EL GAL DE FRANCO. OPERACIÓN «DOBLE E» (Extracto del Libro «LA II GUERRA CIVIL DE FRANCO» por General Rafael Dávila Álvarez

 

«Nadie enciende una lámpara para taparla con una olla o ponerla debajo de la cama, sino que la pone en alto para que tengan luz los que entran. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a conocerse y ponerse en claro» Lucas (13.16-17).

«No hay mayor secreto guardado que el secreto de algo inexistente»

OPERACIÓN DOBLE E. ANTECEDENTES
Estamos en el año 1972, exactamente es el 16 de marzo. El Levante español es el refugio de los antiguos miembros de la OAS., Organisation de l, Armée Sécrete. Esta organización que luchó por la Argelia Francesa había nacido en Madrid y al disolverse muchos de sus militantes se mantuvieron unidos dentro de una organización básica bajo el cobijo que les brindó el régimen de Franco. España fue no sólo su hogar y refugio sino su santuario.
El Gobierno español y sus servicios secretos no encontraban en su vecina Francia la colaboración política y policial necesaria para controlar y luchar contra los terroristas de la ETA. Francia conocía, controlaba e incluso apoyaba a la banda terrorista con tal de que no molestasen en territorio francés.
España se encontraba en una perentoria situación frente al terrorismo sin ningún apoyo del Gobierno francés, sino más bien todo lo contrario. Se desconocía casi todo sobre los terroristas y el Gobierno español estaba aislado sin información alguna, incapaz de adivinar que la ETA era un problema complejo que no se solucionaba con la única actuación de la seguridad interior. Francia tiene aún mucho que contar y lo oculta. Su vergonzoso apoyo y protección a la banda asesina fue decisivo en aquellos años para que la banda terrorista los aprovechase para darse a conocer a base de múltiples y sonados asesinatos.

Su proyección definitiva empezó con el del presidente del Gobierno español, D. Luis Carrero Blanco. Ni ellos mismos daban crédito a lo conseguido, aunque no era el éxito solo suyo. No estaban solos. El Partido Comunista francés de Toulouse fue tan responsable y ejecutor como la propia ETA.

A lo largo del documento Operación Doble E aparece con relativa frecuencia referencias al Partido Comunista de Toulouse. Es muy probable que el informador o informadores confundan, o mezclen los términos, las diversas organizaciones que con el nombre de Partido Comunista estaban en aquellos momentos en activo.

Conviene aclarar el término usado en Doble E ya que puede dar lugar a equivocaciones dado que por entonces la división que se había producido entre partidos de la ideología comunista creaba un verdadero caos de siglas, denominaciones e ideologías.

La denominación aplicada de «Partido Comunista de Toulouse» no indica nada en concreto y puede confundirse con el Partido Comunista Francés (PCF) o Partido Comunista español (PCE) que en aquellos momentos no presentaba esa actividad violenta contra el Régimen y había apostado por la vía pacífica con su política de «reconciliación nacional» que dio origen a una mayor ruptura con otros grupos comunistas que apostaron por la violencia. Partido comunista a secas, o de TOULOUSE, no definía a un partido en concreto ya que con ese nombre y su calificativo detrás había un indeterminado número de grupos.

Desde comienzos de los años sesenta hubo escisiones en los partidos comunistas de todo el mundo dando lugar a la creación de numerosos grupos con ese nombre que decían defender las esencias del marxismo-leninismo y entre ellos se fundó el Partido Comunista de España marxista-leninista, PCE (m-l) que fue una escisión del Partido Comunista de España. Este partido marxista-leninista fue el impulsor del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) que asesinó a varios policías al final del Régimen. Su actividad violenta fue creciendo y llegó a su cénit entre 1973 y 1975 actuando con violencia contra el Régimen de Franco y es a ellos a los que con toda seguridad se debe referir el informe que habla de una manera genérica sin especificar a qué partido comunista se refiere cuando habla de «Partido Comunista de TOULOUSE».

Es indudable que procediendo de un mismo tronco la información tuviese sus trasvases y fuese conocida de unos y otros pero no es menos cierto que el enfrentamiento entre los distintos partidos comunistas fue de gran virulencia llegando momentos de verdaderas dificultades entre ellos porque además de las diferencia ideológica y de procedimientos, siempre sobrevoló el temor a los infiltrados de la policía. Nadie se fiaba de quien estaba a su lado.

