DÍA DE LAS FUERZAS DESARMADAS 2025. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Ni el nombre de España y la bandera mientras más pequeñita… a la esquinita.

Siento encabezar el artículo con este titular. Lo comprenderán enseguida. Los escándalos de corrupción moral y  material tapan asuntos también muy graves de los que nadie se entera, pero que deben ser conocidos.

España durante esta semana celebra  el conocido como «Día de las Fuerzas Armadas» cuyo acto central se desarrollará este próximo sábado en Canarias con la presencia del Mando Supremo de las Fuerzas Armadas: el Rey.

Pues vayan por delante las felicitaciones y buenos deseos, algo difícil de transmitir y reflejar viendo el panorama de nuestra Defensa. De eso es precisamente de lo que pretendo hablarles.

Desde la sede de la OTAN en Bruselas nos demandan el 5%. Es la propuesta seria para la Cumbre de La Haya. España es la única nación que no cumplirá.

Al hablar del tema ya nos señalan, solo a nosotros, cuando piden aplicar el 5% a la Defensa: «…incluidos nuestros amigos  de España». Tan fina como ácida ironía. Saben lo que dicen y porqué lo dicen. España no cumplirá. Saben además algo mucho más grave: no tenemos ni armas ni municiones.

El rearme de  España lo hemos convertido en el mayor acto  de cinismo que se conoce en las Fuerzas Armadas. Aún así nos  permitimos con todo descaro celebrar el «Día  de las Fuerzas Armadas». ¿De qué armas disponemos? Lo hemos repetido hasta la saciedad. No somos principiantes en el tema.

¿De los misiles multipropósito Spike LR2? ¿De los sistemas de comunicación entre las pequeñas unidades? ¿ Del Sistema Lanzacohetes de Alta Movilidad (SILAM), que sustituye a los cohetes Teruel? ¿De las torres del vehículo de combate 8×8?¿De los morteros sobre VAMTAC? ¿De los sensibles sistemas del Ejército del Aire? ¿O de la Armada? ¿Helicópteros de ataque? Por no seguir enumerando sistemas de armas y equipos de inteligencia que utilizan tecnología israelí.

Pues se acabó. El ministerio de Defensa ha confirmado la «desconexión paulatina» de todo lo relacionado con el armamento que lleve el nombre de Israel. «Embargo de armas» le llaman a la grave irresponsabilidad. Porque la desconexión es ¿tecnológica? ¿armamentística? Las armas no funcionan sin tecnología y nosotros hemos invertido miles de millones de euros en sistemas y municiones con tecnología de empresas israelíes que ahora tiramos por la borda sin sustituto a la vista, de manera que romper con ello es dejar las Fuerzas Armadas «Desarmadas».

¿Y ahora quién lo paga? ¿Quién nos defiende? El daño material es altísimo, investigable, pero mayor lo es el daño moral y las consecuencias internacionales, no solamente en Defensa, sino empresariales.

¿Quién nos va a vender tecnología estratégica? Nadie.

Hemos denunciado en este blog numerosas veces cómo nos han retirado de la defensa y vigilancia del Estrecho, como nos han echado del lugar de mayor importancia estratégica para España y que no hemos sabido vender ni defender: el Estrecho de Gibraltar. A nadie en España le importa. ¿A las Fuerzas Armadas? ¿Por qué nunca se habla de tema o se mira para otro lado?

La Defensa en España sabemos que no vende, que a nadie le interesa y que si hay algún interés es por el negocio de las armas. Nada más. Analicen lo que pasa por dentro de la industria de Defensa y comparen con la situación de nuestras tropas y sus carencias en lo  doméstico y en lo otro.

La repercusión de este desarme repentino de España como consecuencia de la «Desconexión paulatina«, del «Embargo total de armas» no es solo en lo material. En estas cosas no hay bromas ni sectarismos, sino intereses. Nadie es aliado de nadie si no es por interés por lo que puedas aportar.  Si nada aportas te vas o te echan. Aquí nadie se fía de una nación que te deja tirado en el fragor de la batalla, literalmente, o rompe las relaciones por un tema partidista y absolutamente sectario, cargado de ideología  que acumula la falsedad que venden. El mundo no acepta traiciones en esta materia.

