LOS EJÉRCITOS Y LA ESPAÑA VACIADA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

El problema que se nos plantea es el de definir qué ejércitos queremos. ¿Lo tenemos claro? Porque eso de «valen para todo» es, además de falso, engañar al contribuyente.

¿Es que hay distintos tipos de ejércitos? Probablemente no, aunque sí. Depende de tu situación (geográfica, económica, y visceral), de tus intenciones, del peso político que quieras tener en el mundo, de la libertad, de la capacidad económica y comercial que proyectes, de tus presupuestos, de tus alianzas, pero sobre todo de la ideología política que arrastra a unos a un lado y a los otros al contrario. Esa es nuestra tragedia como nación. Depende mucho, también, de alguien que mande, entendido como se entiende el mando en los ejércitos, porque en España ese concepto de mando-servicio no se prodiga entre la clase política. De manera que llegan unos y muestran una estructura de ejércitos y llegan los otros, la desmontan, y se van a la estructura contraria. Así no hay presupuesto de Defensa que aguante y al personal (como los llamaba Azaña) lo traen mareado; a sus familias lo mismo de (..)breados.

¿Qué ejércitos queremos? Por tanto depende del partido en el poder. Unos hacen una cosa, los otros la contraria y ello responde a una cuestión ideológica, gran error ya que la Defensa, que también es Ataque (pero eso es otra cuestión más técnica que abordaremos en otra ocasión) no admite ideologías sino victorias o derrotas.

En nuestra reciente historia uno se sentaba con el sheriff y ponía los pies en la mesa y llegó el otro y le tiró piedras al tejado mientras le tocaba en semejante parte (al sheriff).

Después de cometido el error, expuesta la mentira —o dada la patada en semejante parte— todo se resuelve con una adecuada propaganda que hace ver que por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas. Es decir que hay distintos tipos de ejércitos, tantos como la propaganda quiera organizar. Los hay de todos los colores y con coloridas misiones. La guerra solo tiene un color: el de la tragedia; algo que solo se evita si te preparas para ella y lo exhibes. Disuasión y amenaza creíble. Lo demás son cantos de sirena. ¿Alguien nos teme?, o peor ¿alguien nos cree?

Refugiarse en Rávena de nada sirve cuando lo que arrastras contigo es debilidad. El lugar es importante, pero de nada sirve el más fortificado, o pantanos, si no va acompañado de la actitud.

Tener unos ejércitos preparados y bien dotados no es barato y mucho menos si son profesionales. Utilizarlos en cometidos distintos para los que están formados es más caro aún si cabe, además de engañar y rozar el uso indebido de los medios de la Administración.

Estamos construyendo —o destruyendo— unos ejércitos muy caros que se utilizan para cualquier cosa menos para su auténtico cometido que es cambiante y dependiente de la ideología errática: en su política de actuación interna y externa.

La imagen manipulada, fomentada, proyectada, difundida hasta la saciedad de ser una oenegé con pistolas ha calado entre el personal (también entre el de Azaña); y lo han hecho tan bien que hasta los soldados quieren ser de la UME. La Legión es simple folklore. Fíjense si estará bien hecho que fue obra de Zapatero. Con eso y la supresión del ministerio de Defensa queda todo dicho.

La despoblación en España es un grave problema y ahora se intenta parchear. ¿Quién mejor que los militares? En primer tiempo del saludo. ¿Qué más les da estar en Loyola que en Fuerteventura? ¿Sacrificios familiares? ¿Desarraigos? ¡Firmes!

Es un viejo problema el de las «Adaptaciones orgánicas» que los ejércitos (el de tierra básicamente) llevan sufriendo continuamente. No hay nadie que venga y diga: dejemos a la gente como está y arreglemos lo que tenemos y donde lo tenemos. No. Hay que cambiar, hacerse notar y dejar una huella de tristeza y desamparo a lo más valioso de los ejércitos: sus hombres.

Me echo a temblar cuando leo que se trasladan unidades a esas zonas de la España vaciada. Frenar la despoblación de ciertas zonas, ahora en concreto con el traslado de un Regimiento de Artillería y un batallón de Zapadores al antiguo Campamento de Monte la Reina (Zamora). Habrá más traslados.

Ahora recuerdo que erró Fuerteventura que echó a la Legión; ¿y los Cuarteles de Loyola: despoblación u otra población? ¿Cataluña?: si se pone tal y como están puestos ¿por qué no retiramos la Academia de suboficiales del Talar y la llevamos a Teruel, por ejemplo? ¿La Base Militar de Araca (Vitoria)? ¿Era mejor irse a Córdoba?

España no mira a ningún sitio, militarmente hablando.  Ni al norte ni al sur. No navega por ningún mar, ni vuela por aire alguno; tampoco transporta ninguna fuerza, sino que simplemente cambia a sus unidades de ubicación. Su estructura. El enemigo o adversario, que vaya usted a saber, cada vez está más despistado. Es una estrategia más. No precisamente la de la disuasión, amenaza creíble.

