¡TOP SECRET! Rafael Dávila Álvarez

 

Andan con la Ley de Secretos oficiales a cuestas. Tratos y trucos. Saben que a nosotros no nos va a cambiar la vida, porque nada se sabrá. Los secretos desvelados o que pretenden airear no son sino conversaciones que afectan solo de cintura para abajo. En España somos los mejores en ese tema y los dosieres abundan desde la Transición. Hubo y hay empresas dedicadas a elaborarlos y fueron el inicio de unos servicios de información que todos temían. Se han pagado millones y también unos cuantos se han arruinado ahogados entre ellos.

Aquí lo que nadie va a desvelar es el secreto inconfesable, ese del que todos hablan y nadie confirma con un sencillo documento. Hay varios.

Durante años varios restaurantes de la capital (siempre cinco tenedores) reunían a lo más selecto del secretismo. Para ser espía de alto nivel la gastronomía debía acompañar con facturas desorbitadas. Fue un gran error porque, aunque no se comía marisco para evitar ensuciarse las manos, los besugos y el rape luego largaban. Aquellos ojos de merluza o los de la lubina salvaje a la sal, eran peores que los de Marilyn. Una gamba roja tuvo la culpa.

Hasta que en uno de esos restaurantes se descubrieron micrófonos debajo de la mesa. El pulpo también había hablado. ¿Por qué extrañarnos?

Al Rey Don Juan Carlos se los colaron en su despacho y a su secretario también (micrófonos y tentáculos). Fue expuesto a todo tipo de escuchas y no precisamente con materiales de la tienda del espía sino que aquellos tenían la huella y firma oficial. En cierta ocasión una paloma se estrelló contra el gran ventanal de su despacho y le hicimos la autopsia por si acaso era un dispositivo volante, algo así como un dron. Cualquiera se fiaba. No sabemos ahora hasta donde pueden llegar los elevados aparatos y si los electrones son amigos o enemigos. Sobre los palacios no puede volar nada ni nadie, aunque sea un vuelo comercial, pero quien le dice a la golondrina, pronto emigrará al sur, que no desvele nada de lo visto y oído.

Es una auténtica afición, muy rentable, la de los secretos y si son oficiales más, aunque llevan un gran riesgo. Ahora las conversaciones no se tienen en restaurantes. Hasta el wasap ha pasado a la historia. Ahora se llevan más los acertijos, los enigmáticos mensajes, pero claro hay que interpretarlos y eso es todo un arte que solo está al alcance de los iluminados.

Iluminado fue Edipo. El enigma de la esfinge era adivinar «qué ser, provisto de una sola voz, camina primero de cuatro patas por la mañana, después sobre dos patas al mediodía y finalmente con tres patas al atardecer«. Adivinen.

Pegasus irrumpió como el rape salvaje. ¡Hala! Nos han dejado sin secretos.

Recuerdo que siempre que alguien importante, del grupo de los secretos oficiales, va a un hotel o residencia oficial, suya o de otro, como las de verano, hay una previa inspección donde los especialistas buscan micrófonos ocultos, incluso se controla a los animales, insectos como moscas incluidas, por si se trata de drones. Hay que tener cuidado con los especialistas que nunca se saben de donde cobran.

Hay todo tipo de técnicas y es muy difícil mantener el silencio radio. El gesto delata secretos.

La Mareta ha sido un lugar seguro este verano. Ni siquiera la morralla tenía acceso a las rocosas orillas y el perenquén majorero ha hecho las maletas a pesar de ser especie protegida. Allí se ha hablado muy en secreto, nada oficial que sepamos, aunque a todos nos afecte. Lo de las vacaciones no cuenta como oficial, aunque nos pasen la cuenta. Estos son los secretos de los que les hablaba que nunca conoceremos porque en definitiva ni nos va ni nos viene. ¿A quién le importa una sencilla conversación de verano frente al Atlántico entre Sánchez, Zapatero e Illa? ¿Qué puede tener de malo para una nación soñadora, que se reúnan los ingenieros del nuevo orden en España y piensen la manera de acabar con aquellos que hablan de independencia y libertad?

Nada por lo que preocuparnos. Todo limpio y puro como la brisa que se cuela por los miradores de madera.

