EL JEFE DE ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA ANTE UNOS PRESUPUESTOS PARA EL DESARME Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

No lo tiene fácil el general Villarroya, Jefe de Estado Mayor de la Defensa. Por mucho que la ministra del ramo diga estar muy a gusto con la Cúpula, supongo que en los más altos niveles serán conscientes de la dificultad con que  se sostiene la bóveda o cúpula de las Fuerzas Armadas.

Ya he utilizado el símil en otra ocasión y vuelvo a recordarlo por lo urgente de la situación: es más necesario que nunca actualizar el IFF (Identification Friend or Foe).

Un Jefe de Estado Mayor de la Defensa no se examina en las Operaciones, ni en la Balmis ni en Irak. Su verdadero examen es ante la Mesa de Defensa del Congreso de los Diputados, frente a los Presupuestos, lugar donde solo hay dos alternativas: cortar las orejas o que salga Florito con los bueyes.

El JEMAD es un torero al que nunca se aplaude. Los más valientes salen con peores heridas que las de guerra. Los que no salen heridos tiene futuro como novilleros en los Consejos (dando malos consejos).

El pasado día 5 fue la comparecencia del Jemad, general del Aire Miguel Ángel Villarroya Vilalta, ante los diputados que componen esa mesa que llaman de Defensa y en la que también se defienden intereses ofensivos. Esto de la Defensa es un tema que a nadie interesa y de tal irresponsabilidad es de esperar, por el bien de todos, no tener que arrepentirnos.

El general Fernando Alejandre, en enero de 2019, explicó con claridad meridiana ante los señores diputados la alarmante situación de los ejércitos, achacable a la manifiesta irresponsabilidad de los responsables de presupuestarlos. Dio conceptos y necesidades. Explicó nuestra misión y lo lejos que estábamos de tan siquiera aproximarnos a la posibilidad de cumplimiento. Puso en evidencia al sistema. Suele hacerlo con fina ironía: «En mi anterior comparecencia ante ustedes creí percibir en los miembros de la Comisión de Defensa un puntual conocimiento del escenario de seguridad al que nos enfrentábamos…» (El subrayado es mío).

Eso, que en argot militar se llama cumplir con su deber, no le gustó al equipo de la señora ministra lo que provocó que el general abriese la puerta de salida, consciente de la situación, y sin permitir un empujón más.

Sus palabras no se han ido; han quedado grabadas en muchas conciencias.

Es tal la situación de pobreza de las Fuerzas Armadas —la austeridad es una virtud militar, no la pobreza— que, aunque lo pretendiese, el Jemad no puede esconderse. Pobreza material, sin recursos ni previsible mejora, sino todo lo contrario. ¿Pobreza también moral? Queda el  interrogante.

A lo que vamos. Nuevo Jemad. ¿Qué ha dicho el Jemad?

Pues que estamos mal y además hipotecados. Que los programas envejecen y nosotros también, y siempre es más de lo mismo: nada. Que nos engañan con los Programas Especiales de Modernización que se hacen tan viejos y nos endeudan tanto que nunca se cumplen y además cuando finaliza alguno, si es que lo hace, hay que segur pagándolo, está ya caduco, y no es posible iniciar otro. Más tiempo, menos eficacia militar y prolongación de los contratos con la industria. Ese es el truco. Alargar y alargar, envejecer los proyectos.

Para colmo no hay dinero ni para su mantenimiento, cuyas necesidades en este año, en el conjunto de las FAS solo ha podido ser atendida en un 51%. Eso sí, de moral muy bien ¡gracias! (no a ustedes). Algo así como que en los últimos diez años ha disminuido el adiestramiento de la Fuerza Conjunta en su totalidad, por tanto una menor eficacia del conjunto, y hay un menor número de equipos y tripulaciones preparadas para desarrollar sus cometidos superando el umbral de seguridad. Mal, muy mal.

«Tenemos un alto porcentaje de materiales y sistemas inmovilizado por falta de recursos. La inversión en nuevos programas de modernización es necesaria, sí, pero siempre que no vaya en detrimento del mantenimiento del material en servicio».

Barcos y aviones, tripulaciones, soldados y marineros, operaciones, dinero, dinero y dinero.

Ministra ¿de lo mío qué?: Para ti un avión teledirigido, a ti un velero de papel y tú tienes la Brigada XXXV para que juegues al monopoly. ¿Se puede pedir más?

No hay enemigo. No hay misiones. No hay fronteras. «La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento».

«Sobra el ministerio de Defensa». Está claro. Alguien más.

Creo que esto es todo. Esto más o menos dijo el Jemad, quizá con otro tono, claro. Es que no se puede decir otra cosa; lo que sí se puede es modular el tono, no más alto, sino más rotundo y exigente.

Y que ustedes lo presupuesten bien, que viene Biden y nadie sabe como ha sido ni lo que será. Con la OTAN, con la defensa de España, en todos los sentidos; por decir algo.

