LA MINISTRA DE DEFENSA EN ESTADO PURO Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

En la reciente reunión de ministros de Defensa de la OTAN, telemática,  la ministra de Defensa, ha apelado «al trabajo conjunto interno, e internacional, en la lucha contra el coronavirus». ¿Aún no se ha enterado de que estamos desplegados con armas de guerra  (tanques o carros, como quiera) en la frontera con Rusia, que tenemos misiles apuntados y cargados (?) en Turquía, aviones en alerta, que los barcos (de guerra) navegan armados (digo yo)?

—Lo telemático en las Fuerzas Armadas es de Gila. Ahora te transforman en soldado online, por ordenador. Vas a jurar bandera sin saber hacer el presenten armas y te barruntas aquello de derecha e izquierda.  Ni un movimiento de armas, ni llevar el paso. ¿Instrucción de combate?: ¡¿mande?! Y así, permiso va, permiso viene, que si positivo que si negativo. Unos Ejércitos formados en la virtualidad—.

Perdón por el paréntesis. Decía la ministra que lo importante para los Ejércitos es: « …trabajo conjunto interno, e internacional, en la lucha contra el coronavirus». Yo no entiendo qué es eso porque lo importante no es eso, por mucho que quieran vendérnoslo, sino lo que les pongo al comienzo del artículo: los despliegues contra las amenazas y la información compartida.

Los ministros de Defensa de la OTAN se sonreían tras la ininteligible propuesta made in Spain.

—What did the Spanish say?

—Mrs. Robles, can you explain your proposal?

—¡Uy! Que conteste el Jemad.

—Not; What did I say, let´s see if we do that of the European Military Health Corps…

No;  que decía yo,  que a ver si hacemos eso del Cuerpo Militar de Sanidad Europeo, con batas, mascarillas todo a cien, y nos unimos a algunas de esas ONG,s. sin fronteras. Es que nosotros andamos muy mal de médicos militares, la Sanidad Militar la desmontamos, los del PP claro, y por otro lado los soldados nos sobran. ¡Ah!, otra cosa, andamos muy mal de dinero, que no tenemos dinero para Defensa, que para eso el vice habla a diario con el enemigo y está todo arreglado. Que paguen los suecos.

Le pasan una notita que dice: Ministra que Suecia no pertenece a la OTAN.

—Bueno, no me liéis; traducirles lo de resiliencia, mucho de resiliencia, que no se enteran y me van a  hacer pagar y verás cómo se pone el vicepresidente.

El ministro de Defensa Polaco se revolvía en su asiento. ¡La frontera, soldados, tanques, aviones, misiles…!

Verán ustedes como gane Trump.

Punto y aparte.

Esta mañana he visto que la señora ministra de Defensa concedía al periódico ABC una entrevista y como estaba en eso que le llaman muro, o sea que hay que pagar para leerla, me fui al quiosco a comprar el diario. Nada; tampoco venía en el papel.

Llego a casa a la atardecida y vuelvo a intentar leer a la señora ministra, en abc.es; nada, hay que pagar para saltar el muro.

¿Es correcto que un cargo público, una ministra de Defensa, ahí es nada, conceda una entrevista sin poner la condición de que sea abierta, que pueda ser leída por todo el mundo, sin restricciones ni suscripciones? ¿Quién es el culpable: ABC o la ministra?

Solo he podido leer algo muy raro que acompaña al titular: «Se muestra contraria a otorgar en este momento la Laureada de San Fernando a La Legión en su centenario».

¿En qué se funda, quién la asesora, qué argumentos da…? ¿Requiere suscripción leer a la ministra?

Para colmo me encuentro con esta noticia en portada: ÚLTIMA HORA: «El juez cree que Rusia ofreció a Puigdemont 10.000 soldados tras el 1-O». «Todo parte de una conversación que la Guardia Civil interceptó entre el republicano Xavier Vendrell y el dirigente de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) Víctor Terradellas el pasado 16 de mayo de 2018: «contar con 10.000 soldados y pagar toda la deuda catalana», pero que entonces el presidente de la Generalitat «se cagó en los calzoncillos».

