LA LEY MILITAR General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Se escribió hace muchos años. Fue escrita por un soldado de los Tercios de Flandes. Sigue en vigor y nadie ha sido capaz de brindarnos algo tan sencillo, humilde, práctico y hondo, que permanezca agrandándose cada día. El Himno de la Infantería española se aproxima  a esta ley, el Credo de la Legión también, y convencido estoy de que sus autores se inspiraron en ella.

Les hablaba hace unos días de que el Ejército español buscaba lema, que parece perdida su identidad, o será que la modernización, esa de la que tanto se habla, desde el 98,  sin saber muy bien de qué se trata, siempre requiere de titulares. No hay más titular para los soldados que el cumplimiento del deber, y la forma como ha de ser es la ley de las que les hablo.  A ello solo hay que añadirle  presupuesto. Lema ya tenemos, presupuesto adecuado no.

Veamos pues. En ese afán de vender (se), imagen, relato, misiones, y un infinito darse a conocer, luchan los Gabinetes de Comunicación de los Cuarteles General de los Ejércitos, de sus unidades, con equipos de expertos comunicadores (di alguna conferencia en los cursos que imparte el ministerio de Defensa, pero fui fichado por periodistas que no por el ministerio), que desarrollan una magnífica labor de difusión y ayudan a la necesaria proximidad que los ejércitos deben tener con la población a la que sirven. Sin ser conocido, nunca puedes ser reconocido y ello tiene la ventaja de poder transmitir no solo lo bueno sino que se conozca lo malo, las deficiencias y las escaseces, como por ejemplo los presupuestos.

Estoy hablando, como la mayoría ya habrá adivinado, de la ley comprendida en los versos que don Pedro Calderón de la Barca (1600-1685) escribió siendo soldado de la mejor Infantería del mundo: Para vencer a amor, querer vencerle. Una obra en la que explica lo que es un Ejército, como se entiende la vida militar, una verdadera Constitución para los soldados.

No hay cadete o recluta que no aprenda desde el primer día que viste  el uniforme esos versos, que quedan grabados en lo más hondo de su condición de soldado español. Quizá sea eso lo que nos distingue y diferencia en el mundo militar internacional.

Una ley que nadie debe cambiar ni una coma, unos versos que deben respetarse hasta en su entonación. A eso voy.

El canal de Youtube  del Ejército de Tierra acaba de publicar un vídeo en el que los alumnos aspirantes a sargentos de la Academia de Infantería recitan a paso ligero los versos de Calderón. Textualmente dice la presentación del video: <<Paso ligero con los alumnos de la Academia (por cierto Academia no lleva tilde) de #Infantería, futuros #sargentos que prestarán servicio en las unidades del #EjércitodeTierra, manteniendo las tradiciones que hicieron a la Infantería Española ser considerada la mejor del mundo. https://ejercito.defensa.gob.es/unida&#8230; Canal Oficial del Ejército de Tierra en Youtube>>.

Se podrá estar de acuerdo o no con la estética del vídeo (a mi no me gusta) y, en contra del dicho, mi opinión es que sobre gustos hay mucho escrito, pero se lee muy poco. Lo que no se puede admitir es que se cambie el texto de Calderón. Ni una coma.

Recitan nuestros futuros sargentos en el video:

Aquí en fin la cortesía, / el buen trato, la verdad,

la firmeza, la lealtad, / el honor, la bizarría…

¡No!, y tres veces no. Triste es que en el Ejército de Tierra se cometa semejante error. ¡Es fineza, no firmeza!

No dijo Calderón nada de firmeza; sus versos, su ley, contemplan fineza que es otra cosa. Nada impone el poeta, y en sus versos, de poeta y soldado, va desgranando el alma, llega hasta lo más hondo de la calidad humana, sin exigir nada, sino entregar mucho, sin dureza alguna, sino con elegancia, sin levantar la voz, sino susurrando. La firmeza está en el conjunto del poema, en su estructura militar y en su rotunda y fina elegancia.

