LIBROS QUE CUENTAN COSAS. General (R.) Rafael Dávila Álvarez

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17 diciembre 2025

¿FUERZAS ARMADAS DEL GOBIERNO O DE LA NACIÓN? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

«Dejemos que aparezca, tiene que aparecer un gran genio. Se pondrá a la cabeza de la máquina y le dará el impulso necesario».

Recojo la cita de la Enciclopedia del Arte de la Guerra dirigida por el general Antonio Martínez Teixidó y  la colaboración de los coroneles José Romero Serrano y José Luis Calvo Albero, editada por Planeta.

Atribuida al general francés Jacques-Antoine-Hippolyte, conde de Guibert (1743 -1790), recobra todo su valor en estos momentos de desconcierto en todos los órdenes y no solo en el militar.

El general y pensador vio la necesidad de profundizar aplicando la razón al incierto futuro de una guerra que se venía encima como caballo desbocado. Hay un cambio radical que este genio militar predice y al poco tiempo se cumple. Solo era el principio del fin de las guerras del pasado. Todo será y es ya distinto. No hay unos soldados para la guerra y en el otro lado unos ciudadanos ajenos a ella. La guerra es de todos, la hacen todos, es algo nacional, se hace con pasión y voluntad de vencer y todos se movilizan en defensa de la nación. Fue entonces algo nuevo, pero su estudio y puesta en práctica alcanzaba de lleno al pensamiento militar y ahora es un hecho para necesariamente meditar. La guerra alcanza de lleno a todos y quieras o no estás en ella involucrado. La guerra del futuro requiere un gran genio, pero ya no será algo militar, sino un gran ejército de pensadores más allá del resultado de las armas, porque ni siquiera conocemos las armas. Es una incógnita que forma parte del futuro impredecible y no creo que aparezca un nuevo conde de Guibert. Tampoco el genio que él anunciaba. Necesitamos filósofos que nos alcancen, honrados pensadores que nos guíen y lleven a la meditación de nuestras pulsiones y no gobernantes con interés por dominar nuestra voluntad.

Guerra, política, economía o poder económico, ¿alguien sabe a estas alturas cual es la diferencia? Guerra total en la que entramos todos como piezas de un juego de intereses, ¿de quiénes?; desde luego no de los que mueren en la guerra, de las armas, la política y la economía.

La guerra del futuro tiene una característica que se nos ofrece ya con descaro y desvergüenza, pero que aceptamos porque no nos queda otro remedio, incapaces voluntades dispersas. Divide y vencerás. No era lo que creíamos. Los ejércitos no eran nacionales, sino ideologizados.

Lo que vivió Europa fue un espejismo que ahora alcanza su gran dimensión en el mundo. Todos participamos en un devenir tan incierto como tenebroso, porque se han roto los ejércitos y convertido en algo privado que responde a intereses no nacionales, sino políticos y económicos. Las guerras las sufren todos, pero las enciende y dirige alguien (es) muy ajeno a los intereses nacionales. Todos morimos en la guerra, con o sin armas.

Necesitamos un gran genio que aparezca y deje claro cual es el futuro de la guerra o si mejor sería pensar en los ciudadanos y cumplir las leyes y no imponerlas a base de la destrucción y límites en la libertad.

Se vislumbra una nueva forma de hacer la guerra, desconocida, aunque ya vemos que a la par surge otro futuro para la política y ambas, guerra y política, que son economía, convergen en una: ideología.

Si nos vamos al terreno de los ejemplos prácticos el caso de España es paradigmático.

La unidad de criterios sobre temas de Estado como la Defensa y la política Exterior lejos de vivirse en consenso da bandazos de un lado a otro en función, no de un Gobierno, sino de una ideología. En materia de Defensa nunca ha habido acuerdo entre partidos y las diferencias afectan a la misma esencia y misión de las Fuerzas Armadas.

El ejemplo es claro y contundente cuando repasamos la misión constitucional de las Fuerzas Armadas que les asigna la función de cuidar de la independencia nacional, la integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Podríamos preguntarnos por qué la misión de las Fuerzas Armadas que, debidamente jerarquizadas, forman parte del Ejecutivo no fueron incluidas en el Título IV relativo al Gobierno y a la Administración y lo fueron en el Título Preliminar. El tema tuvo encendidos argumentos en favor y en contra en el debate parlamentario, pero se llegó a la conclusión de no incluirlo en el Título IV ya que eso hubiese sido lo normal solo en una situación de aceptación del fundamento de la Ley: la unidad de España. Preveían los constitucionalistas que no iba a serlo y así ha sido. Creyeron que era más apropiado otorgar a las Fuerzas Armadas «un rango constitucional, al margen del Ejecutivo». Se traduce que la misma Constitución debía proteger  su fundamento: la unidad de la Nación. Acertaron el diagnóstico. A día de hoy no se acepta la unidad de España, aunque de poco ha servido el artículo 8: Octubre 2017. Indulto. Amnistía. Un delincuente marca de cerca al Gobierno y lo tiene maniatado.

No se acepta el fundamento de la Ley que se interpreta por un Tribunal que no es jurisdiccional y que sentencia en contra del Supremo: Unidad de España. Integridad territorial. Respeto a la Constitución. Se interpreta no se respeta su fundamento. No pasa nada. Eso no es corrupción constitucional. Se puede acabar con la unidad desde dentro. Caballo de Troya. Quizá sea esa la forma más sibilina y cruel. Sin reacción.

La corrupción que corroe a este Gobierno será castigada, tendrá graves consecuencias y la misma nación española quedará tocada y humillada por culpa de estos personajes. La corrupción legal, constitucional, nos hundirá como nación y el articulado de la Constitución ya vemos que no podrá detenerlo. No hay Poder que sea capaz de defender el fundamento de la Ley que a todas luces se incumple bajo la corrupción que supone la autodeterminación. Parece que tenemos que pensar en unas nuevas Fuerzas Armadas que ya no están para lo que la Constitución ordena, sino para adoptar la ideología gobernante, para un mandato no recogido en la Ley. Su misión principal ha desaparecido, la unidad de España vuelve al Título IV y será o no será en función de lo que dicte el Gobierno mayoritario e interprete un tribunal no jurisdiccional.

Todo es simbólico. El Rey, la bandera, las Fuerzas Armadas y España. La mismísima Constitución parece simbólica. Todo es y se maneja de acuerdo con un Gobierno que a todos nos ha ideologizado, incluidas las Fuerzas Armadas que han desaparecido en la práctica de su lugar predominante en la Constitución, han perdido su rango constitucional, al margen del Ejecutivo.

