EL ACUERDO DE PAZ Y LA MILITARIZACIÓN  DE LA SOCIEDAD. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Putin no tiene prisa, pero el tiempo le va cercando alrededor de un Kremlin cada vez más inseguro. Su debilidad está provocada de manera indirecta por la guerra de Ucrania, donde está siendo vencedor, pero lo coyuntural de la guerra le ha llevado a una situación estructural caótica de su economía que en nada se parece a lo deseado al invadir Ucrania. La jugada le ha salido mal y ha sido rematado con un inesperado desequilibrio, actual y futuro, que nunca imaginó, en Oriente Medio. Pierde influencia y poder. Pierde el Mediterráneo. Pierde sus ventas de gas y petróleo a Europa. A ello se suma una gran derrota tecnológica. Rompe un vínculo inesperado: el de Occidente que siempre mantuvo viva a Rusia. En este histórico momento es la mayor de sus debilidades.

Sus devaneos africanos también se disipan y su influencia estratégica, aun siendo importante, ya no es tan decisiva como esperaba.

Trump y Putin son los únicos que saben a día de hoy lo que el futuro nos ofrece. Keir Starmer también, como lanza estadounidense en Europa. La Unión Europea no sabe nada. Ucrania obedecerá si no hay un golpe de Estado antes. Turquía mantendrá el tipo en Siria junto a Israel (norte y sur) que por ahora es un tema menor. Los Servicios de Inteligencia de todo el mundo (especialmente en Europa) llevan tiempo alertados por un probable atentado terrorista de esos indefinibles y sin origen conocido.

A Europa todo esto le ha pillado sin diplomacia ni Ejército. No cuenta por ahora, es un largo camino, un calvario lo que le espera.

Sin  analizar algunos aspectos militares, nada periodísticos, será imposible entender algo más allá de las invenciones que a diario nos mandan, incluso desde el frente, que en su mayoría forman parte de la guerra informativa, muy lejos de la verdad.

Nadie se ha parado a pensar que los hombres serán capaces un día de destruir el mundo. Lleva tiempo, pero cada vez estamos más cerca. Esta guerra marcha por un camino de destino fatal, la escalada  a los extremos, porque ha traspasado el interés concreto y se ha convertido en un enfrentamiento global que está conmocionando a Oriente y Occidente. La historia se repite violentamente, incapaz de resistirse a la fuerza y todo, incluso la razón, la justifica. La sociedad camino de la militarización vive manipulada, de espaldas al conflicto humano, hasta que la llevan a la guerra, quiera o no quiera.

Es necesario recordar Auschwitz e Hiroshima. Se repite cada cierto tiempo, el suficiente para creer que aquello es el pasado. Pero de manera inevitable el concepto se hace realidad. El hombre acabará con el mundo, ese es el fin y la guerra será el medio.

Ni Einstein ni Freud pudieron resolver el ¿por qué la guerra? Dan vueltas a las pulsiones: conservar y unir; destruir y matar. ¿Son lo mismo? «El ser viviente protege en cierta manera su vida destruyendo la vida ajena». Es cuestión de tiempo, los iguales se rechazan; es el tan conocido combate entre dos gemelos o, según Clausewitz, la guerra; cualquier guerra conduce a la escalada a los extremos (En Acabar a Clausewitz de René Girard).

El duelo es la constante en el desarrollo que conduce al enfrentamiento, la acción recíproca detallada magistralmente por Clausewitz. Una ley de guerra sigue secretamente todas las relaciones humanas.

Francis Fukuyama nos asombró cuando dejó escrito que la Historia, como lucha de ideologías, terminaría tras la Guerra Fría gracias a la democracia liberal. Estábamos convencidos de que lo que narraba en El fin de la historia sería el de las guerras ideológicas. La sociedad se lanzaba al placer y bienestar. Toda una generación entendió mal y cayó en el optimismo hegeliano. El comercio se impondría a cualquier ideología. Lo cual hasta ahora se ha demostrado como un fracaso. «Desde que los romanos se aficionaron a los placeres, empezó la ruina de mi patria» (El arte de la guerra. Maquiavelo).

Podría haber individuos satisfechos con el disfrute de su bienestar material y de los placeres hedonistas, sin luchas dialécticas, pero vemos que no es así. El hombre ama más la caza que la presa, nos dice Pascal.

