ROJOS Y AZULES. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Eres más rojo que el capote de Cagancho», el Amapolo, o simplemente Fulanito el Rojo. Cosas así y de la otra manera que retrataban aquella época que parecía olvidada y que tuvo la resaca de que la cúpula militar fuese alcanzada por rojos y azules en una alternancia que ni las naciones otanistas se creían, pero guardaban la distancia por si acaso enrojecía el panorama. Claro que la mezcla de dos colores primarios como el rojo y el azul da como resultado un violeta feo y sucio. Ahora se entiende mejor el panorama del cuadro que lucimos en la pared presidencial de nuestra casa con ese efecto tan lúgubre y que nos arrincona a lo secundario.

En España siempre hubo tendencia al rojo porque se pensaba que eran los pobres, los perseguidos y porque el toro siempre embestía al trapo colorao y como el amarillo suavizaba la situación se ciñeron al capote de grana y oro. Nada de grana, nada de gualda, como corrigió D. Camilo, roja y amarilla, y rojos y azules nada tienen que ver con los colores de España, sino con otras cosas y menesteres que parecían olvidados hasta que los rojos dijeron «¡Hemos ganao, hemos ganao, el equipo colorao!» y querían ganar después de aquella goleada que pretenden resucitar para que el partido comience con el árbitro comprado.

El rojo gusta en España porque la gota de sangre hace al héroe y no las lágrimas que pretenden enrojecer como ella.

Cuando practicábamos la lucha de guerrillas los que llevaban el papel de guerrilleros lucían un brazalete rojo y las fuerzas convencionales azul.  Sería por la vida dura en el monte, la falta de cobijo y alimentos y su vida siempre huyendo; para los pueblos y lugareños los del brazalete rojo eran sus favoritos y todos querían lucir aquella prenda tan distinguida mezcla de bandolero, guerrillero o maquis como a algunos les recordaba. En uno de esos actos populares un sargento prendió en el brazo de un chiquillo unos de aquellos brazaletes rojos y sin el debido cuidado pinchó el bracito de niño de donde brotó un hilito rojo sin que aquel chaval pronunciase la más mínima queja. Gotas de héroe.

Somos en cualquier caso un poco contra el poder constituido y no atraen las tropas convencionales viviendo en sus campamentos, que comen en caliente y duermen en sus tiendas. No tienen el atractivo de los del brazalete rojo que Dios sabe dónde y cómo vivían. Como los jabalíes.

El último maquis que murió en España fue el Piloto, por allá en la Sierra de los Ancares donde vivió en los años sesenta y que nunca fue un maquis, sino más bien un bandolero que vivía y comía a costa de los robos, asaltos y del temor que infundía.

Todo le fue bien y la gente ni denunciaba ni iba contra nadie. Allá cada cual y ¡mientras no moleste más de la cuenta!

Hasta que se enfrento al cura y le prendió fuego. Eso sí que no. Por ahí no pasamos y a los pocos días el Piloto dejó de pilotar aquella vida que entre hombre y alimaña se había construido.

Tuve ocasión de ver un homenaje que se le rindió en Becerreá, por rojo, y organizado por los rojos de la zona y alguno llegado de Madrid que aprovechó para darle al pulpo o a la empanada y de postre sardinas asadas con cachelos después de una cachucha la noche anterior.

Pregunté en la zona por el personaje y ni los viejos del lugar sabían quiénes eran aquellos y jamás habían oído hablar del Piloto.

Pensé que estábamos como siempre: o la censura o la historia. La memoria histórica que resucita rojos por doquier y que en la España auténtica aún está a salvo de las mentiras. Cada vez menos.

Con los rojos ya se sabe: ganan ellos, unos pocos, pierdes tú, que somos casi todos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

30 mayo 2022

EL GOLPE DE ESTADO A LA ESPAÑOLA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

En España, por razones obvias, vinculamos el golpe de Estado a la fuerza armada que participa en una involución autoritaria, una conquista ilegal del poder por la amenaza de las armas.

Puede que sea así y puede que asistamos a un no ser así, a una nueva era de golpes de Estado sin vinculación con la fuerza armada y sí con la manipulación política para lograr el poder mediante el engaño con el uso de la dialéctica entre vencedores y vencidos. La toma del «Poder» mediante la amenaza o violencia, esta mínima o en ocasiones nula, ha dejado de ser el procedimiento en uso, pero los golpes de Estado siguen vigentes.

Hay muchas maneras de iniciar el proceso y aquí en España se eligió la dulce penetración en los centros de manipulación de masas de tan fácil acceso cuando se manejan desde distintos poderes ideológicos que fomentan élites económicas. Para asentar las bases de esa incursión nada más elemental que iniciar un proceso de desconcierto político en las candidaturas al gobierno dando entrada a todas las posibles; mientras más radicales mejor.

