LA MINISTRA DE DEFENSA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Aquí se viene llorado de casa. Se gestiona, bien, sin politizar, y a otra cosa. Los premios y las condecoraciones son para los soldados (¿lo recuerda señor Bono?). Manifestaciones de respeto y nada más. Reciprocidad.

No nos conocemos. Me gustaría entrevistar a la ministra de Defensa. ¿Se dejaría? El reto lo lanzo y como sé que me leen por esas alturas, aunque no se confiesen, pues a ver si hay suerte.

Por sus obras los conoceréis. De entrada alguien que acepta sentarse en un Gobierno que pacta con comunistas de la Corte de Maduro, separatistas, personajes procedentes de los terroristas de la ETA y se sitúa a la cabeza  de las Fuerzas Armadas no me inspira ninguna confianza. A los soldados tampoco -No sé al radiotelegrafista, que todo hay que explicarlo: me refiero a Balboa-.  La misma que me inspiraba aquel ministro que se envolvía en la bandera de España y abrazaba a los obispos.

Recuerdo una audiencia, él en plan relumbrón, algo normal en el personaje, con generales en grupo, sin tiempo para individualizar, cuando le sonó el móvil y saltó su graciosa soberbia. Estas fueron sus disculpas (preparadas):

-¡Uy! ¡Perdón! Me ha ocurrido como al Arzobispo de Toledo. Hace unos días mientras decía misa le sonó el móvil. Como éramos muy pocos (ceremonia privada, ¡faltaría más!), íntimos, le dije, -¡Cójalo, señor Arzobispo, no vaya a ser Dios!

Debió esperar la sonrisa de los generales a la gracieta ministril, pero allí nadie rompió su hierática mirada. Olvidemos al personaje que sigue en todas las salsas; o sus peones. Algún día hablaremos de <<los generales de Bono>>.

Este ministerio de Defensa, el más cómodo de todos, es una puerta abierta a la vanidad y a descubrir la unidad de España. Desde el primer <<¡Capitán mande firmes!>>, que enseñó el discípulo a la maestra, todo son facilidades y respetuoso primer tiempo del saludo.

Todos los ministros (y los aspirantes) llevan dentro, los de un extremo y el otro, algo que parece congénito, piensan mucho en eso de cuadrarse. Alguno sabe lo que digo o quiero decir. Cuando escalan hasta el poder nada les gusta más que un saludo militar. ¡Cuádrese! ¿Usted no sabe quién soy yo? Algo que solo ellos dicen, no es un término usado en lo militar por innecesario. Así fue la entrada de Azaña en el ministerio de la Guerra. En ese aspecto lo mismo da una banda o la otra. Es obsesivo. Lo de las estrellas o entorchados en la bocamanga… ¿Se han preguntado por qué solo en el Ejército de Tierra las divisas no se llevan en la bocamanga sino en los hombros?

Recordémoslo: <<¡Cuádrese! Soy el ministro de la Guerra. Era de noche y en la oscuridad de las bujías, aprovechando las sombras, Azaña pone firmes al oficial de guardia del palacio de Buenavista, sede del ministerio de la Guerra. El general Ruiz Fornell le da posesión del cargo>>. Azaña acababa de cumplir un sueño infantil. A esas horas el niño Manuel sueña con su juguete: ¡Soldados! Pronto abrirá la cajita y sacará a sus soldaditos de plomo para organizar su peculiar ejército.

Yo sé de alguno que puesto a elegir entre ministro de Defensa o presidente del Gobierno se quedaría con ministro de Defensa. O como Azaña: las dos cosas. No viene al caso.

Lo que sí es el caso, es que este ministerio de la Defensa se ha movido siempre entre la ideología y la economía, lo que ha definido su trayectoria y que a la mera inspección de la figura se comprende. El resultado ha sido leyes y mas leyes al arbitrio del partidismo; y pobreza, mucha pobreza.

El ministerio de Defensa da bandazos con peligrosas inclinaciones a uno y otro lado, lo que acaba mareando a la tripulación y puede hacer zozobrar la nave. Las Fuerzas Armadas económicamente están en la ruina y su misión tampoco queda bien definida.

La ministra de Defensa actual no acabo de entender si lo es, o se lo hace, como dicen en la capital.

Sus constantes gestos de apoyo y reconocimiento, su equilibrado comparecer, sus justas palabras, su huida de jardines ajenos e incluso su acusada distancia del presidente de su Gobierno, son motivos que dan que pensar. ¿Es o se lo hace? Lo que está claro es que de su equipo sabemos que hay quién se hace pasar por, sin serlo. ¿Y ella?

