LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN LOS LIBROS DE TEXTO (Quiero ir a la cárcel si es por la libertad) Rafael Dávila Álvarez

En España cada vez hay más fascismo y para que se den cuenta de lo que digo solo hay que acudir a la tercera acepción del término que recoge el Diccionario de la RAE: «Actitud autoritaria y antidemocrática que socialmente se considera relacionada con el fascismo»; y el mismo Diccionario define al fascista, entre otras cosas, como alguien «excesivamente autoritario».  A mí que un partido adopte una actitud autoritaria me da igual ya que es un problema de sus votantes que si lo admiten es por su carácter borreguil. Otra cosa es que ese o esos partidos formen Gobierno e impongan al conjunto de la sociedad un régimen autoritario con la disculpa de que son mayoría parlamentaria y, por tanto, pueden incluso reescribir la historia.

La nueva Ley de Memoria Democrática que se cuece para nuestra desgracia —y de nuevo enfrentamiento— se encuentra en discusión en el Congreso de los Diputados español, donde mandan socialistas leninistas, comunistas, herederos de los terroristas, e independentistas (¿esa es España?). Entre las modificaciones introducidas a la atroz «ley democrática» (un sarcasmo) han pactado, el PSOE y Unidas Podemos, unas enmiendas a su proyecto: «desarrollar en los libros de texto y materiales curriculares la represión que se produjo durante la Guerra y la Dictadura». Dicen que «para que no se repita la historia», es decir que piden lo contrario, la venganza, que es a lo que conducen las dictatoriales propuestas de estos personajes.

Cuando se tiene la mayoría parlamentaria es el momento de demostrar el talante democrático de los partidos y su obligación de respetar a todos y no a su mayoría (ficticia siempre), que por supuesto no es la de un parlamento, sino la de la nación, los millones que no te han votado, que piensan de otra manera, que no piensan de ninguna, que les da igual, que están en contra. Al menos ese grupo está formado por un 50%, es decir las dos Españas, y la mejor manera de comprobarlo es enfrentarlas con lo que les llevó a encontrarse en los campos de batalla hace ya muchos años, los de la historia, impulsado por una larga lista de desaprensivos políticos que no renunciaban ni al asesinato para conseguir sus propósitos como el de don José Calvo Sotelo que hace unos días recordaba.

Sin duda no volveremos a ello, Dios lo quiera, pero mejor dejar la bicha en paz y no remover eso que huele tan mal no vaya a ser que termines hasta el cuello.

La democracia no lo justifica todo, como pretenden. No puede vivir media nación pendiente de la otra media en cuestiones vitales. No se es todo por ser presidente de un Gobierno ni por tener mayoría parlamentaria. Eso va contra la esencia de la democracia.

Debería recomendarles la lectura de Panfleto contra la democracia del maestro Gustavo Bueno. Si no fuese por lo que es, estas navidades se lo remitiría a Moncloa junto a mi libro (disculpen la ironía) La Guerra Civil en el Norte para que aprendan el significado de la be con la u.

Están convirtiendo la democracia en un panfleto. Lo define muy bien el mundo de la filosofía cuando alguno de sus grandes pensadores habla de las redes del poder. La que manda ahora en España es una de ellas, de la que desconocemos casi todo, aunque claves hay en aquello que ahora quieren reescribir por ley, ya que allí perdieron parte de esa red que ahora han reconquistado. No dejen de pensar en esto último que les digo.

Hoy se les llena la boca a esos falsos demócratas cuando dicen, como si de una declaración religiosa se tratase: «Yo soy demócrata», como el que dice «yo soy cristiano». Son los personajes constituyentes de una constitución en la que se habla de enseñanza democrática, convencidos de la existencia de una historia democrática, matemáticas democráticas y filosofía democrática. ¡Enseñanza democrática! Ahí está el truco de la mafia democrática: votar, por ejemplo, el Principio de Arquímedes y si sale «no», no existe Arquímedes ni su principio, aunque los barcos sigan flotando.

¿Qué significa todos, o muchos, en la escena política? Solo una cosa: reírse en la cara de sus votantes, decirle al de partido de al lado «ahora me toca a mí»; en definitiva: su propio beneficio.

Vuelvo a recomendarles el libro del profesor Gustavo Bueno: Panfleto contra la democracia.

Tramas de corrupción consensuadas. Con el fanatismo como motor impulsor.

¿Van ustedes a creer en las imposiciones ideológicas de los partidos políticos que hablan de memoria democrática como el que habla de matemáticas democráticas?

Represión franquista. Me suena la socialista. Comunista. Anarquista. Cenetista. Caballerista. Zapaterista. Sanchista. La que hemos sufrido bajo un ilegal Estado de Alarma, inconstitucional, único en los países democráticos, que les ha servido para someternos, para acabar con la oposición y acabar con la Nación y el Estado.