Destruirnos o amarnos y entre las dos opciones está la competición que lleva al enfrentamiento, el juego que consiste en aniquilar al adversario. Siempre presente. «Además, los hombres tienen menor consideración en ofender a quien se hace amar que a quien se hace temer pues la amistad, como lazo moral que es, se rompe en virtud de que la crueldad lleva a los hombres a cuidarse de sus intereses. En cambio, el temor se mantiene merced al castigo, sentimiento que no se abandona jamás» (Maquiavelo, El Príncipe).

Hasta ahora solo se ha demorado, pero siempre ese juego regresa y lo hace con más poder de destrucción: la guerra nuclear o la inteligente. En nada ha puesto más inteligencia el hombre que en la guerra.

Vamos camino de un mundo nuevo y la tecnología nos permite adivinar al menos los pasos que habrá que ir dando. Ninguno nos separa del enfrentamiento. En un mundo dominado por el comercio, la economía es la guerra, y no creo que la guerra sea economía, sino su derivada.

Más cercano a una realidad de los hechos se nos muestra Clausewitz, aún no superado en las razones de la guerra, aunque el siguiente paso está muy cerca: una guerra sin límites, de la que nada se podrá escribir.

Europa, que va más allá de la Unión Europea, se arma. No sabemos muy bien porqué ha tardado tanto, ni a qué se han dedicado los asesores  militares en la OTAN tantos años atrás. ¿No veían que ya desde Maquiavelo «Los principales cimientos en que asentar un Estado -sea nuevo, viejo o mixto- son las buenas leyes y los buenos ejércitos»?

Es bueno amar la paz, pero grave irresponsabilidad no saber hacer la guerra.

Concluyamos que la paz solo llega en la guerra cuando uno de los contendientes es derrotado de forma irreversible o bien existe un equilibrio sin que se prevea ningún cambio probable en ese estado, casi inamovible.

De una u otra manera se ha llegado en la guerra de Ucrania a un interés mutuo por no seguir, por ahora, con el enfrentamiento. Las razones las hemos analizado en muchas ocasiones, pero todo pesa, la acción de unos y la inacción de otros; en ambos casos hay una debilidad sospechosa que nos hace dudar y mirar en otras direcciones en no mucho tiempo. Si no fuese así la guerra terminaría con un claro vencedor, sin renunciar a sus iniciales objetivos, la invasión para uno y la recuperación del terreno invadido para el otro. No será así.

Se abre un dudoso acuerdo. «Siempre, en lo que yo recuerdo. o bien se hizo la guerra o bien se discurrió cómo hacerla; ahora discurrimos, dentro de nada la haremos; y cuando la hayamos acabado volveremos a discurrir sobre ella». Eso decía en 1526 Maquiavelo y hoy es actualidad: discurrimos.

Es muy pronto para ver las condiciones y los efectos de las mismas.

Es difícil asumir ese empeño de seguir con la guerra a cualquier precio, tarde o temprano el equilibrio se romperá; ahora soñemos mientras discurren.

Las condiciones previas nadie las sabe, pero como en toda negociación se emiten señales para ver si hay respuestas de los que quedan fuera.

-Alto el fuego antes de mayo.

-Retirada de las tropas ucranianas de Kursk.

-Se abre el espacio aéreo y marítimo sobre Ucrania y mar Negro. El mar de Azov control ruso.

-Ucrania acepta soberanía Rusa sobre Crimea y conversaciones sobre Dombás que pasan a Administración rusa.

-Elecciones en Ucrania a corto plazo.

-Ucrania renuncia a su entrada en la OTAN y a su expansión hacia el este.

-Se autoriza extracción minerales y reconstrucción de Ucrania.

-La OTAN renuncia a su expansión. No participará en nada sobre acuerdos de paz en Ucrania

-Las tropas estadounidenses en Letonia, Lituania y Estonia se retirarán a los EEUU.

-Se negociarán las sanciones a Rusia.

-Rusia acepta soberanía Ucrania y reconoce su independencia y libertad.

-Fuerza de Verificación Alto el Fuego a lo largo de la actual línea del frente con Reino Unido y Francia (¿Alemania?). Otras: España, Italia, Polonia, Turquía… Entre 15 y veinte mil hombres.

-Acuerdo del Consejo de Seguridad de la ONU.

No será Europa quien lleve el mando de las tropas, caso de enviarse, a una línea de armisticio. El Reino Unido se ha hecho cargo del alto el fuego y será el representante de Trump en Europa. Es significativa la desaparición o ausencia del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (Kaja Kallas). Ni está ni se la espera.

