Siento romper la relativa tranquilidad veraniega y hacer un alto en la parada técnica en la que el blog descansaba, pero el mundo puede encontrarse en vísperas de algo desconocido y mejor es que nos pille a todos confesados como suele decirse.
Podía empezar con la noticia de la caída de las bolsas y cómo el índice del miedo se arrastra de manera alarmante. ¿Recesión? Es la economía compleja que pocos entendemos más allá del fin de mes, pero que sabemos de lo que hablamos porque son índices que mezclados con otros datos a la vista nos avisan de los preludios de guerra.
Nunca, hoy menos, se puede merodear por los Cuarteles Generales de la guerra con las estrellas de general al mando sin estar atento al discurrir de los datos económicos y sobre todo a ese índice bursátil fiel reflejo del miedo ante los acontecimientos.
Si quieren ustedes saber de la guerra no pregunten a un general, sino a un alto mandatario de Nvidia, Alphabet, Microsoft, Apple Meta, Amazon o Tesla. Ellos saben y deciden si Biden, Trump o será Irán la que ataque. Así nos va porque a ello se une que todos nos creemos saber más que ellos y que los generales; en cada uno de nosotros hay una postura de desdén y aceptación, de soberbia e incompetencia. Nunca ha habido tantos “listos” al mando.
Lean los signos de los tiempos. Aprovechen las vacaciones para observar el panorama que les rodea, comparen y sobre todo piensen.
Por ahora hago un alto para avisar de este preludio bursátil que tendrá consecuencias si antes no hay una portada más agresiva en todos los medios: La guerra. Ya la hay, pero no nos hemos enterado. Necesitamos el titular ¡ESTALLA LA GUERRA!
El movimiento de los portaviones estadounidenses es un inevitable signo:
-USS Geral Ford (CVN-78)
-USS Abraham Lincoln (CVN-72)
-USS Theodorre Roosevelt (CVN-71)
-USS Dwigth D. Eisenhower-69)
Es la mayor concentración de portaviones estadounidenses en una región en la historia. A ello se unen varios destructores y cruceros con capacidad de defensa contra misiles balísticos y un escuadrón de caza. junto al buque de asalto anfibio que transporta a la 24ª Unidad Expedicionaria de Marines.
El esperado ataque de Irán a Israel complica la situación hasta límites que nos dejan en una incertidumbre muy peligrosa. Irán tiene las de perder, pero antes morirá matando porque se ve derrotada antes de la batalla. Irán no quisiera entrar en un conflicto del que nada obtendría, pero parece obligada a ello y abocada al enfrentamiento cara a cara. Sabe que están provocando su intervención para dejarla fuera de competición y que Hamás ya es insuficiente, Hizbulá tampoco es definitivo, los hutíes de Yemen no son nadie y los países árabes de su entorno no cierran filas junto a su postura. Ya solo le queda ir perdiendo terreno día a día. Esperar hasta noviembre y ver por donde respira el Pentágono si es que hay cambio es su mejor alternativa mientras prosigue con su programa nuclear.
Irán es un lobo acorralado que puede saltar sobre su víctima en cualquier momento, aunque muera en el intento no hincará la rodilla por un golpe en el mentón. Puede que lo reciba.
El panorama junto a Ucrania, que es más de lo mismo, no es tranquilizador, Venezuela queda unida a la situación y Europa se pierde una vez más en un ritual alejado de sus orígenes y dando entrada al virus de su autodestrucción. París junto a Londres son todo un símbolo de la misma moneda que quiere mostrar la cara cuando ha olvidado la cruz que la sustenta.
Más de 12.000 cabezas nucleares dan sombra al mundo y de ellas más de 2000 están en alerta operativa para ser utilizadas en cualquier momento. Preparadas en misiles balísticos, en submarinos y aviones; también las nucleares tácticas proliferan y hay candidatos a poner fin a la disuasión dando el primer golpe porque saben que no tendrá en principio respuesta.
Aunque sean Rusia y Estados Unidos los que poseen el 90% de todas las armas nucleares, los que las esconden son los más peligrosos y los más dados a que por esas cosas del azar, que es quien mueve la guerra, hagan uso de ellas. Hay ojivas desplegadas y apuntando, listas, para que cualquiera encienda una cerilla y prenda la mecha. Corea del Norte está entre los candidatos con sus cerca de 50 ojivas preparadas. Irán ha roto todos los acuerdos y para nosotros es un misterio el avance logrado en su afán de poseer el arma nuclear. Hasta ahora, que se posean datos ciertos, son potencias nucleares: Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte, e Israel.
Es inaudito que cuando se supone que el mundo progresa en convivencia y solidaridad, en derechos humanos, en paz y armonía, resulta que el lenguaje nuclear salta a ser el idioma más hablado. Amenazante.
Pánico mundial entre los que manejan el dinero. Peligro. No vaya a ser que manejen también las ojivas nucleares, porque antes, no hace muchos años, se podía vaticinar algo sobre las guerras, hasta que llegó un día que alguien, entre los vencedores, que ya tenía la guerra ganada, dio la orden: “6 de agosto de 1945 a las 8:15 horas, un bombardero B-29 llamado Enola Gay lanzó sobre la ciudad de Hiroshima la primera bomba atómica, bautizada como Little Boy. Tres días más tarde, el 9 de agosto a las 11:02 horas, el bombardero Bockscar dejó caer la segunda bomba, llamada Fat Man, sobre la ciudad de Nagasaki”.
¡Qué mala memoria tenemos! ¿O realmente somos malos?
Aquí lo único que importa es la bolsa. No la vida.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
6 agosto 2024

