
Foto propiedad del autor (Ángel Liberal)
Con leer un poco de historia podemos ver que el estrecho de Gibraltar, por su situación geoestratégica, es vital para la defensa de Occidente. También sabemos, porque nos lo repiten hasta la saciedad, que la ocupación del Peñón y del istmo es importante para los intereses del Reino Unido (RU) relacionados con su defensa, su diplomacia y su economía. Sin embargo, cabe preguntarse si la consecución de los objetivos generales de la defensa de Occidente exige que el Peñón siga en manos de los británicos.
A veces, por irracional que parezca, nos encontramos con quienes piensan así sin tener en cuenta la desproporción que existe entre los recursos militares españoles disponibles en el sur de la Península frente a los que se encuentran en los 6 km2 del Peñón.
Lo cierto es que la política juega en contra de nosotros, como se demuestra hoy día y se ha demostrado en el pasado, con las ocasiones en que no se aprovecharon las oportunidades favorables a España incluso, para resolver el Contencioso.
Más grave todavía es que nosotros los españoles colaboramos, con un éxito notable, a la supervivencia de la base militar de «bajo coste» británica.
La base militar
En este Blog del General Dávila explicamos que Gibraltar es un pueblo dentro de una base militar[i]: el Peñón entero es una base militar. Su situación geográfica se hace más importante para nosotros los españoles cuando está, como todavía ocurre, en manos de una potencia militar extraña.
Al norte, en el istmo ocupado ilegalmente, se encuentra el aeródromo militar de RAF Gibraltar en el que también operan –con su propia terminal- las líneas aéreas comerciales y los aviones privados. Se añaden unos depósitos de combustible, un almacén de materiales peligrosos, el cuartel del Regimiento de Gibraltar, los hangares de la RAF, la terminal para el personal militar, un gimnasio, la enfermería de los militares y las viviendas de la RAF.
Al oeste está el puerto. Para entender qué es, basta con consultar cualquier carta náutica. Toda la dársena portuaria está disponible como base naval aunque se rotula como tal la zona de uso permanente y exclusivo por los militares. Actualmente, la «propiedad» de la mitad norte está cedida al gobierno local de Gibraltar en contra de lo estipulado en el tratado de Utrecht; se dedica a fines civiles como son el atraque de cruceros o de barcos mercantes pero esto no impide que cuando surge la necesidad, los militares cierren su uso por los civiles; así ocurrió con las recientes llegadas de portaaviones de la Royal Navy (RN). También existen unas marinas pequeñas para embarcaciones de recreo. En la mitad sur del puerto, con parte de la «propiedad» igualmente cedida al gobierno local, se encuentran los diques secos así como los muelles y talleres del astillero en los cuales tienen prioridad los barcos de guerra.
El lugar de honor del puerto lo ocupa el Muelle Sur; tiene una longitud de 1080m de los que la parte civil (al sur) tiene 432m y la militar (al norte) 648m; en esta se incluyen los dos muelles de atraque de submarinos nucleares (británicos y de la US Navy), conocidos como muelles Z, en donde atracan para reparar sus averías o para recargar de misiles o torpedos de forma ostensible, para que no pase desapercibida.
El muelle 41 – que está enfrente, a pocos metros del edifico de mando de las «Fuerzas Británicas en Gibraltar»- también es de uso militar así como una pequeña dársena para embarcaciones menores compartida con la policía. La red anti-intrusos que suele cerrar la mitad sur de la dársena es una imagen muy expresiva de su carácter militar, lo mismo que los radares y visores optrónicos situados en las entradas por mar al puerto.
Fuera ya del puerto y más al sur está cala Rosia. De ahí salen varios cables del sistema acústico anglo-americano usado para la detección de submarinos en tránsito por el Estrecho.
Cerca de punta Europa existen antenas de Inteligencia (espionaje) de Comunicaciones pertenecientes a la Red Echelon («Five Eyes»), así como radares de superficie, equipos de Inteligencia Electrónica (ELINT), visores optrónicos etc. etc. montados en «Windy» que es la torre de control de tráfico marítimo de la RN.
