MESSI LLORA, LLORA Y LLORA… POR DINERO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Dejar de escribir es tentador. Quiero decir que a todo se acostumbra el cuerpo (y el alma); tentado estaba de hacerlo. Si no lo hago es porque sé que hay unos cuantos que me señalan y se indignan porque este humilde general retirado diga lo que le venga en gana. Eso me motiva; que para silenciarme ya me valgo solo, cuándo, y dónde me dé la gana. Con mis seguidores me basta y con sus comentarios, fe de que España no está sola. Este blog no está en la Liga de Campeones, pero doy también fe de no estar solos.

Hablando de fútbol y en pleno verano no sé si las lágrimas de Messi les habrán servido de refresco. Son una mueca heladora.

Saben el chiste. Se lo recordaré ya que ahora no hay mili. El coronel de un Regimiento pide que lleven a su presencia al soldado más valiente para una misión secreta y de mucho riesgo. Debe ejecutarla el soldado más valiente del mundo. Los que van llegando no superan la prueba que el coronel les ha puesto para sopesar su valentía:

-¡Soldado tíreme de la barba! ¡Es una orden!

Ninguno se atreve.

Al final llega un soldado bajito, con aspecto de poca fiereza, como si nadie fuese. Ante la orden de su coronel y dada su pequeña estatura, prácticamente se cuelga de la barba y al coronel el dolor le provoca que una lágrima corra por su mejilla. No se achantó el valiente y casi de puntillas sobre el rostro de su jefe se atrevió a espetarle:

-¡Y no me llores, no me llores!

Esto del fútbol es como lo vulgar, que es lo cotidiano. Un espectáculo que por encima de todo es un negocio; nada más.

Hubo una época en la que me gustaba el balompié. Ahora menos, aunque siempre me atrevo a entrar en las tácticas de los entrenadores que recuerdan a las batallas y sus maniobras de enfrentamiento. Un entrenador es como un buen general, es decir un buen capitán, un mando en definitiva que sepa aprovechar los recursos. En el fútbol, como en casi todo, el recurso es el dinero. En la guerra depende. No es cierto lo de Napoleón: dinero, dinero, dinero. Quizá el Emperador se adelantó a sus tiempos; ahora puede ser que eso del dinero sea para todo, hasta para predicar. Menos para la guerra donde a base de dinero se pierde la vida, unos por dinero, otros por algo que ya hasta tiene precio: el honor. A Napoleón, de la misma manera que le hicieron ganar batallas, le derrotaron pobres soldados que ni para eso tenían, ni para ser del oficio peor pagado y valorado del mundo: soldado. El honor es lo que tiene. Antes el dinero era eso, dinero; ahora es hasta un honor depositado. La cuenta corriente respalda todo.

A un pelotón de soldados le une todo menos la paga. A un pelotón de futbolistas lo que más les separa es la ficha y unirles no hay nada que lo haga. Cobran y es lo que más separa al darse cuenta de que hay alguien que pone precio a su vida.

¡Oiga a mi no me compra nadie! Claro que enseguida otro diría: yo soy soldado gratis. En España los hubo durante muchos años (soldados). Ya nadie se acuerda. Entonces esto era España y por ella nos la jugábamos gratis. Ahora puede que también, pero cada vez hay menos pelotones. Masa sí, toda la que quieran, a la que se unta o se pastorea con una vara que se nombra de muchas maneras. Todas se resumen en dinero.

Un buen pelotón no hay dinero que lo pague.

Nada ni nadie es algo más que un Club; son lo mismo: dinero, dinero, dinero. Tendrá que ser así.

Hasta ponerse en contra de ello cuesta dinero, con lo que dudo hasta de mí mismo. No sé si recuerdan aquello de Todo por la Patria. ¿Sigue en pie?  Esto no hay quien lo sostenga, por eso está a punto de caerse, por falta de dinero no creo que sea. ¿Qué será del honor y esas cosas llamadas intangibles?

Cuesta marcar goles si los de tu propio equipo no te pasan la pelota. Todo es cuestión de una pelota, o dos: ¡Goool! Si hay dudas entra el VAR que no sé muy bien si lo compone el Poder Judicial, el Ejecutivo o una impalpable mezcla de aquí y de allá.

Llorar es, entre otras cosas, «encarecer lástimas, adversidades o necesidades, especialmente cuando se hace inoportuna o interesadamente».

Este es el caso, inoportuno e innecesario. Dinero; no hay más; ni menos. No hay necesidad de lágrimas que se enjugan con una firma en una servilleta. Lo demás forma parte de este show en el que pretenden que seamos actores de última fila, de los que entran por el vomitorio.

Al cine o al teatro se debe ir llorado de casa. Con mascarilla y sin salirse de la fila. El orden en la cola lo impone el contrato y las lágrimas se reproducen de la misma manera: por contrato.

Llorar por dinero cuando uno se jarta de eurotitis causa pudor e indigna. Claro que a todo se acostumbra el cuerpo; y el alma.

Ahora, como se nos escapa de las manos (entra por los piés), al honor y la honra le han puesto nombre: la fuerza de los valores. ¿Intangibles como ahora les llaman? Con eso no te fichan. Así que al menos no llores.

