50 AÑOS DE MONARQUÍA EN ESPAÑA. General Rafael Dávila Álvarez (R.)

LAS COSAS DE DON EUFEMIO. Félix Torres Murillo. Coronel de Infantería DEM (R.)

EL EJÉRCITO INTERVIENE EN LA LUCHA CONTRA LA ETA. OPERACIÓN IRUÑA (Extracto del libro «La Segunda Guerra Civil de Franco del general Rafael Dávila Álvarez)

 

El año 1974 el Ejército de Tierra español desplegó en el Pirineo Vasco-Navarro en la llamada Operación Iruña para impermeabilizar la frontera con Francia. La infiltración y la posible acción en fuerza en alguna localidad vasco-navarra de partidas armadas de terroristas fue una de las principales razones.

En aquellos momentos España estaba conmocionada. ETA seguía ennegreciendo el día a día de una España triste y desolada. Nunca supimos lo suficiente ni Francia cumplió con su deber de informar y colaborar.

La intervención del Ejército español empezó en octubre de 1974 con la realización en el País Vasco y Navarra de unos ejercicios tácticos llevados a cabo por el Ejército de Tierra y cuya finalidad era reconocer y vigilar diferentes pasos de la frontera franco-española dentro de un determinado sector vasco-navarro, para evitar así la infiltración de elementos terroristas o grupos revolucionarios, mientras se reforzaba a la vez la acción de las fuerzas de la Guardia Civil y de la policía gubernativa. La tensión política existente en ese momento en España y la amenaza terrorista de la ETA obligaron al entonces gobierno del General Franco a tomar la decisión del empleo como medida algo más que disuasoria a las unidades más apropiadas y preparadas para ese tipo de acción: las de Operaciones Especiales (Compañías de guerrilleros o boinas verdes) y las Compañías de Esquiadores Escaladores. Se recurrió a las de Burgos nº 61  y Bilbao nº 62, junto a las de la División de Montaña dentro de la cobertura asignada a la 6ª Región Militar y puestas bajo el mando y coordinación de la Jefatura de la División de Montaña con cabecera en Pamplona.

Todo ocurrió de manera un tanto precipitada ya que la orden la recibieron las unidades sin previo aviso y de manera urgente se trasladaron en absoluto secreto, sin conocimiento de la misión, sin tiempo para su preparación, a Pamplona donde pudieron los capitanes jefes de las Compañías, ante el mando de la División de Montaña, abrir los sobres lacrados recibidos en la Capitanía General de Burgos.

Desplegaron las Compañías de Operaciones Especiales de Bilbao y Burgos y la de Esquiadores-Escaladores de Estella desde Vera de Bidasoa hasta Roncesvalles. Los primeros momentos fueron de incertidumbre y soledad ya que eran escasas las órdenes y desconocidos los propósitos. Hubo que «buscarse la vida» en el argot guerrillero ya que no se contaba con techo para dormir, ni las condiciones ambientales y psicológicas de la población eran las más adecuadas. Miraban la llegada de la tropa como el que recibe a un invasor, con recelo, distancia y poca aceptación, situación que hay que decir en honor a la verdad, que duró poco ya que con el tiempo se entablaron grandes lazos de amistad. El soldado español es envidiable para moverse como guerrillero en ambientes hostiles que sabe recomponer con arte y habilidad; con corazón y entrega.

Poco se tardó en buscar refugio y acomodo unos en el antiguo convento de los Padres Capuchinos de Lecároz, en el Valle del Baztán, y otros en campamentos o edificios abandonados. El tiempo allí pasado fue de constante vigilancia de la frontera con Francia, emboscadas, controles, cooperación con la Guardia Civil, información, y colaboración en todo tipo de misiones con la población lo que resultó además de gratificante una constante fuente de información y proximidad al pueblo.

Indagar sobre los detalles de la Operación Iruña en los Archivos Militares es misión imposible ya que la documentación se encuentra sujeta a la Ley 9/1968 de 5 de abril de secretos oficiales.

No obstante es fácil obtener consecuencias de cómo forman parte del mismo objetivo, una unidad en el tiempo, la operación Doble E, el asesinato del Almirante Carrero Blanco y la Operación Iruña. Todo dentro del mismo contexto y fatal consecuencia, del fatal binomio: Euskadi Ta Askatasuna y Partido Comunista de Toulouse (ETA-PC).

El despliegue de las unidades militares en la frontera vaco-navarra con Francia fue ordenado después de ser previamente conocido, presentado y aprobado por Franco al considerar por los informes recibidos que la ETA pretendía ir más allá de lo ocurrido el 1 de mayo de 1966 cuando un comando de la ETA tomó el pequeño pueblo de Garay, al norte de Durango.  La idea que barajaban los servicios de información era una declaración de independencia con izado de la ikurriña en un pueblo del Baztán.

La llegada de las unidades militares sorprendió a los tranquilos habitantes de aquellos pueblos, que por otro lado no necesitaban ni querían ver alterada su boyante economía y tranquila vida.

La finalidad de aquellos teóricos ejercicios el Mando los anunció como un adiestramiento ordinario dentro del plan general de instrucción de las unidades: «Ejercicios Tácticos Iruña».-

La Orden de Operaciones 1/74 de 10 de octubre era la siguiente:

—Desarrollar el Programa de Instrucción correspondiente.

—Efectuar un estudio de la zona fronteriza mediante reconocimientos entre: Puente de Endalarza-Vera de Bidasoa-Echalar-Puente de Dancharinea-Puerto Izpegui-Puerto Urquiaga-Roncesvalles-Valcarlos-Orbaiceta-Oroz Betelu-Puerto Erro-Zubiri-Puerto de Velate-Santesteban-Arano.

—Llevar a cabo ejercicios de supervivencia, emboscadas y golpes de mano, tanto diurnos como nocturnos, así como otros ejercicios que sirvan como aplicación práctica de la instrucción táctica peculiar de las Unidades de especialistas (COEs y CIA de EEs).

Dentro de esta panoplia de misiones de instrucción se escondía la verdadera misión que era controlar los pasos, impermeabilizar la frontera y llevar a cabo un efecto disuasorio con nuestra presencia, a parte de la información que se pudiese recabar.

La información confidencial expresada en la Orden de Operaciones decía:

«Existe una tensión política en todo el Sector Vasco-Navarro, provocada en líneas generales por la carestía de vida, carrera hacia el Poder, tensión estudiantil, peticiones de alteraciones políticas fuera de lo establecido, que da origen todo ello, a un malestar, desconfianza y miedo entre los que pudieran ser partidarios del régimen actual.

