
Primera Guardia Legionaria 1931
PRESENTACIÓN:
Hoy tenemos la fortuna de contar con Antonio Jesús González Ramírez para hablarnos del Cristo de la Buena Muerte, el Cristo de los legionarios, el Cristo de Mena, de Málaga, de la Legión. Nadie mejor que él para describir los sentimientos que se conjugan en ese misterio encerrado en el corazón del Cristo legionario con los novios de la muerte.
Antonio Jesús respira Legión, lleva a Málaga en el corazón y se mueve por los pasos de sus Congregación: La del Cristo de Mena y Nuestra Señora de la Soledad.
Sé lo que digo porque hemos compartido muchas horas de sentimientos muy hondos cuando yo mandaba la Legión. Recuerdos imborrables que han forjado una gran amistad a los pies del Cristo y en los espíritus del Credo de la Legión: De juramento entre cada dos hombres.
Gracias amigo, compañero, hermano legionario.

Antonio Jesús González Ramírez con el Alcalde de Málaga en el homenaje que le rindió la Congregación de Mena
Antonio Jesus González Ramírez nace en la malagueñisima calle de los Santos Martiries (Ciriaco y Paula) patronos de la ciudad de Málaga un treinta de octubre del año 1963, en el seno de una familia de raíces profundamente cristianas y por su puesto cofrades por los cuatro costados, su padre Antonio Gonzalez López, funcionario del estado, de la Delegación del Ministerios de Industria de Málaga, inculca en el el cariño y devoción al Cristo de la Buena Muerte y a la Virgen de la Soledad, y por ende una admiración sin igual a La Legión Española.
Cursas sus estudios de bachillerato elemental y superior en los colegios de Puerto Sol, IEM Martiricos y Colegio Cerrado de Calderón pero la muerte repentina de su padre hace que tenga que dejar sus estudios y empezar trabajar en la antigua Caja de Ahorros de Ronda ahora Unicaja, en la que la edad de 37 años tiene que jubilarse por enfermedad debido a una hemorragia en la macula de ambos ojos seguida por un desprendimiento de retina.
Su actividad en el mundo cofrade es múltiple ya que nunca deja sus obligaciones para su cofradía, y es por eso que en 1982 es nombrado secretario general de la misma, ejerce después en otros cargos como albacea de procesión y en 1994 es nombrado Teniente de Hermano Mayor, posteriormente ejerce el cargo de 1 Tte Hermano Mayor en la etapa de 2004-2008, para después presentarse a las elecciones de 2008 y salir elegido Hermano Mayor de la Congregación de Mena en el periodo de 2008-2016.
Su labor al frente de la congregación ha sido intensísima siendo destacable los hitos de la participación en las Jornadas Mundiales de la Juventud (Madrid2011), la celebración del centenario de la fusión de la Hermandad del Stmo. Cristo de la Buena Muerte (1860) y la Congregación de Ntra. Sra. de la Soledad (s.XVI) (1915-2015), que junto con la Coronación Canónica de Ntra. Sra. de la Soledad han constituido una época gloriosa en la Congregación de Mena.
Antonio Jesus González, esta en posesión de la Cruz al merito militar con distintivo blanco y la cruz al merito policial, como también es Caballero legionario de Honor desde septiembre de 1989, posee el titulo de Caballero Almogavar, y es becado de honor de colegio mayor de La Armada Jorge Juan de Madrid, es miembro de numero de la Real Liga Naval Española
Esta casado con su Susana Delgado Escalante.
LOS LEGIONARIOS Y SU CRISTO

Guardia de los legionarios al Cristo de la Buena Muerte
Es para mí un inmenso honor poder participar en este blog, al que sigo puntualmente en todo lo que aquí se publica.Me presento como español, andaluz y malagueño, por este orden, en el que creo firmemente y por lo que he vivido hasta ahora, puedo decir y digo que estoy orgulloso de serlo. Así me siento y me expreso en el sentido de que nuestra patria España, en toda su riqueza de formas, estilos y costumbres, conforma la más plural diversidad de tradiciones en el conjunto del pueblo español. Y concretamente de eso vengo hablar, creo afirmar que la tradición más arraigada es la Semana Santa, que es la representación de la pasión, muerte y resurrección, de Jesucristo, que los que somos cristianos la vivimos intensamente, en cada región de una formas y usos diferentes.
Y en este tiempo de Semana Santa, vengo hablaros de esa simbiosis que cada año se produce en Málaga “la ciudad del paraíso” como la denominaba el poeta Vicente Alexandre, esta conjunción que, con motivo de esta tradición, se produce cada año en la participación de La Legión Española con su protector el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que desde 1928 se viene produciendo año tras año, en el enmarco de la Semana Santa malagueña.
