LA IMAGEN DE NUESTRO EJÉRCITO DE TIERRA Rafael Dávila Álvarez

Nueva imagen del Ejército de Tierra

Vivimos ese mundo: el de la imagen y el relato que la acompaña.

Así las cosas, mientras yo camino cada vez más hacia Flandes, por el Camino Español, mi querido Ejército de Tierra se precipita hacia el futuro. Ya me quedan lejos sus medios y misiones. Poco entiendo de las burocráticas que envuelven el núcleo de su actividad principal oculto por cada vez más capas accesorias. Hasta que desaparezca -cerca está- su verdadera razón de ser.

Aún fuera de lugar, me queda la libre disposición para opinar -y equivocarme- con independencia, no sé si con libertad, que todo ello significaría que nadie me lo tuviese en cuenta ni para bien ni para mal. Me place meditar y revolver conciencias con distintas opiniones.

La imagen o figura literaria debe trascender para descubrir la verdad, no un engaño, y atraer a los hombres. La historia de un ejército es permanente huella depositada por generaciones reflejada en un simple símbolo y de ahí su importancia. Es una figura que condensa la gloria.

Viene todo esto a cuento porque ese camino -precipitado- al futuro debe darlo el Ejército de Tierra despacio y con sentido.En este camino de la modernidad, en el que parece imponerse el minimalismo, veo que se ha lanzado un esquemático símbolo del emblema distintivo del Ejército de Tierra. Un diseño hacia la modernidad que está ¡muy guay!, pero que no me gusta y lo digo pensando que es inapropiado.

Supongo que la elección de este nuevo símbolo distintivo del Ejército se enmarca dentro la campaña -incomprendida e incomprensible para mí- Marca Ejército, en la que también se busca un lema, como si se hubiese perdido la guía y el destino. Resumir nuestro emblema, del águila dorada, alas extendidas y levantadas en alto, cruz espada de Santiago y corona real de España, en un diseño atractivo, popular y emblemático es posible, pero…

A mí el elegido, repito, no me gusta. No sé si es águila o gallina. Podrán decirme que sobre gustos no hay nada escrito, pero yo opino que se ha escrito mucho y se ha leído muy poco.

Lo que veo es algo inacabado, incompleto y que nada dice. Águila desplumada, despeluzada, suprimida la cruz llana de oro que remata la corona sobre el globo, la bandera mal representada y ese lateral vacío, sin contenido, un emblema dividido. Todo un símbolo. No sé lo que es ni lo que representa.

No me siento identificado. No logro precipitarme al futuro de modernidad de mi Ejército que con ese símbolo quiere expresar. ¿O no quiere expresar nada?

Ahora a esperar al lema.

Apasionante modernidad de mantequilla… sin cañones.

Pronto ni pan para untar.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

3 julio 2020

EL EJÉRCITO DE TIERRA BUSCA LEMA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Voy a participar y a colaborar con su difusión. Aviso de antemano que mi participación es un plagio. Algo que como está de moda espero que cuele.

Porque ahora llega lo de “Marca Ejército” cuando aún no sabemos muy bien en qué quedó lo de “Marca España”.

El Ejército convoca un concurso. Busca un lema. El lema perdido, podría titularse.

La convocatoria dice así:

<< El Ejército puede llevar tu lema

¿Eres creativo? ¿Tienes soltura eligiendo las palabras adecuadas? ¿Se te da bien escribir? Pues entonces es posible que puedas convertirte en el próximo autor del lema que el Ejército está buscando para condensar en una frase, de no más de cinco palabras, los atributos tangibles e intangibles que representa la Institución, con una evocación a la tradición, a sus valores y al futuro.

Para encontrar este lema, se ha puesto en marcha un certamen en el que puede participar cualquier persona física o jurídica de nacionalidad española, que ha de remitir su propuesta al correo electrónico marcaejercito@mde.es, hasta el 31 de marzo.

Una vez cerrado el plazo, un jurado integrado por representantes institucionales del Ejército así como de la “Marca Ejército” procederá a la elección del ganador. Su creador, que renunciará formalmente a los derechos de autor sobre el lema elegido, recibirá como reconocimiento una estatuilla de una figura histórica en el marco de un acto que se celebrará en el Cuartel General del Ejército>>.

Veo bien lo del lema en esta sociedad de titulares y mensajes que acaban siendo historia: Americam first. No está mal si además lo cumple, que esa es otra. El que da gato por liebre o se aleja del propósito final no vende.