Valor el del dinero.

¡Ay España!: «No hay en el mundo dinero para comprar los quereres. El cariño verdadero ni se compra ni se vende». ¡Ah, que es una copla!

Hoy les he querido refrescar con uno de sus ejemplos. Deportivo, claro.

¡Goool de Messi! ¡Que valor!

¡Y no me llores, no me llores!

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

9 agosto 2021

TODO POR LA PATRIA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Todo por la Patria. ¿Recuerdan el lema? Todavía puede verse en algún acuartelamiento de las Fuerzas Armadas o Casa Cuartel de la Guardia Civil. No sé cuánto durará, ya ha habido intentos desde dentro para retirarlo. Para un militar el concepto de patria no es complicado. Incluso al margen del sentimiento, que es profundo, legalmente no hay mucho que opinar y sí mucho que cumplir. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. Está claro. No hay para un soldado más patria que España, como no hay para la Constitución española otra patria que no sea la Nación española.

Como decíamos, legalmente hay poco que hablar; la Constitución, la ley orgánica de la Defensa Nacional, la de carrera militar, la ley orgánica de derechos y deberes junto a las Reales Ordenanzas son tan claras como contundentes en la misión asignada a las Fuerzas Armadas. “Garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional… Su disposición permanente para defender España… Guardar y hacer guardar la Constitución… Cumplimiento de los preceptos contenidos en la misma”. No lo han escrito los militares y lo aprobaron los españoles. No caben opiniones ni interpretaciones, ni tampoco alarmismos fuera de lugar que sólo pretenden desviar la  atención y ocultar las malas intenciones con la tinta de la insidia. Aquí nadie actúa con su individual criterio sino con el estricto cumplimiento de la ley. Se mueven los soldados en una ejemplar neutralidad política y pública. Mientras otros viven anclados a un pasado de rencores, ellos han realizado un ejemplar trabajo por España y la democracia. Dentro y fuera, con su trabajo silencioso e incluso con su vida, y no es justo que nadie ponga en duda su neutralidad, disciplina, honradez, sacrificio y amor a la patria, es decir a España. El cumplimiento estricto de la ley no significa que no haya preocupación entre los militares. La hay, pero no es otra que la que tienen millones de españoles que no quieren que se rompan siglos de historia, de sentimientos y trabajo en común que han logrado una gran Nación, la española. Parece intencionado aprovechar los momentos de crisis de valores y debilidad económica para crear tensión interna y debilitar nuestras fuerzas.

Sí, “Todo por la Patria”, la común e indivisible de todos los españoles y no “todo por la tapia” como pretenden los caprichos de unos y permite la dejadez de otros. La ley es igual para todos y está para cumplirla y hacerla cumplir. La ley y la igualdad, la justicia es el fundamento primero de la cohesión nacional. Para un soldado está claro el concepto de patria, España, desde el sentimiento y desde la ley.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

4 octubre 2020

NO QUIEREN A NUESTROS EJÉRCITOS Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

12 de Octubre. Día de la Fiesta Nacional. Desfile Militar

O no se enteran o no se quieren enterar, ye, ye. No nos quieren de verdad, ye, ye.

El maestro Antonio Burgos, en magistral artículo, afina la puntería, propia de cabo tirador selecto, (¿Para cuándo esa merecida Cruz del Mérito Militar?) y describe la situación —Sin Desfiles— que no es coyuntural sino que va camino de estructurarse en lo que siempre han querido: sacar a los ejércitos del sentir del pueblo, alejarlos del concepto de Patria, de Todo por la Patria, del sentido de Unidad de España, sacarlos de la Constitución, como el que se saca una muela infectada que no le permite zamparse a gusto la empanada que se han guisado de nacionalidades, de lo federal, de la nación de naciones, y no sabemos cuántas zarandajas más. Molestan los ejércitos y sus cañones, sus barcos y aviones, y su espíritu militar. Molesta la obediencia, la disciplina, el firme caminar, el honor, la valentía, sobre todo molesta esa forma suya de amar, de a España amar, tan firme y segura, que hasta juran por su vida la sangre derramar. Que no nos vengan con excusas, porque se les ve el plumero a distancia. No nos quieren de verdad.

Es de las pocas cosas en las que muestran claridad: de los ejércitos ni hablar. ¿Presupuestos? Ni infantes, ni jinetes, ni artilleros, ni ingenieros, ni marinos, ni aviadores; nada de vehículos, ni cañones, ni barcos ni aviones. Nada que tenga que ver con la razón de ser de los ejércitos.

Mejor lo virtual e imaginario, un ejército de paisano(s), de protección civil, de peones, de rastreadores baratos, servicios de retaguardia, de poca monta y mayores silencios; los ejércitos de soldados, los de verdad, que queden olvidados.

En eso invierten lo que todos pagamos por nuestra defensa y seguridad. Presupuestos para el engaño.

