BIDEN Y LA GUERRA A POLLAZOS. WE WILL WIN THE WAR. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Todos sabemos la categoría y nivel de presidente que tenemos, sabemos el peso internacional de nuestra nación después de la política emprendida por Zapatero, continuada por Rajoy y apuntalada por Sánchez. Todos sabemos que la retirada bochornosa de Irak hizo mucho daño en las filas norteamericanas, no solo en sus políticos, sino también en sus soldados. Todo sabemos que aquella traición de Zapatero al no levantarse, con afán de ofender, al paso de la bandera de la nación americana es inolvidable, una huella fosilizada en el corazón de la Casa Blanca.

Todos sabemos que la política internacional —como la nacional— tiene fondo y forma, o mejor dicho fondos y formas.

Los fondos son insondables, cabe todo. Las formas se mantienen, siempre, hasta en pleno combate.

Una cosa es perderse en los fondos y otra perder las formas.

Por ejemplo:

—12 de octubre 2003. Todo empezó ese año cuando un aspirante a llevar a España a su destrucción, José Luis Rodríguez Zapatero, ofendía de manera pública y ostentosa, a todo el pueblo estadounidense al no mostrar el debido respeto a su bandera. No se levantó al paso de la bandera de los Estados Unidos en el desfile del Día de la Fiesta Nacional de España, un insulto del que hoy sigue presumiendo.

—11 de marzo 2004. Ocurre una de las mayores tragedias de la historia de España. Casi 200 muertos. Que si un Gobierno que no nos mienta, que si caminito de Jerez… Un pueblo sumiso que aún no sabe lo que pasó ni por qué. Llegó lo de Irak. Sin previo aviso se retiró a las tropas españolas de su lugar pactado con nuestros aliados y se hizo con grave riesgo de muerte para ellas mismas y para las tropas americanas que debían ocupar su hueco.

Empezaron las ofensas contra el Gobierno de los Estados Unidos.

Las relaciones bilaterales quedaron peor que en punto muerto y el peso internacional de España era el de una pluma de ganso. A los militares españoles nos ha costado grandes esfuerzos recobrar el prestigio perdido en aquella retirada. No olvidan y no se fían.

—14 noviembre 2007. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decide proponer al jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Félix Sanz Roldán, como presidente del Comité Militar de la Alianza Atlántica. Se elige al general italiano: «El almirante Giampaolo di Paola, jefe del Estado Mayor de la Defensa italiana, fue elegido presidente del Comité Militar de la OTAN, en detrimento de la candidatura española, el JEMAD Félix Sanz Roldán, que se cayó en la primera votación»…, ¡en la primera votación!

El JEMAD debía ser mejorable y fue sustituido por José Julio Rodríguez Fernández (Julio el de Podemos…) y el ex fue nombrado por Zapatero alto representante para temas de defensa de la presidencia española de la Unión Europea, con rango de Secretario de Estado, un extraño cargo, premio de consolación a su fracaso. Luego CNI y actualmente consejero de Iberdrola.

—23 Marzo 2009. Zapatero, con su acusado síndrome de Alicia, piensa que el americano debe recibirle y postrase ante él. Bernardino León, Secretario General de la Presidencia del Gobierno y asesor personal en política exterior de Zapatero, y Félix Sanz Roldán viajan a Washington para reunirse con el consejero de Seguridad Nacional, James Jones, en una reunión concertada hacía tiempo. Se trataba, acompañados por el embajador Dezcallar, de arañar algo más que una foto de Zapatero con Obama, unos minutos de conversación de contenido político.

En la escala que hacen B. León y F. Sanz en las Azores les llega la noticia de que la ministra de Defensa Carme Chacón acaba de anunciar, durante su visita a las tropas allí desplegadas, la retirada de Kosovo, algo de lo que nadie había sido avisado. El desaguisado es monumental. Las graves consecuencias de la declaración de la ministra de Defensa no se hacen esperar. El lenguaje más suave de los dirigentes americanos es: «profundamente decepcionados». Se utilizan términos durísimos contra España, más allá de los diplomáticos. En lo militar, el país más crítico es Italia, a cuyo mando aún están las tropas en Kosovo. Los italianos temen que España se retire de la misma manera de Bosnia. Saben y recuerdan Irak.