España quiso dar un paso al frente en el conocimiento del fenómeno de la ETA y dada la falta de apoyo francés inició su propia obtención de información.

¿Dónde iba a encontrar España el necesario apoyo para infiltrase en la organización terrorista y obtener datos de sus proyectos y movimientos? Solo desde dentro de la banda o desde el interior de los servicios policiales franceses podía obtener resultados.

La experiencia y conocimientos de los antiguos miembros de la OAS, agradecidos por el apoyo que España les había prestado, acabó siendo la clave y la Organización prestando sus servicios a los impotentes servicios de información españoles.
La operación se pone en marcha en 1972.

Duró poco más de un año y no se obtuvo gran rendimiento por desidia española ya que la información no fue analizada y explotada con eficacia a pesar de su importancia, que fue de tal magnitud, que pudo evitar el asesinato del Almirante Luis Carrero Blanco.

Doble E murió con la misma imprecisión y extrañeza con la que nació.

Aquí están los datos.

Desgraciadamente años más tarde nos encontraremos con una situación parecida, quién sabe si inspirada en esta primera maniobra… No es de extrañar que alguien desempolvara aquellos antecedentes y copiara métodos y procedimientos.

Alguno de los que se movía por esos mundos novelescos de Doble E el año 1972 continuará en plantilla en las listas del GAL que se montó en España en 1983.

Doble E fue sólo un proyecto, muy madurado, organizado en su estructura, pero sin continuidad y puesta en escena. Se quedó sin fondos o no se quiso ir más allá es una incógnita que queda por desvelar. No sabemos el por qué de su inesperado final. Si es que lo hubo.

Lo que más tarde puso en marcha un Gobierno democrático (GAL-1983), socialista para más señas (Felipe González al mando), no fue capaz de ponerlo en marcha el Gobierno de Franco, como posteriormente veremos.
Lo que se expone sólo fue conocido por la Guardia Civil y dentro de ella por su Director General, mandos muy próximos de su Estado Mayor y los encargados de realizar la operación, como deja muy claro el ejecutor del informe.
En aquellos momentos el Director General de la Guardia Civil era el Teniente General Carlos Iniesta Cano. Fue nombrado en enero de 1972 y estuvo en el cargo hasta Mayo de 1974, fecha en la que pasó a la reserva.
Hay un dato de gran interés porque puede orientarnos sobre los orígenes de esta operación. El General Iniesta acababa de llegar de Argelia donde estuvo de Embajador de España desde julio de 1970 hasta su nombramiento como Director General de la Guardia Civil.
Su última actuación en Argelia fue en Febrero de 1972 (ya nombrado DG. de la G.C.) con motivo de la visita a ese país del Ministro de Asuntos Exteriores, López Bravo, para la firma de los acuerdos de compra de gas natural y de cooperación económica y financiera entre los dos países. Su nombramiento para la Guardia Civil y la inmediata puesta en marcha de la Operación Doble E con miembros de la OAS hace pensar que estableció algún tipo de contacto en Argelia durante sus años de Embajador. Las razones que llevaron a nombrar al General Iniesta embajador en Argelia y su posterior nombramiento como Director de la GC. aparentemente pueden tener relación. Los contactos que allí pudo establecer con antiguos miembros de la OAS y la información obtenida pueden ser el origen de la operación Doble E.
No está de más recordar que el General Iniesta fue Agregado militar de la Embajada española en Washington de 1949 a 1955 siendo embajador José María Areilza. Indudablemente ese era otro lugar privilegiado para ver los derroteros que llevaba la política internacional y obtener información de primera mano.
El Jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil en 1972, mano derecha del Director, máximo receptor de toda la información que la Guardia Civil manejaba a cualquier nivel, era un personaje lo suficientemente listo para adaptarse a las circunstancias sin ningún rubor ni sonrojo, de esos que son capaces de estar en todos los lugares para terminar diciendo que no estaba en ninguno. Hablamos del General José Antonio Sáenz de Santa María Tinturé.

En 1995, el teniente general José Antonio Sáenz de Santa María, imputado por uno de los atentados del GAL, aunque fue exculpado, hizo unas intrigantes declaraciones al periódico El País (24-2-1995-Miguel González) en relación con la guerra sucia.