¿Represión franquista? Dictadura soberana la de un Gobierno que ha sido inconstitucional, que ha gobernado con ilegal mandato.

Ya veo que a pocos le importa. A mí sí y por ello me tomo la molestia de cada día denunciarlo a cambio de nada o si acaso de disgustos al quedar señalado. Hasta por los que menos ustedes se piensan.

Puestos así y con la nueva ley sectaria, la nueva historia, la nueva represión socialista, hago una seria reflexión: pido unos años de cárcel a cambio de ganarlos en libertad. Si me tienen que abrir las puertas de la cárcel para y por la libertad ¡ábranse las puertas!

Mientras se abren para que salgan los asesinos de la ETA entremos los que de ellos fuimos víctimas.

¿Represión franquista en los libros de texto?

Me parece percibir un peligroso fundamentalismo democrático.

Decía el profesor Gustavo Bueno que había que triturarlo. Aprendamos.

Rafael Dávila Álvarez

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20 diciembre 2021

 

 

GENERALES EN CUBA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Algo tendrá el agua cuando la bendicen, decía mi abuela como si supiese que los rumores insistentes terminan en la confirmación o en el ocultismo. En cualquier caso un rumor no es una noticia, sino un intento para ver por donde sale. Ahora veremos en lo que queda eso que dicen de los generales cubanos muertos. No tendrá largo recorrido porque generales no hay muchos; cubanos menos.

En la guerra los generales no suelen morir. Sus menesteres parecen otros. En la civil española solo murió uno, heroicamente, era almirante, el Comandante del buque Baleares.

En la paz, como todos, cuando llega su hora.

Ya se sabe: morir en el combate es el mayor honor; lo peor es vivir siendo un cobarde.

La cobardía, pero no olviden ustedes la traición. Cobardía y traición están hechas con los mismos ingredientes. Es toda una técnica comunista que bien encaja como el arte de la alevosía: a traición y sobre seguro.

Esto es Cuba ahora.

Algún español fue general del Ejército de la Revolución cubana. Incluso antes, aquí en España, fue capitán de la Legión, que eso si que es ser, y llevó a cabo en la civil un desembarco en Mallorca del que se reía Indalecio Prieto. Se fue a Cuba y murió siendo general con estrellas voladoras.

Nos cuentan que hay un virus que está matando a los generales en Cuba. Van seis.

Los mata para siempre y los remata la sospecha y el silencio.

En esto de la información uno se siente desamparado. Los hechos son los que son, pero las explicaciones nunca son, sino que parece. Sobre todo cuando el comunismo anda por medio. Esta cosa del comunismo no es el hombre del saco. Es. Una religión ante la que el mundo se arrodilla y los generales mueren en un porcentaje diseñado por los soldados del comunismo.

Da lo mismo Cuba que España. El comunismo es el mismo, aunque los métodos se ajustan a la geografía y a los tiempos. Son tan cansinos que siempre alcanzan su meta, como la estalactita acaba abrazando a la estalagmita.

Solo hay que darles tiempo, aunque aquí les damos tiempo y espacio. Dinero también.

Esto no es Cuba, pero cada vez se le parece más y ellos están en todas partes.

Lo de los generales ya se sabe. Es lo más común, frecuente, usual. Según leo en el Diccionario de la RAE.

Me quedo en Capitán, aunque sea de bandidos.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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1 de julio 2021

LA POLÍTICA Y EL TIRANO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Étienne de La Boétie escribe, mediados del siglo XVI, Discurso de la servidumbre voluntaria o el contra uno: «En tener varios señores no veo ningún bien; que uno, sin más, sea el amo, y que uno sólo sea el rey».

Así empieza; con Homero: «Esto dice Ulises en Homero (Iliada, Libro II, vs. 204–205)…».

Uno solo sea el amo. Hay interpretaciones.

La Boétie: «Lo único que los hombres no desean es la libertad, y no por otra razón que ésta: porque, si la deseasen, la obtendrían».

En Diccionario de Adioses encuentro la cita del maestro Gabriel Albiac: «La libertad, los hombres no la desean… Su enfermedad es el placer de ser siervos». La claridad de La Boétie puede que no guste demasiado; rotundo, aclara todo. Todo. Y vemos que es así.

La política solo tiene un nombre: dominación. Dominantes son también los que están a la espera de ocupar el puesto, o no, pero, mientras lo logran, o no, forman parte de la especie. Dentro de la política de un partido se es casta. Sea el que sea. Puro despotismo: «Autoridad absoluta no limitada por leyes; también abuso de autoridad, poder o fuerza en el trato con las demás personas», nos dice el Diccionario de la RAE.

El resto somos dominados y formamos parte de su rebaño encerrado en el redil. Rediles o naciones que nos abren, más o menos, sus puertas al amanecer. Vigilados por el perro pastor, bien educado de fidelidades pagadas. Nunca le faltará un plato con pienso. Ahora de asesor, incluso de embajador o general. Ya  saben.