Sánchez, Zapatero e Illa. Un trío de inocentes políticos a los que no une casi nada y que casi de nada tienen que hablar. No sé por qué me da la sensación de que más que hablar han pensado; cada uno en lo suyo, en su especialidad. Es decir en España. Porque ellos manejan tres ejes de actuación a los que llaman vectores de fuerza impulsiva, de influencia en el mundo del futuro.

A saber: Cataluña, China y la república. Cada cual debe ponerse a trabajar en lo suyo. Círculo y bastón.

Después de la reunión una piedra en el camino: los incendios.

Consigna: aguantar hasta septiembre. En la última semana de agosto el tema liquidado.

Hay que centrarse en Cataluña que es la llave del edificio. La derecha catalana quiere más rentabilidad para su dinero. No les alcanza. Puigdemont está dispuesto a presentar el reto de su regreso. Hay que arreglarlo y no quieren líos en los juzgados. Bastante tienen. O arreglamos su vuelta o cumplen su amenaza. En Europa se están cansando de Puigdemont y de Sánchez. Hay que buscar una alternativa que dé fuerza y peso internacional.

El Caribe venezolano es algo más serio. Trump está insoportable y sabe por donde atacar. Ahora se ha plantado frente a Maduro. Lo que faltaba. Su posible éxito con Putin nos va a dejar en la estacada.

Lo de China son palabras mayores porque es difícil entender el idioma interno de sus empresarios. Están dispuestos a atacar por el sur. Les interesa mucho el Estrecho. Cataluña lo ven como un verdadero centro de operaciones y andan buscando un lugar parecido, algo enredado, pero seguro para sus intereses, por el sur. Se han analizado varias ciudades como posibles y contemplan dominar así el Mediterráneo y el Atlántico. No tienen prisa, pero quieren garantías.

Las palabras se las lleva el viento, pero los deberes están marcados.

Todo muy delicado y necesaria mucha inteligencia artificial. No vaya a ser que las elecciones las vuelvan a ganar.

Por último: si algo falla hay que tener alternativa y salida. Es un secreto a voces del que se ha tratado muy a fondo en La Mareta. En Waterloo no hay sitio para todos.

Las conversaciones siguen abiertas.

PD. Cerrado el artículo caigo en la cuenta, y desde gran altura, que no he mencionado la presencia en semejante Palacio veraniego del ministro de la cosa Interior y mucho más: Fernando Grande-Marlaska.

¿A qué se deberá tan grave olvido?

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

25 agosto 2025

 

LOS SOLDADOS SÁNCHEZ Y ROBLES SE ENFRENTAN A LA OTAN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

La comparecencia del presidente del Gobierno ayer por la tarde para tratar sobre la financiación de la OTAN forma parte de un plan elaborado durante este fin de semana en La Moncloa en busca de una salida que les sostenga dada la corrupción y podredumbre de un Gobierno que ha perdido el concepto de democracia y sabe que es  indigno de estar al frente de los designios de esta gran nación. Salir un domingo por la tarde sin aviso previo cuando es sonoro el rumor de que anunciará su renuncia a seguir siendo el presidente, es una clara estrategia que debería sonrojar a cualquiera. Es un superviviente nadando entre la basura corrupta de su partido.

Nos anuncian un acuerdo con la OTAN que no es tal ya que ni él ni el Secretario General están capacitados legalmente para ningún tipo de acuerdo y debe ser en el marco de una reunión formal como la Cumbre de la La Haya cuando el conjunto de países decidan los acuerdos a alcanzar, con o sin mayoría respetando la soberanía de todos y cada uno. Lo del presidente Sánchez es un brindis al sol, una treta más arrojada a modo de vómito del miedo sobre todos los españoles. Quizá a modo dictatorial ya que ni cuenta con la oposición ni con nadie.

Hasta ahora en el marco de la OTAN no éramos fiables, a partir de ahora, tras la Cumbre de la Haya, pasaremos a ser un peligro a vigilar.

España nunca ha invertido en la seguridad global la parte que le corresponde y, eso sí, está dispuesta a dar todos los soldados que le pidan como si fuesen carne de cañón, soldados a los que no paga ni mantiene ni respeta su futuro. Por contribución humana, allí donde nada se nos ha perdido, que no quede, para eso están las tropas de este Gobierno antimilitarista, antiotanista, independentista y otras cosas terribles.

