LA NUEVA FUERZA DE DEFENSA DE ISRAEL (FDI). Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Herzi Halevi Jefe de Estado Mayor del Ejército de Israel dejará su cargo el próximo 6 de febrero. Ha ganado la guerra. Perdió la del 7 de octubre y la formación, valor e integridad del militar no le permite alzarse con ninguna victoria, sino que, una vez el deber cumplido, asume su responsabilidad y da paso a un nuevo jefe. Repetimos con insistencia que después de una batalla perdida nada hay más triste que una ganada. El general Halevi tendrá un lugar de honor entre sus compañeros por vencer, asumir la derrota del 7 de octubre y tratar a las dos de la misma manera.

Un nuevo general se pondrá al frente de la Fuerza de Defensa de Israel (FDI) para asumir un avanzado concepto sobre cómo hacer la guerra, dentro de una visión más actual y eficaz de la Defensa y Seguridad de Israel. Ha sido mucho el sacrificio y el esfuerzo para dejarlo todo en manos de la incertidumbre o del azar. Nada será igual en la Defensa de Israel y pocos se atreverán a intentar de nuevo atacarla.

El cambio militar no responde únicamente a lo tecnológico ni a la organización de la Fuerza, que también, sino a una nueva mentalidad, un concepto más audaz de la Defensiva para evitar una inasumible espera a ser atacado después de permitir que tu enemigo se haya armado ante tus posiciones.

No necesitan ustedes revisar ningún manual de los que se estudian en las Academias Militares para entender la nueva orientación defensiva de la FDI, simplemente leyendo al cada vez más actual Clausewitz entenderán que «es la idea colectiva, integral, la que posee el criterio de la defensa, es decir, la espera y la reacción». Podemos esperar sigue diciendo Clausewitz «una carga sobre nuestras bayonetas [..] pero para que el que se defiende haga también la guerra, debe asestar golpes, es decir, dedicarse a la ofensiva. Así, la guerra defensiva comprende actos ofensivos».

En la guerra moderna, en el futuro, no será válida una defensa a la espera ya que se han invertido los clásicos conceptos según los cuales para atacar debes ser superior en fuerzas y armas. Ni superioridad aérea ni armamentística ni humana; nada parecido, hoy la ofensiva no pasa por los tamices de la teoría militar de la guerra ni esta respeta las leyes y normas morales que regulan los enfrentamientos. No es suficiente la espera por muy preparada que esté. No es suficiente la reacción después de haberte herido en lo más hondo. Hay que adelantarse a la acción para que si no es evitable del todo, al menos sí la sorpresa y el ataque directo al corazón de la nación. Pasó en el olvidado 11S en los Estados Unidos, se ha repetido en otros lugares, y llegó el 7 de octubre a Israel. La Defensa no es esperar el ataque. Hay que adelantarse.

Desde el punto de vista de Israel la situación se hace mucho más compleja al estar físicamente rodeada de la incertidumbre, de un enemigo gaseoso, sin normas ni leyes, envuelto en la bruma del gentío, en la permanente doctrina del lamento.

Israel, tarde, con mucho dolor, se ha dado cuenta de que en estos años se fue forjando alrededor de su cintura, de su nación, un cinturón armado dispuesto a explotar en el momento apropiado. Vivía Israel bajo un polvorín. Horadados sus cimientos, colocadas las cargas de explosivos sobre su base de sustentación, rodeada de obstáculos y con los objetivos señalados, humanos para más dolor, su Defensa de nada sirvió. Después del ataque terrorista se encontró rodeada por verdaderos ejércitos desplegados en todas sus fronteras, un enemigo que se había armado incluso delante de las narices de las humanitarias tropas de la ONU. Tuvo que replantearse muchas tácticas, movilizar todos sus recursos, moverse internacionalmente por un mundo de incomprensiones, someterse a las críticas más feroces, mientras sus secuestrados y torturados habitantes eran manejados como mercancía para el trueque.

La batalla tiene tres aspectos, uno de orden estratégico que lo es en su concepción y planeamiento, táctico en su ejecución y de índole logística en su preparación y alimentación. Ninguno de los aspectos de esta guerra tiene un antecedente claro que sirva para aplicarlo a ella. Los clásicos factores de la decisión (acto por el cual el jefe manifiesta sus intenciones), la misión y la situación, en nada se parecían en este enfrentamiento a las de un clásico Teatro de Operaciones. Una misión muy mediatizada por las circunstancias de conjunto, una situación de difícil análisis para poder determinar la capacidad y posibilidades del enemigo, incierto, envuelto en brumas, entremezclado, un enemigo inmaterial, escondido en agujeros infernales, un ambiente hostil por todas partes, una geografía imposible para el combate, campos sin enemigo que lucha en las poblaciones, enterrado, refugiado entre mujeres, niños y ancianos con los que se protege como escudos humanos. Unos medios de difícil aplicación en el conjunto de las operaciones. Incertidumbre a cada paso.

Así se ha desarrollado esta experiencia de la que ahora se sacan lecciones aprendidas para afrontar militarmente el futuro.

El aspecto estratégico de la batalla no ha terminado. Se trata de no permitir volver a que les rodeen de nuevo, libertad para todos. Es necesario por ello replantearse la Defensa y Seguridad en ese orden estratégico.

La táctica de las nuevas FDI será práctica y asumiendo las enseñanzas aprendidas en  esta dura guerra. La Logística ha sido una buena prueba, pero ahora habrá que regresar a la normalidad, desmovilizar sin perder seguridad y transmitir tranquilidad a una población muy cansada de vivir con una guerra que cada día entraba por sus puertas y ventanas. Hay que acabar con el miedo de todos. Asegurar la vida y la convivencia.

Nada fácil es la tarea que le espera al pueblo de Israel. La fuerza le acompaña; y no son palabras.

