No corren buenos tiempos. Son abundantes en traición. Y me refiero no a un juego de fidelidades o lealtades. Lo que quiero decir es que abunda el delito que atenta contra la seguridad de la patria. También la alta traición que es la cometida contra la soberanía o contra el honor, la seguridad y la independencia del Estado. ¿Les suena?
Claro que lo del honor que recoge la definición me suena raro. Honor en estos tiempos es extraña virtud que acaba con el que la ejerce.
Antes, los escritos oficiales, al menos los militares, se encabezaban con aquella frase: <<Tengo el honor de comunicarle…>>. Era cuando el honor priorizaba al contenido, cuando el continente era parte y arte para un buen conjunto.
Ahora no hay honor que valga. Se jura por nada o se promete, y se miente.
Por mi conciencia y honor. ¿Qué es la conciencia? ¿Qué es el honor? No sé si es en la guardería o en la universidad donde enseñan estas minucias. Debe ser un honor simbólico, como para quedar bien, un traje a medida, pero sin corbata y con chanclas.
Dejar todo en manos de lo tangible y material tiene sus consecuencias. El honor es algo abstracto, una filosofía muy complicada que no ha lugar. A mí me paga usted y a otra cosa. Cuánto vale, vale tanto, tanto vale; y si nada vale no vale.
Alejandro Magno convirtió en dinero todos sus bienes personales y los repartió entre sus amigos y partidarios leales. Pérdicas, uno de sus mejores generales, no aceptó nada y se atrevió a preguntarle:
-¿Qué te quedas para ti?
Alejandro contestó:
-La esperanza.
-La compartiremos, contestó el general.
Esperamos; desesperadamente.
El cobarde y traidor huye y se refugia. Necesita micrófono y despacho. Lo tiene; se lo pagamos todos. Waterloo.
Las cárceles se llenan con los que nunca soñaron con ella. Pestilencia. Nada es verdad ni es mentira.
Fueros, desafueros, desigualdades, fraccionamiento, enfrentamiento, y España al borde del acantilado de Kuiper.
No hubo crisis; ni la hay. Ensueño. Todo fue una simulación. Disimulemos.
Algo habría que hacer. Digo yo. El honor se ejercita sin mentarlo y se reconoce por las obras y no por los enunciados ni por los alborotos de la palabra. Hay ocasiones en las que un gesto puede cambiar una situación y es en los momentos de vacilación o desmayo cuando se hace más necesario. La crisis, sea del tipo que sea, material o moral, no se soluciona a base de leyes o decretos, ni de políticas económicas más o menos acertadas, ni siquiera con una buena gestión. De nada sirve hacer correctamente las cosas si lo que se está haciendo no es lo que hay que hacer.
No hace mucho les hablaba del embajador de Florencia en la corte española Francesco Guicciardini (1512-1514). Hoy recupero su memoria; del libro Relazione di Espagna: «Estando de embajador en España, caí yo en la cuenta de que el rey católico, príncipe poderoso y discretísimo, al plantear alguna nueva hazaña o tomar acuerdos de gran trascendencia, actuaba de suerte que, antes de que manifestara su intención, la corte y el pueblo ya la apetecían y se exclamaba: «Tendría el rey que hacerlo». De modo que, al revelarse su acuerdo en el momento en que ya todo el mundo lo anhelaba y aguardaba, la mayor satisfacción y agrado se difundía entre los súbditos y en los reinos suyos».
Antes de que manifestara su intención, la corte y el pueblo ya la apetecían y se exclamaba: Tendría el rey que hacerlo. Tendría el rey que hacerlo.
Todo iba a quedar en una simulación. Pero se les fue de las manos.
Alejandro contestó:
-La esperanza.
-La compartiremos, contestó el general.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
5 marzo 2019
Tendría que…
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A las órdenes de V.E., mi General.
Compartiremos la esperanza. Ya es lo único que nos queda y no podemos perderla.
El horrible y sangrante espectáculo de ver arder hasta deshacerse y consumirse grotescamente un muñeco, con la figura de S.M. el Rey, entre los ladridos y alaridos enloquecedores de una jauría ebria de odio, enarbolando y tremolando trapos proscritos de terrible recuerdo, ha sido lo más abyecto y despreciable (y punible en el acto y con los medios al alcance, como antiguamente la insubordinación) que se había visto jamás. Pero no se ve el castigo por ninguna parte.