La dificultad de este primer paso, el más costoso y de mayor peligro, se lleva a cabo con la construcción y fomento, infiltración en sus cimientos y apoyo económico, a variados partidos que parecen querer lo mismo, hijos de la misma ideología, pero que se expresan de manera distinta, dirigidos por líderes mediáticos que atienden intereses partidistas y por tanto económicos distintos (iguales en su superficie).

Una vez creada la división, la puesta en marcha es cuestión de unas elecciones celebradas en crisis de escisión y enfrentamiento. Dispersión del voto. Solo hay que esperar ese momento que en España se inició un mes de octubre de 2017 con la rebelión catalana alentada desde el poder, indultada por el poder; o quizá habría que decir poderes. Hasta la Corona alarmada tuvo que salir a poner orden y cumplir su deber constitucional como «Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones…».

La Constitución española de 1978, redactada con miedo, por azuzados constituyentes, y una pretendida exhibición de aperturismo democrático, más que convencimiento, dio el primer paso para iniciar la dispersión y dividir peligrosamente a la nación. Una Constitución parida (literalmente) con dolor, presión y fórceps, que ahora da señales de alarma, de su final, anunciado por unos hechos tan evidentes como inesperados (malos constituyentes en la previsión). Acabará con un golpe definitivo. De Estado. Los nacionalismos. Una bomba sumergida a la altura de la línea de flotación constitucional y a la que nadie ni los Tribunales decisorios sobre la Nación/Estado saben sentenciar.

«La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas». Las nacionalidades.

Consummatum est.

 

GOLPE DE ESTADO DESDE EL PROPIO GOBIERNO

Un golpe de Estado no es un hecho concreto llevado a cabo en un momento determinado, aunque siempre requiere un acto decisivo y mediático como ocurrió el 1-O en Cataluña, fecha de salida de la definitiva puesta en escena del activismo golpista con visos de democrático. Se desarrolla a lo largo del tiempo con acciones conducentes a su final sin que sea necesario el recurso a la fuerza armada. Con el desorden controlado, unos votos, y un «canto democrático» e internacional a la libertad de elección, es suficiente. No es necesaria la participación militar, ni la fuerza militar lo detendrá, algo que entre la clase política actual no se contempla por muy constitucional que sea, ni siquiera la aplicación del artículo 116 de la Constitución. Algo inconcebible como los hechos demuestran con la participación de los golpistas en el mismo gobierno al que golpean fuerte y duro y de los que depende la nación.

Podemos concluir que el Golpe de Estado «pacífico», pero mortal para la Nación, ha sido un éxito en España. Incluso con tristeza profunda añadir un párrafo macabro: a ello ha contribuido en un largo proceso el terrorismo de la ETA. Demócratas golpistas de tiro en la nuca recibidos como héroes, hombres de paz con el resultado y fruto de sus logros.

¿Podemos hablar de decadencia constitucional? Es el momento.

Los golpes de Estado también los dan las mayorías como la historia nos demuestra con tristeza y dolor. Es tan fácil como saber dividir y manipular.

La explicación actual de todo lo anterior, la mayor prueba de lo que acabo de escribir, está en las palabras que el Rey de España pronunció el 3 de octubre de 2017, fecha del inicio del Golpe de Estado a la española.

Una definición. Institucional mensaje preventivo. Historia del reciente golpismo. Fue el comienzo de lo que se saldará con la independencia de Cataluña.

Primero la partida de dados con la que se repartirán la túnica. Después será el final.

Ni una amenaza armada, ni un disparo al techo, no harán falta tanques ni acudir a la Bastilla. Nada de manu militari. Mutatis mutandis

Todo se hará en ese silencio tan democrático.

A su tiempo.

Viene bien recordar que estamos sometidos a una coacción llamada «Golpe de Estado», con un Gobierno prisionero de los golpistas y que vamos camino de llevarnos por delante a la Nación, a la Corona y a todo lo que obstaculice los deseos de los golpistas, como lo han hecho con el Estado y su Constitución.

EL REY ANTE EL GOLPE DE ESTADO: 1 DE OCTUBRE 2017

«Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña.

Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno.

Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña.

Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada.

Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España.

En definitiva, todo ello ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña. Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común.

Por todo ello y ante esta situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía.

Hoy quiero, además, transmitir varios mensajes a todos los españoles, particularmente a los catalanes.

A los ciudadanos de Cataluña –a todos− quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.

Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos.

Y al conjunto de los españoles, que viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos, les transmito un mensaje de tranquilidad, de confianza y, también, de esperanza.

Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad. Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. Y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña.

Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España».

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EL FINAL: LA INDEPENDENCIA Y EL ENFRENTAMIENTO

«Escribo breve por tu mucho entender; corto, por mi poco pensar. Ni quiero detenerte porque pases adelante» (B. Gracián. El Héroe).

