23F. POR MUCHO QUE ESCUCHÉIS, NO ENTENDERÉIS…

images (2)Entre pícaros y juglares, funámbulos y trileros, se mezclaban unos aprovechados mensajeros que vendían o intercambiaban sus indecentes propuestas amparados en lo que decían representar. Aprovechando los festejos en algunos pueblos leridanos, adecuada cobertura para no llamar la atención, tanteaban al personal a la vez que medían sus capacidades. Se intercambiaban informes personales y hubo inconfesables delaciones, lo que obligó a refugiarse en las alcantarillas para seguir con la negociación política. Nadie se sorprendió al verse en tan extraños lugares y con tan singular compañía. Aquello te hacía importante en una España que se encontraba navegando por un proceloso mar. Entre el ruido y la música alguien elevó la voz, “es necesario un golpe de timón”. Unos lo oyeron y otros se hicieron los sordos, pero los más se preguntaban ¿quién lo ha dicho?, que en la intimidad se convirtió en ¿quien te lo ha dicho?, sutil matiz que creó incertidumbre y hasta equivocadas interpretaciones. Se oyeron muchas cosas, tantas cosas que se oyó ruido, mucho ruido. Todo terminó un 23F en lo que pudo ser una tragedia. Después desaparecieron casi todos, no hubo protagonistas, y por un tiempo se hizo el silencio. Pero una vez vacunados, y amparados en la necesidad de controlarlo todo, volvieron las intrigas, los dosieres, los tahúres y los juegos peligrosos. Ya no había militares. Hasta las clausuras fueron controladas y se compraron traiciones tanto en oscuros mercadillos como en iluminados salones enmoquetados. Informes, dosieres, dinero, poder, y el enigma que vuelve acusándose unos a otros. ¡Cuántos secretos!, tanto por saber y mucho que esconder. Anclados en el tiempo, sin evolucionar, seguimos en la intriga; sólo algunos, muy pocos, saben algunas cosas y los porqués. Van desapareciendo los que conocen el guión y al guionista que lo escribió; se pueden ya contar con los dedos de una mano. Nunca hablarán porque…

Ahora son los contadores o inventores de historias los que se enzarzan en la polémica y publican hasta los más mínimos detalles de lo acontecido, envuelto en la permanente duda que empaña nuestra historia. La duda y la polémica mantienen vivos y recientes los hechos oscuros que no por juzgados quedan aclarados. Vuelven el recuerdo y las palabras, las imágenes grotescas del tricornio pistola en mano, libros, artículos, nuevas interpretaciones… y más dudas.

Se conjugaba entonces el verbo saber en presente indicativo, “yo sé, tú sabes, él sabe” y ahora se conjuga en pretérito imperfecto simple “yo supe, tú supiste, él supo”, aunque alguno haya preferido escudarse en el pluscuamperfecto “si yo hubiese sabido”. Lo que cada uno sabía, decía saber o dice saber, no ha logrado componer el puzle al completo.

Antes del Golpe de Estado en política se jugaba a conspirar; la prensa aireaba sin descanso y sin rubor, incluso alentaba, situaciones de dudosa constitucionalidad; los servicios de información, militares, y de cualquier otra índole, eran Mortadelo y Filemón o así pretendían hacerse ver; un autor material del golpe, que había sido condenado por algo parecido, estaba, se supone, sin vigilancia; todos sabían, todos insinuaban, todos informaban y se informaban…y nadie hizo nada o no quiso saber nada. Todos dejaron hacer sin saber que hacer, sin querer hacer, hasta que Goya con sus pinceles trazó el cuadro más negro de nuestra historia reciente. No fueron las Fuerzas Armadas ni la Guardia Civil las autoras de este horrendo cuadro. En su mayoría presenciaron, como todos los españoles, atónitas y avergonzadas aquella comedia sin saber  quien la representaba. En el cepo cayeron los conejos y se escaparon los zorros, aunque allí dejaran su olor que llega hasta nuestros días.

Se ha escrito y se seguirá escribiendo; se ha insinuado y se seguirá insinuando; se han ocultado datos y se seguirán ocultando; se ha novelado y se seguirá novelando; se ha mentido y se seguirá mintiendo. Cada uno vive con su verdad pero las operaciones con estas verdades dan los mismos resultados que los misteriosos números primos sólo divisibles por uno y por sí mismos.

Quizás todo sea más sencillo de lo que pensamos y el error fue que en el Congreso sonó aquella tarde una música estridente muy distinta a la esperada por algunos.

Sólo nos queda un concierto malinterpretado- y peor dirigido-, gracias a Dios, por unos actores que repiten: “lo que yo dije”,  y “lo que quería decir”; “lo que yo hice” y “lo que yo tenía que hacer”; y el aderezo, “no era eso” “no era eso”. Todo unido por un tenue hilo de seda que enlaza lo abstracto y lo concreto, lo que sabemos y lo que no sabemos; lo que ciertamente pasó y lo que supuestamente algunos sabían que tenía que pasar.

Por mucho que escuchéis, no entenderéis; por mucho que miréis, no veréis.

Aquello pasó a la historia trágica o cómica de España. Ahora los golpes de Estado se dan desde las Instituciones y sin mover un dedo. La Ley los ampara a través de sus intérpretes.

23 febrero 2023

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R)

Blog: generaldavila.com

 

 

ARTÍCULO PUBLICADO EN ABC POR EMILIO ROMERO EL 31 DE ENERO DE 1981(un mes antes del Golpe).

Las tertulias de Madrid

Madrid era anteanoche un heredero de tertulias. Casualmente me encontré en dos: en la primera tuvo

lugar el nacimiento de la noticia de la dimisión de Adolfo Suárez, y algún día la contaré por ¡lustre, por

excitante y por galdosiana. En la otra, tenía el carácter exuberante de un despliegue de las hipótesis.

Todavía en España la democracia es un sistema provisional y la dictadura una contingencia histórica.

Aquí no se estabiliza otra cosa que las cordilleras. El ambiente era de «acontecimiento nacional» y esto

habría que inscribirlo más cerca de la psicopatía que del raciocinio. Ni el suceso, ni el personaje que lo

protagonizaba merecían la ansiedad, ni la masturbación mental. De Gaulle, Churchill o Adenauer —tres

personajes históricamente universales— no produjeron en sus países, con su marcha, conmoción, sino

noticia de interés a toda plana y episodio interesante de normalidad democrática. Los dos grandes temas

eran «los estímulos de la dimisión», la verdadera revelación histórica de las causas de la marcha —que es

un ovillo y no un hilo— y las profecías sobre el sucesor. Para lo primero se precisa una mentalidad

analítica a lo Pedral Ríus en el legajo del asesinato de Prim. Para lo segundo, la exigencia es menor; basta

un retrato-robot de las condiciones necesarias. Dentro de lo que hay en los cuadros de UCD salieron

siempre Leopoldo Calvo-Sotelo y Landelino Lavílla. Y por todas estas cosas: por una exigencia de

integración; Suárez había separado. El sucesor tenía que reunirse o juntar. Tendría que estar familiarizado

con la economía, que es la exigencia principal en todos los presidentes actuales de Europa.

