PARA LOS SOLDADOS… POLVORONES General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

-La ministra de Defensa y Asuntos Exteriores en funciones, Margarita Robles, a bordo de un helicóptero durante la visita a las tropas en la base aeronaval de Sigonella (Sicilia), del destacamento ‘GRAPPA’, desplegados en la «Operación Sophia», destinada a combatir las redes de trafico de personas, armas y petroleo y a la migración irregular en el mediterraneo.- EFE/Javier Lizón

La visita realizada por la ministra de Defensa a las tropas desplegadas en el exterior (este año a la base aeronaval italiana de Sigonella, misión de la UE <<Sophia>> contra el tráfico ilícito de personas frente a las costas de Libia), tiene muchas interpretaciones. Les diré que no sé por dónde empezar, pero con decir que para este viaje no eran necesarias alforjas, o mejor, con Unamuno: para este viaje está claro que no sirven  las viejas alforjas, queda todo dicho.

Empecemos con los polvorones, los veinte kilos que ha llevado la ministra a los soldados para alegrarles las Navidades. ¡Qué alegría, qué contentos! No podía llevar otra cosa.

De aquellos polvos estos… polvorones.

Polvo son. Los otanistas de antaño. Los que <<sobra el ministerio de Defensa>>. Aquellos -polvorones- eran los de Irak, que jamás deberíamos olvidar (ellos no lo han hecho y es un <<ellos> muy amplio en idiomas); cuando la España política de Zapatero dejó por los suelos a sus soldados y puso en grave riesgo a los que se retiraban y a los que tuvieron -deprisa y corriendo- que ocupar su lugar.

Polvo son las leyes contra los ejércitos que han puesto en marcha -los polvorones-, trabas a los presupuestos en cuanto no gobiernan ellos, despedida y ni las gracias a los soldados que a los 45 años tienen forzosamente que engrosar las listas del paro. Siguen con los presupuestos del PP, desde luego insuficientes, pero ¿alguien va a creerse que el señor Sánchez va a preocuparse de las necesidades de la Defensa? Polvorones que se deshacen en polvo al comerlos: ¿presupuestos? No voy a insistir en el tema para no aburrirles. Les remito a mi artículo: Carta abierta al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Cañones o mantequilla).

Lo que no parece muy edificante, sino toda una incorrección innecesaria en una ministra de Defensa, es aprovecharse de los soldados para hacer política, política de partido. Si va a felicitar las Navidades (fiestas para ella) que se limite a eso y no a decir que la culpa de la falta de presupuesto de los Ejércitos de España se debe a que los partidos de la derecha no permiten, con su abstención, que el señor Sánchez sea presidente. Asombrados estamos. Indecencia política y militar, aunque esto último no es reprochable a ella sino a otros. Una visita a los soldados en Navidad no debe utilizarse para hacer política de partido. Menos cuando entre quienes van a dirigir el devenir de nuestros ejércitos están los que pretender romper España y es la unidad de España una de las misiones constitucionales de los soldados.

Si se va a felicitar la Navidad pues eso: ¡Feliz Navidad! Y los polvorones que se los lleve el señor Sánchez a los separatistas y bilduitas.

Por cierto, Debe haber sido un despiste. Pero…, les cuento.

Hace ya unos cuantos años el teniente general Gonzalo Rodríguez de Austria, que fue Jefe del Cuarto Militar de la Casa de SM. el Rey, siendo coronel Jefe de la Guardia Real propuso y se impuso lo que ya se ha hecho tradición en los ejércitos: brindar por el Rey en cualquier reunión, acto o celebración militar, terminando con el brindis por España. Si en el acto Su Majestad se encontraba presente el protocolo era el mismo, pero era el Rey el que al final, dando las gracias, brindaba por España. El acto no tenía por qué ser un desayuno, comida o cena, ni con vino o casera, sino cualquier acto alrededor de una celebración militar.

Informan, se comenta, es cierto, que la ministra de Defensa esta vez en la visita de los polvorones no lo ha hecho. ¿Olvido, o se trata de la frugalidad de la que presume? Lo que me cotillean, y por ahora es solo cotilleo, a ver si me entero, me informan, es que en reciente celebración, importante efeméride, en una unidad militar, tampoco se realizó el brindis, ¡Y yo que sé! Son tantos los <<¡y yo que sé!>>, y lo desinformados que estamos los uniformados que vaya usted a saber.

Pues a ver quien se traga este polvorón; el que nos vamos a tragar antes de fin de año

No sé si me explico. Ya no sé ni explicarme. Esperaré al año que viene, y al otro, y al otro. Es decir a los supuestos presupuestos de la ministra.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

19 diciembre 2019