UN RESUMEN EN CLAVE MILITAR DE LA PASCUA MILITAR Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Para mí que esto de la Pascua Militar pierde fuelle. En la misma medida que lo hace lo militar y las tradiciones. De manera acelerada. No es ni malo ni bueno. Eso sí, todo ocurre sin darnos cuenta y por cuenta de otros que llevan las cuentas y dan cuenta de los resultados.

«Lo militar que pase a niveles mínimos y secundarios».

«Que destaquen sobre todo sus labores de emergencias y protección civil». Unos lo captan, otros ven en su vocación un cambio que los maestros de la modernidad militar deben explicarnos a los antiguos alumnos de la milicia. Un servidor aún está a tiempo de aprender. Lo que otros guisan y se lo comen.

El caso es que adivinar las claves (de eso se trata) de las palabras pronunciadas en actos como la Pascua Militar es un arte de difícil interpretación. En mi caso voy a darlas de manera radicalmente distinta a las que ustedes puedan leer o escuchar en los medios.

Simples interpretaciones más o menos ajustadas al conocimiento del medio que manejan.

Lo primero que llama la atención es que el Rey haya mencionado «los 10 años del cese de la brutal violencia de la banda terrorista ETA». Textualmente ha dicho:

«Además, precisamente, al cumplirse 10 años del cese de la brutal violencia de la banda terrorista ETA, quiero honrar con gran emoción la memoria y dignidad de las víctimas del terrorismo. Muchas de ellas pertenecían a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Enviamos a sus familias un mensaje de ánimo y de admiración. Su fortaleza y altura moral nos sirve de guía a todos los españoles».

El que tenga oídos… Porque entiendo que el Rey ha venido a subrayar que estos asesinos de la ETA, cuya brutal violencia era el tiro en la nuca o la bomba lapa, tienen a sus sucesores en activo y que ocupan un lugar determinante en la administración del Estado y que, para más inri, el allí presente ministro del Interior hace encajes de bolillos para concederles prebendas en sus negociaciones con los votos que le interesan; de los sucesores de la violencia. De la que nunca se han arrepentido ni han renunciado.

De ahí la necesidad de las palabras del Rey: «honrar con gran emoción la memoria y dignidad de las víctimas del terrorismo». Algunos (de los presentes y ausentes) no se han enterado. Vileza. No den otra interpretación a este sutil mensaje Real. Viene a cuento.

Todos esperábamos que el Rey —en eso educan a la sociedad—, destacase por encima de todo la actuación de las Fuerzas Armadas en su contribución con las Administraciones a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, las labores valiosas de rastreo y de vacunación en la Operación «Misión Baluarte» y ante las diversas necesidades y emergencias provocadas por desastres naturales como la tormenta invernal «Filomena», los incendios, las inundaciones, las crecidas del Ebro, y por supuesto en la erupción del volcán de La Palma.

Así lo ha hecho el Rey. Pero…

En mi humilde opinión el Rey ha querido destacar que eso está muy bien, pero que la misión fundamental de las Fuerzas Armadas, y en donde hay que invertir dinero y voluntades está en «ese esfuerzo cumpliendo las misiones y cometidos permanentes relacionados con la seguridad y defensa de España, y con nuestras responsabilidades internacionales en favor del mantenimiento de la paz, la estabilidad y la ayuda humanitaria».

La clave no está en profundizar en la «ONG Fuerzas Armadas», muy loable y vocación de otros ámbitos y Escuelas, sino en poner delante el horizonte de la Defensa y Seguridad que cada día es más complejo: «de cara este año 2022, quiero subrayar especialmente la celebración en España, el próximo mes de junio, de una nueva Cumbre de la OTAN. Será 25 años después de la celebrada en Madrid en 1997, en la que se afrontó el escenario estratégico que se abría tras la caída del muro de Berlín.