Y hasta sería también un mérito conocer Europa en sus entresijos económicos. Tendría también que tener

algunas

condiciones parlamentarias de conocimiento de cosas y de repentización. No debía alarmar a la izquierda,

a los militares, a la Conferencia Episcopal. Y, por supuesto, tendría que ser un hombre de clara confianza

para la Corona, en primer lugar porque el Rey es el protagonista principal de la restauración democrática

la Monarquía de todos—, y después porque la relación obligada entre e! presidente del Gobierno y e! jefe

del Estado no autoriza sombras recelos. De todas maneras, la primera acción de posibilidades que ha de

tener el sucesor de Suárez es la aceptación e identificación de su partido, representado ahora

principalmente en sus parlamentarios. El partido y el Congreso de Mallorca son todavía una nube.

Después de esta presunta normalidad de procedimientos, se manejaba otro factor que no debo silenciar, y

es que se decía que aquí están pasando cosas que obligan a una remodelación sustancial. Si para hacer

esto UCD no proveyera, entonces existiría la vía de «un hombre ajeno y políticamente bendecido».

Ahora o pasado mañana. Un tranquilizador neutral y en aquel objetivo. Eché entonces un vistazo a los

profesores y a los militares, y de profesores me rendí. Los había, pero en la endoesfera. Estimulé entonces

a la imaginación y encontré al general Alfonso Armada. Todo esto no quiere decir otra cosa que las

tertulias de Madrid eran prisioneras del «clima esotérico de las hipótesis» que decía Rusell. Pero hay una

realidad que me consta, y es que lo que pasa es tan importante, o tan grave, que no es aceptable ningún

continuinlsmo. Un golpe de timón, en la versión Tarradellas, es un golpe de timón. No le demos

vueltas.—Emilio ROMERO.

23F. GOLPE DE ESTADO. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

‹‹Las cosas por su nombre. Entre la sedición y el golpe de Estado. Ahí es donde estamos. Mejor sería no tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución, y mucho menos el 8, para resolver el órdago secesionista catalán. Eso es lo que hizo la II República en 1934…›› (Luis María Ansón. El Mundo jueves 14 de enero 2016).

Golpe ese: el catalán. El de los indultados.

Eran alrededor de las ocho y veinte de la tarde del 23 de febrero de 1981. Jordi Pujol, Presidente de la Generalidad, hablaba con el Rey.

¡Tranquilo, Jordi, tranquilo!

Es historia. La historia del «golpe de timón» o «golpe de bisturí» en expresiones acuñadas por Tarradellas, antecesor de Pujol, meses antes de darse el golpe.

De aquel 23F quedan dos o tres personajes del primer nivel y otros dos o tres del segundo que saben cosas; más que el resto. Quizá todas las cosas. No, Pujol no. Su honorabilidad iba por otros caminos. Saber sabe, pero de otras cosas que no le dejaban tiempo libre para frivolidades.

Tarradellas dijo con rotundidad:

‹‹Si no hay unidad en España, en Cataluña, en el País Vasco, en todo el país, no nos salvamos. Soy un ciudadano catalán y español apasionadamente preocupado por el país››.

Más de una vez lo he dejado escrito y ahora vuelvo a ello: entre los pliegues de las guerreras buscó protección más de un villano. Pero las guerreras hace ya mucho tiempo que todos saben que no son manipulables, conocen la ley, su juramento, su misión constitucional y como cumplirla. Y los villanos huyen de la ley. Ahora se esconden en la agitación permanente o en la debilidad del que tiene como responsabilidad cumplir y hacer cumplir la ley. El resto, la infantería de a pie, la de la lucha esforzada del día a día, guarda silencio y cierra con fuertes candados la puerta de su casa. Recuerda su pasado, busca el pan nuestro de cada día en su presente y reza por el incierto futuro. Pero fiarse, fiarse, ni del compañero de pareja.

Dicen que la receta para evitar el golpe de Estado se cifra en el diálogo. Pues muy bien. La ley no se dialoga. Se cumple. Si la incumples te la aplican. Así es para esa mayoría demasiado silenciosa.

Momento incierto. Pactos, ofertas, intercambios, el sonido de la traición.

Surgen personajes que no son el paradigma de la estabilidad y fiabilidad. Antes la palabra era ley. Ahora ni palabra ni ley. Fiarte, ni del compañero de pareja, ni de la justa aplicación de la justicia. Se puede pactar. Otra cosa es fiarte del pacto, reconocer la firma. ¡Para fiarte está el panorama!

‹‹Lo que más añoran las dictaduras es la juridicidad que les falta, y empeñan sus mejores y mayores esfuerzos en fingirla o sustituirla››. Son palabras del siempre joven y actual Umbral. Escribía sobre el 23F. Es perfectamente aplicable al actual golpe de Estado, el de Cataluña, que espera, desesperadamente, hacer de su capa un sayo dando juridicidad a su golpe. Esperemos que la ley sea igual para todos y que nadie tenga nada que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad. Hacer legal lo que es ilegal no pueden acordarlo unos cuantos a capricho. Eso no sería hacer política sino cometer un delito.

En combate se adopta la situación defensiva cuando los medios no te permiten actuar ofensivamente. Permanecer mucho tiempo en defensiva es el equivalente a perder la guerra. No hay tiempo que perder, contamos con el mejor y más potente medio para evitar el golpe de Estado: La Ley.

‹‹Mejor sería no tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución, y mucho menos el 8, para resolver el órdago secesionista catalán››.

No lo he dicho yo, aunque también.

¡Rey don Sancho, Rey don Sancho!, no digas que no te aviso, que de dentro de Zamora un alevoso ha salido.

Vuelvo a Umbral: ‹‹Es vieja la teoría según la cual al cínico no se le combate con moralidades, sino con mayor cinismo››.

Yo preferiría simplemente aplicar la ley. Cumplirla y hacerla cumplir.

