TRAICIÓN 1. TRAICIÓN 2. ALTA TRAICIÓN. A TRAICIÓN Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

La reunión de Barcelona. Se consuma la traición.

Del Diccionario de la lengua española:

Traición1: Falta que se comete quebrantándola fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.

Traición 2: Delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria.

Alta traición: Traición cometida contra la soberanía o contra el honor, le seguridad y la independencia del Estado.

A traición: Alevosamente, faltando a la lealtad o confianza.

Traición 1, traición 2, alta traición o a traición. Elijan la que definición que prefieran. Todas encajan.

¡Rey don Sancho, rey don Sancho!,

no me digas que no te aviso

que de dentro de Moncloa

un alevoso ha salido,

se llama Pedro Sánchez,

¡Que a España ha malherido!

Muerta la ha Pedro Sánchez

¡Gran traición ha cometido!

Desde que la tuviera muerta

metióse por un postigo.

Por las calles de Barcelona

va dando voces y gritos:

El tiempo ya era, Quim Torra,

de cumplir lo prometido.

Consejo de Ministros en Barcelona. ¿DE qué se ríen?: de nosotros

Poco más que decir. Mucho por hacer. A muchos que señalar ¡Gran traición han cometido!

Cruzado el Rubicón se inicia la guerra civil. No hay marcha atrás. Ahora se trata de saber si las tropas le acompañan. La tropas, que no haya engaño, son ustedes, todos aquellos que votan y apoyan lo sucedido, que hoy se ha descubierto de manera definitiva.

El jefe de las tropas y sus generales estaban hoy en Barcelona. Los capitanes, barones y asimilados, atónitos presenciaban el fin de España. También su infantería, los votantes, los de a pie. ¿Les seguirán? De ustedes depende; lo que se juegan: España.

Este Señor que se sienta en la Moncloa asume la jefatura de las tropas y se entrega al enemigo. La situación la conocen hoy mucho mejor que ayer: unos contra otros. El miedo recorre Cataluña, las ciudades, los domicilios, las familias, la administración. Miedo, miedo, miedo. Traición 1, traición 2, alta traición: por definición.

Guerra Civil en Cataluña. En esas estamos.

Soluciones: la pacífica o la violenta. La agresión permanente o la Ley. Cumplir y hacer cumplir la Ley; o ya saben. El precio se llama: España.

De ustedes depende. O echan a este personaje y a sus asimilados y el PSOE se renueva y regresa a la vía constitucional para salvar a España del independentismo, o vamos al paro, al hambre, al hambre y sed de justicia. Adiós a la libertad y a la convivencia. Recurda Kipling:

¡Cuánta nación perdida sin huella de sus pasos!

La Historia da una y sola razón de sus ocasos:

la muy cruda y sencilla de que, en todos los casos,

los pueblos respectivos fueron febles y lasos.

¿Estará quebrantado el espíritu de los españoles?

¡Rey don Sancho, rey don Sancho!,

no me digas que no te aviso

que de dentro de Moncloa

un alevoso ha salido,

se llama Pedro Sánchez,

¡Que a España ha malherido!

Muerta la ha Pedro Sánchez

¡Gran traición ha cometido!

Desde que la tuviera muerta,

metióse por un postigo

Por las calles de Barcelona

va dando voces y gritos:

El tiempo ya era, Quim Torra,

de cumplir lo prometido.

Cataluña es un caos ingobernado e ingobernable. Sánchez lo admite.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

21 diciembre 2018

 

 

 

 

 

UNA NACIÓN, UN HIMNO, UNA BANDERA. FINAL DE LA COPA DEL REY DE FÚTBOL General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Lo más urgente es España. No es el Estado. No es la economía. No, no y no. No es…

No son los partidos políticos, ni el Gobierno, ni la judicialización de la política, ni los másteres en desvergüenzas que adornan la vida diaria de esta vieja Nación. Nada de eso es importante por ser derivadas de la gravedad del momento: España.

España, camino de desaparecer como Nación, es lo único importante en este momento. Fruto del abandono en la Educación, en el respeto, rectitud, urbanidad; abandonada la historia y la cultura. Sin olvidar un movimiento desestabilizador que siempre mueve ficha desde fuera de nuestro entendimiento y frontera.