Porque la milicia no es más que una religión de hombres honrados.

La firmeza es otra cosa. Es como decía el artículo del Cabo: <<será firme en el mando… >>. Es entereza, fuerza moral y exigencia; muy adecuada en el mando para luchar y exigir lo necesario para sus subordinados. Es decir: presupuesto. Una cualidad, más bien obligación, unida al mando.

No seré yo quien indique lo que cada uno debe hacer, simplemente señalar que hay un error grave en el vídeo que se debe corregir.

Por si hay dudas pongo una versión del siglo XIX para que comprueben lo que el poema dice.

Espero haberme expresado con suficiente fineza.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

Vídeo Paso ligero, Ejército de Tierra 

LA UNIDAD DE ESPAÑA. CULTURA DE DEFENSA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

CULTURA DE DEFENSA

‹‹Tenemos que ser capaces de fomentar en España la Cultura de Defensa››, ha dicho la ministra de Defensa en el VII Foro Atlántico. Lo ha dicho en anteriores ocasiones y no es la primera que incorpora este objetivo a los planes del ministerio de Defensa, aunque la realidad luego les hace ver su dificultad y se queda, como otras muchas promesas, en una pretensión inalcanzable. Una aspiración que supera el reto de alcanzar un 2% del PIB en el presupuesto de Defensa. El espíritu y las razones del alma no las van a lograr a base de presupuesto sino poniendo enmienda, con propósito de enmienda.

CULTURA Y CONCIENCIA DE DEFENSA

La cultura militar es algo más que los museos

Cultura y conciencia de Defensa son dos conceptos que se solapan y se confunden, pero no dejan de ser un conjunto de valores morales que se adquieren conociendo, amando y sintiendo. La cultura no es solo un vademécum de datos y conocimientos. Necesarios sin duda, pero no suficientes. Los museos, bibliotecas, archivos…, contribuyen al conocimiento y nos ayudan a entender, aprender y valorar a nuestros Ejércitos y Armada en toda su dimensión. Pero si nos quedásemos exclusivamente en eso, a pesar de ser mucho, no llegaríamos a alcanzar la auténtica conciencia de Defensa, de cultura militar. Es necesario asumir unos valores espirituales que son los que distinguen lo militar y le dan su propia personalidad. No hay que hacer un exclusivo ejercicio intelectual sino que además hay que profundizar en los valores intrínsecos al oficio de soldado. Se podrá saber de defensa, seguridad, de historia militar, pero es difícil, por no decir imposible, adentrarse en las entrañas de esta conciencia de lo militar si pensamos en ello solo con estadísticas, documentos, datos y la enumeración de acontecimientos. Ese es el error y el gran problema que arrastramos desde hace años; por eso ni hay conciencia, ni cultura militar; ni la habrá de seguir por el camino equivocado.

Creo que erramos en los conceptos. ¿Cómo se va a entender que la Defensa (la milicia) lleve a unos hombres a dar incluso su vida por defender algo inmaterial, espiritual, como es su patria? La cultura en los ejércitos es el culto a unos principios que desde los inicios regularon su actividad. Desde siempre los ejércitos han rendido culto al valor y honor, a la dignidad del hombre y al respeto de sus derechos. Todos nuestros textos clásicos que regulaban los Ejércitos y Armadas están basados en principios morales que han llegado intactos a nuestros días a pesar de los cambios producidos en la sociedad. Los valores morales del soldado siguen intactos. Se modifica la organización, los procedimientos, los materiales, e incluso las formas y doctrinas, pero los valores morales siguen impertérritos al paso del tiempo. Aquellos versos de Calderón, convertidos en regla moral del soldado, junto a las Reales Ordenanzas de Carlos III, no son necesarios modificarlos ni en una coma, aunque frívolamente, y en contra de la opinión militar, se haya hecho.