En consecuencia, elementos terroristas preparan una campaña de envergadura que podría cristalizar en una huelga general revolucionaria, dirigida por elementos activos extremistas y alimentada desde el extranjero».

A lo largo del tiempo que duró la misión muchas unidades ocuparon aquel despliegue, pero fueron las Compañías de Operaciones Especiales de Burgos y Bilbao junto a la de Esquiadores-Escaladores de Estella las que abrieron el camino para esta misión desconocida y aún bajo el secreto oficial.

Las unidades participantes fueron: Compañías de Operaciones Especiales nº 62 de Bilbao y nº 61 de Burgos, la Compañía de Esquiadores y Escaladores de la División de Montaña «Navarra» nº 6, Secciones de Esquiadores y Escaladores de los Batallones de Infantería de Montaña «Montejurra» XX (Pamplona), «Legazpi» XXIII (San Sebastián) y «Colón» XXIV (Irún). No faltó la participación de la Guardia Civil que en un principio acompañaba a las patrullas militares en sus recorridos por la frontera para posteriormente desplegar a sus hombres y coordinarse con el Ejército en los reconocimientos e información.

Las unidades desplegaron como hemos dicho desde Vera de Bidasoa a Roncesvalles y sus puestos de mando estaban en Vera de Bidasoa, Lecároz y Roncesvalles. El Puesto de Mando Reserva se encontraba en Oronoz Mugaire. La participación fue de 49 mandos y 630 de tropa.

La Operación Iruña se mantuvo operativa hasta el año 1976.

OPERACIÓN ALAZÁN

Coincidiendo con los años de plomo, cuando se concentra la mayoría de los asesinatos de la ETA, finales de los años 70 y comienzos de los 80, y después del 23F de 1981, el Gobierno español volvió a emplear al Ejército en la lucha antiterrorista. Fue la conocida Operación Alazán que tenía por objetivo la impermeabilización y cobertura de la frontera franco-española en el Pirineo vasco-navarro para evitar la infiltración de elementos terroristas a través de ella. Participaron las Tropas de Montaña encuadradas en la División de Montaña «Navarra» Nº 6 (Pamplona) y en la Brigada de Infantería de Alta Montaña (Jaca):

Batallones «Pirineos» XI (Jaca) y «Gravelinas» XXV (Sabiñánigo), del Regimiento de Infantería de Alta Montaña «Galicia» nº 64 de Jaca.

Batallón «Gerona» VIII (Huesca) del Regimiento de Infantería de Alta Montaña «Valladolid» nº 65 de Huesca. Batallones «Montejurra» XX (Pamplona) y «Estella» XXI (Estella) del Regimiento de Infantería de Montaña «América» nº 66 de Pamplona.

Batallón «Legazpi» XXIII (San Sebastián) y Batallón «Colón» XXIV (Irún) del Regimiento de Infantería de Montaña «Sicilia» nº 67 de San Sebastián.

El despliegue en el Pirineo navarro estuvo al mando del General-Jefe de la División de Montaña “Navarra” nº 6, que estableció su Cuartel General en el Fuerte de San Cristóbal (Pamplona). Intervinieron entonces una Unidad de Helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, dos Compañías de Operaciones Especiales y cuatro Secciones de la Guardia Civil. Las misiones no fueron muy distintas de las asignadas a la Operación Iruña:

—Vigilar la frontera fuera de los pasos autorizados y reforzar los controles en cooperación con la Guardia Civil.

—Sustituir a las FCSE en los servicios de vigilancia de las instalaciones que se determinen.

Vera de Bidasoa, el valle del Baztán, Valcarlos, Roncal, fueron las cabeceras del despliegue con un frente de 125 kilómetros y una profundidad media de 10 kilómetros. Participaron más de 100 oficiales y otros tantos suboficiales, llegándose a más de 2.500 de tropa. La operación comenzó el 29 de marzo de 1981 y finalizó el 15 de mayo.

General (R.) Rafael Dávila Álvarez

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13 noviembre 2025

¡Málaga! Hermandad de las FAS/G.Civil y Hermandad de la Legión «El Blocao».

EL GAL DE FRANCO. OPERACIÓN «DOBLE E» (Extracto del Libro «LA II GUERRA CIVIL DE FRANCO» por General Rafael Dávila Álvarez

 

«Nadie enciende una lámpara para taparla con una olla o ponerla debajo de la cama, sino que la pone en alto para que tengan luz los que entran. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a conocerse y ponerse en claro» Lucas (13.16-17).

«No hay mayor secreto guardado que el secreto de algo inexistente»

OPERACIÓN DOBLE E. ANTECEDENTES
Estamos en el año 1972, exactamente es el 16 de marzo. El Levante español es el refugio de los antiguos miembros de la OAS., Organisation de l, Armée Sécrete. Esta organización que luchó por la Argelia Francesa había nacido en Madrid y al disolverse muchos de sus militantes se mantuvieron unidos dentro de una organización básica bajo el cobijo que les brindó el régimen de Franco. España fue no sólo su hogar y refugio sino su santuario.
El Gobierno español y sus servicios secretos no encontraban en su vecina Francia la colaboración política y policial necesaria para controlar y luchar contra los terroristas de la ETA. Francia conocía, controlaba e incluso apoyaba a la banda terrorista con tal de que no molestasen en territorio francés.
España se encontraba en una perentoria situación frente al terrorismo sin ningún apoyo del Gobierno francés, sino más bien todo lo contrario. Se desconocía casi todo sobre los terroristas y el Gobierno español estaba aislado sin información alguna, incapaz de adivinar que la ETA era un problema complejo que no se solucionaba con la única actuación de la seguridad interior. Francia tiene aún mucho que contar y lo oculta. Su vergonzoso apoyo y protección a la banda asesina fue decisivo en aquellos años para que la banda terrorista los aprovechase para darse a conocer a base de múltiples y sonados asesinatos.

Su proyección definitiva empezó con el del presidente del Gobierno español, D. Luis Carrero Blanco. Ni ellos mismos daban crédito a lo conseguido, aunque no era el éxito solo suyo. No estaban solos. El Partido Comunista francés de Toulouse fue tan responsable y ejecutor como la propia ETA.

A lo largo del documento Operación Doble E aparece con relativa frecuencia referencias al Partido Comunista de Toulouse. Es muy probable que el informador o informadores confundan, o mezclen los términos, las diversas organizaciones que con el nombre de Partido Comunista estaban en aquellos momentos en activo.