Juro o prometo. Yo lo juré hace más de cincuenta años.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

23 febrero 2022

 

 

 

 

LA EXTREMA DERECHA EN LOS EJÉRCITOS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

El Congreso, los señores diputados, andan muy preocupados con la extrema derecha y los militares. En mi larga vida militar nunca he conocido a nadie de extrema derecha y sí muchos rojos, más «coloraos» que el capote de Cagancho. A alguno, reconocible, lo mismo le daba la banda derecha que la izquierda, que lo único que le interesaba era estar en la alineación y que de él se hablase.

Si estrechamos un poco el cerco, puede que haya conocido a diestros, algún siniestro, y zurdos ya les he dicho. El último zurdo por todos conocido dio la espantada cuando legalmente no podía (legalmente) hacerlo y ha llegado a viceportador de cartera.

Reconozco que la banda derecha siempre fue mi favorita, porque yo era muy rápido con el balón en los pies. Admirador de Joseíto que era un extremo derecho del Real Madrid que jugaba con el número 7 a la espalda. Recuerdo que mi madre me cosía ese número en la camiseta blanca que  todos los años me traían los Reyes Magos junto a unas botas con tacos de cuero. No sé si eso me hace sospechoso y me invalida para ejercer como militar y como político. De lo segundo me invalido solo y de lo primero quizá sea esa la razón de haber llegado a general, pero sin pasarse, de División y ¡Uy!, que vigilarme, se lo he contado, ya me ocurrió. ¿Por lo del Madrid, por lo de Joseíto o por lo de Real? Todavía no lo tengo claro.

En fin, estas cosas de las bandas extremas, que ahora llaman carrileros para no emponzoñar tan loable lugar, no le interesan a nadie a no ser que entren en el campo gravitatorio del Código Penal Militar o de la Ley de Derechos y Deberes Militares (¿o era de deberes sin derechos?).

Cada uno es muy libre de elegir a sus amigos, incluso a sus compañeros, y no digamos las ideas. Claro que eso de elegir ideas propias es cosa de la libertad, algo que ahora está amenazado por las hordas que persiguen que sea posible decir lo que no se puede decir.

El Congreso ha aprobado crear una comisión para investigar «sobre la presencia de la extrema derecha en las Fuerzas Armadas y las eventuales intromisiones, injerencias e influencia de la misma, por medio de la jerarquía militar, en los poderes Ejecutivo y Legislativo».

El escándalo es mayúsculo, pero la noticia pasa desapercibida. Estamos de lleno en una dictadura de la izquierda en la que no se permite pensar, ni reunirse, ni preguntar sin ser espiado y controlado. Da miedo.

Las conspiraciones existen, pregunten y vayan a Roma. El rufián que quería vender una mula que cojeaba de la mano derecha, golpeaba de manera certera en la izquierda y la mula se enderezaba el tiempo suficiente para que el comprador picase. Se llamaba la venta a golpe de la izquierda, como ahora. Luego las quejas, ya se sabe, a la Unión Europea o a la ONU, donde la banda derecha no existe y solo hay carrileros de izquierda. Es el mundo éste tan divertido de los diablillos de la izquierda.

Pues ya está formado el equipo. Las Fuerzas Armadas penetradas hasta el corvejón por la extrema derecha, el Legislativo cañoneado por la artillería y el Ejecutivo Umenizado por el Estado Mayor de la Defensa. No sabemos si el Centro Criptográfico, el Nacional de Inteligencia y el Faro de Alejandría habrán sido afectados por la penetración, incluso que se hayan vacunado antes de tiempo; contra la ola lateral derecha. El ministerio de Defensa se encuentra aturdido y solo está tranquila la ministra que cada vez insiste más: ¿Qué hago yo aquí entre tanto tanto?

Todo muy democrático, pero a mí me preocupa mi pasado de extremo derecho de mi equipo de fútbol y no ser zurdo. Y aquel amigo que tuve rojillo y buena persona, que uno ya no se fía.

Ahora que lo pienso tampoco he vivido en pisos del lado izquierdo, pero en cambio las fracturas de huesos que a lo largo de mi vida he tenido siempre han sido por la izquierda: pierna, brazo, dedos. La cabeza bien, gracias.

Creo que soy un infiltrado y hasta ahora no me había dado cuenta. Pido disculpas y espero llegar a tiempo antes de que la Caballería enemiga me cerque y envíe a la gran hoguera que purificará mi memoria mientras arden en las plazas mis archivos, documentos, y los libros pecaminosos, contaminados por la verdad.

Maleducados, mentirosos, groseros, incluso algún traidor, aunque para eso hace falta inteligencia, haylos entre los poderes. Juez y parte también. Ordeno y mando mucho. ¿Infiltrados?

Luego dicen que lo del 23F fue de extrema derecha. Si es que no nos fijamos y no preguntan a quien sabe.

A esta Comisión de investigación del Congreso, muy de derechas ella, les señalaría a quienes deben preguntar, pero vistos mis antecedentes no me atrevo. Si señalo en la dirección correcta, esa a la que no quieren mirar, estoy perdido.

¡Mira que no haberme dado cuenta hasta ahora que corría la banda derecha como Joseíto!

Un humo de venganza aturdirá las mentes embriagadas por el poder y la risotada de las algaradas callejeras, sin límite, solo hasta que sus almas reconozcan el paraíso de tierras ennegrecidas y yertas al que aspiran.

Añado: Me avisan de fuentes siempre mal informadas que la orden del Reglamento de Orden Cerrado «derecha mar» va a ser suprimida y a partir de un Real Decreto se dirá: «podemos más». La de «izquierda mar» seguirá como está y la de «media vuelta mar» será suprimido por la Ley de Memoria Histórica, no vaya a ser que volvamos.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

4 marzo 2021

 

A 40 AÑOS LUZ DEL 23F (Un error es peor que un delito). Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Todo está escrito, hasta sobre gustos; pero nadie lee.

Se cumplen 40 años del Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Nadie sabe nada: ni quienes—ni para qué—ni por qué. O lo saben todo que es nada y se hacen como que lo saben, pero no lo dicen; abundan los que no saben nada porque nada han leído que es una mayoría a la que le han contado que (?).

Uno que pasaba por allí estuvo un rato parado en la esquina del Palace; ahora dice que lo vio todo, o sea que lo sabe todo. ¡A mí me lo van a contar!, dice con aires de diputado. Es frecuente escribir así la historia. Desde Londres o así.

Que sepan (casi) todo quedan dos: uno y dos. Hubo tres. El tercero ha perdido el paso. El uno estaba allí y el dos el tiempo justo antes de que se le cerrasen las puertas definitivamente. El tres está en todas partes y en ninguna.