—¿Alguna vez recurrió en aquella época a la guerra sucia?

—Le responderé con una máxima: En la lucha contraterrorista, hay cosas que no se deben hacer. Si se hacen, no se deben decir. Si se dicen, hay que negarlas. Creo que he contestado.

El antiguo Jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil en 1972, coronel Sáenz de Santa María, sería más tarde su Director General y de él se especuló sobre su conocimiento y participación en la guerra sucia de los GAL. Es famosa su «no declaración» en el Congreso, solicitada a puerta cerrada, sobre aquellos hechos. Se negó hacerlo si era a puerta abierta porque sus declaraciones podían ser motivo de escándalo. No hubo necesidad ya que el Partido Popular disolvió la Comisión para investigar el GAL.

El general había declarado (El País-MIGUEL GONZÁLEZ. Madrid – 27 ENE 1996):

«Sí es cierto que les hice ver que, si yo declaraba a puerta abierta, todo lo que declarase, especialmente a preguntas del PNV “interesado en la guerra sucia durante la etapa de UCD, podía ser objeto de titulares llamativos o escandalosos, porque yo no podía negarme a contestar ninguna pregunta cuya respuesta conociese. Este fue el problema que les planteé», concluye el general, y “no tuve más noticias sobre el tema hasta que me enteré de que la comisión había sido disuelta”».

Todo está publicado. Nada leído. Nadie se da por enterado.

General (R.) Rafael Dávila Álvarez

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11 noviembre 2025

LA BANDA DE GUERRA DE LA LEGIÓN. General Rafael Dávila Álvarez. General Jefe de la Legión entre 2001-2004

La Asociación Nacional de Veteranos de Bandas de guerra me pidió una colaboración escrita para su revista que acaba de ser editada. Para mí es un grito al deber, un ¡A mí la Legión! que no puedo dejar pasar porque además en este caso viene de los Veteranos de mi querida Banda de Guerra.

La Legión entra por la música y la música de la Legión es de guerra, es una danza para el combate, el preludio del duelo y el sonido del dolor después del combate cuando con tus propias manos recoges al compañero herido o le das sepultura al muerto. Sin música, sin Banda de guerra no hay lucha ni combate, no hay boda más allá de la muerte. La Legión sin Banda de guerra no es nada, no es Legión ni es unidad ni el Credo tiene sentido. La Legión empieza por un toque de corneta y termina con un pasodoble sin letra, solo con tambor y corneta.

Himnos y canciones de la Legión. Su Banda de Guerra.

Era el deseo de Millán-Astray que La Legión contara con sus propios himnos y canciones «…que abrevian los kilómetros y alivian la fatiga. Todas las noches, a la retreta, se cantarán esos himnos solemnemente, y siempre, siempre, la Legión rendirá el homenaje del recuerdo a sus muertos».

Iba a ser la música la expresión de la mística legionaria. Para entrar en el corazón humano hay que cruzar la antecámara de los oídos. El silencio de la tragedia legionaria sólo podía ser expresado a través de sus canciones o con el rezo conjunto, recio y vibrante de los espíritus del Credo.

Porque en la Legión hay poco que entender o discutir; aquí no se habla, se reza… La oración tiene el sonido lejano de la corneta a la que contesta el tambor. Aquí se habla y se entiende con la música y es por eso que quien lleva el ritmo es la Banda, la Banda de Guerra.

Porque no se habla cuando se va a luchar pero se reza cuando se va a morir.

Así surge la música legionaria que busca la trascendencia, vencer el miedo y la zozobra. Cantando oyes al compañero en compañía hacia la muerte y silencias a los enemigos del alma. La música te hace fuerte, hace legión, cohesiona y acompaña en el recuerdo de las hazañas que fueron y en la esperanza de las que vendrán.

Nace la melodía del combate, la combinación del ritmo del ataque con la armonía de la ciega y feroz acometividad que te arrastra hacia el mayor honor, morir en el combate.

Millán–Astray sabía que sin la música no habría Legión, que sin el sonido de guerra no habría valor, que sin la corneta no habría mando ni victoria, que solo era música su Legión.