Conviene aclarar el término usado en Doble E ya que puede dar lugar a equivocaciones dado que por entonces la división que se había producido entre partidos de la ideología comunista creaba un verdadero caos de siglas, denominaciones e ideologías.

La denominación aplicada de «Partido Comunista de Toulouse» no indica nada en concreto y puede confundirse con el Partido Comunista Francés (PCF) o Partido Comunista español (PCE) que en aquellos momentos no presentaba esa actividad violenta contra el Régimen y había apostado por la vía pacífica con su política de «reconciliación nacional» que dio origen a una mayor ruptura con otros grupos comunistas que apostaron por la violencia. Partido comunista a secas, o de TOULOUSE, no definía a un partido en concreto ya que con ese nombre y su calificativo detrás había un indeterminado número de grupos.

Desde comienzos de los años sesenta hubo escisiones en los partidos comunistas de todo el mundo dando lugar a la creación de numerosos grupos con ese nombre que decían defender las esencias del marxismo-leninismo y entre ellos se fundó el Partido Comunista de España marxista-leninista, PCE (m-l) que fue una escisión del Partido Comunista de España. Este partido marxista-leninista fue el impulsor del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) que asesinó a varios policías al final del Régimen. Su actividad violenta fue creciendo y llegó a su cénit entre 1973 y 1975 actuando con violencia contra el Régimen de Franco y es a ellos a los que con toda seguridad se debe referir el informe que habla de una manera genérica sin especificar a qué partido comunista se refiere cuando habla de «Partido Comunista de TOULOUSE».

Es indudable que procediendo de un mismo tronco la información tuviese sus trasvases y fuese conocida de unos y otros pero no es menos cierto que el enfrentamiento entre los distintos partidos comunistas fue de gran virulencia llegando momentos de verdaderas dificultades entre ellos porque además de las diferencia ideológica y de procedimientos, siempre sobrevoló el temor a los infiltrados de la policía. Nadie se fiaba de quien estaba a su lado.

España quiso dar un paso al frente en el conocimiento del fenómeno de la ETA y dada la falta de apoyo francés inició su propia obtención de información.

¿Dónde iba a encontrar España el necesario apoyo para infiltrase en la organización terrorista y obtener datos de sus proyectos y movimientos? Solo desde dentro de la banda o desde el interior de los servicios policiales franceses podía obtener resultados.

La experiencia y conocimientos de los antiguos miembros de la OAS, agradecidos por el apoyo que España les había prestado, acabó siendo la clave y la Organización prestando sus servicios a los impotentes servicios de información españoles.
La operación se pone en marcha en 1972.

Duró poco más de un año y no se obtuvo gran rendimiento por desidia española ya que la información no fue analizada y explotada con eficacia a pesar de su importancia, que fue de tal magnitud, que pudo evitar el asesinato del Almirante Luis Carrero Blanco.

Doble E murió con la misma imprecisión y extrañeza con la que nació.

Aquí están los datos.

Desgraciadamente años más tarde nos encontraremos con una situación parecida, quién sabe si inspirada en esta primera maniobra… No es de extrañar que alguien desempolvara aquellos antecedentes y copiara métodos y procedimientos.

Alguno de los que se movía por esos mundos novelescos de Doble E el año 1972 continuará en plantilla en las listas del GAL que se montó en España en 1983.

Doble E fue sólo un proyecto, muy madurado, organizado en su estructura, pero sin continuidad y puesta en escena. Se quedó sin fondos o no se quiso ir más allá es una incógnita que queda por desvelar. No sabemos el por qué de su inesperado final. Si es que lo hubo.

Lo que más tarde puso en marcha un Gobierno democrático (GAL-1983), socialista para más señas (Felipe González al mando), no fue capaz de ponerlo en marcha el Gobierno de Franco, como posteriormente veremos.
Lo que se expone sólo fue conocido por la Guardia Civil y dentro de ella por su Director General, mandos muy próximos de su Estado Mayor y los encargados de realizar la operación, como deja muy claro el ejecutor del informe.
En aquellos momentos el Director General de la Guardia Civil era el Teniente General Carlos Iniesta Cano. Fue nombrado en enero de 1972 y estuvo en el cargo hasta Mayo de 1974, fecha en la que pasó a la reserva.
Hay un dato de gran interés porque puede orientarnos sobre los orígenes de esta operación. El General Iniesta acababa de llegar de Argelia donde estuvo de Embajador de España desde julio de 1970 hasta su nombramiento como Director General de la Guardia Civil.
Su última actuación en Argelia fue en Febrero de 1972 (ya nombrado DG. de la G.C.) con motivo de la visita a ese país del Ministro de Asuntos Exteriores, López Bravo, para la firma de los acuerdos de compra de gas natural y de cooperación económica y financiera entre los dos países. Su nombramiento para la Guardia Civil y la inmediata puesta en marcha de la Operación Doble E con miembros de la OAS hace pensar que estableció algún tipo de contacto en Argelia durante sus años de Embajador. Las razones que llevaron a nombrar al General Iniesta embajador en Argelia y su posterior nombramiento como Director de la GC. aparentemente pueden tener relación. Los contactos que allí pudo establecer con antiguos miembros de la OAS y la información obtenida pueden ser el origen de la operación Doble E.
No está de más recordar que el General Iniesta fue Agregado militar de la Embajada española en Washington de 1949 a 1955 siendo embajador José María Areilza. Indudablemente ese era otro lugar privilegiado para ver los derroteros que llevaba la política internacional y obtener información de primera mano.
El Jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil en 1972, mano derecha del Director, máximo receptor de toda la información que la Guardia Civil manejaba a cualquier nivel, era un personaje lo suficientemente listo para adaptarse a las circunstancias sin ningún rubor ni sonrojo, de esos que son capaces de estar en todos los lugares para terminar diciendo que no estaba en ninguno. Hablamos del General José Antonio Sáenz de Santa María Tinturé.

En 1995, el teniente general José Antonio Sáenz de Santa María, imputado por uno de los atentados del GAL, aunque fue exculpado, hizo unas intrigantes declaraciones al periódico El País (24-2-1995-Miguel González) en relación con la guerra sucia.

—¿Alguna vez recurrió en aquella época a la guerra sucia?

—Le responderé con una máxima: En la lucha contraterrorista, hay cosas que no se deben hacer. Si se hacen, no se deben decir. Si se dicen, hay que negarlas. Creo que he contestado.