En lo alto del Peñón existen antenas de comunicaciones tierra-aire, otras antenas de la Red Echelon y el radar de exploración aérea, de tipo militar y que apoya al aeródromo.
En el interior del Peñón tienen los polvorines para misiles, torpedos y munición convencional, por lo menos. También tienen potabilizadoras, ahora civiles, y antiguos depósitos de combustible pendientes de rehabilitar; hoy día, para este suministro pueden recurrir a las facilidades que les da España.
En el este tienen accesos alternativos a los túneles así como, en la mar, cables del tendido acústico.
Esto que hemos descrito brevemente es lo que de Gibraltar importa a los británicos: la base militar con sus instalaciones de Inteligencia y logísticas.
Por si no estuviese claro, especialmente para la población local, los soldados del British Army o bien, los del Regimiento de Gibraltar, hacen ejercicios por las calles de la ciudad prácticamente todos los meses, de uniforme y con armas. Asimismo, las embarcaciones del Escuadrón de Gibraltar hacen también los suyos regularmente (incluso con fuego real), en las aguas de levante del Peñón, que son españolas.
En cuanto a la población actual del Peñón, la historia colonial del RU es muy expresiva.
El sostenimiento de la base
Ese conjunto de instalaciones militares tiene un coste económico y un coste político.
El económico en 2014-2015 era de 70 millones de libras (M£) para mantenimientos, las nóminas de unas 1.000 personas y los consumos como electricidad y agua potable. En 2022 firmaron un contrato de mantenimiento por 155 M para los años 2022 a 2029. La economía de Gibraltar corre a cargo de –por lo menos- la mitad del coste del aeródromo.
El carácter del RU como potencia colonial tiene su coste político ante la comunidad internacional. Parte de él lo compensan apoyándose en que la población llanita desea seguir como está. Obviamente se abstienen de dar publicidad a la base militar.
Compensan a esa población incumpliendo, desde hace 60 años, las resoluciones de Naciones Unidas sobre descolonización y apoyándola frente a las aspiraciones españolas –como se ha visto en estos días- en cualquier foro internacional que ponga en riesgo la economía de Gibraltar y la sujeción de esa población a la voluntad del RU. Todo esto tiene un coste añadido y es que si la economía va mal, tendría que ser el RU el que se hiciese cargo de mantener a la población con su nivel de vida actual.
En esto ha estado la clave de las negociaciones recientes: la supervivencia de la economía de Gibraltar para asegurar la supervivencia de la base.
La dependencia de España[ii]
La economía de Gibraltar descansa sobre cinco pilares: el turismo, el Centro Financiero («paraíso fiscal»), el aprovisionamiento de buques («bunkering»), las apuestas on-line y la importación / exportación (contrabando) de tabaco. Todos ellos dependen de la fluidez del tránsito por la verja excepto el combustible para barcos que lo reciben por mar, suministrado mayoritariamente por la refinería Moeve (antes CEPSA) en San Roque. El 100% del combustible para los aviones civiles y militares lo reciben de la misma refinería mediante camiones que atraviesan La Línea y aparcan próximos a la verja, en su lado sur.
De la fluidez de este tránsito depende el paso de personas y mercancías por la verja. Entre las personas se incluyen los 15.226 (03.06.2025) trabajadores transfronterizos de los cuales 10.563 eran españoles; sin ellos y sin la fluidez citada, la economía de Gibraltar no podría sobrevivir pues atienden toda clase de empleos, fundamentalmente la hostelería, construcción, industria portuaria, comercio local, sanidad, servicio doméstico etc. Obviamente, los extranjeros de alta cualificación que viven en el Campo de Gibraltar y trabajan en el Peñón, también dependen de esta fluidez; igual que ocurre con la posibilidad de que la población llanita salga con facilidad de la «jaula» en la que vive.
El pasado día 12.06.2025 se declaró en la Cámara de los Lores: «…la entrada en vigor del Sistema de Entrada y Salida de la UE (EES) supondría la introducción de una frontera dura… Esto provocaría caos y retrasos, puesto en peligro los medios de vida de los ciudadanos británicos en Gibraltar, arruinado su economía y posiblemente habría costado cientos de millones de libras al año, presionando, en último término, al contribuyente británico para que pagase la factura». Se omitió alguna referencia al coste para la base militar.