En las Fuerzas Armadas no se puede estar alejado de la realidad que fundamenta su razón de ser. Quizá sea un error en la interpretación ¿o lo fue de los constitucionalistas?, pero hoy el fundamento de la Constitución debe ser defendido diga lo que diga el intérprete o su porquero. Estos Ejércitos lo son de la nación y no del Gobierno.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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15 diciembre 2025

LAS COSAS DE DON EUFEMIO. Félix Torres Murillo. Coronel (R.) de Infantería DEM

PUBLICADO EN EL DIARIO LA REGION DE ORENSE «SAN MARTIÑO ENTRA EN LA ESTATEGIA» Por General Dávila

https://www.laregion.es/opinion/san-martino-entra-estrategia_1_20251212-4090690.html

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12 diciembre 2025

CONSTITUCIÓN Y FUERZAS ARMADAS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Un año más el homenaje a la Constitución, una celebración de su incumplimiento y partidista interpretación por quién se arroga el Poder, todo poder. Vivimos en una farsa que asumimos. Unos viven en y los otros enfrente, pero al fin y al cabo es lo mismo, lugares que cobijan y permiten vivir a costa de los demás; hacerlo tras el amparo de la llamada soberanía nacional. ¿Qué es eso? Una obra que culmina tras un voto cada cuatro años con el que otorgas licencia para robar o engañar. Incumplir lo prometido. Nadie extendió la responsabilidad a quién nombró a un ladrón para ministro. El código penal político no existe porque hoy por tí mañana por mi.

Son estos los años de la gran irresponsabilidad fruto de mucha ley y poca moral.

«No deis las cosas santas a los perros, ni echéis vuestras perlas a los cerdos…».

El momento es de máxima gravedad. Cuando uno roba desde la fortaleza es porque al otro lado solo hay división y flaqueza. Más que eso. Incluso puede que esté ocurriendo que caído el rayo el trueno no suena.

El pararrayos actúa como silenciador desde ese lugar donde se analiza e interpreta la Constitución. Allí ya se ha introducido el nuevo texto. Están programados los pasos a seguir cuando la jugada sea analizada.

Les hablo de delincuencia. De algo que está en marcha y que se está culminando en estos días. Empezó a gestarse en el verano 2025 llamado el de la Mareta. Lo anuncié y veremos tarde o temprano lo que allí se negoció. Sin luz ni taquígrafos y sin red de trapecista.

Autodeterminación. Ante la posible pérdida del poder se abre la negociación iniciada este verano. Puigdemont puso las condiciones. Vuelta a España y referéndum. Incluso si Sánchez se opone se negociará el tema con Feijóo con el que es fácil el engaño. Le ofrecen elecciones, pero no el Gobierno, y Feijóo aceptaría a pesar de que se la van a montar como en 2017. Esta vez será la definitiva.

En Moncloa miran a Ferraz y buscan turrón del blando. Porque el de la cárcel está duro y correoso. Los villancicos carcelarios se están componiendo.

El más duro independentismo, y el más inteligente, ha probado de las dos maneras. La derecha, la que es como ellos, y la izquierda a la que aborrecen. Con las dos les ha ido mal y lo del 2017 lo ven demasiado lejos; se sienten engañados. Van a por todas. Ahora o nunca.

Exigen  saltarse la Constitución de manera flagrante y urgente.

El Gobierno (la parte que decide y manda) ha tomado cartas en el asunto ante la gravedad del momento.

Es inasumible para este Gobierno perder el poder y ver como Soto del Real se siembra de claveles.

La Constitución es interpretable y el intérprete se va. Hay mucha prisa por dejar todo atado y bien atado. Pretenden incluso pactar con el dinero, ese que está en manos comunes, una mezcla de personajes del pasado rancio y de ideologías que combinan navegación por vistosos lugares con lúgubres sótanos de murciélagos. No necesitan mancharse con el polvo del camino. Sus caminos están asfaltados y sus polvos son de oro.

Esta es la situación. Autodeterminación o Soto del Real se quedará pequeño. No hay ni Constitución ni artículo 8 que lo pare. El que no avisa es un traidor.

«Valerosos generales: Si algún otro aqueo nos hubiese referido semejante sueño, le tacharíamos de falso, y no concederíamos crédito alguno a sus palabras; pero lo ha tenido el más poderoso de los reyes, y, por lo tanto, veamos el modo de conseguir que los aqueos tomen, cual desea, las armas» (Ilíada Canto II). Y las tropas empezaron a acudir.

Van a por España, a acabar con ella. Lo están logrando. Porque puedo prometer y prometo que sin el artículo 8 de la Constitución ni esta ni ninguna otra se sostiene. Aquí, ahora en España. Incluso con el 8.1 estamos en peligro.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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9 diciembre 2025

 

LA INMACULADA CONCEPCIÓN PATRONA DE ESPAÑA Y DE SU INFANTERÍA: PRESIDE LA FORMACIÓN EL CABO PRIMERO ALFONSO USSÍA Y MUÑOZ-SECA. CAPITÁN GENERAL DE LAS LETRAS

Son los primeros días de Diciembre de 1585. La infantería española está desplegada por Europa en defensa de la fe católica y el derecho a la paz, a la vida, ante las matanzas de los calvinistas. Para los soldados aquella es una causa justa. Pronto van a ser conocidos como la mejor infantería del mundo. Una dura instrucción, estar bien mandados, o una disciplina aceptada no son las únicas razones. Hay otras que residen en el alma y que hacen a la infantería española ser distinta y única. Es el honor y la honra lo que mueve a aquellos hombres hasta límites insospechados.
Pero aquellos primeros días de diciembre de 1585 la situación para nuestros soldados en Flandes roza la tragedia. Defendían el monte de Empel en una pequeña isla holandesa. El Tercio de Francisco de Bobadilla después de la toma de Amberes estaba bloqueado por la escuadra holandesa. Cercados y aislados, el hambre y el frío ponían a prueba la resistencia de aquellos infantes españoles. El sábado 7 de diciembre la situación era desesperada y el Maestre Bobadilla llamó a los capitanes y soldados exhortándoles “a rezar para que Dios los librase del espantoso peligro en que estaban”.

“En esto, estando un devoto soldado español haciendo un hoyo en el dique para guardarse debajo de la tierra del mucho aire que hacía junto a su tienda y cerca de la iglesia de Empel, a las primeras azadonadas que comenzó a dar para cavar la tierra saltó una imagen de la limpísima y pura Concepción de Nuestra Señora, pintada en una tabla, tan vivos y limpios los colores y matices como si se hubiera acabado de hacer”.

La imagen, entre las banderas, es llevada en procesión a la iglesia y los soldados rezan con fe a su Virgen Inmaculada. Por la noche ocurre algo que no era normal en esa época del año; una gran tormenta de frío congela la superficie de las aguas, aprovechando los infantes para salir de su asedio caminando sobre el hielo sorprendiendo y derrotando, no sin grandes sufrimientos, a la escuadra holandesa. Todos atribuyen a la protección de la Inmaculada su salvación y victoria y allí mismo la proclaman Patrona de los Tercios de Flandes. La Virgen Inmaculada se instaló en el corazón de los infantes para siempre. Será su Patrona, su Madre protectora, ayer, hoy, y mañana, que ningún infante de España pide permiso para sentir el fervor y el amor a una madre. Poco han cambiado las cosas para estos hombres de a pie, que siguen encomendándose cada mañana a su Virgen Inmaculada antes de empezar el caminar incierto por esos mundos de Dios.
Como nos enseñan nuestros compañeros de la Armada, “El que no sepa rezar que vaya por esos mares, verá como lo aprende sin que le enseñe nadie”.

Todos, los que todo lo andamos y vivimos somos infantería. Ser infante es sentir mucho y haber vivido intensamente cada instante. Es sentir la necesidad del centinela que espera la aurora. Es saber caminar con las plantas de los pies calcinadas y derrumbarte si te paras. Es conocer y haber sufrido quebrantos, los del enorme esfuerzo que exige enfrentarse cara a cara al enemigo en las cortas distancias.

