En esta jornada independentista el Gobierno de España cede terreno ante el ataque de las fuerzas que a su manera y modo han declarado la República Catalana declarándose enemigos de la Ley que rige la convivencia en España. Una revolución o guerra con todos los pronunciamientos.
Desde el 1 de octubre del pasado año han alcanzando casi todos sus objetivos mientras las fuerzas constitucionales entregan sus posiciones sin oponer resistencia. Para los independentistas, que son los que han atacado y roto las hostilidades, su enemigo es todo aquel que habla español, que se dice español, que siente a España y a Cataluña como identidad.
Hace un año decíamos que solo había una solución: un Pacto de Estado que condene para siempre cualquier intento secesionista, pasar de las palabras a los hechos. Ya no valen los acuerdos de cara a la galería entre los grandes partidos parlamentarios. Es necesario un pacto de Estado sin intereses, sin letra pequeña, sin mentir al pueblo soberano. Si se rompe la Nación, ese mismo día se gestará la resistencia. Adiós seguridad. En todos los órdenes. Dolor, temor y ruina.
A lo largo de este año la situación ha evolucionado de modo que casi todos los españoles, que son muchos, dudan del presidente del Gobierno actual. Solo hay que recordar que lo es gracias a los independentistas.
Las revoluciones las ganan las armas o el dinero. Aquí las armas (por ahora) ni están ni se las espera. ¿Dónde está el dinero? Sería sorprendente descubrir que la revolución, esta guerra, se esté pagando con el dinero de España, de todos los españoles. Un secreto a voces y publicado en el BOE. Para prueba el Gobierno de España les acaba de regalar unos millones de euros, 1500, para que sigan los combates. De esos milloncejos cerca de la mitad son para subir los sueldos de los mozos de escuadra, mientras las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y los soldados de los Ejércitos de España, asisten atónitos al espectáculo.
Sabemos quien es Puigdemont, el derrotado de Waterloo, el tonto útil, pero no sabemos en toda su dimensión quien es Torra. Cuando parte de su currículo, de su pensamiento, palabra y obra, ha sido desvelado su reacción ha sido desafiante: la amenaza como estilo.
Permítanme que con pocas palabras diga como se dialoga con este personaje. Es lo único que entiende:
¡Ah! ¿Torra? ¿Cuantas Divisiones tiene Torra?
Mañana les daré el parte de guerra de este 1 de octubre.
Hoy nada más que hablar.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
1 octubre 2108