A día de hoy los golpistas están en libertad, indultados por el Gobierno en contra de la opinión del Poder Judicial; otros huidos de la Justicia, y amparados por Europa.

La mayoría de los señalados por el Rey como golpistas en su discurso institucional ocupa escaño en los Parlamentos desde donde siguen en su empeño. No hay freno por parte de ninguno de los Poderes del Estado.

Desaparecidos y entregados al golpismo (¡democrático!). Es el peligro de la dispersión convertida en falsa mayoría.

El que gobierna identificado exclusivamente con un grupo pone los cimientos para el enfrentamiento. El Golpe de Estado se inicia con la división, una excusa es suficiente, como la de la memoria histórica. Su recorrido se fundamenta en fomentar las diferencias hasta lograr el irreconciliable enfrentamiento político mientras el partido gobernante asume el relato moral, la fuerza de la justicia y democracia: únicos moralmente aptos para conducir al pueblo. La Ley ya no cuenta, sino que logrado el dominio de los poderes, el Poder es único. La mayoría parlamentaria y la división de la oposición son la excusa democrática

Es el actual retrato de España.

¿Cuál será el siguiente paso?

Rafael Dávila Álvarez

12 enero 2022

Blog: generaldavila.com

 

LA TUMBA DE FRANCO, CON PERDÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Pedro Sánchez (miembro de la Joven Guardia de Zapatero, herederos, los dos, de Largo Caballero, del que tenemos que aguantar aún su repugnante recuerdo en escultura madrileña, largos-largos y maldito lo que valgo, poca cabeza para tanta maldad) ha hecho más franquistas estos días que Nicolás Franco que hizo a su hermano Jefe del Estado a última hora y por teléfono.

A este sujeto, que no hay quien lo sujete, lo va a descabalgar de su caballo (léase Falcón/helicóptero de los Ejércitos de España), Francisco Franco Bahamonde, que fue Jefe del Estado español y Generalísimo de los Ejércitos y para el que no lo recuerde murió en 1975. Porque la gente en España, los españoles, tienen muy arraigado eso de los muertos y si hoy es uno, ¿quién te dice a ti que mañana no será otro?

No sé si en Moncloa hay un antropólogo de guardia. Debería. Quizá Tezanos además de CIScar lo que toca, sabe de eso. Desde luego es necesario y muy práctico. Los americanos introdujeron en las plantillas de sus batallones expedicionarios a un antropólogo después de su mala experiencia en Vietnam donde su desconocimiento y soberbia les llevó a instalarse en más de una ocasión en terreno sagrado para los nativos. Lo pagaron caro.

Todo te perdono menos que me toques a los muertos. Cuidado con las cosas sagradas; los muertos lo son.

Aún no entiendo a la Iglesia que permite jugar con los muertos a capricho y entrar en un templo, lugar de culto («Mi casa será llamada casa de oración; pero la están convirtiendo en cueva de ladrones») a levantar una fosa y llevarse sus restos con la oposición de la familia y de millones de españoles. Y no para olvidar, como intentan engañarnos, sino para renacer: el odio y el enfrentamiento. Claro que España ha dejado de ser Católica.

¡Cuidado con estas cosas que las carga el diablo! Pedro Botero atiza la caldera, desde Moncloa -¿y desde la abadía de Monserrat?- la noche del aquelarre. Se puede hacer una lista de los asistentes. Ustedes no me creerían si les doy los nombres, pero su sagacidad…, así que lo dejo a su inteligencia, sin que olviden que los de la omisión también echan leña al fuego, léase caldera de Botero.

<<No se ha marchao que lo hemos echao>>. ¿Lo recuerdan? Decían cuando Alfonso XIII abandonaba España. ¿Qué gritarán ahora? ¿Hemos ganao, hemos ganao, el equipo colorao?

No puedo evitar el recuerdo y por tanto la comparación:

 <<Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los Poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional. Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, honores y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de su representación legal para votar las nuevas normas del Estado, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás, ni para él, ni para sus sucesores. De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional, se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba darles. Esta sentencia, que aprueban las Cortes Soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno Provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones>>.

El Rey de España convertido en un peligroso delincuente. Esto ha pasado aquí. No hace mucho tiempo. Fue necesaria una única ley. La de Defensa de la República. Aquí vamos camino de ello con la de la Memoria Histórica. Aquella fue suficiente para acabar con las libertades, de prensa, de reunión, religiosa. Está por ver lo que nos trae la nueva.

Ya lo estamos viviendo.

Alrededor del inconsciente, Pedro Sánchez, otros deshojan la margarita. Les ha entrado miedo. Al ver que Franco aún cabalga.