La bóveda o cúpula de la catedral de las Fuerzas Armadas tiene goteras. Es hora de revisar el IFF.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

23 noviembre 2020

 

 

 

EN EL BARRANCO DEL LOBO… EL RIF General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Abd el-Krim El Jatabi

‹‹En el Barranco del Lobo

hay una fuente que mana

sangre de los españoles

que murieron por España››

‹‹Pero… ¿es que ha terminado la campaña? No, en manera alguna. Lo ocurrido en 1909 no es más que el primer capítulo de una larga historia…

¿Será Alhucemas? ¿Será Ceuta? ¿Será otra vez Guelaya?… No caben predicciones; pero será, será un hecho el que la campaña de 1909 tendrá una segunda, y una tercera, y una enésima parte continuadora›› (Víctor Ruíz Albéniz -Tebib Arrumi).

‹‹El Rif es una caldera y el que meta la mano en él se quemará siempre››, sentenció el Roghi.

¡Alhucemas! Una obsesión. En el camino desde Melilla se opusieron Abarrán, Sidi-Dris, Igueriben… Annual. El nombre en definitiva era Abd el-Krim el Jatabi. Julio 1921. El Desastre.

Después llegó la Legión. Recuperación no del territorio sino de la moral de un pueblo y de su Ejército.

El Peñón de Alhucemas

De nuevo Alhucemas. El Desembarco, septiembre 1925. ¿Fin de la Guerra del Rif?…, ¿es que ha terminado la campaña?

Alhucemas es la capital y el corazón del Rif. Hace meses que se revuelve entre protestas y reivindicaciones. Todo empezó en octubre de 2016 cuando un pescador al que habían requisado su mercancía murió triturado por un camión de basura donde intentó esconder su pesca. Desde entonces las protestas son continúas y preocupan al Rey Alauita. Aquella es la zona más pobre y deprimida de Marruecos. Un ejemplo de lo que es el Rif. El paro y la pobreza asolan la tierra y los rifeños viven en permanente lucha con la dureza de las condiciones de la tierra que habitan. Pero es su tierra y la aman con fervor y fuerza. Las protestas dicen que son de carácter social y económico, pero aquella seca tierra puede arder con una mínima chispa. Es una constante preocupación el carácter guerrero e independiente de los rifeños.

El Gobierno de Marruecos, su Rey, saben que aquello puede no ser un incidente pasajero,  pero no sabemos si están lo suficientemente ocupados en resolver el problema general y de fondo de aquella tierra indómita. Conocen bien a sus moradores y el carácter de un pueblo que no admite más reglas que la de su libertad e históricas costumbres.

Desembarco de Alhucemas

El equilibrio en la zona no es solo un problema marroquí. España tiene que estar vigilante. Los incendios se propagan con la rapidez del viento. Sobre todo cuando ‹‹la tierra no pertenece a nadie. Sólo al viento››. Y el viento del desierto sabe instalarse donde le facilitan la entrada. Hoy llega arrastrando las quejas de una población sin trabajo ni libertades, pero la inocencia y la buena fe de los sacrificados siempre termina siendo aprovechado para otros intereses por los sibilinos jinetes que cabalgan tras la duna.

La radicalización de las revueltas que recorren África y el Oriente Medio no son ráfagas de viento, ni brisas mediterráneas, más bien son el preludio de una tormenta que ha estallado y llega hasta el corazón de Europa.

CEUTA Y MELILLA SON CIUDADES ESPAÑOLAS

Su frontera Sur la guarnecen centinelas españoles; Ceuta y Melilla son ciudades españolas a las que los vientos del desierto llegan antes que a ningún otro lugar de España, es decir de Europa. Las bellas palabras se las lleva el viento y a los centinelas hay que cambiarles la consigna. El viento del desierto instala sus fronteras como quiere máxime si los centinelas le dicen “Pase usted la tierra le pertenece”.

En Marruecos el equilibrio es inestable. En España hay también preocupaciones que desestabilizan su unidad y los criterios para abordar temas de especial sensibilidad y riesgo.

Ceuta y Melilla

Las previsiones no son alarmismo sino prudencia y por ello debemos recordar que de España son los dos pilares del puente que une Europa con África, Ceuta y Melilla, tan españoles como los que se apoyan en la Península.

Europa se olvida y mira para otro lado. Nuestra historia con Marruecos es larga y debe seguir siéndolo en ayuda y cooperación. Ambos lo necesitamos.

Guerreros Rifeños

De entrada no dejemos de mirar en todas las direcciones. Agentes de inteligencia, diplomáticos, expertos de salón y otros más listos, despliegan sus antenas y sus artes, buenas y malas, para intentar adivinar el futuro para con el tiempo significarse… “ya lo decía yo”.

No nos limitemos a jugar con los vientos y vigilemos como nos exige la historia y la prudencia.

General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Blog. generaldavila.com

13 junio 2017