Con dolor leo en Cartas al Director de un diario nacional la de María Shoendorff Carrero Blanco, nieta del almirante asesinado por ETA el 20 de diciembre de 1973. María se refiere a los insultos de un personaje del que conviene olvidarse, pero sin dejar de protegerse. Un personaje que tiene como estilo de vida insultar, mofarse y ofender a las víctimas que sufren en el alma el asesinato terrorista. Dejemos al minúsculo personaje de mayúscula repugnancia sin olvidar que en su insignificancia no deja de ser una pieza del engranaje del mal que nos acecha. Estemos en guardia y protegidos.
Ser víctima es un dolor que se va heredando de generación en generación y que te lleva a tener que explicar lo inexplicable a las generaciones de niños que te suceden y que no entienden lo que pasó y aún menos porque aquello no acabó. ¿Cómo explicarles lo que ninguno entendemos? ¿Cómo aún se permite que insulten y se rían de tu padre, madre, abuelo, bisabuelo, hermano…, asesinado?
Es muy duro lo que digo, pero estoy convencido que los verdugos se encargan de ir alimentando este dolor y que permanezca para siempre. No tengo la menor duda de ello. Por sus obras los conoceréis.
El perdón no lleva el arrepentimiento del otro. Existe la maldad humana. Es primaria, pero constante, permanente. En España en concreto tiene nombre: ETA en todas sus vertientes, la de los cobardes asesinos pistoleros y la de los más cobardes que dirigían, dirigen y alcanzan el poder desde el miedo. Luego están los malos de maldad enfermiza que ríen, jalean y apoyan cualquier cosa que huela a podredumbre.
No hemos vencido a ETA. No conviene sacar pecho; los que lo sacan no saben lo que hacen. ¿O sí? ETA y su entorno solo han dejado de matar. Temporalmente. Ahí siguen escalando por la cuerda del poder mientras vemos que el desprecio a las víctimas les acompaña en su ascenso. Ya no matan. Temporalmente. Pero hay muchos muertos. Cada generación arrastra el dolor y la incomprensión, pero ellos siguen escalando el poder. El del mal; siempre. Sin arrepentimiento ni perdón. Nadie hace nada por impedirlo.
María Shoendorff Carrero Blanco sufre y lo proclama con valentía y dolor. Un dolor inexplicable. ¿Cómo se lo explica a su hija?
Ante ello solo hay dos actitudes.
Una exigible: la institucional, de apoyo, defensa permanente ante cualquier insulto o burla, y si la ley ahora es blanda y no contempla esta condena, que se cambie, que se contemple. Protección, apoyo y sensibilidad institucional es exigible. Reconozco que soy incrédulo.
La otra, María, nieta del almirante Carrero Blanco, es tu gran corazón, como el de tu abuelo, al que conocí y tuve el honor de que fuese testigo en mi boda. La bondad. A pesar de todo.
Con ese corazón enseñarás a amar, nunca a odiar, y tu hija sonreirá. El mal existe y no va a desaparecer, pero el bien triunfará. Sois las madres las que con vuestra sensibilidad sabéis explicar lo que yo con mis torpes palabras no sé hacer.
Es seguro que un gran corazón alivia y consuela. Está alerta y protege. Contra el insulto y contra el dolor. Contra el odio.
De las instituciones no esperes nada. De la gentuza que insulta y se burla del dolor menos. Por sus obras los conoceréis.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog generaldavila.com
6 marzo 2018
A las órdenes de V.E., mi General.
Valiente e impecable artículo. Y de justicia, porque nos trae el recuerdo entrañable de uno de los grandes hombres que dedicaron su vida, y la dieron generosamente, al servicio de España y de todos los españoles. Esta víctima del terrorismo no lo fue solamente de ETA. Esta banda, hizo el papel que sabía hacer y le correspondía, aportar los peones ejecutores de una sentencia no judicial dictada por otras fuerzas incluso más obscuras y mucho más poderosas, de dentro y de fuera. Y lo que desde ZP para acá nos pretenden vender sobre la «derrota» de ETA, no se lo creen ni ellos. Ha sido exactamente al revés; ETA, como muy bien dice V.E., dejó de matar «de momento», pero sólo cuando alcanzó su primer objetivo, estar en las instituciones legalmente y conseguir una financiación del erario público para no tener que depender del llamado impuesto revolucionario, vulgarmente atraco a mano armada que siempre resulta más peligroso y que con el tiempo se agota una vez esquilmado el filón. El segundo y definitivo objetivo, hacerse con el poder absoluto e implantar su dictadura, les será más fácil conseguirlo «en paz», y nadie se dará por enterado hasta que sea irreversible.
Muy valiente también esa escueta carta de la nieta del Almirante ejerciendo el derecho de legítima defensa sin recurrir al insulto, pues ni esa atención merecen los cobardes que pretenden ensuciar la memoria de los muertos. Y es que la cuna nos marca para siempre y en eso no caben comparaciones posibles. Y no me refiero al posible origen humilde de nadie, sino, con perdón, a lo que le dieron de alimento en biberones.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!. ¡¡¡ALMIRANTE CARRERO BLANCO, PRESENTE!!!
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Un fuerte abrazo don Rafael y gracias
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Querido Rafa: Leo todos tus artículos y éste me ha encantado, a pesar del dolor que tiene que tener esa nieta y esa hija.
Recuerdo perfectamente vuestra boda en Los Jesuitas, donde tristemente falleció el Almirante años después. Y recuerdo el hotel Melia donde se celebró, aunque a mí me mandaron mis padres a la habitación.
Muchos besos para todos.
Viruca
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Gracias Viruca y un beso para todos
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Que la tal Cassandra reciba nuestro mas completo desprecio, que los terroristas y sus cómplices reciban el castigo que merecen. Almirante Carrero Blanco ¡Presente! ¡Arriba España!. Julio de Felipe
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Mi querido General, la lectura de su estupendo artículo reaviva viejas sensaciones.
No es lo peor que un incompetente humillara al Estado de derecho y lo rindiera a los terroristas asesinos, Simó que el resto de los políticos, rendidos, callan e incluso ofenden a los familiares de quienes perdieron a seres queridos simplemente por sentir, dentro de su corazón, a España.
No tengo fe alguna en quienes encabezan partidos con representación parlamentaria. Uno por absoluta cobardía, otro por insufrible estulticia, los de la izquierda como individuos que no sienten a España.
Son tiempos muy duros. No solo se han rendido, sino que activa o pasivamente, destrozan los principios y valores.
Menos mal que en el fondo de mi corazón hay algo que nunca se rendirá, el amor a España y el respeto a lis principios que mis padres y profesores (de entonces) me inculcaron.
Lo siento por la nieta de Carrero Blanco, otra víctima más ultrajada por el sistema.
Mi General un saludo.
Viva España.
Y siempre al lado de las víctimas del terrorismo.
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Gracias don Emilio y un cordial saludo
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Me uno a tu dolor,que ya experimentó, aquel aciago,de la muerte de tu abuelo,que Dios tenga en su Santa Gloria.
Los enanos no alcanzan a entender la Nobleza y el Valor de las personas decentes.Y D. Luis era un gigante,como soldado,como hombre y como cristiano.
Así, que perdonamos Señor que no saben lo que dicen.
Caídos por Dios y por España.
!!PRESENTES!!!
¡ARRIBA SIEMPRE ESPAÑA!!!!!!!
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De las instituciones no esperar nada, las instituciones están,el enemigo también.
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