Ser infante es valorar los horizontes que se atisban cuando el descanso te permite mirar por encima del punto de mira de tu fusil. Y saber que siempre hay alguien que te coge la mochila con treinta kilos de equipo cuando llevas los hombros desollados por el correaje y el sudor.

Ser infante no requiere un arma, sino una azada que remueva la tierra para cada día darle sentido a tu vida buscando la semilla de la fe. Todos somos infantes, buscadores del refugio que nos proteja del aislamiento, del hambre y del frí0 que nos asola con diferentes modalidades. De todas ellas hoy se nos aparece la más cruel: la pérdida de la fe. No se puede combatir sin fe. Eso es destrucción y es por ello la crueldad del momento actual en el que no encontramos la paz. Porque ser infante es haber sentido la angustia anhelante de intuir que en unos instantes todo desaparece para siempre.

El que no es infante es que no ha rezado nunca, ni ha sentido la tragedia, la desolación y la muerte; muy cerca.

Por eso es la Inmaculada nuestra Patrona. Porque el infante encuentra la fe en medio de la batalla. Y esta batalla de la vida ya sabemos como termina. La fe no exime al que cree en su Patrona de la angustia de tener que morir, pero Ella es el alivio, es la única esperanza.
Ser de infantería es ser una canción que brota de almas que son suyas y de labios que han besado la Bandera; haber besado la Cruz aquella que formaban la enseña de la patria y el arma con que habían de defenderla.

Hoy 8 de diciembre de 2025, como cada año forma la Infantería para rendir homenaje a su Patrona, La Inmaculada Concepción. Este año hay un vacío en nuestras compactas filas, falta un jefe de pelotón, el Cabo Primero de infantería Alfonso Ussía y Muñoz-Seca que por primera vez llega tarde a ocupar su puesto en formación. Algo ocurre. No puede ser. Jamás dejó solos a sus hombres…

Es tarde, ya se oye el cornetín de órdenes…

¡Atención General! ¡Firmes!

¡Presenten! ¡Armas!

Dos golpes secos en los fusiles, vibran las bayonetas, una sola mirada ¡al Cielo!

Suena el Himno Nacional.

¡¿Hay alguien en el pódium!?! Es el General y Almirante de las Letras, de la sintaxis, el que como ninguno luce en su pecho la laureada de la vida que fue una constante orden a las tropas (sus letras) para entrar en el combate. Que todos fueron victoria: Alfonso Ussía y Muñoz-Seca sube al pódium Del deber, de la Patria y del Honor.

¡Honor!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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8 diciembre 2025

ALFONSO USSÍA. PUBLICADO EN EL DIARIO «LA REGIÓN» De Orense Rafael Dávila Álvarez

El Ros del general cuando estaba al mando de la Guardia Real pasa a manos de Alfonso Ussía

https://www.laregion.es/opinion/dice-muerto-alfonso-ussia_1_20251206-4083745.html

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

6 diciembre 2025

LAS COSAS DE DON EUFEMIO. Félix Torres Murillo. Coronel (R.) de Infantería DEM.

«LA INMACULADA PATRONA DE LA INFANTERÍA»   Ángel Cerdido Peñalver Coronel de Caballería ®

 

 

Virgen Inmaculada que se encontraba en el Alcázar de Toledo, en un pequeño oratorio cerca de la enfermería que había entonces en las Academias de Infantería, Caballería e Intendencia ubicabas en el Alcázar. Acompañó a los 1785 defensores (1235 militares, y 550 entre mujeres y niños) durante los 69 días del asedio (2 julio al 27 septiembre de 1936). Por la devoción de los sitiados, comenzó a llamarse Virgen de Nuestra Señora del Alcázar. En la actualidad, la imagen se encuentra en la Catedral Primada de la Ciudad Imperial, en la capilla que lleva su nombre y que en un principio se llamó de Reyes Viejos.

LA INFANTERÍA ESPAÑOLA Y SU PATRONA

Todo empezó en la madrugada del 8 de diciembre de 1585, en la Batalla de Empel, en Holanda, junto al río Mosa. Poco tiempo después de la toma de Amberes por tropas españolas al mando de Alejandro Farnesio, tuvo lugar un suceso prodigioso del que fue protagonista el Tercio Viejo de Zamora del maestre de campo Francisco Arias Bobadilla, al enfrentarse a una flota de los Países Bajos. Los días 7 y 8 de diciembre, el citado tercio estaba en situación desesperada, combatiendo en la isla de Bommel (situada entre los ríos Mosa y Waal) y bloqueados por la escuadra del almirante Filips van Hohenlohe-Neventein. Ante esta situación, el enemigo propuso una rendición honrosa, pero la respuesta española fue clara:―«Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. De capitulación ya hablaremos después de muertos». Ante tal respuesta, Hohenlohe recurrió a un método muy usado en esa guerra: abrir los diques de los ríos para inundar el campamento español. Pronto solo quedó emergiendo el monte Empel, donde se refugió el tercio. Para hacerse fuertes se atrincheraron y un soldado con su zapa, cavando la trinchera, tropezó con un objeto de madera allí enterrado. Era una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción. La colocaron en un improvisado altar y Bobadilla, considerando el hecho como señal de protección divina, arengó a sus soldados a luchar encomendándose a la Virgen. La situación hasta ese momento era insostenible, pero al parecer escucharon sus plegarias, porque cesó la lluvia y se desencadenó un huracán gélido que heló las aguas del río Mosa. Los españoles, marchando sobre el hielo, atacaron por sorpresa a la escuadra enemiga, y el día 8 de diciembre obtuvieron una victoria tan completa que el mismo almirante Hohenlohe llegó a decir:― «Tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro». Y allí mismo, sobre el campo de batalla, la Purísima Concepción fue proclamada patrona de los tercios de Flandes y de Italia.

Más tarde, las Órdenes Militares afianzaron su fervor a la Inmaculada haciendo honor a la fe de sus antepasados. Así: la de Calatrava erigió la capilla de Santa  María de los Mártires, sobre la fosa común de los caballeros caídos en la derrota de Alarcos en Ciudad Real. La de Alcántara, aparte de los votos de: pobreza, castidad y obediencia común a todas, estableció el «cuarto voto»  el de creer, profesar y defender a la Inmaculada Concepción, y  para terminar la Orden de Montesa al recibir por concesión regia el castillo de Montesa de Valencia, le puso el nombre de Santa María para demostrar su fe y amor a la  Inmaculada.

Siendo ministro de la guerra el general Azcárraga, y a propuesta del teniente general don Fernando Primo de Rivera, marqués de Estella, e Inspector General de Infantería, la reina regente doña María Cristina dictó la Real Orden de 12 de noviembre de 1892, estableciendo el Patronato único para toda el Arma de Infantería, que ya lo fue del antiguo Colegio Militar y que lo era de la Academia General de Toledo y de gran número de regimientos. Este patronazgo se consolidaría 307 años después, a propuesta del teniente general Fernando Primo de Rivera, inspector general de infantería.