El antiguo Jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil en 1972, coronel Sáenz de Santa María, sería más tarde su Director General y de él se especuló sobre su conocimiento y participación en la guerra sucia de los GAL. Es famosa su «no declaración» en el Congreso, solicitada a puerta cerrada, sobre aquellos hechos. Se negó hacerlo si era a puerta abierta porque sus declaraciones podían ser motivo de escándalo. No hubo necesidad ya que el Partido Popular disolvió la Comisión para investigar el GAL.

El general había declarado (El País-MIGUEL GONZÁLEZ. Madrid – 27 ENE 1996):

«Sí es cierto que les hice ver que, si yo declaraba a puerta abierta, todo lo que declarase, especialmente a preguntas del PNV “interesado en la guerra sucia durante la etapa de UCD, podía ser objeto de titulares llamativos o escandalosos, porque yo no podía negarme a contestar ninguna pregunta cuya respuesta conociese. Este fue el problema que les planteé», concluye el general, y “no tuve más noticias sobre el tema hasta que me enteré de que la comisión había sido disuelta”».

Todo está publicado. Nada leído. Nadie se da por enterado.

General (R.) Rafael Dávila Álvarez

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11 noviembre 2025

175 ANIVERSARIO DE LA ACADEMIA DE INFANTERÍA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

 

La Academia de Infantería de Toledo es casa y alma de cualquier infante, de soldado a general. No es lugar de privilegio ni de visita protocolaria, es un vaticano de la Infantería española donde se encuentran Pedro Calderón con Baltasar Queija en un abrazo que recuerda al del Tajo con la imperial Toledo.

Y éstos que en la Academia Toledana

sienten que se apodera de sus pechos

con la épica nobleza castellana

el ansia altiva de los grandes hechos

Lo demás son zarandajas momentáneas, actos protocolarios de hoy donde alguna infantería moderna se hace fotos, pero no reza ni sabe

besar la Cruz aquella

que forma con la enseña de la Patria

el arma con que habrán de defenderla.

La Infantería, la de a pie y sin dinero, pero siempre con su Virgen Inmaculada, que cumple, según nos anuncian, 175 años desde que abrió Escuela para que no se olvidasen las hazañas de una religión de hombres honrados que canta

Ardor guerrero vibre en nuestras voces

y de amor patrio henchido el corazón

Se ha celebrado el 175 Aniversario fundacional de la Academia de Infantería. Fue allá por 1850 cuando abrió el primer Centro de Enseñanza del Arma: el Colegio de Infantería, origen de la actual Academia de Infantería. Pasó por el Hospital de Santa Cruz, Hospital de Santiago y Casa o Fonda de Caridad, de la ciudad de Toledo, se cerró en 1869, volviéndose a abrir en 1875 en el Alcázar de Toledo. Más tarde el General Franco ordenó la construcción de la actual Academia de Infantería inaugurada en 1948.

El Alcázar ha quedado, o debería,  como imagen del heroísmo de la Infantería y del pueblo toledano. Sigue siendo espejo para cualquier infante. Eso creemos, aunque no lo aseguramos porque no hay peor enemigo que el olvido o la mala memoria.

De los actos conmemorativos de tantos años de Colegio, pocos infantes se han enterado. No se nos ha mandado una mínima reseña como recordatorio de los hechos. «Que somos muchos no es escusa», sino desidia, porque como dijo D. Camilo José Cela, la Infantería no es la masa sino la compañía. En el mundo de la Inteligencia, incluso artificial, hay sobrados métodos para llegar hasta el último de los infantes. Solo es querer y para eso hay que saber.

La Academia de Infantería celebro sus 175 años. A su manera y con la sociedad civil, con su Toledo y autoridades, que eso está muy bien siempre y cuando no se olviden de los que nos hemos formado como infantes para el combate, con ardor guerrero, los que quedan que no son tantos como para no hacer un toque de llamada

que aún te queda la fiel Infantería

que, por saber morir, sabe vencer.

Esa Academia es  nuestra y no del Director ni del Mando de Enseñanza ni del Jefe del Ejército ni de la ministra de Defensa. Es de los infantes que allí se han formado, subido por Cerro Cortado y sudado hasta el vértice Torrejones cantando entre olivares, crípticos como los alcaravanes de aquellas tierras solo para infantes curtidos en las cosas

del deber, de la Patria y del Honor. ¡Honor!

¿Habrá otra manera de ser infante? Porque creo saber que en esa Academia, de la Infantería, de todos los infantes…

‹No se ha visto en todo el mundo

tanta nobleza compuesta,

convocada tanta gente,

unida tanta nobleza… ››

¿Ya no es aquel soldado vago al frio y al calor? Claro que «quien no haya sido soldado de Infantería quizá ignore que cuando el hombre se cansa, aún le faltan muchas horas y muchas leguas para cansarse».

Las armas hacen ruido. Mucho ruido. Ser Infante ya no es ser del Arma de Infantería, ahora es una especialidad.

Silencio…

…el arma con que habrán de defenderla

¿Una especialidad? ¿Qué será eso? ¿Una parte? ¿Una limitación? Cuando ser infante es todo en la milicia. Lo son todas las Armas en su base principal. Especialidad es de serlo todo acabar siendo nada. La Academia de Infantería ¿es una especialidad?

¿El Alcázar de Toledo es una especial historia prohibida?

Pues miren, soldado o general, es lo mismo porque a ningún infante de a pie nos han invitado, que no cabemos, somos muchos, pero ni siquiera el recuerdo, unas líneas en los medios. Nada; silencio de nuestra Academia, a nadie se lo han dicho y con su pan y sal se lo coman. En cualquier caso esa es la buena noticia: Somos muchos, somos Legión.

Fueron los Tercios. Pasó algo parecido en el Centenario de la Legión. En silencio. Cien años de historia sin que a nadie se le haya ocurrido recuperar aquellos cien años. Era infantería.

A lo mejor en estos 175 años alguien habrá tenido un recuerdo para el Alcázar de Toledo, tan vinculado a nuestra historia de infantes.

Somos muchos y no hay sitio para todos. No se puede invitar a todos. ¿Somos masa o compañía? Desviemos el disparo y bajemos la distancia de tiro. Menos infantes y más silencios, que pasen desapercibidos. Al fin y al cabo es una especialidad.

