Es una extraña máxima que pretende restarle importancia a aquello que la tiene, y mucha. ¡Olvidadlo, que nadie se dé por enterado! ¡<<Si me queréis irse>>!, que yo me quedo.
La experiencia nos dice que cuando esta frase flota en el ambiente es que algo grave está pasando. Y eso parece que está ocurriendo ahora en España. Huele raro, como a tierra húmeda que presagia la tormenta. Huele a venganza. Venganza catalana, la de unos cuantos que a la desesperada intentan defenderse utilizando amores pasados. El patriarca de la independencia y el 3% no puede perdonar verse señalado por los jueces y recuerda la maldición: juicios tengas y los ganes. Piden un acuerdo, político (?), que signifique empezar de cero y que de nuevo el vuelo de las togas no eluda el contacto con el polvo del camino. Aquí no ha pasado nada. Borrón y cuenta nueva.
Por si acaso, las amenazas empiezan a florecer en declaraciones y libros de extraña aparición y contenido. Hay que parar la andanada. Por ahora son únicamente presupuestos, pero pueden ser aprobados y demostrados. A pesar de su lejanía en el tiempo son historias que todavía pueden causar estragos. La venganza no prescribe. El periodismo de investigación ha dejado de intimidar desde que la independencia es lo contrario de la libertad. Al fin de cuentas se lee muy poco, titulares, y todo pasa y nada queda. Ahora todo queda entre los poderosos que manejan las finanzas, el repugnante poder del dinero. Venganzas señoriales.
Cuenta el escultor Sebastián Miranda en un delicioso libro –Recuerdos y añoranzas– como viajando en tren a Sevilla este se averió a medianoche y tuvieron que abandonar el tren e ir andando por un oscuro y fragoso camino formando fila india con otros muchos viajeros hasta el autobús que les recogería.
Al mozo que le acompañaba con el equipaje le preguntó.
-Oiga usted, amigo: ¿en qué lugar nos hallamos? ¿Pasamos ya Despeñaperros?
-Sí señor; este es el corazón de Sierra Morena.
-Y diga usted, buen hombre ¿sigue habiendo bandoleros por estas tierras?
-No señor; eso ya se ha acabao. Por aquí no hay ninguno. Y después de una profunda pausa añadió.
-Los que quean, vais ustedes muy arropaditos en vuestras camas del tren.
Claro de esto hace ya muchos años, pero no ha perdido ironía y verdad la sabrosa anécdota.
Me llagan rumores de reuniones, muchas reuniones de alto valor político y sobre todo económico. Unos con otros. La venganza, como la guerra, es una cuestión de dinero. ¿Quién va a pagar si no es así esos libros, comparecencias, declaraciones y chismorreos? La economía reunida con la política -de colores varios- es un preaviso; un peligro inminente. Reunión de pastores, oveja muerta. Los que pertenecemos al rebaño estamos en peligro. Ellos se las apañarán para que la guerra no afecte al pastoreo.
Se trata de firmar el aquí no ha pasado nada y empezar de nuevo.
El tren expreso se ha detenido en la vía. Los viajeros caminan en fila india sin saber muy bien por donde van. ¿Habrá bandoleros por aquellos lares?
Los que quean, vais ustedes muy arropaditos…, aunque ahora hay muchos que pretenden tirar de la manta. Es la venganza.
No se puede estar permanentemente entre el Estado policial y el Estado judicial. No hay nación que lo aguante.
¡Rey don Sancho, rey don Sancho!, no me digas que no te aviso…
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
«La Constitución no es ornamental. Las leyes se tienen que cumplir» (Felipe VI)
Blog: generaldavila.com
Inquietante, Muy inquietante mi general lo que quiere decir pero no dice.
Lo he leído cuatro veces a ver si penetro en su pensamiento. Sí, no cabe duda. está preocupado -como todos los españoles de bien- muy preocupado ¿pero que es lo que se está cocinando?
Me quedo con el velado aviso que ya ha consignado otras veces en el blog y que yo otras veces también he completado.
….Rey don Sancho, rey don Sancho, no dirás que no te aviso, que de dentro de Zamora, una alevoso ha salido, llámase Bellido Dolfos, hijo de Dolfos Bellido….
