PEDAGOGÍA DE LA MONARQUÍA. LA CRUZ DE REY. ¿MONÁRQUICOS O REPUBLICANOS? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Minar la Monarquía»

El Jefe de Protocolo de la Secretaría General de la Casa de Su Majestad el Rey acaba de impartir una conferencia en los cursos de verano de La Granda (Avilés) dentro del ciclo: “Covadonga. Verdad, belleza y bondad de trece siglos (718-2018)”. El tema que expuso fue “Nación, monarquía española y Covadonga”. Todo ello como preparación a los actos del próximo 8 de septiembre triple centenario que este año celebra el Principado y que, en Covadonga, acompañada de sus padres los Reyes, será el primer acto público que protagonice Leonor de Borbón, princesa de Asturias. Un lugar lleno de historia de España y de donde procede en buena medida, la tradición de nuestra monarquía.

España, recordó el jefe de protocolo de la Secretaría de la Casa del Rey, <<tiene la dinastía más antigua de Europa, y el Rey Felipe VI es el 40. º Nieto de Bermudo I, Rey de Asturias entre los años 789 y 791>>.

Pedagogía: enseñanza, educación. ¿Enseñamos, educamos, formamos en criterios? ¿Sabemos de lo que hablamos: Monarquía, República, Democracia?

El diario monárquico ABC publicaba a principios de este mes de agosto la valoración obtenida sobre la monarquía en una encuesta realizada por GAD3 para el diario. El titular era: <<El Rey logra la mejor valoración de la Monarquía desde su restauración>>. <<Felipe VI obtiene una aprobación récord del 75%>>.

El día anterior la portada de ABC era muy distinta. Junto a la imagen de Rey se podía leer: <<Minar la Monarquía objetivo de los separatistas y la izquierda radical>>, para continuar <<Creen que derrocar al Rey es la vía para acabar con el Régimen del 78>>.

Decía  Leopoldo Calvo Sotelo: <<En principio fue el Rey. Así podría dar comienzo, como el Evangelio de san Juan, la historia de la Santa Transición>>.

La monarquía ha sido sin duda estabilidad, unidad. En una España con la historia rota era casi imposible la unidad, el camino de la concordia y libertad. Era necesario el perdón y el abrazo fraternal.

Las Instituciones deberían seguir ese camino, los partidos encabezarlo, servir de guía y referencia; sin que eso supusiese abandonar sus legítimas ideas.

Todo fue bien. Todos cumplieron.

La Corona, encabezando la concordia y el futuro, se dio a conocer. Una monarquía constitucional, de renuncias y grandeza por España, recorrió cada centímetro de nuestra geografía, muchos kilómetros de proximidad, despegada de protocolos y distancias, vio y sintió. Visitó el mundo, España resucitó en lugares insospechados, donde ni nos recordaban. Fui testigo algunos años de la admiración a nuestros Reyes, del amor a España. Cercanos, reales y Reales, en su lugar, ni inmóviles ni anticuados, con respeto al pasado que ya no puede ser presente, sin precipitarse, sin identificarse con nada ni nadie que no fuese lo mejor para España. Conocimos la Monarquía y ella se dio a conocer, se mostró próxima y alcanzable. La Corona llegaba y se identificaba con la idea de España de arriba abajo, de abajo arriba. Era de todos y para todos.

Funcionaron las Instituciones del Estado. Los partidos políticos, el pueblo guió los pasos del futuro con su trabajo y esfuerzo. España, con sus Reyes a la cabeza, ocupaba el lugar que le correspondía en el mundo.

La Monarquía se sentía y se quería. Las Instituciones y los partidos funcionaban al nivel de las mejores democracias del mundo. Esto era España, la España en la que todos creíamos y soñábamos. Poco a poco, con prudencia, caminábamos sin rencores, superando lacras imposibles como el terrorismo de ETA; inolvidable; insoportable el dolor. Pero avanzamos.

