NO PASARÁN. General de División Rafael Dávila Álvarez

 

Estamos en vísperas de elecciones.

-¿Qué pinta tiene los sondeos que tenéis? (Gabilondo)

-Bien. Sin problemas. Lo que pasa es que nos conviene que haya tensión (Zapatero)

¿Lo recuerdan? Habrá elecciones (acordado en La Mareta). La violencia preelectoral está aquí anunciándolas.

Podría darles una clase teórica sobre la guerra subversiva de esas que enseñaban en la Escuela de Estado Mayor o editaba en folletos el Servicio Central de Documentación (SECED) de la Presidencia del Gobierno cuando era preludio de CESID y más tarde CNI; luego les explicaría como luchábamos contra la ETA y como morían compañeros un día y otro también mientras se gestaba la traición que hoy vivimos. Los asesinos dirigen ahora.

No es necesaria la teoría. España ofrece en los últimos años un proceso planificado que sirve de ejemplo a seguir para subvertir la ley y el orden.

El proceso político en España desde la Transición hasta nuestros días es la mejor lección de cómo procede y actúa la subversión, sin catálogos ni teorías. Solo es necesario criminalizar el proceso, es decir atribuir carácter criminal al proceso de enseñanza, formar bajo el espíritu del odio, tener paciencia y un bien remunerado puesto de trabajo en el partido desde jovencito. Mamar en casa la leche agria de los pechos de venganza.

El sistema educativo español ha sido tan vilmente manipulado que ha logrado que nos odiemos entre españoles y que reneguemos de nuestra historia y cultura. Al final se piensa solo en la intimidad mientras con el conjunto se utiliza lo que mejor convenga. Eso es el mayor ataque a la libertad que una sociedad impone. Es la dictadura social que dicta sentencia.

En este momento político te imponen una doctrina de partido que debes acatar o estarás del otro lado. Pero resulta que las dictaduras sociales se sustentan en el secreto y en la mentira. Construyen un relato al que debes quedar sometido. Cada mañana se reparte, como antes el pan, un esquema de lo que hay que transmitir. Lo reciben desde el general en jefe hasta el jefe de los sindicatos.

Nada es verdad. Todo responde al interés del «Partido» del que siempre se saca tajada si eres fiel y sumiso. Recibirás prebendas si así eres. Hagan un repaso de las últimas fidelidades desde Zapatero. La lista es larga y la ocupan nombres del poder, de poder. todo el poder; con y sin graduación. El día que alguien se atreva a publicar la lista con hechos y deshechos abandonaríamos aquello de «Todo por la Patria» al descubrir el engaño. Era otra cosa, todo por otra cosa. Traición, robo, crimen organizado, prostitución y droga.

¿Exagero? Me quedo corto. Mis ojos ya no lo ven todo y mi memoria se pierde en el oscuro ponto de la odisea.

Contemplaba el domingo como se organizaba la violenta manifestación en Madrid para reventar la Vuelta ciclista a España con la escusa de Gaza. Las caras eran una  muestra de la entrada en combate. Se distribuían y para cualquier conocedor del tema era fácil adivinar como tomaban posiciones, distinguir a los jefes de pelotón, de sección y de compañía. Los generales estaban a la vista y el Estado Mayor mandaba las órdenes por un wasap encriptado. Todo organizado y dirigido desde lo más alto. El objetivo no era Gaza. la bandera era una simulación, el relato era breve y sencillo, el puño en alto: No pasarán.

Madrid deseado. Madrid es un objetivo muy sufrido, zarandeado como ninguno. Bella y misteriosa ciudad que guarda al completo la cultura de Europa entera. Ni París es comparable. Lleva mal esta gran ciudad que la importunen con vallas o mosquetones. No pasarán no es un lema muy madrileño, porque la capital es un ejemplo para el mundo. Brilla más que Nueva York, más que París y Londres juntos.

Quieren Madrid, les obsesiona la capital del Reino.

No pasarán. Todo estaba preparado, como si la guerra que iniciaban fuese un festivo domingo de cultura subversiva. Había que reventar la capital. ¡A la Sierra que viene por el Guadarrama!

Pregunté por Gaza y era un lugar muy lejano hundido en el relato, no supieron situármelo geográficamente ni conocían el asedio al que la sometió Alejandro.