No es este momento para flaquezas, cobardías y cesiones. Ahora o nunca. No habrá otra oportunidad. El veneno de la fragmentación ha hecho mella y desde hace unos años, de quebrantos y traiciones -o bobadas (Dios me libre de los bobos que de los listos ya me libro yo)- se empezó a hablar de nación de naciones, de pluralidad de naciones, de federalismos, de repúblicas ingobernables; ahora se dice que hay tantas naciones como comunidades autónomas y un candidato, a Dios sabe qué, pretende que, como el Estado es plurinacional, Madrid sea una nación. Se ha dejado de gobernar, de mandar, de cumplir y de enseñar, porque al sabio ya nadie le escucha.

Final de la copa del Rey de fútbol: Sevilla-Barcelona.

Se anuncia y se fomenta con impertinentes declaraciones la violencia para este sábado día del partido. Sí, violencia. Van a violentar a millones de españoles ofendidos por una ya insostenible actitud de provocación. Cada uno es muy libre de pensar, hablar y predicar lo que le venga en gana, pero pretender educar y adoctrinar tiene sus límites, que están precisamente en la libertad. Pasar de las palabras a los hechos es una delicada barrera que hay que analizar. Romper España ¡no!; hasta ahí hemos llegado. Es ir muy lejos, mucho más de lo permisible.

Este sábado el independentismo pretenderá de nuevo alzarse con la violencia de la provocación, insultando, riendo, faltando… si no algo más. Atacan con humo y ciegos nos quedamos sin ver que esto echa humo tóxico.

No tenemos por qué aguantar que se silbe a los símbolos de nuestra Nación que se llama España. Ni tenemos porqué aguantarlo ni debemos hacerlo.

Una nación, un himno, una bandera, son lo suficientemente importantes para que podamos y debamos exigir, todos sabemos a quién, que se respeten, y con ello se nos respete a todos los que nos sentimos representados por esos símbolos, que somos la mayoría de los españoles. Si son incapaces de hacerlo que dejen paso a otros. Mil veces he repetido que cumplir y hacer cumplir la ley no se limita a denunciar. Muchos son los que han contraído la obligación no solo de cumplir la ley sino también de hacerla cumplir. Y no se cumple ni se hace cumplir refugiándose exclusivamente en las togas. Les pondré un ejemplo. Este sábado si se empieza a pitar al Rey, a silbar al Himno Nacional y a pedir lo inaceptable, violentando, a la más mínima, con respeto y cumpliendo con su deber, su obligación, con sensatez, firmeza y autoridad, se suspende el partido y cada uno a su casa, cantando vinieron, que se vayan cantando. Por supuesto campeón de la Copa del Rey de España, el Sevilla. Al Barcelona C.F. que se le imponga la más dura de las sanciones.

SE SUSPENDE EL PARTIDO 

Porque aquí, lo importante, lo verdaderamente serio, lo que se juega esta tarde de sábado en Madrid, no es la Copa del Rey de fútbol, lo que aquí nos jugamos es el respeto a una Nación, a su Bandera, a su Himno. Eso no es un juego, ni un título, y no vamos a tener muchas más oportunidades. La brecha es cada vez mayor, ellos son dinamiteros silenciosos que trabajan con el humo; que no nos ciegue.

Si no respetamos el himno, la bandera, si no respetamos y amamos a España, si no la defendemos con fervor, incluso con pasión, nada hay que hacer.

Hemos consentido mucho; hemos luchado y hecho muy poco, casi nada. Se va oscureciendo todo, la tarde declina y se hace tarde. Todavía estamos a tiempo de al menos hacer un gesto claro y rotundo. Firme. Silbidos, pitos, insultos: se acabó el partido. España romperá en un aplauso que puede ser el principio del fin de lo que nunca debió ir tan lejos. Estamos ante una emergencia nacional.

No, no es el fútbol. Los Comités de Defensa de la República ya están aquí.

Sabemos muy bien cuál es el problema. Necesitamos quien ponga la solución. Empecemos ya. O perderemos el partido.

Esperemos no estar ya contaminados por la costumbre y el cansancio.

HIMNO DE ESPAÑA https://youtu.be/0S19dt7JWQs

Si vas al partido no te lo dejes en casa. Ponlo alto y fuerte

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez  

Blog: generaldavila.com

21 ABRIL 2018