—¡Que vienen los rusos. Gritaban en la OTAN.

—¿Por dónde?

—Por Cataluña…

«No se puede bajar la guardia porque el coronavirus ha demostrado que no distingue fronteras, ni banderas», dijo la ministra. Alguna cosa más que el coronavirus no reconoce fronteras.

¡Ya! Y digo yo. Prepare y dote a las Fuerzas Armadas para lo estructural, y lo coyuntural que lo arregle su Gobierno si es que sabe.

¡Ah! Que no lo digo yo, sino los de la OTAN.

Conviene que en las próximas declaraciones, ella y el que en aquellos momentos debería estar informado de esta pequeñeces, nos digan que hay de cierto en lo que investiga el juez. Si es posible sin tener que estar suscritos a ningún medio privado y así nos enteramos todos.

¿Podía haber sido la guerra? Por poder; ¿quién tiene el poder?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

29 octubre 2020

NACERÁN MÁS UME,s. PERO ESO NO ES DEFENSA. EJÉRCITOS A RAÍZ DEL COVID-19 UNA MASA DISCIPLINADA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Ruina. Es decir: Sin Novedad. Misión cumplida, honor bien alto y miseria que es algo distinto de la pobreza. Pobres siempre hemos sido, además de dignos. Digno en su acepción de <<merecedor de algo>>: habrá que verlo cuando hagamos cuentas y el que parte y reparte se lleve la mejor parte. A los Ejércitos y Armada ni un euro. Para adivinar el futuro solo hay que estudiar el pasado. Por sus obras los conoceréis.

El ministerio de Defensa, a lo suyo, dando las gracias asunto terminado. Como siempre: ¡Son envidiables!, ¡es un honor estar al frente de los ejércitos! La Madelon. Se repiten y ya molesta tanto pringoso halago. Si desaparecen los ejércitos el ministerio de Defensa (?), Castellana 109, será el último en enterarse.

Los tontos de la estrategia están de moda. Desaparecieron después de las grandes guerras y se avergonzaron con su «anunciada» caída del Muro de Berlín, pero últimamente vuelven a las andadas, más que nunca. Alcanzan altos grados civiles y militares e incluso asesoran mientras atesoran. Juegan con las Coreas, con la China y los chinos, con EEUU, Rusia, India… el mar de la Paz,  y hablan de imposibles hipótesis cuando alguno ni siquiera  ha  aprobado la clase de Geografía e Historia, si es que se sigue estudiando. Los verdaderos estrategas de hoy en día son Bill Gates, Amancio Ortega, Ana Botín o Florentino Pérez…, no estos tertulianos que disparan en todas las direcciones sin saber lo que es el alza y el punto de mira. .

Les hablaré de las BRIDOT. Se lo explico. A mediados de los sesenta se crearon unas unidades llamadas Brigadas de Defensa Operativa del Territorio. Tenían poca cosa, lo imprescindible, de efectivos siempre escasas, pero funcionaban. Uniforme, fusil al hombro, mochila, tienda Aneto, manta cruzada y al tren o andando por las carreteras. Aquello era eficaz y no podía ser más barato. Ni dietas se les daba, una bolsa con medio pollo frío, alguna lata, en el campo un lujo de cocinas, rancheros estrella Michelín, y alegría nunca faltaba. Luego estaban las unidades de la Fuerza de Intervención Inmediata que era la élite, con las plantillas al completo y material moderno.

Después de la Operación Balmis todo se olvidará y volveremos a la penuria. Dice la ministra de Defensa: «Cuando se escriba la historia del coronavirus un lugar muy importante lo van a ocupar los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas».

Espero que sepa de lo que habla y que sus asesores le hayan explicado que aquí no se habla, todo lo más se arenga. Debe saber que en los ejércitos no se usan palabras sino que hay palabra: lo que se dice se cumple.

Todo son alabanzas. Ya sabemos lo que han hecho: cumplir con su deber. No insistan. Ahora les toca hacer a otros: al ministerio de Defensa. Si enumeramos los problemas de los ejércitos no cabrían en este artículo. Hemos dedicado muchos a plantearlos y a proponer soluciones.

Hoy solo pretendo exponer mis dudas y los peligros que en el horizonte veo.

Una vez exhibidas las Fuerzas Armadas en Defensa olvidarán sus necesidades como tales, porque han descubierto que pueden cumplir esas misiones, que no son las fundamentales, a pie y sin dinero y que además rentabiliza. Se dará la vuelta a la situación y lo principal pasará a ser lo secundario tomando como misión principal la masa, el conjunto disciplinado, cómodo y obediente que suple las carencias de una inexistente, o invisible, protección civil. Se ha hecho, en muchos casos, un uso indebido de los medios, humanos y materiales, que están para lo que están y que son recursos críticos y necesarios. Han descubierto una faceta nueva para los ejércitos, barata y popular. Este Gobierno no quiere al soldado, le sobran las Fuerzas Armadas de uniformes y cañones. Quieren una masa simplemente disciplinada que va y viene, hace y deshace a la voz de «mar». Lo que sea y como sea. Preparados o no, sin  rechistar; a pie y sin dinero.

Nadie se da por aludido con el desmantelamiento de Unidades, de la Sanidad Militar, de la escasez de recursos humanos, materiales, sanitarios y del permanente y duro trabajo que durante años han llevado a cabo en las misiones en el exterior, mientras en el interior estaban abandonados.

Sacarán desde el ministerio de Defensa la rotunda conclusión: Con lo bien que lo hemos hecho ¿para qué tanto 8×8, para qué aeronaves y fragatas?, ¿para qué tanto entrenamiento de tripulaciones, de armas y municiones?  Con lo que tenemos hemos triunfado.

Olvidarán la palabra: presupuestos. No quiere el soldado alabanzas sino seguridad en dos direcciones. En su futuro y en su misión. Lo que significa tener la tranquilidad de que no le van a poner en la calle a cierta edad y que para cumplir su misión tiene lo mejor que su nación le puede dar. Años, siglos, llevan los ejércitos oyendo la palabra sacrificios, nunca ha habido presupuesto para los ejércitos.

Lo que viene detrás de esta pandemia no es nada halagüeño para los ejércitos. Se potenciará a las unidades que más se lucen ante el marketing dirigido. Para ellos sí habrá presupuesto. Para la Defensa y la Seguridad NO.

Pero la Defensa no es eso.

Los ejércitos de España están urgentemente necesitados si queremos seguir llamándolos ejércitos.

En el Ejército de Tierra veremos si el dinero llega para el mantenimiento de Bases y Acuartelamientos, Seguridad (privada claro), dietas, ejercicios y gasolina. El 8×8 Dragón, la gran promesa, todos se preguntan si era una broma o ahora será de cartón piedra. Seguimos con los BMR y VEC. ¿Helicópteros? Que vuelen las mariposas. Seguiremos llenando folios con los planes del Ejército de cara a su futuro concepto de unidades de combate en 2035… que me quede como estaba. Cada uno trae su incumplido plan.

En la Armada siguen, misión va y viene, las F-100 y F-80, con serios problemas de ancianidad y con prolongadas estancias en la mar. ¿Las F-110? Sí, en marcha, pero nadie sabe mucho más después del fiasco de los submarinos S80. Sistemas de misiles, defensa ante el ataque de misiles, pérdida de la capacidad de lucha antisubmarina… Si se quedan como están mejor desembarcar.

En el Ejército del Aire siguen los viejos y anticuados segunda mano F-18 (se compraron en los 90 de segunda mano)  que seguirán volando y esperemos que sin dar disgustos. ¿Eurofighter? Pregunten al maestro armero. ¿Aviones de adiestramiento?: dudas, muchas dudas. Aviones de Patrulla marítima P-3 Orión escasos y viejos, por no hablar del transporte y el reabastecimiento en vuelo estratégicos y la reducción sostenida de personal. ¿Horizonte 2030?… Mejor quedarse en tierra.