No pasarán.

Armas. Hablamos de armas y municiones. Ellos hablaban de piedras lanzadas por la boca y apretar hasta el límite del precipicio para que te lanzases sin remedio. España depende de las armas con tecnología israelí y tenemos firmados muchos contratos claves para la Defensa de España. ¿Para qué? Somos indefendibles.

«No tenemos ya contratos de armas con Israel«. Se han cancelado todos. Mentira. No se han cancelado todos.

La dependencia tecnológica es absoluta. España no tiene sustituto para asumir la defensa contracarro basada en el SPIKE LR2 israelí de los que se compraron 168 sistemas. Si se ha roto el contrato ¿los hemos devuelto? ¿nos han devuelto los casi 300 millones? ¿con qué material los hemos sustituidos?

¿El contrato de los lanzadores de alta movilidad (SILAM/PULS) de la empresa israelí Elbit (600 millones) sigue en vigor? Caso de ser así, ¿quién va a proporcionar esa tecnología?

¿Las mira/láser designadores de tiro para los eurofighter? ¿Torres de los vehículo 8×8? ¿Radios E-lynx para vehículos y pequeñas unidades?

En fin nada sabemos de la situación de nuestra Defensa. Todo está bajo la niebla de un secreto inconfesable que por un lado violenta las masas –No Pasarán– y por otro compra gas a Rusia como nunca o pone en riesgo los planes de las Fuerzas Armadas.

Mienten, nos mienten.

La oscuridad se cierne sobre un Ministerio de Defensa que oculta hechos muy graves y no sabemos para qué está la Mesa de Defensa del Congreso donde ningún parlamentario de la oposición pide cuentas. Tampoco nos ofrecen sus sospechas a través de los medios de manera que obliguen al Ejecutivo a descubrirse. Señores de la oposición: esto también va con ustedes. ¿Es INDRA quién se asoma al futuro socialista? ¿Nos pueden aclarar en qué campo se mueve la industria de Defensa?

Hay para todos. A la Cúpula Militar es exigible preguntarle en cuantos años se han retrasado su planes de modernización y como es enfrentan ante una posible guerra en Europa.

Creo que ayer en Madrid la violencia del ejército de «manifestantes» mostraba a lo que se enfrenta España; el tema está muy claro porque cumplen a rajatabla lo que le dice el amo ¿o era el puto amo?

Nosotros ni sabemos ni queremos. ¿Hemos perdido la bandera y la dirección? ¿Quién manda? ¿Quién nos habla? ¿Quién nos abre los ojos en esta niebla de secretos inconfesables?

¡A las barricadas que hay elecciones y se impone ganar o reventar Madrid!

22 policías heridos. ¿La culpa? De La Mareta. El vaivén del tren a punto de descarrilar.

General de División Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

16 septiembre 2025

¿GENERALES? MEJOR DIRECTORES GENERALES. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Ser general no es lo que parece. Puede que sea muy importante en ciertos lugares, no en el Ejército. Aquí, donde la más principal hazaña sigue siendo obedecer, sin límites, surge la ironía en eso de que sea la principal hazaña obedecer. No faltan razones. Cuando Calderón escribía esos versos bien sabe la historia que las cosas eran muy distintas. Hoy es mucho más difícil sobre todo cuando se ordena lo que no se cumple y así se desordena lo mandado.

El mérito de obedecer es el resultado de una eficiente y dura formación. Nada peor que ese mérito se haya transformado en sumisión que conlleve el incumplimiento de las razones del espíritu militar, una religión de hombres honrados. Y pobres en su mayoría.

En su libro Arte del buen mandar español el general Bermúdez de Castro cuenta la anécdota del General Castaños que fue a cumplir al rey Fernando VII vestido con pantalón de dril, chupa blanca y sin abrigo en un día muy frío del mes de marzo. El rey le preguntó cómo iba vestido de verano con aquel tiempo tan infernal y el Duque de Bailén le contestó: «Señor, la última paga que cobré es la de junio; así es que yo estoy viviendo en verano».

¿Cobra mucho un general? Pues como todo y todo, depende. ¿De qué depende? Del ministro, del presidente, del general, de la OTAN… yo que sé. Puede que sea cosa de Trump o del 2% o de la guerra o de la paz.