Recordemos que el artículo X del tratado de Utrecht (13.07.1713), que sigue en vigor, entre otras cosas dice: «…. la dicha propiedad [de la ciudad de Gibraltar] se ceda a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra.»
La colaboración de españoles
El sostenimiento de la base naval y de la población actual de Gibraltar sería imposible sin la colaboración de España y no solo por los puestos de trabajo que ocupan. Por ejemplo, empresas españolas de renombre contribuyen con su esfuerzo al sostenimiento y operatividad del puerto/base naval. También, durante la crisis del Covid19, con la verja prácticamente cerrada por el aislamiento obligado por la pandemia, hasta 600 camiones semanales pasaban de norte a sur por la verja para llevar los suministros que necesitaban la ciudad y los militares.
Las referencias a la existencia de un Centro Financiero estimulan a muchos españoles, movidos claramente por el interés económico; entre ellos se encuentran los que son propensos a engañar o a dejarse engañar, siempre en beneficio de «El negocio de Gibraltar».
No ocurre lo mismo con el aspecto militar del Contencioso que, en general, es rechazado. Algunos lo rechazan por ignorancia, otros porque les aburre o les provoca cierta alergia relacionada con esquemas ideológicos preconcebidos y otros, por un aparente temor a perder el favor del RU o de los EE.UU. en las organizaciones internacionales, civiles y militares.
En otros casos, el estímulo favorable a Gibraltar debe proceder de un interés superior cuyo origen puede situarse en el RU que es donde, en definitiva, radica su obediencia.
Debemos destacar la eficacia con que los británicos practican la «subversión ideológica». Como resultado tenemos –junto con lo apuntado en los párrafos anteriores- a los que no ven la base militar, los que no quieren verla y los que la ven pero no quieren asumir que la han visto.
Las características del Centro Financiero son tales que nos permiten plantear la siguiente pregunta: Si el dinero de las ITV etc. que se perdió en Barcelona salió por Andorra, ¿por dónde pudo salir el dinero de los ERE, cursos de formación etc. que se perdió en Sevilla?
De todos estos españoles colaboradores de la colonia tenemos unos cuantos, algunos con mucha influencia, sobre todo en el Campo de Gibraltar. En general se caracterizan por una falta manifiesta de conciencia sobre la defensa de España y la geo-estrategia.
El «Acuerdo de Nochevieja»
La entrada en vigor del Brexit (31.01.2020) ha puesto en peligro esta estructura económico/militar tan beneficiosa para el RU como perjudicial para España a la que, de entrada, le sustrae la renta de posición que nos corresponde.
El texto en inglés del «Principio de Acuerdo entre España y Reino Unido sobre Gibraltar y sobre el Brexit, de 31.12.2020», más conocido como el «Acuerdo de Nochevieja», tiene ocho páginas con 25 párrafos y tres anexos que incluyen otros 15 párrafos.
El principio fundamental que rige el «Acuerdo de Nochevieja» es el de conseguir –como gran objetivo británico- la fluidez total en el paso por la verja de personas y mercancías, llegando a la supresión de los controles. Otros aspectos que contempla son los relativos a aduanas, transportes, policía, medio ambiente, finanzas, impuestos etc.
El 04.01.2021, en una entrevista en Canal Sur Radio, la entonces ministra de Asuntos Exteriores explicó que el acuerdo «tiene que traducirse en un tratado entre la UE y el RU que se debe alcanzar en un período máximo de seis meses, aunque ha precisado que puede ser antes y ha confiado en que no sea después de ese plazo».
Han pasado más de cuatro años de negociaciones y lo único que se tiene es otro acuerdo para seguir negociando lo que ya se había acordado en el anterior pero, sin llegar a concretarlo con un texto válido debido a la dificultad de darle una forma jurídica que sea aceptable para toda la UE.
