EN EL BARRANCO DEL LOBO… EL RIF General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Abd el-Krim El Jatabi

‹‹En el Barranco del Lobo

hay una fuente que mana

sangre de los españoles

que murieron por España››

‹‹Pero… ¿es que ha terminado la campaña? No, en manera alguna. Lo ocurrido en 1909 no es más que el primer capítulo de una larga historia…

¿Será Alhucemas? ¿Será Ceuta? ¿Será otra vez Guelaya?… No caben predicciones; pero será, será un hecho el que la campaña de 1909 tendrá una segunda, y una tercera, y una enésima parte continuadora›› (Víctor Ruíz Albéniz -Tebib Arrumi).

‹‹El Rif es una caldera y el que meta la mano en él se quemará siempre››, sentenció el Roghi.

¡Alhucemas! Una obsesión. En el camino desde Melilla se opusieron Abarrán, Sidi-Dris, Igueriben… Annual. El nombre en definitiva era Abd el-Krim el Jatabi. Julio 1921. El Desastre.

Después llegó la Legión. Recuperación no del territorio sino de la moral de un pueblo y de su Ejército.

El Peñón de Alhucemas

De nuevo Alhucemas. El Desembarco, septiembre 1925. ¿Fin de la Guerra del Rif?…, ¿es que ha terminado la campaña?

Alhucemas es la capital y el corazón del Rif. Hace meses que se revuelve entre protestas y reivindicaciones. Todo empezó en octubre de 2016 cuando un pescador al que habían requisado su mercancía murió triturado por un camión de basura donde intentó esconder su pesca. Desde entonces las protestas son continúas y preocupan al Rey Alauita. Aquella es la zona más pobre y deprimida de Marruecos. Un ejemplo de lo que es el Rif. El paro y la pobreza asolan la tierra y los rifeños viven en permanente lucha con la dureza de las condiciones de la tierra que habitan. Pero es su tierra y la aman con fervor y fuerza. Las protestas dicen que son de carácter social y económico, pero aquella seca tierra puede arder con una mínima chispa. Es una constante preocupación el carácter guerrero e independiente de los rifeños.

El Gobierno de Marruecos, su Rey, saben que aquello puede no ser un incidente pasajero,  pero no sabemos si están lo suficientemente ocupados en resolver el problema general y de fondo de aquella tierra indómita. Conocen bien a sus moradores y el carácter de un pueblo que no admite más reglas que la de su libertad e históricas costumbres.

Desembarco de Alhucemas

El equilibrio en la zona no es solo un problema marroquí. España tiene que estar vigilante. Los incendios se propagan con la rapidez del viento. Sobre todo cuando ‹‹la tierra no pertenece a nadie. Sólo al viento››. Y el viento del desierto sabe instalarse donde le facilitan la entrada. Hoy llega arrastrando las quejas de una población sin trabajo ni libertades, pero la inocencia y la buena fe de los sacrificados siempre termina siendo aprovechado para otros intereses por los sibilinos jinetes que cabalgan tras la duna.

La radicalización de las revueltas que recorren África y el Oriente Medio no son ráfagas de viento, ni brisas mediterráneas, más bien son el preludio de una tormenta que ha estallado y llega hasta el corazón de Europa.

CEUTA Y MELILLA SON CIUDADES ESPAÑOLAS

Su frontera Sur la guarnecen centinelas españoles; Ceuta y Melilla son ciudades españolas a las que los vientos del desierto llegan antes que a ningún otro lugar de España, es decir de Europa. Las bellas palabras se las lleva el viento y a los centinelas hay que cambiarles la consigna. El viento del desierto instala sus fronteras como quiere máxime si los centinelas le dicen “Pase usted la tierra le pertenece”.

En Marruecos el equilibrio es inestable. En España hay también preocupaciones que desestabilizan su unidad y los criterios para abordar temas de especial sensibilidad y riesgo.

Ceuta y Melilla

Las previsiones no son alarmismo sino prudencia y por ello debemos recordar que de España son los dos pilares del puente que une Europa con África, Ceuta y Melilla, tan españoles como los que se apoyan en la Península.

Europa se olvida y mira para otro lado. Nuestra historia con Marruecos es larga y debe seguir siéndolo en ayuda y cooperación. Ambos lo necesitamos.

Guerreros Rifeños

De entrada no dejemos de mirar en todas las direcciones. Agentes de inteligencia, diplomáticos, expertos de salón y otros más listos, despliegan sus antenas y sus artes, buenas y malas, para intentar adivinar el futuro para con el tiempo significarse… “ya lo decía yo”.

No nos limitemos a jugar con los vientos y vigilemos como nos exige la historia y la prudencia.

General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Blog. generaldavila.com

13 junio 2017