¿Cuándo levantamos la lápida? ¿Antes o después? ¡Nos va a costar las elecciones!

Dicen los asesores y atizadores de la caldera que pululan por Moncloa como los enanos en la corte de Felipe IV.

Y siguen diciendo: Esperad un poco que los españoles son capaces de cualquier cosa, incluso de enterrarnos a nosotros (Léase políticamente hablando). ¿Y si abrimos la fosa y allí no hay nada? Consultad el oráculo. Yo conozco a Rappel. No juguéis con estas cosas…

Tienen miedo, mucho miedo. Entre los comentaristas del miedo uno se atreve a exclamar: ¡Azaña calculó mal! (Claro que ahora se trata de Largo Caballero). No me fío; y continúa: Todavía me llegan los gritos: ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco! ¿¡Y si esto nos cuesta las elecciones… y más!?

Alicante 25 de enero de 1936. Francisco Largo Caballero, líder del PSOE, no deja alternativa: <<Si triunfan las derechas no habrá más remisión; tendremos que ir a la guerra civil declarada. No se hagan ilusiones las derechas, ni digan que esto son amenazas: son advertencias. Ya saben que nosotros no decimos las cosas por decirlas; lo decimos porque llevamos dentro del corazón y del cerebro el propósito de hacerlo>>.

No, no dicen las cosas por decirlas. Ya estábamos avisados:

<<Pues a ellos que estaban ansiosos

por traspasar la fosa,

sobrevino un agüero:

un águila de altísimo vuelo

que iba dejando aparte, hacia la izquierda,

a las huestes troyanas

y llevaba apresada entre sus uñas

una roja serpiente color sangre,

enorme, viva, aún jadeante,

que, además, todavía de la lucha,

no se había olvidado;

pues hacia atrás habiéndose doblado,

picó al águila misma

que la iba llevando entre sus garras,

en pleno pecho, al lado del cuello,

y el águila transida de dolores,

lejos de sí dejóla caer a tierra

y arrojóla en medio de la turba,

mientras ella, en chillidos prorrumpiendo,

con los soplos del viento iba volando>>.

(La Ilíada. Canto XII)

Dice la turba: <<La suerte del pueblo español no se decidirá en las urnas sino en la calle. La calle es lo vivo y lo palpitante. Conviene deshacer el error de atribuir a estos episodios pasajeros de la política turnante un valor transcendental y determinativo>>.

Si hay que tener memoria tengámosla todos. Algunos cuando acusan y señalan con el dedo inquisidor deberían hacerlo ante un espejo.

No es bueno jugar con los muertos. La venganza con los muertos es la peor de las vanidades. No me extraña que se caiga El Cristo Crucificado de Tiziano de El Escorial; y los pilares de la moral.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

7 octubre 2019

Blog: generaldavila.com

 

PEDAGOGÍA DE LA MONARQUÍA. LA CRUZ DE REY. ¿MONÁRQUICOS O REPUBLICANOS? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Minar la Monarquía»

El Jefe de Protocolo de la Secretaría General de la Casa de Su Majestad el Rey acaba de impartir una conferencia en los cursos de verano de La Granda (Avilés) dentro del ciclo: “Covadonga. Verdad, belleza y bondad de trece siglos (718-2018)”. El tema que expuso fue “Nación, monarquía española y Covadonga”. Todo ello como preparación a los actos del próximo 8 de septiembre triple centenario que este año celebra el Principado y que, en Covadonga, acompañada de sus padres los Reyes, será el primer acto público que protagonice Leonor de Borbón, princesa de Asturias. Un lugar lleno de historia de España y de donde procede en buena medida, la tradición de nuestra monarquía.

España, recordó el jefe de protocolo de la Secretaría de la Casa del Rey, <<tiene la dinastía más antigua de Europa, y el Rey Felipe VI es el 40. º Nieto de Bermudo I, Rey de Asturias entre los años 789 y 791>>.

Pedagogía: enseñanza, educación. ¿Enseñamos, educamos, formamos en criterios? ¿Sabemos de lo que hablamos: Monarquía, República, Democracia?

El diario monárquico ABC publicaba a principios de este mes de agosto la valoración obtenida sobre la monarquía en una encuesta realizada por GAD3 para el diario. El titular era: <<El Rey logra la mejor valoración de la Monarquía desde su restauración>>. <<Felipe VI obtiene una aprobación récord del 75%>>.

El día anterior la portada de ABC era muy distinta. Junto a la imagen de Rey se podía leer: <<Minar la Monarquía objetivo de los separatistas y la izquierda radical>>, para continuar <<Creen que derrocar al Rey es la vía para acabar con el Régimen del 78>>.

Decía  Leopoldo Calvo Sotelo: <<En principio fue el Rey. Así podría dar comienzo, como el Evangelio de san Juan, la historia de la Santa Transición>>.

