LOS ESPÍAS
Conocí a uno (puede que fuese huno) que al llegar fin de mes las cuentas no le salían porque pedía más dietas que días tenía el mes. Lo justificaba de esa original manera porque decía ser espía y por tanto tener dos trabajos, el de las dietas y el otro con el que las camuflaba. Nunca se supo si era sicofanta o valido que ambicionaba la riqueza. Suele pasar cuando juegas a los dos oficios, el de adulador y el otro. El viento les guía.
En un momento eres y en otro lo contrario, pero no se puede estar así toda la vida. El pagador cae en la cuenta de que no le salen las cuentas, va y lo cuenta.
PICAR ALTO
Con el rollito de los espías se han escrito muchos libros. El CESID levanta pasiones y el CNI recientemente las ha levantado y picado alto. Como Villamediana, pero sin el título que deseaba. Entonces no existían los papeles del Cesid, que es hacer un pan como unas tortas, como para creerse que aquí se investigara algo más allá que de cintura para abajo, que eso del cotilleo impera, pero allá cada cual, que con su pan se lo coma.
Poner una vela a uno y a otro es un juego muy de los espías, es el juego que dictan ahora, tiempos modernos y de cambios, y de espías, por lo que vemos, que decía mi admirado amigo Sunzi que «Entre los funcionarios hay hombres de mérito que han sido destituidos, hay otros que han sido castigados por haber cometido errores. […] Los hay que, injustamente, han sido relegados durante mucho tiempo a funciones modestas, los que jamás han accedido a puestos de responsabilidad y aquellos cuyo único deseo es aprovecharse de los periodos turbulentos para ampliar su poder personal. Los hay de doble faz, inconstantes y pérfidos, que siempre esperan ver de dónde sopla el viento».
Pues a lo mejor se le entiende y se me entiende.
AMIGO O ENEMIGO
Sopla el viento furibundo, que todo pertenece al viento, y provoca tempestades que hacen cambiar editoriales, con los huracanes que vuelven a las redacciones encharcadas del lodo de la modernidad y, ¡oye, que no se vende un ejemplar!, ¡a ver que hay por ahí que cause escándalo!; buscar un buen guion, que eso es lo que importa, escribir el que venda más y mejor; ¿qué dices de línea editorial?, ¡¿de qué me hablas?!
La Corona y Franco son los temas preferidos. Eso sí que mola, El Pardo, y la Zarzuela que es un género muy popular, como Doña Francisquita.
Al tratarse de vientos que soplan, me llega uno que dice que hay barra libre para que se dispare en todas las direcciones sea quien sea el que caiga, amigo o enemigo, que el IFR (Identification Friend or Foe) ya no es válido y las Reglas de Enfrenamiento están en los quioscos sin que nadie las compre.
En fin que ya uno no sabe si el espía que quería ser algo más, o el de ahora, o el anterior, o quién sea, y si todo es por el régimen o contra el régimen, pero los meses siguen teniendo los días que tienen y cobrar por ser una cosa y la otra a la vez ni siquiera en las eléctricas lo admiten ¿o ahí sí? Como les decía en el camarote de los hermanos Marx todavía hay sitio.
¡En las redacciones entra cada cosa!
Como en los Consejos de Administración. Del frío no. Ande yo caliente y ríase la gente.
P. S. Dedicado a mi amigo el espía. Pero vete tu a saber si es amigo o no, que siempre espera ver de dónde sopla el viento para inclinarse como el junco.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
25 octubre 2021