Un nuevo Ejército surge de esta guerra, con más experiencia y con un concepto defensivo que se resume en evitar el golpe antes de que se produzca y para ello no se puede limitar a la Defensiva, sino que esta debe ser más activa, lo que supone sus riesgos porque la prevención puede llevarte más allá de tus fronteras. Hay muchas formas de hacerlo, por eso hay que saber y organizarse.

El cambio militar está en marcha, lento pero imparable. Israel respetará la tregua, firmará acuerdos, creará las condiciones para una paz estable y duradera, pero no volverá a caer en la  inocente defensa pasiva.

De nada servirá este cambio militar, si no está acompañado del político. Israel ha ganado la guerra. Ahora debe ganar la paz. Quizá sea más difícil.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

24 enero 2025

DESDE SIRIA A RUSIA PASANDO POR PARÍS. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Desnudo basto para derribarte a ti con todas armas» (Teucro a Menelao, en Ayante de Sófocles)

Saber de la guerra es casi un oxímoron, porque la guerra es un error del conocimiento. Claro que en mi opinión es más grave no saber geometría como exigía Platón. Pero el matiz diferenciador entre el conocerse así mismo de Delfos y la geometría platónica nos permite entrar en esta ruta guerrera ya casi turística en la que participaba la sabiduría y el conocimiento. Al fin y al cabo Sócrates, «el más sabio de los mortales», también fue un guerrero, un valeroso hoplita.

Podríamos empezar la excursión de manos de la ONU por Líbano para recordar la batalla de Qadesh (1.274 a.C.), recorrer Troya, el Peloponeso, Gaugamela, y llegarnos hasta Ucrania, Gaza, y Siria, después de merodear por la lejana Etiopía de Gilgamesh.

Hubo momentos en los que aún no se habían inventado las misiones de paz ni las oenegés, ni había una Sociedad de Naciones Unidas que hablase de operaciones de mantenimiento de la paz, de la  construcción de un mundo sostenible y su evolución hacia la  felicidad con el progresismo. Luego transformamos a los soldados en oenegeistas y en esas estábamos cuando volvió a aparecer la cólera de Aquiles. De regreso al pasado.

Para no andar dándole vueltas al asunto ya desde el principio dejaré bien clara mi opinión sobre las llamadas operaciones de paz de la ONU: un camelo. Ni mantenimiento ni imposición, todas iguales de inútiles, porque además los militares ni entienden, ni deben hacerlo, de términos confusos con los que la política se lava las manos allí donde los problemas son más graves. Creen que mandando a los soldados armados con estrictas e incumplibles normas de comportamiento todo queda resuelto. Incluso muchos uniformados se lo creen y se sienten angélicas figuras que imparten cursos de costura.

Ucrania, Israel, Siria, Irán en Notre Dame

Empecemos por Siria, lo más reciente, por decir algo, un ejemplo, porque no es el único caso. No intenten buscarle explicación. No la hay. Por ahora. Al menos no lo sabemos todavía, pero detrás hay un pacto. ¿Cual? Desconocido, hipótesis varias.

Pediría a los analistas, a los geopolíticos, diletantes, soldados con y sin graduación, estrategas y geoestrategas ¿hay alguien más?, un poco de honradez y asumir como primera norma la humildad y como segunda admitan que no saben nada, que suponen sin suponer en sí. Que incluso los que llevan años en el oficio dudan, no se atreven a hablar de «la teoría del empleo de las tropas en el combate ni de la teoría del empleo de los combates para el fin de la guerra». El asalto que sufrimos en estos tiempos al mundo de la opinión bélica es abrumador. Aparecen los analistas como setas en otoño, incluso sin estar en el lugar apropiado, sin saber lo que es una escuadra, o un Estado Mayor, nos hablan de ejércitos en combate, se convierten en jefes del engaño mayor. Lo peor es que ustedes les creen y los toman por auténticos analistas. Son charlatanes sin producto que vender, pero gracias a la tecnología se hacen ver. Nunca con tanta información hemos sabido tan poco. Humildad y un poco de profesionalidad. Eso es todo.

Por lo tanto cuando hablamos de la actual situación del mundo en guerra nada mejor que contarlo a modo de cuento.

Érase una vez Ucrania, y Gaza, y Líbano, y Yemen, y Siria, que infringió al mundo mil dolores y muchas almas de héroes esforzados precipitó al Hades.

El día 30 de noviembre dejé en la cuenta social X que en esos momentos se estaba produciendo un golpe de Estado en Siria, que era inminente la ocupación de Damasco y su Palacio presidencial. No han pasado ni diez días. Me adelanté, pero me señalaron por alarmista. Nadie se lo creía. Mis fuentes sabían lo que me trasladaban. Esta vez no era un analista nocturno y buen inventador de noticias. La información la dimos en una frecuencia determinada para que fuese recogida para mentes que disponen de los receptores apropiados.

Pues a sí están las cosas:

Ucrania es una guerra ya vieja, cansada, agotada y que ha cumplido su objetivo. Israel en la suya está en ello, todo allí va a cambiar, pero es una guerra que no tendrá un corto recorrido porque a la victoria militar ya en marcha, le debe seguir aquella victoria política que fueron los Acuerdos de Abraham que hay que reverdecer y regar para que crezcan. Adiós a Hezbolá y a Hamás. Irán tendrá que inventar otra cosa que bien puede ser el arma nuclear o aceptar su derrota, aún a regañadientes, y entrar en diálogo con occidente y el mundo árabe suní. Es un problema del bloque árabe que deben dirimir entre ellos. El mundo religioso es muy delicado y hace amigos poco fiables. Siria, hasta ahora suní, puede convertirse en el reino yihadista. Habrá que actualizar, de nuevo los menciono, los Acuerdos de Abraham. Ampliarlos. Es posible y probable, entre otras opciones, que asistamos a la nuclearización de la zona.