La monarquía ha sido sin duda estabilidad, unidad. En una España con la historia rota era casi imposible la unidad, el camino de la concordia y libertad. Era necesario el perdón y el abrazo fraternal.

Las Instituciones deberían seguir ese camino, los partidos encabezarlo, servir de guía y referencia; sin que eso supusiese abandonar sus legítimas ideas.

Todo fue bien. Todos cumplieron.

La Corona, encabezando la concordia y el futuro, se dio a conocer. Una monarquía constitucional, de renuncias y grandeza por España, recorrió cada centímetro de nuestra geografía, muchos kilómetros de proximidad, despegada de protocolos y distancias, vio y sintió. Visitó el mundo, España resucitó en lugares insospechados, donde ni nos recordaban. Fui testigo algunos años de la admiración a nuestros Reyes, del amor a España. Cercanos, reales y Reales, en su lugar, ni inmóviles ni anticuados, con respeto al pasado que ya no puede ser presente, sin precipitarse, sin identificarse con nada ni nadie que no fuese lo mejor para España. Conocimos la Monarquía y ella se dio a conocer, se mostró próxima y alcanzable. La Corona llegaba y se identificaba con la idea de España de arriba abajo, de abajo arriba. Era de todos y para todos.

Funcionaron las Instituciones del Estado. Los partidos políticos, el pueblo guió los pasos del futuro con su trabajo y esfuerzo. España, con sus Reyes a la cabeza, ocupaba el lugar que le correspondía en el mundo.

La Monarquía se sentía y se quería. Las Instituciones y los partidos funcionaban al nivel de las mejores democracias del mundo. Esto era España, la España en la que todos creíamos y soñábamos. Poco a poco, con prudencia, caminábamos sin rencores, superando lacras imposibles como el terrorismo de ETA; inolvidable; insoportable el dolor. Pero avanzamos.

La Monarquía era España: símbolo de su unidad y permanencia allí donde sus Reyes estaban. Moderación y compromiso, obligación y entrega.

Los españoles veían un futuro, no fácil, sí posible, alcanzable con su esfuerzo, ilusión y libertad. Con su Reyes que moderaban y mantenían el difícil equilibrio incluso en el duro y delicado momento en que peligró la Transición y supo el Rey estar en su puesto, con firmeza, y ser la voz de mando del pueblo español.

Pero algo se torció. Todo se detuvo.

Aparecieron sombras en el brillante camino. Surgió un mundo de reproches bien estudiado y aplicado con incluso extraña eficacia, propia de un plan meticuloso bien estudiado y mejor dirigido. Un ataque premeditado, directo a la línea de flotación: la unidad de España.

Los partidos políticos se alejaron del sentir del pueblo, las Instituciones dudaron, dejaron su elevada misión para enfangarse en la contienda. Corrupción, era el dinero el poder inmoral de siempre, la corrupción moral, el mayor insulto a un pueblo.

El objetivo era España. ¡A por España! Acabar con la autoridad moral. Borrar la Transición, arrancar de cuajo la historia.

Todo iba bien, pero… Todo se fue. ¿Quién y por qué introdujo la letal infección?

Ahora todo va mal. España retrocede y borra el camino andado.

Apuntan bien, sin error, deriva calculada, carga precisa; objetivo: España. La cuenta atrás ha empezado.

Símbolo de la unidad de España, de su permanencia: la Corona. Es el objetivo a batir; con la memoria histórica. Arma letal.

Don Felipe de Borbón. Rey de España cuando era príncipe de Asturias

<<El Rey logra la mejor valoración de la Monarquía desde su restauración>>. <<Felipe VI obtiene una aprobación récord del 75%>>.

El día antes el titular era distinto, solo 24 horas antes: <<Minar la Monarquía objetivo de los separatistas y la izquierda radical>>, para continuar <<Creen que derrocar al Rey es la vía para acabar con el Régimen del 78>>.

Claro reflejo de la actualidad. Cada uno por su lado.

Una España que se esfuerza por seguir la línea de la unidad y la convivencia, el futuro, el pueblo con sus Reyes.  La otra, radical, revolucionaria, sin objetivo que no sea el enfrentamiento y el dolor que surge de la ruina moral; también económica.

Nos ha faltado pedagogía de la monarquía, de la convivencia, de la entrega por encima de partidismos. Hemos caído en el relativismo: todo vale, el respeto y la convivencia valen tanto como la mala educación y el enfrentamiento. Esa es la libertad que pregonamos.

Nos ha faltado pedagogía y mantener la educación y enseñanza de una Transición ya olvidada y el olvido nos trae… ¡Si yo supiese lo que nos trae!, pero no será nada bueno.

No se ha impuesto de manera casual el enfrentamiento, nos lo han impuesto por decreto y lo malo es que lo hacen por Real-decreto.