<<Y desde el profeta al sacerdote, todos son engañados. Diciendo: Paz, paz; y no hay paz>> (Jeremías).

Es justo, equitativo y saludable, repetir hasta la saciedad que aquí las palabras no valen. Es la palabra: presupuesto. No quiere el soldado alabanzas sino seguridad en dos direcciones. En su futuro y en su misión. Lo que significa tener la tranquilidad de que no le van a poner en la calle a cierta edad y que para cumplir su misión tiene lo mejor que su nación le puede dar.

No queremos alabanzas ni flores ministeriales.

Este Gobierno ha descubierto unos nuevos Ejércitos. Los suyos, claro. Se pondrá manos a la obra.

Masa disciplinada. <<La Infantería no es la masa, es la compañía>>. Alguno no lo recuerda. Claro. Eso requiere un Capitán.

Se acabaron definitivamente los cañones. Veremos lo que dura la mantequilla.

Creo que lo mejor va a ser como al principio del artículo decía: carretera y manta, chopo a la espalda y fogueo, mucho fogueo.

Lo de las BRIDOT, Defensa Operativa del Territorio, no es mala idea, buena falta hará. Ustedes me entienden. ¿No?

Por eso de la defensa de la integridad territorial.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

7 mayo 2020

RESPECTO A LA SANIDAD MILITAR Por Manuel Guiote Linares General de Brigada Medico (R)

General de Brigada Manuel Guiote Linares, Médico del Cuerpo Militar de Sanidad

Hoy recibimos en el blog a una auténtica autoridad en el mundo de la Sanidad Militar: El general Manuel Guiote Linares, médico militar, con una amplia experiencia clínica, de organización de los recursos sanitarios y operaciones en el exterior. En el empleo de comandante fue jefe de los Equipos Médicos Avanzados ET Centro (EMATCEN) y EMAT I y ha participó en misiones en Bosnia, Albania, Kosovo, Irak y Paquistán. En el empleo de Tte. Coronel mandó la Agrupación de Sanidad (AGRUSAN 1) (1/7/05) y al ascender a general de brigada, asumió el mando de la Brigada de Sanidad (BRISAN( (22/4/13) hasta su pase a la reserva.

Está en posesión del valor acreditado por su participación en los hechos ocurridos el 31 de marzo y 24 de abril de 2004 durante el apoyo al repliegue español (CONAPRE) en Irak.

Especialidades y cursos:
Titulo civil médico de especialista en medicina intensiva 01-02-89
Accidente de Buceo (15/05/81)
Aptitud Paracaidista por la Federación Aeronáutica Internacional en octubre de 1986
Diplomado en Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (31/03/87)
Logística Sanitaria (08/05/95)
Cirugía de Campaña y Grandes Catástrofes (10/05/99)
Curso monográfico de reanimación y cuidados intensivos
Curso de ambientación de aguas frías
Curso Escuela Diplomática Experto en Temas Antárticos
Curso actuación sanitario NBQ
Curso de introducción a la cirugía experimental

Bibliografia:

Grupo de Trabajo “Racionalización de la Red Sanitaria Militar” 25-05-00
Publicación “Apoyo Logístico a una Operación a Pie” Revista Ejército
Publicación “Sanidad Militar en la Antártida” Revista Ejército
Publicación “Propuesta de Clasificación de Bajas” Revista Ejército
Publicación “El EMAT en BHI” Revista Ejército
Publicación “Modelo de Mensaje de Urgencia Sanitaria” Revista Ejército
Colaborador en la Publicación del “I Centenario del Hospital Militar Gómez Ulla”

Un currículo que nos hace guardar silencio y dar paso a su palabra.

Esperamos sus próximas colaboraciones. Bienvenido a esta tu casa mi general.

 

 

RESPECTO A LA SANIDAD MILITAR “…Vosotros valientes generales, oficiales y soldados que podéis presentar anchas y gloriosas cicatrices procedentes de graves heridas adquiridas en defensa de la patria y de la reina, hablad de mí y decid, ¿a quién debéis la vida, a quien la conservación de los miembros…?”

Alocución del Director General de Sanidad a los individuos del Cuerpo en la Capitanía de Castilla la Nueva, año 1851.

Si la eficacia de un sistema sanitario militar, entendido como el conjunto de actividades destinadas a mantener la salud del combatiente, depende básicamente de dos factores: el nivel de conocimientos médicos de la sociedad a la que pertenece y, en tanta o mayor medida, del desarrollo organizativo del ejército al que sirve.Tendremos que convenir que, si el conocimiento medico de nuestra sociedad es alto o muy alto, reconocido a todos los niveles, social, científico, nacional e internacional y  nuestra Sanidad Militar tiene problemas para cumplir su misión,  sólo puede ser el segundo factor, el culpable de la situación.

No voy a disparar por elevación culpando a todo el sistema organizativo de nuestras FFAA, pero sí creo que la parte de organización quafecta a Sanidad Militar es ciertamente mejorable. Es mejorable y debe ser mejorada, máxime cuando afecta al conjunto y por tanto directamente al cumplimiento de la misión.

La organización y procedimientos de relación entre Sanidad Militar y el resto de las FFAA tienen que ser revisados con carácter URGENTE, dado que objetivamente, estamos en una situación muy comprometida y que a corto plazo puede derivar en la imposibilidad de prestar un apoyo sanitario fiable a las Operaciones.

Uno de los problemas con los que nos enfrentamos y hace que nuestra organización sea débil, es que no se siente a diario la necesidad de contar con una Sanidad Militar preparada y fuerte. Hay otras necesidades a las que atender y parecen más perentorias. No voy a discutir que esas necesidades sentidas, sean verdaderamente importante, pero no es menos cierto que es un gran error “acordarse de Santa Bárbara cuando truena” y pensar que disponer de capacidad de apoyo sanitario es de importancia secundaria, o que podemos conseguirla cuando haga falta IMPROVISANDO. Pero no solo es un error, es una negligencia y por tanto un delito.

Si cómo decía George Washington “La principal preocupación del Jefe de la Fuerza, debe ser la salud de la Fuerza”, desde el punto de vista militar, no lo es solo por el valor de la vida que sería suficiente, además lo es porque el recurso humano, elemento fundamental del combate, es un bien escaso y agotable, hay que mantener la capacidad de combate y para ello es imprescindible tener “nutridas”las Unidades. Mantener esta capacidad depende de la posibilidad de regeneración de la Fuerza, la recuperación de las bajas sanitarias, una de las Misiones de Sanidad Militar, es fundamental para devolver los efectivos humanos a sus unidades sin perder “hombres entrenados”. Como se ve, aquí Sanidad Militar tiene un papel protagonista, que no es menos importante que el  desempeñado en el mantenimiento de la moral.

No hay nada más desmoralizante y que afecte más a la capacidad de combate, que el grito de los heridos sin asistencia. Hasta tal punto es importante, que hay autores militares que achacan como una de las causa del desastre de Annual, es el pánico que se produce cuando empiezan a morir heridos por gangrena, sin tener asistencia sanitaria. (Historia de la incompetencia Militar, Geoffrey Regan).

Es incuestionable que la responsabilidad del apoyo sanitario, como la de cualquier otra actividad tendente al cumplimiento de la misión militar es del Jefe de la Fuerza, pero no lo es menos que para tomar decisiones acertadas necesita de un asesoramiento adecuado, profesional y especifico en cada área. También para que sus órdenes se cumplan con éxito, necesita profesionales para llevarlas a efecto y en el “juego de despropósitos” que rodean la actividad sanitaria militar, no suelen cumplirse ninguna de las dos condiciones.

EL JUEGO DE LOS DESPROPÓSITOS

…el Cuerpo de Sanidad que aunque el menos considerado tal vez del ejército, es el que más interesa por ser el que conserva y libra de sus principales enemigos, cuales son las heridas y las mortíferas enfermedades que tienden siempre a su destrucción”.

Alocución del Director General de Sanidad a los individuos del Cuerpo en la Capitanía de Castilla la Nueva, año 1851.