Lo que peor sentó, a unos cuantos, fue no saber nada, ni antes ni después, que no hubiesen contado con ellos ni por un lado ni por el otro. Cuando quisieron colaborar fueron horas muy duras porque no sabían dónde estaban unos y otros; ni a qué bando pertenecían. Cayeron en la cuenta de que eran nadie.

Los que tenían que hablar estaban dentro, callados sin remedio. Los que tenían que decidir, fuera, no sabían muy bien lo que habían hecho los de dentro. Un abismo los separaba. Total: ¡que sea lo que Dios quiera! Uno desde fuera propuso un asalto al Congreso. Los geos estuvieron preparados. Otro, estrella y estrellado, que había estado dentro dijo: ¡Ni se os ocurra! ¡Habrá sangre! Empezaron a sospechar.

Hubo un problema más; no había móviles como ahora y es imposible saber dónde estuvo, en cada momento, esa noche, alguno de los que estaba fuera-dentro. ¿Y los que salieron y volvieron a entrar?; ¿o no?

Desde entonces muchas conversaciones se han olvidado y roto amistades sin cruzar una palabra. ¿Para qué? Estaba dada y de nada sirvió, porque no era eso, no era eso. ¿Qué era? No hace falta ser muy listo. Lo había anunciado Tarradellas: un golpe de timón.

No era un tiro en el pie ni en los techos del Congreso. Un mes antes se decía que «la democracia era un sistema provisional y la dictadura una contingencia histórica». Nadie hablaba claro, pero todos hablaban y, entonces, —érase una vez— cuando Adolfo Suárez dijo que se iba, dispuso el reparto de la tortilla; con cebolla para unos, otros ni patata ni huevo. Los huevos no se prodigaron aquella noche. Incluso por alguna esquina olía a huevos podridos. Es un secreto que aún permanece en la intimidad de los calzones y en los WC.

Perdón. Me dicen que no se me entiende. Pues más claro no puedo ser.

El 23F tuvo tres patas. Dos se vieron y se mezclaron en un cóctel imposible, imbebible, pero purgante. Eran dos en una.

—Te ponemos un avión ahora mismo que te lleve a donde quieras y todo pagado.

—No que me mareo en los aviones.

La tercera, sin uniformes, desapareció. Era la del «Golpe de Timón», los que querían nadar y guardar la ropa, los que querían evitar apoyarse en las otras dos patas.

Se miraron y no volvieron a hablar sobre aquel tema. Hasta hoy, hasta mañana. Lo recuerdan bien, pero no se habla del asunto. Judicialmente cerrado. No hubo tres en uno, pero por los pelos: perdón, quería decir por los tiros.

El golpe era de timón porque había una supuesta borrasca que se produjo entre un presidente que no daba más de sí y los que estaban tardando en ocupar su sitio. Como España es el reino de los escuchas y correveidiles, todos estaban por participar en lo suyo. «…por una exigencia de integración; Suárez había separado. El sucesor tenía que reunirse o juntar. Tendría que estar familiarizado con la economía, que es la exigencia principal en todos los presidentes actuales de Europa. Y hasta sería también un mérito conocer Europa en sus entresijos económicos. Tendría también que tener algunas condiciones parlamentarias de conocimiento de cosas y de repentización. No debía alarmar a la izquierda, a los militares, a la Conferencia Episcopal. Y, por supuesto, tendría que ser un hombre de clara confianza para la Corona, en primer lugar porque el Rey es el protagonista principal de la restauración democrática la Monarquía de todos», que publicaba Emilio Romero un mes antes del golpe. Y vino el lío.

Uno entendió, otro creyó entender y cuando el que debía proceder entró en el Congreso aquello olía a pólvora. Le dijeron que con el fuego de las armas de la Guardia Civil ¡no!, así que tenía que explicarles qué clase de golpe de timón era aquél con tiros en el Congreso.

Los disparos no dieron en la diana porque no era eso, no era eso, alguien se había saltado el guión.

Dejó escrito el general Armada: «Un error es peor que un delito». ¿Qué quiso decir? Lo sabremos.

Por el bien de todos les agradecería que abran los ojos y no miren a los militares cuando hablen del 23F. Es hora de mirar a quienes pusieron los mecanismos en marcha y se dejaron robar la gasolina convertida en pólvora.

La prueba más palpable de ello es que todavía insisten en el golpe de Estado.  ¿O es que somos tontos? Eso creo.

La verdad del 23F queda a años luz porque los que lo urdieron siguen en ello. Hasta conseguirlo.

Acaba diciendo Maquiavelo: «Vosotros de justicia no tenéis mucho y de armas nada en absoluto».

A 40 años luz del 23F vemos la encerrona. Les salió mal. Siguen en ello. Los mismos que ahora buscan otra vía que le llaman democrática.

¿Cuál es el objetivo?: el mismo. Ellos. Si necesitan tirar de la fuerza lo harán. Democráticamente a su manera, así es como la izquierda siempre mandó en España. Poniendo de acuerdo sus leyes y sus armas.

El pronunciamiento militar del año 1930 iniciado en Jaca era la vanguardia del Comité Revolucionario que pretendía que los militares fuesen por delante, asegurarse la fuerza. Casares Quiroga, que iba camino de la revolución del capitán Galán—dicen que a detenerla—, se quedó dormido en un hotel de Jaca. Llegó tarde. Se le habían adelantado. Al despertarse ya se había sublevado Galán que avanzaba hacia Huesca. ¡En nombre del Gobierno Provisional Revolucionario! Fue fusilado.

El 23F, ¿quién llegó tarde?, ¿quién(es) se quedó dormido?

Había que reconducirlo. Ahora a la vista de los acontecimientos queda todo aclarado. Estamos a 40 años luz de lo que pasó por mucho que los parlantes pretendan (verborrea de urgencia) hablar exclusivamente de balística. Pero, eso sí, mucho más cerca del objetivo.

Han pasado 40 años. Acabar con 500 años de historia lleva su tiempo. Cada vez más cerca.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com 

23 febrero 2021

HOMENAJE A AZAÑA ¿ESCRITOR O POLÍTICO? Rafael Dávila Álvarez

«¡Cuádrese! Soy el ministro de la Guerra».

Según, Memorias de Diego Martínez Barrio (Espejo de España, pág. 32), esa fue la entrada de Azaña en la milicia para posesionarse del ministerio de la Guerra.