En mis años al mando de la Legión cuidé a mi querida Banda de Guerra y siempre que pude iba a visitarles en sus ensayos, allí en un rincón del acuartelamiento, más legionarios que nadie, con su especial color y sonido de legión, unos tipos muy bravos en los que descubrí que eran el motor de la Legión.

Hoy llevo su sonido dentro y en cuanto oigo un tambor y las cornetas sé que allí está el valor, el Credo, la guerra y el honor, porque esa es el referente eso es la Legión.

Gracias amigos por permitirme seguir a vuestro lado y que suene la contraseña de la Legión, esa que despierta el alma cuando el cornetín suena por encima del fragor del combate anunciando el inminente momento del encuentro con la victoria o la muerte:

¡Legionarios a luchar!

¡Legionarios a morir!

Vuestro general de entonces y admirador hoy

General Rafael Dávila Álvarez. General Jefe de la Legión entre 2001-2004

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04 octubre 2023

EL ARTE DE LA GUERRA. General Rafael Dávila Álvarez

Cuentan que hace más de dos mil quinientos años un Maestro de artes marciales, que solo era eso, Maestro, enseñaba a sus discípulos y parece ser, según el relato, que su enseñanza se centraba tanto en la educación y la cultura como en el entrenamiento y la técnica.

Un día al comenzar su diaria clase uno de los alumnos se mostraba muy agitado y contento por lo que al ser tan ostensible aquella actitud el Maestro, cuyo nombre no se nos ha dado a conocer, le pidió que diese explicaciones por su manifiesta alegría.

—Maestro: Ayer pude poner en práctica todas tus enseñanzas y comprobar que he aprendido de manera eficaz lo que cada día nos repites. Ese es el motivo de mi satisfacción

A lo que el Maestro respondió.

—En principio me gusta ese ánimo que refleja tu rostro porque la instrucción es dada solo a los entusiastas; solo guío a los fervientes. Destapo solo una parte de la cuestión, y si el estudiante no puede descubrir el resto, no digo nada más. Veamos qué es lo que has descubierto para que todos compartamos tu experiencia.

—Maestro: Me disponía a cruzar una calle cuando vi un caballo muy nervioso atado al amarradero por lo que pensé que podría ser un peligro a la hora de pasar por sus proximidades. No quise huir del peligro y asumí que tampoco era bueno tener miedo al ataque. Sin amedrentarme, confiado en la virtud de tu enseñanza, me concentré y crucé la calle cerca del animal, momento en el que el bruto caballo me lanzó una coz que con un rápido y acertado movimiento de brazos acompasado con el de mis piernas pude detener. Saludé reverencialmente al bruto y seguí imbuido en tus sabias y prácticas enseñanzas.

La respuesta del Maestro no se hizo esperar. Rotundo.

—No has aprendido nada. Tendrás que empezar de nuevo o abandonar mi compañía.

Y sentenció:

—Cuando la naturaleza prevalece sobre la cultura, se tiene a un salvaje; cuando la cultura prevalece sobre la naturaleza, se tiene a un pedante. Cuando naturaleza y cultura están en equilibrio, se tiene a un caballero.

No has aprendido nada.

—Pero Maestro… siempre nos dijiste que hay una cosa de gran importancia en la guerra: ser tan rápido como el relámpago. ¡Lo he conseguido! Para eso nos enseñas. ¿Qué es lo que debería haber hecho?

Pasar por delante del caballo. Esa es la enseñanza que te he dado y de la que nada has aprendido: Vencer sin combatir. «Abordar una cuestión por el lado equivocado es sin duda dañino». Tú lo hiciste. El lado equivocado era la grupa del caballo.

Aprovechó el maestro para concluir la enseñanza del día.

—«Si os dan el mando de los Tres Ejércitos, ¿a quién habríais nombrado lugarteniente? El mismo maestro dio la respuesta: «Como lugarteniente mío no hubiera escogido a quien lucha con tigres o atraviesa ríos sin sentir miedo. Más bien a alguien que estuviera lleno de temor antes de entrar en acción y prefiriera siempre una victoria lograda mediante la estrategia».