Esta Cumbre, como sabéis, llega en un momento crucial para los planes y la orientación estratégica de los próximos años; pero, además, representa un importante reconocimiento al compromiso de España con la OTAN y al extraordinario papel de nuestras tropas encuadradas en las misiones y estructuras de la Alianza».

Esa es la guía.

Presupuesto y materiales para la guerra; o su posibilidad. Presupuesto. Inversión en Defensa.  Es el eje de una nación seria en su Defensa y que participa en una Alianza como la OTAN. Dejémonos de monsergas y seamos «Ejército» y no ocupemos las misiones de otros organismos que la Administración debe fomentar con el adecuado uso de los recursos y no matar moscas a cañonazos.

Por ello el Rey ha recordado Afganistán y sus palabras dan que pensar:

«Allí nuestros militares trabajaron en condiciones muy difíciles, a más de 6.000 kilómetros del territorio nacional, y pusieron en valor —incluso adaptaron— las distintas capacidades de nuestras FAS.

Será preciso analizar y valorar junto a nuestros aliados los resultados finales de esta misión, y extraer las necesarias lecciones y enseñanzas».

Resultados catastróficos para todos. Una derrota inexplicable. Habrá que analizar y extraer lecciones y enseñanzas. Retirada.

Las naciones occidentales deben pensar muy en serio el panorama ofensivo/defensivo que tienen por delante. La amenaza es patente. Nadie quiere hacer uso de la palabra guerra, pero hay que estar preparado para la posible «guerra que viene». Hasta ahora, la última rendida se ha saldado con una retirada aún sin explicar: Afganistán. Crimea lo dejamos para otra ocasión.

He creído entender que el Rey ha mostrado preocupación por estos temas. Pero seguramente estoy equivocado y mejor lean las informaciones que los medios dan con ese repique de campanas que tan bien suena.

No es hora de ponerse medallas, sino de pensar muy en serio lo que tenemos por delante. Riesgo y graves amenazas.

Nosotros, además, eso lo tenemos dentro del despliegue propio.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

7 enero 2022

 

 

 

 

 

 

 

 

VIENTOS DE GUERRA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Napoleón abandona Fontainebleau. State History Museum, Moscú

«Cuando el mundo se encuentra sobrecargado de habitantes, el único remedio es la guerra, que provee a cada hombre, ya sea con la victoria o con la muerte» (Hobbes. Leviatán parte II, cap. 30).

Hay muchas razones para que el hombre emprenda la guerra y ninguna ha desaparecido de la faz de la tierra, es decir de su corazón. La biología y por tanto la economía están en primera línea.

Como señor de todas las cosas, la guerra a unos hace libres y a los otros siervos (Heráclito de Éfeso).

Cuando la filosofía existía la guerra estaba en su lugar y de ella se hablaba sin mentiras ni buenismo, sino como la dura realidad de su existencia; hasta que pasó a manos de los políticos que inventaron eso de los periodos de paz para esconder el hambre y la sed de justicia. No hay tal paz, solo una tregua; que ni eso.

El mundo nunca se ha decidido en una partida de ajedrez, si acaso en un tablero de fichas desparramadas donde solo en el juego se distinguía al rey del peón volviendo al final de la partida a la misma caja, como dice el proverbio.

Ahora todos reyes, todos peones.

Alguien se empeña en mover los peones de uno en uno y de frente o en diagonal, los mismos pasos que el rey, pero ellos son más y revueltos, él es único y definitivo.

El mundo guarda silencio y mientras caen los reyes los peones siguen su juego en una algarabía en la que también ellos mueren como ejércitos de hormigas.

Hay hormigueros que tienen los graneros vacíos, con muchas ganas de ocupar mayores espacios y se han fijado en los vecinos. No hay marcadas diferencias entre las hormigas y nosotros.

Los ensayos de ocupación hace mucho tiempo que empezaron. Desde la Gran Guerra todo está por decidir. Aquella que nunca acabó. La recomposición sigue en marcha y nada se ha quedado quieto, el movimiento sísmico no ha dejado claras las fronteras ni las almas de los hombres. Los Balcanes, Afganistán, Irak, y el juego se traslada a Siria o, si es necesario, a Crimea, Corea del Norte o Venezuela. Las piezas, los peones, son variados, y variables las condiciones.