Preguntáronle también unos soldados: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?».

«Contentaos con vuestra paga», dice San Lucas que así respondió San Juan Bautista. (Lucas 6,10). Pues a callar. Pobres y silenciosos.

Me pregunto si alguno de los versos de Calderón deberían de ser cambiados.

…honrado,
pobre y desnudo un soldado
tiene mejor cualidad
que el más galán y lucido

Éramos pobres, pero con dignidad. Se nos pedía y dábamos lo que no teníamos. Nada tuvimos, más que España, muchos hijos, cambios constantes de colegios, inadaptación y rechazos en ciertos lugares (de España, ¡Ay si yo les contase!), de un lado para otro; abre casa, cierra casa, curso de esto, curso de lo otro. Para vivir lo justo, a veces ni eso.

Claro que cuando se dan cuenta del cuento los que de él viven, se echan cuentas y estas no salen. A ellos, a los que fijan la norma, les sale barato. No se libra ninguno del constante mal hacer y deshacer las cosas de la milicia. Desde el del piano hasta nuestros días, unos con más notoriedad que otros, pero iguales al fin y al cabo.

Leo en un periódico de ámbito nacional el titular que encabeza un artículo: «El Gobierno permite las puertas giratorias a decenas de jefes militares«. No sigo leyendo.

Como nos ilustra el general Bermúdez de Castro en su obra Arte del buen mandar español la palabra general aparece en el siglo XVI, pero su significado, sus atribuciones y deberes, son tan antiguos como la guerra. <<Lo mismo que se llama estratego entre los griegos, cónsul con los romanos, duque en los godos, cabdiello en el primer periodo de la Edad Media, condestable en el resto de la Edad Media y capitán al finalizar esta>>.

El capitán y el cabo eran los mandos principales que agrupaban desde las mesnadas a las compañías y posteriormente a las colunelas transformadas en coronelía de donde surgió el coronel.

La coronelía en Italia se dividía en compañías mandadas por capitanes. Fue Gonzalo Fernández de Córdoba el capitán de estos capitanes por lo que para distinguirlo de ellos le llamaron general porque los abarcaba a todos.

Puertas giratorias fue un invento de un ministro de Defensa que quiso que todo girase a su alrededor y se rodeó para tal hazaña de fieles generales que alcanzaron la gloria. En las empresas o instituciones cercanas. Inteligencia le llaman. Todos sabemos de quienes hablamos. Lo institucionalizó el pesoe que agradece los clamorosos silencios y es muy de la energía eléctrica que fluye por los enchufes.

Claro; así se entiende que el significado de «general» en el Diccionario de la Real Academia Española en su primera acepción sea tan claro: «Común a todos los individuos que constituyen un todo, o a muchos objetos, aunque sean de naturaleza diferente». «Común, frecuente, usual». En definitiva lo que nos viene a decir es que «General» es lo más común. Por tanto no está de más girar en torno a ese torno que una vez fuera te introduce en un mundo nuevo con una pasta gansa donde el correaje se cambia por chaqueta hortera y corbata llamativa, más hortera si cabe.

Siempre me sorprendió una encuesta que nos hicieron siendo alumnos en la Escuela de Estado Mayor. El grueso de la encuesta era que explicásemos las razones de haber elegido la carrera de las armas como forma de vida. Éramos oficiales de todos los países, incluso no pertenecientes a la OTAN, como Corea del Sur o Venezuela. Los españoles, todos, unían sus respuestas, por encima de cualquier otra, a la vocación de servicio a la Patria. Los oficiales del resto de naciones también, pero no como primera razón, sino detrás de un puesto de trabajo, de un sueldo o de labrarse el futuro. Nos estamos europeizando. Por eso Calderón no estuvo en la OTAN y le sobra algún que otro verso.

En el Ejército español la vocación ha impulsado el oficio de las armas, pero las armas no siempre han sabido corresponder al sacrificio de sus soldados. Se ha manipulado la información con una vida regalada de prebendas, de economatos y del casi todo gratis, cuando ha sido una profesión mal tratada siempre; repito: siempre.