Se trata de involucrar a todo lo que huela a España, que suene a España. Hacernos creer que detrás de un Real-decreto está la voluntad de un pueblo con su Rey cuando esa es voluntad alejada del pueblo que clama cada día, que nada tiene de real ni de Real, que no entiende qué es esto, que se pregunta, ¿dónde está la democracia, ¿dónde las urnas de la verdad?

¿Dónde está España? Dónde sus Reyes, su Transición, su historia y su futuro.

¿Quién nos manda? ¿Quién manda aquí? ¿Dónde se han quedado las urnas de la nostalgia?

Pedagogía de la Monarquía. Pedagogía de España. Un duro trabajo que no admite demora. Pongámonos a la tarea; son muchos los que tienen pendiente la suya.

<<Clavad una cuña entre el soberano y sus ministros; o, si no, enemistadle con sus aliados. Sembrad entre ellos las sospechas mutuas de manera que reine en ellos el malentendido. Así podréis conspirar contra ellos>> (Sunzi-El Arte de la Guerra).

La princesa de Asturias Doña Leonor de Borbón

Es España obra de muchos frenos y timones a la vez

Pedagogía: enseñanza, educación. <<Después de Franco, las instituciones>>, sentenció Jesús Fueyo. No le faltaba razón. Era el camino. La monarquía se constituyó en estabilidad y moderación. Fueron el Rey y el pueblo los protagonistas del cambio.

Precisamente a los protagonistas, Rey y pueblo, es a los que se pretende marginar.

En Covadonga el 1 de noviembre de 1977  Don Felipe recibía de manos de su padre el Rey Don Juan Carlos I la insignia de la Cruz de la Victoria como Príncipe de Asturias.

Dijo el Rey: <<Esa cruz significa también tu cruz. Tu cruz de rey. La que debes llevar con honra y nobleza, como exige la Corona. Ni un minuto de descanso, ni el temblor de un desfallecimiento, ni una duda en el servicio a los españoles y a sus destinos. En esa obra bien hecha y en esa voluntad de superación, yo quiero que tú, Príncipe de Asturias, te sientas entrañablemente crucificado>>.

Amén.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

3 septiembre 2018

EL REY, OBAMA, EL GUERNICA Y EL PRESIDENTE DE TABARNIA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El Rey, Obama y El Guernica de Picasso

EL Rey y Obama frente al Guernica en el Museo Reina Sofía de Madrid. Atractiva imagen que da lugar a la interpretación, muchas interpretaciones. Cada cual que haga la suya. ¡Cuánto pagaríamos por saber lo que el Rey y Obama hablaron frente a ese mito!

¿Quién eligió la obra a visitar? ¿Venía impuesta desde fuera, o fueron los cultos y oscuros intérpretes de la Memoria Histórica los que eligieron ese <<grafiti>>, esos <<garabatos>> conocidos como el Guernica? Puede ser que hablaran de pintura, puede que el paisaje fuera una simple excusa, puede que detrás haya toda una operación de imagen de Moncloa, de reforzar su línea para iniciar de nuevo el enfrentamiento y esté buscando aliados. Puede y no puede. La imagen es al menos interesante, misteriosa y digna de interpretaciones. De espaldas, frente a una pintura discutida y discutible, como pintura y como historia.

La Guardia Civil custodia El Guernica

El Guernica llegaba a España en 1981 procedente del Museo de Arte Moderno de Nueva York donde había pasado los últimos 40 años. Fue trasladado al Casón del Buen Retiro, un anexo del Prado donde se albergaba una magnífica colección de pintura española del siglo XIX. Allí quedó, custodiado por la Guardia Civil día y noche, protegido por un cristal blindado, hasta el año 1992 que fue trasladado a su actual ubicación en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Yo visitaba con frecuencia el Casón del Buen Retiro para contemplar las joyas de la pintura española del XIX con maestros como Sorolla, Carlos de Haes o mi más admirado pintor: Aureliano de Beruete. En mis asiduas visitas solía llevarme a alguno de mis hijos. En la época de la llegada del Guernica me ocurrió una curiosa anécdota. La inmensa bóveda del Casón o Salón de embajadores está pintada por el napolitano Luca Giordano, una obra monumental y bellísima denominada Alegoría del Toisón o Apoteosis de la Monarquía española. El Guernica ya estaba colocado en su sitio, con su seguridad visible: cristal y un guardia civil embigotado en su horizonte. Yo junto a mi hijo, de espaldas al Guernica (ya le había explicado la historia y todos los detalles de la pintura), mirábamos la cúpula de Luca Giordano mientras le explicaba su significado. Una turista británica se quedó escuchándome con tal descaro que tuve que preguntarle que si me entendía. Solo contestó con una sonrisa que significaba: solo un poco. Hice esfuerzos en ingles para trasladarle mis conocimientos sobre la bóveda y Luca Giordano, algo que provocó que al poco tiempo me rodease un numeroso grupo de colegas suyos que miraban la bóveda y escuchaban mis explicaciones. El Guernica había pasado a un segundo plano. Por cierto en la sala no había la más mínima referencia a la bóveda. La historia terminó cuando un empleado de librea azul se me acercó a pedirme explicaciones; yo no era guía y allí no se admitía nada más que la contemplación en silencio del Guernica. ¡Viva la cultura!, musité despidiéndome de los turistas que se adentraron conmigo hacia el XIX español.

