El sargento de la Brigada de la Legión Julio Luque Virues, ha fallecido este viernes al volcar el vehículo militar con el que realizaba los ejercicios preparatorios para el cumplimiento de su misión en Irak. En el accidente otros dos soldados resultaron heridos y traslados al hospital donde han recibido el alta.
Los hechos ocurrieron en el campo de maniobras Álvarez de Sotomayor, base de la Brigada de la Legión.
El vehículo era, una vez más, un viejo BMR (Blindado Medio sobre Ruedas) que sigue siendo el más utilizado a pesar de su antigüedad y los serios problemas que siempre ha originado. No es la primera vez que sufre un vuelco o accidente con consecuencias fatales.
En nuestros ejércitos el riesgo es aceptado, aunque no sé si aceptable las condiciones del material en uso.
El alto precio que supone este oficio de soldado queda compensado por una forma de vida plena alrededor de valores como el compañerismo, la lealtad, la honradez, saber que estás en una familia pobre y honrada, con sus defectos y virtudes, pero en tu familia al fin y al cabo, la militar. Por eso cuando entre nosotros se rompe una vida el dolor es inmenso… por un hermano perdido, con el adiós dolorido.
Desde este blog ha salido en varias ocasiones el comentario: «Un vuelco de un vehículo militar es siempre accidental. Las investigaciones en curso determinarán las causas, pero nada hace olvidar que, con un presupuesto adecuado, el blindado que los transportaba ya se habría renovado».
Habrá que recordar las palabras del antiguo Jemad cuando ante la Comisión de Defensa del Congreso de los diputados decía: «España no invierte en la seguridad global la parte que le corresponde y lo compensa parcialmente tratando de participar en diversas operaciones de mantenimiento de la paz a costa de un gran esfuerzo de sus militares y en cierto modo también a costa de la operatividad global de las Fuerzas Armadas».
«Llevamos diez años sin invertir lo que ha creado una situación crítica en las Fuerzas Armadas».
«A día de hoy para alistar una unidad o un sistema de armas para un despliegue o una operación determinada hay que canibalizar otras unidades o sistemas de armas que quedan fuera de servicio. Estamos al límite».
El BMR es un vehículo viejo, muy viejo, más de 40 años lo contemplan, ha dado su servicio después de múltiples reformas, haciendo lo que buenamente se puede, pero hay que pensar en otra cosa. Un vehículo que tiene en su historial demasiados accidentes y que ha costado la vida a muchos de nuestros soldados. El retraso en la adquisición de nuevos materiales, entre ellos el 8×8 (VCR 8×8), sustituto del BMR, solo se explica por la falta de interés, de adaptar el presupuesto a las misiones actuales, a la realidad actual, a las necesidades operativas y de seguridad elementales, a la modernidad de nuestros ejércitos. No se puede andar elogiando a las Fuerzas Armadas, sacando pecho en desfiles y subiéndose al pódium de los honores y no asumir con responsabilidad lo que tu cargo te exige. Se lleva un retraso en renovaciones y adquisición de nuevos materiales como mínimo irresponsable; y el futuro no es esperanzador con los socios de gobierno que tenemos.
Sabemos lo que nos espera con el presupuesto de Defensa y habrá que empezar a poner las cosas en su sitio y hablar alto y claro. Está en juego la misión y la vida de nuestros soldados.
Ya en 2008 el jefe de la Brigada Multinacional Este de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano, general jefe de la Brigada de la Legión española, le exponía a la ministra de Defensa durante la visita a la Base Miguel de Cervantes, que sus militares necesitan un vehículo blindado nuevo porque el modelo actual (BMR) «tiene muchos años».
Ni pedir ni rehusar. Lo llevamos grabado en el alma de soldado. Pero pedir es la misión más importante que algunos tienen. Diría que incluso exigir. Desde los puestos de responsabilidad hay que exponer la gravedad de la situación, como hizo el exJEMAD, y tener muy claro hasta donde podemos llegar, decir con rigurosidad y firmeza lo que se puede y lo que no se debe hacer. Tenemos muchas capacidades, pero jamás debemos olvidar nuestras limitaciones y las razones de ellas. Con el presupuesto de Defensa no se juega ni se debe actuar con demagogia ni frivolidad. A ningún jefe se le ocurrirá jamás mandar a combatir a sus soldados desnudos de moral, pero es importante también que no vayan descalzos.
Y decía el Jefe de Estado Mayor de la Defensa JEMAD: «Me parece temerario mantener vivo el debate de si hay que invertir en Defensa o en gasto social, me parece temerario hablar de cañones o mantequilla. A mi juicio es un debate injusto e imprudente, probablemente demagógico y algo populista. Hay que invertir en mantequilla, pero también en cañones, porque sin ellos no hay libertad, porque sin ellos no hay seguridad».
A ustedes señorías, que escuchan siempre la misma canción, porque no hay otra, es a los que corresponde enfrentarse de una vez por todas a los graves problemas presupuestarios que existen en los ejércitos de España.
En ello va nuestra libertad, la seguridad, la de todos, y también, no lo olviden nunca, y menos en estos momentos, la de nuestros soldados, la vida de nuestros soldados.
¿Qué no es el momento cuando acaba de fallecer el sargento Julio Luque Virues? ¿¡Cómo que no¡? Es precisamente ahora cuando hay que señalar y que cada uno asuma su responsabilidad que es mucha.
Mi querido sargento: sabes y conoces la Legión; ser Sargento de esos hombres es el honor que te llevas, nuestro respeto y admiración y un dolor inmenso que queremos compartir con tus familias.
Sargento legionario Julio Luque Virues ¡Presente!
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
1 octubre 2022