El 11.06.2025 se publicó –con grandes muestras de entusiasmo- la «Declaración conjunta sobre las negociaciones para un Acuerdo UE – Reino Unido en relación con Gibraltar». El Comunicado con la Declaración publicado por nuestro ministerio de Asuntos Exteriores es de una página con nueve párrafos y 597 palabras. Leyéndolo se aprecia que su contenido es un resumen muy breve de los objetivos que se pretendía alcanzar con el acuerdo de 31.12.2020; eso sí, con muy buena voluntad, como en 2020.
El 12.06.2025, tanto nuestro ministro de Asuntos Exteriores como las autoridades de la UE y del RU, aseguraron en varias entrevistas (Europa Sur, 12.06.2025) que «el acuerdo estará completamente redactado ‘para otoño’. Será entonces, ha explicado, cuando el acuerdo esté ya ‘negro sobre blanco’».
Como podemos ver, después de cuatro años de –según dicen- arduo trabajo y de haber estado más de dos años con el texto acordado en «más de un 90%», «en el límite», «con la línea de meta a la vista» etc. etc., en los dos casos se menciona un plazo de seis meses para que el acuerdo esté en condiciones de convertirse en un tratado. Podríamos pensar que esta vez van en serio y que en seis meses tendrán el tratado. Eso sí, tanto entonces como ahora se insiste en asegurar que el tratado estará listo «tan pronto como sea posible». Sin embargo, surgen dudas cuando se aprecian las contradicciones entre lo que actualmente dicen unos y lo que dicen otros, así como las dificultades que persisten desde el 31.12.2020. Lo único seguro es que no podemos asegurar lo que va a ocurrir, por lo que todo se reduce a esperar y ver.
Además del plazo, ambos acuerdos presentan similitudes en sus objetivos destacando las relacionadas con la fluidez total en el paso entre Gibraltar y La Línea, los controles Schengen en puerto y aeropuerto, las aguas que rodean el Peñón, la supresión de la verja y el uso, ahora «mejorado», del aeródromo de la RAF. También se tratan las cuestiones fiscales y el resto de las ya mencionadas. Llaman mucho la atención las referencias al personal militar que se están publicando en los últimos días.
En estas líneas nos referiremos a la incidencia que algunos de los puntos mencionados tienen en la operatividad de la base o en una cuestión fundamental como es la soberanía.
La verja
Fue levantada ilegalmente por los militares británicos en 1908/1909; parte en dos el istmo, que no fue cedido en Utrecht ni en momento posterior alguno.
Forma parte de la seguridad perimetral del aeródromo de la RAF; un aeródromo no puede existir sin seguridad. Además, los tramos de la verja situados al norte de la pista de aterrizaje protegen entre otros, a las viviendas de la RAF, a los edificios de la aduana de Gibraltar, al almacén a cielo abierto de los vehículos Toyota y, a los depósitos de combustible militares situados en el extremo de levante. Al sur, en su mayor longitud también son instalaciones militares como el cuartel del Regimiento y otras ya mencionadas.
Pese a lo anterior, nuestras autoridades insisten –tanto en 2020 como ahora- en que desaparecerá mientras que en Gibraltar apenas la mencionan. Sus políticos rechazan las quejas de la población llanita sobre la pérdida de seguridad afirmando que la tecnología actual permitirá que la seguridad aumente. Es posible que en Gibraltar acepten la eliminación de la «verja física» y a cambio instalen una «valla metafísica»; lo veremos en su momento.
Lo más probable es que se limiten a desmontar algunos metros, un tramo simbólico, a lado y lado del acceso actual, los suficientes para hacerse una fotografía dejando la verja protegiendo los espacios señalados.
El aeródromo de la RAF[iii]
Por mucho que lo denominen «Aeropuerto Internacional de Gibraltar», es un aeródromo militar con limitaciones (meteorológicas, estructurales, laborales etc.) que obligan a los aviones civiles a usar como «alternativo» – con frecuencia con fraude de ley- el Aeropuerto Internacional de Málaga porque así se evitan los costes de atención a los pasajeros. Recordemos que la pista de aterrizaje de Gibraltar está considerada, año tras año, como una de las diez más peligrosas del mundo.