Me refiero al conocido juego infantil, en el que varios niños hacen un corro y uno de ellos susurra al oído de su inmediato a izquierda o derecha, un mensaje o frase.

Esta, va pasando de niño en niño hasta volver al que empezó el juego, y cuál es su sorpresa cuando se da cuenta que no se parece en nada el mensaje que mandó, con el que le llega. Figúrense que pasaría si además lo trasmitido fuera una orden que tuviera que ejecutar el niño inmediato anterior, el resultado sería algo totalmente distinto a lo pensado en principio  y si encima el que recibe la orden no tiene criterio, es decir“hay que pintar y llamamos al fontanero” el resultado será “el desastre” o “el despropósito”. Como juego puede ser hasta divertido pero si nos jugamos el éxito o el fracaso en una actividad seria, ya la cosa no parece tan hilarante.

Analicemos lo que pasa en nuestras FFAA con respecto a Sanidad Militar.

Si lo comparamos con lo anterior encontraremos bastante parecido.

El Mando, necesitado de asesoramiento sobre las acciones que tendrá que ordenar que ejecute sanidad para conseguir el éxito en la misión, pregunta a sus asesores de  Personal o Logística,según los casos ¿no sé por qué? ya que  desde mi punto de vista, Sanidad Militar tendrá relación con los dos, pero ni es lo uno ni lo otro.

Estos, recabarán información normalmente vía logística,  S, G, J, (1 y/o 4), al Jefe de la Unidad logística donde irá la Unidad de Sanidad encuadrada. Este que no es profesional de la Sanidad Militar, se lo preguntará al Oficial médico, volviendo la respuesta por el camino inverso. La información directa del Oficial médico responsable, la recibe alguien no profesional y que se encuentra al menos tres escalones por debajo del Mando generador. Cuando la respuesta alcance su destino, la matriz de variaciones puede alcanzar el infinito, y es impredecible la influencia que la información final recibida pueda tener en la decisión del Mando.

Al final, si todo sale mal, como es lógico y tenemos que cambiar sobre la marcha, la escusa será “se lo preguntamos a un médico”, no sabemos qué le preguntaron, qué contestó, ni si era el adecuado por su formación para dar la respuesta.

Esto es un mal crónico y endémico posiblemente derivado de la afición de los españoles a “jugar a los médicos”.Según se refiere en “Elogio histórico” de D. Antonio Hernández Morejón, en Historia bibliográfica de la Medicina española. Madrid 1842, p. XVIII” como muestra de supeditación de los facultativos, ya a los poderes administrativos o militares (1),Hernández Morejón, responsable de Sanidad del Ejercito de Valencia y Murcia en conversación con el General Mahy, Jefe del mismo,entre cuyas tropas acantonadas en Orihuela había estallado la fiebre amarilla,que se agravaba por no disponer las medidas recomendadas por la Junta de Sanidad, requerido asesoramiento, Hernández Morejón le espeto; Señor, la salvación del Ejército se conseguirá siendo V.E. su primer medico durante una hora o siendo yo por igual tiempo su general en Jefe”, a lo que Mahy respondió dándole el bastón de mando: pues mande usted”.

Resulta que a nivel de ejecución la cosa no mejora, en el mejor de los casos, la Formación sanitaria estará mandada por un médico, pero encuadrada en una Unidad logística con la que no tiene nada que ver desde el punto de vista conceptual,que no solo no facilita ni aporta nada sino que la mayoría de las veces entorpece o anula su funcionamiento. El Jefe de la U. logística repetirá que él manda la Sanidad.No sé qué manda, para qué, ni porqué. El Mando es la capacidad de asumir la responsabilidad, y esa capacidad deriva del conocimiento, sin el cual no se puede dar una respuesta coherente, adecuada, lógica y eficaz. No puede asesorar, adecuar medios, valorar riesgos, prever necesidades, responsabilizarse del funcionamiento de los equipos, gestionar recursos sanitarios etc. Es decir se crea un mando ficticio, que cree que Mandar es imponer el mismo ritmo de vida al personal de Sanidad que al resto, haciendo que todos “formen a diana”, creyendo que así hace sentir su acción de mando, sin darse cuenta que esa noche el herido de las tres de la mañana puede ser él y pagar con su vida el cansancio del cirujano, es solo un ejemplo de las distorsiones que se producen o pueden producirse. Esto que puede parecer ridículo ha supuesto para mí una fuente de problemas en Operaciones cuando he estado encuadrado en elementos logísticos.