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Gracias Lorenzo y eso pretendo: inquietar. Solo eso. Ni más ni menos, pero no es la situación para menos. Por ahora además de callar solo supongo. Es suficiente… por ahora. Un abrazo
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A las órdenes de V.E., mi General.
Magnífica reflexión para un atardecer lluvioso y amenazando nieve inmaculada que lo cubra todo de blanco en esta noche y borre hasta los caminos siquiera por unas horas. Después, ya nada será igual y todo se verá como nuevo.
El ritmo de los conciliábulos, entre amenazas más o menos creíbles y envites de farol, que en eso los tahúres son únicos, debe ser frenético, mientras a la plebe se la entretiene con flashes informativos subliminales mostrándonos al personaje mediático de moda hasta fuera de los telediarios para que esa imagen no se nos borre y de paso no nos deje pensar en otra cosa.
Hay algún corrupto, quizás el más corrupto de todos en términos cuantitativos, que a diario amaga, desde hace mucho tiempo, con sacarse cartas de la manga y conejos de la chistera para pringar hasta al apuntador. Todavía no lo ha hecho, o al menos no ha enseñado la patita por debajo de la puerta, y me temo que todo es eso, un farol de cuatro ases pero sin esas cartas. Pero como el miedo es libre y nadie de los posibles interlocutores está completamente libre de pecado, o eso parece cada vez que sopla una brisa y levanta un papel, pues a ver quién se atreve a matar al mensajero.
Esta es la consecuencia de un sistema tan corruptible como el de partidos y luchas de clase sin mecanismos de defensa contra sus propios componentes. Fue el Duque de Ahumada, cuando creó la Guardia Civil, quien dio las directrices de conducta de tan admirable institución con frases que hoy algunas pueden hacer sonreir pero que son de rabiosa actualidad y aplicación, como: «El honor es la primera divisa del Guardia Civil, y una vez perdido, no se recupera jamás». Otra: «No se fiará ni del compañero de pareja». Otra: «El Cuerpo que no expulsa a sus sinvergüenzas, siempre los tendrá dentro». Y ya para no cansar, una más: «Paso corto, vista larga, y mucha mala… (lo que sigue)».
Creo que en ese breviario de conducta escrito para el caso en particular, se encierra el código deontológico para cualquier colectivo y profesión. Si los políticos, en lugar de taparse unos a otros, y aplicar el pensamiento de hoy por mí, mañana por ti, tuvieran en cuenta estas sencillas «normas», esto sería una balsa de aceite.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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Un fuerte abrazo Rafael y ¡Viva España!
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Gran honor, mi General. Muchas gracias, y siempre nos quedará España para aferrarnos a ella y gritar que viva. Este baile de los vampiros terminará algún día, espero que a no tardar, y las aguas volverán a correr limpias y dentro de su cauce.
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En realidad todo obedece a mi modesto entender a un simple error de cálculo, el Gobierno con su Presidente a la cabeza pensó que la situación en cataluña ya no se podía deteriorar mas, que la inmensa mayoria de los catalanes NO eran independentistas y que la declaración unilateral de independencia no se volvería a dar.
Es mas, pensaba que las nuevas elecciones desterrarían para siempre de los aledaños del poder a los independentistas que habían tratado de destruir la democracia en cataluña.
Por eso y solo por eso, convocó elecciones es ese breve plazo, creyendo que los catalanes de «seny» no volverían a votar independentismo y le ha salido el tiro por la culata.
Han vuelto a votar lo mismo y con mas inquina que antes.
¿Se puede convocar unas elecciones sin intervenir TV3?, ¿sin depurar a los mossos?, ¿con la enseñanza sectaria y antiespañola?, ¿sin presencia efectiva en el territorio?.
Se puede, pero se pierden aunque se ganen y ahora tenemos el esperpento de la investidura de Puigdemónt.
Precipitadas y mal planeadas las elecciones.
El problema continnúa y con paños calientes y tisanas no recuperaremos al enfermo.
Hay que operar, cortar por lo sano.
O eso o el caos, pero me temo que hay mas de lo segundo que de lo primero en puertas.
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Gracias doña Josefa y buen fin de semana
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«Todo bajo control, sólo ha sido el susto», sí.
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