La Monarquía era España: símbolo de su unidad y permanencia allí donde sus Reyes estaban. Moderación y compromiso, obligación y entrega.

Los españoles veían un futuro, no fácil, sí posible, alcanzable con su esfuerzo, ilusión y libertad. Con su Reyes que moderaban y mantenían el difícil equilibrio incluso en el duro y delicado momento en que peligró la Transición y supo el Rey estar en su puesto, con firmeza, y ser la voz de mando del pueblo español.

Pero algo se torció. Todo se detuvo.

Aparecieron sombras en el brillante camino. Surgió un mundo de reproches bien estudiado y aplicado con incluso extraña eficacia, propia de un plan meticuloso bien estudiado y mejor dirigido. Un ataque premeditado, directo a la línea de flotación: la unidad de España.

Los partidos políticos se alejaron del sentir del pueblo, las Instituciones dudaron, dejaron su elevada misión para enfangarse en la contienda. Corrupción, era el dinero el poder inmoral de siempre, la corrupción moral, el mayor insulto a un pueblo.

El objetivo era España. ¡A por España! Acabar con la autoridad moral. Borrar la Transición, arrancar de cuajo la historia.

Todo iba bien, pero… Todo se fue. ¿Quién y por qué introdujo la letal infección?

Ahora todo va mal. España retrocede y borra el camino andado.

Apuntan bien, sin error, deriva calculada, carga precisa; objetivo: España. La cuenta atrás ha empezado.

Símbolo de la unidad de España, de su permanencia: la Corona. Es el objetivo a batir; con la memoria histórica. Arma letal.

Don Felipe de Borbón. Rey de España cuando era príncipe de Asturias

<<El Rey logra la mejor valoración de la Monarquía desde su restauración>>. <<Felipe VI obtiene una aprobación récord del 75%>>.

El día antes el titular era distinto, solo 24 horas antes: <<Minar la Monarquía objetivo de los separatistas y la izquierda radical>>, para continuar <<Creen que derrocar al Rey es la vía para acabar con el Régimen del 78>>.

Claro reflejo de la actualidad. Cada uno por su lado.

Una España que se esfuerza por seguir la línea de la unidad y la convivencia, el futuro, el pueblo con sus Reyes.  La otra, radical, revolucionaria, sin objetivo que no sea el enfrentamiento y el dolor que surge de la ruina moral; también económica.

Nos ha faltado pedagogía de la monarquía, de la convivencia, de la entrega por encima de partidismos. Hemos caído en el relativismo: todo vale, el respeto y la convivencia valen tanto como la mala educación y el enfrentamiento. Esa es la libertad que pregonamos.

Nos ha faltado pedagogía y mantener la educación y enseñanza de una Transición ya olvidada y el olvido nos trae… ¡Si yo supiese lo que nos trae!, pero no será nada bueno.

No se ha impuesto de manera casual el enfrentamiento, nos lo han impuesto por decreto y lo malo es que lo hacen por Real-decreto.

Se trata de involucrar a todo lo que huela a España, que suene a España. Hacernos creer que detrás de un Real-decreto está la voluntad de un pueblo con su Rey cuando esa es voluntad alejada del pueblo que clama cada día, que nada tiene de real ni de Real, que no entiende qué es esto, que se pregunta, ¿dónde está la democracia, ¿dónde las urnas de la verdad?

¿Dónde está España? Dónde sus Reyes, su Transición, su historia y su futuro.

¿Quién nos manda? ¿Quién manda aquí? ¿Dónde se han quedado las urnas de la nostalgia?

Pedagogía de la Monarquía. Pedagogía de España. Un duro trabajo que no admite demora. Pongámonos a la tarea; son muchos los que tienen pendiente la suya.

<<Clavad una cuña entre el soberano y sus ministros; o, si no, enemistadle con sus aliados. Sembrad entre ellos las sospechas mutuas de manera que reine en ellos el malentendido. Así podréis conspirar contra ellos>> (Sunzi-El Arte de la Guerra).

La princesa de Asturias Doña Leonor de Borbón

Es España obra de muchos frenos y timones a la vez

Pedagogía: enseñanza, educación. <<Después de Franco, las instituciones>>, sentenció Jesús Fueyo. No le faltaba razón. Era el camino. La monarquía se constituyó en estabilidad y moderación. Fueron el Rey y el pueblo los protagonistas del cambio.

Precisamente a los protagonistas, Rey y pueblo, es a los que se pretende marginar.

En Covadonga el 1 de noviembre de 1977  Don Felipe recibía de manos de su padre el Rey Don Juan Carlos I la insignia de la Cruz de la Victoria como Príncipe de Asturias.

Dijo el Rey: <<Esa cruz significa también tu cruz. Tu cruz de rey. La que debes llevar con honra y nobleza, como exige la Corona. Ni un minuto de descanso, ni el temblor de un desfallecimiento, ni una duda en el servicio a los españoles y a sus destinos. En esa obra bien hecha y en esa voluntad de superación, yo quiero que tú, Príncipe de Asturias, te sientas entrañablemente crucificado>>.

Amén.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

3 septiembre 2018

13 pensamientos en “PEDAGOGÍA DE LA MONARQUÍA. LA CRUZ DE REY. ¿MONÁRQUICOS O REPUBLICANOS? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

  1. El gran fallo de la Transicion ha sido el «buenismo».De repente se empezo a practicar a mansalva eso de » to er mundo e bueno.»Y los partidos politicos sucesores ideologicos del desastre de la segunda Republica,aparecieron como angelitos inocentes que nunca habian roto un plato.Debieron haber pedido publicamente perdon por todos los errorres y excesos que cometieron en aquel periodo sus antepasados.Y sobre todo, debieron haber actuado durante la Transicion con el convencimiento real de no volver a cometer nunca mas esos errores.

    En la Transicion nadie trabajo realmente para conocer los errores del pasado cometidos durante aquel periodo.Nadie se puso a diseñar un sistema politico capaz de evitar su repeticion.Solo buenas palabras y olvido absoluto de aquellos errores historicos.

    Hay que reconocer que el sistema politico establecido tras 1978 no esta bien construido.Porque no se ha querido aprender de los errores del pasado.Por eso estamos donde estamos.La solucion es aplicarse urgentemente a una reforma de ese sistema, especialmente en el diseño del nefasto sistema autonomico.Esto si es urgente y no sacar a Franco de su tumba.Porque la existencia de España pende de un hilo.

    Reforma urgente tambien del sistema electoral.

    Si seguimos ignorando los errorres del pasado, los actuales ocupantes del Poder seguiran con su politica, cuyos malos frutos ya se ven.

    Dejemos de magnificar y sacralizar ya de una vez la Transicion.En ella se comtieron muchusimos errores.Urge su inmediata rectificacion, o la caida colectiva como nacion no habra quien la pare.

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  2. Creo necesario insistir, a riesgo de parecer pesado.Lo esencial : el Regimen del 78 se esta hundiendo , no solo ni principalmente por culpa de estos que todos conocemos.Sino mas bien se esta desmoronando por culpa de los errores de diseño en que incurrieron los politicos que tan mal lo construyeron.

    Las conductas no vienen solas y porque si.Obedecen a una estructura que las facilita y promueve.La estructura politica de 1978 es la causante del actual desastre.Hay que rediseñar esa estructura,para que España siga existiendo y para que no se rompa la convivencia.

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  3. A las órdenes de V.E., mi General.

    Este artículo es de auténtico lujo y muy didáctico. Cuando apareció en la entrada del día 29 próximo pasado, llegué a pensar que el blog pudiera estar sufriendo el ataque de «hackers» o deincuentes informáticos, o que un virus hubiese atacado mi ordenador, pues fue imposible acceder a la página para comentar.

    Afortunadamente, al recibir la misma entrada hoy, logro abrirla con normalidad.