¿Qué celebramos? ¿Nuestra indefensión?

Se han cargado la política exterior como Estado, se cargan la Defensa, manipulan el Poder Judicial y nos mandan a guerras que no entendemos.

El Rey como mando supremos de las Fuerzas Armadas presidirá y pondrá el broche a estos festejos del «Día de las Fuerzas Armadas». Pues eso: ¡Feliz Día!

Creo que nos equivocamos y sería mejor explicar, alguien, general o paisano, en qué consiste la «desconexión paulatina» y quién nos defiende mientras sustituimos la tecnología por ideología.

Creo que los versos de Calderón, incluso el Credo de la Legión deberían ser revisados. Mejor pedirle a Europa que nos dé otros valores que los sustituyan.

Porque es evidente que aquí todo queda en ni pedir ni rehusar.

¡Cada vez más difícil!

Esperamos que los que vienen, los que ya están cerca, no se encuentren con «el trabajo sucio» hecho y miren para otro lado. No sería la primera vez.

¿Me explico?

Feliz Día de las Fuerzas…

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

5 junio 2025

UN EJÉRCITO EUROPEO General de División (R.) Rafael Dávilla Álvarez

El maestro Sun dijo: «Quien conduce un ejército con poca inteligencia, es pretencioso. Quien conduce un ejército con poco valor, es egocéntico. Quien conduce un ejército sin conocer el camino y traba sucesivas batallas sin darse por satisfecho, si sobrevive es solo por cuestión de suerte».

Inteligencia, valor y preparación nos señala Sun Bin a la hora de dirigir un ejército.

El tiempo permanece con su implacable repetición en el espacio terrestre sin que la fuerza deje de ser el actor principal para que la vida se desarrolle. No es discutible. Es necesaria la fuerza para sostener a la justicia y por tanto ser libres.

El maestro Quijano dijo: «…responden las armas que las leyes no se podrán sustentar sin ellas, porque con las armas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los caminos, se despejan los mares de cosarios, y, finalmente, si por ellas no fuese, las repúblicas, los reinos, las monarquías, las ciudades, los caminos de mar y tierra estarían sujetos al rigor y a la confusión que trae consigo la guerra el tiempo que dura y tiene licencia de usar de sus privilegios y de sus fuerzas. Y es razón averiguada que aquello que más cuesta se estima y debe de estimar en más».

Desde que tengo uso de razón militar recuerdo que nos ponían delante de un mapa para desarrollar siempre el mismo ejercicio defensivo que consistía en un despliegue fantasioso desde los Pirineos hasta un arroyo del río Tajo en Toledo. Era una maniobra retardadora de desgaste que lograba detener al Ejército Ruso, que había invadido Europa, en el arroyo del Guajaraz (Toledo). De allí no pasaban; creo que seguimos esperándolos. Desde entonces el único ataque real que hemos tenido ha sido por el sur, una marchita coloreada y una ocupación; no había rusos.

¿Ustedes creen que nos va a invadir Rusia?

Ahora que echamos a los yanquis, nuestro Estado Mayor de la Defensa debería recuperar aquellos planes defensivos del arroyo toledano y ofrecérselos a Kaja Kallas. Están convencidos, por mayoría absoluta, que Putin llegará a Granada, amenazando Gibraltar, Marruecos y Canarias.

Organizar un Ejército por parte de la Unión Europa para la amenaza rusa es extravagante, imposible y, lo más importante, no viene al caso. La OTAN es suficiente (pendiente de profundos cambios de estrategia) y lo único que hay que hacer es pagar y asumir una industria de Defensa propia sin que cada uno tenga su avioncito, su carro de combate y su vehículo (chino en el caso de España). Más importante que inventarse un Ejército Europeo, por ahora, es tener una retaguardia que lo sostenga, material e ideológicamente. Además de pagar a los soldados lo que en justicia se merecen y no dejarlos abandonados por edad. De todo ello carecemos y cada vez de manera más acusada.