Parte de ese dominio se perdió en  Rocroi. En el cuadro, «Rocroi, el último tercio», el autor, Ferrer Dalmau, con su pintura realista, retrata los últimos momentos de la batalla librada dentro del contexto de la guerra de los Treinta Años, en la que las tropas francesas mandadas por el joven Luis II de Borbón-Condé, por aquel entonces duque de Enghien, derrotaron a las tropas del ejército imperial español bajo el mando del portugués Francisco de Melo de Portugal y Castro, capitán general de los tercios de Flandes.

Con esta derrota en Rocroi, a pesar de ser heroica, los tercios españoles perdieron buena parte de su dominio en Europa, dominio ganado con lo único que tenían: su vida y sus armas. En Rocroi, los tercios lo perdieron todo menos el honor y la gloria Por todo ello, el cuadro se caracteriza por representar a unos soldados de gesto y postura gallarda y valiente, con unos rostros en los que se dibuja tanto la resignación a la derrota como el deseo de conservar intacto un honor que habían ganado en siglo y medio de victorias sobre sus enemigos. Corrían los tiempos en que la honra española se pagaba con sangre.

Vencida la infantería de uno de los generales de Melo, el conde de Fuentes, y después de varios días de épicos combates, el mando de las tropas francesas, el general Luis II de Borbón-Condé, al recorrer el campo de batalla quedó admirado ante lo que contemplaban sus ojos: tres infantes españoles que, de rodillas, rezan a la Virgen Inmaculada agradeciéndole su protección; al recordarlo más tarde es cuando pronuncia su famoso elogio a la infantería española: ―«En Rocroi la vi vencida y me pareció más grande».

El conde Paul-Bernard de Fontaine, que aparece en las crónicas como conde de Fuentes, era un general de la Lorena al servicio de España, siempre crítico con la estrategia de Melo, y que a pesar de padecer gota, se hizo conducir en su silla de manos al centro del cuadro sólido erizado de picas, donde encontró la muerte. Antes de ser abatido como un soldado más, envió a Melo sus insignias de general. La silla de manos se conserva como trofeo glorioso en Los Inválidos de París, junto a la tumba de Napoleón.

Pérez-Reverte cuando habla de los Tercios los describe como una máquina militar perfecta. Gente dura y eficaz, incluso en retirada, dice, mantenían la formación para no dar imagen de derrota desordenada.

Unos años antes, en 1503, durante la segunda guerra de Nápoles, una vez finalizada la batalla de Ceriñola, Gonzalo Fernández de Córdoba y Enríquez de Aguilar, el Gran Capitán, poco antes de cumplir los 60 años de servicio, ordenó que ese día a la puesta de sol, y en lo sucesivo, se dieran en sus ejércitos tres toques largos de caja de guerra, que era como se llamaba entonces al tambor. Estos toques se darían en memoria de todos los caídos en combate, tanto de sus ejércitos como de los enemigos, toques que deberían estar lo suficientemente espaciados entre sí como para permitir rezar por los caídos en la batalla. Con los rezos de esos tres infantes en Rocroi, y estos de Ceriñola, nació la costumbre militar del toque de oración a la caída del sol.

Como homenaje a las gestas de los infantes de España, en la parada de la fiesta nacional del 12 de octubre de 2017 desfiló, por el Paseo de la Castellana de Madrid, un grupo de soldados del regimiento de infantería Inmemorial del Rey ataviados con los uniformes de los soldados de los tercios: morriones, rodelas, sombreros de ala ancha, jubones, calzones, medias calzas, botas altas y correajes, escena insólita en tiempos de blindados como el Leopardo 2E o de reactores como el Eurofighter. Este regimiento es la unidad militar permanente más antigua del mundo y su lema dice:―«Levanto esta coronelía para poner freno a los enemigos de mi corona». Pudimos ver las banderas de los tercios: Viejo de Nápoles, Borgoña y Alburquerque, y a soldados armados con el arcabuz y mosquete para el disparo, con picas, semipicas y alabardas para las acciones de asta y con espadas roperas y dagas vizcaínas para cuando entraban en el combate cuerpo a cuerpo. Esta fue la brillante manera de conmemorar el 450 aniversario del llamado «Camino Español», «Camino de los tercios de Flandes» o «Camino Sardo», es decir, los 1.000 kilómetros o las 620 millas que separan Milán de Bruselas, distancia que los tercios recorrían en una media de 45 días.

LA ACADEMIA DE INFANTERÍA EN EL ALCÁZAR DE TOLEDO

El 31 de enero de 1810, nada más abandonar la división francesa que lo ocupaba, que casualidad, comenzó el último incendio del Alcázar. En 1854 se inició la reedificación, y como consecución a las obras de reconstrucción, se colocó en el centro del patio de armas una reproducción de la estatua de bronce fundido del emperador Carlos V, obra del artista italiano Leone Leoni. Esta reproducción se fundió en París en la fábrica de Barnedienne y fue vaciada por el hábil artista Cajani. Su precio fue exactamente de 21.109 pesetas, según nos cuenta el historiador Francisco Martín Arrúe en su libro Historia del Alcázar de Toledo, publicado en Madrid en 1889. En el frente del pedestal que soporta el bronce hay una corona de laurel, en el lado opuesto el escudo imperial y a derecha e izquierda dos inscripciones que nos recuerdan las frases que dijo el emperador en dos momentos críticos de su vida: la primera se refiere al combate de Landrecies en la región Norte Paso de Calais (Francia), en 1543, muy cerca de la frontera con Bélgica: ―«Si en la pelea veis caer mi caballo y mi estandarte, levantad primero este que a mí». La segunda se relaciona con la expedición contra el almirante otomano Barbarroja, conocida como «Jornada de Argel», en 1541: ―«Quedaré muerto en África o entraré vencedor en Túnez». Desde el año 2007 la estatua original que se encontraba en el Palacio Real de Madrid se exhibe en la ampliación de Los Jerónimos del Museo del Prado de la capital.

En 1878, la Academia de Infantería se instaló en el alcázar toledano, pues así parecía exigirlo la tradición después de haberse establecido en la histórica ciudad el colegio militar primero y el de infantería después. Por último, después de haber pasado de forma provisional por Zaragoza y Guadalajara, en el curso 1948-1949 se inauguró la nueva Academia de Infantería de Toledo, bajo la mirada del Alcázar, y a la que se llega atravesando el puente de Alcántara, hizo posible que la Infantería no se separe nunca de la Imperial Ciudad.