La prueba del algodón se aproxima: Presupuestos.

Me parece que seguiremos llorando. ¿Con ella? ¿Era el poli bueno?

Me gustaría entrevistar a la ministra de Defensa. Espero su llamada y hablamos. Interesa su opinión. ¿Me recibe señora ministra? Si está muy ocupada puedo mandarle un cuestionario. Sería muy interesante para todos.

La primera pregunta ya se la hago desde aquí. ¿Se siente cómoda en un Gobierno con comunistas bolivarianos, apoyado por separatistas y ramas del tronco del árbol de la ETA? ¿Cómo explicaría eso a sus tropas cuya misión es garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional?

Todas mis preguntas irían por esa línea tan elemental y sencilla.

<<No vaya a ser verdad aquel refrán de que cuando el diablo no sabe qué hacer, con el rabo mata moscas>>. En Defensa, mosca que se mueve… Todas muertas. Hay muchos tipos de mosca. Yo tengo una detrás de la oreja. Podemos aclararlo.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

18 mayo 2020

LOS VIEJOS GENERALES DEL PSOE General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Me dicen que en el ministerio de la Guerra del PSOE están a la defensiva. Decía la Doctrina militar que la defensiva, que puede ser premeditada o impuesta, supone normalmente inferioridad de medios en relación con el contrario.

La situación es extraña y no contemplada en la Doctrina.

El caso es que en la actual coyuntura, con el socialismo herido de gravedad por la sentencia de los ERE, y más cosas, que saldrán, no veo que esta defensiva sea impuesta por un adversario que avanza. El adversario ni se mueve. Tampoco por la inferioridad de medios, que los tienen. Las causas de la debilidad del ministerio de la Guerra del PSOE, al mando del general Sánchez, por tanto, son extrañas ya que no queda definido el enemigo que ataca. Nadie les ataca.

Estábamos en estas, analizando el campo de batalla, cuando ha irrumpido uno de los espías infiltrados que trae noticias de la retaguardia enemiga. Un agente flotante, inteligente, prudente, que trata íntimamente al soberano Sánchez y a miembros de su nobleza, y que solo viene hasta nosotros cuando conoce la situación real.

Nos asegura que se han descubierto traiciones internas. Desde dentro, antiguos generales desaprueban las alianzas con las guerrillas que pululan por las sierras asaltando trenes y caravanas.

Circula un manifiesto firmado por los más antiguos generales del ejército del pesoe. En resumen:

Un general siempre teme la fragmentación y los extremismos. No se fía de las alianzas con combatientes que no siguen las normas de la disciplina y honradez en combate.

Dicen: Combatimos por y para nuestro pueblo, no para la mitad del pueblo. La retaguardia está unida a través de una Constitución que debemos respetar y hacer que se respete.

Todo esto denuncian. No están dispuestos a seguir a un jefe que les traiciona.

Denuncian que una fracción enemiga se ha introducido entre sus filas para dinamitar cualquier acuerdo de paz y progreso. Así perderán la guerra y tendrán que iniciar una larga marcha por el desierto.

Eso, y no otra cosa, ha hecho que el general Sánchez paralice su ataque contra todo y contra todos.

Acaba de darse cuenta que tiene un Ejército dividido y que el mariscal que lo fundó, el mariscal Zapatero, ha clavado una cuña entre el soberano y sus ministros y ha sembrado la sospecha de manera que reine entre ellos el malentendido

Al socialismo solo lo salvará el socialismo. Si es que tiene salvación.

¡Vaya Ejército el del mariscal Zapatero y el general Sánchez! Vendido al enemigo.

Confiemos en los viejos generales del ejército del pesoe. Ellos saben que el enemigo lo tienen dentro.

Al resto de ejércitos les conviene saber que es Doctrina de la guerra que <<la acción defensiva, por sí sola, jamás puede conducir a resultados decisivos y, por eso, cuando las circunstancias imponen su adopción, el mando debe limitarla en el tiempo y en el espacio>>.

A ver si pasan al ataque de una vez por todas.

Tu Mu: <<…La ley militar declara: Los que no avanzan cuando deben avanzar y los que no retroceden cuando deben retroceder, serán decapitados>> (Sunzi. El Arte de la Guerra).

Esto no es un juego de niños.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

22 noviembre 2019