NO PASARÁN. General de División Rafael Dávila Álvarez

 

Estamos en vísperas de elecciones.

-¿Qué pinta tiene los sondeos que tenéis? (Gabilondo)

-Bien. Sin problemas. Lo que pasa es que nos conviene que haya tensión (Zapatero)

¿Lo recuerdan? Habrá elecciones (acordado en La Mareta). La violencia preelectoral está aquí anunciándolas.

Podría darles una clase teórica sobre la guerra subversiva de esas que enseñaban en la Escuela de Estado Mayor o editaba en folletos el Servicio Central de Documentación (SECED) de la Presidencia del Gobierno cuando era preludio de CESID y más tarde CNI; luego les explicaría como luchábamos contra la ETA y como morían compañeros un día y otro también mientras se gestaba la traición que hoy vivimos. Los asesinos dirigen ahora.

No es necesaria la teoría. España ofrece en los últimos años un proceso planificado que sirve de ejemplo a seguir para subvertir la ley y el orden.

El proceso político en España desde la Transición hasta nuestros días es la mejor lección de cómo procede y actúa la subversión, sin catálogos ni teorías. Solo es necesario criminalizar el proceso, es decir atribuir carácter criminal al proceso de enseñanza, formar bajo el espíritu del odio, tener paciencia y un bien remunerado puesto de trabajo en el partido desde jovencito. Mamar en casa la leche agria de los pechos de venganza.

El sistema educativo español ha sido tan vilmente manipulado que ha logrado que nos odiemos entre españoles y que reneguemos de nuestra historia y cultura. Al final se piensa solo en la intimidad mientras con el conjunto se utiliza lo que mejor convenga. Eso es el mayor ataque a la libertad que una sociedad impone. Es la dictadura social que dicta sentencia.

En este momento político te imponen una doctrina de partido que debes acatar o estarás del otro lado. Pero resulta que las dictaduras sociales se sustentan en el secreto y en la mentira. Construyen un relato al que debes quedar sometido. Cada mañana se reparte, como antes el pan, un esquema de lo que hay que transmitir. Lo reciben desde el general en jefe hasta el jefe de los sindicatos.

Nada es verdad. Todo responde al interés del «Partido» del que siempre se saca tajada si eres fiel y sumiso. Recibirás prebendas si así eres. Hagan un repaso de las últimas fidelidades desde Zapatero. La lista es larga y la ocupan nombres del poder, de poder. todo el poder; con y sin graduación. El día que alguien se atreva a publicar la lista con hechos y deshechos abandonaríamos aquello de «Todo por la Patria» al descubrir el engaño. Era otra cosa, todo por otra cosa. Traición, robo, crimen organizado, prostitución y droga.

¿Exagero? Me quedo corto. Mis ojos ya no lo ven todo y mi memoria se pierde en el oscuro ponto de la odisea.

Contemplaba el domingo como se organizaba la violenta manifestación en Madrid para reventar la Vuelta ciclista a España con la escusa de Gaza. Las caras eran una  muestra de la entrada en combate. Se distribuían y para cualquier conocedor del tema era fácil adivinar como tomaban posiciones, distinguir a los jefes de pelotón, de sección y de compañía. Los generales estaban a la vista y el Estado Mayor mandaba las órdenes por un wasap encriptado. Todo organizado y dirigido desde lo más alto. El objetivo no era Gaza. la bandera era una simulación, el relato era breve y sencillo, el puño en alto: No pasarán.

Madrid deseado. Madrid es un objetivo muy sufrido, zarandeado como ninguno. Bella y misteriosa ciudad que guarda al completo la cultura de Europa entera. Ni París es comparable. Lleva mal esta gran ciudad que la importunen con vallas o mosquetones. No pasarán no es un lema muy madrileño, porque la capital es un ejemplo para el mundo. Brilla más que Nueva York, más que París y Londres juntos.

Quieren Madrid, les obsesiona la capital del Reino.

No pasarán. Todo estaba preparado, como si la guerra que iniciaban fuese un festivo domingo de cultura subversiva. Había que reventar la capital. ¡A la Sierra que viene por el Guadarrama!

Pregunté por Gaza y era un lugar muy lejano hundido en el relato, no supieron situármelo geográficamente ni conocían el asedio al que la sometió Alejandro.

No pasarán.

Armas. Hablamos de armas y municiones. Ellos hablaban de piedras lanzadas por la boca y apretar hasta el límite del precipicio para que te lanzases sin remedio. España depende de las armas con tecnología israelí y tenemos firmados muchos contratos claves para la Defensa de España. ¿Para qué? Somos indefendibles.

«No tenemos ya contratos de armas con Israel«. Se han cancelado todos. Mentira. No se han cancelado todos.

