Foros, laboratorios de ideas, palabra de politólogo, expertos e inexpertos, pero la retórica no va a solucionar un problema que cada vez es más complejo: Marruecos.
La visita del presidente, en funciones, del Reino de España al Reino de Marruecos no ha sido, no puede serlo, de vacaciones ni privada. Hay temas de política exterior que nunca pueden pasar de lo político a lo privado para un presidente de una nación. Lo privado es otra cosa y por eso un presidente vive donde vive, viaja como viaja y se le pagan los gastos como se le pagan. El Estado pone a su disposición una serie de privilegios merecidos porque representa al Gobierno de su nación y dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado. Eso realmente hace que su vida privada se limite a serlo de puertas adentro, pero no más allá. Desde que sale por la puerta de su domicilio hasta que vuelve a entrar deja de existir su vida privada.
Marruecos es un problema porque insiste en que Ceuta, Melilla y Peñones no son España, lo que es una gravísima postura y un ataque a nuestra soberanía e integridad territorial. Marruecos es un grave problema y la visita veraniega del presidente una frivolidad.
Por muchas vueltas y bajadas al moro que demos solo hay una palpable y cruda realidad con nuestro vecino del sur. El litigio se llama Estrecho de Gibraltar, dominado por las Columnas de Hércules, el peñón de Gibraltar y el monte Hacho, el dominio de la navegación y puente europeo-africano.
Ni Ceuta ni Melilla ni peñones: lo que cuenta es el control del paso marítimo y los pilares del puente que une las orillas, uno anclado en España y robado a España, el polvorín anglosajón, y el otro, el monte Hacho, en una ciudad española, Ceuta.
En definitiva España no cuenta: Estados Unidos, Marruecos y el Reino Unido nos han echado de su control, se han apoderado de aquellas aguas y van a por sus orillas. Más valdría que en lugar de quejarnos y dedicarnos a las retóricas de estrategas de salón trabajásemos en la solución que exige firmeza y postura clara y común, disuasión política y militar con instrucciones adecuadas a nuestra embajada. Habría que preguntar al hermético embajador de España en Marruecos…
El Mediterráneo es una de las claves de la estrategia mundial, el camino a todas partes, a cualquier lugar, donde se ganan o se pierden las guerras y algo aún más importante, donde se consolida la victoria o la derrota. Solo hay que leer la historia de los acontecimientos. Puede que el Pacífico sea la modernidad de los actuales estrategas económicos y gurús del nuevo hombre, pero el catálogo de las naves, las 1186 naves, se reunirán de nuevo en el Mediterráneo, navegarán hacia el Helesponto y Agamenón llevará el mando al ser el de numerosas naves.
Y no hay más foro de expertos ni laboratorio de ideas para perder el tiempo y crear una retórica vacía alrededor de un problema cuya solución está en americanos y británicos. Que por cierto ellos saben muy bien que gracias a España durante la Segunda Guerra Mundial pudieron dominar el Estrecho, tener las llaves del Mediterráneo sin mayores problemas, y ganar la guerra; que pudo no ser así.
Una acción militar sobre Ceuta y Melilla hoy es impensable, pero no sé mañana; hoy las guerras tienen mucho que ver con la economía, tanto que son la continuación de ella. Lo vivimos tan cerca que no lo vemos y nada hacemos por evitarlo. Mientras más se acerque Marruecos a Europa más lejos de España estarán Ceuta y Melilla. Mientras sigamos sin invertir económicamente en Ceuta y Melilla más nos darán la espalda. Tampoco olvidemos que Perejil no era solo Perejil, sino que la acción iba más allá pero fue el americano quien dijo ¡basta ya!; es quien manda.
La OTAN calla y la Unión Europea dice, pero nunca hace.
La situación en el sur se complica y puede ir a peor si el presidente en funciones deja de serlo (en funciones) y vuelve a (des)funcionar con su actual política de rendición (de cuentas).
El Mediterráneo se calienta y España sigue tomando el sol mientras le quitan las llaves los mismos con los que acude a la reunión de las naves bien armadas para defender no sabemos muy bien el qué olvidándose de defender lo suyo.
¿Dónde estará Agamenón?
Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
9 agosto 2023