 Si manda personal NO médico una Unidad de Sanidad; ¿podría responder de sus decisiones delante de un juez. Si mandar supone responsabilidad, no querrán que se responsabilice quien no manda?¿Lo cubriría el estado como responsable civil, las posibles consecuencias económicas derivadas de sus decisiones, sería un problema civil o penal?En todos los países de nuestro entorno en los elementos de apoyos de combate se diferencia entre: Logística (abastecimiento, mantenimiento y transporte) y Sanidad y se asume que subordinar la Sanidad a la Logística cuesta vidas

Claramente la Sanidad la puede mandar cualquiera. Cualquiera que sepa, da lo mismo que los militares se hagan médicos o los médicos se hagan militares. No hay otra forma y no se ha encontrado otra manera en ninguna parte del mundo civilizado, y en nuestra parte del mundo se decidió que los médicos se hicieran militares.

 No quiero ser sarcástico ni sangrante con mis comentarios, sólo quiero que el principio de calidad, uno de los que debe primar en el apoyo sanitario a las Operaciones, se mantenga en la medida de lo posible.

 La única forma de hacerlo y lo lógico es hacer lo que cualquiera haría ante un problema sanitario, si se trata de su persona, o alguien de su familia, o bien en una situación que le afecte directamente.

 No creo que a nadie en su sano juicio y esto vale también para los militares, admitiera, le gustara y/o consintiera, que el responsable de las compras o del mantenimiento del hospital le asesorara sobre la enfermedad de su hijo y las medidas a tomar, que luego le informe del resultado de la intervención, pronostico, posibles complicaciones etc. Si cuando nos duele y nos toca de cerca es así,¿por qué va a ser distinto cuando se trata de nuestras Fuerzas?, es decir de nuestros soldados y nuestra Misión.

Si en caso de tener que atender a nuestro hijo, nos fiamos del responsable de recursos humanos y nuestro hijo muere por una mala decisión, seremos responsables de la muerte del mismo. Así el Mando será responsable de los muertos que se deriven de una mala ejecución, secundaria a un mal planeamiento, condicionado por un mal asesoramiento. Y la historia no perdona. Al final resultara que el Mando se parecerá a los médicos y “tendrá enemigos en este mundo y en el otro».

 Creo que si queremos una sanidad militar eficaz y fiable hay que dejarse de tonterías, Sanidad Militar es un Cuerpo militar que desarrolla una función logística, no al revés. Que el éxito se basa en una buena actuación en el nivel estratégico, operacional y táctico lo que requiere una buena formación militar,  junto a un conocimiento técnico adecuado y todo esto, bajo la responsabilidad del JEFE y el control de profesionales.

“…¿Qué diferencia existe entre un Oficial de filas y un Oficial de Sanidad? Únicamente la de que debe tener mas instrucción que aquel. Si exceptuamos los estudios de las carreras que cada uno hace en su colegio, ambos presta en paz y en guerra el servicio de su instituto; al par sufren los rigores atmosféricos, el hambre la sed, el fuego enemigo; en los campamentos la tarea del Oficial de Sanidad es más ardua, su exposición en un tipo mayor”.

Primer ayudante medico D. José Brun (Memorial de Sanidad del Ejército y la Armada 1858 )

Hay que tener el convencimiento de que un médico militar “no es un medico que trabaja de uniforme donde caen bombas” y tampoco es un agente del enemigo, que su misión es solo parte, de un todo que es la Misión general de nuestras FFAA, LA DEFENSA DE ESPAÑA.

Manuel Guiote Linares General de Brigada Medico (R.)

3 abril 2020

Blog: generaldavila.com