Era de noche y en la oscuridad de las bujías, aprovechando las sombras, Azaña pone firmes al oficial de guardia del palacio de Buenavista, sede del ministerio de la Guerra. El general Ruiz Fornell  le da posesión del cargo. Azaña acababa de cumplir un sueño infantil. El niño don Manuel sueña con su juguete: ¡Soldados!

No voy a hablar de lo militar, que hay para rato, solo diré que para él los ejércitos eran una caja de soldaditos de plomo al que alguno le faltaba una pierna. Hacía sin consultar y deshizo más que hizo.

Cada uno es muy libre de hacer interpretaciones de la vida de cada cual. La historia, lo acabo de aprender después de muchos años, es subjetiva.  Hay mucha, demasiada, interpretación en nuestra reciente historia, sin el tiempo suficiente para alejarse y mirar sin actuar como mediocre actor. Hasta los documentos no valen si no están interpretados por el interpretador llamado historiador. De ahí surgen los ensalzados prohombres de Estado. Como Azaña. Interpretables.

Me gustaría ir a los hechos. Tiene buena literatura, alguna prosa magnífica, sin duda. Es más conocida su versión política. No sé a cuál de las dos se rinde homenaje en una exposición que ayer inauguró el Rey Don Felipe.

Políticamente no se sabe muy bien lo que era, al margen de ser Azaña, que lo era casi todo para él, porque nada sabía de socialistas y menos de comunistas; y así le fue.

Certero en su apreciación al adivinar  por qué perdieron la guerra los que trucaron las elecciones y convirtieron unas municipales en plebiscito y unas generales en subjetivo recuento como ahora se ha demostrado. En La Velada en Benicarló un Azaña derrumbado llega a dar la clave: ‹‹Un acto revolucionario, una resolución oportuna y útil, no califican para mandar. Si el ranchero impide que su batallón se subleve o el buzo de un acorazado logra que la oficialidad no se pase al enemigo con el barco, déseles un premio, pero no me hagan coronel al ranchero ni almirante al buzo. No sabrán serlo. Perderemos el batallón y el barco››.

Azaña tenía esos tres problemas que acucian a España de manera permanente: el nacional, el religioso y el monárquico. A los tres les atacó con dureza y sinrazón. Muy en la línea actual mezclada con el perejil del intelectual fracasado en sus apetencias.

Andamos entre vacunas. La del 23F, la de los nacionalismos (por cierto y el ¿Estatuto de Azaña?), el terrorismo, el comunismo, y claro ¡cómo no! el socialismo. Todos vacunados. Falta la de la República; no fue suficiente con dos dosis.

«Paz, piedad, perdón». Era tarde y fracasado.

Suárez barajó, entre otros proyectos, trasladar a España los restos de Azaña y enterrarlos en el Valle de los Caídos. Aznar tengo entendido que también; o parecido. ¿Será la última vacuna?

He estado viendo y oyendo y al final he pensado que todo esto, lo de ayer, anteayer y el otro, es como una pedrada. Estamos en eso: tirar la piedra, pero a dar y si es posible a matar. ¡Vaya pedrada!

Debemos descubrir a quienes esconden la mano. En el bolsillo del mandil.

Los hechos y el BOE están ahí. Ellos son objetivos, aunque en ocasiones reflejen la subjetividad del que firma.

Esto, que les dejo entrecomillado, lo firmó don Manuel Azaña como presidente del Gobierno de la República, el día  26 de noviembre de 1931, después de echar al Rey Alfonso XIII, bisabuelo de Don Felipe.

Hoy el Rey de España les ha metido un gol por toda la escuadra a los vacunadores. Que cunda el ejemplo.

«Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los Poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional. Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, honores y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de su representación legal para votar las nuevas normas del Estado, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás, ni para él, ni para sus sucesores. De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional, se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba darles. Esta sentencia, que aprueban las Cortes Soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno Provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones».

Firmaba la sentencia, como presidente del Gobierno de la República de España, Manuel Azaña el día 26 de noviembre de 1931.

El Decreto se había aprobado en las Cortes con nocturnidad: a las tres cincuenta y cinco minutos de la madrugada del 20 de noviembre de 1931. Alta traición. Una declaración de rencor —¿odio?— sin precedentes. Peor que la guillotina. Insoportable.

¡Vaya golazo!

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

18 diciembre 2020

EL NECIO Y LOS LUNÁTICOS Rafael Dávila Álvarez

Él puede. Es el poder, súbditos nosotros. Se place en el insulto y a la verdad llámala lunáticos. El suyo no es un Gobierno socialcomunista, no atacan a la forma de Estado, no mienten, nunca lo hicieron.

Habrá que remontarse a épocas mejores, pero también repletas de mentira.

Están escritas en los mentideros donde es posible encontrar de todo, pero sobre todo una mezcla de venganza, poder y dinero que ni el diablo domina. De todo hay; hasta el 23F cuando a alguno se la metieron doblada para desviar la atención lejos de los que se reunían en las rurales fiestas de la Cataluña profunda. Tramando, tramando. Ellos saben lo que digo.

Capitalismo, socialismo y comunismo no se diferencian en mucho. Dos ingredientes los sueldan históricamente: el poder y el dinero (no son lo mismo). Ellos, de vez en cuando, fabrican el señuelo del necio, (por ser correcto y no ahondar en calificativos sino en conceptos).

Suele ocurrir «que el necio en su casa ni en la ajena sabe nada, a causa que sobre el cimiento de la necedad no asienta ningún discreto edificio. Y dejemos esto aquí, Sancho, que si mal gobernares, tuya será la culpa y mía la vergüenza». La que siento después de este recorrido por la cúspide del poder donde hay toda una cúpula de Interior encarcelada (por casi nada) y un Director General de la Guardia Civil que robó la cartera a la pareja y quiso vender el honor. Blanqueo del imposible color negro de la reciente historia de España donde siempre han metido la mano para sacarla del rojo al amarillo.

Lo más peligroso de la historia es cuando el necio se queda solo, sin control, y un comunista le mete la mano por la espalda y un capitalista de nuevo cuño le pone voz. El muñeco empieza a cantar; sin saberse la letra entona la música y tararea. Adormece al pueblo que siempre estuvo poseído de inocente agresividad.

Los dosieres tienen un problema. Hay que tener licencia de armas, porque se disparan solos, basta  con apretar el gatillo y nunca sabes en quien impacta, incluso el papel, como las balas, rebota.

Se le oye decir a quien quiere escucharle: «Le tenemos cogido por los…». El pueblo está expectante por si hay que salir a la calle. Lo mismo da un auto de fe, autillo o público, que una verbena; la calle manda cuando está bien dirigida.

Tendrán que perdonar a uno más de tantos lunáticos que vemos donde no hay, y no sabemos leer en los entresijos de este presidente del gobierno que nos insulta llamándonos así: lunáticos. Ya decía yo que tanto soñar con la razón no era bueno.

¡Rey don Sancho, rey don Sancho!,
no digas que no te aviso…!

«Y dejemos esto aquí, Sancho, que si mal gobernares, tuya será la culpa y mía la vergüenza».

Esto, como vemos, es una historia de necios y lunáticos. No puede salir nada bueno Sancho; o rey don Sancho.

Sin novedad en España. Todo en orden y desconcierto.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

14 diciembre 2020

ADIÓS MI QUERIDA ESPAÑA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Ministerio de la Verdad: creado por Zapatero. El gran mentiroso. Continuado por Pedro Sánchez, ya se sabe lo que dijo Marx de su utilidad. Como tonto en vísperas sigue el camino marcado.

Detrás de todo y todos hay alguien más cuyo conocido representante se limita a vivir bien y encauzar las ayudas exteriores. Esto ha pasado siempre, desde los remotos tiempos, con la única intención de subvertir. La inocencia también. Vivir bien y predicar el amor universal, completo, y en todos los aspectos. Al conjunto lo alimentan de la palabra, mientras piensan: ¡Que los zurzan!

Entre intereses se ha creado una gran mentira que nos acosa sin saber muy bien a donde nos lleva. Podemos adivinarlo si seguimos los pasos que da su iniciado creador en España: José Luis Rodríguez Zapatero. No le den más vueltas al cervatillo. El Pensamiento Alicia, se ha hecho mayor y perdido la inocencia.

Hasta Zapatero, hubo Secretaría de Estado para la mentira ahora convertida en ministerio con el que imponer el relato dogmático de una nueva e inventada historia monárquica y franquista. La Iglesia ya ha quedado olvidada, que significa marginada. Esperemos que rece.

-Todo empezó con una Transición fallida.

En política los resultados tardan en verse a la luz pública. Ahora es el momento de aquello.

Éramos muy felices mientras unos inocentes -tan sosos como inteligentes del papel- y otros malvados, nos constituían en articulado, 163 artículos, y encerraban su saber en 9 títulos.

-Parieron las nacionalidades y acabaron con el futuro. Ellos felices de no ser futuro.

-Siguió el exhibicionismo y subida a los altares de impúdicos personajes que se apropiaron de nuestra identidad. Los rastreadores de la historia descubrieron hasta 17 identidades. España un milagro.

Aquellos que mandaban en nuestras vidas y nos marcaron el futuro eran muy inteligentes de cara al conjunto, pero manipuladores de intereses. No eran tan listos y brillantes. Sus nombres ahora se pasean por los juzgados y les espera la cárcel sin barrotes. A los frívolos se les dio unos euros, incluso un título que acompañaba al más brillante: el de ex. Con el ex siguen viviendo muchos transicionadores, cazadores de fortuna, ahora demócratas del IBEX 35. Lo mismo les da un sistema que otro con tal de pertenecer a él. Título, ya saben, hereditario en bancos, medios de comunicación, eléctricas, constructoras, gasísticas, o en eso de tan alto rendimiento como es el armamento. Monopolios privatizados en manos públicas.

-Empezó una operación a largo plazo: 23F. Llegó la vacuna al militarismo. Había que acabar con reyes y soldados. Entre información y desinformación, ce-ene-íes, y militares manipulados para el cabreo (exacta definición), se aclaró el artículo 8 de la Constitución. Sonó por última vez el cornetín. Nunca sabremos quién fue el corneta. Yo, con perdón, si lo sé.

-Se abrió la barra libre. Este negocio para ti, este para mí. Ropa cara, marcas prohibidas hasta entonces, que si loeve, los galgos, descubrimiento del caldo de la ribera del Duero y lo público con lo privado. Marbella y las islas, cada cual en su sitio. Era la beatiful people que retrató Sylvia Polakov, los que mezclaban los artículos de la Constitución con los estatutos de los Consejos de Administración, frente a la estupidez de unos cuantos mandados, entre los que me encuentro. También sus nombres han pasado de las portadas de revista a sumarios inacabables que nunca se cierran.

-La ETA mataba. Siempre lo hizo. Era otra forma de hacer política, decían sin rubor, en una España de fallido tránsito, en la que todo se permitía. Hasta ocultar a los asesinados. La España que empezó a ocultar a sus muertos y tapar la boca a las víctimas. Si hay que hacer saltar la ley por los aires lo hacemos, como ellos, con las bombas. GAL y más cosas. Todo tipo de trampas, unos para mantenerse, otros para  encumbrarse. Con los muertos hay una manía en España: echárselos en cara, olvidarlos y enterrarlos a escondidas. No están en las cunetas sino en el imaginario colectivo.

-Había que dirigir a los súbditos por el camino de la enseñanza. Como esta era libre y nefasta había que manipularla en cuanto se alcanzaba el poder: LGE (1970)-LOECE (1980)-LODE (1985)-LOGSE (1990)-LOPEG (1995)-LOCE (1992)-LOE (2006)-LOMCE (2013) y por último LOMLOE. Uno de los mayores escándalos de la llamada democracia española. Acabaron con la Libertad de Enseñanza. Una más.

El resumen es una nación de analfabetos con unas universidades de primaria que ahora pasa su factura. Por lo que la beatiful people actual lleva a sus cachorros a la privada, conexión vía extranjero. ¿Libertad de enseñanza? Pida usted un crédito o hágase un máster político.

Los mandamases inventaron su doctrina intelectual: FAES y Fundación Alternativas. Un fracaso que tuvo su momento hasta que se levantó el telón; y las alfombras.

-Todas estas salsas eran condimentadas en los medios. El genuino de TVE junto a las autonómicas, más las prebendas de los que tuvieron que refugiarse en el capital. Aquí informa el dinero, que nunca es libre. Acabaron con la libertad de expresión y con la prensa libre, ahogada por las deudas y los juzgados de lo mercantil y lo penal.

Poder, dinero, medios de comunicación y libertad: una bomba que aún no ha explotado del todo.

-Europa nos tiene miedo; nos vigila Alemania; Francia nos rechaza; para el Reino Unido no existimos; Italia compite; Marruecos no nos quita el ojo, a pesar de lo de Annual, que fue para ellos y por ellos. Luego están nuestros hijos hispanoamericanos que vaya usted a saber. Y Venezuela, Irán, y Putin (que es el amigo de Benidorm).

-Ahora tú, luego yo. Una especie de Pacto de El Pardo funcionó sin grandes sobresaltos. Todo iba muy bien, escándalo de vez en cuando para alimento del pueblo, horca en la Plaza Mayor, dinero a los separatistas, España en Europa, y esto parecía la época del 600, pero con mejor coche.

-Así íbamos, PSOE-PP y tiro porque me toca. El vasco y el catalán, contentos con dinero, su policía y sus incompetencias. Andalucía de los ERE,s. El resto iba tirando con repartos y amistades peligrosas.

-Hasta que todo saltó por los aires con el inexplicable -todavía- asesinato del 11M que dio entrada a la infamia, o peor, a rematar la situación. Las bombas que mataron a 200 personas trajeron la semilla de la discordia y de nuevo el enfrentamiento: José Luis Rodríguez Zapatero. Era el iniciado, el profeta, el ministro de la Verdad. Desde su llegada, España no ha tenido un momento de reposo. Se ciscó en la Transición. Acabó con la nación. Bien lo saben y han sufrido todos ustedes. Constitución, Corona, poder Judicial, autonomías, Fuerzas Armadas, ley de confrontación histórica, pensamiento único… todo por los aires.

Van quedando las huellas. Tribunal Constitucional y ETA; Supremo y Cataluña; Fiscal General del Estado de puertas giratorias; economía camino de la pobreza; Fuerzas Armadas cada vez más desarmadas; fracaso escolar y universitario; pérdida del lugar internacional que nos corresponde; socio poco fiable, medios controlados.

Su obsesión: ganar la Guerra Civil. Su relato se impone. Dentro de poco ya no podré expresarme en estos términos. La Inquisición quemará la libertad de pensamiento y la verdad palidecerá. Me esperaría la cárcel o la persecución implacable.

-Por sus obras los conoceréis:

La Guardia Civil ni del compañero de pareja, y habla y se habla de la cloaca policial, que nadie sabe muy bien si es algo transversal (?), o una operación montada desde otro lugar parecido, mezcla de una cosa y otra. Némesis de los dos. ¿Qué no me entienden? Ya les digo: algo transversal. El IBEX 35 dicta sentencia. Mejor estar atento a las operaciones no bursátiles y a los beneficios.

«Cui prodest scelus, is fecit«, (Aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido).

-Lo más grave: los españoles enfrentados, llevados a ello, arrastrados por ellos. Una España camino de no ser España, sino un Estado Federal con la secesión de parte de su territorio. Dirección comunista y economía de pobreza.

Esto ahora se pone republicano, ya sabemos lo que significa y lo que nos espera.

Es una historia muy larga y compleja de la que, como he dicho, nos quedan huellas fosilizadas y una realidad diaria a la que nadie pone cerco. Dos de esos fósiles son Presidente y Vicepresidente. Pertenecen a otra época geológica, pero España cada vez se parece más a Parque Jurásico.

Tápense la cara con la mascarilla y no olviden la nariz. El olor es nauseabundo.

Del dinero que todo esto nos ha costado -de nuestros bolsillos- hablarán las generaciones venideras como del robo del oro del Banco de España.

Adiós mi querida España.

Por cierto: Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

6 julio 2020

 

LA POLICÍA PATRIÓTICA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Para Lenin un contrarrevolucionario es toda persona que no es comunista… y seguía diciendo: <<Un muerto es un crimen, pero que un millón de muertos es simplemente hacer una estadística>>.

Dice el presidente del Gobierno, en sede parlamentaria: <<Marlaska está destapando la policía patriótica y por eso le atacan>>.

Sede parlamentaria es como decir desnudo, con la verdad por delante, sin engaños ni trampas, ante el confesionario de la soberanía nacional. ¡Velay!

¿Qué ha querido decir¿ ¿Qué el coronel Diego Pérez de los Cobos formaba parte de un grupo de policía de partido? ¿O algo peor? Mentira por medio: ¿no había ningún coronel para sustituirle que han tenido que nombrar para su puesto a un teniente coronel?

Patriota: <<Persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien>> (Diccionario RAE). Es indudable que él , presidente, y él, ministro, (ellos/muchos) no entran en la definición.

Las palabras del presidente del Gobierno son de tal gravedad que exigen una denuncia por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a las que mancilla y pone en entredicho.

Consentirlo es admitirlo.

Desde el GAL, desde el aún inexplicado 23F, desde aquel <<los españoles se merecen un gobierno que no les mienta>>, desde tantas cosas… una más de lo dicho y hecho en un Estado que se dice democrático, esta declaración del presidente del Gobierno pone en duda todo el sistema: policía de partido. Un insulto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado inadmisible en un presidente del Gobierno.

Hay mayores recuerdos:

<<Confirmada comida mañana>>. <<Vendrán por su parte BG y Lola>>

<<El Gordo, el Chico…  el acojoneras…>>. <<Maricón…>>. <<Yo no. No lo conozco>>, <<pero sí, pero no>>. Todos juntos en sede asamblearia.

¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Es el título de la obrita de Lenin. Habla de los revolucionarios profesionales. Vivir por cuenta del partido, que no es otro que el Estado.

¡Viva el 8M! Sonó en el hemiciclo como si gritara: ¡Viva el 23F! Se habló de golpe de Estado y relampagueó. Era el mismo relámpago que llega sin hacer ruido. La insurrección es una máquina que no debe hacer ruido dijo Lenin. <<Obreros especializados en determinadas cosas>>.

¡Viva el 8M!

Conviene repetir porque somos olvidadizos. Para Lenin un contrarrevolucionario es toda persona que no es comunista, y seguía diciendo: <<Un muerto es un crimen, pero que un millón de muertos es simplemente hacer una estadística>>. Las estadísticas forman y conforman las ideologías.

Está cada día más claro que mientras consiguen su definitivo objetivo, ya próximo, de unificar los poderes en Poder, buscan por todos los medios, que son muchos, una función y control de la policía, de vigilancia del orden político y legal, no sea que se les escape de las manos.

Nunca lo había oído decir: <<Aquí mentimos todos>>, a pesar de los años, tantos, que lo llevo observando.

Esta vez fue en sede parlamentaria. Al desnudo. Que todo quedó como estaba. Un paso más.

¡Velay!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 junio 2020

 

LOS ALMENDROS Y EL 23F. TODO UN GOLPE General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Se acerca el 23F que fue una broma al lado del golpe de Estado en marcha, el que avanza silencioso y oculto bajo el poder del propio Estado, o Gobierno o desGobierno, o lo que esto sea. Tuvo repercusión, entonces, aquello de los almendros. Se empezó a hablar del colectivo <<Almendros>>  y después de tantos años y pesquisas nadie sabe quiénes eran; ni siquiera si eran.

Claro que es primavera y el almendro tiene la manía de ser <<el primero que se levanta>>, que según José Jiménez Lozano, es lo que significa su nombre en las lenguas primigenias.

<<Su flor es abatida una y otra vez, pero sigue relumbrando cada año; y, según las leyes de Darwin, ya debía de haber mudado, si esa helada siempre ha supuesto su muerte. Pero, entonces, ¿quiere decir esto que incluso el ser siempre abatidos no puede matar nuestra esperanza?>>, y continúa diciendo don José: <<Mata la helada a la flor del almendro, /un año y otro año, y uno y otro siglo, /contra la ley de Darwin./¿Será la flor de Darwin la esperanza humana,/o flor de almendro?>>.

No hay primavera que no salga a pasear entre almendros de esperanza para oler el sutil aroma de atracción antes que les pille la helada. Quizá lo haga porque es efímero, la flor y su olor, porque es el primer signo de esperanza de la naturaleza que sabe jugar como nadie entre la vida y la muerte. Todo muere y todo renace, que sepamos, por ahora. Pese a la seguridad de la derrota la flor hace frente a la adversidad y llena los campos de ilusión, aunque esta sea imaginaria o efímera. Cumple con su deber, sin soñar con grandes esperanzas, sino con la limitada y pequeñita de una flor temprana que a otras indica su hora. Es la hora, el único momento, breve y, por eso, fructífero

La España que nos domina es la que ha conseguido asaltar las instituciones pistola en mano. Junto a la que ha sobrevivido y vivido con el lujo y poder que concede el 3%. Todo ello, hoy, en apretada conspiración con la mano izquierda que, de tanto apretarla, ha secado la rosa, marchita al ser cortada de cuajo por la hoz y machacada por el martillo. Todo un golpe.

El colectivo, los del golpe de ahora, ya no tienen nombre florido, y nos encontramos con el temor frente a la esperanza. ¡¿Si no fuese por la lección de la naturaleza, por esa diminuta flor que inunda campos, carreteras, autopistas y jardines!? Anuncia desde cualquier lugar, con suma humildad, que mata la helada a la flor del almendro, un año y otro año, pero no puede acabar con ella.

El almendro es un árbol alóctono por lo que, de acuerdo con la alcaldesa de Vic, habría que poner fin a su costumbre de florecer en castellano y aparentar esperanza en su aspecto físico, así que, o se injertan, o se cortan todos. Además tiene nombre de golpe de Estado.

<<Tenemos que concienciar a los catalanes autóctonos de que quienes hayan nacido fuera deben aprender el catalán, y poner fin a una costumbre muy presente en determinadas zonas del país de hablar en castellano a cualquier persona que por su aspecto físico o por su nombre no parezca catalana>>.

El almendro nada intenta parecer, ni sabe del 3%, ni ha usado pistolas, ni siquiera tiene la belleza aislada de una rosa, ni hoz ni martillo son suficientes para cortarlo, ni de aquí, ni de allí, que no le preocupa, ni a nadie ha pedido permiso para florecer en uno u otro lado. Simplemente florece contento con el lugar donde le ha tocado hacerlo.

La flor del almendro es abatida una y otra vez, pero sigue relumbrando cada año. ¿Quiere decir esto que incluso el ser siempre abatidos no puede matar nuestra esperanza?

Me acerco a la humildad del sabio y a su lado escucho: <<¿Será la flor de Darwin la esperanza humana,/o flor de almendro?>>.

Nuevos brotes: ¿dónde?¿Ley de Darwin?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

17 febrero 2020

23F. EL DEL GOLPE QUE NO SE HA CERRADO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

He escrito en varias ocasiones en el blog sobre el 23F. Aunque he dado algunas pistas reconozco que no he sido lo suficientemente claro. Cuando alguien remueve el agua para que nunca, nunca, deje de estar turbia, es imposible ver lo depositado en el fondo.

Va dando pereza insistir en el tema. De eso se trataba cuando se cerró en falso. Que pase el tiempo. el tiempo. Ya se aburrirán y de lo penal a lo histórico.

Desvelar lo que uno sabe, o intuye, es peligroso. Todavía. Se sabe, pero no se sabe, se intuye, y los que saben todo, y todo es todo, cada vez son menos. Cada vez menos. Con los dedos de una mano y sobran dedos. Funciona en inteligencia (servicios de inteligencia) una técnica poco conocida: solo uno debe saberlo todo; el resto solo las fracciones del todo. Las fracciones se lo tragan y se creen que saben todo. Da resultado. El que sabe todo suele ser siempre el mismo, se repite y no sé si incluso se hereda. Lo investigaré. Fracciones hay muchas, pero todo no hay más que uno. En cada momento. ¿Quién es todo? No, no apunten tan alto. Ya saben lo que le ocurrió a aquel que picaba muy bien, pero picaba muy alto.

Como casi siempre los escalones intermedios poseen las piezas del puzle; se entretienen en recomponerlo mientras sonríen. Pero no se fíen, siempre falta alguno a la reunión; esos que dicen que valen más por lo que mucho que callan que por lo que cuentan: mienten. Es decir, a mí no me hagan mucho caso.

No se sabe muy bien quienes son los que saben; y ellos saben muy bien que solo ellos lo saben. Solo quedan fracciones. Que no son todo. Y desfiguran el acto.

Alguien en Cataluña inventó aquello del <<Golpe de timón>>. El 23F se le adelantó; o se la lió. Luego vino el 3%. Hubo que tranquilizar a Jordi: <<Tranquilo Jordi, tranquilo>>. Y Más continuó; otros más lejos llegaron. ¡Derecho a decidir! Waterloo. España nos roba. Ya les dije que creo que en el 23F hubo dos golpes de Estado. El conocido por todos fue una chapuza que tapó el otro golpe. El político. Ahora se abre la caja de Pandora.

Se abrió el paréntesis el día 23F de 1981. Sigue abierto.

El Tribunal Supremo ahora intenta cerrar aquel paréntesis.

Escribió el maestro Gabriel Albiac: ‹‹La corrupción sabiamente  administrada suelda fidelidades más firmes que cualquier sentimiento noble››.

Todo empezó hace tiempo y ahora aflora cuestionando el Estado de Derecho. Puede ser que se hayan mezclado las cosas… y los casos. Golpe a golpe. Como antaño.

Siguiente paso: al banquillo de los acusados. Rebelión.

¿El siguiente?

Para mí que el 23F no ha cerrado el paréntesis.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com