Todo lo compensan participando en cualquier operación de mantenimiento de la paz que se pierda por ahí a costa de un gran esfuerzo de sus soldados y a costa de la operatividad global de las Fuerzas Armadas. Soldados para tapar agujeros. Carne de cañón.

Tenemos unas Fuerzas Armadas que se están convirtiendo en un despropósito en manos de gente que ni sabe mandar ni sabe dirigir. No sabemos para qué estamos y estamos para aquello que, como en este caso, sabemos muy bien es un abuso que con las FAS se comete siendo utilizadas por el presidente del Gobierno y su ministra para retirar la mirada de la corrupción y anunciarse como los garantes de la paz mundial. Flotador al cuello con Gibraltar por un lado y la OTAN por el otro. De poco le va a servir.

Lo vamos a pagar caro. Prepárense a sufrir las consecuencias de ser unos aliados a vigilar ya que no es solo el porcentaje del PIB en Defensa lo que se discute en La Cumbre de la OTAN, sino la convicción moral de una Defensa común, la confianza de la unidad de todos, el esfuerzo compartido y también la firme fortaleza y apoyo a los militares encargados de asegurar nuestra defensa del futuro. España no está en el futuro de Europa con un presidente que habla por él, no por España, no es la voz de la soberanía sino la de un partido antimilitarista y anti OTAN. Aquí no hay un ministerio de Defensa, sino el particular ejército de Sánchez y los paniaguados de su ministra. Así es y así se oye decir a muchos que tiene que callar por disciplina.

A todo esto el Mando Supremo de la Fuerzas Armadas, S.M. el Rey en la clausura del curso académico 2024/2025 del Colegio de Europa habla del vínculo atlántico, de la Defensa y de la Alianza, parece creer en ella y apostar por ella: «Los recursos y las Fuerzas Armadas combinadas de los Estados miembros tienen un enorme potencial; su prestigio es indiscutible. Sin embargo, es necesario avanzar mucho en la armonización de recursos, la capacidad de planificación, las estructuras de mando y las industrias de defensa. No podemos empezar a fortalecer nuestras capacidades —sería absurdo hacerlo— sin considerar nuestras alianzas, y en particular la Alianza del Atlántico Norte (OTAN), de la que depende en gran medida la seguridad en Europa. Porque el vínculo transatlántico, nuestro marco estratégico estrella, no es solo una decisión política determinada por la casualidad. Es una forma de comprender nuestro lugar en el mundo, una comunidad basada en valores forjada en los convulsos años del siglo XX, que cobra más importancia que nunca en el siglo XXI. No debemos olvidar que la nuestra es una alianza de Estados democráticos. Por eso todos participamos en el diálogo transatlántico: instituciones, empresas, universidades, artistas, creadores y sociedad civil. Por lo tanto, les animo a que, a lo largo de sus carreras, sigan fomentando ese diálogo. Les animo a que sigan creyendo en él».

Palabras. ¿Del Mando Supremo de las FAS? ¿Del Rey de España?

Pues no sabemos quién manda. La Ley dice, pero a su vez no dice, así que lo que el Rey diga queda en eso, palabras que, aunque solo sean eso, ahí quedan como aquellas del 3 de octubre de 2017 que son y siguen siendo un referente de lo que es Ley que se incumple sistemáticamente, porque interpretan que solo tienen el valor del símbolo.

Símbolo y palabra.

La palabra no es solo para el escritor, sino que es el arma del Rey, pero tiene una desventaja: «…las palabras, según se sabe, son una materia deleznable porque cambian de connotación emocional, de sentido» que bien lo sabía y explicaba Borges. Es así al comprobar la evolución que se produce desde que se pronuncian hasta su interpretación u olvido.

Lo del símbolo es un grave problema en España porque es tal el número, que uno se pierde entre logotipos incluso más que en idiomas, banderas, demasiadas banderas en abstracto, soberanías y trincheras. Todo es cuestión de trincheras trazadas en la reciente y ¡tan vieja! historia de una España que no evoluciona, sino que involuciona.