Siria en estos momentos es impredecible. Israel saca su rentabilidad y ha atacado más de 300 objetivos sirios aprovechando que ya el ejército ha desaparecido y no hay aviones de guerra, ni barcos ni armas químicas. Ahora trata de que no entren armas letales a los terroristas islamistas. Turquía hace lo suyo en la zona autónoma kurda lo que habrá que vigilar para evitar lo peor.

Si analizamos el Cui prodest la cosa empieza a aclararse, pero imposible adivinar el futuro. Eso es solo futuro. El terror se extiende más rápido que la pólvora y puede llegar al rincón más inesperado.

¿Y Rusia qué dice?

Pues gana y pierde.

Tiene que haber un pacto detrás de todo este nuevo panorama que nadie entiende: «El mundo se está volviendo un poco loco«, dice Trump y es una espontánea expresión fruto de lo que ni ellos asimilan. Tendrán que explicárselo todos los que ya recogen sus pertenencias para abandonar su despacho y la desastrosa política Biden que ha metido al mundo en un peligroso juego de guerra. En mi opinión Trump ya ha empezado a tomar medidas.

La primera es Putin.

-Amigo Putin, te vas de Siria. Voy a darte algún tiempo hasta que Israel arregle el colchón que necesita en su frontera nordeste. En Ucrania el Dombás para ti. Con Erdogán hablas tu. Que arregle lo suyo con los kurdos y soluciona con él lo tuyo.

-Vale Trump. ¿Cuánto tiempo tengo? Mis bases militares en Siria no voy a  abandonarlas y en el Mar Negro mandaré yo.

-Eso está hecho, pero te repito que debes hablar con Erdogan. Ándate con ojo en Irán porque tu amigo Jamenei está ya viejo y cualquier día os da un susto. Lo de nuclearizarse lo veremos. Por ahora que se estén quietos no vaya a ser que les pase algo parecido a Siria. Hay que arreglar este tema porque en Siria no quiero otra República Islámica, ni más terroristas deambulando por el mundo.

-En eso nos podemos poner de acuerdo. Lo primero Ucrania. Lo que no admitiré nunca es que me metas la OTAN en la cocina porque por ahí sabes que no trago. Luego hay temas pendientes como África y Europa.

-Mira me voy a París a eso de Notre Dame y así hablo con Macron, que lo tiene negro, como el alemán, y vemos lo que podemos hacer con eso de la OTAN a la que solo pago yo y me tienen harto. A William, el inglés, ya le he convencido. Hará lo que le digamos porque también tienen una buena dentro.

Por cierto, tengo y tienes un lio alrededor del Mar Negro, Rumania, Georgia…, que es como el de la OTAN. Ya sé que quieres el Mar Negro, pero ¡hombre! que no se note tanto.

-Mira amigo Trump, Ucrania primero, me quitas las sanciones económicos que me habéis impuesto y hablamos después.

-Rezaré por ti, Putin, porque te veo en vilo teniendo que apoyarte en el coreano que ya ves como se las traen.

Blyat (Блядь), no me hables… Los amigos nunca se sabe cuando además nosotros no tenemos amigos, sino cuñados.

-Pues eso. Nos vemos en febrero. Te invitaría antes a mi toma de posesión, pero se va a notar mucho.

-No te preocupes. Nos vemos en Ar-Riyad.

¿Y España qué papel juega en esta danza? Al descubierto han quedado cosas de máxima gravedad. Lo acabamos de airear en París. La incertidumbre a nivel Estado en España es tan evidente que debemos de prepararnos para lo que pueda venir. Acabamos de presenciar un desencuentro que no tiene excusa posible. Me refiero a no encontrarse el Estado en el lugar que debería haber ocupado internacionalmente. Cada cosa tiene su tiempo. No hay excusa ni debemos aceptar los reproches de unos a otros, ni en forma ni en fondo, sino gran preocupación. Hay tensión que a nada conduce, sino a una insignificancia en el contexto colectivo y de alianzas exteriores.

«La guerra es el padre de todo y el rey de todas las cosas; a algunos hombres a hecho esclavos y a otros libres» (Hesíodo).

«Según parece, los hombres se enojan más por ser objeto de injusticia que de violencia, pues lo uno parece que es abusar en condiciones de igualdad, mientras lo otro imposición desde un estado de superioridad (Tucídides en Historia de la Guerra del Peloponeso).

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

11 diciembre 2024

GUERRA. DESPUÉS PAZ. General  de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Todos asistíamos a una inesperada forma de hacer la guerra en esos escenarios de muerte y cañones con los ojos y la inteligencia puestos en los grandes avances que la guerra traería a través de la ciencia y la tecnología. Esperábamos algo nuevo,  más de humanidad en el enfrentamiento si ello es posible en una confrontación armada. La  realidad es que llevamos casi tres años consternados por la muerte de miles de combatientes, militares y civiles, con el temor de la aparición en cualquier momento de lo antiguo, ya conocido, Hiroshima o Nagasaki. Nada ha cambiado. Ni en lo militar ni en lo brutal del acto de la guerra; ni en lo político. La evolución del ser humano no va por los derroteros de la bondad y la convivencia en paz. Deberíamos exigir responsabilidades y apostar por la caducidad de tantos organismos inútiles y de sus sanguijuelas directoras que se aprovechan del caos. Antes de que las bombas provoquen las muertes quienes las han puesto en el disparadero de salida son ellos, hablan y no paran, los pacíficos políticos se muestran tan distanciados que con su intransigencia cargan los proyectiles.

En Rusia vivimos una guerra de trincheras tan clásica en los hechos tácticos como vergonzosa en la dirección, exactamente igual de inútil y desesperante que la I Guerra Mundial en la que todos, invasores e invadidos, saben que por la vía actual no tiene solución.