Este periódico nacional que publica eso de los militares y las puertas giratorias, cita a algunos, pero se olvida de otro(s) ya que no es cosa nueva, de ahora. Es antiguo como el paso dado por aquel que  dijo lo de  «morir antes que matar» con tal perversidad que hundió el oficio.

Llevamos tiempo oyendo hablar de equiparación salarial entre las Fuerzas de Seguridad del Estado, de las Policías Autonómicas, pero nadie habla de la equiparación salarial de las Fuerzas Armadas.

Nadie habla de los sueldos militares fuera del ámbito castrense, no interesa, no hay sindicatos, pero la ministra conoce de primera mano el problema. Eso es seguro. Que le importe es otra cosa. No hacen ruido.

¿Equiparar?, ¡claro!, todos somos iguales, desde la ministra al cabo de guardia, aunque no son equivalentes sus trabajos.

En el tema de los soldados la equiparación empieza porque al cumplir los 45 años ya no me sirves. Te quedará el paro y, si acaso, tendrás una medalla (no pensionada).

Resulta, siguiendo el escalafón, que el Sargento de la Guardia Civil Jefe del puesto de Torrejón cobrará  más que el Capitán del Ejército del Aire que está de Alerta en la pista de la Base Aérea, a escasa distancia del anterior, pero con una responsabilidad ¿equiparable?

Resulta, que hay suboficiales que se apuntan a las pruebas de acceso a la Guardia Civil por una entendible y sencilla razón: 700 euros (más) mensuales.

Resulta, que hay capitanes, jefes de compañías, con experiencia de combate, idiomas, vocacionales, curtidos en unidades especiales, valor reconocido, que han sido captados por grandes empresas, esas que todos ustedes pueden imaginarse, las mejores, con carácter internacional, y a las que no accede cualquiera. Les contratan como directivos y les pagan lo que valen, que es mucho. No son las empresas de las puertas giratorias de nuestros políticos sin mérito.

Todo esto va a suponer la pérdida de un activo de profesionales, los mejores, que buscarán alivio a su situación hartos de agradecidos masajes y penurias en casa.

La Ministra actual y la anterior conocen el problema, al detalle, con datos, explicado hasta la saciedad.

Está entendido. ¿Olvidado? Soldados, suboficiales, oficiales, hartos de palabrería, y aburridos de ver como la política se mete en sus entrañas buscan su porvenir justo y equitativo; no equiparable. La ministra de Defensa, mientras, pasea sus elogios a los soldados, hace demostraciones de su moderación y equilibrio; mientras traga con los insultos de su presidente y hace como que no oye.  A los soldados menos. No son industria rentable.  La realidad es dura e incuestionable.

San Juan Bautista, cuya festividad celebramos pronto, hoy cambiaría su discurso: Dad a cada uno lo que se merece.

Nadie habla de los sueldos militares fuera del ámbito castrense, no interesa, no hay sindicatos, pero la ministra conoce de primera mano el problema. Eso es seguro. Que le importe es otra cosa. No hacen ruido.

Desde general hacia arriba todos lo hemos hecho unas veces bien otras mal. Resultado: regular.

Esperemos que la llamada cúpula militar, JEMAD y JEME,s. sigan en la exposición e insistencia de este grave problema ya que, -utilizando ese idioma tan ajeno al nuestro-, son los únicos <<representantes sindicales>> que tenemos.

Pues eso dice el periódico de ámbito nacional: «El Gobierno permite las puertas giratorias a decenas de jefes militares».

¡Es que  somos tan pobres! que comparamos entre ser general o Director General. Lo segundo.

Rafael Dávila Álvarez General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

19 mayo 2025

 

 

 

 

 

LA CÚPULA MILITAR EL DÍA 2 DE MAYO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Creo que no hay antecedentes de algo parecido. Que el Gobierno se permita el lujo de negar la participación de los Ejércitos en un acto como es el 2 de mayo en España se escapa a sus atribuciones y es un uso partidista de las Fuerzas Armadas. Abuso. Dudo hasta de su legalidad.

La utilización en modo caprichoso de las Fuerzas Armadas es propio de lo que somos: una democracia asistida, en la unidad de cuidados intensivos, más próxima a Cuba y Venezuela que a la libertad. España se bate entre comunidades, no adversarias, sino enemigas. O eres de los míos o ni agua. Es evidente lo de la Comunidad de Madrid.

Esto en democracia no puede darse. Los Ejércitos no son moneda de cambio. Sus generales en la Cúpula no deben jamás aceptar esta manipulación, sí obedecer y asesorar, pero demostrando que hay límites, que no todo es válido. Irse a tu casita una vez explicada la situación es todo un honor derivado de cumplir con tu deber. Claro que se está muy bien en el pódium y además detrás de ti hay mil que esperan a que te vayas. Eso, (tal que así-con perdón-), decía a sus compañeros quien más manda. No dimite.

Podría enumerar los actos en los que participan las Fuerzas Armadas y que no entran entre sus misiones, cívicas o no. Participar en un acto como el 2 de mayo en la Puerta del Sol de Madrid es obligado y pertenece a la riqueza cultural y a la esencia de una nación ejemplo de libertad.

Mis palabras están muy alejadas de la lucha política. No me acerco a ninguna ideología, ni apoyo a unos ni a otros. Las Fuerzas Armadas no son de ninguna y no hay opción política, por muy en el Gobierno que esté, que pueda hacer uso de su destino que no es otro que el que la Constitución le otorga y no el mandato de un partido político.

El 2 de mayo es una conmemoración única para demostrar lo que significa pueblo y Ejército, Ejército y pueblo, el sentido auténtico de soberanía nacional, integridad territorial y respeto a la Ley y tradiciones. Ese significado nunca puede inducir a temor ya que siempre es la medida de lo que es España. Libertad.

Ya en la DANA vimos claras señales de incumplimiento de la neutralidad política por parte de algún miembro de las Fuerzas Armadas, lo vimos con la COVID y son signos de evidente preocupación.

Perdonen un paréntesis obligado de algo que acabo de conocer. Es significativo ver en el Boletín de la Guardia Civil del día 29 de abril el nombramiento de la señora María Gámez Gámez «Guardia Civil Honoraria». Fue Directora General de la Guardia Civil, cargo del que  dimitió. Un puesto político nunca debe se recompensado con un nombramiento o condecoración militar. Por decoro. La Guardia Civil no pertenece a las Fuerzas Armadas, pero es un Instituto armado vinculado a las FAS. Es solo un pequeño ejemplo.

La opción política de un militar es solo la de respeto y disciplina. Respeto a la Ley y obediencia a las órdenes, gusten o no, pero nunca dejarse arrastrar por la escalilla ni por la puerta giratoria.

Aquí la más principal hazaña es obedecer… y sin mirar cómo nace se mira cómo procede. Con lupa.

Llevamos ya demasiado tiempo sin saber quienes son las Fuerzas Armadas, en un silencio de su Cúpula obligado y manipulado, mal pagadas y mal utilizadas. Ha habido suficientes situaciones de riesgo para que nos hubiesen informado de primera mano. Nunca ha sido así. En Europa nos sonríen y en la angostura de Estrecho nos torean y cortan nuestros circuitos, pero las puertas se nos cierran; no nos dejan entrar ni oír.

Mañana se prohíbe políticamente la presencia en la Puerta del Sol del Ejército de todos los españoles en el gesto más ruin y antidemocrático que hemos visto y padecido. Madrid no es enemigo de nadie, sino la Capital de España y el 2 de mayo representa a todos los españoles envueltos en la libertad. ¿Es eso lo que molesta?

Un buen momento para que la Cúpula militar hubiese dimitido, aunque haya miles detrás para ocupar su lugar. Aquí todos nos conocemos. Obedecer no siempre es complacer.

Los símbolos se alejan. Bajan al lugar que no les corresponde. Pierden su irrenunciable lugar, que es de todos y no de su exclusividad. Al que se deben. La ruptura es evidente. El símbolo se cae y con ello la nación.

Por mucho Estado que se crean ser. Quizá se trate de eso y no nos hayamos enterado de que están todos de acuerdo.

El pueblo es solo eso: pueblo.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

2 de mayo 2025

 

EQUIPARACIÓN SALARIAL. SANGRÍA EN EL EJÉRCITO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Preguntáronle también unos soldados: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?». Él les dijo: «No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra paga» (Lc 3,10-18).