¿Aquí quién manda?  Bien estaría que la oposición adoptase la solución política del «Retraimiento parlamentario», aunque solo fuese por dignidad y limpieza. Democrática.

Sánchez, que no España que ni está ni aparece por España ni Europa, dice que no paga lo que piden, que él contribuye con la industria, que ya ha hablado con la Calviño para que dé dinero a sus amigos de la empresa que fundó el socialismo, que es un buen lugar para colocarse o colarse, depende de como acabe esto. Soldados los que quieran. Son baratos, disciplinados y mientras no se les hable alto… Y cobrar poco, casi nada, y solo por un tiempo.

Pedro Sánchez, conocido en la OTAN por el soldado Sánchez, acompañado de la soldado Robles, dicen que no a la OTAN, que del 5% nada y a estas alturas en la OTAN saben que eso es un no a Trump, que lo de la OTAN no les importa.

En Europa no están extrañados de la espantada española. Después de veinte años nadie olvida que tenemos una historia de abandonos del frente de combate y que aquí nunca hay Gobierno, sino lucha interna, desacuerdos, hago y deshago.

El presidente Sánchez, no España, se niega a cumplir el objetivo de destinar el 5% del PIB al gasto militar en la próxima década, como pretendía aprobar la OTAN en la cumbre de la semana que viene. La negativa del presidente no evolucionará los objetivos de cumbre que tendrá lugar el 24 y 25 de junio en La Haya. Y no lo hará porque son conscientes de que no es una decisión de España, sino la de un Gobierno atrapado en la corrupción y que debe dar cuenta a sus ciudadanos tarde o temprano. No es palabra válida.

Sin Europa, sin Estados Unidos, tendremos que “aumentar los impuestos a las clases medias” y “recortar servicios públicos y beneficios sociales”. Además “resulta incompatible con nuestro Estado de bienestar y nuestra visión del mundo”. Lo contrario de lo que dice el señor Sánchez desde las alambradas de La Moncloa.

Vivimos una política de trincheras. La de La Moncloa pide refuerzos y se los mandan del ministerio de Defensa y de Exteriores.

El presidente del Gobierno dice y el Rey desdice. Así lo entiendo yo. Claro que es el peligro de la palabra.  No se puede compartir. Cambian de connotación emocional, de sentido.

Llega un momento en el que uno se pierde entre palabras de engaño al estar sometido a esta guerra cognitiva por soldados como Sánchez y Robles que saben muy bien que aquí la más principal hazaña es obedecer. A ellos. Ya hasta nos hablan alto y sonreímos.

Somos carne de cañón. Retraimiento parlamentario o defensa a toda costa.

Estamos fuera de la OTAN.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

23 junio 2025

EL FEO GESTO DE TAPARSE LA BOCA. ¿CÓDIGO SECRETO? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

 

Recorre los medios la foto del Rey Don Felipe y el presidente del Gobierno, Sánchez, manteniendo una conversación entre dedos en el Mobile World Congress 2025 celebrado en Barcelona.

El gesto está de moda para evitar que los lectores de labios nos revelen la conversación. Entre futbolistas más bien.

Pues en mi opinión este ha sido un gol que el presidente le ha metido al Rey sin que haya habido VAR (videoarbitraje).

Se comprende el poco tiempo de «Despacho» y que haya que aprovechar cualquier momento para tratar asuntos de Estado, que se acumulan y son de urgencia notoria.

El caso es que particularmente me parece un gesto feo y con calificación que evito, pero les digo con sinceridad que prefiero la abrupta conversación en el despacho oval de la Casa Blanca, con luz y taquígrafo, con detalles e interpretaciones, que estos «quiero y no debo…».

El silencio es forma de llevar asuntos de Estado. Debe ser que el lugar es algo accesorio. ¿Para qué tanto salón, protocolo y alfombras o tapices? Agendas, despachos, audiencias, credenciales, ¿para qué?

Las conversaciones las hay públicas, secretas y encriptadas. Callejeras también.

Sé de alguien que en su día emplomó las puertas del despacho para que nada se oyese fuera. Confianza. En los lugares de traiciones se sabe todo (casi) porque hay dos Españas; la que usted conoce, la que le cuentan los medios y la auténtica que vive en clausuras. Si supiésemos lo que se dice (y se hace) en los altos niveles de las instituciones preferiríamos la vida de ermitaño.