Este pensamiento tan conocido y que se repite en varios tratados clásicos en los que se trata el arte de la guerra transmite la idea de que hay que aprovechar las propias ventajas para enfrentarlas contra los puntos débiles del enemigo. La estrategia militar. El arte de la guerra, que como nos recuerda el filósofo en palabras del poeta: es el arte de la vida: «Amo la vida, con saber que es muerte».

¿Cuál es esa estrategia, qué es la estrategia? Sin duda la decisión óptima. El arte de dirigir las operaciones militares.

Conocen la fama del caballo Ji que era apreciado no por su fuerza física, sino por su fuerza interna.  Es la primera historia sobre: Astucia, engaño, habilidad, estrategia, en definitiva: guerra.

La competición de caballos de Tian Ji es un cuento muy famoso en China porque se dice que fue la primera aplicación de la teoría de juegos de las matemáticas. Durante el período de los Reinos combatientes (475 – 221 a. C.) tanto el Rey Qi Wei Wang del reino Qi, como Tian Ji el general militar de su país, eran aficionados a la competición de caballos. Estos dos hombres clasificaban sus caballos para competir según su categoría: superior, intermedia y baja. Aún sabiendo que, en cualquier nivel, los caballos del rey eran más potentes, Tian Ji seguía compitiendo, cosechando varios fracasos consecutivos. En una competición su estratega militar Sun Bin se le acercó diciendo: “Mi general, tengo una idea para que no vuelva a perder”.

El rey mandó primero su caballo de la categoría superior mientras que Tian Ji, según las instrucciones de estratega, sacó su caballo del nivel más bajo para que compitiera. Lógicamente, el caballo del rey ganó la primera carrera. En la segunda, Tian Ji eligió a su mejor caballo contra el de clasificación intermedia del rey y, sin duda, ganó el del general. En la final, Tian Ji volvió a ganar con su caballo de categoría intermedia contra el de nivel más bajo del rey. Así venció al rey por 2 a 1. Esta victoria sorprendió al Rey Qi Wei Wang y el general aprovechó esta ocasión para recomendarle al rey a su estratega, Sun Bin, a quien llegó a apreciar tanto el rey que le acabó nombrando consejero militar. Gracias a Sun Bin el rey obtuvo numerosos éxitos militares.

Estrategia de guerra. Decisión óptima.

Arte de la guerra.

General Rafael Dávila Álvarez. Escritor

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27 diciembre 2022

JERSÓN: NUEVO PLANEAMIENTO DE LA GUERRA (En manos de China) Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Sin mapa no hay guerra…

Desde tiempos inmemoriales los ríos, como obstáculos que son, han sido testigos de innumerables batallas dando su nombre a históricos enfrentamientos para ser forzados o defendidos.

El primer río que queda inscrito en la literatura es el Escamandro, a sus orillas: la batalla de los dioses en la Ilíada. Sonaron las terribles palabras: «Si el hijo de Crono te concedió aniquilar a todos los troyanos, empújalos al llano, fuera, al menos del cauce de mis aguas, y ya ejecuta tus atroces obras; pues llenas de cadáveres están ya mis amables ondas, y no puedo por ningún sitio derramar mis aguas a la divina mar, que con los muertos me voy volviendo estrecho, pues tú matas con gran violencia exterminadora. Mas, ¡venga ya!, acaba de una vez; preso el horror me tiene, caudillo de guerreros» (Canto XXI, Ilíada).

Alejandro Magno: de Gaugamela a la batalla de Hidaspes; Flavio Vegecio en Instituciones militares teoriza sobre el modo de pasar los ríos caudalosos. Clausewitz dedica un capítulo al paso de ríos en su obra De la guerra y todos los ejércitos del mundo recogen en sus doctrinas el paso y defensa de cursos de agua como un caso particular de la batalla.

«Los cursos de agua constituyen obstáculos para el movimiento y, en consecuencia para el ataque, y pueden proporcionar a la defensa una ayuda valiosa, aunque sean siempre superables».

Su valor como obstáculo depende de entre otros factores de su anchura, profundidad y velocidad de la corriente, la posibilidad de provocar inundaciones por la existencia de presas, las características de sus orillas y el periodo estacional lluvioso o seco. Los factores aludidos hay que analizarlos con suma cuidado ya que sin llegar a ser en principio decisiva una batalla para forzar su paso o evitarlo podría ser el comienzo de una situación general muy dificultosa para el perdedor sea este el atacante o defensor.