HIMNO: DEL «AURAS DE GLORIA»  AL «ARDOR GUERRERO O LA FIEL INFANTERÍA»

Con esa historia, esos hombres y esa academia solo le faltaba a la infantería española tener un himno que acompañase a su patrona, la Inmaculada. Por eso, en 1907, el coronel José Villalba Riquelme (1856 1944), director de la Academia de Infantería de Toledo, encomienda al cadete Fernando Díaz Giles, uno de los novatos del año 1907, que tenía la carrera de piano antes de ingresar en el Ejército, la composición de la música adecuada para la letra Auras de Gloria, escrita un año antes por otro cadete, Ricardo Fernández de Avellano, para ser interpretada por el coro de alumnos. Se estrenó el 8 de diciembre de 1909. Gustó mucho la música y tuvo que repetirla varias veces. Más tarde cantaron el himno todos los cadetes, entre ellos Franco y sus compañeros de promoción, entre otros: Juan Yagüe, Alfredo Kindelán, Antonio Aranda, José Enrique Varela, Luis Orgaz , Camilo Alonso Vega, Santiago Amado Lóriga, Manuel Asensio Cabanillas, Emilio Esteban Infantes, Carlos Letamendía Moure, Jesús Manso de Zúñiga, Ricardo Villalba Rubio, y en la promoción siguiente Muñoz Grandes, entre tantos alumnos que unos años más tarde habían de hacerse famosos. La letra de Auras de Gloria no complace a Díaz Giles, quien dos años más tarde encarga a los hermanos de la Palma del Condado (Huelva), Jorge y José de la Cueva, amigos suyos y famosos letristas andaluces de muchas  canciones y zarzuelas, una nueva letra conocida como Ardor Guerrero o La Fiel Infantería. El cadete Fernando Díaz Giles, de la XIV promoción de infantería (primera época), en el viejo piano del casino de Toledo de la plaza de La Magdalena, dio forma definitiva con su música al himno de la Academia. Formó Fernando Díaz Giles un orfeón con cincuenta de sus compañeros y el 8 de diciembre de 1911, festividad de la Purísima, patrona de la infantería, lo estrenó después de la misa de campaña en el patio del Alcázar con el coro al pie de la estatua de Carlos V.

Este himno se repitió en infinidad de ocasiones como, por ejemplo, cuando el 12 de julio de 1936 las fuerzas destacadas en Marruecos, reunidas a la sombra de unos grandes cedros en el Llano Amarillo del valle de Ketama, para celebrar la finalización de unas maniobras con una comida al aire libre. Antes de que cada unidad volviese a sus cuarteles,y al empezar la comida, la oficialidad más joven comenzó a brindar al grito de: ¡café!, ¡café!». El Alto Comisario de España en Marruecos, Álvarez Buylla, al oírles gritar ¡café! preguntó por qué lo pedían si no había terminado la comida. «¡Café!», era el acrónimo de Camaradas Arriba Falange Española. Y es que la mejor fuerza de maniobra de España, estaba ya en ebullición. Al llegar los postres todos los oficiales presentes, como un solo hombre, en posición de firmes, comenzaron a cantar el «Himno de Infantería» «Ardor Guerrero».  También durante la guerra civil, y al ser retransmitido con frecuencia desde el Paseo del Espolón por Radio Nacional de Burgos, se hizo muy popular. De la misma manera, en la División Azul fue cantado muchas veces en los regimientos de infantería que componían esa división: el regimiento Pimentel, el regimiento Vierna y el regimiento Esparza. En 1938 adquirió gran difusión cuando la banda del regimiento San Marcial n.º 7 y el Orfeón Burgalés lo grabaron en disco, pasando muy pronto a ser el himno de toda la infantería española.

EL EMBLEMA

Unos de los primeros emblemas distintivos que utilizó la infantería, allá por 1805, fue la flor de lis que se llevaba en el cuello de la zamarra o levita. Más tarde, combinando en el escudo están: la trompeta de la familia viento-metal, representando el «movimiento», ya que era con lo que desde la antigüedad se mandaban los movimientos de las tropas, el «fuego», por la clásica arma de avancarga, el arcabuz; y el «choque» por la espada, de gran similitud con la Tizona, que la tradición atribuye al Cid Campeador según el anónimo Cantar de Mío Cid. Como elemento timbre, la Corona Real cerrada.

SÍNTESIS DE SU HISTORIA HEROICA

Gloriosa fue la respuesta que dio un General extranjero durante nuestra Guerra Civil: «La primera Infantería del mundo es la nacional de Franco; la segunda, la de los republicanos españoles (textualmente dijo la de los rojos españoles), y la tercera, la de mi país» ( mariscal alemán Erich von Manstein)

En fín, la fiel Infantería de siempre, la del legionario Braulio…, «La  que obedeció a Prim en Castillejos, a Franco en Nador, y a Moscardó en Toledo». Digan lo que digan. ¡Los tercios de Flandes, las Banderas de la Legión, Ceriñola, Bailén, Castillejos, Nador, Brunete, el Pingarrón del Jarama, el Alcázar de Toledo, los infantes  que vencieron a las tropas de Napoleón en Bailén, y los que consiguieron en la  Guerra de África, Batalla de Castillejos, la primera victoria española en suelo marroquí…, y los 4900 soldados españoles encuadrados en la «División Azul», que se hicieron dignos herederos de los legendarios Tercios Españoles al enfrentarse a más de 40000 soldados soviéticos en una gesta heroica en la que demostraron su valor, disciplina y sacrificio en la batalla de Krasny Bor en plena estepa rusa junto al río Neva muy cerca de Leningrado, hoy San Petersburgo.

No solo son  unos nombres, sino toda una síntesis de la historia  heroica de la Infantería Española!.

¡Pero aquella batalla de Rocroy!. 

Vosotros infantes de España, aristócratas del valor, vais a encontrar a granel en vuestras filas capitanes de gran talla, hombres de espíritu y soldados con gran valor como Hernán Pérez del Pulgar, gloria cumbre de los infantes de España quien, con un puñado de hombres y un puñal gemelo del de Tarifa, escribió el «Ave María» en la puerta de la Mezquita de Granada; o el toledano/inca Garcilaso de la Vega, poeta y militar español quien, en calidad de servidor continuo del rey Carlos I,  con desprecio de su propia vida, arrancó de la cola de un caballo moro la cinta en que iba grabado el nombre de la Inmaculada. Y por supuesto el gran Gonzalo de Córdoba, el de las detalladas cuentas históricas a su rey, tan grande fue que la historia unas veces le llama «el Gran Capitán» y otras «el Capitán Más Grande». Y como no, el «Cid Campeador», aquel Infante que con cada tranco del galope de su yegua Babieca iba ensanchando Castilla. Fue tanto el prestigio de su espada, que «con ella supo ganar batallas hasta después de muerto…»

Camilo José Cela, premio Nobel de Literatura en 1989 y soldado de infantería de las letras, lo plasmó de forma magistral en «A pie y sin dinero», loa del arma de infantería en el día de su patrona, publicada el 8 de diciembre de 1949 en el periódico diario toledano El Alcázar (1936-1987) y de la que transcribo algunos párrafos: ―«A mi coronel, hoy general Millán-Astray. A pie y sin un ochavo en los bolsillos; calados hasta los huesos y con el estómago frío; en la vista una nube de hielo y en el dedo que oprime el gatillo un sabañón…». El día 8 de diciembre, el día de la Purísima, hace mucho frío, pero nunca bastante para frenar a la infantería, que con un trajecito de dril derrite la nieve de los montes. Y la escarcha de los ríos difíciles. Y el hielo que oprime los corazones en desgracia… Quien no haya sido soldado de infantería quizá ignore lo que es sentirse el amo del mundo a pie y sin dinero… A pie paseamos por donde quisimos, porque el que no va a pie no se entera, y os lo dice un vagabundo. Y sin dinero izamos nuestra bandera donde nos dio la gana y donde nos mandaron, porque la victoria es algo que no se compra, sino que se conquista, y os lo asegura un pobre…»

Camilo José Cela no realizó el servicio militar completo en el acuartelamiento  General Urrutia de Logroño,  fue declarado inútil total por el Tribunal Médico Militar debido a una tuberculosis. Sin embargo, combatió como voluntario en la Guerra Civil con el Regimiento de Infantería Bailén nº 24  desde el 4 de diciembre de 1938 hasta el 30 de mayo de 1939.