Europa o apuesta por la política de Trump o tiene un futuro preocupante en Defensa. Tampoco la OTAN que será un simple observador que vaya perdiendo cada vez más fuerza. Por ahora no hay ninguna señal de que la Defensa de Europa vaya a sostenerse en un Ejército Europeo. Aún poniéndose en marcha de manera urgente y todos de acuerdo se tardaría no menos de 5 años en contar con un embrión de Ejército, Armada y Aviación más todo lo que conlleva de Inteligencia, Operaciones Especiales, ciberguerra, y sobre todo una poderosa industria militar de armas y municiones muy condicionada por los intereses de cada uno. A día de hoy parece imposible por lo que la UE deberá ceder y confiar en Trump.

España ha de pensar más en el sur que en otros lugares donde cada vez pintamos menos por intereses  y capacidades.

Está claro que a Europa nos miran desde una prudencial distancia. No habrá Ejército, pero ya han empezado a militarizar a una sociedad confusa que banalizó su seguridad y defensa. Esperemos que no sea tarde y el uniforme esté hecho a la medida.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

17 marzo 2025

Blog: generaldavila.com

 

 

 

 

 

 

EL EJÉRCITO QUE TENEMOS CONTRA EL QUE NECESITAMOS. LA MANO QUE MECE LA DEFENSA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

España acaba de perder un negocio de 5.000 millones de dólares ante el rechazo de la India a contratar a Navantia para la fabricación de sus submarinos en base al módulo S-8O español. Alemania se queda con el contrato.

Dos conclusiones rápidas:

El S-8O es bueno, no tanto como creíamos. El sistema AIP (generar por sí mismo el hidrógeno que requiere) no está aún instalado. Aunque se le espera.

-Europa en esto de la Defensa Común, un Ejército Europeo, que empieza por una Industria común de Defensa, está muy lejos de ser, yo diría que nunca será, eso de la  Europa de la Defensa sin la OTAN, a no ser que haya una revolución interna que encabece Polonia, por poner un ejemplo; o Turquía (no sonrían). De manera que mejor pensemos en subir el porcentaje dedicado a la Defensa bajo el paraguas OTAN. Entre el 2% y el 5%. No subir el presupuesto de Defensa en España tiene mucho que ver con nuestra proximidad a Venezuela y Cuba.

Pero la Europa de las naciones por ahora es una carrera a ver quien vende mejor sus armas.

El Ejército español es quizá el mejor Ejército del mundo, sin exageraciones, por sí mismo, sin contar armas y municiones. Somos un ejemplo en virtudes y eficacia en lo que es difícil que otro pueda competir. Eso ocurre desde hace tantos años como ejércitos tenemos, y ya nuestros tratadistas militares siempre se fijaron más en la virtud, algo que no ha ocurrido con los de otras naciones, que en los medios y organización, por otro lado históricamente lamentable.

Hoy el grado de preparación y virtud sigue siendo altísimo aun bajo el grave riesgo de un amenazante antimilitarismo que se mezcla con puntos de vista erróneos sobre la misión de las Fuerzas Armadas en línea con criterios de mano de obra barata, disciplinada y obediente, utilizada para cambiar el fusil por la escoba en cuanto se presente la más mínima oportunidad.

Esa excelencia de nuestros ejércitos pasa por las personas que lo componen y no tanto por las que lo proponen y sostienen. La alabanza constante es uno de los mayores enemigos de los ejércitos, a los que se les supone más allá del valor sin que sea necesario manosear su virtud. Por sus obras los conoceréis.

Lo que los ejércitos necesitan es compromiso, el mismo que asumen sus componentes.

El señor Zapatero, en su periodo de presidente del Gobierno, vació de contenido al Ejército dando una errónea visión de lo que tenía que ser y en lugar de dotarlo para el cumplimiento de su misión lo desnudó para vestir una organización que en nada se parece a lo militar, creando confusión entre propios y extraños, siendo los propios militares los que, cuando la guerra está a las puertas de casa, se mueven como una organización de protección civil a disposición de las Administraciones Públicas para gestión medioambiental o gestión de recursos y procesos propios de otras empresas.

Las armas pasaron a un segundo plano sustituidas por camiones cisterna, mangueras y quitanieves. Un peligroso cambio de mentalidad que hunde la Defensa y confunde a los propios militares.