En Oriente Próximo el conflicto no es la Guerra de Gaza sino algo mucho más profundo y extenso: poner orden en una zona vital del mundo donde Israel ha sido sistemáticamente víctima del fanatismo. Una nación moderna, pacífica y trabajadora que desde su independencia como tal ha tenido que vivir con el fusil en la mano para defender su libertad. Despejar el horizonte en esa zona del mundo, donde está el futuro, donde los países árabes pueden dar el paso definitivo hacia la modernidad y la convivencia entre todos, es algo más serio  de lo que parece. Estábamos cerca de ello con numerosos acuerdos en los que se vislumbraba tanta confianza que hasta Israel cayó en la trampa. Un mínimo descuido y asistimos atónitos a la más feroz acción del terrorismo de Hamás al que algunos dan categoría de Estado. Muchos no lo olvidamos; desde luego Israel tiene el deber de no hacerlo. No es venganza, sino supervivencia, proteger a tu nación, a tu gente. También hay que tomar nota de la guarida donde se refugian las hienas disfrazadas de demócratas.

Israel, en trance de recuperarse de tan terrible suceso, recapituló sobre su futuro y el modo de hacerse respetar para volver definitivamente a ser libre. Irremediablemente no había otra solución: la guerra. No fue tan fácil tomar una atrevida decisión. Hubo que recomponer muchos aspectos, materiales y espirituales, la mayoría desconocidos para nosotros, en beneficio de todos, de ellos, de occidente y del mundo árabe.

No solo era cuestión de preparar las tropas. Había un pulso mundial, muchas veces sin apoyo internacional, con amenazas, acusaciones, pero detrás de todo una gran revelación: ahora o nunca. Vivimos la trascendencia de una decisión definitiva. Israel o vence o desaparece. Ese es el resumen de la situación. La victoria final no será permanecer bajo un escudo de hierro, sino la tranquilidad de que no es necesario. Algo que requerirá de varias generaciones.

Ante ello la gran potencia que ha desarrollado la mejor y más avanzada tecnología hasta hoy conocida no podía limitarse a lo que en las guerras deciden y van en cabeza: la infantería, los hoplitas. Un fallo mezcla de error humano y tecnológico se tradujo en el terrible ataque terrorista. Hubo que revisarlo todo. Las bases estaban, la ciencia y la tecnología a punto, hubo un fallo humano inadmisible, había que estudiarlo, corregirlo y, despacio, sin prisas, sin marcha atrás que la victoria fuese irreversible. El objetivo estratégico parecía imposible, pero Israel caminará hacia su consecución paso a paso: no volver a ser atacado y vivir en paz y armonía. Si alguno de los vecinos quiere intentarlo tendrá que pensárselo  dos veces.

No es fácil vivir rodeado de terroristas, de tropas de la ONU y de la incertidumbre interna. Por primera vez en esta guerra Israel pone en marcha su maquinaria de ciencia y tecnología y da un golpe mortal a la organización terrorista Hezbolá (alguno la trata como ejército) desmantelando toda su red de mando y control pieza imprescindible para sus objetivos. A continuación una operación clásica de ocupación del terreno con tropas que conocen la capacidad de los objetivos a alcanzar derrotarán por ahora y en un plazo considerable a Hezbolá.

Irán ha sentido en sus carnes la derrota, la humillación, y ha lanzado un desesperado ataque de misiles sobre Israel junto a un ataque terrorista que ha provocado más muertos que los misiles, algo que no hay que perder de vista. La guerra continúa y no tendrá fin hasta que Israel haya conseguido su objetivo: la libertad para vivir y desarrollarse como nación.

El futuro de Hamás y Hezbolá no es otro que su desaparición. Podrán renacer con otros nombres, pero deberá pasar tiempo si es que lo hacen. Irán apretará y aumentará su presión en la zona, pero sabe que su enemigo no es Israel en solitario, sino que muchos de los países ricos y desarrollados de la zona vigilan sus pasos y son incluso más fuertes que Irán. La posesión del arma nuclear ronda en los planes de todos.

La victoria militar se decanta de manera clara hacia Israel. La guerra cibernética junto al  poder moral y material de su Ejército lograrán la victoria. Irán debe recomponerse internamente y en esta geografía inquieta e impredecible, en estos momentos la  zona más caliente del planeta, tomar posiciones menos violentas ya que ha  perdido sus tentáculos, la hidra ha perdido brazos y deberá preocuparse de  su órganos  internos y, eso sí, seguirá su  programa nuclear que es lo único que piensa le puede dar autoridad en la zona. Nos queda la gran amenaza del terrorismo que puede aparecer aquí y allá.

Dormirá por unos años el problema de Oriente Próximo. Israel no bajará la guardia y la única esperanza está en que gane quien gane las elecciones estadounidenses, tome el mando de una vez por todas, dirija su nación con autoridad y no se deje llevar por instituciones de la administración que parece ser no velan por otras cosa que no sea la industria de la guerra.

Nuevos tiempos y un cambio de rumbo parecen adivinarse cuando la noche está más negra. Quizá es el anuncio del amanecer.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

03 octubre 2024

ESCUELA DE TERRORISMO EN GAZA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Estamos aún en Israel; todavía es 7 de octubre de 2023. Es difícil huir de ese lugar y olvidar los hechos. El horror del ataque terrorista de Hamás al corazón de Israel, que son sus ciudadanos, su libertad, pesa como una losa en todos y cada uno de nosotros.

Para un soldado es difícil mantener la cabeza en su sitio y luchar con la frialdad que exige la ejecución del planeamiento de guerra que lleve a la victoria completa. Una guerra que hay que ganar, pero no solo militarmente. Hay que cambiar conciencias del mundo. Equivocadas. Que favorecen al terrorismo, incluso algo peor: lo justifican.

Tiempos recios nos esperan y tendremos que ayudar a Israel. Por ellos y por todos.