Irán está ahí e Israel no deja ni un segundo de afilar sus picas y cerrar la formación.

En cada rincón de la tierra, en cada Estado, hay intereses, que no amigos. Europa pierde interés y amigos. El Reino Unido se va, da un portazo y se acerca a sus intereses que en este caso coinciden con la amistad.

Todos miran a Biden que no tiene a nadie a quien mirar. Espera sentado, somnoliento; ya le dirán que pieza del tablero coloca.

Los signos son analizados por los Estados Mayores de uniforme, se los presentan a los mandamases de la diplomacia política y, excepto los dispuestos al ataque, el resto no se lo cree. Que hay señales de guerra les dicen.

Ahí están, armas por medio, desarrollo nuclear por medio, situación caótica por medio, exhibición de fuerza, despliegues fronterizos, aéreos y superaéreos, vigilancia en el ciberespacio, las elecciones se manipulan de tal manera que tu voto cerrado introducido por tu mano en la urna, cuando se abre lleva el nombre de otro candidato distinto al que tu pusiste. La magia de la nueva guerra.

Las armas clásicas también se preparan. Disparan bombas que matan físicamente y ya están desplegadas, hombres y material. Las otras armas invisibles han causado millones de bajas entre las libertades.

Jordania es una pieza codiciada; hasta ahora de equilibrio. Cuidado.

Estamos entre las piezas revueltas de un puzle que no sabemos componer, una bomba mortal que solo espera a que alguien ponga su última pieza. Ya casi al final del juego la imagen que ofrece el puzle se vislumbra. Parece que dice: ¡Bum!

Quedan pocas piezas. ¿Quién pondrá la última?

Cualquier niñería, cualquier disculpa será buena, cualquier intromisión, cualquier lugar, olvidado, despreciado, desconocido: ¡Bum!

Creíamos haber roto el yugo. Duró unas horas, lo que daba de sí la cuerda que llevábamos al cuello. No es ninguna novedad. La Revolución por antonomasia fue encauzada a modo y manera de un General. La mayor mezcla de autoridad y libertad conocida hasta ese momento.

El resumen contempla que una sola batalla cambia el orden internacional y el estilo de vida de los internacionales. Fue Gaugamela o Waterloo; puede que Versalles, donde se dio una batalla dialéctica que de poco sirvió.

Contra la fuerza no hay otra cosa que una fuerza mayor. Así permanece en equilibrio hasta que hay otra aún mayor.

La insensatez dijo que la tierra no era de nadie, sino del viento.

Vientos que ellos convierten en tempestades: Guerra.

Solo falta añadir la crisis institucional de un organismo que parece desaparecido del mapa: la O.N.U. cuyo peso moral es inexistente y se balancea al compás de los cinco magníficos del Consejo de Seguridad; es decir nada o deberíamos decir de nuevo: Guerra.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

15 abril 2021

¿POR QUÉ FUERZAS ARMADAS A LO QUE SIEMPRE SE LLAMÓ EJÉRCITOS Y MARINA? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Se ha generalizado, además de oficializarse, de acuerdo con la Constitución, el término Fuerzas Armadas. ¿Por qué y desde cuando ese nombre? Seguramente si hacemos la pregunta todos contestarán que siempre se llamaron así: Fuerzas Armadas.  Pues no. Conviene aclararlo porque la cuestión no es caprichosa ni baladí. No suele darse puntada sin hilo.

Ya saben que el término guerra está casi prohibido en nuestra Ley de leyes, limitándose a utilizar esa palabra (maldita) tres veces y no para su definición, sino como de paso, en los artículos 15, 63.3 y 169: <<pena de muerte en tiempo de guerra>> -asunto ya zanjado-; <<que al Rey le corresponde declarar la guerra>> (?); y por último, <<no poder iniciarse la reforma constitucional en tiempo de guerra>>. Eso es todo.