Así están las cosas en Jersón. Los rusos ocuparon al comienzo de su invasión la ciudad sin grandes dificultades y se establecieron en la margen occidental, margen derecha, del río Dniéper (Conviene recordar que hablar de la derecha o la izquierda de un río se hace teniendo como referencia la corriente descendente, es decir aguas abajo). No encontraron gran oposición, pero su Estado Mayor cometió el grave error de no ampliar la cabeza de puente, profundizar en la ocupación del terreno más allá de sus orillas para evitar que la reacción enemiga les obligase a tener el gran río a sus espaldas, un paredón contra el que podrían estrellarse ante la presión enemiga.

En la guerra en Ucrania de un tiempo a esta parte todo ha cambiado. Rusia ha tenido que reducir su frente, la penetración en Ucrania se ha detenido, las municiones se acaban, la logística se ha estresado y su objetivo estratégico se reduce, por ahora, al añorado sur de Ucrania. Quizá Rusia quisiera volver a los tiempos anteriores a la invasión. Consciente de su grave error político y militar ya no tiene marcha atrás. El crimen está cometido. Su ambición inicial le podría llevar a perder una guerra en la que jamás será ganadora. Es por lo que se plantea cambiar su estrategia política y por tanto la militar.

Ucrania se ha recobrado de los iniciales fracasos militares y el coraje de luchar por su libertad junto a la ayuda exterior le ha situado en el camino de la victoria.

Pero la guerra aún no está ni definida ni ganada por parte de ninguno.

En estos momentos la estacionalidad de la guerra es un factor a tener en cuenta.

Se libra la batalla de Jersón. El río Dniéper por medio. ¿Será el Escamandro que se revuelve ante tanta sangre vertida a sus aguas que oscurece aún más el mar Negro?

Deducimos de lo expuesto que ante la presión del ejército ucraniano en Jersón, el Estado Mayor ruso se haya preguntado que hacen sus tropas en el lado derecho del Dniéper y el obstáculo del río a sus espaldas. Tan buena como tardía pregunta que desde el punto de vista táctico no se entiende que haya tardado tanto en tener respuesta.

De ahí la lógica maniobra rusa de abandonar la ciudad de Jersón, cruzar a la orilla oriental del Dniéper y establecer allí una defensa sin idea de retroceso para defender el territorio que podría ser su definitivo trofeo de guerra caso de llegar a una negociación. En definitiva lo que parece adivinarse es algo que ya en crónicas iniciales de esta guerra apuntábamos: el objetivo de Rusia estaba en un frente marcado por el curso del río Dniéper, no más allá, aunque para obtenerlo aparentase querer mayores logros en profundidad. Es la única forma de entender el enorme frente inicial de ataque que tácticamente era imposible de sostenerse en el tiempo y el espacio. La progresión militar de Ucrania, su resistencia y fe en el triunfo son diversos factores que no fueron analizados por Rusia por lo que se ha visto obligada a aceptar la realidad de una guerra que se ha vuelto en su contra y amenaza los cimientos de la misma nación rusa que va camino de verse abocada al aislamiento y entrada en la miseria económica, moral y al desprecio del mundo libre. La situación es de tal gravedad que abre la posibilidad de que cualquier cosa ocurra.

Desde el punto de vista táctico, y dado que la estrategia ha pasado a estar casi derrotada por el error táctico y lo costos de lograr su objetivo, Rusia busca ganar tiempo y mantenerse en las posiciones alcanzadas, resistir la presión del ejército ucraniano e iniciar pronto la recuperación para con un mínimo cambio de rumbo pensar en una solución más política que militar.

Para ello la idea de maniobra del ejército ruso que preveo sea la de mantenerse en defensiva sin idea de retroceso en la línea oriental del Dniéper desde Jersón a Zaporiyia y su prolongación para englobar las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. Será objetivo fundamental, esfuerzo principal, defender la línea Jersón-Zaporiyia y contraatacar desde el sureste con la finalidad de envolver al ejército ucraniano. Mantendrá el escudo en la mano izquierda y atacará con la derecha donde lleva la espada. Si los últimos cambios organizativos en su ejército se lo permiten.