El 7 de octubre será una fecha inolvidable en el calendario del mundo. El horror más allá de lo que el ser humano puede soportar ha dado paso a descubrir lo que había detrás: una auténtica escuela de terrorismo que atenaza al pueblo palestino. La niebla desaparece y deja al descubierto una matanza de todo un pueblo al que se esclaviza. Pretenden dominar por el terror una zona de alto valor histórico y ahora un enclave que podría ser tierra fértil donde la semilla de la cultura, de la modernidad y riqueza, dé sus frutos y se reparta entre todos. Beneficios sin luchas y en libertad. Solo es necesaria la paz y la convivencia y hasta ahora eso no ha sido posible solo por un protagonista: el terrorismo.

La actuación de Israel en estos momentos es quizá la de mayor trascendencia en su historia y la clave para acabar de definir su futuro. Este es el momento y hace muy bien en luchar por ello. No le queda otra alternativa. Pero debemos tener muy claro que su victoria no será solo la de ellos, será la nuestra, la de todos, y lo más importante: la del pueblo palestino.

Palestina será cuando lo sea Israel. Cuando cesen las luchas, las guerras, cuando, por encima de todo, desaparezcan los grupos terroristas que instalados allí pretenden aislar a los palestinos, hacerse dueños de su voluntad y utilizarlos como corderos al sacrificio.

La lucha del pueblo judío es la lucha de todos y de su victoria nos beneficiaremos todos. Es necesario separar la cizaña del trigo.

Costará años, pero hay que empezar y terminar de una vez por todas. Palestina se encuentra sumida en la esclavitud del terrorismo yihadista que se alimenta del temor que suscita, de una indecente interpretación religiosa no practicada por ellos y de la difusión de sus acciones exhibiendo la pobreza de la que solo ellos son culpables.

En la Franja de Gaza durante años ha mandado el terrorismo, han sucumbido a sus enseñanzas, la pobreza y la miseria es dominante, no hay industrias ni una economía en ciernes. No hay nada y no se ve futuro bajo un régimen terrorista. Es necesaria formación e información para convencer, disuadir, enseñar y formar. Para, en definitiva, abrir la vida a la libertad. Israel ha crecido hasta convertirse en una de las mayores potencias del mundo. Con trabajo esfuerzo y libertad. Lo mismo puede hacerlo Palestina. En cuanto aparte de su lado al terrorismo y acepte la ayuda y el reconocimiento sin violencia.

Parece mentira que en una situación de guerra pueda decirse que Palestina necesita un Ejército. Pero es un hecho que su pueblo requiere, orden y legalidad bajo el amparo de un ejército propio que restablezca la convivencia y las relaciones entre ellos y sus vecinos.

Los Ejércitos no están exclusivamente para hacer la guerra sino para evitarla, pero si esto no fuese posible, luchan y combaten bajo estrictas normas de respeto al enemigo y protección a la población civil. Los ejércitos han evitado más guerras que las que han provocado, decía Ortega y Gasset. Allá donde la violencia dirige y controla solo la creación de un ejército en valores puede llevar el orden y la ley.

‹‹…porque con las armas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los caminos, se despejan los mares de cosarios; y, finalmente, si por ellas no fuese, las repúblicas, los reinos, las monarquías, las ciudades, los caminos de mar y tierra estarían sujetos al rigor y a la confusión que trae consigo la guerra el tiempo que dura y tiene licencia de usar de sus privilegios y de sus fuerzas››. (Don Quijote. Discurso de las Armas y las letras).

Hay que acabar con el terrorismo y dar la libertad al pueblo palestino. Para ello debe vencer Israel y expulsar de una vez por todas a cualquier movimiento terrorista venga de donde venga, por muy lejos que sea.

Formación e información. Extensos conceptos, complejos, únicos eficaces para acabar con el terrorismo. En eso están nuestros soldados y los de parte del mundo, en silencio y sin que se conozca y, en ocasiones, se reconozca su labor.

Los soldados en su lucha leal y legal saben que lo que hacen es trazar el camino para la paz.

La victoria de Israel será la vitoria de todos los libres y entre ellos, los primeros, los palestinos.

Es la victoria contra una auténtica escuela de terrorismo que pretende embaucarnos a todos y cuyas enseñanzas se extienden por el mundo con el fin de asolar los campos y las almas.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 noviembre 2023

HE VISTO COSAS QUE VOSOTROS NO CREERÍAIS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Es necesario ver… Más allá y no esconderse.

No nos damos cuenta de lo que se nos viene encima.

La reacción de algunos países a raíz del ataque de la organización terrorista Hamás a Israel nos deja estupefactos. El problema no lo tiene Israel o el pueblo de Palestina, lo tenemos todos y España muy cerca. La proximidad al terror es tanta que se ha metido en nuestras entrañas.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han tenido que enseñar de manera limitada en número y tiempo las más de cien horas grabadas del ataque terrorista de Hamás donde lo que se muestra es el mayor horror -apocalíptico- perpetrado por el ser humano hasta hoy desde que se tienen noticias. Jamás descrito antes.

Hemos podido ver un minuto; más de cuarenta los periodistas invitados que lo han presenciado con la náusea como compañera.

No querían mostrar tanto horror, ya era suficiente, pero el mundo, o parte de los seducidos por el odio (no hay mayor seductor), creían que los terroristas de Hamás eran libertadores de la patria, del pueblo palestino.

Ahí están las imágenes y si es necesario se deberían enseñar todas y a todos para que el mundo calle y no otorgue así por las buenas. Ya está bien de buenismo y progresismo del terror. Ya está bien. Los palestinos son usados como piezas del entramado terrorista y utilizada su muerte como parapeto. Deben ver las imágenes. Todos debemos. Si no hay paz en la zona es única y exclusivamente por el terrorismo. Palestina existiría y sería un pueblo reconocido y próspero si organizaciones como Hamás, Hizbolá y la Yihad no se hubiesen puesto en cabeza del terror; que lideran por el temor de los inocentes a su violencia. No hay más.