¡¡¡Viva España, Viva el Rey!!!
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¡¡¡POR DIOS, Y POR ESPAÑA, A MIS REYES SERVIR HASTA MORIR, VIVA LA LEGIÓN!!!
Esperanza González de Fonseca Marco
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Realmente “ Solo nos queda la esperanza”. 🇪🇸🇪🇸🇪🇸
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Para mí, es un honor participar en el Blog. VIVA ESPAÑA!!
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Fuerte abrazo
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Buenos días mi general
Bello artículo,y que viene como anillo al dedo a nuestra patria.
Saludos cordiales.
¡Arriba España 🇪🇸!
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Muy estimado General Dávila:
Gracias por estar ahí todos los días!
«Se parco en palabras, que los hechos hablen por ti…»
Un fuerte abrazo y Viva España!
Benigno Castro
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¿Qué se puede esperar de los bolcheviques traidores y apátridas? ¿ Que saben ellos de honor y moral?. Nos queda la esperanza. ¡Arriba España y viva La Legión!. Julio de Felipe
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Reblogueó esto en Diario de medios y razones.
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¿ A cuanto está el kilogramo de honor político en España ?, según los mercados, ahora es buen momento de comprar, está muy a la baja.
Un saludo y ¡¡VIVA ESPAÑA!!
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El Honor, algo intangible, pero real, algo que se mide por principios, algo que sin el, no eres nadie, algo que si no tienes te deshonra, algo que si pierdes te hundes, algo sin lo que sólo, los locos, inconscientes, psicopatas y traidores, pueden vivir e incluso dormir bien, pero es que hay Gente con Clase…y… Clases de gente…
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Buenas tardes General Dávila.
Tiempos aciagos estos que nos ha tocado vivir. Ciertamente, para todos aquellos que seguimos sus tan acertados artículos, este blog representa esa llama que hace que persevere la esperanza en que la Razón y la Justicia prevalezca.
Gracias por compartirla mi general.
Un saludo.
¡Viva España Unida! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!
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Gracias!!
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Buenas noches general Dávila:
Magnifico articulo, y si, nos queda la esperanza..y El Rey, junto a la Legión, Vd, la transmite cada día en sus escritos .
Para mi, tambien, es un gran honor, poder estar y leer todo, en su blog.
Un afectuoso saludo.
!!Viva España !! !! Viva el Rey!! !! Viva la Legión !!
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El honor es el código interno que nos obliga a obrar siempre bien y conforme a la palabra empeñada. Honra es el reconocimiento público de tu conducta como hombre honor.
Desgraciadamente, no siempre la opinión de los demás coincide con el honor real y subjetivo.
En algunos casos, o quizá muchos, las valoraciones se hacen por la buena o deficiente formación o por la información manipulada y corrompida.
Sin ir más lejos, ayer mismo, salió a la luz la sentencia relativa a la empresa semipública dependiente del Ministerio de Defensa. Desde 50 años para el expresidente y otros cargos para 26 más.
La ministra de Defensa muda y desaparecida. Si no se dan prisa en contar la verdad, otro sambenito para la milicia. ¿ Será eso lo que buscan? En cualquier caso, vaya por delante mi desprecio, sea general o almirante, aquel que al retiro se sitúa al otro lado del mostrador incluso aunque no roben.
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Gracias
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Adelante mi General. Sus artículos remueven conciencias. Si perdemos el honor, la dignidad y la esperanza no nos queda nada.
A sus órdenes y seguiremos confiando y esperando los cambios que necesitamos por el bien de España y de los españoles.
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Muchas gracias y un abrazo
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El Honor no cotiza en Bolsa…nada que hacer. Realmente sólo nos queda la esperanza, pero ¿no habrá un pueblo, somos mas de 40 millones, que clame por su honor, por su cultura, por sus tradiciones?
Yo aparte de esperanza tengo confianza, esa tampoco la pierdo.
Saludos
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De verdad que no hay nada mas gratificante que leer al despertar al General Davila. Este precioso articulo sobre el honor, la conciencia es algo que yo lo he tenido muy cerca y tu lo sabes. Me he emocionado porque muchas veces crees que los que tenemos cerca son amigos y desconocen el honor y la lealtad. Peor para ellos.
Enhorabuena, Rafa, un dia mas
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Gracias y lo importante y a dar importancia no es lo malo sino lo bueno.
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