La política es un juego que no admite moderación ni humanidad. Nada de sentimentalismo. Al dominante y al dominado les separa un abismo insoslayable.  Metafísica.

Ante ellos se presenta una auténtica lucha armada invisible. Podría llamarse guerra defensiva individual, porque el hombre desde que nace está defendiéndose de lo que le rodea y le oprime, desde el hambre, la enfermedad, hasta su propio crecimiento, todo es una guerra permanente. Es por ello que, cansado, se deja dominar en busca de no tener que preocuparse del todo.

Esa relación de servidumbre es la que existe entre los políticos y nosotros los dominados que, como si fuese —que lo es—  la guerra, se asemeja a la de vencedor y vencido. Desde la política administran la fuerza que les da su condición y se escudan en ella para no ser administrados. Y hacer su justicia.

Pretender hablar de política justa es hablar de guerra justa. No existe, porque no hay justicia cuando el fin es que el otro cumpla mi voluntad y renuncie a la suya. Que es el fin de la política. Por la Ley o por la fuerza, es decir las armas. Simplemente eso, sin más, y sin menos, ni bueno ni malo, y hay que aprender a estar en ese campo de batalla en el que te plantas desde el nacimiento. Destruir al enemigo en la guerra. Alrededor de morir se  desarrolla vida. ¿Cuál es la diferencia?

La política y la guerra son lo mismo. Entre el militar y el político abundan las diferencias desde al menos el siglo XVII. Fue la política la que adivinó que su mejor instrumento de poder era la guerra y la utilizó para sus fines.

Hemos evolucionado hacia la catábasis. Lo avisó el mensajero en Orestes: «Porque así es la casta. Los heraldos saltan siempre del lado de los afortunados. Amigo de ellos es todo el que tiene poder y ocupa cargos en la ciudad».

De lo que no me cabe la menor dudad es que llevamos bien esto de vivir bajo la tiranía, en el placer de ser siervos de este (os) señor (es).

«Los bueyes mismos bajo el peso del yugo gimen, y los pájaros en la jaula lloran». Nosotros: bla, bla bla.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

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12 noviembre 2020

Blog: generaldavila.com

NO CABE UN TONTO MÁS. ¡A LAS CACEROLADAS! General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Eco y Narciso. Pintura de John William Waterhouse (1903)

Un conocido experimento social reúne en una sala de espera a varias personas puestas de acuerdo mientras un vídeo graba sus reacciones. Entra a su cita alguien que nada sabe del experimento y se sienta junto al grupo. De repente suena un timbre, señal para que pase el paciente, y automáticamente todos se ponen de pie. La persona que nada sabe queda extrañada por la actitud, pero la tercera vez que al sonido del timbre todos se levantan ella reacciona igual imitando la conducta del grupo. Al final queda sola y entran en la sala dos personas más que tampoco saben nada del experimento. Suena el timbre y se pone de pie. Los otros dos, extrañados, le preguntan que por qué se pone de pie.

-Es lo que he visto que hacen todos.

Pues de pie todos cuando suena el timbre. Se demuestra que la mayoría somos parte del montón y seguimos conductas sin saber por qué ni quién manda en ellas. ¿Borregos?

Con todos mis respetos. Me voy a referir a la acepción que recoge el Diccionario de la RAE en sexto lugar y de manera coloquial.

Tonto: <<Presumido o vanidoso>>. La definición demuestra que estamos más contagiados de tontería que de coronavirus.

Fue Santiago Amón quien sentenció: <<En España no cabe un tonto más>>. Tuvo que ser un hombre muy inteligente ya que fue expulsado del partido comunista por indisciplina intelectual, lo que le eleva a la categoría superior de la inteligencia y denota que estaba en lo cierto; él concretamente dijo lo que dijo al verse rodeado.

Un ganapán, rabadán, presumido y vanidoso, el más tonto de los tontos, cualidades reúne, es al que han elegido para conducir esta recua política que nos lleva nadie sabe dónde, nunca a verdes praderas.

Somos rebaño, dicho sea con respeto, y votantes capaces hasta de levantar la voz en tuiter o facebook creyéndonos que llega al cielo y tierra, a todos los oídos. Incluso en un blog como este nos creemos ser escuchados y observados. Todo es nada; de nada sirve.

¡Hombre es que no es el momento!, ¡ten en cuenta!, ¡hay que echar una mano! ¡este partido es de ley!, ¡me han dicho! ¡sé de buena tinta!, ¡dice fulano que es diputado y mi amigo…!

Luego, cuando te adentras en un partido o grupo, si puedes, analizas y unes aquello con esto, ¿pero tú por aquí?, no das crédito, se derrumba el púlpito, el confesionario y encima pretenden darte explicaciones, en las que siempre tú eres el equivocado… ¡Porque si tú supieras, si yo te contara!