    La encrucijada es ciertamente difícil, y por segunda vez España está en trance de desaparecer como nación, convertida en un ente abstracto incontrolable e ingobernable. Y la disyuntiva es grave pues no se atisba freno en esta caída libre en picado hacia un enfrentamiento que sería la ruína absoluta de todos.

    Mientras la iniciativa esté en manos de quien es está, no es el momento para soñar con una solución o rectificación civilizada e inteligente. Porque la izquierda radical y los peores enemigos tradicionales han logrado hacerse con el control del mundo de la cultura, el de la información, y en una carambola imposible e impensable, hasta con el poder. Mal momento para intentar reformas, pues nos puede estallar todo en las manos. Habría que aferrarse en principio a la Constitución existente y lograr su cumplimiento. Con toda la fuerza de la Ley y sin paños calientes ni cataplasmas, sino con cirugía si es necesaria.

    A este barco, a fuerza de tirones y bandazos, le han averiado el timón y navega a ciegas y a la deriva. Si no salvamos a la Monarquía, España se desintegrará, y ya tenemos dos experiencias republicanas a cual más nefasta y dolorosa.

    ¡¡¡VIVA ESPAÑA Y VIVA EL REY!!!

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  4. Es muy difícil, yo diría que casi imposible proteger a alguien que se autolesiona y a mi juicio eso lo ha hecho, si no la Monarquía, desde luego si sus consejeros. Nunca dudaré del amor a España de Don Juan ni de su intención de sacrificarse por ella, en 1936 pretendió hacerlo y en 1975 lo hizo con absoluta entrega, pero sus consejeros y de entre ellos Gil Robles le habían conducido mal.
    Es esclarecedor de esto que digo, la sesión en el Senado el 26 de Septiembre de 1978 y la intervención del Sr. Satrustegui (monárquico de D. Juan) que describe Joaquín Aguirre Bellver en su libro “El Ejercito calla” pág. 35.
    La consecuencia final fue que la Constitución de 1978 dejó la Jefatura del Estado en algo simbólico y por tanto sin la menor capacidad de arbitraje sobre los Partidos Políticos que enfrascados en su permanente rifirrafe dejan de lado los verdaderos asuntos nacionales. Y la monarquía es asunto nacional por excelencia como garantía de unidad.
    Tengo la impresión que los políticos cuando ejercen el ejecutivo tan siquiera tienen el detalle de hacerle llegar los proyectos de ley y consultar su opinión, máxime cuando saben que está obligado a sancionarlas una vez aprobadas.
    Choca el discurso de D. Juan Carlos en su acceso al trono con leyes que están en vigor y se pretenden ahora.
    En mi opinión, a veces legisla el enemigo de España y por tanto de la Monarquía Española.

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  5. Con el permiso de V.E:

    El camino de la cruz es el camino de la negación propia y del servicio a Dios y a los hombres (en este caso, servicio a la comunidad política que es la Nación Española): es pues, el camino universal del bien, de la verdad y de la virtud en el que todos hemos sido llamados a perseverar.

    Quiera Dios que Felipe VI, Rey de España, supere el listón que dejó su padre y sea el ejemplo que debe ser para su hija, la Princesa de Asturias. Dios y España se lo premiarán.

    ¡Viva España!
    ¡Viva el Rey!
    ¡Vivan las Fuerzas Armadas!

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  6. Totalmente de acuerdo, después de Franco la transición y después la Monarquia, eso es lo que buscan, cargarse el 78, todo esto si les dejamos, espero que no

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  7. Clarísimo el resumen y esclarecedor el comentario de Quique Alonso, del que está claro que me moriré aprendiendo.
    Para ver la total anulación de la autoridad Real, incluso como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, como proclama la Constitución, un botón de muestra:
    Decreto 3269/1975 por el que se determina que Franco figure a la cabeza de todos los escalafones de las Fuerzas Armadas y Real Decreto 394/1987 de regulación de los escalafones de las fuerzas Armadas y Guardia Civil

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