175 años en silencio. Muchos infantes en España, la mayoría, y pocos se han  enterado. Mucha autoridad civil, muchos juramentos, pero los infantes huérfanos de la autoridad que da ser infante: «Quien no haya sido soldado de Infantería quizá ignore que cuando el hombre se lanza, cuando el hombre se calienta la sangre, lo más difícil es pararlo y enfriarlo. Porque el otro secreto de la Infantería es el de calentar el aire con la mirada y darse cuenta de repente que la batalla terminó cuando el soldado creía que estaba empezando. Que nunca mejores temples se conocieron ni en más gallardo menester se emplearon».

Han asistido los Coroneles de todos los Regimientos de Infantería de España. ¿Todos o los de los escasos Regimientos que quedan ? Hemos estado quizá en ellos representados.

Queda un mes para celebrar la Patrona del Arma. Recuerdo.

«Resuenan pífanos marciales y aún nupciales en la última y más profunda revuelta de nuestros oídos, y aún se estremece, gracias a Dios, ese último nervio que en los cuerpos de los bien nacidos se guarda, como oro en paño, para que vibre en las ocasiones solemnes. En el día de la Patrona, por ejemplo».

O en el Aniversario de sus 175 años de historia.

¡Viva la Infantería!

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

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10 noviembre 2025

LAS COSAS DE DON EUFEMIO. Félix Torres Murillo. Coronel de Infantería DEM (R.)

«MEMORIAS REALES». Publicado en el Diario «La Región» de Orense por Rafael Dávila Álvarez

https://www.laregion.es/opinion/memorias-reales_1_20251106-4047048.html

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LA VOZ DEL REY. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Este artículo ha sido publicado en este blog más de una vez. Publicarlo de nuevo es un simple barómetro que nos dice no solo la temperatura, sino la predicción de futuro a raíz de lo que vemos. Ya no hablamos de reyes, lo hacemos del porvenir de España. Y lo hacemos porque los cimientos de esta vieja y sabia nación están siendo corroídos por algo peor que la carcoma. Nos llaman exagerados, dicen que España va mejor que nunca y no sabemos de lo que hablamos.

Estamos bajo la esclavitud del miedo. Es mucho el poder conquistado y el temor alcanza a todos por igual desde los palacios a las más humildes viviendas. Es una vieja historia muy bien montada y ahora de plena vigencia. Nos han dividido y nos hemos entregado. Nos han descabezado y ya sin nadie que nos represente, alguien que ondee como la bandera, que sea nuestro símbolo, que grite cuando deba y apacigüe cuando pueda, la soledad se muestra como incertidumbre y desconocimiento de lo que queremos. No crean que ellos quieren una república; no, en absoluto. Quieren instalar un régimen  en el que se legisle, se juzgue y se dé seguridad y defensa al dictado. Dictar es su ley y el que no obedezca será reo de culpa. Claro que parece que nos gusta entregar nuestra libertad para que sea gestionada por el señor que dicta. Abran los ojos porque de nuevo se abre otra campaña de acoso y derribo para ocultar las próximas sentencias si es que los jueces logran mantener su independencia.

Es el momento oportuno para recordar la figura del Conde de Barcelona. Hoy cobra plena actualidad para la política de Estado lejos del oportunismo y ramplonería de los discursos de partido.

Era el año 1993 cuando Don Juan de Borbón recibía la Medalla de Oro de Pamplona. Se le había acabado la voz pero providencialmente el entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón,  leyó en voz alta sus sentimientos. Todo un símbolo. Pocos lo vieron  y menos entendieron aquél simbolismo. Juntos, un Rey que lo fue en la esperanza, el Rey de España y un Príncipe que iniciaba el camino. Cedió la voz Don Juan y cedió definitivamente el futuro; lo hizo en este caso en su nieto Don Felipe, libre de todas las cargas del pasado. Se cerraba el paréntesis de la historia reciente buscando el definitivo futuro. La monarquía española, la heredada, la instaurada y la esperanzada; tres historias en tres reyes para España, tan distintas que parecían tres Españas.

Don Juan hablaba desde el silencio y, sin voz, la gravedad de su mensaje la podían percibir todos los que quisieran escuchar y entender. Ya no hablaba de España, su devoción, ahora hablaba de la unidad de España, su preocupación.

Nadie le escuchó; los laureles ensordecieron a los consejeros, muy activos en épocas de recolección. Don Juan pudo ver la realidad al evadirse de todos ellos. Conocía muy bien lo que significa estar rodeado de tantos consejeros expertos en malos consejos. Sólo le quedó el mar donde aprendió a leer los horizontes de acontecimientos. Y con él guardó la historia de una España que se le escapaba mientras más la deseaba.

La unidad de España, repetía incansable, por encima de la enfermedad, por encima del silencio, incluso por encima de la imprudente prudencia de algunos.

La transición superada, decían algunos, España navegaba con buen rumbo y velocidad de crucero, pensaban todos. Nadie había visto al sembrador que por las noches esparcía su semilla de cizaña por los campos de cereal. La transición ni siquiera había comenzado a germinar y ya todos auguraban una espléndida cosecha. La unidad de España, repetía Don Juan a punto ya de coronar su historia.

El Rey Juan Carlos captó de inmediato el mensaje y consciente de la gravedad de las palabras de su padre repitió incansablemente el mensaje de unidad. He repasado los discursos de Navidad y Pascua Militar desde aquél año noventa y tres; nunca ha dejado de apelar a la unidad de España. Pero por mucho que se hable de la unidad, nada se logra si los campos están sembrados de la semilla de la secesión que acabará ahogando a las espigas de la unidad. No era ese el sentir popular, entonces ni ahora, pero una élite político-económica ha logrado jalear a los ácratas que gustan militar en el sindicato de los gorriones donde ellos se alimentan aunque nadie coma. Esta es la otra historia, la de la España reciente.

La Transición significaba cambio, el paso a un sistema democrático solidario y de respeto. Para ello, lo primero y fundamental era tener una Ley y respetarla. Y se hizo la Ley pero no el respeto democrático de cumplirla. Razones de carácter visceral, vuelta al revanchismo y al enfrentamiento. Los que deberían ser hombres de Estado han resultado ser agitadores de barrio que juzgan según sus intereses de partido o con la imposición de su minoría sobre el conjunto. Es su democracia. Esta es la historia que ahora se abre.

Diez años lleva en el Trono Don Felipe. La transición de reyes se ha hecho con seriedad y oportunidad. Estamos ante la verdadera y nueva historia de España, ante el futuro de varias generaciones. No hemos vivido una transición como todos creíamos. Hemos vivido una incertidumbre.