Dice bien el Cabo Burgos, selecto tirador de las Buenas Letras, a tres meses vista ni Desfile, ni Día de la Fiesta Nacional, ni na de na. Las Academias Militares sin su Rey son menos militares (así les gusta); el Día de las Fuerzas Armadas, uno menos; Del Centenario de la Legión para qué hablar. ¡Menudo peso se han quitado de en medio! Millán-Astray, Franco… ¡Quita, quita! Ese sí que era un dolor de muelas que entre el dentista y el paciente han conseguido <<sustraer o esconder>>. Mala voluntad y tibieza.

Lo militar y guerrero ha pasado a un plano de desprecio y olvido que no se merece. Cambian sus misiones a la vez que rebajan su presencia y llevan camino de darle un giro a sus misiones. La principal y constitucional tiene los días contados.

La ministra de Defensa muestra una imagen que no se corresponde con la realidad de lo que por dentro está sucediendo. Unos ejércitos llenos de problemas, de pobreza, incapaces de soportar la economía  del día a día sin hacer enormes sacrificios, a costa de la operatividad, lo que crea una incertidumbre que, sin duda,  se traduce en la moral de las tropas. Alguien será responsable.

Del aspecto Institucional forma parte su presencia en la sociedad, siendo lo que son, Fuerzas Armadas y no otra cosa, la cultura de Defensa, su proyección mediática sin esconder su historia y valores, sin ocultarlos como son, del pueblo que los aplaude y reconoce.

En el plano Operativo-Presupuestario ¡hemos hablado tantas veces! Recuerden que no se puede levantar la voz, sino someterte sumiso al desmantelamiento de las unidades bajo la tan conocida voz en los ejércitos: ¡Hay que sacrificarse. Estamos en crisis! ¿Y cuando no?

Lo malo es que esta crisis no es de los Ejércitos sino de algo más profundo y que es la razón de ser de los mismos: España.

Una de los pilares a derribar es sacar a los ejércitos del sentir del pueblo. El Covid-19 les sirve para un roto o para un descosido. Ahora convertido en arma para desarmar a los ejércitos.

Molestan los ejércitos y sus cañones, sus barcos y aviones, y su espíritu militar. Molesta la obediencia, la disciplina, el firme caminar, el honor, la valentía, sobre todo molesta esa forma suya de amar, de a España amar, tan firme y segura, que hasta juran por su vida la sangre derramar.

No nos quieren de verdad, ye,ye.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

28 julio 2020

EL EJÉRCITO DE TIERRA BUSCA LEMA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Voy a participar y a colaborar con su difusión. Aviso de antemano que mi participación es un plagio. Algo que como está de moda espero que cuele.

Porque ahora llega lo de “Marca Ejército” cuando aún no sabemos muy bien en qué quedó lo de “Marca España”.

El Ejército convoca un concurso. Busca un lema. El lema perdido, podría titularse.

La convocatoria dice así:

<< El Ejército puede llevar tu lema

¿Eres creativo? ¿Tienes soltura eligiendo las palabras adecuadas? ¿Se te da bien escribir? Pues entonces es posible que puedas convertirte en el próximo autor del lema que el Ejército está buscando para condensar en una frase, de no más de cinco palabras, los atributos tangibles e intangibles que representa la Institución, con una evocación a la tradición, a sus valores y al futuro.

Para encontrar este lema, se ha puesto en marcha un certamen en el que puede participar cualquier persona física o jurídica de nacionalidad española, que ha de remitir su propuesta al correo electrónico marcaejercito@mde.es, hasta el 31 de marzo.

Una vez cerrado el plazo, un jurado integrado por representantes institucionales del Ejército así como de la “Marca Ejército” procederá a la elección del ganador. Su creador, que renunciará formalmente a los derechos de autor sobre el lema elegido, recibirá como reconocimiento una estatuilla de una figura histórica en el marco de un acto que se celebrará en el Cuartel General del Ejército>>.

Veo bien lo del lema en esta sociedad de titulares y mensajes que acaban siendo historia: Americam first. No está mal si además lo cumple, que esa es otra. El que da gato por liebre o se aleja del propósito final no vende.

En su día dijimos: ¡Que España no es una marca! Ahora repetimos: el Ejército tampoco. ¿O sí? Porque dentro de poco nuestros carros de combate, aviones y buques llevarán lo de cocacola, macdonald, o moda España, en sus laterales, y los uniformes se llenarán de pegatinas anunciadoras del que mejor pague. Incluso intervendrán en las campañas electorales con el rótulo de uno u otro partido. No es nuevo: dinero, dinero, dinero. ¿Cañones o mantequilla?, que se preguntaba el exJemad. Pues anunciemos mantequilla y así compramos cañones. Puede que sea una forma de dotarnos de los adecuados y modernos aviones, fragatas y vehículos de combate de los que tan mal y escasos estamos. Mejor que el actual sistema presupuestario militar, cualquier cosa. Eso es modernizarse y dejarse de lemas patrióticos. Probemos.

Contagiados de esta manía de hacerse vender parece que todo vale.

Prefiero antes que venderme, en el sentido mediático, hacerme valorar, que significa atender a las dotaciones necesarias en medios y personal. ¿Cómo? Con una acción de Gobierno justa y equitativa que dé a cada uno lo suyo, ponga a cada uno en su lugar y respete los valores y tradiciones.

