El 11 de noviembre de 1938, se declaró la restauración de los cultos a los Santos Patrones, dándoles consagración oficial a su celebración y solemnidades. Y es que fomentar en las Armas y Cuerpos que forman los Ejércitos estas tradiciones que arraigan en los ánimos, conducen a sostener el noble espíritu de compañerismo que, alejando todo egoísmo individual, impulsa con poderoso estímulo los sentimientos, base firme de todas las virtudes militares.
1773.-Cuadro del pintor mejicano Marcos Nicolás Enriquez. «Aparición de la Vírgen del Pilar a Santiago en Zaragoza» Museo Metropolitano de Arte. Nueva York.
12 DE OCTUBRE.- VIRGEN DEL PILAR PATRONA DE LA GUARDIA CIVIL.
El 11 de marzo de 1803, nació en Pamplona el Excmo. Sr. Teniente General D. Francisco Javier Girón Ezpeleta las Casas y Enrile, II Duque de Ahumada insigne militar fundador y primer Director General de la Guardia Civil. Fue prudente sin debilidad, firme sin violencia y político sin bajeza. Conservó sin mancha su principal divisa: el Honor.
Desde el 13 de mayo de 1844, día de la fundación de este Cuerpo único y singular, han transcurrido 180 años de verdad.
De hecho, es la única Patrona de un cuerpo militar que ha tenido que ser declarada como tal, en dos épocas y órdenes ministeriales bien diferentes. Todo ello como consecuencia de un curioso conflicto suscitado con el Patronazgo de la Virgen de Covadonga, al ser integrado el Cuerpo de Carabineros en el de la Guardia Civil, en aplicación de la Ley de 15 de marzo de 1940.
El Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil es un Cuerpo de selección, su disciplina es tan rígida y sus reglamentos tan exigentes, que en un principio, sus filas sólo se nutrieron de la flor y nata de nuestro Ejército. Nació con la misión altísima de ser la garantía más firme de la paz interior de España, y para cumplir este fin necesitaba de elementos escogidos, de hombres que tenían a gala lucir con singular esplendor todas las virtudes morales del buen soldado. Llegaron para ser columna, sostén y pilar del templo de la Patria, y para ello buscó otra columna que le sirviera de ejemplo, y entre todas las columnas del mundo, no halló otra mejor que la del Pilar de Zaragoza.
Toda columna, si quiere ser eterna, forzosamente ha de ser FIRME, ALTA y RECTA, y en ningún pilar del mundo, como en el Pilar de Zaragoza, podéis encontrar esas cualidades que necesitáis para hacer a vuestro Benemérito Cuerpo columna inmortal y eterna de la Patria.
La firmeza de toda columna, nace de la seguridad de sus cimientos: duros sensibles e impenetrables. Lo que tiene que ser todo buen Guardia Civil: duros, para imponer el orden y el cumplimiento de la ley; insensible para no dejarse arrastrar por falsos sentimentalismos, e impenetrable, para guardar el secreto de una misión o de una consigna de la que puede depender el éxito de las posteriores pesquisas.
Según la tradición, el 2 de enero del año 40, el apóstol Santiago estaba predicando cerca de Cesaraugusta, la antigua Zaragoza. De uno a otro confín, infatigable iba sembrando a voleo la semilla redentora de los ideales cristianos en la tierra virgen, y cuentan las historias que, al ver la terquedad y resistencia, de los españoles en general y de los aragoneses en particular, a su predicación, se vio cansado y desanimado, pero la Virgen se le apareció, subida en un pilar, es decir, en una columna y le animó a seguir predicando, y de ahí viene su nombre.
La columna de ese Pilar ha sabido resistir las embestida de veinte siglos con firmeza. Con las persecuciones romanas cayeron los innumerables mártires de Zaragoza, 18 fueron los cristianos que murieron a comienzos del siglo IV en esta ciudad, con la invasión árabe cayó toda la ciudad en manos de los hijos de Mahoma, con la napoleónica, en los sitios de Zaragoza, cayeron entre otros: Agustina de Aragón, la condesa de Bureta, el Padre Boggiero, Palafox y el Tío Jorge; y en medio de aquel derrumbamiento de hombres y cosas, sólo dos quedaron en pie: la bandera de España y El Pilar de Zaragoza.
Actuando con justicia, procederéis con rectitud, y lograréis ser a la vez columnas Firmes, Altas y Rectas de nuestra querida España.
En septiembre de 1864, fue destinado al Colegio de Valdemoro su primer Capellán Castrense D. Miguel Moreno Moreno, y organizó la capilla del centro, donde fue instalada una imagen de la Virgen del Pilar e introdujo a los jóvenes alumnos en la devoción y amor a la Virgen, y por disposición recogida en el Boletín Oficial del Cuerpo de 24 de septiembre de 1864, se la nombró patrona del Colegio de Guardias Jóvenes. (Ya en abril de 1853, se había creado la compañía de Guardias Jóvenes a base de niños de 12 años, hijos de Subalternos y clases de Tropa del Cuerpo).
