
Camino de los 4 años de guerra los dirigentes políticos incapaces de lograr una paz debería retirarse de la política. La guerra es un asunto demasiado serio para dejarlo en su manos.
-Ucrania
Se debate un acuerdo de paz. Las condiciones son muy duras para Ucrania. Parece una capitulación en toda regla. Trump dio solo unos días para que Zelenski acepte un plan trazado desde Alaska. Los negociadores principales han sido Rusia, Estados Unidos y Turquía. Ucrania y Europa se encuentran con todo hecho y gran parte deshecho. Ahora esta mezquina Europa mete su patita en la negociación como si a ellos en cerca de cuatro años les haya interesado la paz. Sus generales de alto standing (como suena) nos asustan con un ataque ruso en pocos años. Las declaraciones del Jefe de Estado Mayor francés avisando de un ataque ruso a Europa y chino a Taiwán deberían ser revisadas y corregidas. Es un abuso de posición inaceptable y además sin fundamento. Inaceptable meter miedo desde quien manda en las armas y dispone de armas nucleares. Parece que ha sido dirigido por la política.
¿Qué va a ocurrir? Es muy duro, pero los finales de cualquier guerra son consecuencia de que uno la gana y otro la pierde. Siempre surge la misma pregunta: ¿Para llegar a esto no podíamos haber evitado tanta muerte?
La paz llegará, pero, se acepte uno u otro plan, los rescoldos del enfrentamiento tardarán tiempo en apagarse de manera definitiva. Tres años de guerra no se olvidan tan pronto y muchos combatientes vagarán de un lado a otro preguntándose el porqué. No sabrán si son héroes o culpables y pronto hasta su nación se olvidará de ellos. Mendigarán soldados vencedores y vencidos. El paso a la delincuencia y a organizar bandas armadas está ya descrito por Maquiavelo.
Está claro que esta guerra debe terminar y que se impone una paz. Alguno dirá que no a cualquier precio. Es cierto, pero también lo es el fracaso que supone mantener un estado de guerra durante cuatro años sin el más mínimo atisbo de paz. ¿Servirá esta paz para que otros aprendan que invadir otro país sale gratis? Es pronto para saber como evolucionará la situación, pero esta guerra iba camino de convertirse en un holocausto imparable y de consecuencias inimaginables. Hay que parar la guerra ¿Se logrará? Trump, Europa y sobre todo Ucrania valoran la situación y en breve habrá respuesta. Me adelanto sin más datos que la intuición: la paz está a las puertas y llegará en Navidad o Año Nuevo. .
-¿Atacará Rusia a Europa?
Europa se encuentra en una situación que de alguna manera es también una derrota política y debe cuidar la parte militar. No ha sabido estar a la altura en un conflicto que en parte ella misma ha provocado y ahora necesita armarse para la paz. ¡Que contradicción!
La OTAN es un juguete roto que deberá plantearse su futuro para reconvertirse en algo eficaz y creíble.
Convendría dejar las cosas claras y no dejarse engañar por diagnósticos que en nada reflejan la realidad de guerra. El constante anuncio de que Rusia, en breve o a medio plazo, va a atacar a Europa es simplemente falso. Europa se extingue después de una historia de permanente guerra y una cultura que se desvanece por renuncia a su maternidad.
Ahora se ha convertido en mentirosa como niño asustado ante la indefensión en la que se encuentra: sola ante el mundo. Alimentada, cuidada, abrigada y mimada de repente se encuentra con que papá y mamá ya no están. Llora y grita, se desespera, no encuentra el bastón donde apoyarse; Estados Unidos tiene que atender otros asuntos, le nacen nuevos hijos que requieren su atención, el gas no llega de Rusia y China solo está interesada en el comercio. El mundo desprecia una cultura que no lo era tanto como lo fue la sumeria, egipcia o griega. ¿Quién se han creído estos europeos? No merecen ni una guerra. Mejor ocupemos sus tierras ahora que abren las puertas porque no tienen quien las trabaje. Europa ya está vieja y le ha crecido demasiado la soberbia. Su grito de guerra llega tarde y solo es un intento de retardar su desaparición.