Las Fuerzas Armadas no son el brazo político de ningún partido ni ideología, sino que deberían estar al servicio de todos y eso, que nadie duda, es incompleto y falso cuando su estructura, presupuestos, incluso misiones y capacidades, no son consecuencia de un acuerdo común sino partidista. Lo cual lleva a los vaivenes de los que somos víctimas y a los desajustes de todo tipo en unas Fuerzas Armadas, en este caso las españolas, que no acaban de alcanzar su meta porque no saben muy bien cual es esta. Empezando por su misión, que se duda entre la principal y las que no lo son. Sin un acuerdo en materia de Defensa entre todos los partidos políticos la organización militar carece de lo más elemental: a dónde, por dónde cómo y cuándo. Gasto inútil de recursos, exposición gratuita a graves riesgos. Uso inadecuado y sin consenso de la Fuerza.

Algo así no se puede despachar en veinte minutos y dejar fuera a parte de los españoles. Estamos dispuestos a crear un Ejército para luchar contra el cambio climático.

Pues si esto es y será, y de ello somos conscientes, sin ponernos de acuerdo dentro de nuestra propia nación, ya me dirán cómo hacerlo entre 27 que forman la Unión Europea; por cierto, entre ellas no está el Reino Unido.

Bueno será que se hable de la Defensa de Europa, que se saquen conclusiones de su necesidad o no, de los cambios a introducir,  pero a ningún lugar conducirá hacer mudanza en tiempo de crisis y, por tanto, en estos momentos, mejor sería llegar a un acuerdo inmediato con los Estados Unidos antes que ponerse a discutir si son galgos o podencos.

La creación de un Ejército propio en Europa abre numerosos interrogantes y a día de hoy parece un imposible sin apoyarse en la organización  de la OTAN que de una u otra manera dispone de los elementos esenciales para dirigir una estructura militar. Suponemos que ese sería el comienzo si es que lo hay. Ir sustituyendo lo anglosajón (¿Reino Unido?) por mandos de los ejércitos de la UE. Revisar las estructuras, los objetivos estratégicos y la industria de Defensa. Un Ejército cuya única misión sea defendernos de la invasión rusa (y del cambio climático) es absolutamente absurdo, ineficaz y fuera de lugar cuando los peligros del futuro están en otros lugares más al sur. Un ejército tan previsible es un ejército derrotado.

La disuasión nuclear, únicamente en manos francesas, es una auténtica sinrazón; nunca será de Europa. El Reino Unido es una incógnita, fiel a los EEUU. Y esa es otra derivada ¿aliados o no de los Estados Unidos? ¿Nos quedamos desnudos ante el poder nuclear? ¿Qué disuasión ofrecemos?

Todo lo que vivimos es una locura y una vez más se demuestra que «La paz no es la ausencia de la guerra, es una virtud, un estado de la mente, una disposición a la benevolencia, la confianza y la justicia» (Baruch Spinoza).

Se ha hablado de paz y Europa se va a la guerra. Con todas  sus consecuencias. Sin preguntarnos. Europa nunca lo hace. Apaga incendios donde no los hay.

Un Ejército es propio de un Estado y la Unión Europea a día de hoy no va más allá de una Alianza de normas y dineros, no es un Estado, por lo que habría que pensar en una ley muy compleja y difícil de acordar ya que el poder de la Fuerza es mucho poder cuando no hay de manera clara uno que mande. ¿Quién manda en Europa? ¿Uno, dos o veintisiete?

Para empezar es necesaria una firme voluntad: voluntad de defenderse con las armas, para lo que hay que fabricarlas sin dependencia de otros, y disposición a utilizarlas más allá de ser solo un instrumento de disuasión que deja de serlo cuando descubres el temor a su empleo. Quedaríamos en una situación de grave riesgo nuclear.

Europa ha vivido de espaldas a la guerra y abandonó su defensa entregándose a la exigencia de la norma sin la fuerza. Ahora que las circunstancias exigen la Fuerza parece que llegamos tarde. ¿O se equivoca de enemigo? Siempre quedará el interrogante de si este enemigo que ahora descubre Europa lo es o no lo es. Está por descubrir la voluntad y la unidad ¿contra quién?

