dos banderas de la Legión, un Grupo de Regulares y varias Mehalas (soldados marroquíes).

Ahora se comprende. Eclipse de Luna. Este mismo mes lo habrá de Sol. Mal augurio.

El 20 de septiembre creemos se celebrará el 105 aniversario de la creación de la Legión española. No se entiende que se celebre sin conmemorar el Desembarco de Alhucemas. Claro que aún está pendiente de celebrarse su Centenario (2020) que no lo fue alegando la COVID, pero la realidad fue una floja e intrascendente puesta en escena para evitar darle a la Legión el lugar que le corresponde. No hubo celebración del Centenario fundacional de la Legión y eso deben saberlo y sentirlo los responsables de aquel desaguisado.

Ni historial ni tradiciones, espero que aún queden virtudes militares para sostenerse en un desembarco.  Las repúblicas no solo empujan con peligro por el Rif.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

8 septiembre 2025

 

 

ESPAÑA, MARRUECOS Y EUROPA. UN PRESIDENTE PERDIDO. GENERAL DE DIVISIÓN (R.) RAFAEL DÁVILA ÁLVAREZ

Las visitas de Don Juan Carlos a Marruecos desde el año 1979, primera visita oficial como Jefe de Estado, siempre tuvieron una trascendencia que nuestros políticos no han sabido interpretar ni aprovechar. Algún día se contará el papel de nuestro Rey como “desfacedor de entuertos” provocados por nuestros más inteligentes gobernantes.

Contenido político de alto nivel y mutuo interés económico, han destacado como titulares de todas las visitas. Hay algo más que intereses políticos y económicos. Don Felipe, nuestro actual Rey, lo sabe y en un gesto de enorme valor para la “gran política” visitó Marruecos como nuevo Rey de España. No fue un viaje de mera presentación. Sirvió para entregar el testigo recibido de su padre y confirmar el espíritu de unión y entendimiento que Marruecos y España necesitan y sus reyes quieren por encima de todo.

Hoy, con el nuevo presidente del Gobierno y su errática política, la incertidumbre sobrevuela esas relaciones que son clave para España.

Desde 1912 y tras el tratado hispano-francés, la acción militar española en África se limitó a ejercer su acción protectora entre Yebala y el Rif, como el tratado le obligaba. Toda su actividad se centró en mantener la autoridad del Sultán de Marruecos y apoyar a la administración mixta marcada en el acuerdo. El levantamiento rifeño protagonizado por Abdelkrim el verano de 1921, con el ataque a nuestras tropas en Annual, fue el comienzo de una nueva situación y el inicio de una guerra de trágicas consecuencias para España. La rebelión tenía en principio un carácter exclusivamente nacionalista, aunque alimentada con dinero y armas de dudosa procedencia  y una mezcla de xenofobia y de fanatismo religioso. Abdelkrim se enfrentó al protectorado español pero lo que realmente corrió peligro fue la unidad del Imperio, hoy Reino de Marruecos, con el intento de “República del Rif”; algo que conoce el actual Rey de Marruecos. España nunca fue conquistadora en Marruecos sino pacificadora y en amparo de la autoridad del Sultán.

Nuestra relación con Marruecos está llena de luces y sombras y hay que asumirla de una vez por todas. La situación política en el norte de África lo exige más que nunca y la desorientación y crisis en Europa también exige que alguien mantenga abierto ese puente que tiene sus pilares asentados en las dos orillas a través de España. Ceuta y Melilla cobran cada día más valor estratégico, humano y político. Su valor es compartido y de creciente interés para Marruecos, España y Europa. Pero ese valor es fruto de su españolidad como nexo de unión con Marruecos y no de confrontación. Si Ceuta y Melilla dejaran de se españolas, Marruecos y Europa se alejarían, algo que a ninguno le interesa. Es hora de que veamos esto con claridad y empecemos a trabajar desde estas dos ciudades españolas de aires africanos con la importancia que el futuro las reserva. Las presiones o taimarse uno y otro no conducen a nada. Hablemos claro y despejemos las dudas históricas. Somos viejos amigos que, aunque en ocasiones nos miramos con recelo, tenemos mucho en común y una necesidad imperiosa de entendernos. No debemos marcar una línea de fractura sino compartir intereses antes de que llegue un tercero en discordia. En los palacios nos entendemos; ahora toca entenderse en los siguientes escalones… y en la calle. Todo pasa porque la política, también la europea, y los que la ejercen capten el mensaje y aprendan de la historia.

Es el momento de la gran política y de que España juegue su verdadero papel en Europa, un papel que hasta ahora ni Alemania, ni Francia nos quieren dar, pero que debemos exigir. Lo malo es que nuestro presidente tampoco se lo cree y anda errático y mendicante sin saber realmente donde están los intereses de España.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez 

Blog: generaldavila.com

14 agosto 2018