Cuando no te echen de una feria de la Educación, cuando acepten los honores a los que te precedieron, cuando honren y respeten, a tu Patria y a tu Bandera, a la Constitución, a la unidad e integridad territorial, a eso que juramos con nuestra sangre de por medio, cuando amar a España y a sus Ejércitos sea asignatura obligada… y no sé cuantas cosa más. Porque hay un lema en el Ejército, un lema perdido, retirado de mala manera, y ese es el único que hay que recuperar. ¿O no?

Aquel lema era el lema. No es necesario buscar otro:

A ESPAÑA SERVIR HASTA MORIR

Es mi opción en el concurso. Cinco palabras. Sí; un plagio a las montañas, de la historia, de la tradición, de lo que fuimos, y no sé si somos, un plagio de la razón que nos ha llevado a ser soldados y ciudadanos españoles; no hay otro: España es mi lema.

Esa es mi innecesaria propuesta. Ya sé que no se aceptará. Fue el lema oprobiado, y retirado sin sentido, por mandato de un personaje dudoso y que nos condujo al independentismo. ¿O es que ya no vale ese lema?

Había que borrar el nombre de España.

Pues sí. Me presento al concurso con un plagio. Con el lema que sobre las faldas del Monte Constampla pusieron un día nuestro suboficiales del Ejército, en su Academia General.

El Talarn es un pueblo español en la provincia de Lérida, catalán hasta la médula, donde se encuentra la Academia General Básica de Suboficiales. Desde el año 1974 en aquel hermoso paraje se forman los suboficiales del Ejército de Tierra. En las laderas del monte que allí domina el paisaje, Monte Constampla, se podía leer: A ESPAÑA, SERVIR HASTA MORIR.

Con él amanecían aquellos jóvenes soldados; era su Oración al anochecer. Un político nacionalista catalán, de cuyo nombre no quiero acordarme, presionó al ministro de Defensa, José Bono Martinez, impropio ministro para tan buenos soldados, para que retirase aquel lema que le molestaba ver desde el cielo cuando su avión pasaba por encima de aquellos montes catalanes. Se cedió. El ministro ordenó retirar el lema y los militares cumplieron. Bajaron del monte el lema, agacharon la cabeza, se borró de los cielos de España para colocarse, modesto y sumiso, en la Plaza de Armas de la Academia. Aunque parezca mentira esto ha ocurrido en España con el Gobierno del señor Zapatero y su ministro de Defensa; de nefasto recuerdo. De aquellos, y otros más cercanos, polvos… ¿Nos extraña que ocurra lo que ahora ocurre?: A ESPAÑA SERVIR HASTA MORIR.

Esa es mi propuesta. Si no es aceptado propongo otro concurso: El Ejército busca su definición.

Después de tantos años… hay que modernizarse. Puede que eso esté bien y sea adecuado. Mi duda es saber hasta donde estoy (estamos) anticuado.

Por ahora y con el panorama que veo desde el Monte Constampla, me quedo con Calderón. Cualquiera de sus estrofas me sirve como lema.

Creo que es una propuesta razonable, justa y equitativa.

Un ruego final: a los participantes y al jurado les pido que no falte en el lema la palabra España.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

TODO POR LA PATRIA

NOTA: Uno de los primeros comentarios que me llega después de la publicación de este artículo es el de un asiduo lector que hace la siguiente pregunta: ¿Es que el lema «TODO POR LA PATRIA» ya no sirve? Me hago eco y me sumo al interrogante; que ahí queda.

11 marzo 2020

Blog: generaldavila.com

LA MADRE EN OTRO TIEMPO FECUNDA EN CAPITANES General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

<<La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,

madrastra es apenas de humildes ganapanes>>

Dijo Napoleón: <<La más grande de las inmoralidades es desempeñar un oficio que no se conoce>>. Debería lucir en el frontispicio del Congreso; o que lo sostuviese en sus fauces uno de sus leones, héroes del Dos de Mayo. Benavides mejor, más audaz y sincero; que el otro, Malospelos, es el de los simulacros.

En los acuartelamientos se sabe el oficio, que era y es: <<Todo por la Patria>>.  En algunos ha desaparecido y pone Base de no sé qué…

Debería sustituirse por <<Todo por España>>. O por  la Nación española, que es la patria común e indivisible de todos los españoles ¿O por aquello de nación de naciones? Todo se andará. Quedará muy bonito: <<Todo por la nación de naciones>>. A lo mejor en el Ministerio de Defensa luce bien. Claro que aquello no es un Acuartelamiento sino algo terminado, sí, en miento, pero no sé muy bien cuáles son las otras cuatro sílabas.

Últimamente en algunos ministerios y autonomías, por lo que se ve y hasta, en ocasiones, se juzga, se intuye, leerse no se lee, pero se siente, luce otro <<Todo>> más rotundo: <<Todo por la tapia>>. Se les habrá olvidado grabarlo. Alguno debería inscribirlo, incluso, en su tarjeta de visita.

Hay olvidos perdonables. También perdonables, pero castigables. Como olvido, o intencionado olvido, es ese decir que la Constitución habla de la unidad de España. No. Se equivocan. Dice más, y más, y más. Todo. Dice la razón y ser de la Constitución, el porqué nos constituimos: <<La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española>>. Fundamentar es establecer la razón o el fundamento de una cosa. O estoy equivocado o eso quiere decir que si esto es como el azucarillo, soluble, pues ni Constitución ni nada. ¿Para qué una Constitución sin fundamento?