En su día dijimos: ¡Que España no es una marca! Ahora repetimos: el Ejército tampoco. ¿O sí? Porque dentro de poco nuestros carros de combate, aviones y buques llevarán lo de cocacola, macdonald, o moda España, en sus laterales, y los uniformes se llenarán de pegatinas anunciadoras del que mejor pague. Incluso intervendrán en las campañas electorales con el rótulo de uno u otro partido. No es nuevo: dinero, dinero, dinero. ¿Cañones o mantequilla?, que se preguntaba el exJemad. Pues anunciemos mantequilla y así compramos cañones. Puede que sea una forma de dotarnos de los adecuados y modernos aviones, fragatas y vehículos de combate de los que tan mal y escasos estamos. Mejor que el actual sistema presupuestario militar, cualquier cosa. Eso es modernizarse y dejarse de lemas patrióticos. Probemos.

Contagiados de esta manía de hacerse vender parece que todo vale.

Prefiero antes que venderme, en el sentido mediático, hacerme valorar, que significa atender a las dotaciones necesarias en medios y personal. ¿Cómo? Con una acción de Gobierno justa y equitativa que dé a cada uno lo suyo, ponga a cada uno en su lugar y respete los valores y tradiciones.

Cuando no te echen de una feria de la Educación, cuando acepten los honores a los que te precedieron, cuando honren y respeten, a tu Patria y a tu Bandera, a la Constitución, a la unidad e integridad territorial, a eso que juramos con nuestra sangre de por medio, cuando amar a España y a sus Ejércitos sea asignatura obligada… y no sé cuantas cosa más. Porque hay un lema en el Ejército, un lema perdido, retirado de mala manera, y ese es el único que hay que recuperar. ¿O no?

Aquel lema era el lema. No es necesario buscar otro:

A ESPAÑA SERVIR HASTA MORIR

Es mi opción en el concurso. Cinco palabras. Sí; un plagio a las montañas, de la historia, de la tradición, de lo que fuimos, y no sé si somos, un plagio de la razón que nos ha llevado a ser soldados y ciudadanos españoles; no hay otro: España es mi lema.

Esa es mi innecesaria propuesta. Ya sé que no se aceptará. Fue el lema oprobiado, y retirado sin sentido, por mandato de un personaje dudoso y que nos condujo al independentismo. ¿O es que ya no vale ese lema?

Había que borrar el nombre de España.

Pues sí. Me presento al concurso con un plagio. Con el lema que sobre las faldas del Monte Constampla pusieron un día nuestro suboficiales del Ejército, en su Academia General.

El Talarn es un pueblo español en la provincia de Lérida, catalán hasta la médula, donde se encuentra la Academia General Básica de Suboficiales. Desde el año 1974 en aquel hermoso paraje se forman los suboficiales del Ejército de Tierra. En las laderas del monte que allí domina el paisaje, Monte Constampla, se podía leer: A ESPAÑA, SERVIR HASTA MORIR.

Con él amanecían aquellos jóvenes soldados; era su Oración al anochecer. Un político nacionalista catalán, de cuyo nombre no quiero acordarme, presionó al ministro de Defensa, José Bono Martinez, impropio ministro para tan buenos soldados, para que retirase aquel lema que le molestaba ver desde el cielo cuando su avión pasaba por encima de aquellos montes catalanes. Se cedió. El ministro ordenó retirar el lema y los militares cumplieron. Bajaron del monte el lema, agacharon la cabeza, se borró de los cielos de España para colocarse, modesto y sumiso, en la Plaza de Armas de la Academia. Aunque parezca mentira esto ha ocurrido en España con el Gobierno del señor Zapatero y su ministro de Defensa; de nefasto recuerdo. De aquellos, y otros más cercanos, polvos… ¿Nos extraña que ocurra lo que ahora ocurre?: A ESPAÑA SERVIR HASTA MORIR.

Esa es mi propuesta. Si no es aceptado propongo otro concurso: El Ejército busca su definición.

Después de tantos años… hay que modernizarse. Puede que eso esté bien y sea adecuado. Mi duda es saber hasta donde estoy (estamos) anticuado.

Por ahora y con el panorama que veo desde el Monte Constampla, me quedo con Calderón. Cualquiera de sus estrofas me sirve como lema.

Creo que es una propuesta razonable, justa y equitativa.

Un ruego final: a los participantes y al jurado les pido que no falte en el lema la palabra España.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

TODO POR LA PATRIA

NOTA: Uno de los primeros comentarios que me llega después de la publicación de este artículo es el de un asiduo lector que hace la siguiente pregunta: ¿Es que el lema «TODO POR LA PATRIA» ya no sirve? Me hago eco y me sumo al interrogante; que ahí queda.

11 marzo 2020

Blog: generaldavila.com