ATAQUE DE LA INTELIGENCIA A LA PLAZA FUERTE (ULTIMA RATIO REGIS). General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

De información (Inteligencia), que es poder, todos están hambrientos y dispuestos a pagar cualquier precio. No hay exclusividad. Es un combate a muerte. Hace unos años se inició una guerra cruel, sucia también, entre los que deberían evitar el conflicto precisamente por disponer de la información (Inteligencia) que lo permite. Ha tenido gravísimas consecuencias para esta nación llamada España por hacer uso de ella premeditada e indebidamente.

El conjunto de la nación se viene abajo y esta guerra es culpable en máximo grado. Sus generales también. En la guerra confundir la táctica con la estrategia es corriente entre los malos generales; que alguno llega a creerse el futuro de la nación. El dinero y el poder le gusta a los que solo van uniformados por fuera.

La información debida, el conocimiento de hechos transcendentes, se confundió con el cotilleo. Claro que muchas veces cuando entras en el mundo del cotilleo obtienes transcendente información ¿o será al revés?

La información que mayores resultados da es la que se obtiene de cintura para abajo. Lo dijo en una reunión alguien que sabe mucho de eso (ahora más, por su poderoso). No creo necesario recordar qué reunión fue esa y quiénes los reunidos. Son una masa gravitatoria. Para nuestra desgracia, de máxima actualidad. La crítica situación lleva envuelta la gravedad de lo que les cuento.

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Al finalizar la guerra civil española, allá por los años cuarenta, empezaron los trabajos para artillar el Estrecho. Nos lo cuenta con detalle el general Martínez de Campos, Duque de la Torre, en su magnífico libro Ayer, donde, desde su puesto de jefe de la Reserva General de Artillería y Gobernador Militar de Cádiz, refiere una anécdota imprescindible .

El artillado se estudiaba con gran secretismo y máximas precauciones. Entre los traslados secretos de los cañones de artillería estaban varias piezas que iban de Galicia a Cádiz, algo que sospechaban se había divulgado excesivamente. Para comprobarlo el general mandó llamar a un joven oficial de artillería con el que mantuvo la siguiente conversación.

—Se está desmontando en el Ferrol una batería que ha de llevarse a Palma de Mallorca. Nadie conoce su destino, pero a fin de asegurarme de que el secreto se mantiene, va usted a tomar el tren mañana mismo, pasarse cuatro días en el Ferrol, indagar discretamente sobre a dónde va la batería y traerme luego el resultado de su gestión.

Pasaron ocho días, y al cabo de ellos, el oficial volvió del Ferrol.

—Mi general, he cumplido mi misión. Puede V.E. estar tranquilo. Todo el mundo, en el Ferrol está convencido de que las piezas desmontadas saldrán muy pronto para Cádiz.

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En estos últimos años algunos-todos saben de la guerra abierta entre los ejércitos de la Información-Inteligencia, que en ocasiones han manejado los que más tienen que ocultar, y que se ha llevado a cabo con todo el ruido mediático que exige la discreción y el secreto. Las consecuencias, y las bajas, las estamos viendo; vislumbramos las de plazo medio con los cambios ya patentes y los previstos traslados. El desarme de las piezas es tan evidente como secreto.

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No está muy claro si, al fin, la justicia-popular sabe el destino de los sirvientes (Ultima ratio regis) y necesario será asegurarse de que el secreto se mantiene a voces. Constatamos que la evacuación de la plaza fuerte está en marcha.

Todo el mundo en el Ferrol está convencido de que las piezas desmontadas saldrán muy pronto para Cartagena.

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General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

8 marzo 2021

Blog: generaldavila.com

 

 

DIVIDE ET IMPERA COSAS DE LA LIBERTAD General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Un periódico de tirada nacional…

Hace unos años un periódico de tirada nacional mantuvo una permanente guerra abierta contra el Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME) y contra el mismísimo Ejército de Tierra. Toda la información era para desprestigiar la persona del Jefe del Ejército o dar noticias negativas sobre la Fuerza. La mayor parte de las informaciones eran falsas o, peor, medias verdades. Para orientarles y situarles en el tiempo les daré un ejemplo.