Todo se derrumba en la proximidad, cuando llega la nómina, el aipad o el aifon,  y en el pueblo te saludan: ¡señor diputado!, el municipal muy marcial, y hasta el comunista ¡vaya usted con Dios! Todos iguales en ese decisivo momento de ser el más tonto, pero con cargo (al presupuesto).

Las ovejas balan, hasta que una se sale del rebaño, se acerca al pastor, le interroga y se convierte en una oveja indisciplinada intelectualmente.

¿A dónde va usted?; es en lo que se ha convertido nuestra democracia. Ganas no faltan: ¡a donde me da la gana!, aunque claro, luego sin explicaciones, ni leyes, ni democracia, ni fiscalía, ni derechos, ni libertades, ni nada de nada, son de 601 a 10.000 euros, y ante eso no queda otra -como Herodes-; por si acaso yo no salgo ni a por el pan.

El que manda. El más tonto, ordena: usted póngase en la fila de los tontos, y como hay tantos, y además hay que dejar la distancia, pues la fila llega a otra autonomía; y ya está el lío.

En la Academia Militar contábamos los días que nos quedaban para terminar el curso y todas las dianas alguno se encargaba de cantarlo: <<¡Quedan veinte y la loca!>>. La loca será ese día que llegará cuando todos los actuales ocupantes de la casa de los leones se vayan por donde han venido, todos, después de este desaguisado, que no sé cómo les queda vergüenza de seguir entre leones que se fundieron con los cañones de Tetuán.

Viendo la larga cola de tontos, bien dispuestos, uno detrás de otro, disciplinados y sumisos ante la autoridad competente, siguiendo al más tonto, he decidido no hacer más colas. Ni siquiera ese día que formamos para elegir al más tonto que nos va a gobernar a base de tonterías durante cuatro años. No volveré a participar en la elección. Quizá eso debiéramos hacer todos. Hemos visto que todo funciona mejor sin ellos. Podía titular: tontos entre leones. Los hay malos, los prefiero, uno se defiende mejor que de los tontos.

He decidió adoptar la postura de Santiago Amón y declararme en rebeldía intelectual a ver si tengo suerte y me expulsan. Solo pido que esa expulsión sea de la derecha, de la izquierda, del centro, de los extremos; y de los entrenamientos. Ni para dar sombra al botijo cuenten conmigo. Adiós. Me voy, pero tocando la flauta de Hamelín.

Definitivamente. Pueden borrarme del censo. Que cuando suene el timbre no pienso levantarme. Haré sonar la flauta.

Ahora que andamos recordando el LXXV Aniversario de la rendición de Alemania en la IIGM no estaría de más recordar que lo que queda del pacto Molotov-Ribbentrop, acordado el 23 de agosto de 1939 entre la Unión Soviética y Alemania, que se repartía Europa en dos zonas de influencia mediante protocolos secretos, es el comunismo. El que aquí ahora tenemos.

Molotov, un viejo bolchevique con sucesión en España.

Aún no hemos abierto los ojos para ver que comunistas, separatistas y etarras mandan en España. Abramos los oídos al toque de la flauta o de la corneta, porque una de las dos sonará. ¿A quién seguir?

¡A las caceroladas! ¿Pero hay alguien/algo más?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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12 mayo 2020

 

¿POR QUÉ FUERZAS ARMADAS A LO QUE SIEMPRE SE LLAMÓ EJÉRCITOS Y MARINA? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Se ha generalizado, además de oficializarse, de acuerdo con la Constitución, el término Fuerzas Armadas. ¿Por qué y desde cuando ese nombre? Seguramente si hacemos la pregunta todos contestarán que siempre se llamaron así: Fuerzas Armadas.  Pues no. Conviene aclararlo porque la cuestión no es caprichosa ni baladí. No suele darse puntada sin hilo.

Ya saben que el término guerra está casi prohibido en nuestra Ley de leyes, limitándose a utilizar esa palabra (maldita) tres veces y no para su definición, sino como de paso, en los artículos 15, 63.3 y 169: <<pena de muerte en tiempo de guerra>> -asunto ya zanjado-; <<que al Rey le corresponde declarar la guerra>> (?); y por último, <<no poder iniciarse la reforma constitucional en tiempo de guerra>>. Eso es todo.

Me viene a la memoria lo acertadísimo que estuvo mi querido Coronel José María Grande Urquijo, colaborador de este blog, cuando en una conferencia dijo: <<Las Fuerzas Armadas no son una ONG con pistolas>>, una cruda realidad que nuestra clase política hipócritamente rehúye mientras azuza los rescoldos de la hoguera.

