Durante el transcurso de 68 días los defensores del Alcázar de Toledo mandados por el Coronel don José Moscardó Ituarte, director de la Escuela de Gimnasia de Toledo, desde el 21 de julio al 28 de septiembre de 1936, supieron resistir más de 9.800 disparos de cañón; dos mil disparos de morteros; 1.500 granadas de mano; 2.000 petardos; 500 bombas de aviación; 8 intentos de asalto de masas muy superiores en número a los defensores; 30 ataques de aviación; 10 incendios ocasionados por la artillería y la aviación: 3 minas subterráneas que, con aquellos bombardeos, redujeron el Alcázar a escombros, teniendo los 1.100 defensores un 59% de bajas, de ellas 23% de oficiales muertos y 14% heridos, existiendo en El Alcázar además de 520 mujeres y 50 niños, hacinados en los sótanos, contando como únicas armas de defensa de 13 ametralladoras, 13 fusiles ametralladores, 2 cañones de acompañamiento, 500 fusiles y mosquetones y un millón de cartuchos. Por alimentos 800 kilos de patatas, 1.200 de alubias, 200 de arroz, 100 de chocolate, acrecentados por conquista de dos sacos de arroz, alubias, azúcar y sal, más 140 botes de leche condensada y entre 40/50 sacos de trigo. Disponían de unos cuantos caballos que tuvieron que sacrificar para alimentarse.
La heroica hazaña del Alcázar de Toledo recorrió el mundo y aún se enseña en algunos Centros Militares como ejemplar muestra de abnegación, sacrificio y ejemplar comportamiento.
El asesinato del hijo del coronel Moscardó tuvo enorme repercusión y se difundió como ejemplo la conversación que padre e hijo tuvieron antes de morir este. La reproducimos tal y como figura en el libro de D. Manuel Aznar Historia Militar de la Guerra de España.
-Habla el jefe de las milicias populares.
-Aquí, el coronel Moscardó.
-Son ustedes responsables de todos los crímenes que se están cometiendo y de todo lo que está ocurriendo en Toledo. Le doy diez minutos de plazo para que rinda el Alcázar. Si no lo hace fusilaremos a su hijo Luis, que está prisionero y lo tengo aquí a mi lado.
-Lo creo.
-Para que vea usted que es verdad lo que le digo ahora se pone al aparato.
-¡Luis!
-¡Papá!
-¡¿Qué hay hijo mío?!
-Nada; que dicen que me van a fusilar si el Alcázar no se rinde.
-Pues encomienda tú alma a Dios, da un viva a Cristo Rey y muere como un patriota.
-¡Un beso muy fuerte papá!
¡Adiós, hijo mío! ¡Un beso muy fuerte!
Termina la conversación cuando Moscardó le dice al jefe de milicias.
-Puede usted ahorrarse el plazo que me ha dado, porque el Alcázar no se rendirá jamás.
El hijo el coronel Moscardó, Luis Moscardó Guzmán, fue fusilado.
La prensa mundial exaltó la gesta del Alcázar de Toledo. En octubre de 1936 el diario “L´Echo de París” tenía abierta una subscripción para ofrecer una espada al General Moscardó como testimonio de admiración a un soldado corneliano que ha sacrificado la vida de su hijo en aras del deber.
EL DIARIO DE LOS DEFENSORES DE ALCÁZAR
De mis archivos familiares rescato lo siguiente:
“Días después, el 9 de octubre, el Presidente de la Junta Técnica del Estado, general Dávila, encomendó al Gobernador Militar de Toledo, coronel D. Heli Rolando Tella, una colección completa del “Diario” que los defensores del Alcázar confeccionaron durante el asalto, al efecto de que quedase conservado en el Archivo Nacional de Simancas; pero era difícil conseguirla; contestó el día 13, con estos detalles:
“La tirada del periódico era de doscientos a trescientos ejemplares, no se ha podido reunir en colecciones porque todos querían conservar como recuerdo algunos números del periódico. Como la tirada se hacía en un ciclostil y se han conservado los clichés se pueden reproducir y desde luego si encontramos una colección de la primera edición, tirada en el Alcázar, reproduciríamos una nueva para atender los anhelos previsibles y patrióticos del Archivo de Simancas, que con entusiasmo secunda V.E. sus intenciones, haciendo un llamamiento en la prensa y por peticiones particulares ver el medio de conseguir una colección del periódico. Si se hiciese la segunda edición se haría en corto número para que no perdiera interés bibliográfico”.
El general Dávila insistió y el día 19 reiteraba la petición:
“Ruego se realice toda clase de gestiones para procurar que la edición que se destine al Archivo de Simancas sea de la primera edición. Caso de no ser posible, podría proceder a la nueva tirada en las condiciones que indica en la última parte de la referida comunicación”.
El éxito coronó las gestiones pues el Gobernador Militar de Toledo por oficio nº 1413 del 28 de octubre 1936 decía:
“En contestación a la superior comunicación de V.E. del 19 del actual, tengo la satisfacción de comunicarle que como fruto de todas las gestiones emprendidas para conseguir que la colección del diario El Alcázar, que tenía V.E. solicitada para cederla al Archivo de Simancas, fuera de la primera edición, aquella ha tenido éxito merced a haber atendido los requerimientos hechos el Oficial 2º de Oficinas Militares, con destino en este Gobierno Militar, don Felipe Fernández Santamaría, el cual no ha tenido inconveniente en cederlo dada la finalidad que se persigue; la cesión hecha ha sido de los números 1 al 55 por el citado oficial y de siete al final por otras gestiones y cesiones parecidas.
Como han sido frecuentes los casos de que los envíos por Correo de colecciones del periódico, han sufrido extravío (…), me permito indicar a V.E. sería conveniente el retenerla en este Gobierno hasta tanto hubiera persona de solvencia y pudiera hacer la entrega a V.E. personalmente. Dios guarde a V.E…”.
En la contestación del general Dávila, desde Burgos 5 de noviembre de 1936:
“Al acusar recibo de la colección del diario El Alcázar, doy a usted las más expresivas gracias por su envío, así como le manifiesto mi deseo de que le sean expresadas a don Felipe Fernández Santamaría, `por la generosa cesión realizada”.
Seguidamente ingresó la colección en el Archivo de Simancas.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
27 septiembre 2019