A POR UVAS. FIN DE AÑO EN PLENA GUERRA SUCIA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La guerra sucia tiene su definición en el Diccionario de la RAE: << Conjunto de acciones que se sitúan al margen de la legalidad y combaten a un determinado grupo social o político>>.

Se entiende con claridad.

La guerra también tiene sus leyes y limpieza en la ejecución. Los tratadistas del Arte Militar no hablan de la guerra sucia, porque aquello que es sucio no es arte tratable. Sucio es lo contrario a la legalidad o a la ética. A alguno (s) le podrá gustar, pero ni es legal ni ético.

Claro que hablamos de la olvidada ética en la que el hombre de acción debe seguir como clase de vida la del honor (Ética a Nicómaco).

Ahora está de moda el anglicismo fair play, innecesario en una lengua tan expresiva y rica como la española: juego limpio que, como dice el Diccionario panhispánico de dudas, es conducta honrada en una competición o juego. Y es que se dan muchas patadas -sobre todo en la guerra política- que se han convertido en misiles. Guerra sucia, conducta alejada de la honradez.

La actual empezó en España un ya olvidado 11M. Tuvo sus consecuencias inmediatas el día 14. Aún las vivimos. Desde entonces la guerra sucia, de acuerdo con la definición, es lo oficial en determinados partidos.

Termina el año y el presidente en funciones la lidera. Una de las características es el hermetismo, la oscuridad y los enredos. Negociaciones en la oscuridad con los que se han puesto al margen de la legalidad para combatir a determinados grupos sociales y políticos.

Aún más grave, sin saber sabiendo, negociaciones que van camino de cargarse España con todas sus consecuencias. El presidente del Gobierno en funciones se sitúa al margen de la moralidad (política y de la otra) y nos mantiene a todos como peleles, mientras él añade ínfulas a su mitra presidencial.

No es bueno ni decente que terminemos el año en un horizonte de penuria política a la que el socialismo extravagante de Zapatero y Sánchez, junto al separatismo y terrorismo, nos están llevando.

No se trata del bienestar individual, ni de la derecha o la izquierda, ni de ideologías o formas de entender la vida. Se trata de nuestra casa, de nuestro futuro, de nuestra vida en común; en definitiva se trata de España. De salvar a España de su destrucción. Negocian todo lo contrario.

Despedir así el año es muy triste.

Por tanto al Año Nuevo le pido que se rompan las negociaciones que con separatistas lleva a cabo el señor presidente en funciones y que la cordura hágase en forma de pacto de Estado para salvar a la Nación: España.

Y si no, le pido nuevas elecciones con la lección aprendida. La de la ética.

Por si no lo recuerdan dijo el historiador Chang Yu: <<Clavad una cuña entre el soberano y sus ministros; o, si no, enemistadle con sus aliados. Sembrad entre ellos las sospechas mutuas, de manera que reine en ellos el malentendido. Así podréis conspirar contra ellos>>.

En argot taurino: Hasta la bola.

¿Es que no hay una mayoría de españoles que quieran una España unida? Parece que no. Si así fuese tomaríamos las uvas frente al Palacio donde se aloja el señor presidente; en funciones. Para que se explicase. Hasta que se explicase.

¡Nadie habla? ¿Nadie moviliza a nadie en defensa de la Nación, que está en grave peligro?

El presidente ha entrado a por uvas.

¡Feliz Año! Es un decir. Un imposible.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

31 diciembre 2019

Blog: generaldavila.com

ELLOS SON LA LEY. ¿Y DESPUÉS QUÉ? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Lo son todo. Ellos que saben mejor que nadie lo que no son; y que nosotros somos menos. El nosotros bien manejado (por ellos) es nada. A eso hemos llegado: ellos y nosotros. Un gran abismo nos separa.

No hay mejor forma de perder el tiempo que el empleado en hablar con un político. Es un yo continuo, un lugar común de ignorancia salpicado de imposición. Todos llevan razón y dedican su vida al servicio público. Tan es así que en estos años gracias a su servicio, público, hemos llevado a España a la mayor crisis vivida a lo largo de su historia. Al borde del abismo de la disolución.

Nos han convencido de que son capaces de <<Elevar a la categoría política de normal, lo que a nivel de calle es plenamente normal>>, y nos han vencido porque hemos creído. Evidente.

Dicen que en Aragón antes hubo leyes que reyes. Una sabia elección. Olvidada. No hay perfección donde no hay elección; antes que Baltasar Gracián lo dejó escrito Aristóteles en la Ética a Nicómaco. El hombre es lo que elige. Ser capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno.

Ellos son la Ley. Política y ley. Un oxímoron. Sin sentido metafórico. Real como la política misma.

Esta es la historia: Negociaciones con sangre. Criminales que han llevado a los suyos a ocupar las instituciones, cientos de asesinatos sin resolver y vaya usted a saber quiénes andan sueltos; GAL,  11 de marzo de 2014. Sangre vertida con la que se firman pactos. Escalofríos. No queda ni un grito angustioso de rebeldía. No queda ni quien arroje sobre ellos el vómito de la náusea.

Mejor no seguir; habría que abrir la cueva de Alí Babá y en ella no se cabría.

Por fin (o el fin): Golpe de Estado. Nunca en la historia de España se había logrado alcanzar la meta de la disolución de España. Sangre, temor y lágrimas. Este es el servicio público que han prestado nuestros políticos. ¡No todos!, exclamarán los más. Hagan ustedes mismos la selección. Los hechos son los que son.