La correspondencia entre Fernando el Católico y el Gran Capitán estaba cifrada a través de un código secreto. Los técnicos en Inteligencia de Señales del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) lograron descifrarla.  Un reto que les planteó el Museo del Ejército en 2015 poniendo a su disposición unas cartas cifradas entre el Rey Católico y el Gran Capitán. Meritorio esfuerzo que tuvo sus frutos. A pesar del éxito por lograr descifrar esas cartas no deja uno de sentir una lírica frustración al ver la intimidad rota del Rey Católico con su Capitán.

Los secretos deben guardarse para crear una cierta fantasía ante la cruda y aburrida realidad de la que suele componerse la historia.

Decía D. Sabino Fernández Campo que dada «la representación y el simbolismo que al rey le corresponde constitucionalmente es necesario marcar unas normas, un sistema, unas formas, unas características especiales que constituyan lo que podríamos denominar un <estilo real>.

En palabras suyas no debe existir un exceso de confianza que pudiera rayar en lo vulgar ni una altanería y rigidez alejadas de las exigencias de nuestro tiempo. Recordaba D. Sabino la frase de Shakespeare en Enrique V, «La  familiaridad engendra desprecio» .

Recordaba D. Leopoldo Calvo-Sotelo los despachos con el Rey en los que el Soberano mantenía en todo momento y con todo cuidado el respeto por la autonomía del presidente, la distancia constitucional; pero, al mismo tiempo, extendía al presidente su apoyo personal, la asistencia en sus dudas y el estímulo en sus desfallecimientos.

Mejor hacer imaginativos relatos y suponer un profundo intercambio de política de alto nivel, balbuceante, de tapadillo, pero apasionante por lo que la imaginación puede llegar a entender.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

4 marzo 2025

 

ANÁLISIS DE HECES: «IROS A LA MIERDA» Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Iros a la mierda»

Perdón. Son palabras que nos dirige el perseguido por la justicia que se dedica a vivir del cuento mientras insulta a los españoles desde esa frágil Europa que le ampara y por tanto desampara a España.

No sé a quién quiere mandar a ese lugar donde él se encuentra y por supuesto no cabemos todos, sino, quizá, alguno de sus correligionarios; no más.

«Tornó otra vez a probar ventura, y sucedióle también, que sin más ruido ni alboroto que el pasado, se halló libre de la carga que tanta pesadumbre le había dado. Mas, como don Quijote tenía el sentido del olfato tan vivo como el de los oídos y Sancho estaba tan junto y cosido con él, que casi por línea recta subían los vapores hacia arriba, no se pudo excusar de que algunos no llegasen a sus narices; y apenas hubieron llegado, cuando él fue al socorro, apretándolas entre los dos dedos, y con tono algo gangoso dijo:

—Paréceme, Sancho, que tienes mucho miedo.

—Sí tengo —respondió Sancho—, mas ¿en qué lo echa de ver vuestra merced ahora más que nunca?

—En que ahora más que nunca hueles, y no a ámbar —respondió don Quijote.

—Bien podrá ser —dijo Sancho—, mas yo no tengo la culpa, sino vuestra merced, que me trae a deshoras y por estos no acostumbrados pasos.

—Retírate tres o cuatro allá, amigo —dijo don Quijote (todo esto sin quitarse los dedos de las narices), y desde aquí adelante ten más cuenta con tu persona y con lo que debes a la mía; que la mucha conversación que tengo contigo ha engendrado este menosprecio.

—Apostaré —replicó Sancho— que piensa vuestra merced que yo he hecho de mi persona alguna cosa que no deba.

—Peor es meneallo, amigo Sancho —respondió don Quijote.

En estos coloquios y otros semejantes pasaron la noche amo y mozo; mas viendo Sancho que a más andar se venía la mañana, con mucho tiento desligó a Rocinante y se ató los calzones». (El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha).