Dicho esto hay que poner el dedo en la llaga de este conflicto y acusar abiertamente a esos gobiernos que aprueban aplauden y , en algunos casos, cobijan a los terroristas, amparados en un falso relato que ha provocado millones de muertos a lo largo de la historia.

Comunismo, nazismo y ahora yihadismo. ¿A qué espera la ONU, a qué esperan esos gobernantes que se escudan en un falso relato y por tanto justifican el estado de violencia en la zona?

No todo vale. La democracia no consiste en dar cobijo a los violentos que dicen ser protectores de un pueblo esclavizado y sometido. ¡Mentira! Son simplemente terroristas y algún día los palestinos reconocerán la presión y el horror al que estaban sometidos.

Ese día será cuando hayamos conseguido que desaparezcan estas llamadas organizaciones del terror que hacen uso de los inocentes para asesinar. Israel se los ha encontrado en casa, en la intimidad de su hogar, donde han matado a sus bebés y niños, al padre, a la madre, a la abuela, al abuelo, y hasta a la mascota de los niños.

Las imágenes deberían avergonzarnos a todos. Ahí está la razón de todo, el odio acumulado, el único objetivo: matar, que desaparezca Israel.

Han pretendido socavar el alma de todos y han empezado matando judíos como su estuviésemos en los campos de exterminio.

Israel y Gaza no son campos de exterminio sino pueblos con derecho a la libertad y a la convivencia sin tener que ser dirigida su política por manos terroristas.

Ante esto la pregunta es: ¿Quién es ahora el interlocutor válido para iniciar unos acuerdos de alto el fuego y de paz? ¿Hamás? ¿Hizbulá? ¿la Yihad? ¿Irán?

La Autoridad Palestina, Jordania, Egipto, Líbano, Siria, Arabia Saudí, Marruecos, Emiratos Árabes… —¿Dónde están Rusia y China?— deberían detenerse ante las imágenes y señalar en la dirección correcta. Si no es así la guerra no tendrá fin.

Y sobre todo esas naciones tan democráticas —Europa inconsciente y dividida— que acusan y aún tiene dudas (con enorme tibieza) deben reconocer que no todo es válido no vaya a ser que sean víctimas de lo que ahora defienden como de hecho lo son en algún caso.

El mundo está viendo cosas que no creeríamos. Pero son, están y nos llegarán a todos.

Es una guerra iniciada con un terror nunca jamás visto. No hay vuelta atrás.  Lo malo es que llega más horror que nunca, tal es así que nos hará olvidar el conocido..

Ahora, si claudicamos, podría ser definitivo.

Acostarse o dar cobijo a terroristas da lugar a más terroristas. Progresión geométrica.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

25 octubre 2023

 

ISRAEL. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Todavía hay quien defiende con dignidad y valor sus fronteras para proteger patria y libertad. No hay nación en el mundo más amenazada y sin alternativa: o se defiende o desaparece. Se llama: Israel. Después del Holocausto se vio obligada a una defensa a ultranza de su existencia y territorio en lucha no solo material, sino contra el relato del que es fruto el atacante, una semilla plantada que germina en una organización terrorista a la que se rinden miles de medios de comunicación.

Todavía hay quien duda de lo que es Hamas (Harat al-Muqawama al-Isalmya), un grupo islamista palestino fundado en 1987 con un solo objetivo: eliminar al Estado de Israel y establecer en su lugar su peculiar «Estado» islamista.

Es una guerra muy estudiada en la que se ha impuesto el relato buenista de los más violentos «pacifistas del tecnicolor», aquellos que viven para la guerra como producto de su única pulsión: la destrucción. Destruir y matar se vende como un sacrificio que dicen afrontar por su supervivencia cuando para ello pretenden expulsar a muerte al pueblo más civilizado y avanzado, maestro de democracia en gran parte del mundo: Israel.

Conviene desenmascarar esta lucha que muchos proclaman como la noble resistencia de un pueblo sometido a la tiranía del poderoso.

Hamas dispone de una compleja estructura armada y no armada sometida a la disciplina del terror que alimenta a base de una red asistencial lo que provoca una gran lealtad a la estructura. La obediencia al límite, sin pestañear, llegar a la muerte es la victoria personal y el engrandecimiento familiar. La población combatiente es toda, sin distinciones de edad ni sexo, y sus defensas se sitúan en los núcleos poblacionales que defienden todos (familias completas) y con todo. Cualquier cosa vale: artefactos explosivos, edificios convertidos en bombas letales, francotiradores, espías, infiltrados o una red de túneles de guerra que ni en Vietnam se podría imaginar. La emboscada y la traición —de una sonrisa— está en cada esquina.

A ello suman la capacidad suministrada por Irán-Siria de un elevado número de cohetes y sus componentes que ensamblan en su territorio y que lanzan al bulto, donde más pueden matar.

Ellos no cuentan ni sus muertos. Les da igual niños que hombres. Soportan cualquier daño con tal de que puedan seguir ejerciendo su actividad y esta alcance el nivel deseado que les permita después mantener una tregua para reforzarse mientras reparten fotos y películas del tecnicolor de su «sufrimiento».

Cuidado. La presión tiene un límite. Cualquier día la posibilidad de mantener esta situación cíclica, al gusto y criterio de Hamas, de acción-reacción se terminará y con ello la reacción será definitiva. Cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Es lo que la lógica del razonamiento bélico resolverá definitivamente contra lo que el terrorismo impone. No es de esperar que se les permita institucionalizarse.

No es la guerra; es peor. La pulsión de odio y destrucción. De lo único que entiende Hamas.