¿Es este un mal objetivo táctico para el ejército ruso? A la vista de los acontecimientos el ejército se podría dar por contento si fuese capaz de mantener esa posición a base de establecerse en la modalidad esencial de la acción defensiva, la «defensiva sin idea de retroceso», apoyada en el obstáculo natural del río Dniéper en una zona de terreno donde el río es el único obstáculo natural que lo permite. Esta modalidad defensiva siempre servirá como base para la realización de contraataques locales que debiliten la acción atacante. Salvaría Crimea y gran parte del terreno conquistado además de tener una posición siempre privilegiada, si es capaz de mantenerse en esa línea, para soportar una negociación e incluso para continuar con la guerra. Debe superar esta época estacional.

Esta solución táctica desde el punto de vista político es una opción aceptable que permitiría a Putin salvar su imagen ante los más radicales y continuar su liderazgo. Puede alguien pensar que nos olvidamos de Odesa, de la salida al mar de Ucrania, pero no lo olvidamos. Podría hasta beneficiar a Putin y a su imagen dejar esa salida abierta para la economía Ucraniana, como pieza de negociación ya que al fin y al cabo el dominio del mar Negro estaría en sus manos y por tanto bajo su control y amenaza cualquier movimiento.

Rusia se ve abocada a llegar a una solución antes de llegar a la final: la nuclear.

Si analizamos la invasión, allá por finales del mes de febrero, la maniobra táctica inicial del ataque ruso hacía prever que su objetivo táctico principal se encaminaba a una fuerte acción de fuego y movimiento de tropas sobre el sureste de Ucrania; el sur, menos defendido por las tropas de Ucrania, sería sometido a una fuerte amenaza y cubierto por los anteriores movimientos; los ejes de ataque comprobados eran: Eje Kiev- Eje Jarkov-Eje Donbás-Eje Azov y Eje Odesa. El Eje Odesa pronto fue desinflándose y todo el esfuerzo principal se llevó por los convergentes Ejes Jarkov-Azov apoyados por el Eje Donbás, una tenaza que se cerraría atrapando el Donbás mientras se amenazaba la capital Kiev sometiéndola a un fuerte asedio. Eso le llevaría a una posición de fuerza para obligar a Ucrania a rendirse ante su enemigo y doblar la rodilla ante el Kremlin política y militarmente. Rusia ganaría para ella los mares que le abrirían la puerta del cálido Mediterráneo.

Todo se derrumbó. Ya no existe el Eje Kiev. El Eje Járkov se ha diluido. La invasión por el sureste está detenida y por el sur, Jersón, la situación es de evidente fracaso. Ahora incluso Crimea podría estar en peligro para el invasor ruso.

La batalla decisiva de esta guerra podría darse en la zona de Jersón, a orillas del Dnieper, o ser el punto de apoyo donde la guerra gire hacia el sureste en un envolvimiento táctico a las tropas ucranianas, Todo es posible y nada está decidido en esta guerra que no tiene visos de acabar pronto.

El rio Dniéper puede convertirse en el canto XXI de la Ilíada: la batalla a orillas del rio.  Pero quedan aún los tres capítulos finales: La muerte de Héctor; Los funerales de Patroclo; El rescate de Héctor. Lo más sublime y trágico. La flecha final. Antes de la odisea. Porque habrá que regresar.

Antes de ello las hipótesis de guerra no se han cerrado: Bielorrusia está amenazante al norte. El invierno a las puertas. Corea en guerra, los mismos que se enfrentan en Crimea, pero descontrolados. China se impacienta. Han detenido su paso, pero el elefante tiene gran memoria y necesita mucha agua y alimento para sostenerse en pie. No puede detenerse en hazañas bélicas; por ahora.

Ucrania es un enorme laboratorio militar y político; económico. Proseguir la guerra a base de tanta y tan cara munición no sabemos hasta cuándo será posible que lo soporte la industria armamentística. Ese será uno de los factores decisivos de su futuro.

Y siempre habrá que recordar el azar, la fricción, y la sorpresa que en estos momentos podría guardar la ciencia nuclear en su fisión-fusión, la física cuántica o el mismísimo Escamandro.

Esperemos al invierno y a la respuesta del río.

Todos persiguen ganar la gran batalla. Definitiva. Será de un coste tan elevado que nunca debería darse. Será el final.

