Alguien todavía, incluso militares de excelente nivel y metódica preparación, con pocas armas a sus espaldas, piensa que España es algo y alguien en el conjunto de la Defensa Europea y por tanto mundial. Nada ni nadie. ¿Es esto importante? Pues miren cuando te sientas en cualquier mesa de negociación, sea para una u otra cosa, para defender una frontera o para vender naranjas, lo primero que se preguntan los interlocutores es eso que viene en los libros de historia y enseñan en la Escuelas Diplomáticas y Militares: ¿Cuántas Divisiones tiene…?
Por otra parte es difícil olvidar la postura de España ante estas cosas tan absurdas de la Defensa. Solo recuerdo tres momentos. Hay muchos más. Todos indefendibles a la hora de sentarse en una mesa de Defensa, Política Exterior o Comercio.
1.- El proceso de entrada de España en la OTAN.
2.- La vergonzosa retirada de España de Irak junto a la proclama desde Túnez instando todo un presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la retirada de las tropas aliadas, humillando a su nación e insultando al resto.
3.- Esta es conjunta: Zapatero-Sánchez.
3.1.- El grave insulto del señor Zapatero a los Estados Unidos de América al no levantarse al paso de su bandera, la de todo el pueblo norteamericano. El señor Zapatero nos condenó al tercer orden y el mundo nos mandó más allá del Atlántico.
3.2.- El señor Sánchez lo arregló: «Sobra el ministerio de Defensa».
Sé que nuestra ministra, doña Margarita Robles, hace lo que puede y debe y que en Europa-OTAN es bien recibida por su talante y comprensión del problema. Ya saben que donde hay patrón no manda marinero. Un verdadero sacrificio el de la ministra este de nadar contracorriente.
En Europa no cuentan con nosotros: militarmente. De lo otro no entiendo, pero creo que aún menos.
Les voy a refrescar la memoria de aquello que se llamó «La polémica atlántica», cuando España se situó en el papel secundario que le correspondía hasta llegar al terciario que le corresponde.
La polémica era muy pobre por parte de España. Iban de la mano la entrada en el Mercado Común y en la OTAN. Reconozcamos que siendo el interés mutuo, en la Comunidad Europea les resultaba incómodo tener que hacer un hueco para incluirnos. El planteamiento español y las exigencias era infantil, demasiado elemental para una negociación: ayuda en la defensa de Ceuta y Melilla y la devolución de Gibraltar. Ante eso nos encontramos con el insalvable muro negociador que impuso la CE, y la OTAN.
Ni Suárez (conocida su actitud como «síndrome del Estrecho de Ormuz») estaba ni se le esperaba y Felipe González seguía la política de su partido: «se declara hostil a la existencia de bloques militares». En 1976 denunció la renovación de los acuerdos de las bases militares y en 1979 se declaraba opuesto al ingreso de España en la OTAN. Algo que reiteró el PSOE en su Congreso de 1981 (ya en 1977 Felipe González y Alfonso Guerra viajaron a Moscú donde se pronunciaron «contra los bloques político-militares» y aceptaron no apoyar el ingreso de España en la OTAN, obteniendo así el apoyo del Kremlin).
España se convirtió en miembro de pleno derecho del Tratado en mayo de 1982 con el Gobierno de UCD presidido por Leopoldo Calvo Sotelo.
En 1984 y ante el «no hay más remedio» el PSOE ataca a UCD, pero no por el ingreso en la Alianza, sino ahora por la forma en que se ha hecho, lo que supone al menos un paso al frente.
España se convirtió en el miembro número 16 de la OTAN el 30 de mayo de 1982 y en marzo de 1986, tras un referéndum consultivo en el que ganó el “SÍ”, inició su participación en todos los comités y grupos de trabajo, con excepción de la estructura militar. La plena incorporación de España en la estructura militar integrada tuvo lugar el 1 de enero de 1999.
Así nos plantamos en Irak, como socios fiables, queríamos dar un definitivo avance a nuestra posición internacional. La fidelidad y lealtad a los compromisos fue rota y eso no se perdona ni se olvida: la retirada de Irak y la ofensa a la bandera de uno de sus principales miembros: los Estados Unidos de América.
Sobramos. Hay razones para que ese sea el sentimiento que recibimos. Recuerdo lo que ya les he dicho más de una vez. En la historia de la OTAN jamás el presidente del Comité Militar de la OTAN ha sido un oficial general español, por mucho que lo hemos intentado. ¿Por qué?
España por mucha cumbre de la OTAN que aquí se vaya a celebrar sigue estando en la cola de un tren que está en proceso de cambiar la máquina y en búsqueda de una nueva energía que lo impulse, y España, su Gobierno ¿solo? en estos cruciales momentos, sigue pensando en la ONG con pistolas.
Unos ejércitos no se construyen para emergencias y protección civil, aunque quede muy bonito de cara a la galería.
Miren las estadísticas y los presupuestos de Defensa.
Presupuestos que cuentan para su aprobación con aquellos socios: los de las pistolas. Esas sí son armas.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
27 octubre 2021