Me viene a la memoria lo acertadísimo que estuvo mi querido Coronel José María Grande Urquijo, colaborador de este blog, cuando en una conferencia dijo: <<Las Fuerzas Armadas no son una ONG con pistolas>>, una cruda realidad que nuestra clase política hipócritamente rehúye mientras azuza los rescoldos de la hoguera.

Vamos camino de la emergencia, de sitio (de sitiar, claro), Fuerzas de Sitio, o de Emergencia, más acorde con el lenguaje de nuestra Constitución que contempla los estados de alarma, excepción y sitio, pero no el de guerra. Es curioso contemplar que la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio (Art. 32, uno) dice: <<Cuando se produzca o amenace producirse una insurrección o acto de fuerza contra la soberanía o independencia de España, su integridad territorial o el ordenamiento constitucional, que no pueda resolverse por otros medios, el Gobierno, de conformidad con lo dispuesto en el apartado cuatro del artículo ciento dieciséis de la Constitución, podrá proponer al Congreso de los Diputados la declaración de estado de sitio>>. Algo parecido hablando en román paladino, a la guerra (sin citarla, no vaya a ser…) ¿no les parece? Estado de sitio: <<cuando se produzca o amenace producirse una insurrección (que significa: levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo, de una nación), o acto de fuerza contra la soberanía o independencia de España…>>.  Es difícil ponerlo más claro. Suena cercano eso de <<o amenace producirse>>.

¿Más aclaraciones?

Leo en el Diccionario de la RAE:

<<estado de sitio

  1. m. estado que, ante una agresión a la integridad del Estado, se decreta otorgando poderes excepcionales a la autoridad militar>>.

Los que acaban provocando el enfrentamiento (es histórico) suelen presentarse como pacifistas, pero no son pacíficos.

El que fue (es un decir) ministro de Defensa, Bono, en su día ya propuso eliminar los artículos de la Constitución Española que contienen la palabra guerra por innecesarios. Claro. Para guerra, la que él dio.

Me he ido, intencionadamente, del tema que inicialmente planteaba.

Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Fuerzas Armadas o Ejércitos? ¿Fuerzas de sitio, de emergencias? Respuesta constitucional: <<Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire…>>.

La primera referencia al término Fuerzas Armadas que encontramos podría ser la Ley Orgánica del Estado de 10 de enero de 1967 cuyo título VI en su artículo 37 dice:<<Las Fuerzas Armadas de la Nación, constituidas por los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire y las Fuerzas de Orden Público, garantizan la unidad e independencia de la Patria, la integridad de sus territorios, la seguridad nacional y la defensa del orden institucional>>.

Sin embargo en el maremágnun semántico el artículo siguiente de aquella misma ley hablaba de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire y para nada citaba a las Fuerzas de Orden Público.

Es sin duda la creación del ministerio de Defensa la que consagra el término <<Fuerzas Armadas>>, con visión conjunta de los Ejércitos, con el importante detalle de que desaparecen del concepto las de Orden Público.

También comprobamos que el término ejército en la acepción del Diccionario de la Real Academia Española es referido únicamente al conjunto de fuerzas aéreas o terrestres  de una nación, definiendo la Armada (en su acepción núm. 7) como el conjunto de fuerzas navales de un Estado. Es decir que la Armada es Fuerza Armada, pero no ejército. ¿O es el brazo naval de las Fuerzas Armadas como decía la II República? Aquello de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire, en conjunto, ya no está dentro del lenguaje al uso.

En fin podíamos seguir perdidos en la semántica y terminología distinta para decir lo mismo, o no. Ejército, Armada, Fuerzas de Tierra y de Mar, Marina de Guerra, Fuerzas Nacionales de Tierra, Mar y Aire; o Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, como se denominaban bajo el primer ministerio de Defensa creado en 1938 de quien dependían los ministerios de Tierra, Marina y Aire.