Vamos camino de la emergencia, de sitio (de sitiar, claro), Fuerzas de Sitio, o de Emergencia, más acorde con el lenguaje de nuestra Constitución que contempla los estados de alarma, excepción y sitio, pero no el de guerra. Es curioso contemplar que la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio (Art. 32, uno) dice: <<Cuando se produzca o amenace producirse una insurrección o acto de fuerza contra la soberanía o independencia de España, su integridad territorial o el ordenamiento constitucional, que no pueda resolverse por otros medios, el Gobierno, de conformidad con lo dispuesto en el apartado cuatro del artículo ciento dieciséis de la Constitución, podrá proponer al Congreso de los Diputados la declaración de estado de sitio>>. Algo parecido hablando en román paladino, a la guerra (sin citarla, no vaya a ser…) ¿no les parece? Estado de sitio: <<cuando se produzca o amenace producirse una insurrección (que significa: levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo, de una nación), o acto de fuerza contra la soberanía o independencia de España…>>.  Es difícil ponerlo más claro. Suena cercano eso de <<o amenace producirse>>.

¿Más aclaraciones?

Leo en el Diccionario de la RAE:

<<estado de sitio

  1. m. estado que, ante una agresión a la integridad del Estado, se decreta otorgando poderes excepcionales a la autoridad militar>>.

Los que acaban provocando el enfrentamiento (es histórico) suelen presentarse como pacifistas, pero no son pacíficos.

El que fue (es un decir) ministro de Defensa, Bono, en su día ya propuso eliminar los artículos de la Constitución Española que contienen la palabra guerra por innecesarios. Claro. Para guerra, la que él dio.

Me he ido, intencionadamente, del tema que inicialmente planteaba.

Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Fuerzas Armadas o Ejércitos? ¿Fuerzas de sitio, de emergencias? Respuesta constitucional: <<Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire…>>.

La primera referencia al término Fuerzas Armadas que encontramos podría ser la Ley Orgánica del Estado de 10 de enero de 1967 cuyo título VI en su artículo 37 dice:<<Las Fuerzas Armadas de la Nación, constituidas por los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire y las Fuerzas de Orden Público, garantizan la unidad e independencia de la Patria, la integridad de sus territorios, la seguridad nacional y la defensa del orden institucional>>.

Sin embargo en el maremágnun semántico el artículo siguiente de aquella misma ley hablaba de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire y para nada citaba a las Fuerzas de Orden Público.

Es sin duda la creación del ministerio de Defensa la que consagra el término <<Fuerzas Armadas>>, con visión conjunta de los Ejércitos, con el importante detalle de que desaparecen del concepto las de Orden Público.

También comprobamos que el término ejército en la acepción del Diccionario de la Real Academia Española es referido únicamente al conjunto de fuerzas aéreas o terrestres  de una nación, definiendo la Armada (en su acepción núm. 7) como el conjunto de fuerzas navales de un Estado. Es decir que la Armada es Fuerza Armada, pero no ejército. ¿O es el brazo naval de las Fuerzas Armadas como decía la II República? Aquello de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire, en conjunto, ya no está dentro del lenguaje al uso.

En fin podíamos seguir perdidos en la semántica y terminología distinta para decir lo mismo, o no. Ejército, Armada, Fuerzas de Tierra y de Mar, Marina de Guerra, Fuerzas Nacionales de Tierra, Mar y Aire; o Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, como se denominaban bajo el primer ministerio de Defensa creado en 1938 de quien dependían los ministerios de Tierra, Marina y Aire.

En resumen y de acuerdo con nuestra Constitución <<Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire…>>.

Queda claro. Y de guerra nada, sino Estado de sitio.

Como Alejandro Magno: el sitio de Tiro. No es mala la idea.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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A POR UVAS. FIN DE AÑO EN PLENA GUERRA SUCIA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La guerra sucia tiene su definición en el Diccionario de la RAE: << Conjunto de acciones que se sitúan al margen de la legalidad y combaten a un determinado grupo social o político>>.

Se entiende con claridad.

La guerra también tiene sus leyes y limpieza en la ejecución. Los tratadistas del Arte Militar no hablan de la guerra sucia, porque aquello que es sucio no es arte tratable. Sucio es lo contrario a la legalidad o a la ética. A alguno (s) le podrá gustar, pero ni es legal ni ético.

Claro que hablamos de la olvidada ética en la que el hombre de acción debe seguir como clase de vida la del honor (Ética a Nicómaco).

Ahora está de moda el anglicismo fair play, innecesario en una lengua tan expresiva y rica como la española: juego limpio que, como dice el Diccionario panhispánico de dudas, es conducta honrada en una competición o juego. Y es que se dan muchas patadas -sobre todo en la guerra política- que se han convertido en misiles. Guerra sucia, conducta alejada de la honradez.

La actual empezó en España un ya olvidado 11M. Tuvo sus consecuencias inmediatas el día 14. Aún las vivimos. Desde entonces la guerra sucia, de acuerdo con la definición, es lo oficial en determinados partidos.