La rentabilidad comercial del aeródromo la determina el aterrizaje de aviones civiles cuyos pasajeros pagan las tasas aeroportuarias. Sirvan como orientación los siguientes datos aproximados. Desde 2021 hasta 2025, los aterrizajes de aviones civiles han variado entre 1.500 y 1.600 al año; los de aviones militares han sido, en 2021 unos 125, en 2022 unos 100, en 2023 unos 50, en 2024 unos 40 y en 2025 unos 15 en el primer semestre.
Como puede verse, los vuelos militares no llegan al 5% de los civiles siendo estos los que aseguran algunos ingresos para mantener la instalación militar, además de ser el cordón umbilical que une a la colonia con el RU.
Desde hace dos años, el aeródromo de RAF Gibraltar cuenta con una instalación específica (léase terminal) para las llegadas/salidas de personal militar. Estos militares y sus familias, como se asegura, podrán entrar y salir de Gibraltar y pasar a la UE sin control Schengen alguno puesto que los controles –solo aplicables a civiles- estarán en la terminal civil. Lo mismo cabe decir de los militares de los EEUU.
Se informa que los países de la UE podrán contribuir con vuelos a Gibraltar, en vez de ir a Málaga, Jerez o Sevilla. Así, esta instalación militar podrá seguir operando a beneficio de las fuerzas armadas del RU. Es posible que las líneas aéreas así lo hagan hasta que se den cuenta de que no es rentable, como pasó en 2008.
Por otra parte, se repite hasta la saciedad que, en el texto del futuro tratado, se incluirá una cláusula de salvaguarda en la que quedará claro que ni España ni el RU renuncian a sus posiciones sobre la soberanía, lo que incluye el Peñón, las aguas y el istmo, con el aeródromo militar. Es posible que lo cubran con tres o cuatro líneas pero lo cierto es que será el RU el que de facto y –según dicen los británicos- con el consentimiento y comprensión de España (junto con su colaboración), seguirá en el istmo por los años venideros, arropado por un tratado del RU, no con España sino con la UE, lo que hará bastante más difícil mantener la reivindicación española en los foros internacionales.
El puerto y los controles Schengen
Aquí tenemos otras discrepancias. Mientras nuestras autoridades aseguran que los controles Schengen estarán en el puerto y en el aeropuerto a cargo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles, las de Gibraltar aseguran que sólo estarán en el aeropuerto, localizados en un voladizo en el edificio de la terminal civil.
Sobre el puerto, el razonamiento que ofrecen es muy sencillo: «el muelle norte es en donde atraca el ferri de Marruecos. Como éste no es rentable, se suprime el ferri y así no son necesarios los controles Schengen en el puerto». De un plumazo suprimen los cruceros con turistas, los barcos mercantes y lo que es más grave, la base naval. El puerto de Gibraltar quedaría así reducido a una parte del muelle norte.
En consecuencia, las dotaciones de los buques de guerra (de superficie o submarinos), los turistas de los cruceros y las tripulaciones de los barcos mercantes podrían desembarcar sin control Schengen y una vez en tierra, pasar a La Línea e incluso, si quieren, al norte de los Pirineos y llegar hasta Helsinki.
Desaparecidos los controles Schengen a los militares, tanto en el puerto como en el aeródromo, estos militares podrían volver a realizar maniobras militares en Sierra Nevada o en el Campo de Gibraltar, como antaño.
Todo esto parece un poco raro porque, en definitiva, tendríamos a militares de un país tercero, no UE, dentro del espacio Schengen sin haber sido controlados, ni los militares ni su armamento.
Las aguas que rodean Gibraltar
Los británicos actúan como si esas aguas fuesen suyas. Manipulan a su conveniencia el artículo 15 de la Convención del Mar, de Naciones Unidas. Dan por sentada la supuestamente «incuestionable soberanía británica sobre las aguas que rodean el Peñón y el istmo», algo que España rechaza. Lo hacen con la esperanza de que por ignorancia, por aburrimiento, por debilidad o por complicidad, la parte española acabe aceptando sus tesis. Respecto al istmo se olvidan de los informes del Parlamento de Londres (Kershaw, 1981) e incluso de altos cargos del Foreign Office (como Denis MacShane, 2017).