La transición empieza ahora… la incertidumbre que no ha desaparecido. Lo avisó Don Juan, lo cultivó el Rey Juan Carlos y será la preocupación del Rey Felipe VI: la unidad de España. Historias hay muchas, España una, única e indivisible; sí no, ni hay España ni hay Historia.

Ni Rey ni República, no habrá nada de nada.

General de División (R) Rafael Dávila Álvarez

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A ESPAÑA SE LA SIRVE DE MUCHAS MANERAS. ALGUNA SIN PERDÓN NI OLVIDO. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

No parece que lo de «A España servir hasta morir» sea una lección aprendida. A aquel extraño, por decirlo de alguna manera, ministro de Defensa le dio un ataque de caspa cuando le llamó Artur(o) y le dijo aquello de «Oye ministro o quitas eso de los catalanes montes o te quito a ti en 24 horas». No hizo falta ni cinco minutos. El extraño ministro, el de la caspa, muy dado al móvil, a movilizar a cualquier hora del día o de la noche a sus vasallos, que eso pensaba de los uniformados, dio la orden del desorden y contra la patria, como si fuese el poeta de la despedida que quiso componer metiéndose donde nadie le esperaba. Se retiró no el lema, sino todos los montes de España, se retiró la idea de servicio y se hizo en el lugar más sensible para nosotros, la Academia de Suboficiales del Ejército, sólido paraje donde se forma el escalón clave y básico de todo el Ejército. Sin rechistar. La Cúpula temblaba y la tropa miraba sin saber cual era la dirección de ataque. Que ya no había ataque ninguno y mejor era morir que matar. Desde entonces, sin que nadie se haya dado cuenta, la desmilitarización se enseña en los colegios y guarderías. Lo peor: en las Academias Militares y en los Centros de Formación. Conviene no olvidar de donde venimos para sabe a donde vamos. Acabar con España suena a ¡Ala! ¡Qué dice este tío! Pues eso sobrino. Que a España no se la sirve, sino que uno se sirve de ella hasta dejarla seca, y para ello un botón de muestra. ¿Cual? Tremendo el trabajo que tiene el Supremo y, a la par, el de un poco más arriba para deshacer sin vía jurisdiccional lo que la jurisdicción sentencia. !Ah!

A España no se la sirve, se sirve al Gobierno de turno, socialista zapaterista o sanchista y sus ministros son ejemplo de esa entrega luchando en lugares insospechados para no dejar sospechas. Véanlo a diario en su taza de café.

Somos fruto, consecuencia, de aquellos tiempos del ministro que retiró el lema «A España servir hasta morir» y conviene no olvidar aquello ni a los uniformados que tragaron con la infamia y que después de sus acenso se colocaron o colaron por lugares donde el servicio se entiende en sentido inverso al que las Reales Ordenanzas exigen a quien besa la bandera en juramento de vida hasta la muerte. No los olvido por muchos lugares insospechados, sin sospecha, que hayan ocupado y, aunque sigan mamando de la vaca que les ha llevado a olvidarse de todo menos de ellos. Cualquier día hago una lista y la muestro. No con mala intención, sino con la se servir, cosa que ellos nunca supieron si no era en ese sentido inverso, ese  que les ha engordado su cuenta corriente mientras adelgazaba la de  la patria. Puedo dar nombres de los vasallos de aquella época, culpables no solo de retirar el mandato del servicio irrenunciable de morir por la patria, sino que desmilitarizaron la milicia a cambio de un plato de lentejas. Frio.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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5 noviembre 2025

LAS MEMORIAS DE UN REY. Rafael Dávila Álvarez

 

Todo recuerda a la tragedia clásica. La falta del coro en un libro de memorias suele ser sustituida por los medios, la crítica, coro moderno que, dividido y enfrentado, canta en interpretación alejada de la épica. Insultos en Do mayor. Así una biografía se convierte en tragedia y se representa en la calle como siempre lo ha sido la teatral monarquía española. Quizá asistamos a su última representación cuando divinizada, malhadada, apasionada muere en suicido.

¡Adiós, recuerdos de la patria mía!

El coro presiona y el tiempo todo lo tapa y todo lo descubre. El baño en malas aguas destempla los aceros y llega el momento en el que no caben en un saco honra y provecho.

Canta el otro lado.

¡Quién quita la nube de pena que ayer te nubló! Es lástima que no todos los hombres en este puerto de amistad confíen.

«Hallamos los rebaños degollados y sacados, con mano violenta, de los apriscos donde se encerraban. De lo cual todos échanle la culpa».

Había perdido la armadura de Aquiles. Ya no estaba aquel que se la compuso para seguir y modelar Troya a su manera.

¿Pero como dio sobre las reses?

-Me privaste de las armas mías, pero en su mal los propios míos veo; que nosotros el tiempo que vivimos no somos sino imágenes y sombras, sino de algo mucho más extenso que el corto tiempo que cuidaste el aprisco.

«La infancia y el amencia anestesian todo sufrir, más la cordura en cambio sentir nos hace el gozo con la pena». «Que ningún general, y mucho menos los que causan mi ruina, se aprovechen de alguna de mis armas. Tú, […,] poseerás mi escudo tan famoso que un día blandirás con mano fuerte. Las demás armas enterradlas conmigo».

-Sé prudente.

-Me dolieron tus palabras afiladas. Van pasando los años y el cansancio me oprime, y pierdo la esperanza de verte antes de irme a la mansión del Hades de quien nadie se exime.

A su tiempo todo dolor cauteriza. Ya es tarde para llantos, pero la palabra y el recuerdo permanecerán por encima de los tiempos. No será fácil olvidar los tiempos coronados cuando éramos una nación unida capaz de seguir un camino.

¡Adiós recuerdos de la patria mía!

-Si vivo no pudimos dominarle, ahora que acabado está le mandaremos, aunque tu te opongas. Nunca más acataremos las suyas.

-No es tiempo de lamento, pero eso no significa que tenga que callar y aceptar el castigo sin reconocimiento a méritos propios, no de otros. No podéis negarme sepultura.

Combatí por los santos juramentos que me ligan a mi tierra y aún desnudo me basto para derribar a traidores que se cobijaban en mi sombra.

¡Ay que pronto fenece para un muerto la gracia que merece entre los vivos!

Él hizo entonces lo que nadie pudo por vosotros y todos se lo reconocisteis. Él, él sostuvo el duelo y por su valor excelso se hizo digno de alabanzas.