Seguro que ya está pensado el siguiente movimiento de unidades para una mejor ubicación. El caso es moverse y que nadie esté tranquilo: la BRIPAC a Tarifa y la DAC (¿cómo se llama ahora?) a los Picos de Europa con su Cuartel General en Bulnes sobre el desfiladero del Cares. La Logística, ya saben, donde mejores y más abundantes rutas haya: Los Ancares. En Madrid emergencias, que es lo suyo.

¿Es eso lo que queremos? Valemos para todo.

Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir.

Unos lo cumplen, otros se aprovechan de su cumplimiento.

Hagamos las maletas. De nuevo hay mudanza. Hasta la próxima legislatura que ya veremos.

¿Podría ser que a alguien se le ocurriese hacer en Zamora un gran centro de emergencias y protección civil nacional, con el personal civil cualificado y adecuado (civil), y que los ejércitos se dedicasen a su misión sin malgastar el presupuesto en misiones que no son las suyas?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

10 noviembre 2021

LOS CUARTELES DE LOYOLA Y LOS MILITARES Rafael Dávila Álvarez

Todo se junta y es que nunca se ha separado. Cuarteles de Loyola, PNV, Socialistas y los que piensan que España es una cuchufleta. Los Ejércitos una broma que hay que ir quitándose de en medio. «Capitán mande firmes», pronto lo aprendieron. De determinados militares, pobladores de Consejos de Administración, que llegaron con aquel viento al que la tierra pertenece. La liaron parda.

Lo que yo sé es que esta operación de Loyola no es a favor de, sino en contra de, y que es vieja, pactada en sucias negociaciones a espaldas de todos. Era una carta guardada en el cajón de los jugadores del póquer de la política del poder.

Van ocurriendo cosas y quedan ahí, ya definitivas, a pesar del clamor del momento, de rabias contenidas y declaraciones de unos y otros. ¡Cuando yo gobierne…! Nada de nada. ¡¿Y ese por qué no dimite?! Pregúntenle a la parienta. En fin que mucha paja y poco trigo.

Si el presidente del Gobierno dijo —y dice— que suprimiría el Ejército, la consecuencia lógica es eso: presupuestos 0 y Loyola para ellos. Luego vienen las declaraciones, la hemeroteca, el famoso cuando yo gobierne (que todo seguirá igual) y las dimisiones; quiero decir que nadie dimite.

Hace tiempo que esto de los ejércitos «es un coñazo» y nuestros misiles se trasladan para defender Turquía —¿contra qué o quién?— porque aquí no hacen falta.

¿Le han preguntado al jefe del los ejércitos si los Cuarteles de Loyola son imprescindibles? No sé si la pregunta se ha hecho ni sé si son o no imprescindibles. Algo se mueve por el norte donde el problema no son los acuartelamientos, que también, sino el rechazo del Gobierno Vasco a lo militar.

«Ni Loyola ni leches» me decía ayer un antiguo general ¿No te acuerdas lo que publicabas hace poco? ¿No recuerdas que el Partido Nacionalista Vasco y Bildu han pactado una resolución, aprobada por las Juntas Generales, por la que reprueban al Ejército español y  a la Bandera de España?

«Las Juntas Generales de Gipuzkoa reprueban las exhibiciones militares que se han hecho por la ley de la fuerza y por la fuerza de la ley en Gipuzkoa y en la sociedad vasca, y condenan la estrategia de tratar de que en la sociedad vasca se considere habitual y se admita con normalidad ver en nuestros pueblos y espacios emblemáticos al ejército español, porque constituyen una imposición y una falta de respeto hacia este pueblo y hacia la ciudadanía vasca».

Oigo la palabra dimisión. Seamos realistas. Nadie va a dimitir, nadie se siente culpable y todos aman a los ejércitos. Los demás somos unos exagerados y fachas sin solución. Detrás del posible dimitido hay mil para ocupar su puesto.

Pediría, con disciplinada petición, que alguno de mis compañeros de armas, de los que ocupan la Cúpula de la Catedral de las Fuerzas Armadas, nos explique a todos los españoles, con permiso de la ministra, eso tan elemental y sencillo que se enseña en la milicia y que constituye el estudio mínimo y sencillo para la toma de decisiones; desde el soldado al general: ¿A dónde vamos, por dónde, cómo y cuándo? Es algo que los contribuyentes tienen derecho a saber. No vaya a ser que por ir a la guerra de Troya, a la vuelta nos encontremos con la casa invadida y perseguida nuestra generación y familia. La cultura, las tradiciones, el idioma, los quereres y los deberes.

Lo de Loyola va más allá de una simple operación inmobiliaria. Las pruebas hablan solas.

Esto ya no es un juego ni siquiera peligroso. Es algo peor: O ellos o nosotros. Pónganle nombre.