Termina el año y el presidente en funciones la lidera. Una de las características es el hermetismo, la oscuridad y los enredos. Negociaciones en la oscuridad con los que se han puesto al margen de la legalidad para combatir a determinados grupos sociales y políticos.

Aún más grave, sin saber sabiendo, negociaciones que van camino de cargarse España con todas sus consecuencias. El presidente del Gobierno en funciones se sitúa al margen de la moralidad (política y de la otra) y nos mantiene a todos como peleles, mientras él añade ínfulas a su mitra presidencial.

No es bueno ni decente que terminemos el año en un horizonte de penuria política a la que el socialismo extravagante de Zapatero y Sánchez, junto al separatismo y terrorismo, nos están llevando.

No se trata del bienestar individual, ni de la derecha o la izquierda, ni de ideologías o formas de entender la vida. Se trata de nuestra casa, de nuestro futuro, de nuestra vida en común; en definitiva se trata de España. De salvar a España de su destrucción. Negocian todo lo contrario.

Despedir así el año es muy triste.

Por tanto al Año Nuevo le pido que se rompan las negociaciones que con separatistas lleva a cabo el señor presidente en funciones y que la cordura hágase en forma de pacto de Estado para salvar a la Nación: España.

Y si no, le pido nuevas elecciones con la lección aprendida. La de la ética.

Por si no lo recuerdan dijo el historiador Chang Yu: <<Clavad una cuña entre el soberano y sus ministros; o, si no, enemistadle con sus aliados. Sembrad entre ellos las sospechas mutuas, de manera que reine en ellos el malentendido. Así podréis conspirar contra ellos>>.

En argot taurino: Hasta la bola.

¿Es que no hay una mayoría de españoles que quieran una España unida? Parece que no. Si así fuese tomaríamos las uvas frente al Palacio donde se aloja el señor presidente; en funciones. Para que se explicase. Hasta que se explicase.

¡Nadie habla? ¿Nadie moviliza a nadie en defensa de la Nación, que está en grave peligro?

El presidente ha entrado a por uvas.

¡Feliz Año! Es un decir. Un imposible.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

31 diciembre 2019

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BURRO SE ESCRIBE CON V. EL AVC TAMBIÉN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Desde el año 2005 la Fundación del Español Urgente (La Fundéu BBVA) hace verdaderos esfuerzos para que se haga un buen uso del idioma español en los medios de comunicación. Es una fundación fruto del acuerdo entre el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria  y Agencia EFE, y cuenta con el asesoramiento de la RAE. Hoy junto al Instituto Cervantes y la Real Academia Española son las entidades que mejor cuidan el uso y la norma del español. Su magnífica labor va más allá de los medios porque se ha popularizado, gracias a Dios, y recibe a diario miles de consultas. Imprescindible para todo el que se preocupe, aunque solo sea por educación, del uso adecuado del español.

Tengo en mis manos la portada de ABC (edición de Sevilla) del pasado día 14 y ante mi extrañeza, no creer lo que leo, orejas de burro en la escuela de verano, consulto a la Fundación del Español Urgente que siempre responde con rapidez y argumentos. Lean: <<La ministra de Hacienda anuncia los trámites para convertir este área del puerto de Sevilla en una de las más grandes de España>>. Se refiere a la zona franca. El error es de concepto.

La respuesta no se hace esperar. Debería decir: <<esta área>>. https://www.fundeu.es/consulta/esta-area-29/

Da pereza explicarlo. Al cole una semana y asunto resuelto.

Grave error del ABC. Mejor poner burro con v. Acentúa el término y eso, en ocasiones, lo hace disculpable. Lo malo es tener el concepto equivocado.

«Limpia, fija y da esplendor», es el lema de la Real Academia Española. Debería serlo también de los medios de comunicación.

Sin duda que un error lo tiene cualquiera, pero debería tener consecuencias.

“Garantía: Compromiso temporal del fabricante o vendedor, por el que se obliga a reparar gratuitamente algo vendido en caso de avería”, dice el Diccionario de la RAE.

El pasado día 14 el periódico ABC se ha vendido con avería, grave, tan grave que ya no sé si es ABC o AVC.

Que me devuelvan el dinero. ¿O ha caducado la garantía?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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19 agosto 2019

MILI KK. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Llevo varios día oyendo y leyendo comentarios, al menos injustos, pocos, pero lo suficientemente graves, a raíz de la, ahora sí-ahora no, prohibición a los ejércitos de la asistencia al Salón de la Educación de Barcelona. Hablo de comentarios injustos, aunque debería decir otra cosa, sobre todo por ser fruto del desconocimiento, que suele llevar mala intención, como es el caso, cuando hay odio, ganas de ofender, vísceras en las palabras, sapos y culebras, demonios que salen por los oídos y nariz, mala baba (léase según Diccionario de la RAE: mala intención), y además de todo eso algo te hace ver, oír y pensar, que no hay otra razón, para así expresarse, que la rabia contenida contra algo, los soldados, que te hace hablar, de ellos, de lo que hacen, sin ton ni son, sin conocimiento de causa.