Sin armas, sin defensa, sin ejércitos, sin moral, sin filosofía, sin gas, sin petróleo, sin chips, sin europeos… sin futuro.
-No tienes armas ni Ejército solo me queda decirte ¡Adiós Europa! No es necesario que te ataque nadie. Tu sola serás penetrada a través de tus fáciles fronteras y la imposición de nuestras ancestrales leyes que son fruto de una cultura que deberás aceptar, respetar. Os la impondremos. Es cuestión demográfica y el tiempo corre en tu contra.
La historia de la humanidad tiene sus ciclos, este es indudablemente uno que está cambiando el mundo conocido. Europa asustada pretende resucitar gritando ¡que viene el lobo!, cuando ya se han comido su corazón.
Empecemos a explicarlo.
–La libertad: se pierde. Europa cercena libertades elementales, regula la información, la alimentación, la salud, el frio o el calor, el ejercicio, la lectura, la historia, el pensamiento, la palabra. Es la mayor corrupción política de los tiempos. La ley es el nuevo dios que nos regula. Se acabó el libre albedrío base de la conciencia humana, de la individualidad. Desde hace siglos Europa recurrió a las armas solo para luchar entre ellos y contra ellos, ¡los europeos!, para dar un paso al frente y de ello surgieron personajes como Napoleón. ¿Cómo es posible que aún se alabe su figura junto a la Revolución francesa? Inaudito. Quizá ahí empezó nuestra decadencia. Regular la libertad es acabar con ella. La libertad no es un arma arrojadiza para emprender la guerra. Es algo interior y consciente. Cuando se aleja de tu interior la pierdes. Es más cómodo ser esclavo.
–Europa nunca supo defenderse. Solo atacar. Su composición, y talante, es fruto de la guerra ofensiva. Atacarse unos a otros, dominarse, controlar las frías montañas y calientes estrechos o solazarse en los mares templados y civilizadores. Alguno de sus pomposos reyes o generales quiso emular a Alejandro Magno, pero no tenía suficientes coronas ni entorchados morales, eran incapaces de dominar a Bucéfalo.
Europa logró sacar de sus guerras todo un concepto de guerra global y sus naciones, nunca unidas, acabaron provocando dos guerras mundiales que escalaban hacia la destrucción de la humanidad. La guerra tuvo que ser resuelta por naciones más allá de los mares y Estados Unidos mostró los riesgos de la ciencia guerrera que nos conducía a la autodestrucción.
Lo que ahora ocurre no es ninguna novedad. Solo una continuación de aquello. Algo nuevo en los procedimientos a los que siempre Europa les dio la espalda. Solo falta una figura que encabece nuestra locura. Siempre que algo malo nos ha ocurrido emerge. No es necesario nombrarlas. ¿Ahora?
El caso es que en Europa no hay nada ni nadie. Vacío absoluto en un lugar ya sin cultura, sin proyecto y sin armas ni Ejército. No queda nada. Puede que sea mejor para que no se monopolice el poder con la aparición de un salva patrias que nos vuelva a llevar a nuestra peor historia. Quizá haya que regresar a la lógica de la geografía que une y desune en función de los mercados. Todo es economía y si no tienes nada que vender ni dinero para comprar estás muerto o eres esclavo. La Inteligencia Artificial es un paso más hacia el consumo y el no pensar. Solo comer, consumir y ni siquiera rezar.
Europa carece de armas, de Ejército y de voluntad de defensa. Va camino de no ser vendedor y quedarse sin recursos para ser comprador. De no ser nadie.
–Trump ha sacado los colores a los tibios y mamones (aprovechados, indeseables, estúpidos, informales) porque sabe que esto corre más de lo que nos creemos y pronto Estados Unidos tendrá que enfrentarse a su pérdida de poder. No puede entretenerse con las lamentaciones europeas una vez más. Ha soltado la cuerda de Europa y esta no sabe hacia donde caminar. En breve no quedará ni la OTAN. Todos lo saben. No hay líder en Europa capacitado para coger las riendas de un caballo desbocado. Esto se ha acabado y habrá que pensar en otra cosa distinta a la Unión Europea que nunca lo ha sido más allá de querer recoger peras del olmo. El agua y el aceite es imposible juntarlos por mucho que los remuevas.