Ahora merece todo honor, pues, en justicia, y en negarle la tierra no le ofendes a él sino a todo un pueblo, que no es de nobles tomar venganza cuando representas más de lo que tú eres o crees ser.

-Para cuando hayas alcanzado cierto conocimiento, habrás padecido previamente graves penalidades.

Hay un tiempo público para todos (Heidegger), una sucesión de amaneceres y anocheceres. Surge y desaparece. Tiene un carácter extático, pero no siempre es así.

Las monarquías han ido parejas al tiempo con el territorio que coronaban construyendo una continuidad, eslabón que enlazaba el ayer con el mañana.

Algo tan sólido es impensable que pueda ser roto por una voluntad que se empeña en no mirar el tiempo y romper los amaneceres. Sumergirse en la oscuridad y romper con todo. Todo es nada.

-Cuídate de quien ha heredado las armas.

Termina el coro. «Y los mortales todos aprendan que nadie augura lo que le importa».

Todo está en Ayante (Sófocles): el héroe derribado.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

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4 noviembre 2025

 

 

A POR DON JUAN CARLOS Y LA CORONA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Sé que muchos permanecen en silencio como si la cosa no fuese con ellos. La honradez del funcionario se paga con una palmadita en la espalda y la sonrisa de falso cariño. Luego el fino hilo que lo une al deber es cortado con certera tijera y cae al abismo de la indiferencia. El funcionario, rendido de caricias, sonríe cuando sabe que sabe, pero nadie sabe que él sabe ni siquiera él mismo supone el valor de lo que sabe hasta que desaparece con todo lo que sabía que, en definitiva, como nadie lo sabe, es nada.

Siempre hay traidores entre los que menos saben porque desde un principio se sabía de ellos. Estamos a punto de quitarles la careta. Nada hay oculto que no se acabe sabiendo. No es un mensaje ni una amenaza sino historia archivada.

Todo.

Todo lo que ocurre en estos momentos contra el Rey Juan Carlos no es sino la continuación del Decreto: «Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los Poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional. Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, honores y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de su representación legal para votar las nuevas normas del Estado, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás, ni para él, ni para sus sucesores. De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional, se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba darles. Esta sentencia, que aprueban las Cortes Soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno Provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones».

Firmaba la sentencia, como presidente del Gobierno de la República de España, Manuel Azaña el día 26 de noviembre de 1931. El Decreto se había aprobado en las Cortes con nocturnidad: a las tres cincuenta y cinco minutos de la madrugada del 20 de noviembre de 1931.

La manipulación electoral a los municipios españoles fue un golpe de Estado dado en abril de 1931 que se repitió en octubre de 1934 cuando la derecha salió ganadora, esta vez en elecciones nacionales. La farsa de las urnas, que en España eran chisteras de mago, tuvo su continuidad en febrero de 1936. Los del PSOE (llámenlo como quieran, pero  así queda más claro) después de tiempos de quemar iglesias y asaltar conventos perdieron la guerra y no perdonaron el regreso de Don Juan Carlos, nieto del que había sido declarado «culpable de alta traición», y desde ese momento esperaron pacientemente para hacer uso del mismo argumento y preparar su salida irreversible de España. Don Juan Carlos venía de la mano de Franco, Franco coronó a Don Juan Carlos, que a su vez es toda una dinastía. Así, con ellos, llegó la Constitución de 1978

DON JUAN CARLOS I, REY DE ESPAÑA, A TODOS LOS QUE LA PRESENTE VIEREN Y ENTENDIEREN,

SABED: QUE LAS CORTES HAN APROBADO Y EL PUEBLO ESPAÑOL RATIFICADO LA SIGUIENTE CONSTITUCIÓN

Que  dice: «La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria». «El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes».

Inolvidable. Insuperable. Inadmisible. Intolerable. Inaguantable. Insoportable.

Sobre todo cuando la historia se revuelve contra ti, que te creías el rey de todo el mundo al alcanzar un cargo mientras habitabas la temporalidad del funcionario que fue descubierto cuando ya su carrera llegaba al fin.

Vuelvo a recordar las palabras de Tierno Galván: «Hay que aceptar la Monarquía como el mejor y más fácil puente hacia la democracia. Luego ya veremos».

Veremos es Zapatero. Veremos es Sánchez. «Veremos», es el Gal y y la coronación de la ETA. Veremos es el imperdonable «Tranquilo, Jordi, tranquilo». Veremos es el dominio de los Poderes del Estado. Veremos es el Golpe de Estado del 2017. Veremos es Puigdemont. Veremos es el indulto. Veremos es la amnistía. Veremos es lo que nos queda por ver.

Pero el «veremos» pendiente es la Monarquía, que trajo la democracia a España, no es democracia, que solo solo lo son «ellos y sus circunstancias». Lo estamos viendo y lo veremos. Azaña pensaba, mal intencionado, soberbio, pero pensaba. No sé qué es peor; Zapatero y Sánchez no tiene esa capacidad y se rigen por sentimientos mal condimentados y muy peligrosos, de esos que a la postre dicen «No era eso, no era eso» cuando destrozan una nación y ponen tierra o mar por medio, a salvo y con dinero. Al fin, la tristeza es su fortuna. Nada hay peor que un tonto con alto coeficiente de inteligencia y que escale en el poder político o en el militar si le sirve de puente para esta.

La maniobra inicial, muy antigua, se recondujo cuando vieron una brecha de debilidad en la fortaleza y se dirigió desde el más poderoso de los despachos ocupado por ese exclusivo coeficiente intelectual tan elevado como perverso.

No es de extrañar que haya surgido de repente el terremoto mediático contra Don Juan Carlos. Como no pudieron con la ley van a por él con la trampa. Nadie se da cuenta porque no hay secreto mejor escondido que el que se publica, si es en el BOE aún más. La Zarzuela ya firma como una máquina, en automatismo, sin voluntad ni criterio propio, al vaivén de una ola convertida en sunami.

Por muchas vueltas que le den, por mucha democracia que nos rodee, jamás pensarán en una monarquía parlamentaria que para ellos no la trajo la Constitución, su papel mojado, que interpretan pero no cumplen, sino que la Constitución vino, como la Corona, de la mano de Francisco Franco. Constitución, Corona, Iglesia. ¡Ni lo sueñen! Tarde o temprano se la llevarán puesta. Ahora buscan y buscan datos en la basura, pagan y muy bien a quienes les cuenten, los buitres salen al oler la carnaza (yo sé. yo vi, si te cuento cuando…) en dinero, amoríos, luego en el 23F, más tarde en el atardecer de la vida, que hasta ahí llega su maldad.

