LA GUERRA DE MARRUECOS (1907-1927) (Historia completa de una guerra olvidada) Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

La Guerra de Marruecos (1907-1927)

En las Academias militares se enseña poca historia. Mal hecho. No se hace la guerra solo sabiendo tácticas y técnicas académicas. Sin saber historia no se pueden tomar decisiones acertadas y brillantes. Si analizamos las principales batallas militares podremos comprobar cómo las decisiones de los vencedores han salido siempre de jefes amantes y conocedores de la historia. Es la gran maestra de la estrategia, pero también de la táctica y de la política.

Nuestra enseñanza en general huye del arte cuando la vida es puro arte. La guerra y la política también. El arte es la elegancia a la hora de actuar, la sencillez y la eficacia. Cuando la historia se convierte en una asignatura que sirve para manipular las conciencias, para mentir y contar las cosas como no fueron, para adoctrinar, nos encontramos con la derrota de un pueblo manipulado y engañado. El conocimiento no consiste en acumular datos sino en saber descubrir la verdad entre tanta información basura que nos rodea.

Por eso cuando alguien narra la historia y lo hace con rigurosidad y eficacia hay que pregonarlo. Eso pretendo hoy con el libro de Salvador Fontenla Ballesta que acaba de publicar la editorial La esfera de los libros cuyo título es La guerra de Marruecos (1907-1927) Historia completa de una guerra olvidada.

Salvador Fontenla Ballesta es general de Brigada, diplomado de Estado Mayor, legionario, paracaidista, y tenemos la suerte de que además es colaborador de este blog. Es Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Si me lo permiten, entre nosotros, les diré que es un sabio, un conocedor de la milicia en su concepto de arte, que es lo que es. Pienso que la milicia no ha sabido aprovechar del todo sus conocimientos para transmitírselo a los jóvenes que se forman en las Academias Militares. Hace años que conozco a Salvador y soy un ferviente seguidor de lo que escribe, aunque sean apuntes de tertulia. Siempre hay sabiduría en él. De Marruecos pocos saben lo que él. Por afición, pasión y estudio de aquel pueblo desde sus ancestros. Conoce al detalle el alma y las tradiciones de los hombres de una tierra muchas veces impenetrable, incluso para los que allí han vivido años. 

Marruecos siempre ha estado cerca de España y España ha mirado desde hace muchos años al Sur. Hablar de la Guerra de Marruecos es algo difuso, olvidado a veces, otras controvertido.

No es fácil entender, asumir, y resumir la larga aventura de la acción española en el Norte de África. Fechas, nombres, tratados y conferencias, se mezclan dificultando el hilo conductor de una narración que se haga entendible para el profano en la materia. Si a eso añadimos la complejidad de la mezcla política y militar de la mayoría de las situaciones la historia queda casi relegada a los estudiosos y expertos. Ahora, gracias al general Fontenla, se abre al completo la puerta de aquella historia y la lectura se hace fácil y comprensible. Una narración amena y rigurosa que da paso al conocimiento.

Es de agradecer porque la historia de la Guerra de Marruecos desde 1907 a 1927, una guerra olvidada, tiene mucho que ver con la historia de España del siglo XXI llegando sus consecuencias yo diría que hasta nuestros días.

Riguroso y entretenido libro el del general Fontenla. Imprescindible.

El desembarco de Casablanca y El Raisuni, la campaña de Melilla, el Kert, el derrumbamiento de la Comandancia General de Melilla, el Desembarco de Alhucemas y la derrota de Abd el- Krim… van siguiendo un hilo conductor comprensible con el que al finalizar su lectura puede uno exclamar: ¡Por fin!, por fin me he enterado. El final del libro es un análisis de conclusiones verdaderamente valioso y actual donde al autor no se le escapa ni un solo detalle llegando a una comparación de enorme interés entre la intervención de España en Marruecos y la reciente de Afganistán.

El desembarco de Alhucemas

Gracias mi general y este será para mí un libro de permanente estudio y lectura.

Español lee y divulga… Es tu historia, la de España.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

26 julio 2017

VISUS MILITIS (LA SOLEDAD DE LOS MUERTOS) General Emilio Pérez Alamán

Toque de Oración

La muerte está siempre presente en la vocación del soldado, el Legionario la hizo su novia y  en su Credo manifiesta que morir no es tan horrible como parece, lo más horrible es vivir como un cobarde”. Para el Paracaidista, como dice su  Ideario “La muerte es el mayor premio para el valiente y el mayor castigo para el cobarde”.

 Esta predisposición a entregar la vida por valores superiores y por la Fe es virtud de grandes y generosas almas. La vocación del soldado lleva consigo el que “su mayor recompensa es la satisfacción del deber cumplido”, la  Fe de los mártires les permite entregar sus vidas para Gloria de Dios. Pero esa  entrega  ¿Puede ser la razón del olvido o  del mero y rutinario recuerdo por parte del resto?

Hace unos días el general Dávila nos relataba la Beatificación de los 115 mártires de Almería, asesinados hace 83 años después de sufrir martirio por no renunciar a su Fe. Lo hicieron humanos envilecidos por el odio, que pocos años antes comenzaron por profanar templos e imágenes sagradas, como por desgracia contemplamos en nuestros días por los mismos que acusan de delito de odio a quienes disienten y denuncian a los que pretenden imponer ideologías y costumbres contra natura.

Pues bien, el reconocimiento a aquellos mártires no pasó de una celebración litúrgica de carácter local y mínima repercusión mediática. Al parecer, aquellos  españoles ejemplares no merecían, para la mayoría de sus compatriotas más homenaje que la soledad o  el olvido

Día del recuerdo a los asesinados por el terrorismo

Igual ha pasado con los  caídos en el más sangriento atentado terrorista de Europa el 11 de Marzo de hace solo 13 años. Tan grave que Europa declaró dicha jornada como día del recuerdo a los asesinados por el terrorismo. Sin embargo, nuestra querida Patria, sus políticos, por razones inconfesables, no solo no lo compartieron, sino que año tras año el Homenaje a aquellos españoles ha ido perdiendo  solemnidad, desde ser un acto de Estado, presidido por los Reyes, a ser una rutina partidista, al tiempo que los monumentos a las víctimas se van derruyendo sin cuidado. Tal ocurre con el horroroso cilindro de Atocha, cayéndose a pedazos, o los árboles del Bosque del Recuerdo, pintados de verde por su deterioro. Todo ello como signo de la soledad en que quedan aquellos que murieron por ser españoles-

Poco hay que comentar de la soledad en que hemos dejado a los casi mil caídos por la vileza etarra, extendida hoy por el País Vasco y Navarra empeñada en destrozar España desde las Instituciones, eso sí, después de ser derrotada por nuestra democracia (?).

Es posible que solo los soldados caídos en cumplimiento de su deber, no sientan esa soledad porque cada día, al caer el sol, el toque de Oración les hace llegar el recuerdo de sus compañeros allí donde estén.

Emilio Pérez Alamán Teniente General (R.)

Blog: generaldavila.com

2 abril 2017