Obama creo que ha hablado en una cosa llamada Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular 2018. Tienen que perdonarme, pero de eso no puedo hablarles; ni siquiera me suena. Circular sin duda porque estas cosas no salen del círculo de siempre, siempre son los mismos. Debe ser importantísimo porque el expresidente cobra algo así como 600.000 euros por la conferencia. No sé tampoco quien paga. Políticos estaban casi todos. Tampoco sé si Obama cobra por foto.

Apoteosis de la Monarquía hubiese sido una buena elección.

La señora de Obama  eligió mejor. El Prado, Velázquez, Goya.

Las meninas de Velázquez dan para mucho, para Obama y su señora.

Es una obra que da para introducir en un solo cuadro a Picasso y a Dalí. Además fue John Brealey director de gabinete de restauración del Metropolian Museum de Nueva York quien restauró el cuadro hace años y le devolvió su color original.

Picasso se obsesionó durante años con el cuadro y llegó a decir que se encerraría en una habitación y no saldría hasta comprender el significado de Las Meninas.

Dalí dijo que se llevaría el aire nada menos, y específicamente el aire en Las Meninas de Velázquez, que es el aire de mejor calidad que existe. Yo creo que con eso está dicho todo. Pero no. Me queda algo por decir.

<<Picasso es una mierda y el Guernica unos garabatos>>. <<Por donde pasó él no ha vuelto a crecer la pintura. Era el gran industrial de la pintura>>

El que así habla es Albert Boadella al presentar una ópera sobre Picasso en un intento de desmitificar a alguien del que considera que no vale la mayor parte de su obra.

Dicen que sobre gustos no hay nada escrito, pero yo no me lo creo. Hay mucho escrito sobre gustos, pero lo que ocurre en general es que se lee muy poco. Boadella es indudable que ha leído, visto, y además es presidente de Tabarnia. 

Albert Boadella. Presidente de Tabarnia

¿Quién eligió la obra a visitar? ¿Venía impuesta desde fuera, o fueron los cultos y oscuros intérpretes de la Memoria Histórica los que eligieron ese <<grafiti>>, esos <<garabatos>> conocidos como el Guernica? ¿Qué le explicaría el Rey a Obama sobre esa obra concreta de Picasso? Deberíamos saberlo.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

9 julio 2018

 

 

 

¿QUÉ PODEMOS HACER POR ESPAÑA, NUESTRA NACIÓN? AHORA O NUNCA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Todos estamos preocupados. España está enrarecida, en una situación impredecible; vivimos entre la confusión y el escándalo. Cada uno mira por lo suyo y el conjunto se diluye.

A diario nos llegan numerosos comentarios y preguntas, con desasosiego, algo de indignación, y clara desorientación; siempre la misma pregunta: ¿Qué podemos hacer? Pregunta obligada; respuesta desconocida. Al menos yo solo sé que en la vida, pase lo que pase, lo único decente es actuar con rectitud y sin hacer daño a nadie. Es difícil, tanto que a eso se le llama ser santo, pero se puede intentar el camino, sobre todo en momentos de crisis.

Los partidos políticos no llenan nuestro vacío, no hay nadie que destaque por su sensatez y grandeza de miras, que haga propuestas más allá de la desilusión, que no mienta, que no oculte, que no se esconda, que no robe, que no engañe, que legisle con la cabeza, sin usar las vísceras, que tienda la mano sin garfio, que mande fiel a sus principios, y a su programa, que tenga programa y principios, que renuncie si no sabe, admitiendo sus errores, que se baje del pedestal, de la soberbia y del coche oficial que siempre conduce al mismo lugar. Es difícil gobernar para todos, pero es muy tentador gobernar sobre la cabeza de todos y contra todos.

¿Qué podemos hacer ante los gravísimos acontecimientos que están sucediendo en España que se enfrenta a una de las crisis de identidad moral e histórica más graves de su historia?

Lo importante es el diagnóstico, acertado y riguroso, sin más interés que salvar la vida del enfermo que requiere, como primera medida, que el propio enfermo admita su enfermedad y se deje atender, algo muy difícil de lograr cuando está cubierto por una nebulosa de complacencia y de continuo recibe los resultados falseados.