Resulta que el fundamento de la nuestra es la indisoluble unidad de la Nación española. Es decir, de nuevo, que ni nación de naciones, ni negociaciones, ni sentencias de ganapanes. Fundamento, se fundamenta, indisoluble unidad, Nación española. ¡Ganapanes!

Por eso, y por otras cosas más, recuerdo, A Orillas del Duero, a don Antonio Machado:

<<La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,

madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes>>.

<<El sol va declinando. De la ciudad lejana
me llega un armonioso tañido de campana>>.

<<La más grande de las inmoralidades es desempeñar un oficio que no se conoce>>. ¡Ganapanes!

Cuidado con la mayor virtud o defecto de este pueblo: su espontaneidad. Surge cuando está harta.

Hasta ahora callada.

Harta, muy harta…

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

17 diciembre 2019

«TODO POR LA PATRIA» General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

¿Recuerdan el lema? Todavía puede verse en algún acuertelamiento de las Fuerzas Armadas o casa cuartel de la Guardia Civil. No sé cuanto durará, ya ha habido intentos desde dentro para retirarlo. Para un militar el concepto de patria no es complicado. Incluso al margen del sentimiento, que es profundo, legalmente no hay mucho que opinar y sí mucho que cumplir. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. Está claro. No hay para un soldado más patria que España, como no hay para la Constitución española otra patria que no sea la Nación española.DGC-121012-Fiesta-Nacional-07-G

Como decíamos, legalmente hay poco que hablar; la Constitución, la ley orgánica de la Defensa Nacional, la de carrera militar, la ley orgánica de derechos y deberes junto a las Reales Ordenanzas son tan claras como contundentes en la misión asignada a las Fuerzas Armadas.Garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional… Su disposición permanente para defender España… Guardar y hacer guardar la Constitución…Cumplimiento de los preceptos contenidos en la misma”. No lo han escrito los militares y lo aprobaron los españoles. No caben opiniones ni interpretaciones, ni tampoco alarmismos fuera de lugar que sólo pretenden desviar la  atención y ocultar las malas intenciones con la tinta de la insidia. Aquí nadie actúa con su individual criterio sino con el estricto cumplimiento de la ley. Se mueven los soldados en una ejemplar neutralidad política y pública. Mientras otros viven anclados a un pasado de rencores, ellos han realizado un ejemplar trabajo por España y la democracia. Dentro y fuera, con su trabajo silencioso e incluso con su vida, y no es justo que nadie ponga en duda su neutralidad, disciplina, honradez, sacrificio y amor a la patria, es decir a España. El cumplimiento estricto de la ley no significa que no haya preocupación entre los militares. La hay, pero no es otra que la que tienen millones de españoles que no quieren que se rompan siglos de historia, de sentimientos y trabajo en común que han logrado una gran Nación, la española. Parece intencionado aprovechar los momentos de crisis de valores y debilidad económica para crear tensión interna y debilitar nuestras fuerzas.Todo Por la Patria

Sí, “Todo por la Patria”, la común e indivisible de todos los españoles y no “todo por la tapia” como pretenden los caprichos de unos y permite la dejadez de otros. La ley es igual para todos y está para cumplirla y hacerla cumplir. La ley y la igualdad, la justicia es el fundamento primero de la cohesión nacional. Para un soldado está claro el concepto de patria, España, desde el sentimiento y desde la ley.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

DÍA DE LAS FUERZAS ARMADAS Entre el regocijo de muchos y el silencio de unos pocos Adolfo Coloma. GB (R) del ET

 

DIFAS2018

         Se acerca la festividad de San Fernando, instituida para conmemorar el fallecimiento del Rey Fernando III El Santo el 30 de mayo de 1252 en Sevilla. El Rey que unificó definitivamente las Coronas de Castilla y de León. Tal efeméride se escogió en el año 1978 para celebrar el Día de la Fuerzas Armada (DIFAS), que ya ha hecho tradición entre nosotros. No se podría haber escogido mejor fecha que nos recuerda un gran rey que como soldado conquistó Jaén, córdoba y Sevilla y como cristiano fue declarado Santo por el Papa Clemente X en 1671.

En realidad, aunque la celebración está concebida como un homenaje a los Ejércitos y a la Armada que suele culminar el sábado más próximo al 30 de mayo de cada año, lo cierto es que son los militares los que abren sus acuartelamientos, bases y centros, programando actividades durante la semana precedente e invitando a los ciudadanos a visitarles y a participar en ellos. Además, salen de sus cuarteles para organizar actos culturales, sociales, demostraciones, etc, para darse mejor a conocer. De hecho, en algunas guarniciones, ya han comenzado.