Tuvo incluso el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, general de Ejército Fernando Alejandre, en una inolvidable, por su crudeza y rigor, comparecencia ante la Mesa de Defensa del Congreso de los Diputados, que exponer las graves carencias, junto a sus consecuencias, de las Fuerzas Armadas españolas, es decir la lamentable situación de la Defensa en España. Lo dejó escrito: Rey servido y patria honrada. No quisieron tomar nota de sus palabras y prefirieron seguir con su plan.

Los militares tenemos muy claro que servimos al Estado en su conjunto y no a un Gobierno determinado, algo que los partidos aún no han asumido: el servicio a España y no al partido o coalición. En el caso de las Fuerzas Armadas esto no parece ser algo tan complicado.

Decía el general Alejandre: <<España no invierte en la seguridad global la parte que le corresponde y lo compensa parcialmente tratando de participar en diversas operaciones de mantenimiento de la paz a costa de un gran esfuerzo de sus militares y en cierto modo también a costa de la operatividad global de las Fuerzas Armadas>>.

Nuestra postura internacional no arregla en nada la situación dada la escasa relevancia de nuestros Ejércitos que siendo los mejores del mundo en virtud, son poco fiables en compromiso político. Lamentable, ya que eso supone una gran pérdida de capacidades morales y materiales para el progreso de la nación.

Hemos hablado del contrato de los submarinos, pero es algo anecdótico dentro del conjunto.

El Ejército español sigue sin disponer de un vehículo básico de combate apropiado para el transporte de tropas, urgente necesidad desde hace más de quince años, y nos encontramos ante el desamparo, sin protección en zonas conflictivas y subidos en el riesgo, un ataúd andante como es el viejo BMR, con más de 45 años de servicio y sometido a inútiles modernizaciones. Otro ejemplo más, pero de una gravísima irresponsabilidad que debería avergonzar a la Administración y a nuestra Industria armamentística.

Para colmo el Ejército español ha comprado cerca de 4000 vehículos a China, después del fracaso de los vehículos Aníbal. ¿Serán los chinos mejores y más europeos o será cuestión política?

El JEMAD actual, tuvo que denunciar, y lo hizo, dijo sin querer decir, es decir, en voz bajita, también en la Mesa de Defensa del Congreso de los Diputados, nuestra falta de capacidades industriales, la dispersión de la industria de Defensa, la escasez de municiones, la ausencia de capacidad de patrulla marítima, de lanzacohetes, etc. que obligaba a realizar una inversión muy fuerte. Veamos lo hecho.

Todo el sistema de defensa contracarro del Ejército español está basado en los misiles SPIKE LR-2 de tecnología israelí (Rafael advance Systems). España aprobó su adquisición por un valor de 285.070.127´60 euros. 168 sistemas y 1.600 misiles, en un conjunto de 574 millones de euros para misiles c/c, granadas de mortero, y diversa munición. Significa 1.100 puestos de trabajo en las empresas Escribano, Expal, FMG y Tecnobit. Supone el total de nuestra defensa contracarro. Todo ello en manos de la tecnología y patentes israelíes.

Para los lanzacohetes que sustituirán a los Teruel, se prevé un gasto de cerca de 700 millones de euros y de nuevo en manos de Israel ya que la patente es del sistema israelí PULS de la empresa Elbit con un consorcio formado por Expal, Escribano, GMV e Iveco.

Seguiríamos con las radios vehiculares, los sistemas para detección, identificación y definición de los Eurofighter, blindajes, torres de los Leopardo… todo tecnología de Israel.

Por otro lado Israel es un vendedor principal de armamento a Marruecos que con la ayuda de Estados Unidos se está convirtiendo en la mayor potencia que controla el Mediterráneo occidental y la entrada al Estrecho.

Tecnológicamente Israel es incuestionable. Pegasus está en el aire con lo que ello supone y seguirá abierta la brecha del espionaje de los móviles del presidente español y sus ministros.

Es decir ahora mismo nuestra Defensa depende de una OTAN a  la que no pagamos y de una nación como Israel de la que nos alejamos después de ofenderla.

Un Ejército profesional es muy caro. Las armas lo son. Las coaliciones defensivas son exigentes e interesadas. Las relaciones internacionales marcan el devenir económico y militar de una nación: el futuro y el progreso. Los Ejércitos son cuestión de Estado y no caprichos de partido. La disciplina no lo puede todo.