Lo suyo es reventar los archivos, los dosieres, las citas escondidas, los pasos por la frontera del sur, los vuelos oficiales, las maletas en las bodegas de los aviones, las cuentas bancarias o no bancarias, los paraísos fiscales, las cacerías, la cuesta de las perdices, los armarios de algunos, los reservados y hasta las tumbas.

Abrieron la de Franco y fue todo un símbolo. Nadie movió un dedo. Esa es España. Lo saben.

El rey Príamo ve su ciudad ardiendo y saqueada.

«Cuando vio la ruina de su ciudad conquistada y abatidos los umbrales de palacio y al enemigo dentro de su casa, en vano toma el viejo en sus hombros temblorosos las armas enmohecidas, tiempo ha, por la edad y se ciñe el hierro inútil y lánzase a morir entre los enemigos» (Virgilio. La Eneida).

«Miro atrás y reviso la tropa que aún tengo. Todos me abandonaron agotados y saltaron a tierra o entregaron sus cuerpos heridos a las llamas».

En España ni los muertos pueden estar tranquilos. Mejor que en cada tumba anide una cobra inmortal.

Miren al poder y a los otros. Todos siguen el camino trazado.

Sacaron los restos de Franco del Valle de los Caídos. Los restos de los Reyes de España están muy cerca, en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Los separaba la sierra berroqueña y el magnetismo del lugar, pero ya en el Panteón de Reyes no queda hueco para más enterramientos.

Es hora de escribir y contar si es que llegamos a tiempo.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

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LAS COSAS DE DON EUFEMIO. Félix Torres Murillo. Coronel de Infantería DEM (R.)

CRONOLOGÍA/NÚMERO ACTUACIÓN DE LA UME Y LAS FUERZAS ARMADAS EN RIADA DE VALENCIA Y PROXIMIDAD OTRAS UNIDADES DE LAS FAS A LA ZONA

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CARLES PUIGDEMONT I CASAMAJÓ General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Este verano hubo ultimátum: «O vuelve Puigdemont a España o se acaba nuestro apoyo», comunicaba Junts a Pedro Sánchez. Reunión de urgencia en La Mareta, Illa por lo catalán, Zapatero por aquello de los apoyos «exteriores» y Marlaska por si se les iba de las manos.

Hubo más visitas atlánticas, pero ya las conoceremos. Un lugar oficial de un presidente del Gobierno, aunque sea de veraneo, debe tener un registro de visitas indestructible y de acceso al menos por la Comisión de Secretos del Parlamento. La privacidad solo en un bis a bis o en la taberna de la esquina.

El problema se agrava porque ni la amnistía ni el dinero pueden con el verdadero objetivo: que Puigdemont vuelva a España sin ser detenido y puesto a disposición judicial.

El plazo ha caducado y ya no hay trato. Veremos si hay truco.

Carles Puigdemont sabe que la debilidad es el momento mejor para el ataque. Esperan hasta el turrón. Luego vendrá el año definitivo.

El independentismo busca un símbolo. Ha perdido la batalla y necesita recuperar terreno. Debe izar una bandera, cantar un himno y lanzar la voz de ataque para la victoria, alguien que encabece el asalto final: un símbolo encarnado. Bandera, himno y rey (del condado): Puigdemont.

Carles no significa gran cosa, es un pelele necesario para no dispersar el conjunto y fabricar a su alrededor una imagen que aglutine la lucha contra España. De ahí su importancia. El símbolo es más fuerte que el poder, es el verdadero poder sobre cuerpo y alma. Es la única realidad integradora. De ahí su urgencia y permanente referencia. Los de Junts creen representar  a la sociedad catalana. Muy democrático y común en nuestra querida España, te dan unos votos y ya crees ser.

La cataluña independentista tiene dinero, pero no tiene símbolo y desesperan porque saben que sin rey, conde al menos, no alcanzan. La lengua no es suficiente, se queda corta, notan que disminuye su influencia, hasta en la poesía, no hay manera de llevarla más allá cuando lentamente desaparece. Es ley y vida, más allá de la voluntad. El Toisón no ha sentado bien.

Anunciaban a Sánchez Albornoz la llegada de Don Juan Carlos a Argentina y el viejo republicano, que allí residía, contestaba: «Es España, España que viene a la Argentina».

Carles no es Cataluña. Ni parecido. Roca con Toisón efímero.

Carles Puigdemont es nadie. Nadie ataca con engaño, no con fuerza.

Odiseo se escapa de Polifemo gracias a, por un momento, esconderse bajo la nada. No puede haber integridad nacional cuando no hay nación. ¿Buscan un símbolo de unidad? ¿o de ruptura? Para alguno avanzar en convivencia es aceptar una ruptura, lograrla, aunque sea a base de romper la convivencia, violentamente si necesario fuere.

El llamado pluralismo político se transforma en  enfrentamiento político muy alejado de la pacífica práctica política. Enfrentamiento disgregador. Del enfrentamiento político se ha llegado al social, que es más peligroso. Estamos en la fase final y por ello buscan el símbolo. Quizá no vuelva otra oportunidad de romper con España y convertirse en esa cosa independiente. Bandera himno y rey. El símbolo que represente en este caso la radicalidad, exabruptos, descalificación, intransigencia y fundamentalismo. Quien sabe si algo más.

Carles Puigdemnoit i Casamajó no pasará a la literatura porque representa, o pretende hacerlo, una figura muy manoseada como todo lo que tiene gran significado en la vida. Pretende ser un símbolo, pero detrás no hay nada, todo es España.

Pretenden construir un símbolo para la independencia, para la Cataluña rancia del poder económico, un rey catalán que sea bandera, himno e historia que represente aquello de lo que carece. No es deseo nuevo, que ya encumbraron la bandera de los Pujol, o alguna Roca que jugaba a la tibieza con media sonrisa muy peligrosa mientras otros se introducían por la puerta trasera del palacio principal de Troya para dejar allí su caballo.

El independentismo quiere bandera y no la encuentra. El símbolo que aúne y reúnan voluntades no existe.

Carles Puigdemont i Casamajó es un último intento con el que la rancia clase poderosa y rica, los intransigentes que siguen en Ítaca, quieren llevarse la convivencia.

Sánchez lo tiene mal porque ha querido vender lo que no es suyo y España es una roca muy dura para que cualquier traidor quiera engañarla.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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29 octubre 2025