La vista de todo eso despierta en mí las memorias de aquellos días, y evocando sus recuerdos, con emoción y añoranza me agiganto, y comprendo mejor la grandeza de España y de nuestra Infantería.

Por donde quiera que se fije la vista se encuentra la huella de las generaciones que pasaron. En Toledo, «la cuna y crisol de la actual Infantería Española», más que en ninguna otra parte acuden a mis labios las palabras del poeta  Lord Byron:―«El polvo que pisamos vivió un día»

Vosotros leones de la Infantería española, aristócratas del valor, vais a encontrar a granel en vuestras filas a capitanes de talla hispánica, a hombres de espíritu y a soldados de alma doble, no solo sois el futuro de la Infantería, sois el presente, y aquí tenéis la que ha de salvar una vez más a España, vuestra Patrona la Inmaculada Concepción, la Virgen de manto azul y túnica de nieve.

¡ Rodilla en tierra !

Feliz patrona a todos.

PD: Muchos de los datos, fueron sacados de los libros:

 ― «Franco y Toledo» de Luis Moreno Nieto, publicado por la Excma. Diputación de Toledo en 1972, y por noticias aparecidas  en los periódico toledanos «Campana Gorda»  y   «El Castellano» de 1907.

―«Historia del Alcázar de Toledo» de Francisco Martín Arrúe, editado en la Imprenta de Infantería de Marina. Madrid 1889.

Ángel Cerdido Peñalver Coronel de Caballería ®

 Zaragoza 8 de diciembre 2025.

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SEMANA DE LAS PATRONAS MILITARES (General de División Rafael Dávila Álvarez)

Hoy nuestra mirada se convierte en oración. Entramos en los días en los que se juntan las Patronas de la Artillería española, el Arma de Infantería y el Ejército del Aire y del Espacio. Este año es muy especial por el recuerdo emocionado de todos nuestros compañeros que han estado dando lo mejor de cada uno para llevar el consuelo material y espiritual a todos los que han sufrido por la  pérdida de un ser querido o por haber perdido todo lo que tenían bajo la catástrofe de la riada, especialmente en Valencia. Nuestros soldados han hecho todo lo que estaba en sus manos. Lo han dado todo y en días de Patronazgo seguirán haciéndolo porque su corazón sufre por España y se siente España sufridora. Hay mil ejemplos de humanidad, de sencillos actos de heroísmo en la humildad de gestos que emocionan. Son vuestros soldados, los que quisieron estar a vuestro lado desde el primer momento, los que hoy os animan a seguir porque para ellos habéis sido un ejemplo de resignación, de trabajo, de honor y de valor. Nuestras Patronas os protejan y bendigan.

4 de diciembre: Santa Bárbara, Patrona del Arma de Artillería.

8 de diciembre: la Inmaculada Concepción, Patrona del Arma de Infantería,

10 de diciembre: Nuestra Señora de Loreto, Patrona del Ejército del Aire.

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Como la madre que al niño le canta ´

la canción de cuna que le dormirá,

al arrullo de una oración santa

en la tumba nuestras flores crecerán.

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El esplendor y gloria de otros días

tu celestial figura ha de envolver

que aún te queda la fiel Infantería

que, por saber morir, sabe vencer.

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Volad alas gloriosas de España

estrellas de un cielo radiante de sol

escribid sobre el viento la hazaña

la gloria infinita de ser español.

 

¡Artilleros de España!

¡Infantes de España!

¡Aviadores de España!

Que nuestra oración sea ¡Viva España! y ¡Viva nuestra Patrona!

¡FELICIDADES!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez.

Blog: generaldavila.com

 

LA UNIDAD MILITAR DE EMERGENCIAS (UME) Y LOS JABALÍES: WATERLOO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

«Ha llegado la UME antes a Barcelona por 8 jabalíes muertos que a Valencia por 229 personas muertas. Si quieren ayuda que la pidan».

El mensaje corre las redes sociales y hay que analizarlo porque la sabiduría popular nunca está exenta de razón.

El mensaje tiene contenido.

Analicé en su día la grave irresponsabilidad del Gobierno de la Nación -nadie la asume ni está por ello acusado- por dejar abandonada a la Comunidad Valenciana para que con sus exclusivos medios solucionase la tragedia de la riada conscientes de que la gravedad de los hechos no le permitirían hacerlo sola. Hasta la Unidad Militar de Emergencias fue insuficiente para enfrentarse eficazmente a tal tragedia. No se decretó en nivel 3 de emergencias. ¿Hubo mala intención? La pregunta quedó (fosilizada) en el aire. ¿De quién depende la UME?

El sucio enredo político, por no definirlo con mayor crudeza, afectó a lo militar al no estar la UME dentro de la cadena de Mando militar lo que se tradujo en instrucciones, incluso operativas, dadas por el mando político. Las hubo y la política dió órdenes más que instrucciones.

Es un escándalo haber convertido una unidad militar (carísima) en una unidad con mando civil y uso político. Pero algo más grave merodea la creación y posterior funcionamiento de la Unidad Militar de Emergencias. Engañaron a los militares tocándoles su espíritu de servicio y generosidad con la mentira del servicio público, algo falso y que a la prostre se vio que era un servicio político. Los militares, hombres recios y de firmes convicciones, también son en ocasiones muy inocentes y fáciles de dar «un paso al frente» con tal de «cumplir su deber». «Con razón o sin ella» trasladado de lugar. Fue un error, un «sin querer queriendo». Se trataba de umedificar a los ejércitos. Para los ejércitos el enemigo no es la emergencia. Lo es la guerra. Debió de haber buena intención a la hora de crear una Unidad de Emergencias y hacerlo con militares. Sus ventajas son evidentes, pero se ha ido olvidando su carácter militar, sacándolas de su dependencia natural y oenegeizando (perdón por el vocablo derivado de oenegé) su actuación y mensaje.

Se hace uso de ella y se la dota con criterios políticos, como hemos visto en las inundaciones de Valencia,  llegando a extremos de tal descaro que han afectado al mismísimo «Mando militar» (más que la Cúpula militar) donde, aunque no han trascendido, ha habido quejas y grave malestar por el empleo de una unidad ¿militar? que está de manera anómala fuera del control del mando militar y que cada vez se aleja más de esta institución para constituirse en el paradigma de algo que nada tiene que ver con la misión principal de las Fuerzas Armadas ni con su mando y control.

Han logrado dentro de las Fuerzas Armadas crear polémica por sus sueldos más elevados, su mayor distinción, su no integración en ninguno de los ejércitos y un cierto elitismo. Han creado un soldado con armas civiles como la manguera o la pala quitanieves que se antepone al tradicional legionario. Y lo más grave, un desapego de las Fuerzas Armadas que puede llevar a los jóvenes oficiales a creer que su misión fundamental la ejercen en la UME mejor que en otra unidad de combate.