Solo una derrota política de Putin nos salvaría de lo peor. China puede tener la palabra.

General Rafael Dávila Álvarez.

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21 noviembre 2022

 

HASTA AQUÍ HA LLEGADO EL GRITO: ¡A MÍ LA LEGIÓN! General Dávila (R.) (General de la Legión entre 2001-2004)

El diario ABC de ayer, 17 de diciembre, publicaba en su Tribuna Abierta un artículo del que fue vicepresidente del Tribunal Constitucional, el Magistrado don Ramón Rodríguez Arribas. Su título, ¡A mí la Legión!, es suficiente para justificar mi intervención ya que forma parte de nuestro Credo, enunciado de uno de sus espíritus, que siempre, siempre, tiene respuesta por parte de la Legión y sus legionarios. Es el Espíritu de Unión y Socorro: <<A la voz de “A mí la Legión”, sea donde sea, acudirán todos, y con razón o sin ella defenderán al legionario que pide auxilio>>.

Por tanto, como un legionario más, acudo al grito, y seguro que otros muchos lo harán o se sumarán a mis palabras.

ABC de 17 diciembre 2018

Oído el grito, damos las gracias. ¡Aquí estuvimos, estamos y estaremos!, siempre con el Cristo de la Buena Muerte a nuestro lado. Gracias don Ramón por acordarse de los legionarios. Sus palabras tienen eco entre nosotros y de un gran valor: Es imprescindible para la vida de la Legión que se hable de ella, que la conozcan, que no se olvide, que hasta es aceptable la propaganda negativa; en una palabra, la que habla mal de la Legión o de los que la componen. Porque la Legión actúa de potente crisol que todo lo funde. Y apartando las escorias, al verter su contenido, el rojo de la fundición, al hablar de la Legión, reverbera sobre ella, convirtiéndola en propaganda positiva”. Así decía su fundador el teniente coronel Millán-Astray. Por ello le agradecemos que nos haya recordado.

El legionario es bravo, la Legión se construyó con los luchadores de la vida, los aventureros, los soñadores, los esperanzados y los desesperados. Sigue siendo así, por qué aquí aflora la complejidad humana con sus pasiones, necesidades y desarraigos. La República mejor y más política del mundo, en que nadie espere que ser preferido pueda, por la nobleza que hereda sino por la que él adquiere. El legionario necesita verse envuelto en una aureola romántica, en un poema de lucha entre la vida y la muerte, en la vida misma. La Legión trasciende en el tiempo y ser o haber sido legionario es pertenecer a una hermandad que te acompañará siempre, si tú quieres, sin imposiciones. Nos gusta que hablen de nosotros, y que nos canten al paso legionario, que nos aplaudan, que sepan que estamos, también, para cuando vienen mal dadas, como usted en sus palabras ha expuesto.

La historia de los legionarios, camino del Centenario, es una de las poesías épicas más bellas y duras de la historia de España. Poesía de la vida construida con la pobreza y la grandeza de una vida efímera en la mayoría de los casos, pero vivida con la intensidad del que sabe que puede  morir, que va a morir cuando entre en combate.

Bandera de la Legión «Millán-Astray»

Sí, don Ramón, la Bandera Millán-Astray sigue entre nosotros y seguirá dando lo mejor de cada uno de sus legionarios allí donde se requiera. Ha estado en todos los fregaos, como en argot legionario se dice.

Hubo un momento en que se puso en duda la necesidad de mantener la Legión. Hasta que los legionarios dieron de nuevo su vida, derramaron su sangre con valor y honor lejos de España. Por la paz.

Hoy, como usted bien dice, la Legión es la vanguardia de la defensa de Europa y entre sus unidades, la Bandera Millán-Astray está en primera línea, llevando el nombre de su fundador.

Gracias por sus palabras y con las mías respondo al grito de ¡A mí la Legión! Es la respuesta de quien les ha mandado y buena parte de él allí ha dejado. Para siempre.

Se lo merecen todo, pero ellos saben que a cambio no recibirán nada. Y a eso se le llama amar a España.

Le doy las gracias y le envío un fuerte abrazo legionario.

General Rafael Dávila  Álvarez (R.) (General de la Legión entre 2001-2004)

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18 diciembre 2018