Al margen de la lección de Cervantes de los modos y maneras, lo que ocurre en España en estos momentos es de la gravedad que tiene lo que sabes que viene indefectiblemente sin que nadie sea capaz de detener la tragedia. Delincuentes condenados y por causa muy grave: delinquir contra la unidad de España. Baste recordar la importancia del hecho cuando la Constitución encomienda a las Fuerzas Armadas la defensa de su integridad territorial. Sabemos que la justicia es lenta, pero segura y que cada actual tendrá que rendir cuentas de sus actos.

Esto del espionaje ha hecho perder la cabeza a muchos bachilleres que se sienten muy enfadados por no haber sido espiados. Son los que esperan siempre esa llamada que nunca llega y dicen que valen más por lo que callan que por lo que cuentan. El Congreso está lleno de leones y gatos pardos.

El caso es que solo hay un caso en esto del espionaje. El CNI cumplió con su deber de manera eficaz, aunque a veces se despiste como ocurrió con las «inexistentes» urnas del supuesto fallido referéndum. Tema resuelto el del espionaje a delincuentes y presuntos en su momento que ha terminado con un escandaloso indulto y «la mierda» del fugado y perseguido por la justicia española.

El meollo de la cuestión nadie lo destapa ni habla de él: El espionaje al presidente del Gobierno. ¿Cómo es posible? No me lo creo. Es imposible que no se supiese. Lo que dice que ha ocurrido le ha venido muy bien soltarlo en provecho suyo. Se conocía y fue investigado en sus momento sin resultados.

El grave error de principiante y que nos ha dejado a los pies de los caballos ha sido publicarlo al redoble de los tambores. Bolaños, Sánchez es una pareja quijotesca. Se les volverá en contra.

¡Son tantos los interrogantes!, que en estos momentos se sabe de «fuentes fidedignas» que todas las representaciones diplomáticas en España está alertadas y prevenidas por la inseguridad que aquí se percibe y no nos extrañaría que en la OTAN estén pidiendo explicaciones y una revisión a fondo de las medidas adoptadas para que se desarrolle en España a finales de junio la Cumbre de la OTAN que busca su norte perdido. Podría ser que en España se haya perdido el norte y el sur. Ustedes me entienden.

Justo es decirlo que la única que ha mantenido el tipo (sorprendida por el escándalo iniciado en Moncloa) ha sido la ministra de Defensa, Margarita Robles, que lo ha dicho todo sin poder decir lo que sabía, porque se debe a la dignidad de su cargo. Ha quedado rotundamente claro y es de agradecer su postura firme.

El que no dará explicaciones del olor que todo esto despide es el presidente del Gobierno al que cabria decirle como el ingenioso hidalgo «Retírate tres o cuatro allá, amigo —dijo don Quijote (todo esto sin quitarse los dedos de las narices), y desde aquí adelante ten más cuenta con tu persona y con lo que debes a la mía; que la mucha conversación que tengo contigo ha engendrado este menosprecio».

Ha perdido los cuatro puntos cardinales, pero España necesita que las urnas, incluso las perdidas, lo echen a él.

¿Es que nadie se da cuenta de lo que ocurre en España?

Ya huele, dicen los castizos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

9 mayo 2022

 

 

ESPAÑA NO PIERDE LA OPORTUNIDAD DE HACER EL RIDÍCULO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Por eso toda mi obra y toda mi vida han sido servicio de España. Y esto es una verdad inconmovible, aunque objetivamente resultase que yo no había servido de nada». En los mismos términos que Ortega y Gasset  podría haberse expresado el abanderado del rey que perdidos los brazos con los que llevaba la bandera y la espada recogió la enseña con sus muñones y la sostuvo con la boca: Juan de Dios Aldana.

Uno y otro, filósofo o soldado, convirtieron su vida en servicio, algo que no entienden los traidores y cobardes desertores del oficio de la nobleza y sí entienden millones de españoles que cada día trabajan y se esfuerzan en y por su querida España.

¿Quién es este personaje al que todavía se protege en Europa en aras a las falsas libertades para ofender a mi nación? ¿Qué libertad es esa que proclama Europa, una Europa de indefensión además de indefinida, de la que se van sus miembros; y más que lo harán?

No es admisible que el deshonor de un oscuro personaje huido de la justicia diga que España hace el ridículo. Una huida hacia adelante que detrás lleva traición e ignominia.

