1982-2022, CUARENTA AÑOS DE PARTICIPACIÓN ACTIVA EN LA OTAN
Mensaje de la Ministra de Defensa. Día de las Fuerzas Armadas 2022.
En 1978 se estableció El Día de las Fuerzas Armadas que debería coincidir con la festividad de San Fernando y celebrarse cada año con especial énfasis en una Capitanía General. Una parada militar y el homenaje a la Bandera de España serían los actos principales. El año 1987 se extendió la celebración a todo el territorio nacional quedando configurado el Día de las Fuerzas Armadas como una jornada de encuentro y comunicación entre los ciudadanos civiles y militares.
En 1987 se aprobó una ley que establecía el 12 de octubre como “Día de la Fiesta Nacional” con la finalidad de recordar solemnemente momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común, asumido como tal por la gran mayoría de los ciudadanos. Fue en 1997 cuando finalmente se ordenó el traslado a este día de los actos más significativos que se venían desarrollando anualmente el Día de las Fuerzas Armadas. El objetivo era dar realce a la conmemoración de la Fiesta Nacional logrando la plena integración de todos los elementos históricos y culturales que conforman la Nación española. Esa es la razón del desfile militar que se celebra el 12 de octubre, que nada tiene que ver con el día de las Fuerzas Armadas. Recordemos que también hay una celebración de gran importancia para los Ejércitos, La Pascua Militar (6 de Enero), donde además de conmemorarse la toma de Menorca en 1782, se realiza un balance del año anterior y se marcan las líneas de acción que se desarrollarán en el que comienza.
Creo que es conveniente esta aclaración porque llega un momento en que se confunden las celebraciones como consecuencia de la afición ministerial a los cambios insustanciales a golpe de decreto. Suele ser que lo que unos ordenan otros lo desordenan y a sí vamos, de cambio en cambio y tiro porque me toca; mejor no entramos en detalles y limitémonos a dejar constancia del poco interés que hay en impulsar la cultura de defensa.
Si analizan la actual situación comprobarán que reina la confusión. El Día de la Fiesta Nacional nunca ha tenido el anunciado sentido histórico y cultural y el Día de las Fuerzas Armadas ha quedado relegado a algo pobre y alejado del respetuoso y brillante homenaje que se merecen los Ejércitos.
La milicia por definición es austeridad y sacrificio y no recordamos en nuestra historia reciente ningún periodo de opulencia en los ejércitos. La vida militar en España es una permanente historia de austeridad y sacrificio, de renuncias.
La situación es preocupante ya que vamos camino de convertir a las Fuerzas Armadas en inútil instrumento incapaz de cumplir la misión que la Nación les asigna. Recurrir a la conocida petición de «hacer más con menos» es una ofensa para los que lo dan todo y en cualquier circunstancia, hasta la vida.
En fin, con el Día de las Fuerzas Armadas se trata de rendir el merecido homenaje que los soldados merecen. También se busca el encuentro y comunicación entre los ciudadanos civiles y militares, aunque a mi juicio esto no es labor de un día sino fruto del conocimiento diario y del mutuo respeto y compenetración, es decir, de una adecuada cultura de defensa enseñada desde la niñez aunque, como ya hemos dicho, aquí no se esté por la labor.
Hay mucho que celebrar. La mal llamada austeridad, la penuria, no debe empañar la celebración, relegando el homenaje a los soldados a una mera declaración de intenciones con una escasa participación o una selectiva participación que en definitiva es lo mismo
Decíamos que hay mucho que celebrar pero también mucho que agradecer a las Fuerzas Armadas. Dentro y fuera de España, a pesar de la poca credibilidad que ofrecemos por los escasos esfuerzos que este Gobierno hace por la misión Constitucional asignada a las Fuerzas Armadas, es decir por la unidad de España. Fuera lo saben y también las escasas garantías que ofrecemos a implantar el presupuesto de Defensa que la OTAN en momentos como este exige.
Si no fuera por nuestros soldados, embajadores del valor y del honor: ¿quién garantizaría la unidad de España? ¿quién izaría nuestra bandera en los más altos pabellones del mundo.
Les recuerdo, a raíz de la celebración en mayo de la Cumbre de la OTAN en Madrid:
«La brújula Estratégica» es el nombre que señala el nuevo rumbo de la OTAN que se estudiará en Madrid, una muestra clara de la necesidad de buscar el norte perdido y enderezar la marcha.
En España llevamos más de diez años sin invertir en Defensa lo que ha creado una situación crítica en las Fuerzas Armadas. La carrera de la modernización será muy larga. Un Gobierno social-comunista no va a iniciarla. Seguiremos con el desarrollo de la gran ONG perdida entre la burocracia y el desprecio político a la Defensa de España y sus amenazas. Las encuestas dan elevados porcentajes de españoles dispuestos a defender Ucrania. No reflejan la misma actitud en defensa de la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Es evidente que el enemigo somos nosotros mismos. Ante eso nada que hacer. Que no sea educación.
Las Fuerzas Armadas se merecen un homenaje alejado de la pobreza y de la penuria. Un homenaje que debería empezar en el Congreso de los Diputados (¿Sería mucho pedir que se conceda a las FAS la «Medalla del Congreso» por su aportación a la democracia?) y terminar entre el pueblo español, del que forman parte, al que sirven y del que reciben estímulo y apoyo
Finalizo pidiéndoles algo muy sencillo. El mayor homenaje, la mejor recompensa para nuestros soldados es su presencia. Acudan a cualquiera de los actos y compartan ese día con sus soldados. La Patria, España, se lo agradecerá.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
25 mayo 2022