La historia nos dice que allá por la segunda mitad de los años veinte del pasado siglo, y en plena guerra de África, un grupo de jefes y oficiales de la recién creada unidad Tercio de Extranjeros, que casualmente estaban en Málaga, entablaron amistad con hermanos cofrades pertenecientes a la Congregación del Cristo de la Buena Muerte y Ntra. Sra. de la Soledad, a los que invitaron a participar en sus cultos internos, dichos militares quedaron admirados ante la figura del imponente crucificado, obra del insigne escultor granadino Pedro de Mena y Medrano (1628-1688), a partir de ese instante tomaron la decisión de que esa imagen y en esa advocación se encomendarían bajo su protección. Hay nace ese vinculo indisoluble que llega hasta nuestros días y que todos los años el jueves santo acompañan a su Cristo Protector por la calles de Málaga.
Esta introducción sirve para enmarcar lo que ha significado esta vinculación para La Legión Española y la Congregación de Mena durante estos noventa años, en los que hubo que pasar muchas vicisitudes, en primer lugar la desaparición de la imagen del crucificado que tallara Pedro de Mena, en los sucesos de mayo 1931, con la desaparición total de todo el ajuar procesional, y posteriormente la guerra civil que todavía dejo más sumidos en la pobreza a los cofrades de aquella época. Pero como el ave fénix se resurgió y nunca mejor dicho de las cenizas, pudiendo otra vez salir a la calle y así recuperar la tradición de procesionar a las imágenes, La Legión vuelve otra vez a salir con su Cristo ya de una manera ininterrumpida hasta nuestros días. Hubo que hacerlo todo de nuevo tronos, enseres, túnicas y la imagen del Cristo de la Buena Muerte obra de escultor malagueño Francisco Palma Burgos (1918-1985). A partir de entonces se intensificaron los lazos que nos unen, no entendiendo a La Legión sin su Cristo ni al Cristo sin sus legionarios.
Los legionarios tienen en el Cristo de la Buena Muerte a su referente espiritual,al que llevan en su pecho tatuado o una estampa del mismo junto a su corazón, a el se encomiendan sus vidas en su trabajo diario y en sus duras misiones, por todo esto en una misión en el Congo efectuada por el “Grupo Táctico Valenzuela” creado a partir de la VII Bandera del Tercio “Juan de Austria” III de La Legión, en una salida de reconocimiento fueron atacados los vehículos de los legionarios, impactando en dichos vehículos algunos proyectiles, sin causar ningún daño a los ocupantes de los mismos. Al regresar a la base el jefe del contingente español les pregunto que les había ocurrido y si había algún herido, a lo que los legionarios le contestaron “ no se preocupe mi teniente coronel nada nos puede pasar por que llevamos colgadas del techo del vehículo las medallas de nuestro protector el Cristo de la Buena Muerte que nos impusieron el pasado jueves santo” . Esta es laverdadera fe del legionario hacia su Cristo, en el creen firmemente incluso aun no profesando la religión católica. En la tarde-noche del jueves santo un congregante designado a tal efecto, fue como todos los años en la salida de la procesión a imponer la medalla del Cristo a la Compañía de Honores que aquel año venia, perteneciente a la I Bandera del Tercio “Gran Capitán” I de La Legión, y al llegar a un legionario que era musulmán le pregunto si quería que se la impusieran cumpliendo y respetando las normas confesionalidad a lo que el contesto: “Ala es mi Dios, y este es mi Cristo”. Esto es muy difícil de explicar, pero aquí relato la verdad de lo sucedido y cada uno saca sus propias conclusiones.
Mas recientemente y en agosto de 2011 el Cristo de la Buena Muerte fue elegido para representar a la Diócesis Castrense, en el viacrucis que se organizo con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid, por supuesto los legionarios venidos de la X Bandera del Tercio “Alejandro Farnesio” IV de La Legión, acompañaron a su Cristo por las calles de Madrid, todos sabemos que aquel año teníamos una situación convulsa en las calles de una protesta constante ante la crisis económica, y un periodista pregunto al Coronel que mandaba a los legionarios si los legionarios ante un posible ataque hacia ellos durante la procesión repelerían la agresión a lo que el Coronel contesto: “no se preocupe que de mis legionarios respondo yo, lo que no respondo es de lo que pueda pasar si atacan a su Cristo”. Una vez más se refleja el sentir legionario hacia su Cristo, y este sentimiento se vio en la llegada a Málaga de la “Agrupación Táctica Canarias”(1994) integrada en su mayoría por legionarios de VII y VIII Banderas del Tercio “Juan de Austria” III de La Legión, junto con legionarios de la IV y V Banderas del Tercio “Duque de Alba “ II de La Legión, donde se le pido a la Congregación de Mena por parte del Coronel del contingente que el Cristo estuviese en el puerto para que los legionarios pudieran darle las gracias, y el cristo se entronizo en el muelle uno del puerto de Málaga y ocurrió lo siguiente: “cada legionario que bajaba por la escala del buque de la Armada, y antes de ir a saludar a sus familiares pasaba ante la imagen del su Cristo les rezaba por estar sanos y salvos”.
Esta es la esencia de la relación entre los legionarios y su Cristo, no se entiende lo uno sin lo otro , y ahora que dentro de dos años se cumplirá el centenario de La Legión, seguro que el Cristo estará presente porque es parte de la historia de La Legión. 
Antonio Jesus González Ramírez
Ex-Hermano Mayor de la Congregación de Mena
Blog: generaldavila.com
Miércoles 28 marzo 2018
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