El capítulo de «Personal» es de una gravedad cada vez más alarmante. El futuro de nuestros soldados está sin resolver: el paro. Cada vez se hace menos caso a ello y surgen situaciones que hacen peligrar la principal virtud militar. Los sueldos militares se congelan y olvidan, mientras hay diferencias entre unidades, precisamente entre las de combate y las que no lo son. Una clara brecha abierta en la mayor de nuestras sensibilidades.

Tenemos el mejor Ejército del mundo. No así la mano que mece la Defensa. Grandes dudas entre lo que somos y lo que deberíamos ser. Lo pagaremos todos por no pagar lo que la Defensa exige.

Así no se construye el futuro ni el progreso. Puede que así sea en Venezuela o en Cuba.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

29 enero 2025

OTANITIS. 75 AÑOS DE LA OTAN Y SIN EJÉRCITO EUROPEO. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

75 años para alcanzar 32 miembros. Eso no hay quien lo gobierne ni política ni militarmente. Es imposible. Llama a la puerta Ucrania y la celebración la protagoniza quien no forma parte de la organización, pero es la escusa para mantenerse, la nueva razón americana de la OTAN cuando ese no es el problema y lo saben. La invasión de Ucrania es el estrepitoso fracaso de la disuasión. Habrá que inventar otro efecto, otra OTAN, porque este es otro mundo que nada tiene que ver con el de ayer, ni siquiera con el de hoy.

La OTAN ha crecido tanto que es ingobernable y se enfrenta a un mundo tan incierto como inseguro sin que sus miembros muestren una postura real de firmeza y unidad ante los nuevos retos. Un enjambre que no da ni miel ni cera. A partir de noviembre empezará la diáspora. Los Estados Unidos de América no son lo que eran y sus intereses se desplazan hacia los nuevos escenarios dominados por dos factores: producción y consumo. Europa solo tiene dinero sin valor, inmigración inasumible y leyes, muchas leyes; nada más. Frente a la organización política de la OTAN se abre una nueva alianza de los que no forman parte de ella, incluso están frente a ella y disponen de algo que la OTAN no tiene ni nunca jamás volverá a tener: disciplina. Frente a la organización militar de la OTAN se abre otra organización militar que camina a ser la más fuerte y poderosa en pocos años. Es la organización que maneja la paz y la guerra como si fuesen lo mismo, que lo son, pero que presume de paz organizando la mayor máquina del mundo para la guerra. En Europa fabrican la guerra, pero presumen de paz y los políticos se salvan ilesos de ella mientras esquilman la juventud de sus naciones y fomentan una desenfrenada locura de ocio, diversión y gasto donde todos quieren ser iguales que los más, todos tener y hacer lo mismo que los más, cuando no hay ni espacio ni recursos para todos. Es una falsa cultura sin disciplina ni valores más allá que el de la chicharra.

La OTAN tal y como la concebimos hasta ahora ha muerto. Es necesario crear otra cosa y eso fue algo que el general de Gaulle vio con claridad. Europa debe ser capaz de defenderse sola sin la ayuda de los Estados Unidos de América o al menos sin la dependencia que ahora tenemos que es absoluta. Pero miren como está Francia y el resto de naciones europeas. Como para afrontar la solución: un Ejército europeo de verdad con mando y dirección, no una organización político militar sino un Ejército auténtico con unidades permanentes, mandos constituidos y sistema único de logística e industria militar, algo difícil pero no imposible dada su urgente necesidad. Esos detalles que a todos de entrada nos parecen tan complejos, como la generación de unidades, despliegues, dependencias, escuelas, armamento y personal son de fácil solución y además una gran inversión. Lo difícil a la vista de los acontecimientos es tener voluntad política y aceptar la cruda realidad a pesar de estar dominados por una izquierda que parece una quinta columna introducida en Europa. Es cuestión de tiempo, pero Europa a este ritmo desaparecerá como tal. Lo que actualmente tenemos como sistema de Defensa es un camelo que no sirve ni para disuadir. Eso sí, en todos los ejércitos hay una auténtica otanitis entre militares porque sus puestos están bien remunerados económicamente y en ascensos. Eso es todo. Para la guerra no sirven esta organización invadida de políticos que viven del cuento de la disuasión. Un día nos despertaremos con la cruda realidad en las puertas de casa.