Hace unos días Gabriel Albiac lo decía con palabras sabias del filósofo que disecciona la cruda realidad con el bisturí de la sabiduría: «Israel es lo que una vez soñamos llegar a ser los europeos. Sin lograrlo».

Eso es lo que Hamas ataca, no otra cosa.

Convendría empezar leyendo y subrayando y en ese ejercicio ponerle nombre a las cosas. Cada uno es lo que es y no lo que intenta decirnos que es. Al menos que no nos engañen con lamentaciones y escenas de dolor.

En la violencia cualquier cosa es posible, pero mostrarlo en tecnicolor es una crueldad con la que cuentan y de la que obtienen sus réditos. Forma parte de su guerra. La pulsión de destruir y matar.

Europa calla sin saber qué decir ni a dónde mirar. Una cobardía histórica.

Rafael Dávila Álvarez.

Blog: generaldavila.com

18 mayo 2021

EL REY DE PATONES Adolfo Coloma GB (R) del ET

Patones

 

Una vieja tradición, a caballo entre la crónica y la leyenda, cuenta que en Patones (hoy Patones de Arriba) un minúsculo núcleo urbano perdido en las estribaciones de la Sierra de Guadarrama al sur de Somosierra, existía una vieja monarquía hereditaria que sobrevivió a toda la invasión árabe de la Península Ibérica. Parece ser que su rey, llegó a enviar una misiva al mismísimo Felipe II que encabezaba: “del Rey de Patones al Rey de España”. Debo confesar que no he conseguido leer la carta y por tanto ignoro si en la misma, el rey de la localidad le pedía o no diálogo al Rey de España. Conjeturas aparte, lo cierto es que si el reinado sobrevivió tantos años debió ser por la importancia residual de aquel territorio y por su aislamiento. Ninguna de las dos circunstancias de dan en Cataluña.

Cataluña no es Patones. Pero a veinticuatro horas de que el Senado autorice la aplicación del Art. 155 de la CE, parece ser que su presidente quiere emular a su rey. Cataluña es y ha sido desde la instauración de la Monarquía Hispánica una parte sustancial y próspera del reino, por donde se ha abierto al Mediterráneo, a Europa y hoy en día, al mundo entero. El desafío independentista planteado por las actuales autoridades de la Generalidad y del Parlamento Catalán, hay que mirarlo pues en esas  dimensiones: La nacional, la internacional, sin olvidar por supuesto la interna, es decir, la catalana. Empecemos por esta última.

Cataluña, esa tierra abierta al mar a la montaña y al gran río que da nombre a toda la península donde se asienta la comunidad. Cataluña con su lengua propia, costumbres ancestrales y una realidad comarcal como no tiene ninguna otra región española. Cataluña que se adelantó en decenios al desarrollo de la llamada revolución industrial en España gracias a sus telares e hilaturas. Cataluña, se quiera o no, ha sido al menos en los dos últimos siglos favorecida por el Gobierno de la Nación en inversiones y desarrollo. Hace unos días, conversando con un buen amigo conocedor de la tierra y de los vecinos del norte me hacía la siguiente reflexión: En Francia, las regiones más díscolas e independentistas han sido las que menos apoyo han tenido desde el gobierno de París” Los gobiernos Franceses han seguido un camino diametralmente opuesto a los de España. A pesar de todo el lema “España nos roba” forma ya parte del elenco catalanista más rancio.

Cataluña con España

En cuanto a España ¿Qué se podría esperar? Con algún matiz en cuanto a la forma de expresarse y el apoyo más o menos taimado en las denominadas comunidades  históricas y de algún partido del ala izquierda, me atrevería a afirmar que la gran mayoría de la población española está a favor de la unidad de España, inconcebible sin Cataluña.

En cuanto a la actitud en el exterior, y en particular a Europa, es donde quisiera poner el acento de esta reflexión. Razón tenía José Manuel García-Margallo, cuando desde la primavera venía sosteniendo: «El partido se juega fuera, si se jugase dentro, con prohibir las cosas se había terminado, el problema es la repercusión de puede tener fuera y por eso ellos lo están jugando”. En efecto, se ha intentado prohibir, con un resultado incierto. Eso ha llevado al gobierno, con el siempre difícil y costoso apoyo del PSOE y el más sincero de Cs, a solicitar del Senado autorización para la aplicación del Art. 155 de la CE. Pero resulta más inquietante lo de la repercusión, a la que se refería el recordado ministro de exteriores. Tiene, a mi entender, dos derivadas: la comunicación y el posible reconocimiento internacional.

La comunicación junto con la información, está claro que han sido un auténtico desastre. En todo este proceso se ha dado la impresión de que las fuerzas constitucionalistas han ido siempre a remolque de su adversario político, nunca han tomado la iniciativa. Por el contrario han aportado respuestas tardías y no siempre afortunadas. Se pregunta uno ¿Para qué tanta embajada? En cuanto a los medios de comunicación, una campaña agresiva, ambiciosa y mejor orquestada por los independentistas, hecha a base de intoxicación y medias verdades que desgraciadamente ha calado en la opinión pública de muchos países. Tarde se está reconociendo por prestigiosos medios algunas de las falacias difundidas y lo que es peor, la catastróficas consecuencias que podría tener el proceso separatista  – en caso de triunfar – para todos, excepto para los ilusos que lo sostienen.

El reconocimiento internacional, ese es el problema. Aquí sí que hay que reconocer importantes éxitos del gobierno.  Analicemos muy someramente las posibilidades del émulo del Rey de Patones:

  • La Unión Europea. En su conjunto y tras una dubitativa actitud a raíz de las imágenes de cargas policiales – amplia e interesadamente difundidas – ha visto las orejas al lobo de la disgregación y ha cerrado filas. Comenzando por el núcleo duro de la UE, con declaraciones de los Presidentes Macron y Merkel, hasta la escenificación del apoyo al Gobierno Español de las Instituciones Europeas, con ocasión de la entrega de Premios Princesa de Asturias el pasado 20 de octubre en Oviedo. No obstante, es interesante analizar, las posiciones de alguno de los países asociados, como vamos a ver a continuación.