Bueno será un Ejército, pero de nada servirá si no sabemos para qué ni contra quién. Todo ello sin tener la base de una Cultura de Defensa Europea que muchas naciones desconocen y otras que intencionadamente están desmilitarizadas en su concepto fundamental, entre ellas España.

No es fácil diseñar un Ejército para la guerra que viene. Sin esta claridad de ideas todo lo que se invierta será tirar el dinero. Las guerras no se ganan con los cañones, sino con la inteligencia, la una y la otra, pero sobre todo la que nos dice donde ejercer el esfuerzo principal, que no tiene porqué ser en cañones; la ideología mata más y mejor.

En Europa hemos estado años, demasiados, sin saber lo que necesitábamos en materia de Defensa porque dudábamos de su necesidad creyendo que la guerra era cosa de otros. Aquello del esfuerzo del 2% del PIB fue una trampa que nunca llegó a ponerse en marcha. Hubo dos razones que aún se mantienen: la ideología y la falta de un criterio único. Esto es un gran impedimento y presenta un negro futuro, mucho mayor que el riesgo a un posible ataque armado, ya que la ideología y falta de acuerdo lanza a diario su ataque contra Europa de manera invisible, programada, bien encauzada y dirigida por todas las direcciones, sin que la invasión sea vista como un ataque sino como una cultura. Europa quiere armarse por un lado cuando ya ha arriado la bandera en sus fronteras y ha perdido la identidad. El ataque está triunfando y nosotros en retirada, otros ocupan nuestras antiguas posiciones. Más que defenderse habría que atacar para recuperar lo perdido.

El escenario que se vislumbra requiere tomar medidas, eso es indudable, pero nunca suele coincidir lo necesario con lo posible. Confundir esto a la hora de ponerse a hacer planes militares es ir derecho al fracaso al no tener claro, ni poder materializarlo caso de tenerlo, el concepto de empleo de las Fuerzas Armadas. Ahora no se trata de hablar de lo que nos gustaría tener, ya es tarde, sino hacer frente a la situación de debilidad que tenemos y maniobrar con inteligencia para mediante las alianzas, el esfuerzo común bien definido, y los propios ejércitos bien diseñados y atendidos, alcanzar la situación deseada.

En cuestiones de Defensa programar como si ya tuviésemos el dinero es fracasar incluso a corto plazo. España lleva años con los Programas Especiales de Armamento y solo ha logrado mucha deuda y pocas armas y municiones. Jamás hemos aceptado ni acordado una ley de programación y financiación de la Defensa que hemos dejado en manos de ideologías, distintas, incluso enfrentadas, que es quedar en manos del adversario.

Europa debe empezar no marcando un 2% o más, sino creando un escenario económico estable para financiar la Defensa. La cifra será en función de la necesidad y no ajustar la necesidad a la cifra que ahora sin sabe porqué se ha dado: 800.000 millones ¿A qué responde?

Se hace imprescindible además de las partidas presupuestarias por nación, tener en cuenta la posición estratégica de cada una y por tanto la misión que le corresponde dentro del conjunto. Una Europa influyente no puede tener un Ejército que sea un tapón absurdo contra Rusia olvidándose de otras responsabilidades quizá más graves y de mayor peligro. Desplegar toda una estrategia contra alguien no deja de ser una atrevida provocación cuando no un desconocimiento total de la historia y su futuro. Hay mucho de esto entre los dirigentes europeos. No ven más allá del paisaje de su ciudad. Es necesario definir los esfuerzos de cada uno, asignar medios y misiones. Lo defensivo, de entrada, nunca debe ser expansivo ni provocador, solo disuasivo.

Nos queda la duda. No la resolverán porque no lo saben. Vaguedades, incumplimientos, abstracciones, normas y más normas. Ni una Estrategia de Seguridad. ¿Con la OTAN o sin ella? ¿Desaparece la OTAN? ¿Acaso los Estados Unidos han denunciado el Tratado de Washington? ¿Si la Unión Europea puede ser una alternativa por qué Finlandia y Suecia han entrado por la vía de urgencia en la OTAN y Ucrania busca su salvación en ello? ¿Y si aparece una nueva, o se expande por el sur, con Marruecos, Reino Unido (Gibraltar), (SATO)?