Así es y así se ha cumplido desde remotos tiempos.

Da la vida por tu Patria. Cumple tu deber, obedece hasta morir, compañerismo, amistad, unión y socorro.

Éramos pobres, pero con dignidad. Se nos pedía y dábamos lo que no teníamos. Nada tuvimos, más que España, muchos hijos, cambios constantes de colegios, inadaptación y rechazos en ciertos lugares (de España), de un lado para otro; abre casa, cierra casa, curso de esto, curso de lo otro. Para vivir lo justo, a veces ni eso.

Siempre me sorprendió una encuesta que nos hicieron siendo alumno en la Escuela de Estado Mayor. El grueso de la encuesta era que explicásemos las razones de haber elegido la carrera de las armas como forma de vida. Éramos oficiales de todos los países, incluso no pertenecientes a la OTAN, como Corea del Sur o Venezuela. Los españoles, todos, unían sus respuestas, por encima de cualquier otra, a la vocación de servicio a la Patria. Los oficiales del resto de naciones también, pero no como primera razón, sino detrás de un puesto de trabajo, de un sueldo o de labrarse el futuro.

En el Ejército español la vocación ha impulsado el oficio de las armas, pero las armas no siempre han sabido corresponder al sacrificio de sus soldados. Se ha manipulado la información con una vida regalada de prebendas, de economatos y del casi todo gratis, cuando ha sido una profesión mal tratada siempre; repito: siempre.

Llevamos tiempo oyendo hablar de equiparación salarial entre las Fuerzas de Seguridad del Estado, de las Policías Autonómicas, pero nadie habla de la equiparación salarial de las Fuerzas Armadas.

Nadie habla de los sueldos militares fuera del ámbito castrense, no interesa, no hay sindicatos, pero la ministra conoce de primera mano el problema. Eso es seguro. Que le importe es otra cosa. No hacen ruido.

¿Equiparar?, ¡claro!, todos somos iguales, desde la ministra al cabo de guardia, aunque no son equivalentes sus trabajos.

En el tema de los soldados la equiparación empieza porque al cumplir los 45 años ya no me sirves. Te quedará el paro y, si acaso, tendrás Cáritas Castrense.

Resulta, siguiendo el escalafón, que el Sargento de la Guardia Civil Jefe del puesto de Torrejón cobrará al final del proceso de <<equiparación>> más que el Capitán del Ejército del Aire que está de Alerta en la pista de la Base Aérea, a escasa distancia del anterior, pero con una responsabilidad ¿equiparable?

Resulta, que hay suboficiales que se apuntan a las pruebas de acceso a la Guardia Civil por una entendible y sencilla razón: 700 euros (más) mensuales.

Resulta, que hay capitanes, jefes de compañías, con experiencia de combate, idiomas, vocacionales, curtidos en unidades especiales, valor reconocido, que han sido captados por grandes empresas, esas que todos ustedes pueden imaginarse, las mejores, con carácter internacional, y a las que no accede cualquiera. Les contratan como directivos y les pagan lo que valen, que es mucho. No son las empresas de las puertas giratorias de nuestros políticos sin mérito.

Resulta, que si la <<Propuesta de equiparación>> que circula es cierta y aprobada, el sueldo de un Capitán de Infantería (sueldo y complementos) estarán por debajo de los de un Sargento, tal vez un Cabo Mayor de la Guardia Civil.

Todo esto va a suponer la pérdida de un activo de profesionales, los mejores, que buscarán alivio a su situación hartos de agradecidos masajes y penurias en casa.

La Ministra actual y la anterior conocen el problema, al detalle, con datos, explicado hasta la saciedad.

Está entendido. ¿Olvidado? Soldados, suboficiales, oficiales, hartos de palabrería, y aburridos de ver como la política se mete en sus entrañas buscan su porvenir justo y equitativo; no equiparable. La ministra de Defensa, mientras, pasea sus elogios a los soldados, hace demostraciones de su moderación y equilibrio, que yo no me creo. La realidad es incontestable: <<No te quieres enterar… ye ye>>.

San Juan Bautista, cuya festividad celebramos en unos días, hoy cambiaría su discurso: Dad a cada uno lo que se merece.