En resumen y de acuerdo con nuestra Constitución <<Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire…>>.

Queda claro. Y de guerra nada, sino Estado de sitio.

Como Alejandro Magno: el sitio de Tiro. No es mala la idea.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

CONFUSIÓN Y DESCONCIERTO. UN POLÉMICO (?) TUIT (Equipo de Redacción del blog)

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Rafa Nadal luchando por España

‹‹La guerra no es triste porque levanta las almas… porque nos enseña que fuera de la Bandera, nada, ni aún la vida, importa. Gracias Rafa››.

Este es el tuit que puso anteanoche el Ejército de Tierra (@EjercitoTierra) y que a los pocos minutos borró con este otro:

‹‹Nuestra intención ha sido felicitar a Rafa Nadal. Pedimos disculpas si hemos herido vuestra sensibilidad. Retiramos el tuit››.

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Ejército de Tierra

Nos cuesta trabajo, nos aburre soberanamente, tener que salir al paso de un mal paso dado por el Departamento de Comunicación del Cuartel General de nuestro querido Ejército de Tierra.

Todo vino a cuento de la derrota de Rafa Nadal en el encuentro en el que se disputaba la medalla de bronce en las olimpiadas de Río. El responsable en esos momentos del tuiter del Ejército recurrió con más o menos acierto a nuestro premio Nobel de literatura, Camilo José Cela. La frase en cuestión pertenece al artículo A pie y sin dinero publicado en el diario El Alcázar en 1949 y reproducido en la revista “Tierra, Mar y Aire” en 1974.

Sí, el artículo estaba dedicado a Millán Astray. Decía la dedicatoria: A mi coronel el general Millán Astray. Pueden ustedes verlo en este blog ya que el pasado11 de mayo publicamos La Infantería en deuda con Camilo José Cela donde se reproducía el artículo del Nobel (http://wp.me/p3Eb9L-1nM).

ejercito-español

Es duro ser soldado

¿Sensibilidad herida? Efectivamente ha quedado herida la sensibilidad de nuestros soldados, de todos los que vestimos o hemos vestido el uniforme militar. Esa es la sensibilidad que debe importar y preocupar y no la de los independentistas que en tromba salieron a quejarse y que motivó una meliflua reacción (perdonen por no utilizar un término más adecuado) en el Departamento de Comunicación del Ejército de Tierra, retirando el tuit. Heridos estamos; heridos y sin ganas escribimos. No hace mucho ha surgido otra polémica con motivo de la decisión de la comisión para la memoria histórica de Madrid y la burla que nos han hecho con la propuesta de sustitución del nombre de la calle dedicada al general Millán Astray. Hemos escrito por activa y pasiva sobre la necesidad de que por los cauces establecidos o, como decía el general Pérez Alamán, por su propio honor y espíritu, la Institución Militar actuase con la debida firmeza ante la agresión a su código de conducta. Ahora ante una frase que, aunque fuera de su contexto, todos sabemos interpretar y darle sentido deportivo, nos arrugamos (?) y cedemos, pidiendo disculpas por si hemos herido sensibilidades (?). En definitiva y de acuerdo con lo que dice el diccionario de la RAE., una auténtica bajada de pantalones. Bajada de pantalones ante los que no cumplen la ley e instan a su incumplimiento o apoyan a que miembros de la banda terrorista ETA. puedan presentarse a unas democráticas elecciones. Confusión y desconcierto.

¿Por qué se ha retirado el tuit?

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Rafa Nadal. Nuestro abanderado.

 Rafa Nadal y Marc López se irritaron cuando al recoger el oro olímpico vieron una estelada en las gradas. Sí, Rafa Nadal y Marc López, dos españoles que combatieron en esta guerra por las medallas dando lo mejor de cada uno. Sí, por la Bandera, por España.

¿Por qué se ha retirado el tuit? ¿Tendremos perdida esta guerra?

Equipo de Redacción del blog