Por el fondo marino y hasta, por lo menos, unas 18 millas del Peñón se encuentran los cables del sistema acústico anglo-americano ya mencionado. Hasta las 12 millas son aguas españolas.
En estas aguas se desarrollan actividades que afectan a los pilares de la economía de Gibraltar como son el bunkering, la pesca e incluso el tránsito de embarcaciones de alta velocidad que transportan ilícitos.
Es significativo que, respecto a la intervención policial en las aguas que rodean el Peñón, en la prensa de Gibraltar (27.06.2025) se ha publicado que «algunos detalles todavía no se han tratado». Algunos «detalles» sobre las aguas hicieron naufragar el Acuerdo Tripartito de 2006. Hoy como ayer.
Otras consideraciones
En el Parlamento británico se informó de que habrá una cláusula en el tratado que protegerá «explícitamente la soberanía británica sobre Gibraltar y a las Fuerzas Británicas en Gibraltar, que seguirán operando como hasta ahora, sin interferencias o interrupciones». Lo que puede entenderse como que el Brexit, en lo que respecta a los militares en Gibraltar, no ha existido. En el mismo Parlamento se insiste en que «Gibraltar contribuye a la seguridad y prosperidad regionales»; sin embargo esa supuesta seguridad nadie la ha solicitado y en cuanto a la prosperidad, sabemos que la denominada «prosperidad compartida» es falsa, como demuestra el análisis hecho por un equipo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga dirigido por la profesora María del Pilar Rangel Rojas[iv].
Nos hemos referido a cuatro puntos concretos que inciden en la operatividad de la base militar que, supuestamente, no va a variar. Cuatro puntos que seguramente contribuyeron al bloqueo del «Acuerdo de Nochevieja» de 2020 y que ahí siguen, inmutables, dando lugar a expresiones confusas y contradictorias.
Todo apunta a que, en realidad, ahora estamos ante un «Acuerdo de Nochevieja 2.0» forzado por intereses y oportunismo político así como por la inminente entrada en vigor del EES de la UE. Debe ser algo que, tanto a unos como a otros, les interesa –cada cual con sus razones- que no se aplique en Gibraltar, aunque sin documento legal alguno que lo avale.
Ya que no pueden llegar a redactar un texto que sirva para un tratado, todo se limita a seguir negociando para llegar a un acuerdo… que permita llegar a un tratado; y mientras que el tiempo pase, la población actual del Peñón, la economía llanita y sobre todo la base militar puedan seguir como si el Brexit no hubiese ocurrido.
Ángel Liberal Fernández, Capitán de navío (R)
3 julio 2025
Blog: generaldavila.com
[i] Gibraltar, un pueblo dentro de una base militar. Ángel Liberal Fernández, Capitán de Navío (R.) Blog del General Dávila, 03/01/2021. Disponible en https://generaldavila.com/2021/01/03/gibraltar-un-pueblo-dentro-de-una-base-militar-angel-liberal-capitan-de-navio-r/
[ii] Gibraltar y su dependencia de España. Ángel Liberal Fernández, Capitán de Navío (R.) Blog del General Dávila, 01/09/2022. Disponible en https://generaldavila.com/2022/09/01/gibraltar-y-su-dependencia-de-espana-angel-liberal-fernandez-capitan-de-navio-r/
[iii] El aeropuerto de Málaga, convertido en pista auxiliar de RAF Gibraltar. Ángel Liberal Fernández, Capitán de Navío (R.) Blog del General Dávila, 03/09/2023. Disponible en: https://generaldavila.com/2023/09/03/el-aeropuerto-internacional-de-malaga-convertido-en-pista-auxiliar-de-raf-gibraltar-angel-liberal-fernandez-capitan-de-navio-r/
[iv] Relaciones España/Reino Unido en relación con Gibraltar: análisis de prosperidad compartida. María del Pilar Rangel-Rojas y siete más. Universidad de Málaga. 2025. Disponible en: https://riuma.uma.es/xmlui/handle/10630/38767