El diario en cuestión se empeñó en difundir que la Unidad de la Legión que fue a Perejil perteneciente al Tercio Duque de Alba de guarnición en Ceuta tuvo problemas con los legionarios de religión musulmana al negarse estos  a ir a cumplir esa misión. Absolutamente falso y sin base alguna. Esa noticia que el diario basaba en informaciones del ministerio de Defensa la habían sacado de un periódico marroquí muy ligado al Partido Istiqlal. Es solo un pequeño ejemplo, pero hay muchos más. Los ataques contra el JEME eran de tipo personal y con mala intención.

Ante tales hechos incomprensibles el Jefe del Gabinete de Comunicación del Ejército, con la debida autorización, invitó al periodista que habitualmente daba las noticias militares a un almuerzo.

Todo quedó meridianamente claro.

La publicidad en los medios

El ataque estaba dirigido por el director del periódico cuyo apodo no voy a dar para evitar pistas. He decidido contar los hechos sin nombrar a los protagonistas mientras no sea necesario.

Resulta que el Jefe del Ejército había tomado la decisión de retirar las esquelas de militares fallecidos de ese periódico y por lo visto aquello era un quebranto para el diario. Así que ni corto ni perezoso, sin previo aviso, declaró unilateralmente la guerra mediática al Ejército y a su Jefe.

¡Pero hombre! ¡Haberlo dicho antes! Convertir las defunciones en un combate tan sucio no merece la pena. Así que, arreglado el asunto. Se vuelven a poner las esquelas y el muerto al hoyo y el vivo (en este caso el director del periódico) al bollo.

En fin, simple anécdota ¿o no?

Era una época en la que empezaba la guerra mediática por el poder. Divide et Impera. Larga ha sido hasta conseguir el objetivo. Se concentra el poder después de derrotar por inanición (publicidad) a los pequeños y todo queda en manos de los poderosos. Pastel repartido. Si nos ponemos a analizar de qué vivimos y de qué nos informan, la cosa se ve meridianamente clara. 1 y 2 prácticamente no cuentan, aunque una de ellas nos reconforta después de comer. 3 y sexta luchan amistosamente con 5 y cuatro. Detrás se sitúa la información en  papel que queda relegado al deporte y a números repartidos por los centros oficiales.

Así se resume el nuevo poder, el de siempre, pero bajo el severo control de muy pocos que mantienen entre ellos un equilibrio vigilante. Detrás viene un interminable ejército de digitales que se pierden en la división y en cortos titulares sin el apoyo de la artillería ni aviación.

Estamos bajo la dictadura de lo que nos quieren contar y como contarlo. Pactan, aprueban, facturan, dialogan, mientras el infante, el de a pie, se somete a sus decisiones con el único valor de una esquela en blanco pendiente de rellenar. Incluso dan a conocer e impulsan a ciertos personajes. A la vista está.

Las televisiones concentradas en dos poderosos ocupan todo el espectro de gustos e ideologías mediante canales extremos.

Las televisiones concentradas y abarcando espectros extremos

La información es poder. Sin duda. Lo vemos a diario. Concentración de las televisiones en dos. Ocupan todo el espectro de gustos e ideologías mediante canales extremos. El dinero les apoya, es el suyo, el que guardan y protegen como esqueleto de su sistema. Crean y destruyen en función de sus intereses ¿solo económicos? Los intelectuales no ‹‹molan›› porque su jerga no se entiende. Un diario deportivo sigue siendo el más vendido, aunque poco, como todos, pero es el índice de nuestras preferencias.

¿Qué nos queda? Les invitaría a apagar el televisor y volver a los clásicos.

Sigo apostando por lo que siempre nos decía mi abuela: ‹‹niños leed que los libros son pan››.

Para unos el pan son los libros mientras que para el poder somos simples esquelas… de las que se alimenta. Despachos ocultos, oscuras programaciones, poderosas conversaciones. Desde sus púlpitos predican el valor moral y material. Lo mismo venden una hipoteca que te dan un mensaje sobre cómo enfocar vida y sentimientos. Buscan uniformidad, un único pensamiento.

Apaguen el televisor… y lean

Divide et Impera se resume en 3, cuatro, cinco y sexta. Mangueras de la información.

¿Qué pensarán ese 20-30% de la España silenciosa que no vota y cada día está más rebotada?

Solo sé que cada día somos más y la calidad aumenta en silencio.

Todo, dicen, está en los libros. Yo añadiría que es bueno que cada uno elija los suyos y no siempre dejarse guiar por lo que lo que desde los púlpitos del poder te recomiendan. Esto pasa con los libros y con la vida en general.

Son cosas de la libertad.

General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Blog: generaldavila.com

28 junio 2017