Cuando vemos la celeridad con que la UME ha acudido a la llamada de la Generalidad de Cataluña para atender la emergencia de peste porcina nos vuelva a surgir la duda. ¿Qué se enseña en las Academias Militares?

Gobiernos de la Generalidad que desmantelaron el Seprona, que echan a la Guardia Civil, que no quieren ver ni en pintura a los ejércitos, cuando aparecen los jabalíes todo cambia. ¿Sabrán que la UME es militar?

Los jabalíes no son la mascota de la UME, pero el animal recuerda a aquel grupo político así bautizado en palabras de José Ortega y Gasset durante la Segunda República cuando el parlamento era una jaula de grillos o de jabalíes: «Es de plena evidencia que hay, sobre todo, tres cosas que no podemos venir a hacer aquí: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí».

La pregunta es obvia y consecuente: ¿De quién depende la UME? Pues eso.

Lo que nadie puede ni debe hacer en política es el payaso… ni el jabalí.

Cada uno está para lo que está y los jabalíes ya se sabe que tiran al monte y, si los dejamos, comen bocadillos de chorizo.

Por tercera vez: ¿De quién depende la UME? Pue eso. Waterloo.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

3 diciembre 2025

SI QUISIÉSEMOS LIBERTAD LA OBTENDRÍAMOS. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Étienne de La Boétie escribe, mediados del siglo XVI, Discurso de la servidumbre voluntaria o el contra uno: «En tener varios señores no veo ningún bien; que uno, sin más, sea el amo, y que uno sólo sea el rey».

Insiste: «Lo único que los hombres no desean es la libertad, y no por otra razón que ésta: porque, si la deseasen, la obtendrían». La claridad de La Boétie puede que no guste demasiado; rotundo, aclara todo. Todo. Y vemos que es así.

En Diccionario de Adioses encuentro la cita del maestro Gabriel Albiac: «La libertad, los hombres no la desean… Su enfermedad es el placer de ser siervos».

La política solo tiene un nombre: dominación. Dominantes son también los que están a la espera de ocupar el puesto, o no, pero, mientras lo logran, o no, forman parte de la especie. Dentro de la política de un partido se es casta. Sea el que sea. Puro despotismo: «Autoridad absoluta no limitada por leyes; también abuso de autoridad, poder o fuerza en el trato con las demás personas», nos dice el Diccionario de la RAE.

El resto somos dominados y formamos parte de su rebaño encerrado en el redil. Rediles o naciones que nos abren, más o menos, sus puertas al amanecer. Vigilados por el perro pastor, bien educado de fidelidades pagadas. Nunca le faltará un plato con pienso. Ahora de asesor, incluso de embajador o general. Ya  saben.

La política es un juego que no admite moderación ni humanidad. Nada de sentimentalismo. Al dominante y al dominado les separa un abismo insoslayable.  Metafísica.

Ante ellos se presenta una auténtica lucha armada invisible. Podría llamarse guerra defensiva individual, porque el hombre desde que nace está defendiéndose de lo que le rodea y le oprime, desde el hambre, la enfermedad, hasta su propio crecimiento, todo es una guerra permanente. Es por ello que, cansado, se deja dominar en busca de no tener que preocuparse del todo.

Esa relación de servidumbre es la que existe entre los políticos y nosotros los dominados que, como si fuese la guerra, se asemeja a la de vencedor y vencido. Desde la política administran la fuerza que les da su condición y se escudan en ella para no ser administrados. Y hacer su justicia.

Pretender hablar de política justa es hablar de guerra justa. No existe, porque no hay justicia cuando el fin es que el otro cumpla mi voluntad y renuncie a la suya. Que es el fin de la política. Por la Ley o por la fuerza, es decir las armas. Simplemente eso, sin más, y sin menos, ni bueno ni malo, y hay que aprender a estar en ese campo de batalla en el que te plantas desde el nacimiento. Destruir al enemigo en la guerra. Alrededor de morir se  desarrolla vida. ¿Cuál es la diferencia?

La política y la guerra son lo mismo. Entre el militar y el político abundan las diferencias desde al menos el siglo XVII. Fue la política la que adivinó que su mejor instrumento de poder era la guerra y la utilizó para sus fines.

Hemos evolucionado hacia la catábasis. Lo avisó el mensajero en Orestes: «Porque así es la casta. Los heraldos saltan siempre del lado de los afortunados. Amigo de ellos es todo el que tiene poder y ocupa cargos en la ciudad».

De lo que no me cabe la menor duda es que llevamos bien esto de vivir bajo la tiranía, en el placer de ser siervos de este (os) señor (es).

«Los bueyes mismos bajo el peso del yugo gimen, y los pájaros en la jaula lloran». Nosotros: bla, bla bla.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

IRAK 29 NOVIEMBRE 2003. HÉROES ESPAÑOLES SIN LAUREADAS. EN RECUERDO A SU ENTREGA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Comandante Alberto Martínez González, Comandante Carlos Baró, Comandante José Carlos Rodríguez Pérez, Comandante José Merino Olivera, Brigada Alfonso Vega, Brigada José Lucas Egea, Sargento primero Luis Ignacio Zanón. ¡Presentes!

Se cumplen 22 años de la muerte en combate en Irak de siete de nuestros mejores soldados. Murieron combatiendo, combatiendo sí, después de sufrir un ataque armado cuando viajaban en sus vehículos y cumplían su delicada misión como agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en servicio a nuestras tropas allí destacadas. Evitaban muertes por la espalda, traidores ataques de un enemigo que no se quiso reconocer, en una guerra que vergüenza tiene que darle a  aquellos que aún la niegan. Nuestros siete valientes soldados combatieron hasta el final, sabiendo que iban a morir, por España, que la muerte no es tan horrible como parece cuando se entrega por una causa, por otras vidas que salvas, por España, y cumplieron con la máxima de nuestros valientes: <<Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo, hasta perecer todos>>. Hasta perecer todos, hasta perecer todos, hasta perecer todos… No abandonar jamás, jamás, jamás, a un hombre en el campo hasta perecer todos. Repetidlo ¡soldados! Cada día, cada hora, cada minuto: ese es el deber y la honra, el honor de ser soldado: morir por los demás.

Allí en Irak hubo héroes y actos que merecen como mínimo abrir un expediente para determinar si alguno de ellos es digno de la máxima condecoración al valor: la Laureada de San Fernando o la Medalla Militar, individual o colectiva. Estamos esperando. Allí sí hubo y estuvo el valor, el honor distinguido, excepcional.

Laureada de San Fernando

¿Es que ya no hay héroes? ¿Quiénes son los jueces que determinan la heroicidad?

No olvidemos el relato de lo que ocurrió en Irak. Solos frente a la muerte, sin ningún medio para defenderse, solo el valor, sin rendiciones, sin salvación. Todos muertos. No se ha levantado acta al valor sobre aquella actuación, sobre hasta dónde llegó su heroísmo. <<No poder hacer nada, no poder hacer nada, no poder hacer nada>>. Han quedado grabadas esas palabras en el Centro Nacional de Inteligencia español donde escucharon en directo los disparos, donde sonaba alto y claro el valor. ¡Se oye a los valientes, los matan ¿qué podemos hacer?!

En combate, en ese combate que no les querían reconocer, que ninguna medalla de guerra había para entregar sobre su féretro, que aquello no era la guerra, ¿qué era aquello?, ¿dónde estaban?