MISIÓN CONSTITUCIONAL DE LAS FUERZAS ARMADAS

la Defensa y las Fuerzas Armadas

Solo hay un origen en el pensamiento militar y un lugar en el corazón desde donde arrancan los valores morales del soldado. Esa es su cultura y su única conciencia. El que esto no sabe jamás podrá alcanzar el verdadero sentido de la cultura militar. Los Ejércitos y Armada de España nacen y se hacen como consecuencia del patriotismo, de estar consagrados exclusivamente al servicio de la Patria. Toda la milicia, ahora llamada o confundida con el término ‹‹Defensa››, nace de este concepto moral, de esta bella servidumbre, de esta noble misión y sentimiento. Es el culto y la cultura, es la conciencia y la ciencia, es la única razón de ser: España, garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional, como le marca como misión la Constitución. Concepto que va más allá del de Defensa y de donde se derivan y enmarcan los valores morales de la milicia, base de cualquier conciencia de ‹‹Cultura Militar››. Misión de Estado, misión principal de cualquier servidor del Estado, y que si se olvida o incumple desparece el Estado y lo que es más grave, la Nación.

Lo resumían así nuestras antiguas Reales Ordenanzas:

‹‹Es la disciplina, que nos obliga a todos por igual, pues como dijera Sancho de Londoño, sería andar por las ramas hacer Ordenanzas y Estatutos para enfrenar y tener a raya a los que han de obedecer, si no se introducen primero todos los necesarios en los que han de mandar››.

La Defensa en términos militares no consiste solo en defenderse de un peligro. Consiste más bien en vivir para servir, respetando la historia de los que generación tras generación han construido la Nación. No se construye una nación para deshacerla por el capricho de una generación.

Como en casi todo, cada uno tenemos un concepto de lo que significa la cultura de defensa. No está nada claro y seguramente será por lo complicado que nos lo pone el mismo ministerio de Defensa. Dice la Ley de Seguridad Nacional que la cultura de Defensa es el conjunto de conocimientos  que permite a las personas desarrollar juicios u opiniones sobre los instrumentos con los que el Estado protege a los ciudadanos de determinados peligros, siendo las Fuerzas Armadas uno de los instrumentos  más importantes.

EL CAMINO DE LA CULTURA DE DEFENSA

Los valores morales en los ejércitos

Por ese camino en mi opinión nunca vamos a transmitir el concepto auténtico de cultura militar ahora llamada de Defensa. Complicamos, creo que con intención, los conceptos y, sin querer queriendo, alejamos del conocimiento la verdadera razón de ser de los Ejércitos y Armada. Su conciencia y cultura se inspira en valores morales que requieren, además del conocimiento, el entendimiento y la conciencia. Estamos de acuerdo con la ministra de Defensa en la necesidad de fomentar en España la Cultura de Defensa. Para ello hay que empezar a enseñar los valores morales que encierra y si es posible practicarlos. Para ello hay que saber el significado del oficio de soldado cuyo origen es el patriotismo, desde donde arrancan los valores morales del soldado. Hay una cultura y única conciencia: España, su soberanía e independencia, la integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Misión de Estado, misión principal de cualquier servidor del Estado, y que si se olvida o incumple desparece el Estado y lo que es más grave, la Nación.

No nos convirtamos en aquello que algunos preconizan: ‹‹Unos militares no militaristas››. Pero otros, amilanados, prefieren hablar de etéreos compromisos y misiones no vaya a ser que les tachen de militaristas. Empecemos sin complejos a enseñar en las escuelas el valor de nuestros Ejércitos y Armada, el valor que da el conocimiento y consagración a los valores morales que portan.

Sería una gran labor porque son valores contagiosos.

Empiece por ahí, señora ministra. Sin complejos ni malos consejos.

El espíritu y las razones del alma de la ‹‹Cultura de Defensa›› no los va a lograr a base de presupuesto sino con propósito de enmienda. El primer concepto que hay que asumir para tener Cultura de Defensa es la unidad y el amor a España. Se enseña desde el colegio y se transmite de generación en generación.

POR ESPAÑA. TODO POR ESPAÑA

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com