Fuimos los primeros.
Hace 500 años. La primera circunnavegación a la tierra. Promovida por la Corona de España en busca de una nueva ruta a las islas de las Especias. Fernando de Magallanes y Juan Sebastián de Elcano partieron de Sevilla el 19 de agosto de 1519 con doscientos treinta y nueve hombres y cinco naos. Regresaron tres años después, el 8 de septiembre de 1522, dieciocho hombres y una nao, la Victoria, comandada por Elcano.
“Fue una empresa netamente castellana que se preparó en Sevilla”, afirma con rotundidad la historiadora americanista y profesora investigadora española Enriqueta Vila Vilar. Todo se hizo en nombre del Monarca español. Aquello transformó el mundo: lo político, social, económico, cultural, adquiría una nueva dimensión. España abrió las puertas del futuro, ese que ahora vivimos y que nunca, desde entonces hasta ahora, ha tenido tal impacto en las relaciones humanas. Antes, la Tierra era una desconocida. Hoy nos conocemos y vivimos aún las consecuencias de aquel Primus circumdedisti. Ni la llegada del hombre a la Luna, ahora se cumplen cincuenta años, ha tenido tal impacto en el desarrollo y futuro del ser humano.
Todo lo que se diga es poco. Somos el fruto y la consecuencia de aquellos años, y “Fuimos los primeros”.
Tiempo habrá de recordar esta hazaña y seguir de cerca su memoria.
Hoy mis palabras son de admiración y profundo respeto a la Armada española, uno de los grandes protagonistas de este V Centenario. Su Buque Escuela lleva el nombre del marino español de Guetaria, Juan Sebastián de Elcano. He tenido la oportunidad de ir a bordo de esta Escuela del honor en la última navegación del XCI Crucero de Instrucción de Guardiamarinas llevada a cabo entre Sanxenxo y la Escuela Naval Militar-Marín.
Un viejo marino intuye la mar y sabe sus reacciones. Un viejo soldado descubre, hasta en los gestos, el honor, el valor, la formación, de sus jóvenes, el futuro de la patria a la que sirven. Lo he visto y les digo que está asegurado. En el Juan Sebastián de Elcano navega España, se muestra el futuro de España, navegan el honor, el valor, la formación, el amor a España.
He vibrado al sentir con ellos y como ellos. Como lo hacen los españoles al ver la España que navega abriendo corazones y esperanzas, llevando vocación, compañerismo y servicio; al ver llegar los valores de España, su historia, embarcados en el legendario velero.
Fuimos los primeros. Lo fuimos y lo somos con humildad y sencillez, como los Guardiamarinas y dotación de este “Embajador y Navegante”.
No puedo terminar estas palabras de admiración sin relatarles una pequeña historia. Para mi muy entrañable. Estando en el puente de mando del Buque Escuela, una marinero de la dotación me saludó con enorme alegría al reconocerme como su antiguo general de la Legión: ¡Una dama legionaria que estuvo bajo mis órdenes en la dotación del Juan Sebastián de Elcano! Una alegría mutua, un mensaje interno, una casualidad con causa. Y es que son “Legión” los servidores de España.
Terminaba mi corta e intensa navegación.
Después de seis meses largos los Guardiamarinas y dotación llegaban a casa, a la Escuela Naval.
Para mí había sido muy breve, pero intensa jornada con la profunda convicción de que España navega hacia el futuro con firmeza y decisión; y que nadie por mucho empeño que ponga podrá romper nuestra historia, tradición, valor y unidad.
Allí quedaba la Escuela, el Buque Escuela, una legión de valientes marinos, un ejemplo a seguir.
Allí quedaba, y va conmigo, la admiración de este viejo general a la Armada española por su virtud; y por enseñarnos a todos lo que es el honor, el valor y la elegancia.
Termino con una frase, todo un resumen de la navegación, que pronunció el Capitán de Navío, Comandante del Juan Sebastián Elcano, Ignacio Paz García.
“En esta navegación la convivencia pronto se transforma en compañerismo”.
Y recordé lo que esa virtud de soldado significa: “Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos”.
Por eso fuimos los primeros.
Gracias marinos, gracias soldados, gracias por poner rumbo a España.
Soñando victorias, diciendo cantares,
marinos de España crucemos los mares,
delante, la gloria, la leyenda en pos,
debajo las voces de nuestros caídos,
y arriba el mandato de España y de Dios.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
21 julio 2019