–Comprar armas a Estados Unidos para cedérselas a Ucrania es síntoma de nuestro descabellado futuro. Ni sabemos ni tenemos ni podemos. Sin Ucrania Europa ve perder el negocio de las armas e insistirá en que Rusia nos va a atacar tarde o temprano. Mienten. Puede que seamos nosotros los que inventemos o provoquemos la guerra.
–Europa no tiene Ejército
No dispone de Defensa alguna, no hay espíritu de unidad, la industria de Defensa es un negocio demasiado rentable como para repartírselo, a la tecnología llegamos tarde. Nuestro enemigo no es Rusia.
–¿Entonces?: hemos repartido mal las cartas y elegido erróneamente a los jugadores. Rusia, hay que repetirlo, no es nuestro enemigo a día de hoy.
Es indudable que de cara al exterior es necesario disponer de una Defensa creíble. La OTAN ya no proporciona ni siquiera disuasión. La guerra es otra y la Alianza Atlántica dispone de armas inservibles. El brazo armado de los Estados Unidos se va a otros lugares. Nadie regalará las armas. En Europa empieza a surgir otro concepto a través de naciones con diferente pensamiento que tienen cuentas pendientes a las que es necesario calmar.
Europa se encuentra entre dos mundos de agua: el Ártico y el Mediterráneo que presionan y a ninguno de ellos domina. Son las rutas del futuro que hay que proteger que es dominar. Europa no lo hace.
Las armas y la tecnología son muy caras.
-Ha nacido una nueva dimensión de poder que está en el espacio. Europa ni está ni se la espera. Es una gran debilidad. El futuro ya no se mide en años, en cortos, medios o largos plazos. Eso está caduco. El futuro está ya aquí: tecnologia cuántica y fusión. ¿Quién da más?
¿Guerras? Camino de la total, Hobbes en el recuerdo. Sobrecargados.
¿Quién es el enemigo? ¿Quiénes se enfrentarán?
Nadie arroja las armas. El enemigo puede serlo cualquiera. Hay que armarse. Ese es el problema de Europa, no tiene armas ni Ejército y los vendedores las ponen caras y cobran en dineros e inquebrantables alianzas. Europa debe armarse, pero no porque Rusia vaya a atacar, sino porque para ser alguien en este nuevo mundo hay que mostrar tu arsenal.
CONCLUSIÓN
Estamos a las puertas de poner fin a la guerra en Ucrania. Paz o ¿capitulación? Por ahora paz y luego diálogo.
Rusia no va a atacar a Europa a pesar de que Europa está indefensa y depende de los Estados Unidos. Señalar a Rusia como enemigo forma parte de un gran negocio: el de las armas y la tecnología. Moviliza las conciencias, exige disciplinar a la población y controlarla con mensajes de miedo. Hay que fabricar armas y movilizar a la población.
Mientras Europa, en manos de aficionados al poder y dinero, abre sus fronteras, la invasión se produce a diario y las armas las recogerán los invasores. Hemos perdido la guerra. Esperemos que su final no provoque otra peor.
El enemigo de Europa es su estúpida soberbia y una colección de dinosaurios que nos enterrarán con ellos.
Ni Putin ni Xi Jimping ni Trump son los culpables. Europa nos ha convertido en algo inerte, nos ha transformado en cosas. Nos manejan y ahora nos quieren llevar a la guerra. Seguirá creando y manteniendo una fuerte industria militar. Ahora está indefensa.
Son culpables. El Gobierno de España sigue su estela.
Nos manejan sin respeto y con ligereza buscan dominar el alma de los hombres. Contra ello solo hay algo muy complejo: luchar por la libertad; que exige mucho sacrificio y conocimiento.
Presten atención y no se dejen llevar por las imágenes que le penetran hasta convertirles en una simple pantalla receptora y hombre anuncio.
Es el poder de la fuerza que se inició con un gran poema: La Ilíada. El único cambio que desde entonces se ha producido es la introducción del deshonor como gran protagonista.
«Hay muchas terribles maravillas, pero ninguna más terrible que el hombre» (Coro en Antígona).
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
27 noviembre 2025