En Alicante, por ejemplo, organizaron el pasado martes un concierto de la música del Cuartel General de Alta Disponibilidad con la masa coral José Oder de Torrevieja en el que unieron las voces e instrumentos para interpretar esas habaneras, tan mediterráneas y tan del gusto de los soldados. El General Demetrio Muñoz, Jefe del Mando de Operaciones Especiales impartió una conferencia sobre la participación de sus boinas verdes en las misiones en el exterior. Y el domingo tuvo lugar una masiva Jura de Bandera por más de 600 civiles, entre ellos José Manuel García Margallo, diputado por Alicante y la recientemente nombrada Bellea del Foc 2018, Aleida González Martín-Zarco.

En Almería, en su emblemática Puerta Purchena, el sábado 19 ha tenido lugar un acto singular dentro de las celebraciones a las que nos venimos refiriendo. El alcalde de la ciudad, Ramón Fernández Pacheco – Montreal, entregó al General Jefe de la Brigada de La legión Juan Martín Cabrero, el Escudo de Oro de la Ciudad manifestando «sin duda, uno de los mejores ejemplos del talento, de la capacidad de trabajo y del mérito del esfuerzo en los que puede y debe mirarse la sociedad almeriense» en un acto encuadrado entre el izado y el arriado de la bandera nacional, que lo almerienses cerraron con una entusiasta ovación. Es sin duda un testimonio de reconocimiento al general Martín Cabrero, pero lo es también a La Legión, cuya presencia en la ciudad cumplirá en un par de años sus bodas de plata.

En ambos casos, especialmente en el segundo, no se trata únicamente de un reconocimiento a un colectivo de cientos o miles de personas que viven, trabajan, dejan sus impuestos, impulsan la economía de la zona o votan en ella. Es más, muchos de ellos echan raíces y se quedan a vivir de por vida, porque, en definitiva, uno es más de donde pace que de donde nace. Se trata de mostrar públicamente el agradecimiento de una población (los soldados le solemos llamar “guarnición”) al conjunto de los militares que viven y trabajan en ella, de espaldas muchas veces a la misma por la naturaleza del trabajo que realizan. Militares que cuando salen de misión, llevan orgullosas el nombre de las ciudades donde se asientan allá donde las mandan. Así hemos visto Las Agrupaciones Canarias o Madrid, o la Compañía Melilla en Bosnia Herzegovina, por poner algunos ejemplos.

Desgraciadamente, esto no sucede siempre así. Hay muchas guarniciones – periféricas, si, como lo pueden ser Alicante o Almería – donde a nuestros militares no solo no se les rinde el mínimo tributo de reconocimiento, sino que se les niega el pan, la sal y hasta el asiento en la lumbre. Lugares donde se les pone todo tipo de trabas e impedimentos a las actividades propias de su adiestramiento en un intento de confinarlos dentro de los muros de su cuartel como primer paso para lograr su expulsión del territorio. Como si fueran apestados. Ciudades portuarias que reniegan del honor de que un buque de la Armada ostente con orgullo el nombre de su ciudad o que empapelan sus calles con símbolos de desunión para hacer sentir incómodos – si no señalados o perseguidos – a militares, familiares y amigos.

Quedan todavía sitios, demasiados sitios, en nuestro suelo patrio donde todavía no es seguro vestir de uniforme fuera del cuartel o hacer un ejercicio en un campo o una playa, porque ofende a una minoría envalentonada y sectaria. Sitios donde el Dia de las Fuerzas Armadas, el día del supuesto homenaje a ellos mismos no se celebra más que con el silencio, un silencio cómplice.

Desde esta modesta tribuna me gustaría hoy rendir hoy un especial reconocimiento a estas guarniciones hechas de hombres y mujeres que viven y trabajan, que se afanan por convivir y ser parte de aquellas difíciles comunidades. A veces, ni eligen ellos mismos el destino que se les otorga, pero allí van simplemente porque hay un cuartel en cuya puerta hay un letrero que reza “Todo por la Patria” y en entrando en él, Bandera de España. Esos son sus poderes y esas sus razones.  Parangonando la famosa frase atribuida al pensador francés Voltaire «Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo» ellos con su presencia, con su servicio callado vienen a decir: “Aunque no me quieras y digas que no me necesitas, estoy aquí para dejarme la piel y si es preciso, hasta la última gota de mi sangre por defenderte”

En unas y en otras guarniciones, se conmemorará el Día o la Semana de las Fuerzas Armadas. Con júbilo, regocijo y masiva participación en unas. Con silencios cómplices en otras. Así es nuestra España actual. Pero no les quepa duda que en cualquiera de ellas habrá unos soldados y marineros a los que, como dijo el poeta “ni el bien les asombra ni el desdén les hiere” simplemente tratarán de dar los mejor de sí mismos al servicio de España y de todos los españoles. Sin ninguna distinción.

Adolfo Coloma

GB (R) del ET

DIFAS 2018

DIFAS 2018

Blog generaldavila.com

23 mayo 2018

 

ETA. CERRADA POR DERRIBO, NO POR VOLUNTAD PROPIA Adolfo Coloma GB (R.) del ET

Los efectos de un atentado en Burgos

Por la estepa solitaria cual fantasmas vagarosos

Abatidos, vacilantes, cabizbajos, andrajosos

Se encaminan lentamente Los vencidos a su hogar

Y al mirar la vieja torre de la ermita de su aldea,

A la luz opalescente que en los cielos alborea,

el paso van retrasando temerosos de llegar.