    En los Premios Princesa de Asturias

  • Países Bálticos. Mucho se ha discutido sobre la llamada “Vía Báltica” (el procedimiento por el que Estonia, Letonia y Lituania obtuvieron la independencia de la URSS en 1991) a pesar de las enormes diferencias de tal proceso con la realidad de las seculares relaciones de Cataluña y España. Sin embargo, algunos países, muy singularmente Estonia ha mostrado cierta comprensión con el proceso separatista. Su sistema informático de gestión estatal, basado en tecnología digital ha sido importado por la Generalidad. Hay que señalar por otro lado, el esfuerzo que viene haciendo España para contribuir, en el marco de la OTAN, a la seguridad de estos países. España ha desplegado  5 cazas F-18 que, con base en Letonia, contribuyen al control del espacio aéreo de todos estos países. En Letonia, desde el verano una unidad de unos 300 soldados con tanques Leopard 2E y vehículos de combate Pizarro despliegan a unos 200 kms. de la frontera Rusa. Finalmente, buques de la Armada Española se integran en la Agrupación Naval Permanente nº 1 de la OTAN y  patrullan las aguas del Báltico. No cabe duda que ese compromiso político y militar con los estados Bálticos ha contribuido a decantar – o al menos contener – la postura de todos ellos en favor de la posición del gobierno.
  • Rusia. Poca gracia le ha debido hacer al Sr. Putin tales despliegues militares cerca de su frontera, donde por cierto, el ejército ruso ha realizado recientemente unas maniobras militares de considerable envergadura. El mandatario ruso, no obstante ha declarado que la crisis en Cataluña “debe resolverse en el marco de la ley española”. Pero no ha tenido empacho alguno en añadir que “los países de la UE están sufriendo las consecuencias en Cataluña por haber alentado los movimiento separatistas en Europa, en particular con su apoyo a la independencia de Kosovo”. Pues bien, aun cuando España no ha reconocido la independencia de Kosovo, cuyo territorio sigue considerando parte integrante de Serbia, y la declaración de Putin sobre Cataluña no deja lugar a dudas, tampoco sería de descartar que utilizara esta crisis para debilitar políticamente a Europa y por ende a la OTAN, a la sombra de sus “cybermanejos”.
  • Suiza. Siempre es una incógnita. Se organiza como estado federal con una constitución muy abierta. Los suizos están muy habituados a los referéndums y no alcanzan a entender la postura del gobierno español. A ello contribuyen muy activamente las Comunidades Catalanas del Exterior y otras entidades privadas constituidas por catalanes o catalanófilos de todo el mundo, de las que en Suiza hay  5 comunidades y 8 páginas webs de Catalans al mon, todas ellas auspiciadas por la Generalidad. Su interés se circunscribe al ámbito económico.
  • El Reino Unido: Bastante tiene con su proceso de separación de la UE, aparte del secesionismo escocés. Más les valiera pues, situarse al margen del asunto. Pero no es de descartar que, para contrarrestar la presión del Gobierno Español sobre Gibraltar, sacara los pies del tiesto.
  • Israel juega prudentemente a dos bandas. Tiene unas sólidas relaciones con España lo que no evita que tenga ciertos negocios (armamento y tecnología para la defensa incluidos) y grandes intereses e inversiones en Cataluña. De hecho, según algunos medios, haciéndose eco de declaraciones del polémico ex juez y ex senador de ERC Santiago Vidal, que llegó a afirmar que, en el caso de que el BCE volviera la espalada a Cataluña, Israel se mostraría dispuesta a ayudar a una Cataluña recién nacida en forma de préstamo económico. No es por tanto tampoco descartable que, como presión ante la “tradicional amistad de España con los países árabes” dieran un giro a sus relaciones.
  • Marruecos. Hablando de países árabes siempre surge la pregunta ¿Qué haría Marruecos? Tradicionalmente, nuestro vecino del sur ha aprovechado los momentos de debilidad política en España. La marcha verde o la crisis del Perejil son buenos ejemplos, aunque el último le saliera mal. No sería tampoco descartable un posible reconocimiento de Cataluña en base a sus reclamaciones sobre Melilla y Ceuta y ante el, cada vez más difuso, apoyo al pueblo saharaui.
  • ¿Qué nos queda? Pues de los grandes. Estados Unidos, por boca de su presidente ya se ha pronunciado apenas unos días antes del referéndum ilegal. “sería una tontería que Cataluña se separe de España”. Y en cuanto a China, de donde por cierto, parece ser que se importaron las infames urnas, no ha hecho ninguna manifestación oficial al respecto. No obstante, hay quien en el entorno independentista, no descarta una posible alianza estratégica en caso de que Cataluña, una vez haya declarado la independencia, tenga que salir de la UE y la OTAN. Se trataría de conseguir su apoyo económico a cambio de una concesión para que el país asiático pudiera establecer en territorio catalán una base naval para operar en el Mediterráneo. No deja de ser una especulación o un clavo ardiendo. En cuanto a otros países del tenor de Venezuela, Irán o Corea del Norte ¿qué quieren que les diga? Un caramelo envenenado.

Patones de Arriba

Todo este análisis pone de manifiesto que, desde los tres planos que hemos analizado, Cataluña no es Patones. Pero también corrobora la acertada previsión del Sr. García – Margallo. “El partido se juega fuera”. Nadie reconoció jamás al reino de Patones. Pero, de seguir la senda por la que la que le llevan las actuales autoridades autonómicas, Cataluña corre el riesgo de parecerse mucho a aquél viejo reino, para que su presidente, pudiera orlar su testa con la corona mural.

Adolfo Coloma

GB (R) del ET

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