Parece que a esta izquierda nuestra tan amante de sus tropas, tan defensora de los intereses de España, con tanto peso y seriedad política internacional, se le han perdido los soldados. Nadie sabe donde están, qué hacen y para qué lo hacen.
¿Dónde están nuestros soldados?
Debería formar parte de la Cultura de Defensa y sacarlo a relucir tanto o más que las operaciones donde ellos creen que deberían estar. Eso lo dan a autobombo y platillo, que nada de tanques ni cañones: la Balmis y Filomena.
Entonces ¿lo otro qué? Cuando se despliega para una posible guerra ¿qué?
El caso es que para darnos cuenta de la situación solo debemos mirar a dos lugares, aunque hay muchos más y en cualquiera de ellos el riesgo es máximo, pero estamos porque somos lo que somos, soldados, que debemos cumplir con nuestras obligaciones como tales. Aunque a nuestra izquierda no le guste, o mejor dicho: le disguste.
Por ejemplo hoy hablemos de dos lugares que nadie menciona, pero donde están nuestros soldados hablando de guerra.
LETONIA
Nuestra misión llamada Presencia Avanzada Reforzada-Letonia consiste en «garantizar la estabilidad de la seguridad euroatlántica, mantener una Europa en paz, unida y libre, así como prevenir conflictos mediante medidas de defensa y disuasión creíbles».
Con palabras más claras y rotundas:
—Desplegamos frente al enemigo.
—¿Quién es el enemigo?: Rusia.
—¿Por qué desplegamos?: Para defender las fronteras de Europa ante una posible ocupación rusa. El objetivo de esa Presencia Avanzada es evitar que lo ocurrido en Crimea ocurra en el resto de Ucrania y acabe encendiendo toda la frontera, por las repúblicas bálticas y Polonia.
—¿Es que hay amenaza actualmente?: La hay y la tensión es máxima. El pasado día 19 el señor Borrell, Alto Representante de la diplomacia europea, avisó del riesgo que supone el despliegue que acaba de hacer Rusia de 150.000 soldados en la frontera con Ucrania pertrechados con todos los elementos necesarios para entrar en combate. La situación puede generar en un conflicto de alta intensidad.
España está en Letonia con 305 efectivos y carros de combate Leopard 2 E, vehículos de combate de Infantería Pizarro, morteros pesados, y vehículos oruga acorazados, materiales que por primera vez despliegan fuera de nuestras fronteras. Actualmente se encuentran miembros de la Brigada Guadarrama XII.
Misión pura y dura de guerra, ¿defensiva? Solo faltaría. Lo que no implica que no sea un carácter más de la acción, de la guerra, en la que no vale otra calificación.
Es decir nuestros soldados despliegan con carácter defensivo ante un posible ataque. Ese es idioma de guerra.
TURQUÍA
Nuestra misión, denominada Active Fence, se desarrolla para proteger a Turquía de posibles ataques balísticos procedentes de la vecina Siria.
Allí estamos. Si, en defensiva, en combate, en la guerra. Una batería de misiles Patriot española, en el lugar de donde se replegaron Estados Unidos y Alemania. ¿Nosotros? 149 soldados, solos, demostrando no sabemos muy bien el qué. Lo que nadie pone en duda es que están en misión de guerra.
La misión es de difícil mantenimiento y justificación y más en el momento presente; nadie sabe nada ni nada dice, pero los presupuestos que España dedica a estos juegos de guerra, es decir a mantener a nuestros ejército en campaña deberían hacernos desistir de enredos de este calibre que solo sirven para aparentar sin creer.
Al primer disparo: Irak 2004.
Para ir a la guerra dos cosas son imprescindibles: Dinero y el apoyo de la retaguardia. No hay ni de lo uno ni de lo otro.
Mejor nos volvemos.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
21 abril 2021
Blog: generaldavila.com