Conteste quien sepa, si es que alguno sabe algo. Hoy sobre la milicia cunde el dolor, por la ingratitud, dónde ya no se condecora a los héroes distinguidos; y me pregunto: ¿qué hicimos?, ¿por qué aguantamos aquellas humillaciones de los que no saben que la guerra es algo que no debe avergonzar a quienes la hacen porque ellos no son el por qué de esa guerra que otros declaran mientras miran para otro lado. Los soldados se limitan a deshacer lo mal hecho, con su vida, nada más, sin preguntar y sin reprochar.

Yo no soy ningún héroe, pero los he conocido y sé como son. Por eso pido algo más para ellos. Merecer estar en ese libro de oro que llenan los que han alcanzado la virtud en la milicia, los santos soldados que lucen la medalla del valor y del honor, unos, ya casi ninguno, en el pecho, otros sobre su tumba. ¿Es que nadie va a dejar de esconder su mirada?

¿Preferimos mirar a otro lado porque un héroe se asimila a guerra? Sí, hay guerras y nuestros soldados llevan años en ellas, combatiendo, enseñando a combatir y evitando los combates. Y en todos estos años ha habido y habrá héroes sin laureadas.

Todavía estamos a tiempo de enmendar nuestro desagradecimiento.

Hay que estar más atentos.

Comandante Alberto Martínez González, Comandante Carlos Baró, Comandante José Carlos Rodríguez Pérez, Comandante José Merino Olivera, Brigada Alfonso Vega, Brigada José Lucas Egea, Sargento primero Luis Ignacio Zanón. ¡Presentes!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

 

EL REY, OBAMA, EL GUERNICA Y EL PRESIDENTE DE TABARNIA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

EL Rey y Obama frente al Guernica en el Museo Reina Sofía de Madrid. Atractiva imagen que da lugar a la interpretación, muchas interpretaciones. Cada cual que haga la suya. ¡Cuánto pagaríamos por saber lo que el Rey y Obama hablaron frente a ese mito!

¿Quién eligió la obra a visitar? ¿Venía impuesta desde fuera, o fueron los cultos y oscuros intérpretes de la Memoria Histórica los que eligieron ese <<grafiti>>, esos <<garabatos>> conocidos como el Guernica? Puede ser que hablaran de pintura, puede que el paisaje fuera una simple excusa, puede que detrás haya toda una operación de imagen de Moncloa, de reforzar su línea para iniciar de nuevo el enfrentamiento y esté buscando aliados. Puede y no puede. La imagen es al menos interesante, misteriosa y digna de interpretaciones. De espaldas, frente a una pintura discutida y discutible, como pintura y como historia.

La Guardia Civil custodia El Guernica

El Guernica llegaba a España en 1981 procedente del Museo de Arte Moderno de Nueva York donde había pasado los últimos 40 años. Fue trasladado al Casón del Buen Retiro, un anexo del Prado donde se albergaba una magnífica colección de pintura española del siglo XIX. Allí quedó, custodiado por la Guardia Civil día y noche, protegido por un cristal blindado, hasta el año 1992 que fue trasladado a su actual ubicación en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Yo visitaba con frecuencia el Casón del Buen Retiro para contemplar las joyas de la pintura española del XIX con maestros como SorollaCarlos de Haes o mi más admirado pintor: Aureliano de Beruete. En mis asiduas visitas solía llevarme a alguno de mis hijos. En la época de la llegada del Guernica me ocurrió una curiosa anécdota. La inmensa bóveda del Casón o Salón de embajadores está pintada por el napolitano Luca Giordano, una obra monumental y bellísima denominada Alegoría del Toisón o Apoteosis de la Monarquía españolaEl Guernica ya estaba colocado en su sitio, con su seguridad visible: cristal y un guardia civil embigotado en su horizonte. Yo junto a mi hijo, de espaldas al Guernica (ya le había explicado la historia y todos los detalles de la pintura), mirábamos la cúpula de Luca Giordano mientras le explicaba su significado. Una turista británica se quedó escuchándome con tal descaro que tuve que preguntarle que si me entendía. Solo contestó con una sonrisa que significaba: solo un poco. Hice esfuerzos en ingles para trasladarle mis conocimientos sobre la bóveda y Luca Giordano, algo que provocó que al poco tiempo me rodease un numeroso grupo de colegas suyos que miraban la bóveda y escuchaban mis explicaciones. El Guernica había pasado a un segundo plano. Por cierto en la sala no había la más mínima referencia a la bóveda. La historia terminó cuando un empleado de librea azul se me acercó a pedirme explicaciones; yo no era guía y allí no se admitía nada más que la contemplación en silencio del Guernica. ¡Viva la cultura!, musité despidiéndome de los turistas que se adentraron conmigo hacia el XIX español. Ese siglo parece ya que no existió pintura española.

Obama creo que ha hablado en una cosa llamada Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular 2018. Tienen que perdonarme, pero de eso no puedo hablarles; ni siquiera me suena. Circular sin duda porque estas cosas no salen del círculo de siempre, siempre son los mismos. Debe ser importantísimo porque el expresidente cobra algo así como 600.000 euros por la conferencia. No sé tampoco quien paga. Políticos estaban casi todos. Tampoco sé si Obama cobra por foto.

Apoteosis de la Monarquía hubiese sido una buena elección.

La señora de Obama  eligió mejor. El Prado, Velázquez, Goya.

Las meninas de Velázquez dan para mucho, para Obama y su señora.

Es una obra que da para introducir en un solo cuadro a Picasso y a Dalí. Además fue John Brealey director de gabinete de restauración del Metropolian Museum de Nueva York quien restauró el cuadro hace años y le devolvió su color original.

Picasso se obsesionó durante años con el cuadro y llegó a decir que se encerraría en una habitación y no saldría hasta comprender el significado de Las Meninas.

Dalí dijo que se llevaría el aire nada menos, y específicamente el aire en Las Meninas de Velázquez, que es el aire de mejor calidad que existe. Yo creo que con eso está dicho todo. Pero no. Me queda algo por decir.

<<Picasso es una mierda y el Guernica unos garabatos>>. <<Por donde pasó él no ha vuelto a crecer la pintura. Era el gran industrial de la pintura>>

El que así habla es Albert Boadella al presentar una ópera sobre Picasso en un intento de desmitificar a alguien del que considera que no vale la mayor parte de su obra.

Dicen que sobre gustos no hay nada escrito, pero yo no me lo creo. Hay mucho escrito sobre gustos, pero lo que ocurre en general es que se lee muy poco. Boadella es indudable que ha leído, visto, y además es presidente de Tabarnia. 

Albert Boadella. Presidente de Tabarnia

¿Quién eligió la obra a visitar? ¿Venía impuesta desde fuera, o fueron los cultos y oscuros intérpretes de la Memoria Histórica los que eligieron ese <<grafiti>>, esos <<garabatos>> conocidos como el Guernica? ¿Qué le explicaría el Rey a Obama sobre esa obra concreta de Picasso? Deberíamos saberlo.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

Fue publicado el 9 julio 2018

LAS COSAS DE DON EUFEMIO. Félix Torres Murillo. Coronel de Infantería (R.) DEM