A partir de ese momento, esta devoción se fue extendiendo por, España, de forma gradual. Por lo que el 13 de enero de 1913, el Director General del Cuerpo, Excmo. Señor Teniente General, Don Ángel Aznar Butitueg, solicitaba del Excmo. Señor Ministro de la Guerra el Teniente General Luque, que la Virgen del Pilar fuera declarada Patrona de la Guardia Civil, basándose en que era ya la Patrona de los Guardias Jóvenes, donde se amparan y educan los hijos del Cuerpo, que postrados ante la Imagen de dicha Virgen rezaban por los Guardias Civiles, pidiendo que les proteja y libre de la acechanza de los malhechores a quienes perseguían.
El Diario Oficial del Ejército, el día 8 de febrero de 1913, oficialmente se proclamaba a la Virgen del Pilar Patrona del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, y a partir de ese momento, esta devoción se fue extendiendo por España, de forma gradual, en la que los componentes de cada acuartelamiento se reunían para rezar por sus compañeros caídos en acto de servicio y por el duque de Ahumada, organizador y primer Inspector General del Cuerpo.
Desde entonces y por estos motivos, se llevan a cabo una serie de actividades encaminadas a hacer pública esta tradición, que forma parte inequívoca de la propia identidad del Cuerpo. Y es que los guardias civiles, independientemente de sus creencias religiosas, se identifican con la Virgen del Pilar, y por todos es conocido que ésta es su Patrona, y como se definió en su primera celebración, es la fiesta del compañerismo entre los componentes de la Guardia Civil.
La Pilarica, 12 de octubre, es la patrona de la Hispanidad, de Zaragoza, de Aragón, de la Guardia Civil, de Correos, de la Flotilla de Submarinos de nuestra Armada, y en su día también fue día de la Raza.
A partir de ese momento, se fueron sucediendo las muestras de cariño del Cuerpo a la Virgen. El 12 de octubre de 1927, el General Burguete, interpretando los sentimientos de piedad de la Guardia Civil, fue a Zaragoza para hacer la ofrenda oficial a la Virgen del Pilar. Allí depositó en una bandeja 56 monedas de oro, una pareja por cada Tercio que en ese momento existían en el Cuerpo.
El 8 de febrero de 1940, el General Eliseo Álvarez Arenas ofreció a la Patrona, en nombre del Cuerpo, un hermoso manto bordado en oro y plata, y el 11 de octubre de 1994, coincidiendo con el ciento cincuenta aniversario de la fundación, se le impuso a la Virgen del Pilar la Cruz de Oro del Mérito de la Guardia Civil.
Hoy se reconoce y honra a la Guardia Civil, por ser un pilar de fortaleza en nuestra sociedad. Están comprometidos en garantizar nuestra seguridad, y defender la justicia de todos y el respeto por la ley. Vuestra noble labor, contribuye al logro de la paz, arriesgando vuestras vidas para protegernos, y os damos las gracias por vuestra entrega.
Ser un guardia civil, no es un trabajo cualquiera, es un estilo y una forma de vida, es la pasión por ayudar y servir a los ciudadanos.
El habitat de todo guardia civil debe estar entre los hombres del pueblo o la ciudad, pero sin familiarizarse en exceso con ellos; mientras florezca en estos la honradez y las virtudes cívicas, podrá convivir con ellos; pero cuando aquellos se mezclen con el delito y el crimen, entonces tendrá que emigrar a la Justicia, y para esto más le valiera no haber estrechado lazos de simpatía y afecto.
¡Cuantos fueron Guardias modelos destinados en puestos ignorados y humildes! ¡Y cuantos fueron ejemplo de disciplina y celo mientras fueron guardias sin graduación! ¡Ojalá que muchos de vosotros al subir de las llanuras de la obediencia a las alturas del mando no seáis víctimas del vértigo! ¡Que la altura de las estrellas no os maree!
Se muy bien, que cuando os veis en la triste necesidad de tomar dolorosas represalias en nombre de la Ley, vuestro objetivo no es destruir al delincuente. De este modo, ni el criminal sentirá odio hacia vosotros al ver que es justo su castigo, y es que actuando con caridad y justicia, procederéis con rectitud y conseguiréis a la vez ser columnas firmes, altas y rectas de nuestra querida España.
La Guardia Civil, es una de las pocas instituciones en las que, cuando las cosas se ponen feas, los españoles confiamos en ella.
En este día, tengo un recuerdo especial por nuestros compañeros, caídos casi a diario, en el cumplimiento de su deber dando su vida por el servicio a nuestra sociedad, y a nuestra Patria.
Pedimos a Nuestra Señora que siga protegiendo y guiando a todos los miembros que formáis esta gran familia, y que su ejemplo de fortaleza, de intercesión y de fe, inspire a cada uno de nosotros en nuestras vidas diarias, recordándonos que la unidad, la justicia y el amor son los valores que deben guiar nuestras acciones, como os guía a las vuestras.
¡Más gente así en la vida, por favor!.
Instituto, gloria a ti
Por tu honor quiero vivir
Viva España, viva el Rey
Viva el orden y la Ley
Viva honrada la Guardia Civil.
¡Viva pues!
Coronel de Caballería ® Ángel Cerdido Peñalver
Blog: generaldavila.com
Zaragoza junio 2024.