No miremos en exclusiva al personaje. La mirada y los epítetos deben ser dirigidos al presidente del Gobierno que tiembla pensando que la detención del presunto le cueste el puesto y deje de gobernar. Sería lo mejor para España, uno en la cárcel y el otro a vivir de su suculenta pensión mal ganada; dos por uno para nuestra tranquilidad. Llevamos demasiado tiempo siendo el hazmerreír de Europa, muestra de la epidemia de pobreza intelectual que nos acecha.

Las dos notas destacables del insulto del huido traidor a la patria que le vio nacer son achacables a quien tiembla porque puede ser despedido fulminantemente de la presidencia en cuanto pierda el apoyo independentista y filoterrorista: Pedro Sánchez.

¿Por qué dice usted eso?: por su irresponsabilidad y, lo que no es lo mismo, por el ilimitado poder que se otorga (incluido el de hacer y deshacer España como nación).

En España estamos ante una Revolución de calibre desmedido que va a cambiar (de hecho ya lo ha hecho) nuestro futuro.

Ante tan desasosegante panorama nos encontramos sin general, porque esto es una guerra donde el enemigo también, entre otros, está en esa modernita y perdida Europa que nos humilla.

España no es una nación y de eso se encarga un presidente de España cuya misión es acabar con España. No hay otra.

«Nos falta la cordial efusión del combatiente y nos sobra la arisca soberbia del triunfante. No queremos luchar: queremos simplemente vencer. Como esto no es posible, preferimos vivir de ilusiones y nos contemplamos con proclamarnos ilusamente vencedores en el parvo recinto de nuestra tertulia de café, de nuestro casino, de nuestro cuarto de banderas o simplemente de nuestra imaginación». Esto decía hace muchos años José Ortega y Gasset en La España invertebrada. Como ahora ¿o ahora más?

No estaría mal que Casado y Abascal se diesen cuenta que no monta tanto como tanto monta y que el mando o es único o no es mando.

La carrera política exige: sacrificios y olvidar los retratos a caballo con la espada vencedora. Por encima de todos sus personalismos está España y esta es la oportunidad.

El camino quedaría expedito: Puigdemont frente a la justicia española y Sánchez a cobrar la pensión. Ambos se lo merecen. Única forma de dejar de hacer el ridículo. Ofendidos.

¿Nunca vertebraremos España?

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 septiembre 2021

FUERZAS ARMADAS Y EL ARTÍCULO 8 DE LA CONSTITUCIÓN. UN GRAN ERROR. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Convencidos ­­de que el gran problema del futuro de España eran las autonomías, conocedores de los antecedentes históricos que arrastrábamos, nuestra transición quedó tambaleante cuando unos cuantos sabios elaboraron una Constitución a sabiendas de que tarde o temprano iba a estallar y saltar por los aires llevándose a España por delante. Lo sabían; y si no, es que no eran los más adecuados para semejante labor.

La Constitución de 1978 fue un intento de armonizar sensibilidades opuestas, que traía un mensaje de paz a los hombres de buena voluntad. Pronto se vio que eso, en España, es imposible.

El fanatismo se armó de pistolas que asesinaros a cerca de mil personas para después entrar en la fase del infame olvido una vez que los asesinos han conquistado las instituciones y son apoyados desde el poder establecido con el honroso título de hombres de paz.

Siguiente paso: romper la unidad de España a través del separatismo burgués, agresivo y amenazador, con el apoyo internacional de sectores harto conocidos.

Superada la fase de la violencia física, la de matar (suponemos y deseamos), hemos entrado en ello: consiste en poner cara de buenos y reclamar unos  derechos (¿derecho a decidir?) inexistentes cuya única finalidad es desunir España y acabar con la convivencia. Para ello se abrazan a los que apoyaron -y apoyan- la primera fase y los invitan a su casa a comer en la misma pocilga.

Todo ello, primera y segunda fase, auspiciado desde el poder, el que da manejar las instituciones y apoya el silencio de la tibieza cobarde de muchos, por no decir de casi todos. Pocos se salvan de la mediocridad, o traición, con resultados que veremos en muy poco tiempo, menos del que pensamos.