Zapatero es ignorado, sus homólogos europeos no se acercan a hablarle informalmente de política al cabo de las reuniones. Solo y sin hablar con nadie. Encima se decanta en las elecciones por Obama de manera impertinente en asuntos que no son los suyos.

—Llegada de Rajoy al que todo esto le importa un bledo. Ni los americanos ni sus tropas. ¡Vaya coñazo!

Trump avisa: La seguridad se la pagan ustedes. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, intenta el funambulismo. Se cae con todo el equipo que encabeza Rajoy

—30 diciembre 2019. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, socialistas y comunistas, presentan el acuerdo al que han llegado tras semanas de negociación: el pacto fundamental sobre el que se sustentará el Gobierno de coalición. En los Estados Unidos saltan todas las alarmas. Comunistas no.

Venezuela, Cuba y por penúltimo…

—15 mayo 2019. Salta la noticia: «La Embajada de Estados Unidos en Madrid trasladó informalmente al Ministerio de Exteriores su malestar por no haber sido informada de la decisión de retirar temporalmente la fragata Méndez Núñez del grupo de combate encabezado por el portaaviones Abraham Lincoln, ante la escalada de tensión con Irán. El departamento dirigido por Josep Borrell dio explicaciones, pero tardías: la decisión, adoptada por Defensa, fue comunicada al Pentágono a través de los canales militares, pero no circuló por vía diplomática. Ni la Embajada de EE UU en Madrid ni la de España en Washington estaban al corriente». (Todos inciden en señalar este punto como el decisivo para no aceptar a Navantia, y no es sino un sumando más).

—Enero 2020. Aparece en Madrid, Aeropuerto de Barajas, sala VIP; recibida por el ministro Ábalos, amparada por la policía, escondiendo nadie sabe qué, Delcy Rodríguez, y la diplomacia norteamericana pide explicaciones al ejecutivo español por recibir a la vicepresidenta venezolana rompiendo los acuerdos europeos e internacionales. De la misma manera que presentó su queja: «lamentable que el presidente Sánchez no haya aceptado reunirse con Guaidó».

El Gobierno social-comunista-bolivariano empieza su juego internacional. Europa nos da la espalda. Nadie se fía de nosotros.

—Abril 2020. «El astillero público militar español, que pujaba en alianza con la división de astilleros militares de General Dynamics, ha perdido el gran contrato de casi seis mil millones de euros para construir una decena de fragatas para la Armada de EEUU (US Navy). Así lo comunicó ayer el Ejército americano, que adjudicó la fabricación de la primera de esa decena de nuevas fragatas al grupo italiano Fincantieri. Las necesidades de la Navy llegan a la veintena de buques de este tipo en el largo plazo, lo que da idea de la magnitud de la oportunidad perdida para el grupo controlado por la Sepi».

Por tanto la clave de la pérdida del contrato de Navantia no ha sido ni Wisconsin ni el precio agresivo de Fincantieri. Para entenderlo repasemos nuestra política exterior y nuestro compromiso con la Defensa que no llega al 1%. del PIB.

Por último, Josep Borrell, el que afirmó en noviembre de 2018 que Estados Unidos, a diferencia de Europa, tiene más integración porque «hicieron la independencia prácticamente sin tener historia», ya que “lo único que habían hecho es matar a cuatro indios” no apoya mucho a España y el The New York Times y The Washington Post, han denunciado que desde Bruselas Borrell se ha doblegado ante las presiones del gobierno de China para corregir un informe oficial de la Unión Europea y eliminar las acusaciones que había en él de que Pekín tiene en pie una campaña de desinformación global».