Estos versos del poeta pacense Luis de Oteyza (1882 – 1960), bien pueden  resumir el estado de ánimo de José Antonio Urriticoextea, alias Josu Ternera (acusado de la muerte de 11 personas en el criminal atentado sobre la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987 y actualmente huido de la justicia)  y Soledad Iparraguirre, alias  Anboto (segunda mujer en la cúpula de ETA tras María Dolores Gonzales Catarain, alias Yoyes, y acusada de 14 asesinatos. En la actualidad en prisión en Francia) en el momento de firmar, en nombre de la banda asesina ETA el documento  mediante el cual “ETA quiere informar al Pueblo Vasco del final de su trayectoria”

Atentado en el Cuartel de la Guardia Civil de Vich

Pero, ¿A quién queréis engañar, a los vascos o al conjunto de los españoles? A unos y a otros nos trae sin cuidado que manifestéis con un absoluto cinismo que ETA ha desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras”. ¡Pero si han sido la Guardia Civil, la Policía Nacional y hasta la Ertzaintza, los que uno a uno han desmantelado vuestros zulos, vuestros comandos, los puntos de apoyo, y hasta los mugadaris! Y detrás de ellos, toda la sociedad, con el arsenal que le proporciona el Estado de derecho. No habéis desmantelado nada. Habéis sido desarbolados. Punto.

Y ¿Cómo os atrevéis a afirmar que “ETA da por concluida toda su actividad política?  ¿acaso entendéis por hacer política la mutilación que sufrieron Irene Villa y su madre en el madrileño barrio de Aluche el 17 de octubre de 1991? ¿O tal vez, el cruel y cobarde asesinato de Miguel Ángel Blanco, maniatado, de rodillas y por la espalda en Lasarte, el 12 de julio de 1997, dejándolo malherido sobre el terreno? ¿Quizás fue más político el atentado en Hipercor en Barcelona diez años antes, en el que perdieron la vida 21 personas y resultaron heridas otras 45?  Y así hasta 835 victimas mortales y más de 3.000 heridos.

Pues nada. Dejamos la pólvora, empezamos de cero y “pelillos a la mar”. Aquí paz y después gloria. Hay que mirar para adelante. Aquí están estos tipos del Grupo de contacto” – muy sólidos todos ellos – que avalan nuestras filantrópicas intenciones.  “Los y las exmilitantes de ETA continuarán con la lucha por una Euskal Herria reunificada, independiente, socialista, euskaldun y no patriarcal en otros ámbitos, cada cual donde lo considere más oportuno, con la responsabilidad y honestidad de siempre”. Vaya, que si la lucha armada no os ha rendido los réditos con los que alguna vez soñasteis arrebatar la voluntad de todo un pueblo, ahora os camufláis en las instituciones: partidos, sindicatos, corporaciones municipales etc., pero para seguir haciendo lo mismo “con la honestidad de siempre” … No quiero seguir. El resto es pura bazofia. Bueno, como el principio.

Casa Cuartel de la Guardia Civil

En casi 60 años de existencia y 50 asesinando habéis alterado la convivencia pacífica de unas gentes que no aspiran a otra cosa que, a vivir en paz, a progresar y mejorar sus condiciones de vida, a convivir unos con otros sin miedo a expresar sus ideas. Y es cierto que habéis hecho mucho daño y a mucha gente. No solo al abultado número de víctimas sangrientas que habéis causado, aunque ahora queráis establecer diferencias entre unas y otras. Entre vuestros objetivos y los “daños colaterales”.

Ese disfraz de buenismo, debo reconocer, que os ha rendido pingües beneficios. Ahora se habla de “el relato” es decir, una cosa es lo que en realidad sucedió y otra lo que se cuenta. Vaya, como si Rambo, él solo, hubiera ganado la guerra del Vietnam. Y digo que os ha rendido beneficios porque incluso hay quien os comprende, y hasta os compadece. Ahora que todo ha acabado. Ahora que el problema del terrorismo ha pasado de ser el primer problema de la sociedad no solo vasca, sino de la española en su conjunto, a ser meramente marginal, sobrepasado por otra forma de hacer política a vuestro estilo: el terrorismo yihadista.

Aseguraría que estos que os “comprenden” no han sentido de cerca vuestro aliento. No han tenido que tirar una y otra vez las llaves de su coche al suelo para revisar con alguna excusa, que en los bajos de su coche no hay adosada ninguna bomba. Ni han visto a sus hijos rechazados en el colegio simplemente por no ser de allí y no pensar como vosotros. Y sus mujeres, han tenido que comprar el pan a alguna vecina por que a ella no se lo venden. Ni han visto a su compañero de trabajo ser asesinados por la espalda o volar por los aires como nos ha pasado a los componentes de mi promoción, la XXX de la Academia General Militar, que hemos visto caer asesinados a tres compañeros y al padre de un cuarto ¿sabéis por qué? Por el hecho de ser militares, o guardias civiles o policías. Porque vestimos de una manera y trabajamos en unos lugares en cuya entrada reza: TODO POR LA PATRIA. Pero también a jueces o a fiscales, cuyo juramento deontológico les obliga a aplicar las leyes con lealtad, justicia e imparcialidad. O a los periodistas, que cumplen la importante labor social de ser testigos veraces de lo que viven. O a simples ciudadanos.