No importa. Que hablen, que insulten, que ofendan, que usen su libertad para hacer con ella lo que quieran, dentro de la ley, que para defender esa libertad que lo permite, dentro del respeto a la ley, siempre habrá un soldado, ese que no les gusta y al que insultan.

Pero ruego que usen también su libertad para aprender, estudiar, observar, razonar, y muchos más ar, sin que esto último tenga nada que ver con la voz ejecutiva militar ni surja del verbo odiar. 

Todos queremos la paz. Para eso estamos y eso enseñamos. Los militares más que ningún otro. Educar es de una amplitud tal que nunca se abarca su totalidad. Los militares son pacíficos y los pacifistas crean conflictos que luego tienen que remediar los pacíficos militares. La violencia suele surgir allí donde han desaparecido los ejércitos, donde no los hay. El primer paso para el orden y la paz es la presencia de los militares, un ejército. Claro que estas cosas se aprenden en la historia, con cultura, leyendo, observando, conociendo los signos de los tiempos y no con sectarismos, odios y rencores. La violencia, el odio, es peor que la guerra, la genera, porque reside en el corazón humano; una postura de irremediable enfrentamiento a la que solo es necesario dotarla de la fuerza para convertirse en guerra.

Oigo: educación para la paz, el diálogo, la palabra, el entendimiento, tanques, pistolas, metralletas, un avión, un caza, una mezcla explosiva muy lejos de la idea de educación en la paz. Oigo graves insultos dirigidos a nuestros soldados por asistir a un Salón de la Educación, en una mezcla de ironías de bajo nivel, que las hay, y tópicos de taberna, que los hay. Solo es posible responder con cultura y enseñanza. Se lo explicaré por enésima vez. Ya sabe quién corresponde a quién se lo dirijo.

Solo un Ejército formado en valores es capaz de dar paso a un futuro en paz y orden. Formación e información son, hoy por hoy, las casi únicas armas que tenemos para luchar contra la violencia, el terrorismo, la guerra. Formación moral e intelectual, que es la que nuestros soldados imparten mediante el conocimiento y el ejemplo. Los Ejércitos no están exclusivamente para hacer la guerra sino para evitarla, pero si esto no fuese posible, luchan y combaten bajo estrictas normas de respeto al enemigo y protección a la población civil. Los ejércitos han evitado más guerras que las que han provocado, decía Ortega y Gasset. Allá donde la violencia dirige y controla, solo la creación de un ejército en valores puede llevar el orden y la ley.

Todo esto, la paz, la convivencia, se logra con educación y respeto, y a ello contribuyen los soldados, tanto en Irak o Mali donde se dejan la vida, o en el Salón de la Enseñanza de Barcelona donde testimonian su educación y cultura de paz, sin gritos, sin voces, sin exageraciones, con humildad y respeto. Ni siquiera exigen que a ellos se les tenga, y aguantan estoicamente las opiniones, incluso cuando dejan de serlo y pasan a ser graves acusaciones.

<<Estos son españoles, ahora puedo
hablar encareciendo estos soldados
y sin temor, pues sufren pie quedo
con un semblante, bien o mal pagados.

Nunca la sombra vil vieron del miedo

y aunque soberbios son, son reportados.

Todo lo sufren en cualquier asalto;
sólo no sufren que les hablen alto>>.

Repasen los violentos de la palabra su corazón, no sea que este albergue la semilla de la guerra. La palabra muchas veces es una artillería de largo alcance y efectos devastadores que llega a cualquier rincón del mundo y es capaz de encender la llama de la guerra que luego tienen que apagar los soldados. Una palabra que aprendieron en aulas del conocimiento donde también se aloja el mal.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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21 noviembre 2018

 

EL COMENTARIO DEL DÍA «LA PLURINACIONALIDAD» General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Llega la «plurinacionalidad» (?)

No saben lo que eso significa. El Diccionario de la RAE no lo define. Sí plurinacional: De múltiples naciones. El artículo 2 de la Constitución introdujo perversamente el enfrentamiento: ‹‹La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas››. Nacionalidades equivale a confusión. Incluso el mencionado diccionario la introdujo al definir, en su tercer significado, como nacionalidad: ‹‹Comunidad autónoma a la que, en su Estatuto, se le reconoce una especial identidad histórica y cultural››. Ya está el lío organizado. La gran mayoría, en nuestros limitadísimos conocimientos, entendemos lo de Nación con mayúscula y lo de Autonomías,  pero ir más allá es jugar con fuego. Si a eso le sumamos intereses y partidos el resultado es preocupante. ¿Quiénes realmente defienden la unidad de España sin fisuras y sin extraños vocablos que permiten lo uno y lo otro dependiendo del interés del momento? Hagan la suma por partidos políticos y se encontrarán que vamos camino de perder a España por goleada. Solo es cuestión de intereses y falta de responsabilidad. Podemos encontrarnos en un espacio muy breve de tiempo con la desaparición de la Nación española. En menos tiempo del que nos creemos. Luego volverá aquel famoso: ‹‹No era eso, no era eso››y la soledad como ‹‹la velada de Benicarló››. Peo ya será tarde.