La Codorniz, «la revista más audaz para el lector más inteligente» publicó un chascarrillo digno de ser contado incluso repetitivamente, como suelo hacer, ya que es un factor de disuasión.

Decía que allá por los sesenta los americanos, gracias a su inteligencia y desarrollo, consiguieron engordar los pollos en un tiempo récord lo que produjo una caída de su precio y popularizó su consumo. Lo comparaba con España, muy atrasada todavía, olvidada del Plan Marshall, donde la alimentación del pollo seguía siendo lenta y paciente. Pollo se comía los domingos y solo los pudientes. Terminaba el inteligente artículo con todo un reto: ‹‹A pesar de ello estamos dispuestos a emprender la guerra a pollazos contra los americanos cuando ellos quieran››.

Señor Biden, no confunda a este pollo con los españoles. Este es cosa nuestra y acabará siendo pollo con patatas con un regusto amargo, intragable, pero nos apañaremos sin que usted nos muestre su desprecio.

Dígaselo a la cara y entre ustedes, en esos fondos enfangados, pero las formas no las rompa contra los españoles.

El vergonzoso paseíllo que usted protagonizó con el presidente de una nación como España le dejó a usted peor que al señor Sánchez y eso es difícil de lograr; perdió las formas. Creí que la diplomacia americana era más inteligente y la española más diligente. Ni lo uno ni lo otro.

No olvide que no hay enemigo pequeño ni siquiera demasiado pequeño, y tampoco nación tan grande como para ofender a los españoles.

¿Recuerda aquella campaña con Disney en la II guerra mundial?: «Food will win the War».

Nosotros no somos pollos, pero «we will win the war». Aunque sea con pollos como este.

Resumen de fondo y forma. No es fácil adivinarlo, pero ustedes son inteligentes: la tomadura de pelo del señor Sánchez a todos los españoles que ante un ridículo jamás conocido en la política internacional española quiera apuntárselo como un éxito. Sin duda estamos ante una anormalidad. No, no es la ministra de Exteriores, es ella y su presidente los que deben abandonar su «exitosa» labor.  ¡Váyase señor Sánchez! y detrás todos los flautistas que le apoyan.

La situación actual de España es de máxima gravedad. ¿Qué nos espera? Se lo contaré otro día, aunque está a la vista.

WWWW contra usted.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

16 junio 2021

 

 

EL HIMNO NACIONAL ESPAÑOL EN GIBRALTAR. GUERRA DE HIMNOS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Qué quieren que les diga. ¡Me encanta!

Ha estallado la guerra en el Estrecho de Gibraltar. Tendremos que llevar a Marta Sánchez para que cante a las tropas embarcadas y anime al desembarco.

No es eso del chinda, chinda, tachinda chinda…, ni lo de, lolo, lolo, lololo… onomatopeyas que piden más, pero no llegan. Es mejor esta guerra al viento del Estrecho, ¡qué Viva España! Nuestra Real Armada, junto a nuestros pescadores, hacen sonar el Himno Nacional de España en aguas del Estrecho, junto a la Roca, y hasta los delfines hacen la ola.

La Real Armada Británica se ha puesto muy nerviosa ante el ataque español. En los submarinos nucleares británicos se tararea sin querer; también en la Sexta Flota, por pegadiza su música: ¡chinda, chinda…! ¡Qué es el Himno de España!, pero a ver quién es el guapo que después de tanto oírla se la quita de la cabeza. Chinda, chinda, tachinda chinda…

¡Es la guerra! Guerra de Himnos en la que solo hay uno, como solo hay una España, con Gibraltar incluída.

¿Y quién nos va a prohibir que suene en nuestros mares el Himno Nacional? ¿Me van a impedir cantar Las Corsarias?

¡Banderita tú eres roja!

¡Banderita tú eres gualda!

