LO DE VILLAREJO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Seguimos y seguiremos con la atención puesta en el pacto Sánchez-Iglesias; no es para menos.

Parece que España es un infierno. Pedro Botero atiza las calderas a pesar de que por allí suene un nombre como iglesias, patriarcal o papal, sin duda. Lleno de diablillos monclovitas, ya se sabe, que en semejante lugar afloran las virtudes más deseadas y, por tanto, a ver quien arrea más candela, que es como van a acabar. Es el infierno, que acabará con ellos, y más el de la Moncloa donde solo cabe uno y una caldera.

Pero hoy venía a hablar de Villarejo, aunque no sé si existe o es una abstracción, un concepto, una distracción, o un no sé qué. Es tan grave todo lo que oímos, nos cuentan, te cuentan, se oye, no se oye, se dice, se rumorea… que las dudas ofenden. Los de la pasta casi siempre. Por eso no deja de ser una cosa que nunca se sabe si es cosa o no es nada. Claro que todo depende. No todo se va a investigar. Todo depende. Del fiscal, del juez, del CNI, de las cloacas, de la  información vaginal, éxito asegurado, de cintura para abajo todo mío, de la autonomía, de la pasta, de la casta; de tantas cosas depende que al final na de na.

Cada día, en una esquinita, aparece lo de Villarejo. Tira y no tira de la manta, pero hay mucho acongojado buscando a diario esa esquinita que le trae a mal traer.

Si no fuese una de las cosa más graves que han ocurrido en España, después del pacto de Pedro Botero, les felicitaría las Navidades; y a otra cosa.

Les contaré un cuentecillo:

Tengo un amigo que es Lord. Sí, Lord inglés. Rancio, pero divertido. Los viernes recoge y desparece para refugiarse en su mansión de Windsor y jugar al golf. Estaba un viernes, a eso del mediodía, preparando en su despacho los palos de golf y demás artilugios de ese deporte cuando su secretario le irrumpió gritando.

-¡Milord, Milord!, la fábrica está ardiendo.

Sin inmutarse, Lord x siguió con su tarea, impertérrito. Las voces y la angustia de su secretario no cesaban.

-¡Milor, Milord!, esto es la ruina, el abismo para todos.

Milord le miró con ese desprecio de la aristocracia cuando la molestas.

-El lunes me lo cuenta usted.

Creo que ya es tarde para todo.

España arde; por un lado y por otro. La caldera está en Moncloa. Y donde juzgan a Villarejo.

El lunes se lo cuento. Y llamamos a los bomberos.

Lord x no está arruinado y sigue jugando al golf. Lo están su secretario y demás gente que pululaban a su alrededor. Intentan, con su esfuerzo, sacar adelante la fábrica.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

16 noviembre 2019

LA TUMBA DE FRANCO, CON PERDÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Pedro Sánchez (miembro de la Joven Guardia de Zapatero, herederos, los dos, de Largo Caballero, del que tenemos que aguantar aún su repugnante recuerdo en escultura madrileña, largos-largos y maldito lo que valgo, poca cabeza para tanta maldad) ha hecho más franquistas estos días que Nicolás Franco que hizo a su hermano Jefe del Estado a última hora y por teléfono.

A este sujeto, que no hay quien lo sujete, lo va a descabalgar de su caballo (léase Falcón/helicóptero de los Ejércitos de España), Francisco Franco Bahamonde, que fue Jefe del Estado español y Generalísimo de los Ejércitos y para el que no lo recuerde murió en 1975. Porque la gente en España, los españoles, tienen muy arraigado eso de los muertos y si hoy es uno, ¿quién te dice a ti que mañana no será otro?

No sé si en Moncloa hay un antropólogo de guardia. Debería. Quizá Tezanos además de CIScar lo que toca, sabe de eso. Desde luego es necesario y muy práctico. Los americanos introdujeron en las plantillas de sus batallones expedicionarios a un antropólogo después de su mala experiencia en Vietnam donde su desconocimiento y soberbia les llevó a instalarse en más de una ocasión en terreno sagrado para los nativos. Lo pagaron caro.

Todo te perdono menos que me toques a los muertos. Cuidado con las cosas sagradas; los muertos lo son.

Aún no entiendo a la Iglesia que permite jugar con los muertos a capricho y entrar en un templo, lugar de culto («Mi casa será llamada casa de oración; pero la están convirtiendo en cueva de ladrones») a levantar una fosa y llevarse sus restos con la oposición de la familia y de millones de españoles. Y no para olvidar, como intentan engañarnos, sino para renacer: el odio y el enfrentamiento. Claro que España ha dejado de ser Católica.

¡Cuidado con estas cosas que las carga el diablo! Pedro Botero atiza la caldera, desde Moncloa -¿y desde la abadía de Monserrat?- la noche del aquelarre. Se puede hacer una lista de los asistentes. Ustedes no me creerían si les doy los nombres, pero su sagacidad…, así que lo dejo a su inteligencia, sin que olviden que los de la omisión también echan leña al fuego, léase caldera de Botero.

<<No se ha marchao que lo hemos echao>>. ¿Lo recuerdan? Decían cuando Alfonso XIII abandonaba España. ¿Qué gritarán ahora? ¿Hemos ganao, hemos ganao, el equipo colorao?

No puedo evitar el recuerdo y por tanto la comparación:

 <<Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los Poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional. Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, honores y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de su representación legal para votar las nuevas normas del Estado, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás, ni para él, ni para sus sucesores. De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional, se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba darles. Esta sentencia, que aprueban las Cortes Soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno Provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones>>.

El Rey de España convertido en un peligroso delincuente. Esto ha pasado aquí. No hace mucho tiempo. Fue necesaria una única ley. La de Defensa de la República. Aquí vamos camino de ello con la de la Memoria Histórica. Aquella fue suficiente para acabar con las libertades, de prensa, de reunión, religiosa. Está por ver lo que nos trae la nueva.

Ya lo estamos viviendo.

Alrededor del inconsciente, Pedro Sánchez, otros deshojan la margarita. Les ha entrado miedo. Al ver que Franco aún cabalga.

¿Cuándo levantamos la lápida? ¿Antes o después? ¡Nos va a costar las elecciones!

Dicen los asesores y atizadores de la caldera que pululan por Moncloa como los enanos en la corte de Felipe IV.

Y siguen diciendo: Esperad un poco que los españoles son capaces de cualquier cosa, incluso de enterrarnos a nosotros (Léase políticamente hablando). ¿Y si abrimos la fosa y allí no hay nada? Consultad el oráculo. Yo conozco a Rappel. No juguéis con estas cosas…

Tienen miedo, mucho miedo. Entre los comentaristas del miedo uno se atreve a exclamar: ¡Azaña calculó mal! (Claro que ahora se trata de Largo Caballero). No me fío; y continúa: Todavía me llegan los gritos: ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco! ¿¡Y si esto nos cuesta las elecciones… y más!?

Alicante 25 de enero de 1936. Francisco Largo Caballero, líder del PSOE, no deja alternativa: <<Si triunfan las derechas no habrá más remisión; tendremos que ir a la guerra civil declarada. No se hagan ilusiones las derechas, ni digan que esto son amenazas: son advertencias. Ya saben que nosotros no decimos las cosas por decirlas; lo decimos porque llevamos dentro del corazón y del cerebro el propósito de hacerlo>>.

No, no dicen las cosas por decirlas. Ya estábamos avisados:

<<Pues a ellos que estaban ansiosos

por traspasar la fosa,

sobrevino un agüero:

un águila de altísimo vuelo

que iba dejando aparte, hacia la izquierda,

a las huestes troyanas

y llevaba apresada entre sus uñas

una roja serpiente color sangre,

enorme, viva, aún jadeante,

que, además, todavía de la lucha,

no se había olvidado;

pues hacia atrás habiéndose doblado,

picó al águila misma

que la iba llevando entre sus garras,

en pleno pecho, al lado del cuello,

y el águila transida de dolores,

lejos de sí dejóla caer a tierra

y arrojóla en medio de la turba,

mientras ella, en chillidos prorrumpiendo,

con los soplos del viento iba volando>>.

(La Ilíada. Canto XII)

Dice la turba: <<La suerte del pueblo español no se decidirá en las urnas sino en la calle. La calle es lo vivo y lo palpitante. Conviene deshacer el error de atribuir a estos episodios pasajeros de la política turnante un valor transcendental y determinativo>>.

Si hay que tener memoria tengámosla todos. Algunos cuando acusan y señalan con el dedo inquisidor deberían hacerlo ante un espejo.

No es bueno jugar con los muertos. La venganza con los muertos es la peor de las vanidades. No me extraña que se caiga El Cristo Crucificado de Tiziano de El Escorial; y los pilares de la moral.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

7 octubre 2019

Blog: generaldavila.com

 

Jaula de grillos. Andrés Manrique Gutiérrez.- Teniente (R.)

Hay frases que definen perfectamente determinadas situaciones. Alguna ya se trajo aquí en un artículo de la  serie VISUS MILITIS y que fue pronunciada por Amadeo I de Saboya al salir, más bien huir, definitivamente de España después del intento de restituir una Monarquía Constitucional establecida en la Constitución de 1869.

“Io non capisconiente. Somo una gabia de pazzi“

(No entiendo nada. Esto es una jaula de grillos)

Claramente descriptiva de la situación en aquel momento en España. No pasarían muchos meses cuando se hizo célebre esta otra frase:

“Señores, ya no aguanto más. Voy a serles franco: ¡estoy hasta los c****** de todos nosotros!”.

Como sabemos fue pronunciada por el Presidente de la efímera I República española. Los enemigos de la unidad de España siempre aprovecharon nuestros momentos de debilidad. Afortunadamente aquel intento de fragmentación de España duró apenas unos meses. Después vendrían otros episodios de parecido cariz.

Poco se aprendió de aquello, la periferia sigue en sus trece y los demás jugando al mus. Hoy cualquier “intelectual” con una brillante idea que ponga en duda el brillante pasado histórico español o lo tergiverse,  se verá recompensado con una cátedra,será homenajeado y se le publicará un libro. Da igual que en él se hable de reyes inexistentes o de fueros ficticios, todo será aceptado como bueno y “a mas a mas” todo el que no admita esas tesis se convertirá inmediatamente en un reaccionario. Lástima donde se ha llegado.

Pero además este no es el único peligro que afronta España. Se han puesto de moda ciertas legitimidades, de tal forma que incluso cualquier alcalde, regidor de aldea o responsable de pedanía española, se ve habilitado para legislar sobre cualquier asunto, sea o no su competencia pues,“obedecen al mandato de sus vecinos” ¡y punto! Que hay que cambiar la Constitución Española para adecuarla al Bando Municipal, pues a cambiarla que así lo decidieron los concejales, saltándose a la torera la jerarquía normativa.Esto se desmadra o al menos da esa impresión.

Juan Soldado, que tiene ya mas años pateados que los que le restan por recorrer, no se resigna a que cuando vaya al encuentro de Pedro Botero hayan ganado la partida los tahúres sablistas, farsantes y chantajistas que se arrogan ser portadores de la voz de sus manipulados seguidores. Los denuncia, los denunciará y los señalará allá donde se encuentren.

Juan Soldado repasa la historia de aquellos 1873,1923,1934,1936: periodos de desavenencias entre los distintos partidos políticos, crisis económica, un paro cada vez mayor, descontento social generalizado, etc. Todos esos ingredientes pusieron la paciencia del pueblo español al límite de lo tolerable. ¿Hay alguna similitud con la actualidad? Si no es comparable, se está en ello.

De momento, en el último siglo y medio, sólo hemos demostrado que es necesario que nos aten en corto para tener un proyecto nacional español y una vez que nos soltaron,ese proyecto se desmoronó. No veamos en estas palabras más que su significado sin dobles lecturas, es simplemente lo que cualquiera aprecia. Y no se trata de sacar la superpuesta y colmarla de cartuchos del doce si no de exigir a la autoridad, la que corresponda, que haga cumplir la normativa en vigor.

Los experimentos mejor con gaseosa y el mus para otro momento.

 Andrés Manrique

Teniente (R.)

Siendo fiel al juramento
Del espíritu inmortal
Que acatando los preceptos
Se hacen ver a campo abierto
Defendiendo el ideal.

 Ramón Lencero Nieto.

(Aventurero)

Blog: generaldavila.com

27 junio 2018