La dependencia tecnológica es absoluta. España no tiene sustituto para asumir la defensa contracarro basada en el SPIKE LR2 israelí de los que se compraron 168 sistemas. Si se ha roto el contrato ¿los hemos devuelto? ¿nos han devuelto los casi 300 millones? ¿con qué material los hemos sustituidos?

¿El contrato de los lanzadores de alta movilidad (SILAM/PULS) de la empresa israelí Elbit (600 millones) sigue en vigor? Caso de ser así, ¿quién va a proporcionar esa tecnología?

¿Las mira/láser designadores de tiro para los eurofighter? ¿Torres de los vehículo 8×8? ¿Radios E-lynx para vehículos y pequeñas unidades?

En fin nada sabemos de la situación de nuestra Defensa. Todo está bajo la niebla de un secreto inconfesable que por un lado violenta las masas –No Pasarán– y por otro compra gas a Rusia como nunca o pone en riesgo los planes de las Fuerzas Armadas.

Mienten, nos mienten.

La oscuridad se cierne sobre un Ministerio de Defensa que oculta hechos muy graves y no sabemos para qué está la Mesa de Defensa del Congreso donde ningún parlamentario de la oposición pide cuentas. Tampoco nos ofrecen sus sospechas a través de los medios de manera que obliguen al Ejecutivo a descubrirse. Señores de la oposición: esto también va con ustedes. ¿Es INDRA quién se asoma al futuro socialista? ¿Nos pueden aclarar en qué campo se mueve la industria de Defensa?

Hay para todos. A la Cúpula Militar es exigible preguntarle en cuantos años se han retrasado su planes de modernización y como es enfrentan ante una posible guerra en Europa.

Creo que ayer en Madrid la violencia del ejército de «manifestantes» mostraba a lo que se enfrenta España; el tema está muy claro porque cumplen a rajatabla lo que le dice el amo ¿o era el puto amo?

Nosotros ni sabemos ni queremos. ¿Hemos perdido la bandera y la dirección? ¿Quién manda? ¿Quién nos habla? ¿Quién nos abre los ojos en esta niebla de secretos inconfesables?

¡A las barricadas que hay elecciones y se impone ganar o reventar Madrid!

22 policías heridos. ¿La culpa? De La Mareta. El vaivén del tren a punto de descarrilar.

General de División Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

16 septiembre 2025

ESPAÑA ANTE LA GUERRA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

De la guerra es de lo que tratan los militares y de lo que deben saber.

Claro que estábamos en una guerra y ha aparecido otra distinta. Hacíamos la guerra que fue y nos olvidamos de la guerra que venía. Vivíamos en el mundo de Yupi y apareció el mundo de Putin.

La guerra es pura energía, sin más arte que la ciencia y la tecnología. ¿Para qué queremos el arte? Es cosa antigua. Habla la fuerza que transforma el arte en ferocidad, en devorador de almas.

«Que un ser humano sea una cosa es, desde el punto de vista lógico, una contradicción; pero cuando lo imposible se ha hecho realidad, la contradicción se hace desgarro en el alma» nos dice Simone Wail en el sobrecogedor La Ilíada o el poema de la fuerza.

La nueva guerra trata de convertirnos en cosa, pero la paz, que así llamamos, se ha convertido en un camino en que «el pensamiento no tiene lugar, no hay justicia ni prudencia».

Se requiere pensar antes de armarse para la guerra. Como no: guerra.

Los presupuestos del Gobierno de España para la Defensa del año 2023 deberían serlo para la guerra, pero lo son para la Industria. Algo es algo. Claro que la guerra es distinta de lo que era y ahora la ciencia y la tecnología han acabado con el arte. Fuera generales y almirantes, es el momento de los hackers, de las empresas tecnológicas y de las pantallas, de la guerra de los dedos que señalan y destruyen abandonando toda vinculación emocional. Guerras convertidas en videojuegos sangrientos. Peores ejércitos y mejor tecnología.

Las estructuras de los ejércitos han cambiado y si no, deben hacerlo pronto; sus unidades encuadrar otro tipo de combatientes; los uniformes ya no distinguen a los guerreros; sus armas tampoco. Algo de esto apuntaba el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) (Jefe de Estado Mayor y no Jefe del Estado Mayor; la aclaración es de escuela, pero en el Congreso aún no han asistido a esa clase… de gramática).

Hay una satisfacción generalizada por el aumento del Presupuesto de Defensa para las Fuerzas Armadas: un 25´8 % más que el año anterior. El JEMAD se hacía eco de ello. Algo extraño cuando en el Gobierno están los antiotan, antiespaña y los miliKK. Algo no cuadra y la razón no está (solo) en la presión internacional, de la OTAN y de los Estados Unidos de América, que sí, pero también que no, que hay que adivinar otras razones.