Tropas, Mando y control, armas, inteligencia, ciberdefensa, ciberespacio, tecnología… Eso no es un Ejército.

Un Ejército requiere permanencia, soldados motivados, con voluntad de vencer, virtudes, territorialidad y valores por los que dar su vida.

Un abanderado y una bandera a seguir.

Todo ello contando con una retaguardia que los apoye.

Pregunten. Imposible. No existe, no es posible un Ejército de 27. Ni siquiera de dos.

«Para ganar hay que tener voluntad de vencer, sin olvidar conocer la medida de las posibilidades y siempre prefiriendo concretar lo bueno, pero posible, antes de emprender la consecución de algo mejor, pero imposible».

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

10 marzo 2025

 

LAS LISTAS ELECTORALES DE LOS PARTIDOS. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El que piadoso desengaña amigos

tiene mayor peligro en su consejo

que en su venganza el que agravió enemigos.

Por esto a la maldad y al malo dejo.

Vivamos, sin ser cómplices, testigos;

advierta al mundo nuevo el mundo viejo.

(Francisco de Quevedo).

Hay lugares de los que nadie se va contento. Uno de ellos es la política. Hay otros; pero de ese hablaré en ocasión más propicia.

El agradecimiento a los servicios prestados es el mayor de los desagradecimientos; en política es peor; ni eso. Cuando pueden sacar partido de ti, el partido lo hace, cuando no, o se inventan algo, que filtran, o te mandan el motorista.

En política, y otros menesteres, diría que para todos, más vale guardarse siempre una carta. Saber y amenazar. Dormir con la Iliada bajo la almohada, cerca de la daga. La daga es buena compañera, sobre todo en el mercado de dagas, y si no vean como en el ministerio de Defensa se guardan la ropa unos a otros mientras nadan por ríos y mares distintos; de dagas. Unos entran y otros salen, pero a todos les esperan los misiles, la industria de la aeronaútica, o la patronal de la industria de Defensa; incluso los uniformados, buenos y obedientes, que se han movido bien en sus pozas, acaban en Santa Bárbara, Expal, Global Training Aviation, Oesia Network, Navantia, General Dynamics, y yo que sé en cuantas dagas más. En fin, un chollo, lo que se dice un chollo. Estas cosas del armamento dan mucha munición. El último que ha usado la puerta giratoria ha sido tan rápido que casi no ha dado tiempo a hablar de él. Era Secretario de Estado de Defensa y el paro no le ha durado ni un día. Escribano Mechanical, o algo así, le abre sus brazos. Estos sí que se van contentos, seguros de su valor político que ahora será su gran aliado y que, desde su bien remunerado puesto, mirarán por encima del hombro a sus compis.

Miro las listas de los partidos para situar a los generales al frente de sus tropas. Los ya rentabilizados van a Europa, a sus ejércitos de descanso. A vegetar, cuando debería ser el lugar donde se diese la batalla más importante.

Al resto me gustaría avisarles de que las tropas están cansadas y abatidas, que ven enemigos por todas partes y se sienten rodeadas. Que de la principal hazaña están desengañados porque no hay respuesta a la obediencia. Que las batallas dejan heridos y heridas incurables; que son tropas que se han sentido muchas veces abandonadas y engañadas. Que hay mucho desencanto en el frente.

A los que repasan las listas y en ellas ya no se encuentran. A los que se alegran al verse. A todos es bueno recordarles que una vez terminado el juego, rey y peón duermen en la misma caja. Así fue y así será por los siglos de los siglos. Y así decía Quevedo y ni caso le hacemos.

Vivamos sin ser cómplices, testigos;

advierta al mundo nuevo el mundo viejo.

Y el que piadoso desengaña amigos…

Cosas de la política, de ahora y de antes. Ahora y antes es siempre.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

3 abril 2019