Da vértigo comprobar que estamos ante un  problema grave, muy grave y concreto en España. No es la economía, Europa, la justicia o la injusticia; no es la corrupción, moral y la otra, el paro o las pensiones, el trabajo, las empresas, las leyes y decretos, ni la historia, o la memoria histórica, la juventud o la vejez, las redes sociales y antisociales, la violencia. De todo esto se habla, está en la calle, es el día a día, pero después de tantas cosas solo hay una cosa que todo lo emponzoña y culmina, el problema: los partidos políticos, la política concreta, la que hacen y rellenan  a diario las páginas de los periódicos, los  de papel y los digitales, las televisiones dirigidas e ideologizadas, no satisfacen a la gran mayoría que permanece ajena  o sin manifestarse al hundimiento de la Nación. A partir de ahí cualquier cosa. Si no admitimos esto erramos en el diagnóstico.

Percibo que las élites siguen creyéndose tales cuando hace tiempo que dejaron de serlo. Este pueblo ha sufrido mucho. Hizo una transición limpia, en paz y con ilusión en el futuro. Fue muy duro soportar tantos asesinatos de ETA y ver la solución política, ver como el veneno seguía enquistado en la sociedad mientras nadie, nadie, movía un dedo por extirpar el mal en el quirófano. Se sucedieron las frivolidades del juego de naciones. Empezó enseguida el engaño, el juego de la bolita que esconde el trilero, nada por aquí, nada por allí, ¿dónde está la bolita? Fueron muchos años, pero acabamos adivinando el truco. Este pueblo ha sufrido mucho; hasta arrancarle de cuajo su sentido de nación y su presencia en la historia de Europa y del mundo. No somos nadie y vamos camino de desaparecer. No son alarmismos ni exageraciones. Cataluña está dividida y enfrentada y dentro de poco se contagiará al resto. El País Vasco espera que llegue su momento mientras mueve su bolita.

Hubiésemos aguantado a esas élites que decían conducir, gobernar, escribir, informar y hasta gestionar nuestros dineros, pero fueron demasiado lejos, tontos hay pocos, pacientes muchos, hasta que te toman el pelo en demasía y se hace urgente poner remedio. En todo este tiempo se han encargado muy mucho de hacer desaparecer todo aquello que una sólidamente, que ilusione al conjunto, que suene a España, sean los símbolos o el orgullo de ser español.

Han querido acabar con la Nación y convertirnos en rivales. Empezando por el idioma, eje vertebral, y que bien saben la importancia que tiene para desunir, que es para lo que vergonzosamente se ha utilizado.

LA NACIÓN

¡Ah, la Nación! ¿Quién habla de la Nación? ¿Quién hace pedagogía de Nación? Ese debe ser el comienzo. Reunir y unir alrededor de un concepto que tiene más fuerza que el poder, más que el dinero, y eso es casi imposible que exista, pero existe y nos lo cuenta la historia, la de verdad, la que conocemos de rigurosas fuentes al margen de las impositivas leyes.

De ahí tenemos que partir. De una idea que una, que ilusione, que tenga la fuerza imparable de la verdad, la virtud, la rectitud y el buen obrar, por ella y para ella. Tiene nombre y apellidos: España es su nombre y sus apellidos se pierden en su historia, en todos y cada uno de los españoles que dieron algo, lo mejor, o lo que pudieron y supieron por ella y su grandeza, unos más otros menos, es igual, nada te pide, nada te exige, como madre, sentimiento de ser y estar, solo que la reconozcas como tal.

Ese es el problema y no hay más. Empecemos por la pedagogía, la educación y la enseñanza. Enseñemos lo que es nuestra Nación, a amar a España. ¿Qué cómo se hace eso? Sin teorías ni complicadas lecciones; sabemos hacerlo, cómo se hace y también sabemos por qué no se hace.

¡España está en peligro!, recordando al alcalde de Móstoles, que por cierto eran dos, Andrés Torrejón y Simón Hernández. Aquel bando del 2 de mayo de 1808 terminaba diciendo: <<…no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son>>.

En aquella ocasión España estaba defendida por españoles y una fuerza los unía por encima de todo: su Nación, España. Hoy surgen dudas. No sabemos, al menos yo no lo tengo claro, si la invasión ya se ha producido sin que haya habido reacción alguna por nuestra parte.

No sé por qué me da que asistimos al hundimiento de la Nación y no veo alcalde o regidor que valga para arrastrar con su bando a los españoles.

Fue hace 210 años cuando pudimos dejar de ser y ahora de nuevo estamos a las puertas de ello.

<<No hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son>>. Es hora de empezar de nuevo. Ahora o nunca.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

2 de mayo 2018