Las bases están puestas. Los movimientos ya se han dado. Hoy se ha culminado el que faltaba y ahora solo queda ampliar y cerrar el pacto. ‹‹España, nación de naciones›› ha ganado; ya está aprobado por el Congreso del PSOE el reconocimiento del carácter plurinacional de España, ‹‹la plurinacionalidad›› (?). ¿Después que viene? Federalismo, autonomismo, autogobierno, nacionalidades, cualquier cosa menos España. Nunca pude imaginar, ¡qué tiempos aquellos!, que aquel que nos anunciaba que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió fuese un profeta de tal magnitud y que esto que ahora ocurre es a lo que se refería.

Pues sí señores coincidimos con Alfonso Guerra y lo hemos dicho antes que él. Aplicación del 155. Nos congratulamos de no estar solos en nuestro pensamiento. No éramos rancios soldados. Los hechos cantan. El que fue vicepresidente de España pide aplicar el artículo 155 de la Constitución y que se expliquen las razones por las que no se hace. Luego lanza la pregunta al secretario general de su Partido, Pedro Sánchez: ‹‹España nación de naciones… ¿de cuantas naciones?…una solemne bobería››. Constitución española. Art. 155

Esto se complica y es cada vez más necesario que aparezcan los hombres de Estado y pongan orden y concierto. España se nos va, se les va, de las manos y todos somos responsables.

Todo empezó con aquel artículo 2 y ahora sigue con su interpretación al libre albedrío. Luego vendrá el resto del articulado, el 1, el 2…

Antes de lo que nos esperamos. Tiempo al tiempo. ¡Ah! ¿Que no era eso?

General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

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18 junio 2017

EL COMENTARIO DEL DÍA: GUARDIOLA… ‹‹TOITO TE LO CONSIENTO MENOS QUE FALTES A MI MARE›› General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Guardiola con la camiseta de la Selección Nacional de España

El fútbol manda y mucho. Si no de qué iba yo a preocuparme en escribir el nombre de este señor. Pero al margen del deporte, al que ha hecho flaco favor con sus declaraciones, lo dicho contra España no tiene más calificativo que el de mentiroso. Ya sé que a la mayoría de ustedes les parecerá poca cosa para definir su postura, pero no hay nada peor en la conducta del ser humano que ser mentiroso es decir: ‹‹Que miente, y especialmente si lo hace por costumbre››. Esa es su conducta. Como para fiarse aquí del amigo. Y le define muy bien porque su conducta es reflejo de la gran mentira a la que pretenden someternos los provocadores del independentismo catalán. Provocar, encaja perfectamente en su postura que define el diccionario de la RAE como ‹‹Delito consistente en incitar públicamente a alguien para que cometa una acción delictiva››. Pues como el que oye llover. Provocador y mentiroso.

Pero claro si entramos en otro modo de ver las cosas entonces me entra un no sé qué, que qué sé yo. Y hace que me repita y vuelva a recurrir a Rafael de León.

‹‹Toíto te lo consiento
menos faltarle a mi mare
que a una mare no se encuentra
y a ti te encontré en la calle››

Si la cosa no fuese tan grave sería aburrido. Pero es grave, muy grave y los españoles, todos, catalanes también, están hasta las narices de los provocadores que pretenden arruinar sus orígenes e historia: España. Entre sus lindezas ha recurrido a la comunidad internacional para ‹‹enfrentarse a los abusos de un Estado autoritario››, el mismo que le permite decir lo que dice. Como en Qatar.

Guardiola es entrenador de fútbol español, le guste o no, y más vale que cambie de nacionalidad si quiere dejar de serlo. No hay ni habrá otra manera de dejar de serlo. Por mi parte adelante, que no se sienta oprimido ni estreñido.

Su fama como deportista, también conseguida con los colores que le oprimen, no le da derecho al insulto ni a la mentira. No es un deportista, es un provocador, agitador y mentiroso. Lo siento por los aficionados del FC Barcelona al que este señor acaba de hacer flaco favor.

Termino con el poema de Rafael de León.

‹‹Desde la cuna…
a mi mare de mi alma
la quiero desde la cuna,
¡por Dios! no me la avasalles
que mare no hay más que una
y a ti te encontré en la calle››.

Ya me entiende.

General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

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13 junio 2017