Oyendo al Almirante Jefe de Estado Mayor de la Defensa hemos descubierto el fondo de la cuestión. Claro y correcto, complaciente y educado a lo militar, ha desplegado ironía en lo que otros nada han entendido. Todos se han ido muy contentos sin penetrar la gravedad de las palabras suaves y conciliadoras del almirante que eran munición guiada.

¿Guerra de Ucrania? Otro día, si a la ministra le parece bien, les hablo de ella, venía a decir el JEMAD, aunque recalcaba que él apuesta por la vía diplomática para resolver el conflicto sin decirnos quién debe iniciarla y en qué condiciones. Otra vez será.

La de España es otra guerra, señalaba: el Sahel.

Parece ser ese el horizonte del esfuerzo bélico español; al menos eso se entiende entre líneas, en el lenguaje que queremos adivinar con una alta dosis críptica e irónica que empleó el almirante durante toda su intervención. Apunta que allí, en el Sahel, está Rusia (los chicos de Wagner), alarmándonos a algunos, a los menos, porque en ese momento daban las dos y media y alertó el presidente de la mesa de Defensa que las tripas sonaban, quizá por el esfuerzo que tuvo que hacer ya que toda la comparecencia se la pasó en digital lucha con su móvil ¿Jugaría a los barcos).

Hay que escuchar la intervención completa del almirante y sobre todo las respuestas a las preguntas planteadas por los miembros de la Mesa de Defensa de los distintos partidos para llegar a la conclusión final y más preocupante: nuestra guerra no está en Europa. Nuestra guerra es el Sahel. Visión estratégica adecuada que parece que no le interesa a la UE ya que desaparece de la zona, pero como muy bien dice el JEMAD, cualquier desestabilización en la zona nos afecta como nación soberana y afecta a la UE.

Al fin reconoció, con humildad franciscana, que las guerras de «alto nivel» son para la OTAN, es decir EEUU, y las de tapar agujeros, crisis de «bajo nivel», para la UE; realmente no entendí muy bien al Almirante Jefe de Estado Mayor de la Defensa.

Más dinero vamos a tener. ¡Gracias! A ver qué ocurre. Aquí hay gato encerrado. Dejemos que corra la legislatura. Que corra la guerra incierta.

No es bueno alargar los artículos así que lo dejamos para otro día. Hablaremos del Gobierno y de su Presupuesto industrial, que no militar. Hablaremos del mantenimiento, de la infraestructura, de los acuartelamientos, entretenimiento, endeudamiento, de …miento, y hasta de la Cultura de Defensa ¿presupuestada, precintada o umedificada?

Para terminar solo un detalle mí querido almirante. Alguien le preguntó sobre los sueldos de los militares, de todos, y quedé sorprendido ante la respuesta. Algo así —Eso lo llevo oyendo hace cuarenta años… No seré yo quien se oponga a revisar los sueldos…

Creo que el Jefe máximo de todos los militares no solo no debe oponerse, sino luchar por ello antes que por otra cosa. Esta es la respuesta que esperábamos.

—Lucharé con todas mis fuerzas, como estoy haciendo, para que los militares tengan el sueldo digno que les corresponde y se aumenten de inmediato sus retribuciones.

Seguro que lo hace y fue un simple despiste en sus palabras tan correctas y adecuadas para los oídos de los, contados con los dedos, señores diputados que asistían su comparecencia en la Mesa de Defensa del Congreso.

Llego a la conclusión que todo esto de la Defensa y de la guerra, le importa un bledo; a todos.

Menos a los soldados que lo sufren.

Hasta que truene.

«Imitad a éstos ahora vosotros, cifrando la felicidad en la libertad, y la libertad en la valentía, sin inquietaros por los peligros de la guerra. Quienes con más razón pueden ofrendar su vida no son aquellos infortunados que ya nada bueno esperan, sino, por el contrario, quienes corren el riesgo de sufrir un revés de fortuna en lo que les queda por vivir, y para los que, en caso de experimentar una derrota, el cambio sería particularmente grande. Para un hombre que se precia a sí mismo, en efecto, padecer cobardemente la dominación es más penoso que, casi sin darse cuenta, morir animosamente y compartiendo una esperanza» (Tucídedes. Oración fúnebre de Pericles. Historia de la guerra del Peloponeso).

No cabe duda que hay que luchar:

Así es como acaba el mundo
Así es como acaba el mundo
Así es como acaba el mundo
No con un estallido sino con un quejido.

T. S. Eliot, 1925

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

24 octubre 2022