El proceso pronto entrará en su tercera fase: controlar los medios (ya están acabando el ciclo), modificar la Ley (están en ello), legalizar el delito, eliminar esta Constitución que consagra la forma política de la nación como Monarquía parlamentaria. Ni nación, ni monarquía, ni religión; que son los tres grandes retos que afrontan los nuevos estalinianos: Largo Caballero transformado en Zapatero y convertidos ambos en el transformer Sánchez, aderezado, al fin, con dosis de todo pelaje del extremismo comunista. Malas hierbas.

El gran error de la democracia fue: <<Pan para hoy, hambre para mañana>>. Echaron migas a los gorriones que ahora se han convertido en buitres leonados.

El gran error fue de inocencia estudiantil, de desconocimiento de la historia de este pueblo al que el comunismo se le coló de rondón y anda detrás de él como la hiena tras la carroña.

Aquella Constitución se elaboró con un gran error, y no fue el de las nacionalidades del artículo 2, que también, sino el no haber legislado  para evitar que el separatismo renaciese fuerte y seguro en sus aspiraciones. Sabían y sabíamos que esto ocurriría, pero se miró para otro lado para salvar aquel momento. Nadie tuvo el valor y la fuerza de decir y legislar que España es soberana, independiente, que su integridad territorial está por encima de cualquier capricho separatista; así como el ordenamiento constitucional. Decirlo no era suficiente. Había que llevarlo al Código Penal.

Para cubrirse se inventaron el artículo 8. Calmaban, en principio, el arreón que se temía. Creyeron que le daban fortaleza a la unidad de España, a su integridad territorial: <<Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional>>. ¿Y qué?, ¿para qué? De nada sirve. Papel mojado. Una burla constituida tras un juramento: ¡Soldados! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor…! Cumplir y hacer cumplir la Constitución (?). ¿Un brindis al sol? No hay artículo 8 si la voluntad política negocia con la integridad territorial y la unidad de España. Porque como todos sabemos de aquellos tiempos: <<El poder tiene recursos para todo… ofrece muchas posibilidades. Todo el secreto está en saber manejar los dispositivos legales>>. España en manos de los separatistas. La zorra en el gallinero. El dueño de las gallinas tiene escopeta, pero sin munición.

Fue el gran error: no blindar la unidad de España, su integridad territorial, con la Ley, de manera que cualquiera que plantease su ruptura fuese reo de delito. De grave delito. No debería existir un grupo político que desde dentro, cual caballo de Troya, se convierta en destructor de España, que su planteamiento sea la independencia desde el separatismo. Legislar así, penar a todo el que se constituya contra la unidad e integridad territorial, era, es, y debe ser, constituirse en defensa de la unidad de España y su integridad territorial. Se les olvidó a los padres de la Constitución. ¿O no?

Creo que ya es tarde. Vemos que ni el artículo 116, ni el 155; mucho menos el 8, sirven para evitar que la locura separatista-independentista se produzca. De nada nos vale la Constitución si la voluntad política es contraria. Cuestión de tiempo.

Parece que el dicho popular: <<el que hace la Ley hace la trampa>>, en este caso, y en otros muchos, se cumple. De entrada ya están moldeando la ley a su antojo. Sedición, rebelión, como recuerdo de la ley de defensa de la República, al margen de los tribunales. Toda una pieza de legalidad.

De aquellos polvos estos lodos. La casa patas arriba. Menos mal que aún queda algo de casa.

Pronto habrá mudanza. Vayan embalando. Todo consentido, dialogado, aprobado y legalizado.

¡Vaya error! ¿O no? Dijeron y escribieron: España , su unidad como única Nación, independiente, soberana, íntegra territorialmente, respetuosa con el orden constitucional. Se lo dieron como  misión a las Fuerzas Armadas. ¿Para qué? Se olvidaron de la Ley y cualquiera puede predicar, legislar y, desde dentro, hacer lo contrario. Hasta conseguirlo ante la asombrada mirada de los que nos creíamos que la Ley protegía la unidad de España y su integridad territorial.

Ni la Ley, ni los cañones.

“El golpe de estado es el rayo que fulmina antes de que el trueno pueda ser escuchado” (Gabriel Naudé).

¿Oyen algo? Silencio. Sigan esperando.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

24 febrero 2020