Pero sigamos nuestra particular odisea mientras en casa se meten los que se comerán y beberán todo para después echar a los perros los despojos.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 noviembre 2020

 

ENTREVISTA AL JEFE DE ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA. PREOCUPACIÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Preocupación es la palabra. Me gustaría estar <<Contra el pirronismo>>, como Pascal (Pensamientos).

ABC del domingo 24 mayo: meliflua y pactada entrevista al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD). ¡Chicos que bien lo habéis hecho! Pues sí; nosotros somos así y lo mismo valemos para un roto que para un descosido.

Cada día era lunes. Serán domingo.

De algún lugar de la entrevista surge el pirronismo.

<<Sin polémica partidista>>: ¡Ya! Cataluña, País Vasco y patrullas mixtas ha sido una broma. Desamparo. Que todo quede en casa.

Pregunta-¿Cómo cambiarán las Fuerzas Armadas tras la pandemia?

Contesta: <<Más que un impacto en la estructura lo habrá en la mentalidad y en cómo tenemos que operar y reaccionar…>>

Me pregunto: ¿Qué quiere decir nuestro Jefe de Estado Mayor de la Defensa con el cambio de mentalidad?: <<Conjunto de opiniones y representaciones mentales propio de una colectividad>>. Me da miedo ese cambio de mentalidad. Cada día queda más claro hacia donde nos quieren llevar.

Más dudas y temores.

Pregunta -Sus dos predecesores llegaron a advertir del riesgo que había de que <<las Fuerzas Armadas se quedasen huecas y obsoletas>>. ¿Se encuentran las Fuerzas Armadas en una situación límite de operatividad?

Contesta: <<Desde 2008 a la actualidad soy consciente de cómo nos ha afectado la crisis. Los Presupuestos dedicados a sostenimiento de las Fuerzas Armadas (Capítulo 6) han bajado un 65 por ciento. Estamos hablando de dinero contante y sonante para sostenimiento de las Fuerzas Armadas. Evidentemente ha tenido un impacto bastante negativo. Debemos plantearnos globalmente la situación económica pero también la cuestión de qué Fuerzas Armadas queremos en el futuro. Tenemos que redefinir todo el proceso de determinación de capacidades militares y cómo llevamos a cabo el planeamiento de la defensa>>.

Esto sí que es novedoso e intrigante: ¿Unas nuevas Fuerzas Armadas? ¿Otras?

¿No sabemos qué Fuerzas Armadas queremos? ¿A estas alturas? Creo adivinarlo y ya lo expuse hace unos días (Nacerán mas UME,s. Pero eso no es Defensa)

Paño nuevo. <<Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura>>.

Me temo lo que todos tememos. Lo del comunista del Gobierno:<<en el actual contexto no “toca gastar” dinero en aviones, tanques y material militar […] nadie del Gobierno considera que la prioridad es invertir en tanques o aviones de combate>>.

¿Será por ahí por donde vayan los tiros del futuro de nuestros ejércitos? ¿Y la nueva mentalidad?

La ministra ha salido al paso hablando de «desconocimiento» por las críticas del vicepresidente comunista al proyecto del vehículo blindado 8×8. ¡Ya! ¿Quién tendrá razón? Tiempo al tiempo.

Las necesidades de los ejércitos están expuestas . Pues no. Hay que plantearse todo de nuevo. <<… situación económica…qué Fuerzas Armadas queremos en el futuro… redefinir todo el proceso de determinación de capacidades militares… cómo llevamos a cabo el planeamiento de la defensa>>. Esperanzador panorama.

¿Qué queremos? ¿Fuerzas Armadas o mejor desarmadas?

Vidriosa y frágil andadura la que nos espera.

<<Los Presupuestos dedicados a sostenimiento de las Fuerzas Armadas (Capítulo 6) han bajado un 65 por ciento. Estamos hablando de dinero contante y sonante para sostenimiento de las Fuerzas Armadas>>.

100-65=35. Todos los días van a ser domingo.

<<Por ello el más sabio de los legisladores decía que, para el bien de los hombres, es frecuentemente necesario engañarlos y otro buen político, Cum veritatem qua liberetur ignoret, expedit quod fallatur >> (En Pascal Pensamientos. Edición Crítica de Gabriel Albiac en Tecnos).

Un engaño más tampoco se va a notar.

Veremos cuando llegue el momento de darnos cuenta. Por echarlo en falta. ¿Quién será el responsable? En el primer tiempo del saludo.

Nota: A última hora me llega el rumor de que los Cuarteles de Loyola salen a buen precio y su venta está cercana. ¿Para qué queremos tantos cuarteles? ¿Formará parte esta operación de los acuerdos con Bildu? Salvados los presupuestos.

¡Tercio Viejo de Sicilia! ¡Si Cervantes levantara la cabeza!

Entrevista al JEMAD

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 mayo 2020