Si, También «La guerra es la paz» y «La ignorancia es la fuerza».
El primer síntoma de una dictadura es el miedo. El que hay en España es de libro. Es un silogismo cuya conclusión les dejo a su inteligencia.
Miedo a mirar, a escuchar, a escribir, a hablar y hasta a pensar.
Prefiero 1984. Lo sabes y luchas. Aquí te diviertes y no hay ayer ni mañana.
La situación es de tal calibre que la misma justicia da miedo. Más miedo que la guerra.
Es un miedo impensable que está en todas partes. Recorre los sistemas de arriba a bajo y al contrario. Miedo mutuo y por tanto desconfianza.
Temes al que está arriba, a tu lado o abajo. Cualquiera lanza contra ti, a favor tuyo, o te entibia. A todos los niveles ocurre.
El tema es muy complejo, pero cada vez esto se parece más a un Estado policial. Eso de la libertad es un camelo. Si te roban, por ejemplo en la tienda o incluso el idioma, lo mejor no es recurrir a la Justicia, sino cerrar la tienda y hablar otro idioma, aunque te arruines. Ellos se encargarán de arruinarte si no lo haces y será mucho peor.
Es un miedo peor que a las armas ¡tan conocidas! Y con ellas nos meten aún más miedo, amenazante; no hagan caso, forma parte de su juego contra la libertad. Contra ellos no hay forma de defenderse y te vas muriendo poco a poco relleno de sus promesas de una falsa lucha que los enriquece.
El gran negocio en estos momentos es la información. Estamos encadenados a ella y es dominada por el que ostenta el Poder, todo el Poder, incluso cuando no gobierna ya que su virus queda dentro haciendo su labor.
Para que se me entienda: 1984.
En España solo hay que repasar desde 1978. Nos lo creímos, pero los dosieres han engordado desde entonces lo suficiente. Muchos lo saben y callan. Otros se sorprenden. Hay imbéciles que dicen que valen más por lo que callan que por lo que cuentan. Imbéciles del ¡Ay si yo contara! Los que saben sonríen: «Otro».
Alguno queda sorprendido al comprobar de manera indirecta que sobre él se sabe todo y que es aprovechado cuando menos se lo esperaba o cuando más fuerte se creía.
El miedo recorre las editoriales. Lanzan carnada para atraer a los peces mientras pescan en otro lugar. La información no está en los Servicios de Inteligencia, sino en otro tipo de «servicios» en los que hay préstamos y hasta hipotecas. Podríamos hacer una larga lista desde 1978. Hagan un repaso y verán que siempre son los mismos. Es hereditario.
Opinan que si nos dejasen ser libres acabaríamos con la especie humana. No nos merecemos, según esa filosofía, ser libres. Puedes ser libre el mismo tiempo que duras sin respirar. Más no.
Claro que al final de todo esto te preguntas: ¿A qué tienes miedo? Y respondes que a nadie. ¿Y quién es nadie? Y respondes que lo busques en la Odisea.
¿Por qué no eres libre? Contesto con El Discurso sobre la servidumbre de Étienne de La Boétie. ¡Menuda pesadez y trabajo eso de ser libre!
Resulta que dicen que venimos de un sistema dictatorial donde la libertad estaba controlada y dosificada. ¡Coño! ¿Y esto que c… es?
Que si hablabas todo se sabía y te señalaba la justicia. ¡Coño! ¿Quien manda en la Fiscalía?
Que la prensa estaba controlada. Permítanme que me ría.
Que no había Ley sino imposición. En nada ha cambiado.
Y decían que España era una grande y libre. Pues mira en eso sí que hemos cambiado. Ni grande ni libre.
Ahora sin duda que la libertad es la esclavitud, la guerra es la paz y la ignorancia es la fuerza.
1984 no: 2024.
Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com