¡Pero si lo cantó el Rey en la Pascua Militar! <<La Bandera es de todos>> y sonó el Himno Nacional en la mismísima Plaza de Oriente. Pues que suene también en Poniente y en el Sur… ¡Música en el Estrecho! ¿Qué ley lo prohíbe? ¿Provocación? Provocación es esa bandera que ondea en la Roca. ¿Provocación? Ni a Europa queréis. ¿Provocación? Guasa os vamos a dar.

Para esta guerra hay que tener bemoles. Cosa que a falta de submarinos nucleares nos sobran. Les cuento. Anduvimos en una época así y asá con los norteamericanos. Ellos presumían del engorde de pollos. En cosa de un mes nacía, se criaba, y estaba dispuesto para comer un hermoso pollo. Lo contó aquella inteligente revista de humor La Codorniz que se hizo eco de la chulería americana. Decía que nosotros éramos más lentos y con nuestros tradicionales métodos tardamos unos seis meses en engordar un buen pollo. Pero, queridos americanos, terminaba diciendo, eso no es óbice para que cuando quieran empecemos la guerra a pollazos.  No me disculpo porque es un recuerdo de la sutil ironía de unos genios del humor: La Codorniz.

Y como venía diciendo esto no es guasa, que para la Royal esa palabra la conocen como pez de la familia del mero.

Pero con el Himno Nacional ni una broma. Si suena que lo haga fuerte y claro.

Un soldado nunca desenvaina su espada sin razón, ni la envaina sin honor.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 enero 2019

Himno Nacional en el Estrecho de Gibraltar

 

 

 

EL COMENTARIO DEL DÍA: TRUMP Y LOS POLLOS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Russian President President Vladimir Putin holds up a glass during a toast at a luncheon hosted by United Nations Secretary-General Ban Ki-moon, Monday, Sept. 28, 2015, at United Nations headquarters. (AP Photo/Andrew Harnik)

Trump es el hombre. Putin también.

Trump es el hombre. Todos hablan de él. ‹‹A Trump hay que darle una oportunidad y juzgarle después››, dice nuestro ministro de exteriores. Mejor sería lo contrario. Que la oportunidad nos la dé él.

No sabemos muy bien en qué equipo jugamos. En el de Putin parece que no. Habrá que esperar. Por lo que se ve es un buen aliado para ganar elecciones. Tiene unas maquinitas con las que manipula a distancia. Yo creía que si alguien manipula a alguien era por negligencia de o con permiso del manipulado. A mí me suena extraño esto de que toda la prensa mundial, animada por el señor Obama –en unos meses nadie sabrá quién es- pongan en solfa a Trump… y a su amigo (?) Putin.

Recuerdo una sabrosa anécdota que no tengo claro si fue una de aquellas inteligentes ocurrencias de La Codorniz, o una de las muchas leyendas urbanas que se le atribuyen a la revista más audaz para el lector más inteligente.

La ocurrencia, artículo o leyenda, anécdota en cualquier caso, contaba que allá por los setenta los americanos, gracias a su inteligencia y desarrollo, consiguieron engordar los pollos en un tiempo récord lo que produjo una caída de su precio y popularizó su consumo. Lo comparaba con España, muy atrasada todavía, olvidada del Plan Marshall, donde la alimentación del pollo seguía siendo lenta y paciente. Pollo los domingos y solo los pudientes. Terminaba el inteligente artículo con todo un reto: ‹‹ A pesar de ello estamos dispuestos a emprender la guerra a pollazos contra los americanos cuando ellos quieran››. Sin duda el sagaz articulista pensaba en nuestros famosos capones.

No sé si aquellos pollos americanos estarían manipulados por la inteligencia rusa, pero Europa debería pensar seriamente en ver la forma de engordar sus pollos. Con Trump o contra Putin. Esperemos que, ambos, nos den una oportunidad.

En España tenemos capones, lento proceso, pero sabroso resultado. Y por si acaso aprietan, siempre nos quedará la Cuesta de las Perdices. Pollos, pero de perdiz. A nuestras perdices no las manipula nadie.

General de División R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com