El reagrupamiento de presos, un ulterior objetivo de ETA

¿Pero qué habéis logrado? ¿Ha servido tanto daño para algo? ¿Qué podéis ofrecer en vuestra cuenta de resultados? Nada. Esa es vuestra gran tragedia y es lo que os tiene que abrumar. Presentaros ante vuestros paisanos con las manos vacías. Una tierra tan hermosa como las Vascongadas a la que habéis obligado a renunciar a un montón de buenas personas que ni han querido plegarse a vuestros insensatos deseos ni enfrentarse a vosotros poniendo en peligro sus vidas o las de sus familiares. Y a otros muchos que, sin ser naturales de ellas, han contribuido con su esfuerzo y su trabajo a engrandecerlas. Habéis hecho de vuestra tierra un auténtico gueto para muchos.

Ya habíais dejado la lucha armada, no por voluntad propia, sino por agotamiento. Os teníamos casi olvidados ¿A que viene ahora esta pantomima? ¿Qué ulteriores beneficios pretendéis obtener? Eso si que nos preocupa a muchos. Acaso queréis aprovechar la ocasión y recoger del suelo frutos del árbol que se agita en Cataluña. O tal vez, presionar para que se acerquen los presos que cumplen condenas lejos de sus hogares con la consiguiente repercusión para sus familias.

Si es lo primero, vais a pinchar en hueso. Hay una nación española decidida a mantenerse unida, una Constitución – ¡democrática eh! – que así lo define y unas Fuerzas Armadas que lo garantizan.

Si lo que buscáis es el acercamiento de presos explotando la “sensibilidad” de alguno. Solo puedo decir que, en la lucha contra vuestra organización criminal, pocas medidas han sido tan eficaces, dentro de la más absoluta legalidad, como la política penitenciaria. Aunque detrás de la esquina me sigue oliendo a chamusquina, quisiera pensar que una u otra son monedas de cambio por lo que entregáis, más que como saldo, como cierre por liquidación.

Víctimas ETA sin resolver

Pues eso, ahora que habéis echado el cierre, os recomiendo algo de lectura para vuestro inmerecido sosiego. No os vendría mal echarle un vistazo a la “Banalización del mal” de la filósofa, periodista y política judía Hannah Arendt, para quien en el régimen nazi hubo personas que, sin ser intrínsecamente malvadas, con su pasividad, su silencio, su nulo pensamiento contribuyeron a la banalización del mal; es decir, a la conversión del mal en mera rutina, algo a lo que la gente acabó acostumbrándose y viendo como normal ¿No os está pasando eso?

Adolfo Coloma

Blog: generaldavila.com

5 mayo 2018

 

 

VISUS MILITIS 28 de Agosto 2016 “DÉJÀ VU” (General Coloma)

Si, “déjà vu. Parece que ya lo hemos vivido. Fue hace ya unas décadas, en la charnela entre los 70 y los 80. Pero fue en unas circunstancias muy diferentes. Toda una nación despertaba al grito de “libertad sin ira” en torno a unos próceres que antepusieron la convivencia y el espíritu de superación de los traumas del pasado, en definitiva, que supieron mirar al futuro.

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EL SOLDADO VETERANO

Nosotros éramos unos jóvenes soldados acostumbrados a obedecer, pero también vivimos aquel revisionismo. Entonces nos preguntaron  qué alusiones, inscripciones y cosas similares había en nuestros cuarteles. El Teniente Coronel Jefe de mi batallón, hombre de pasos cortos y mirada larga, nos dijo – “Responder que sí, que en la entrada del cuartel hay un cartel que pone “Todo por la Patria”– Allí se acabó para nosotros aquella historia

Han pasado muchos años de aquello, toda una generación.  Una nueva generación que ha entrado con fuerza, a la que hemos preparado, o al menos deberíamos haberlo hecho. Una generación que “sorpassando” el espíritu conciliador que a nosotros nos animó – Dale Perico al torno – regresa con el más puro espíritu revisionista al pasado, de manos de la desmemoriada y manipulada historia.

Aquellos soldados de entonces, disciplinados por naturaleza y callados por obligación, somos hoy viejos veteranos con muchos servicios a nuestras espaldas. Aquí y allá, donde se nos ha requerido, donde se nos ha mandado. Somos los mismos soldados de entonces, la misma vocación de servicio a España, tal vez con la única diferencia de que algunos han recuperado su total libertad de expresión que emplearán, no lo duden, en su mejor servicio según se lo demande su espíritu y honor.

Soldados que contemplan atónitos cómo se vitupera, se menosprecia  o se pretende ignorar a los que nos antecedieron en paz y en guerra, en cuyo espejo nos hemos mirado y a los que hemos puesto ante nuestros subordinados como ejemplos a seguir.

Somos soldados viejos, algunos rotos, pero que ante  este nuevo envite, ante este “dejá vu” respondemos al unísono:

¡TODO POR LA PATRIA!

Adolfo Coloma

General de Brigada (R.) del Ejército