Esperemos que la llamada cúpula militar, JEMAD y JEME,s. sigan en la exposición e insistencia de este grave problema ya que, -utilizando ese idioma tan ajeno al nuestro-, son los únicos <<representantes sindicales>> que tenemos.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez   

Blog: generaldavila.com

8 junio 2020

EN TIEMPOS DE TRIBULACIONES Visusmilitis19 de junio de 2018 Adolfo Coloma GB (R) del ET

El soldado veteranp

Sabe el soldado que su puesto nunca es del todo suyo. Ya en la escuadra ya en la división, él forma parte de un equipo con el que hace “camada” (de ahí el vocablo camarada), se cohesiona entre sus miembros para integrarse en la unidad superior. Hoy está aquí y mañana allá. Lo único que permanece es la vocación y el espíritu de servir.

Sucede a veces que cambian los aires. Unas de forma suave,otras en forma de vendaval o torbellino que todo lo arroya y no deja de producir tribulaciones que, como las olas del mar, agitan y se extienden hasta más allá del horizonte.

Y si una cosa funciona ¿para qué cambiarla? Es un principio que dicta la prudencia. Y así ha sucedido con el conjunto de la institución puramente militar, unida por el denominador común del juramento a la Bandera y que tiene la bien definida misión que le marca el artículo 8 de la Constitución. Los que están al frente de la denominada cúpula militar, permanecen en su puesto. Claro mensaje de que las cosas se venían haciendo bien, pero además transmite una sensación de prudencia, sensatez y moderación. ¿Para qué cambiar lo que funciona?

La alta información del Estado retorna a sus cuarteles de invierno, desde donde mejor coordinación se podrá establecer con la que manejan los de uniforme para hacer frente con mayor eficacia al abanico de riesgos que se presentan en la actualidad, que hacen extremadamente difícil meter el bisturí y discernir entre los riesgos externos y los militares. Todos afectan  a la seguridad.

Así es que, en su barbeta, el soldado se da un respiro. Parece que han leído a San Ignacio de Loyola. “En tiempos de tribulaciones no hagas mudanzas”. ¡Cómo se agradecería en esta hora algún gesto que corrobore que el objetivo no ha variado: la soberanía, la unidad, la igualdad entre todos los españoles y su seguridad! Solo entonces, el soldado se quitará las botas y se las pondrá por almohada para descansar un tanto.

Adolfo Coloma GB (R)del ET

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17 junio 2018

VISUS MILITIS: NUEVOS MANDOS EN LOS EJÉRCITOS (General de División Rafael Dávila Álvarez)

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Pendiente el nombramiento de la Cúpula Militar

Formado el Gobierno de la Nación y establecido el nuevo equipo del ministerio de defensa, a las órdenes de la secretaria general del partido en el gobierno, María Dolores de Cospedal, falta realizar el cambio en la cúpula militar. Cambio no obligado, pero quizá necesario por esas cosas de los personalismos y afinidades. Creo que hemos tenido (todavía tenemos) un magnífico y prudente JEMAD.

Poco se habla de los cambios. Las cartas con los posibles nombres han terminado por marearse después de una intenso barajeo. ¿Hermetismo o desinterés? ¿Están ya designados en el silencio prudente? Eso pensamos.

Prestamos suma atención. La mirada se va hacia cada gesto de la ministra. Ha tenido varios y en varias direcciones. En ocasiones desconcierta, otras no. Radio macuto no ha dejado jamás de funcionar. Envía señales. ¿Habrá en breve cambios inesperados? Incluso no solo en los designados. ¿En los programas?

Estamos en un momento en el que la mirada es insuficiente. Es necesaria una gran capacidad para percibir lo que se avecina, pero por ahora se oculta. El oído y hasta el olfato se hacen necesarios. Siempre hay alguna rendija por donde se cuela el silencio expectante. Nos llega el rumor de la incertidumbre. Con los nombramientos llegará la calma y veremos por donde pone rumbo la ministra. Muchas misiones fuera, mucha necesidad dentro, mucha incertidumbre en las alianzas, muchos programas pendientes y muy poco dinero. Y hasta la fecha mucho olvido del soldado, de su misión y su futuro. Eso esperamos con los cambios:

Simplemente ver si hay futuro.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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