La OTAN nos ha dejado sin Ejército Europeo y ahora en esta cumbre de Washington nos damos cuenta de que ya estamos fuera de tiempo.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

11 julio 2024

OTANno—OTANsí General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

El síndrome de la OTAN

Europa vive bajo el síndrome de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que se manifiesta en la repulsa a defenderse militarmente, pero, eso sí, que haya alguien que la defienda.

Vuelve la antigüedad a señalarnos como culpables. Europa fue Grecia y fue Roma; el Renacimiento abrió el telón a un nuevo mundo, entonces una Europa que era portadora de cultura, sabiduría y humanismo. También religión y guerra, mezcla tantas veces explosiva con un poco de todo. Austrias y Borbones, Luis XIV sobre todo; y Europa fue Napoleón, y las guerras mundiales fueron Europa, y acabó siendo Hitler quién echó el borrón que Goya había anunciado en esa metáfora de El Coloso que acabaría con todo.

Tuvo que venir la descubierta, las Américas, a poner orden al ver una Europa indefensa y empobrecida de ideas y venidas; y se quedó. ¡Cómo para irse! Fue una guerra fría, pero al fin y al cabo una guerra.

Así apareció la OTAN: que era y son los Estados Unidos de América. Los demás fueron y son convidados de piedra que no pagan.

El Secretario General de la OTAN

El noruego, actual Secretario General, Stoltenberg, da la fórmula secreta: «disuasión y diálogo». Es algo así como «A Dios rogando y con el mazo dando», pero sin dios, sin rezar y sin golpear. La fórmula tenía  un secreto, pero le han pillado: que golpeen ellos, los americanos, y que rece la tropa mientras hacen como el chiste ¿pero hay alguien más?

Si algo queda para entonces, la próxima cumbre de la OTAN se celebrará en Madrid los días 29 y 30 de junio de 2022.

El presidente Sánchez lo ha anunciado tras reunirse, o lo que sea, en Moncloa con Stoltenberg y ha señalado la concepción estratégica del futuro: «Para España es fundamental fortalecer las relaciones entre la OTAN y la Unión Europea para reforzar la responsabilidad de la Alianza en el ámbito de la seguridad humana, abarcando aspectos como la lucha contra el cambio climático y asuntos relacionados con mujer, paz y agenda de seguridad, que serán cruciales para la seguridad y la estabilidad en las próximas décadas».

Es una visión novedosa y muy estudiada por Putin y Xi Jinping. Los Estados Mayores, el Pentágono, el CESEDEN, el Sistema de Seguridad Nacional, yo que sé, estudian a fondo las palabras del presidente. ¿Para eso queremos la OTAN? Paga que diría Trump, y déjanos a nosotros no vaya a ser que confundas la OTAN con soldados sin frontera o aquello que nos decían en Afganistán «miliKK», pero acompáñame.

La OTAN se mueve ¿Un Ejército Europeo?

El Secretario General de la OTAN, sin saber a dónde mirar ni que decir, ha saltado la barrera, la que separa al toro a punto de cornear y al público entendido: «Estamos unidos y eso es el mensaje más importante que enviamos a Rusia, que no nos puede dividir. Estamos unidos en nuestro mensaje de disuasión y defensa combinado con diálogo».

Es lo que les decía: «A Dios rogando y con el mazo dando», pero no esperen que España haga algo, porque ya no reza y su presidente piensa que: «Sobra el ministerio de Defensa».

En mi opinión la OTAN o es una organización militar o no es nada. ¿Política? Es evidente. Hoy lo vemos a cada minuto que no son los ejércitos los que promueven los conflictos, sino los poderes políticos y económicos los que ponen y quitan rey.

La OTAN está para evitar conflictos, proporcionar seguridad diaria, libertad, por medios políticos y militares. Para evitar o hacer la guerra. ese es el diálogo.

Un compromiso de resolución pacífica, pero con una fuerza militar para la defensa colectiva de acuerdo con el Tratado o por mandato de Naciones Unidas. O tenemos una fuerza disuasoria y con voluntad de vencer, militar y fuerte, decidida y sin debilidades o todo será inútil.

De eso es de lo que hay que hablar. Ser más fuertes y creíbles. Europa hoy no es ni lo uno ni lo otro.

Por último: ¿Quién paga la factura?

No insistan: por ahora no hay ni rastro de un Ejército Europeo. Creo que no lo habrá a medio plazo. Es historia.

Lean.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

15 octubre 2021