No hay más elección sino la de ellos. Ellos nos eligen. Una manipulación cada día más temprana. Consiste en dominar los medios y ser la ley. Harás y elegirás lo que te digamos. El dominante se impone hasta la siguiente pelea.

La ETA se impuso. Ganó. Otros esperaban esta victoria para inaugurar la suya. La disolución de España.

La Ley: terroristas e independentistas, con la suma de los que de ellos se sirven para gobernar. La siguiente victoria será la que ya han obtenido, pero refrendada por la Ley. Porque ellos son la Ley. Elevarán a la categoría política de normal la disolución de España. ¿Se aceptará a nivel de calle? Para ello nos preparan.

Todas las preguntas tienen respuesta. Nos han robado el poder elegir y elegir bien. Son la Ley.

Solo me queda una por resolver: ¿Y después qué?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

1 julio 2019

DON JULIO (EL EXJEMAD) Y LA ÉTICA A NICÓMACO (General de División Rafael Dávila Álvarez)

DON JULIO (EL EXJEMAD) Y LA ÉTICA A NICÓMACO (General de División Rafael Dávila Álvarez)

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El exjemad se quedó sin pegada

‹‹Buen día. Si hay algo deprimente es que la mitad de los electores no quieren ningún cambio. No creen en la ética, y eso… empieza a ser peligroso››.

Son palabras, escritas en tuiter, por el que ahora se cree aristotélico personaje, el exjemad y candidato frustrado de Podemos. Profunda reflexión después de su nuevo fracaso. Pretende reescribir la  Ética a Nicómaco insultando a los votantes, a la mitad de los votantes. Mis conocimientos sobre la ética son humildes y escasos ya que solo llegué a general dentro de la  acepción del diccionario de la RAE que dice, General: lo más común. Por tanto les ruego disculpen la simpleza de mis argumentos que no alcanzan los niveles del tuit del exjemad.

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Todos llevan el paso

Voy a empezar recordando la anécdota del soldado que desfilando en formación llevaba el paso cambiado, pero su madre le aplaudía rabiosamente mientras gritaba: ‹‹Ese es mi hijo. Sí, aquel, el único que lleva bien el paso››. En este caso concreto el Sr. Rodríguez y su diminuta e inapreciable escuadra parecen ser los únicos que lleva el paso correcto mientras que el conjunto de España va con el paso cambiado y a trompicones. Para colmo, este peligroso ex, con más resabios que el famoso toro Ratón, considera a la democrática opción de media España como “un peligro”. Nos vamos conociendo, caballerete. Encantado de no haberle conocido, aunque era verdad lo que me contaban… entonces y ahora.

Me viene a la cabeza otra anécdota que parece dedicada al Sr. Rodríguez. Es de aviones y pilotos.

Durante los inicios de la Guerra Civil un Junker que había dejado tropas en Sevilla volvía a Tetuán cruzando el Estrecho. En medio de la travesía el avión empezó a fallar alarmantemente. La tripulación la componían el capitán piloto y un mecánico.

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¿Dónde está mi paracaídas?

El piloto, alarmado ante el inminente riesgo, gritaba al mecánico.

-¡Los paracaídas, busca los paracaídas…!

El tiempo convertido en eternidad desesperaba al piloto al ver que el mecánico no aparecía ni daba señales de vida con los paracaídas.

Después de minutos de angustia apareció el mecánico en la cabina abrochándose las últimas correíllas de su paracaídas.

-¿Dónde está mi paracaídas?

Gritó enfurecido el capitán.

-Mi capitán es que su paracaídas no aparece por ninguna parte.

Todo quedó en un susto y aterrizaron sin problema. Otra cosa es lo que después de aquello sucedió en la relación piloto y mecánico.

GRA123. MAJADAHONDA (MADRID), 20/12/2015.- El número dos en la lista electoral de Podemos por Zaragoza, Julio Rodríguez, vota en el colegio electoral San Pío X, en la jornada de elecciones generales del 20D. EFE/Emilio Naranjo

GRA123. MAJADAHONDA (MADRID), 20/12/2015.- El número dos en la lista electoral de Podemos por Zaragoza, Julio Rodríguez, vota en el colegio electoral San Pío X, en la jornada de elecciones generales del 20D. EFE/Emilio Naranjo

Señor Rodríguez, usted que nunca pilotó, ahora que lo ha intentado, le han dejado sin paracaídas en un momento en que la aeronave se viene abajo.

¡Grite, grite, Rodríguez! Todos llevan su paracaídas puesto y el suyo no aparece por ninguna parte.

Es la ética con significaciones gnoseológicas, socrática, aristotélica, marxista o socialdemócrata. ¡Qué cosas!

Le han dejado solo… ¿Como se le ocurre presentarse en Zaragoza donde se ubica la Academia General Militar o en Almería donde está la Legión española?

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La ética se demuestra andando

Se ve claro que el cambio no va con usted y arrastra lo que le duele. No se va a librar de ello, aunque cuando se creía pilotando, los suyos, los de la ética, le han dejado solito a los mandos… y sin paracaídas.

Agárrese que viene curva.

Usted no es Aristóteles ni nosotros Nicómaco. Y la ética se demuestra andando.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez