MILICIA Y JUEVES SANTO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La tradición militar española es de fe, de espiritualidad profunda. Razones que llevan a acogerse a una segura protección y amparo. Este es un oficio de entrega sin límite. Se da todo. No hay Ejército ni Unidad que no esté bajo el amparo de Dios a través de Cristo Jesús, Su Madre la Virgen en sus distintas advocaciones o sus Santos tradicionales.

La noche del jueves Santo camino de la madrugada del viernes es noche de vigilia para muchas unidades que dan muestra de su fe procesionando a su Santo Protector o a Su Santísima Madre.

Pongamos por su popularidad a Málaga: la Legión. Porque en ella están todos: legión.

Ayer, hoy es día de legión. Sí: muerte. No es tan horrible como parece. Es el combate de la vida, en el que todos estamos representados. Asaltos, ofensivas, defensivas, trincheras y alambradas.

Marca la Legión.

¿Por qué?

Compañerismo. Amistad. Unión y socorro.

Ayer, hoy (mañana) es el Cristo legionario, alistado, el primero en la lista de filiados, en servir y abrir las puertas del Cielo legionario. Si no no habría Legión; ni legionarios.

Ayer, hoy (mañana), Málaga desfilaba a golpe de combates, con la vida a cuestas, a hombros legionarios, de firmeza, entrega y solidaridad.

Desfilaba a la cabeza el Jefe del Ejército (JEME) General de Ejército, Amador Enseñat, conocedor de la sensibilidad de sus tropas, allí representaba a todos los soldados de España, todos acompañaban al Cristo legionario. España, Málaga, el Ejército, eran música de servicio, sin duda ni interrogantes «por ir a tu lado a verte…», por España, por los españoles. «y tu amor fue mi bandera…».

Morir no es tan horrible como parece. El atractivo de la Legión, de ser legionario, es espiritual, inexplicable por tanto. Es un imán para el alma: por ser tan sencillo en su complejidad.

No busquen fórmulas ni razones, no indaguen en los corazones: nadie va a contestar.

Solo desde dentro podrán entender.

Por eso es atractivo su canto a la muerte que es a la vida. Es irremplazable y una vez dentro se sabe lo que significa el tránsito y por ello el vínculo con el Cristo de la Buena Muerte.

Un legionario, un soldado, es un luchador frente a la vida, ser valiente sin exageraciones, ser sacrificado sin exaltaciones, cumplir sin alardear, servir sin preguntar, morir para vivir.

«Legionarios a lucha, legionarios a morir». Es lema universal.

Todo es lucha y muerte.

Por eso Cielo y tierra se unen y entienden en ese lenguaje que es el de la Legión: universal.

Tan sencillo por ser sublime: ser soldado de España.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

7 abril 2023

 

CABALLERO LEGIONARIO JORDI OÑORO TOMÉ ¡PRESENTE! General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Durante unos ejercicios de preparación para el combate el Caballero Legionario Jordi Oñoro Tomé ha muerto al volcar el vehículo que le transportaba. Descanse en la paz legionaria que les acoge alrededor del Cristo de la Buena Muerte al que hace unos días izaban como a un compañero más, acompañaban en su agonía. Hoy el duelo se transporta por un compañero que se nos va, nos deja con la tristeza de su ausencia y la tranquilidad de que la muerte no es el final. En la Legión se vive intensamente ese misterio de hoy aquí mañana allí. Pero es difícil substraerse a los espíritus de amistad, compañerismo y unión y socorro. Levantar la mirada de ese pelotón del Arma de Caballería legionaria y no ver al compañero Jordi oteando el horizonte y animando al grupo ligero, dando velocidad y contundencia al avance, escudriñando cada movimiento, animando cada reconocimiento con su carácter alegre y decidido, se nos hace duro y extraño.

Todo esto hace descubrir, aunque no se conozca, que los legionarios también lloran cuando deben hacerlo, es el llanto legionario de esos Tercios heroicos, Legión valiente, /que en la vanguardia saben morir, /
el orgullo de nuestra España, /sus hazañas al combatir. ¡Legionarios a luchar, legionarios a morir!

Notad que os cercan siempre amorosas,
sutiles sombras que un beso os dan.
El pensamiento de España entera,
vedlo en el tenue, fugaz rumor,
que nunca cesa de acariciaros,
de vuestros pasos alrededor.

Quede su recuerdo para siempre, su actitud, su espíritu legionario en nuestras filas, su hueco será una sombra que nos acompaña junto a la de todos aquellos que murieron vestidos de legionarios, por fuera y sobre todo por dentro. Corazones con camisa verde y chapiri, pasaporte para el Cielo, ejemplo para todos.

se nos va al Cielo.

Jordi Oñoro Tomé, Caballero Legionario ¡Presente!

Acaba de filiar como Ángel legionario en la Legión del Cielo.

¡Viva España! Valientes hermanos,
¡Viva España! Legión inmortal,
que es gran gloria morir por España,
abrazado a un sublime ideal.
Con la sangre que vierten sus hijos,
más frondoso el laurel brotará,
del que haremos coronas que España,
que en sus sienes augustas pondrá.
¡Viva España! ¡Viva La Legión!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

27 abril 2022

¿UN CRISTO LEGIONARIO? PREGUNTEN AL PUEBLO (General de División Rafael Dávila Álvarez)

v026mo01Humilde el origen de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Málaga, humilde su nacimiento y larga su espera hasta hacerse legionario y acoger a la muerte buena.

Cristo de la Buena Muerte hecho vida en la madera a través de las manos de aquel artista llamado Pedro de Mena. Todo comienza con una salida en la procesión de 1883. Después nada. Quedó solo el Cristo, acuñado el término menoso, y una esperanzada espera hasta el 22 de agosto de 1915 en que se constituye en Santo Domingo de forma oficial la Real y Pontificia Congregación de Culto y Procesión del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Soledad. Años de auge, duro trabajo y esperanza, mientras seguía la espera.

En los años veinte la muerte se instala en las portadas del quehacer diario. Es la guerra en África. Se muere cada día, de cualquier manera, en el olvido. Se desvía la mirada de la tragedia, el honor en ocasiones perdido.

Como si de un milagro se tratase, nace la Legión. Novios de la muerte a la que convierten en su más leal compañera. Los acontecimientos, la necesaria y buscada protección llevan irremisiblemente al encuentro.

En 1927 los legionarios montan su primera guardia al Cristo de la Buena Muerte. Desembarcan en su búsqueda, lo convierten en compañero legionario, le dan escolta y desfilan por Málaga en 1930. Es el inicio del vínculo que, a pesar de los muchos pesares sufridos, llega con fuerza hasta nuestros días. A pesar de querer quemar con su odio la vida, aquellos que solo pueden quemar la madera. El vínculo proclama la victoria sobre la muerte. Y el Cristo de la Buena Muerte obra el milagro. Vínculo del pueblo con los legionarios, juntos siempre y más si cabe, el Jueves Santo. ¡Preguntadle a ellos! el porqué de aquella atadura alrededor de aquél madero donde está clavado El Cristo legionario.

Por ir a tu lado a verte…

No sé si lo entienden. Yo lo siento y lo entiendo pero me cuesta explicarlo; no sé hacerlo. Pregunten al pueblo, háganse pueblo o legionario, que es lo mismo, esa noche mágica del Jueves Santo.

Morir debe tener una razón, un credo común, intemporal, indestructible, vencedor; un credo sencillo hecho en la humildad de la calle. Un credo para los momentos trascendentes. Ese es el vínculo indestructible que supera las ideologías y el paso del tiempo. Es la fuerte e inexplicable atadura entre el Cristo, el pueblo y los legionarios. Es el secreto que encierra la hermandad, el compañerismo, la amistad, el espíritu de unión y socorro, la dureza y el sufrimiento. No sé si lo entienden, pero ante todo no busquen una puesta en escena ni una representación. Pregunten al pueblo cuando a su vera pase el Cristo legionario.

Este milagro que ocurre cada Jueves Santo en Málaga ni escenifica ni representa, es simplemente un clamor, un grito de esperanza que dice que la muerte no es el final.

Sobre hombros legionarios, sobre sus gargantas, su corazón y sus labios, sobre los que con su mirada siguen sus pasos, con aquel Cristo, el de la Buena Muerte, van todos nuestros muertos legionarios. Entender aquello es como intentar meter todo el agua del mar en un pequeño agujero hecho en sus orillas. El misterio se explica por sí solo cuando formas parte del mismo. Esto es lo que ocurre en Málaga el Jueves Santo. No le den más vueltas. Todos callan porque todos rezan mientras cantan. La muerte está ya muerta:

jpeg-1Por ir a tu lado a verte…”. Música de combate con la que se vence a la muerte.

Si quieren entenderlo pregunten al pueblo.

Silencio. Suele surgir después de los duros combates cuando sabes que tu vida concluye. Cuando la muerte en acecho te espera. Cuando no la llamas ni la huyes. Cuando le dices que puede venir cuando quiera. Cuando no tienes miedo a verla porque esperas en buena muerte resurgir a mejor vida. Por eso ni la llamas ni la huyes, puede venir cuando quiera.

Por ir a tu lado a verte mi más leal compañera

me hice novio de la muerte.

Puedes venir cuando quieras.

General de División (R) Rafael Dávila Álvarez

La Congregación de Mena celebrará en 2015 el pri

HONOR Y DOLOR Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

En estos días tan cargados de virtud para un soldado me llega la triste noticia de la muerte de dos infantes que junto a la virtud llevaban grabada en su recámara el mejor regalo del que un hombre dispone como ofrenda: la amistad.

Dos amigos se me acaban de ir sin siquiera tener el consuelo de poder estar junto a sus familias, el abrazo y el cariño mostrado, pero por causas ajenas e inevitables he tenido que rezar en solitario. En oraciones me ha parecido escuchar: «Rafa no es necesario, no vengas que aquí seguimos y sabes que el camino no se acaba; esto solo es un descanso. Levanta tu ánimo y dile a todos que ya hemos llegado, que en ese sitio tan querido ya estamos, y que nunca lo hemos recorrido solos, siempre acompañados, que entre nosotros los soldados ni en estos momentos, que lo son todo, hay tristeza ni abandono».

Teniente General Agustín Muñoz Grandes y Coronel José María Álvarez de Toledo: son dados de alta en el Cielo. ¡Presentes!

Con Cristo muerto, como su Cristo: ¡Resucitado!

Semana de dolor que acaba en Resurrección: es ese el mensaje.

Vidas ejemplares y humildes, con entrega a la virtud que fue su camino, el honor de servir sin servirse, sin pedir nada a cambio, más allá de una sonrisa, como la que ellos esparcían como sembradores de buena semilla.

Es primavera en el Cielo, también, los frutos caen de esa madura Cruz bendita regada con sangre de heridas abiertas, que solo cura la amistad, el compañerismo, la unión y el socorro que se predica entre los que solo necesitan: fe, amor y amistad.

Es el resumen de la vida de dos soldados, de dos amigos que ya han llegado, que hicieron de su caminar un homenaje al honor de ser servidor, a su fe, a España, a la amistad y, también, ¡cómo no! a la tradición española y a su historia. Sin mácula de mentira ni rastro de egoísmo.

Recibirán ciento por uno, serán nuestra referencia, seguirán siendo nuestros amigos, nos indicarán, cuando nos desviemos, el camino.

Mi General, mi Coronel, amigos, soldados, ¡Presentes!

Creo que nunca he sentido una emoción tan grande como cuando portaba al Cristo legionario por las calles de España, las de Málaga y tantos otros lugares; llevaba el Cielo sobre mis hombros y en él a mis soldados.

Esta Semana Santa a los lados de la Cruz del Cristo de la Buena Muerte, el Legionario, aunque sea en la distancia, portaré vuestras armas de virtud, el honor, aunque os lo digo con una lágrima de inmenso dolor.

Que Cristo también lloró cuando se le fue un amigo.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

12 abril 2022

 

 

EL CRISTO DE MENA, LA II REPÚBLICA Y EL JEFE DE LA LEGIÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Coronel Juan José de Liniers y Muguiro

‹‹Gracias por la lealtad de que siempre me habéis dado pruebas y por la certeza que tengo de que seguiréis siempre siendo un modelo de disciplina››.

Estas irónicas palabras estaban incluidas en el mensaje de despedida que el Rey Alfonso XIII dirigió el 14 de abril a los militares.

No hay la menor duda de que la proclamación de la República se hizo de manera arbitraria y como consecuencia de unas elecciones municipales que nada tenía  que ver con un cambio de Régimen. Nunca hubo una victoria en las urnas ni una Constitución votada por el pueblo. La legitimidad brilló por su ausencia, pero el Pacto de San Sebastián había conseguido su objetivo: derrocar al Rey. Los de la legitimidad todavía andan buscando como respaldarla e intentando convencer de lo que nunca ocurrió.

Después vino lo peor. La Ley de la Defensa de la República (auténtica ley mordaza), la violencia en las calles, dirigida de manera especial contra la Iglesia Católica, la agitación permanente… Un mal comienzo que nada bueno presagiaba. ‹‹ ¡No es esto, no es esto!››, ¿lo recuerdan?, pero era ya tarde.

No hubo muchos defensores de Alfonso XIII ni él tampoco los requirió, pero sí que hubo militares que desde el primer momento vieron que su sitio no era aquel y prefirieron dejar las filas del Ejército. Entre ellos estaba el Jefe de la Legión.

Iglesia de Santo Domingo en Málaga 1931

Mandaba en aquellos días la unidad más emblemática del Ejército español, la Legión, el coronel don Juan José de Liniers y Muguiro, que había sido jefe fundador de la V bandera ‹‹Gonzalo Fernández de Córdoba›› el 1 de noviembre de 1921.

En el momento de la proclamación de la II República el coronel Liniers se encontraba en Madrid en el curso de ascenso a general. El día 15 se entera de la marcha de S.M. el Rey y no tardó ni un momento en tomar su decisión. Puso un telegrama al ministro de defensa Azaña comunicándole su dimisión como Jefe de la Legión y pidiéndole el pase al retiro. El ministro le contestó de inmediato y con gran indignación. Le decía que la petición la cursase por el conducto reglamentario desde su lugar de destino y residencia, Riffien, donde se encontraba su unidad la Legión.

El coronel Liniers tenía muy clara su decisión y volvió a enviar otro telegrama al ministro, esta vez diciéndole que así lo haría, pediría el retiro desde su unidad. No quedó ahí la comunicación sino que le expresaba que la  despedida sería ante sus legionarios formados y dando los vivas reglamentarios hasta entonces:

¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!

‹‹Le aseguro señor ministro que serán contestados con el mayor entusiasmo por todos los legionarios››.

Recibido el telegrama y sin soltarlo de la mano el ministro concedía el retiro inmediato al Jefe de la Legión.

El coronel don Juan José de Liniers y Muguiro tuvo el honor de ser el primero en la historia en acompañar al Cristo de la Buena Muerte con el inicial desembarco de la Legión y posterior desfile por las calles de Málaga. Así se inicia el vínculo entre la Legión y su protector:  el Cristo de la Buena Muerte.

Cristo de Mena

La quema de conventos y destrucción del Cristo de Mena

La llegada de la II República iba a terminar con los desfiles procesionales. El 11 y 12 de mayo de 1931 ardían todos los templos de Málaga. El Cristo de la Buena Muerte, el de Mena, fue quemado con saña. Con el Cristo legionario fueron destruidas 15 tallas de Pedro Mena.

El coronel Liniers fue el primero y el último que, junto a sus legionarios, dio escolta y desfiló con el Cristo de Mena, el de La Buena Muerte y Ánimas. El año 1930 se realizó el primer desembarco y la Legión desfiló, con su Coronel al frente, dando escolta al Cristo recién alistado, al Cristo Legionario, el de Mena.

El año siguiente, 1931, es protagonista del cartel de la Semana Santa de Málaga. Pero el ambiente es distinto. El aire está denso y ya se vislumbra una primavera roja de odio y dolor. Unos aplauden, otros gritan y silban. Como «escandalizantes y provocadoras» califican algunos medios las imágenes procesionales.  Un mes más tarde, el 12 de mayo de 1931, el infierno de odio y fuego que asola a España, a la España cristiana y católica, llega a Málaga, a Mena, y el Cristo Crucificado, el de la Buena Muerte, el de los legionarios, es arrojado a la hoguera. Los pequeños demonios bailan a su alrededor. Creen haber culminado su obra. ¡No! No han quemado al Cristo de Mena, solo fue una madera lo que ardió. El Cristo refugiado en tantos corazones no se perdió. El Cristo como buen legionario aceptó el reto y supo esperar. Se oyó un grito desgarrador: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Era un rezo, una oración, un  lamento que fue escuchado, el que convierte la muerte en Resurrección. Por eso es el Cristo de la Buena Muerte, por eso le rezan y protegen los legionarios. Aquí está de nuevo la Legión, aquí están para rezarte estos soldados, Caballeros que cantan ser novios de la muerte sabiendo que allí estás Tú, esperándonos en nuestro cielo legionario. No abandonar jamás a un hombre…

Los que habéis hecho este desfile procesional bajo la imagen del Cristo legionario sabéis de lo que os hablo y del significado de mis palabras.

No está de más terminar este recuerdo, como pedía despedirse el coronel Liniers, con los gritos reglamentarios:

Cartel de la Semana Santa de Málaga en 1931

¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!

¡Viva el Cristo legionario de la Buena Muerte!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

Se publicó el13 abril 2017

CENTENARIO DE LA LEGIÓN (74-8) LA FE DE UN SOLDADO (RITOS DE LA LEGIÓN EN SEMANA SANTA)

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No me mueve, mi Dios, para quererte

El cielo que me tienes prometido;

Ni me mueve el infierno tan temido,

Para dejar por eso de ofenderte.

 

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte

Clavado en una cruz y escarnecido;

Muéveme el ver tu cuerpo tan herido,

Muéveme tus afrentas y tu muerte.

 

Muéveme, en fin, tu amor de tal manera,

Que aunque no hubiese cielo, yo te amara,

Y aunque no hubiera infierno, te temiera.

 

No me tienes que dar porque te quiera;

Porque, aunque lo que espero no esperara,

Lo mismo que te quiero, te quisiera.

Sólo un soneto podía expresar la intensidad del amor verdadero: “Porque, aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero, te quisiera”.

Lo que de por sí es bello no necesita recurrir a los artificios de la estética; con palabras directas y enérgicas, sin ornamentos, este soneto popular y anónimo nos traduce el amor puro y desinteresado por encima de cualquier otra consideración.jpeg-9

Anónimo es como decir que nos pertenece a todos y en el anonimato de estos versos se esconde la espiritualidad de todo un pueblo que inspiró a no se sabe quien para que dejase escrita la fuerza de un pensamiento y la espiritualidad de sus sentimientos.

Sobrecoge la expresión verbal pero más sobrecoge la voz de un pueblo que históricamente se ha empeñado en vivir su fe en la calle, que es donde en España, hasta ahora, se vive y se muere.

Por eso este soneto sólo se comprende de rodillas ante los pies del Cristo de la Buena Muerte o junto a las Angustias de la Madre Dolorosa. Es una oración del pueblo, la traducción de su mística, la que resulta humana a fuerza de su severidad y dureza. Es un soneto legionario que cumple con el espíritu que exige no abandonar jamás a nadie en el campo hasta perecer todos.

Sólo la dimensión espiritual puede dar sentido a la entrega de la vida y el sacrificio. La espiritualidad y trascendencia en el pueblo español y militar tiene profundas raíces cristianas; históricamente el militar español ha sido un hombre de fe, de fe cristiana. Por mucho que algunos se escandalicen, y echen a repicar las campanas, las virtudes de nuestros soldados proceden en su mayoría de su formación cristiana en la fe. La defensa de la fe, la convicción de servir a una causa justa y la lealtad al rey, junto al honor, fueron siempre los móviles de su conducta que se ganó la merecida  reputación de ser la mejor Infantería del mundo.

Pocos se atreven a levantar la voz en defensa de mantener nuestra fe y nuestras tradiciones, aunque tozudamente se enfrenten cada año con el pueblo en la calle que peregrina con paciencia procesionando su fe.

Cada primavera el pueblo se refugia en sus creencias al margen de los mensajes contradictorios y de los vaivenes del momento político.

Así ocurrió en Málaga cuando el pueblo lo dijo cantando: “Dicen que a la Legión se ha alistado un Cristo crucificado…”. Una saeta  convertida en jaculatoria fervorosa, el sentimiento popular hecho poesía y el comienzo del vínculo del Cristo legionario, de la Congregación de Mena y la Legión.17_f19

Fue una Semana Santa de los primeros años veinte cuando varios legionarios, en plena guerra de África, y unos cofrades de Mena, mientras compartían el pan y la sal, hicieron amistad y hermandad… “Morir en el combate es el mayor honor”; y para siempre se unieron con el abrazo redentor del Cristo de la Buena Muerte; desde el año 1925 hasta nuestros días han caminado, como suele decirse, con la Cruz a cuestas.

Tuvo que ser una primavera, la de saeta legionaria,  cuando los nuevos miembros de la Hermandad, los Caballeros Legionarios, llegaban a Málaga al mando de su Coronel. En 1930 se produce el primer desembarco, la primera escolta al Cristo, el primer contacto de Málaga y los legionarios. Todo hubiese sido efímero sin la aprobación de la calle, sin que los malagueños sintiesen y admitiesen aquél encuentro entre un Cristo Cofrade que hablaba de la Buena Muerte y unos hombres que cantaban… “soy un novio de la muerte…”.primera-guardia-legionaria-1931

Se produjo el milagro, surgió “El Vínculo”, una relación que se afanan en analizar los teólogos y sociólogos enfrentados a lo inexplicable, al misterio encerrado en esa trilogía, Cristo de Mena, pueblo y legionarios ¿Será la muerte la que ronde alrededor del misterioso vínculo? Siempre la muerte como tragedia, y de repente, ¿la buena muerte? “El morir en el combate es el mayor honorPor ir a tu lado a verte”.

Íntima conexión entre sensibilidad e inteligencia: la sensibilidad tiene sus antenas como medio de captación del conocimiento, y el conocimiento está en ese pueblo que procesiona detrás de su Cristo legionario. Es la sabiduría de la experiencia, sentimientos como herencia, el inconsciente genético que encierra toda la sabiduría. Es la intuición incluso por encima de la razón, más sabia por intuitiva. Es la realidad transmitida que supera a la rígida letra porque es plástica, informe, una sugerencia más que una definición. Concepto intuitivo, una visión de los hechos que los coloca por encima de la rémora del razonamiento vulgar, y le da la autoridad que proporciona el conocimiento de la verdad esencial de las cosas.quema-de-santo-domingo-1931

La Legión nació en momentos muy duros, cuando cada día era una aventura en la que te iba la vida. Esa, tu vida, dependía del combate, de la paz del alma y, en ocasiones, aunque ahora no se entienda, era una vida triste que buscaba redimirse con una muerte digna que borrase la anterior. Allí en la Málaga querida, a su hospital de sangre, llegan muchos legionarios heridos de las campañas africanas. Alguien les habla de un Cristo que le llaman de la “Buena Muerte”: No me mueve mi Dios, para quererte, El cielo que me tienes prometido… ¡Pero si yo no creo en nada, si me da igual la muerte! Son hombres que han aceptado a la Legión como religión y que sus oraciones son el valor, el compañerismo y la amistad; la unión y el socorro, la marcha y el sufrimiento, dar la vida por el compañero. No se hacen preguntas sobre el más allá aunque intuyen que alguien los acogerá y les conducirá a ese cielo legionario.

2008-06-24_IMG_2008-06-17_20-56-03_cabo2 “Si un día Dios me llama…”, reza el legionario por dentro, y reza cuando canta, por si le llega la muerte; que entre la vida y la muerte, cuando a ambas uno las ve a diario, sabe que sólo las diferencia un suspiro, una bala que te llega de repente.

Es en Málaga donde les hablan de un Cristo que es legionario y que por eso es de los pobres. Que no le importa que hayas sido delincuente ni ajusticiado entre malhechores. Que también fue despreciado, abandonado y olvidado y que sabe no abandonar jamás a un hombre hasta perecer todos, darlo todo hasta caer reventado, nunca quejarse y confiar en la victoria, cumplir con el deber y no permitir vivir siendo un cobarde. ¿Que mejor advocación para dar las gracias por la vida, por las heridas curadas, que aquella imagen de Mena tan herida, tan dolida, pero tan viva?Fotoperiodistas_guerra_espanoles_3

Es el Cristo malagueño que busca entre los legionarios a su gente, son los malagueños que encuentran en La Legión su referente, son los Congregantes de Mena los que hablan de la buena muerte, y todos quieren creer, porque este Cristo que es malagueño, no miente. Compartir el dolor, compartir la muerte, hermanados, llevando sobre los hombros al compañero de todos, el de la Buena Muerte. Que no puede ser esa muerte un mero accidente, un azar en un combate sin esperanza ni explicación trascendente.

Era una primavera malagueña llena de luz. Cantan los novios de la muerte y la música se los lleva al cielo. ¡Al Cielo con Él!, canta el pueblo hecho legionario en la fe y el sufrimiento; todos cantan por dentro mientras se enredan en esa  primavera  buscando escaleras para subir a la Cruz. jpegHasta los mismísimos clavos de Cristo han subido con los mismos sentimientos que transportan en su herencia genética, sin manipular; son la infantería, de uniforme o de paisano, que da lo mismo,  que pasea su fe en Semana Santa; la infantería que se autolegisla con leyes de supervivencia para que una bala no te deje en el camino; la que deja su vida en un polvoriento camino, ¡Con qué facilidad Dios mío!, y sólo busca en la fe su esperanza.jpeg-23

Era como si la noche no hubiese caído, como si el día no tuviese de largo lo suficiente. En Málaga nadie se recogía esperando ver al Cristo legionario, al Señor de la Buena Muerte.Todos en silencio, cada uno el de su suerte, con la mirada en la madera de una figura que se retuerce y en la Cruz cobra vida, se transforma de repente en la carne de los que allí esperaban que el prodigio sucediese… Cantan los novios de la muerte, “Por ir a tu lado a verte…” que es el pueblo el que lo entiende y lo siente, y quiere saber que lo que intuye no le miente, que entre tanta soledad y abandono alguien te abraza, te escucha, te llama Caballero, te reconoce y te quiere. Cuando creías que no eras nadie alguien te dice que lo eres todo si la vida das por alguien.

Crédulos e incrédulos asisten cada año a este misterio de fe que vincula a la Congregación de Mena, al pueblo malagueño y a la Legión, alrededor de la advocación de El Cristo de la Buena Muerte y Ánimas. jpeg-70No vamos solos que nos acompaña la Armada española escoltando a Nuestra Señora de la Soledad, compartiendo Congregación y creencias. Llevan a Nuestra Reina…

 

Estrella y Reina de los mares…

¡Salve! Estrella de los mares

…………………………….

De tu pueblo, a los pesares

Tu clemencia dé consuelo

………………………….

Cantan los legionarios, también la Armada española; todos están rezando, que los que ante nadie se humillan doblan a su Cristo la rodilla y le entregan el corazón.legion4

“A la Legión se ha alistado un Cristo Crucificado,

ya nadie podrá decir

que a la Legión sólo viene gente de mal vivir”(Saeta popular.

 

Y morirán cantando, con una canción en sus labios que marque el compás y el ritmo del valor y del honor, cuando…

 

jpeg-7El toque de oración inicia el vuelo

Y hay en las últimas luces del cielo

Algo invisible que nos acompaña,

Como si en la quietud de los soldados

Estuvieran aquí formados

Todos los que murieron por España (Coronel Luis López Anglada).

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez. General de la Legión entre 2001-2004

Blog: generaldavila.com

9 febrero 2020

LA LEGIÓN CAMINO DEL CENTENARIO (25) ¿UN CRISTO LEGIONARIO? PREGUNTEN AL PUEBLO (General de División Rafael Dávila Álvarez)

v026mo01Humilde el origen de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Málaga, humilde su nacimiento y larga su espera hasta hacerse legionario y acoger a la muerte buena.

jpeg-23Cristo de la Buena Muerte hecho vida en la madera a través de las manos de aquel artista llamado Pedro de Mena. Todo comienza con una salida en la procesión de 1883. Después nada. Quedó solo el Cristo, acuñado el término menoso, y una esperanzada espera hasta el 22 de agosto de 1915 en que se constituye en Santo Domingo de forma oficial la Real y Pontificia Congregación de Culto y Procesión del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Soledad. Años de auge, duro trabajo y esperanza, mientras seguía la espera.

En los años veinte la muerte se instala en las portadas del quehacer diario. Es la guerra en África. Se muere cada día, de cualquier manera, en el olvido. Se desvía la mirada de la tragedia, el honor en ocasiones perdido.

Como si de un milagro se tratase, nace la Legión. Novios de la muerte a la que convierten en su más leal compañera. Los acontecimientos, la necesaria y buscada protección llevan irremisiblemente al encuentro.

En 1927 los legionarios montan su primera guardia al Cristo de la Buena Muerte. Desembarcan en su búsqueda, lo convierten en compañero legionario, le dan escolta y desfilan por Málaga en 1930. Es el inicio del vínculo que, a pesar de los muchos pesares sufridos, llega con fuerza hasta nuestros días. A pesar de querer quemar con su odio la vida, aquellos que solo pueden quemar la madera. El vínculo proclama la victoria sobre la muerte. Y el Cristo de la Buena Muerte obra el milagro. Vínculo del pueblo con los legionarios, juntos siempre y más si cabe, el Jueves Santo. ¡Preguntadle a ellos! el porqué de aquella atadura alrededor de aquél madero donde está clavado El Cristo legionario.

Por ir a tu lado a verte…

No sé si lo entienden. Yo lo siento y lo entiendo pero me cuesta explicarlo; no sé hacerlo. Pregunten al pueblo, háganse pueblo o legionario, que es lo mismo, esa noche mágica del Jueves Santo.1313693838917

Morir debe tener una razón, un credo común, intemporal, indestructible, vencedor; un credo sencillo hecho en la humildad de la calle. Un credo para los momentos trascendentes. Ese es el vínculo indestructible que supera las ideologías y el paso del tiempo. Es la fuerte e inexplicable atadura entre el Cristo, el pueblo y los legionarios. Es el secreto que encierra la hermandad, el compañerismo, la amistad, el espíritu de unión y socorro, la dureza y el sufrimiento. No sé si lo entienden, pero ante todo no busquen una puesta en escena ni una representación. Pregunten al pueblo cuando a su vera pase el Cristo legionario.

Este milagro que ocurre cada Jueves Santo en Málaga ni escenifica ni representa, es simplemente un clamor, un grito de esperanza que dice que la muerte no es el final.

Sobre hombros legionarios, sobre sus gargantas, su corazón y sus labios, sobre los que con su mirada siguen sus pasos, con aquel Cristo, el de la Buena Muerte, van todos nuestros muertos legionarios. Entender aquello es como intentar meter todo el agua del mar en un pequeño agujero hecho en sus orillas. El misterio se explica por sí solo cuando formas parte del mismo. Esto es lo que ocurre en Málaga el Jueves Santo. No le den más vueltas. Todos callan porque todos rezan mientras cantan. La muerte está ya muerta:

jpeg-1Por ir a tu lado a verte…”. Música de combate con la que se vence a la muerte.

Si quieren entenderlo pregunten al pueblo.

Silencio. Suele surgir después de los duros combates cuando sabes que tu vida concluye. Cuando la muerte en acecho te espera. Cuando no la llamas ni la huyes. Cuando le dices que puede venir cuando quiera. Cuando no tienes miedo a verla porque esperas en buena muerte resurgir a mejor vida. Por eso ni la llamas ni la huyes, puede venir cuando quiera.

Por ir a tu lado a verte mi más leal compañera

me hice novio de la muerte.

Puedes venir cuando quieras.

UNA PROPUESTA

El año 2020 será el Centenario de la fundación de la Legión. Esperemos que la Congregación de Mena cumpla la segura voluntad del Cristo de formar ese día junto a sus legionarios en el acto principal de esta celebración: 20 de septiembre de 2020.

Nuestro Cristo de la Buena Muerte debe presidir el Centenario. No es un legionario más ni se trata de un especial invitado. Es el más grande Caballero Legionario porque con Él están todos nuestros muertos legionarios.

Hay que ponerse en marcha.

General de División (R) Rafael Dávila Álvarez

18 abril 2019

EL VIDEOBLOG DEL GENERAL. LA LEGIÓN CAMINO DEL CENTENARIO

La fecha de inicio del Centenario de la Fundación de la Legión será el 28 de enero de 2020, recordando así la del Real Decreto de su Fundación de 28 de Enero de 1920 que firmado por Su Majestad el Rey Alfonso XIII disponía que: «Con la denominación de Tercio de Extranjeros, se creará una Unidad Militar armada, cuyos efectivos, haberes y reglamento por el que ha de regirse, serán fijados por el Ministerio de la Guerra». 

Una historia de cien años que se resume en:

9.722 muertos, 35.200 heridos, más de 1.000 desaparecidos… 46.000 bajas.

7 Laureadas de San Fernando Colectivas y 22 Medallas Militares.

23 Laureadas de San Fernando individuales y 211 Medallas Militares.

Por eso este primer artículo de la cuenta atrás hacia el Centenario está dedicado a nuestros muertos. A todos los que con su ejemplo y dignidad legionaria han hecho Legión.

Gracias a la colaboración de Ángel Molinero (Legionario de Honor) y a mi hijo Rafael Dávila hoy les puedo ofrecer este video en honor a nuestros muertos.

Véanlo hasta el final y rindan con su oración al Cristo de la Buena Muerte el homenaje que se merecen.

Es principio y fin. Por España. Todo, la vida, por España.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

28 enero 2019

VÉLEZ-MÁLAGA: VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS CORONADA. LA VIRGEN LEGIONARIA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Nuestra Señora de las Angustias Coronada: Vélez-Málaga

En el mes de febrero de 2015 el Excelentísimo Ayuntamiento de Vélez-Málaga en sesión plenaria concedió la Medalla de Oro de la ciudad a Nuestra Señora de las Angustias con motivo de Su Coronación Canónica. El Próximo día 15 de septiembre y de manos del Alcalde de la ciudad se celebrará el acto de imposición en la Iglesia de San Juan Bautista.

Si en Málaga está el Cristo de los legionarios, bendito Cristo de la Buena Muerte, Su Madre no podía estar muy lejos. Vélez-Málaga, a Su lado, cerca del dolor y del amor, donde siempre está una madre: Nuestras Señora de las Angustias Coronada, la Virgen legionaria, en la advocación del momento legionario sublime, el del dolor y el misterio que tiene el tránsito.

Por ir a tu lado a verte…, y su amor fue mi bandera.

¿Cómo no va a llevar el nombre de Angustias una madre al ver a su hijo en las puertas de la muerte? Aunque sea dolor legionario siempre es duro el tránsito; aunque vaya camino de la Vida es un momento de aflicción. Si no fuese así no sería necesaria esa revelación, del amor junto al dolor, en compañía imprescindible para que se cumpla Su palabra, la que nos prometió: la muerte no es el final. Porque en Su palabra confiamos cuando el adiós dolorido busca en la fe su esperanza. Por un hermano perdido.

Vélez-Málaga es legionaria. Como su Virgen, Madre de la Buena Muerte, de las Angustias Coronada.

Desde hace sesenta y seis años la Legión acompaña a Nuestra Señora en su recorrido de Pasión por las calles de Vélez-Málaga, con el fervor de los veleños, con amor, la noche del Viernes Santo. Un momento para vivirlo y sentirlo porque el recuerdo de esa noche de misterio en Vélez-Málaga queda cosido al corazón con puntadas de oro. Por ir a tu lado a verte… Virgen de las Angustias Coronada, de la Legión Madre.

Tuve el honor, junto al alcalde veleño, don Antonio Souviron, de inaugurar en el muy legionario Barrio de la Legión española el monolito a la Legión, una prueba de amor y consideración de los veleños y puedo decir que uno de los actos más entrañables y queridos a los que he asistido.

Tengo el honor de que Nuestra Señora, mi Señora y Madre (coincidencia que mi madre se llama Angustias), lleve en Su trono procesional, a Sus benditos pies, mi bastón de mando que antes había pertenecido a mi abuelo y a mi padre. Quisiera también poner a Sus pies mi gorrillo de general de la Legión cuando Ella quiera y designe.

Tengo la alegría de poder contar con el cariño de esa Cofradía a la que siempre estaré agradecido y con una vinculación de por vida.

Es por todo ello por lo que hoy escribo estas sencillas palabras para unirme a todos los veleños en ese especial día, próximo 15 de septiembre,  en el que con la entrega de la Medalla de Oro de Su ciudad, la Virgen, Nuestra Señora de las Angustias Coronada, recibe, de nuevo, el homenaje de amor y respeto, de devoción y oración, de todos Sus hijos veleños y de todos los legionarios que allí tienen a su Virgen legionaria, Madre de la Buena Muerte.

Me sobrecogen e impresionan esos brazos de Madre que recogen el cuerpo de Su hijo muerto.

En tus brazos, Madre, quisiera morir yo, caer en tus brazos legionarios como recogiste a Tú Hijo al descender de la Cruz.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

13 septiembre 2018

 

 

LA MINISTRA DE DEFENSA ANUNCIA: no se izarán las banderas a media asta por Semana Santa el próximo año General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Poco a poco, como suelen hacer, al paso y acariciando hasta clavarte las espuelas.

Este próximo miércoles la ministra de Defensa, doña Margarita Robles,  comparecerá en el Congreso de los Diputados (Comisión de Defensa) para explicar las líneas generales a seguir en su ministerio. En el mismo lugar el Jefe de Estado Mayor de la Defensa JEMAD expuso hace muy pocos días los graves problemas presupuestarios, y otros, que tienen las Fuerzas Armadas mientras que, a la vista de tantos años con los mismos resultados, sus señorías ni escuchaban ni entendían. Si como ha declarado la actual ministra de Defensa, considera que su ministerio es un ministerio de Estado y que trabajará solo por España, mejor sería que siguiese las advertencias del JEMAD y orientase por ahí sus pasos. Dice la ministra: <<España, la paz y la libertad tienen que ser nuestras banderas>>. Aquí no hay más bandera que la de España, formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas, y sobre la que, besándola, juran los soldados entregar su vida en defensa de España. Esa bandera significa paz, libertad y mucho más.

Permítame decirla, señora ministra, que todo eso que dice está muy bien, pero para dirigirse a los que ejercen el oficio de soldados hay que hacerlo con las ideas claras y argumentos sólidos. Pónganse de acuerdo su presidente, el del Gobierno de España, y sus compañeros de Gobierno, porque mientras usted habla de España, entendemos que quiere decir de su unidad, otros hablan de otra España, allí en Cataluña, buscándose el favor de los que han dado un golpe de Estado consentido y ahora mimado. No se puede decir una cosa y la contraria. Distensión le llaman algunos.

Mejor, antes de tomar decisiones trascendentales en este “ministerio de Estado”, sería someterse al veredicto de los españoles con un programa claro y visión de futuro, al menos, a medio plazo.

Porque no se puede tejer y destejer esperar ser el más listo y desesperar a los que lo sufren. Ahora sí, ahora no, es una política que descalifica, o dicho de otra manera: inapropiada para un ministerio de Estado, como usted define al de Defensa.

Sus recientes declaraciones ya nos han ofrecido un aperitivo de por dónde van esas líneas generales de su ministerio, el de Defensa, ese que debería ser de Estado. Ya vemos que por la vía de aumentar el presupuesto como les pedía el JEMAD no parece ir.

De entrada criticar a su antecesora, así por las buenas, no parece muy elegante: <<No hubo traspaso de poderes porque Cospedal no me explicó lo más relevante del Ministerio>>. Pues siga sus pasos, al menos alguno de los que estaban en marcha, verá como no se equivoca y hasta puede que se lo exijan a usted en Europa/OTAN: el presupuesto de Defensa, sin el que no hay libertad.

Sus declaraciones, a modo de aperitivo, nos indican por donde realmente les gusta ir: <<no se izarán las banderas a media asta por Semana Santa el próximo año>>. Ya empezamos. De tener a tres ministros cantando el Novio de la Muerte con la Legión en Málaga a no sabemos qué, aunque lo intuimos, para la próxima Semana Santa. Que se preparen las Cofradías y Hermandades.

La bandera, la Semana Santa, lo del <<país aconfesional>> y todas esas zarandajas que tanto les gustan.

Intuimos las líneas generales. ¿Presupuestos?: mantequilla mi general.

Le queda revisar los himnos, <<la cruz aquella/que forma con la enseña de la Patria/el arma con que habrán de defenderla>>. <<…debajo las voces de nuestros caídos, y arriba el mandato de España y de Dios>>.

Los emblemas. Los santos patronos y la fe de soldado, la Muerte no es el Final… y el Cristo Crucificado, el de los legionarios, el de la Buena Muerte, bajo cuya advocación han vivido y muerto miles de héroes, españoles sencillos, sin complicaciones ni vanidades, entregados a su servicio, al de todos, por lo que dieron su vida y hacienda, es decir el honor, el valor y la gallardía.

Sí, bajo el Cristo de la Buena Muerte, porque para un soldado La Muerte no es el Final.

Las líneas generales de su ministerio, ese que debería ser de Estado, empiezan por ahí, por las cosas del alma.

¿Ha jurado usted bandera, señora ministra? Sería un buen comienzo para explicar las líneas generales de su ministerio, el de Defensa.

Estamos deseando conocer más sobre ellas.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

23 junio 2018

¡ARDEREIS COMO EN EL 36! ¿DE VERDAD ES ESO LO QUE QUERÉIS? Adolfo Coloma

¡ARDEREIS COMO EN EL 36!

¿DE VERDAD ES ESO LO QUE QUERÉIS?

Adolfo Coloma. General de Brigada (R.)

 

Una hoguera en Cataluña

Durante estos días, hace ya 77 años, concretamente entre el 10 y el 13 de Mayo, tuvieron lugar en España unos trágicos acontecimientos (que produjeron varias muertes) y la destrucción de un importante patrimonio religiosos y cultural. Se conocen históricamente como “la quema de conventos de 1931

Ni un mes había transcurrido desde proclamación de la República, tras las fraudulentas elecciones del 12 de abril, cuando una multitud exaltada a la que el gobierno no supo poner en control, iniciaba en Madrid con la quema de un quiosco, una librería católica y el apedreamiento del Casino Militar de Madrid y el asalto a varias armerías. Al día siguiente, 11 de mayo, el Gobierno tuvo noticias de que un convento de los Jesuitas próximo a la Gran Vía estaba ardiendo, El ministro de la Gobernación Miguel Maura hizo un intento de sacar a la Guardia Civil a la calle para reducir a los revoltosos, pero el resto de los miembros del Gabinete ministerial se lo impidieron. Fue el ministro de la Guerra, Manuel Azaña, quien más se opuso, manifestando– según el propio Maura – que “todos los conventos de España no valen la vida de un republicano”. El conflicto, estaba servido.

En Madrid fueron quemadas o asaltadas 10 iglesias, conventos y centros de enseñanza. Por la tarde, se extendió la ola de horror al sur y este de la península.Córdoba, Cádiz,Sevilla,Granada, Murcia y Alicante y Valencia fueron testigos. Pero lo peor fue en Málaga, donde 43 iglesias, capillas y conventos padecieron similar suerte. Por cierto, entre ellas el Convento de Santo Domingo, que custodiaba entre su valioso patrimonio artístico la talla original del Cristo de la Buena Muerte obra del imaginero barroco Pedro de Mena, datada en 1660 y bajo cuya protección ya se habían puesto los legionarios. Se quemó durante el asalto pudiéndose rescatar únicamente un pie y parte de una pierna. En total fueron devastados hasta 100 edificios religiosos, que presagiaron el más incierto futuro para la recién inaugurada república.

Dirán Vds. que, para qué traer estos tristes y dramáticos acontecimientos a un blog cuyo declarado motivo es la unidad de España y los valores que las FAS aportan a la sociedad. Pues ni más ni menos porque “un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”. Aforismo que algunos atribuyen a Confucio (siglo V AC) y que 25 siglos después, sigue más vivo que nunca.

Cerro de los Ángeles

No es creíble que tales desmanes contra la Iglesia Católica surgieran de forma espontánea. Más bien al contrario, surgieron en un clima de inestabilidad propiciado por la irregular manera en que fue proclamada la República el día 14 de abril de 1931, antes de haber finalizado el escrutinio de unas elecciones locales. Lo cierto es que tamaño ataque a las creencias, devociones y prácticas de una inmensa mayoría del pueblo español, indispusieron a muchos del apoyo inicial que se le había otorgado al joven régimen republicano.Y sería, a la postre, una de las causas reconocidas por todos los estudiosos del tema que propiciaría el enfrentamiento violento entre españoles cinco años después. Aunque, como sostiene el historiador Pío Moa, en realidad el enfrentamiento real hay que situarlo en el año 1934, con los estallidos revolucionarios en Cataluña y en Asturias.

El resto es bien conocido. Yo no les voy a abrumar con cifras de religiosos o seglares asesinados, iglesias destruidas o patrimonio confiscado en los meses que siguieron. Las hemerotecas o cualquier buscador internet le darán buena cuenta de ello.

A la contienda civil le siguió un largo período de bonanza para la iglesia católica conocido como “nacional catolicismo”, que tras la restauración del régimen monárquico, pasó a ser de “Aconfesionalidad del Estado” manifestada en la Constitución Española (Art. 16)  que“garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades” manifiesta a continuación que“Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.

Las religiones en España

Así se han desarrollado las cosas en los últimos años, en los que los balances de población que manifiestan unas u otras creencias religiosas, o la ausencia de ellas han ido fluctuando. Pero los que se manifiestan católicos siguen siendo una amplia mayoría de la población española. Como demuestran datos estadísticos oficiales.

Cristo de la Buena Muerte en la JMJ

Buen reflejo de ese fervor, incluso entre los  jóvenes fueron los actos conocidos como  la Jornada Mundial de la Juventud 2011, organizada por la Iglesia Católica y que en aquel año tuvieron su sede en Madrid, presidida por el papa Benedicto XVI. Aunque tuvo ¡como no! Su contrarréplica por parte de organizaciones laicistas amparadas por partidos de la más extrema izquierda con o sin representación parlamentaria, fueron muy pronto acalladas por el civismo, la moderación y educación de los más de dos millones de personas que tomaron parte en tales eventos.

Contrasta sin embargo, con el desmedido amparo del régimen de libertades que consagra la constitución. Minorías  – y no tanto – significativamente femeninas no se han recatado en mostrar públicamente su rechazo a las creencias y enseñanzas de la Iglesia Católica irrumpiendo en lugares públicos de culto y protagonizando las escenas más escandalosas e impúdicas que no hacen más que exacerbar un odio a los sentimientos de una mayoría de la población. Con el pretexto de protestar contra la decidida postura de la Iglesia católica en pro de la vida y por tanto contra el aborto, en defensa del matrimonio entre un hombre y una mujer, o de la enseñanza de la religión; han ofendido los más íntimos sentimientos religiosos de esa mayoría voceando slogans tan comedidos como: «vamos a quemar la Conferencia Episcopal«, «el Papa no nos deja comernos las almejas», «menos rosarios y más bolas chinas», «contra el Vaticano poder clitoriano»,  «sacad vuestro rosarios de nuestros ovarios» o el más explícito»arderéis como en el 36″, coreado durante el asalto a la capilla de la complutense, por el que fue denunciada y enjuiciada la actual concejal del Ayuntamiento de Madrid Rita Maestre, aunque tras dos apelaciones, fue definitivamente absuelta. No se ha visto actitudes similares ante otras confesiones religiosas que cercenan la libertades, especialmente de las mujeres.

Últimamente han fijado su objetivo en la desacralización del Valle de Los Caídos, obra que el Generalísimo Franco, ordenó construir al año de finalizar nuestra “incivil” guerra de 1936-39, con el propósito de que bajo los muros de su basílica, se diera sepultura a los muertos de aquella contienda sin distinción del bando en el que habían combatido. Construido entre 1940 y 1958, con la participación de obreros libres y un número muy inferior de penados que en aquel momento optaban por el sistema de “redención de penas por el trabajo”. Y sin coste alguno para las arcas públicas, ya que el monumento fue totalmente sufragado por suscripción pública, donativos y con sorteos extraordinarios de la Lotería Nacional. Así fue reconocido por el Papa Juan XXIII, quien en el año 1960, otorgó a la iglesia el titulo de Basílica Menor, declarándolo “Templo Votivo del Perdón”, dedicándole estas palabras: “Este monte sobre el que se eleva el signo de la Redención humana, ha sido excavado en inmensa cripta, de modo que en sus entrañas se abre un amplísimo templo, donde se ofrecen sacrificios expiatorios y continuos sufragios por los Caídos en la guerra civil de España, y allí, acabados los padecimientos, terminados los trabajos y aplacadas las luchas, duermen juntos el sueño de la paz, a la vez que se ruega sin cesar por toda la nación española”.

Más de 33.000 restos se honran en el templo, a ambos lados del altar mayor, sin distinción de bando, insisto. Todos merecen el mismo respeto. Tienen todos sus deudos el legítimo derecho de reclamar a los suyos. Háganlo si así les conviene. Pero dejen al resto descansar en la paz de esos muros de roca. No se ensañen persiguiendo al inspirador de tan piadosa obra más allá de la tumba. No desenterremos de nuevo ni el odio ni el revanchismo Dejemos que los que se enfrentaron en vida y la perdieron descansen juntos en paz. Y dejemos enterradas de una vez por todas a las dos Españas.

Y sobre todo dejemos a la Iglesia en paz. La religión es ante todo, compasión y consuelo. Es un sistema de mitigar la angustia humana ante los grandes enigmas de nuestra existencia – De dónde venimos y a dónde vamos – articulado en torno a organización, jerarquía, principios, valores y sentimientos que, si se ven atacados innecesaria y arbitrariamente, pueden desbordarse de forma exponencial. Como en el 36.

Valle de los Caídos

¿De verdad es eso lo que quereís?

Adolfo Coloma

Blog generaldavila.com

11 mayo 2018

LOS LEGIONARIOS Y SU CRISTO Antonio Jesus González Ramírez. Ex-Hermano Mayor de la Congregación de Mena

Primera Guardia Legionaria 1931

PRESENTACIÓN:

Hoy tenemos la fortuna de contar con Antonio Jesús González Ramírez para hablarnos del Cristo de la Buena Muerte, el Cristo de los legionarios, el Cristo de Mena, de Málaga, de la Legión. Nadie mejor que él para describir los sentimientos que se conjugan en ese misterio encerrado en el corazón del Cristo legionario con los novios de la muerte.

Antonio Jesús respira Legión, lleva a Málaga en el corazón y se mueve por los pasos de sus Congregación: La del Cristo de Mena y Nuestra Señora de la Soledad.

Sé lo que digo porque hemos compartido muchas horas de sentimientos muy hondos cuando yo mandaba la Legión. Recuerdos imborrables que han forjado una gran amistad a los pies del Cristo y en los espíritus del Credo de la Legión: De juramento entre cada dos hombres.

Gracias amigo, compañero, hermano legionario.

Antonio Jesús González Ramírez con el Alcalde de Málaga en el homenaje que le rindió la Congregación de Mena

Antonio Jesus González Ramírez nace en la malagueñisima calle de los Santos Martiries (Ciriaco y Paula) patronos de la ciudad de Málaga un treinta de octubre del año 1963, en el seno de una familia de raíces profundamente cristianas y por su puesto cofrades por los cuatro costados, su padre Antonio Gonzalez López, funcionario del estado, de la Delegación del Ministerios de Industria de Málaga, inculca en el el cariño y devoción al Cristo de la Buena Muerte y a la Virgen de la Soledad, y por ende una admiración sin igual a La Legión Española.

Cursas sus estudios de bachillerato elemental y superior en los colegios de Puerto Sol, IEM Martiricos y Colegio Cerrado de Calderón pero la muerte repentina de su padre hace que tenga que dejar sus estudios y empezar trabajar en la antigua Caja de Ahorros de Ronda ahora Unicaja, en la que la edad de 37 años tiene que jubilarse por enfermedad debido a una hemorragia en la macula de ambos ojos seguida por un desprendimiento de retina.

Su actividad en el mundo cofrade es múltiple ya que nunca deja sus obligaciones para su cofradía, y es por eso que en 1982 es nombrado secretario general de la misma, ejerce después en otros cargos como albacea de procesión y en 1994 es nombrado Teniente de Hermano Mayor, posteriormente ejerce el cargo de 1 Tte Hermano Mayor en la etapa de 2004-2008, para después presentarse a las elecciones de 2008 y salir elegido Hermano Mayor de la Congregación de Mena en el periodo de 2008-2016.

Su labor al frente de la congregación ha sido intensísima siendo destacable los hitos de la participación en las Jornadas Mundiales de la Juventud  (Madrid2011), la celebración del centenario de la fusión de la Hermandad del Stmo. Cristo de la Buena Muerte (1860) y la Congregación de Ntra. Sra. de la Soledad (s.XVI) (1915-2015), que junto con la Coronación Canónica de Ntra. Sra. de la Soledad han constituido una época gloriosa en la Congregación de Mena.

Antonio Jesus González, esta en posesión de la Cruz al merito militar con distintivo blanco y la cruz al merito policial, como también es Caballero legionario de Honor desde septiembre de 1989, posee el titulo de Caballero Almogavar, y es becado de honor de colegio mayor de La Armada  Jorge Juan de Madrid, es miembro de numero de la Real Liga Naval Española

Esta casado con su Susana Delgado Escalante.

LOS LEGIONARIOS Y SU CRISTO

Guardia de los legionarios al Cristo de la Buena Muerte

Es para mí un inmenso honor poder participar en este blog, al que sigo puntualmente en todo lo que aquí se publica.Me presento como español, andaluz y malagueño, por este orden, en el que creo firmemente y por lo que he vivido hasta ahora, puedo decir y digo que estoy orgulloso de serlo. Así me siento y me expreso en el sentido de que nuestra patria España, en toda su riqueza de formas, estilos y costumbres, conforma la más plural diversidad de tradiciones en el conjunto del pueblo español. Y concretamente de eso vengo hablar, creo afirmar que la tradición más arraigada es la Semana Santa, que es la representación de la pasión, muerte y resurrección, de Jesucristo, que los que somos cristianos la vivimos intensamente, en cada región de una formas y usos diferentes.

Y en este tiempo de Semana Santa, vengo hablaros de esa simbiosis que cada año se produce en Málaga “la ciudad del paraíso” como la denominaba el poeta Vicente Alexandre, esta conjunción que, con motivo de esta tradición, se produce cada año en la participación de La Legión Española con su protector el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que desde 1928 se viene produciendo año tras año, en el enmarco de la Semana Santa malagueña.

La historia nos dice que allá por la segunda mitad de los años veinte del pasado siglo, y en plena guerra de África, un grupo de jefes y oficiales de la recién creada unidad Tercio de Extranjeros, que casualmente estaban en Málaga, entablaron amistad con hermanos cofrades pertenecientes a la Congregación del Cristo de la Buena Muerte y Ntra. Sra. de la Soledad, a los que invitaron a participar  en sus cultos internos, dichos militares quedaron admirados ante la figura del imponente crucificado, obra del insigne escultor granadino Pedro de Mena y Medrano (1628-1688), a partir de ese instante  tomaron la decisión de que  esa imagen y en esa  advocación se encomendarían bajo su protección. Hay nace ese vinculo indisoluble que llega hasta nuestros días y que todos los años el jueves santo acompañan a su Cristo Protector por la calles de Málaga.

Esta introducción sirve para enmarcar lo que ha significado esta vinculación para La Legión Española y la Congregación de Mena durante estos noventa años, en los que hubo que pasar muchas vicisitudes, en primer lugar la desaparición de la imagen del crucificado que tallara Pedro de Mena, en los sucesos de mayo 1931, con la desaparición total de todo el ajuar procesional, y posteriormente la guerra civil que todavía dejo más sumidos en la pobreza a los cofrades de aquella época. Pero como el ave fénix se resurgió y nunca mejor dicho de las cenizas, pudiendo otra vez salir a la calle y así recuperar la tradición de procesionar a las imágenes, La Legión vuelve otra vez a salir con su Cristo ya de una manera ininterrumpida hasta nuestros días. Hubo que hacerlo todo de nuevo tronos, enseres, túnicas y la imagen del Cristo de la Buena Muerte obra de escultor malagueño Francisco Palma Burgos (1918-1985). A partir de entonces se intensificaron los lazos que nos unen, no entendiendo a La Legión sin su Cristo ni al Cristo sin sus legionarios.

Los legionarios tienen en el Cristo de la Buena Muerte a su referente espiritual,al que llevan en su pecho tatuado o una estampa del mismo junto a su corazón, a el se encomiendan sus vidas en su trabajo diario y en sus duras misiones, por todo esto en una misión en el Congo efectuada por el “Grupo Táctico Valenzuela” creado a partir de la VII Bandera del Tercio “Juan de Austria” III de La Legión,  en una salida de reconocimiento fueron atacados los vehículos de los legionarios, impactando en dichos vehículos  algunos proyectiles, sin causar ningún daño a los ocupantes de los mismos. Al regresar a la base el jefe del contingente español les pregunto que les había ocurrido y si había algún herido, a lo que los legionarios le contestaron “ no se preocupe mi teniente coronel nada nos puede pasar por que llevamos colgadas del techo del vehículo las medallas de nuestro protector el  Cristo de la Buena Muerte que nos impusieron el pasado jueves santo” . Esta es laverdadera  fe del legionario hacia su Cristo, en el creen firmemente incluso aun no profesando la religión católica. En la tarde-noche del jueves santo un congregante designado a tal efecto, fue como todos los años en la salida de la procesión a imponer la medalla del Cristo a la Compañía de Honores que aquel año venia, perteneciente a la I Bandera del  Tercio “Gran Capitán” I de La Legión, y al llegar a un legionario que era musulmán le pregunto si quería que se la impusieran cumpliendo y respetando las normas confesionalidad a lo que el contesto: “Ala es mi Dios, y este es mi Cristo”. Esto es muy difícil de explicar, pero aquí relato la verdad de lo sucedido y cada uno saca sus propias conclusiones.

Mas recientemente y en agosto de 2011 el Cristo de la Buena Muerte fue elegido para representar a la Diócesis Castrense, en el viacrucis que se organizo con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid, por supuesto los legionarios venidos de la X Bandera del Tercio “Alejandro Farnesio” IV de La Legión, acompañaron a su Cristo por las calles de Madrid, todos sabemos que aquel año teníamos una situación convulsa en las calles de una protesta constante ante la crisis económica, y un periodista pregunto al Coronel que mandaba a los legionarios si los legionarios ante un posible ataque hacia ellos durante la procesión repelerían la agresión a lo que el Coronel contesto: “no se preocupe que de mis legionarios respondo yo, lo que no respondo es de lo que pueda pasar si  atacan  a su Cristo”. Una vez más se refleja el sentir legionario hacia su Cristo, y este sentimiento se vio en la llegada a Málaga de la “Agrupación Táctica Canarias”(1994) integrada en su mayoría por legionarios de VII y VIII Banderas  del Tercio “Juan de Austria” III de La Legión, junto con legionarios de la IV y V Banderas del Tercio “Duque de Alba “ II de La Legión, donde se le pido a la Congregación de Mena por parte del Coronel del contingente que  el Cristo estuviese en el puerto para que los  legionarios pudieran darle las gracias, y el cristo se entronizo en el muelle uno del puerto de Málaga y ocurrió lo siguiente:  “cada legionario que bajaba por la escala del buque de la Armada, y antes de ir a saludar a sus familiares pasaba ante la imagen del su Cristo les rezaba por estar sanos y salvos”.

Esta es la esencia de la relación entre los legionarios y su Cristo, no se entiende lo uno sin lo otro , y ahora que dentro de dos años se cumplirá el centenario de La Legión, seguro que el Cristo estará presente porque es parte de la historia de La Legión

Antonio Jesus González Ramírez

Ex-Hermano Mayor de la Congregación  de Mena

Blog: generaldavila.com

Miércoles 28 marzo 2018

 

 

 

 

 

OFENSA A ESPAÑA, A LA RELIGIÓN CATÓLICA Y A LOS EJÉRCITOS Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Un aquelarre ofensivo y provocador en Montblanc (Tarragona)

Corre por internet el video de un aquelarre en la localidad de Montblanc (Tarragona) aprovechando el carnaval. Una burla a la Legión y a sus más profundas tradiciones. Me duele profundamente, me provoca náuseas de indignación, me entristece ver como no se ataja la desvergüenza de los que pretenden convertir España en una porquera. Dicen, y dicen mal, que ofende quien puede y no quien quiere; no es verdad. Corre la ofensa como norma, el insulto como saludo y la sonrisa cómplice como traición. Son muchos los que ofenden pudiendo y queriendo, todo a la vez. La impunidad es la ley para los que atacan todo aquello que constituye el alma y las raíces del pueblo español.

Tomémoslo a broma carnavalesca y en breve comprobaremos la que se nos viene encima. Estamos yendo demasiado lejos. Nadie dice nada y hay un silencio cómplice para los actos y actores que atacan a España, a la Religión Católica y a los Ejércitos. Se dice: <<Hay barra libre>>. Nadie sale en su defensa. Todos se callan, dicen que,  para no engordar al cerdo de la porquera. Se están cruzando barreras peligrosas. Sabemos lo que hacen y sabemos lo que buscan. Sería lamentable que sucediese lo que puede suceder y ellos pretenden que suceda. Pero sucederá si no lo evitamos a tiempo;  y hay que evitarlo; queda poco tiempo. La razón es fácil de contener, pero un sentimiento roto, herido, humillado y pisoteado, puede dar rienda suelta al dolor y a su reacción. Entonces ya será tarde para lamentaciones.

Montblanc (Tarragona)

Hay un silencio cobarde que calla; parece que otorga. Las provocaciones no deben ser contestadas con violentas reacciones. Pero jamás soportadas y recibidas como si aquí no hubiese pasado nada. Asistimos a una escalada de enfrentamiento donde ellos buscan alcanzar la máxima violencia. Y pueden llegar a todo si antes no defendemos la entrada. Ellos ya están dentro. No es solo una mascarada.

Hoy no es un día para la alegría en España. Como tantos otros. Silencio. Mientras se mofaban de España, de la Legión, de su tradición, de sus muertos… de Dios.

Tengo que pensar mucho y aguantar antes de escribir más palabras. Pero no por eso me voy a callar. Dicen que mejor es pasar página y mirar hacia otro lado. ¡Cobardes!

Sí, todo eso que ustedes piensan lo pienso yo también. No lo voy a escribir, pero lean en estos espacios blancos que separan las palabras todo eso que hoy, ustedes y yo,  escribiríamos y gritaríamos muy alto. Lo podría escribir, pero no lo voy a hacer por falta de espacio y porque seguramente me quedaría corto en los calificativos. Además, podría ser que yendo más allá, donde no quisiera llegar, dedicaría los más graves de los calificativos a aquellos que ven esto como una carnavalada sin importancia y no dan la cara para defender a la Legión, a su Cristo de la Buena Muerte y en definitiva a España. A esos que son responsables y se les ha dado la autoridad legal, se les supone la moral, para asumir su responsabilidad y no consentir estas ofensas que tanto duelen. Pero no lo voy a hacer. Me limitaré a esperar, centinela que da el alto, que avisa que se cuelan… No nos oirán. Nada pasará y todo se olvidará… hasta la próxima.

Estamos acostumbrándonos a ello y eso no es bueno. Puede acabar mal.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

12 febrero 2018

 

 

VALENZUELA, EL VALOR Juan I. Salafranca Álvarez Coronel de Infantería ®

Teniente coronel Valenzuela

Se cumplen, en el momento de redactar estas líneas, noventa y cuatro años de la muerte en acción de guerra de quien fue el único jefe de toda La Legión, Tercio de Extranjeros se llamaba entonces, que alcanzó el mayor honor que nos señala el Credo legionario, el morir en el combate.

Se dan, además en la muerte del Teniente Coronel Valenzuela, ejemplos del cumplimiento de otros Espíritus de nuestro Credo.

Así creemos, por el Espíritu de acudir al fuego que, La Legión, desde el hombre solo hasta La Legión entera acudirá siempre a donde oiga fuego, de día, de noche, siempre, siempre, aunque no tenga orden para ello. Y en prueba de ello el Teniente Coronel, que se encontraba en Madrid, para recibir la Bandera de La Legión, ya por entonces la más gloriosa porque la teñirá la sangre de sus legionarios, acude donde más fuego se oía, el sector de Tizzi-Aza, donde los convoyes a las posiciones estaban costando muchas vidas y donde se temía un nuevo Igueriben.

Escultura TCOL.Valenzuela (Zaragoza)

Ya en la zona, Valenzuela compromete su vida y las de sus legionarios en el cumplimiento del Espíritu de unión y socorro; socorro de aquellos soldados que defendían la posición.

En ese socorro demuestran los legionarios su espíritu, único y sin igual, de ciega y feroz acometividad, de buscar siempre acortar la distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta.

Pero es seguramente el de compañerismo el Espíritu que mejor queda cumplido, pues en la recuperación del cadáver de su Jefe se empeñan los legionarios cumpliendo el sagrado juramento de no abandonar jamás un hombre en el campo hasta perecer todos.

Ciertamente, a lo largo de la ya casi centenaria Historia de La Legión, ha habido muchos casos de cumplimiento de los Espíritus de nuestro Credo, pero en ocasión de aquel combate del 5 de junio de 1923, se llevan a su literalidad muchos de ellos y no por casualidad, sino por la personalidad de un Jefe, eso que cayendo en un evidente barbarismo ahora se llama un líder. Efectivamente, era Valenzuela único y sin igual.  En lo físico, con su 1.78 de estatura, muy por encima de la media española de la época. En lo intelectual, con excelentes calificaciones desde su época escolar, con su extraordinario don de lenguas figurando en su Hoja de Servicios estar en posesión de los idiomas francés, inglés y alemán y traducir el italiano; además dominaba el latín y griego clásicos, que por ser lenguas muertas no figuran en su hoja de servicios, pero que dan idea de su profunda formación humanística. Y en lo profesional acreditado al mando de Unidades en campaña, pero también instruyendo a otras en guarnición por ejemplo, al Regimiento Galicia que, siendo él Jefe de instrucción, logró alcanzar los premios más altos en las evaluaciones de instrucción o como organizador, pues al asumir el mando del Tercio de Extranjeros, venía de crear, por orden del Mando, el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas “Alhucemas” nº 5 que mandó solo dos meses pero en que dejó su impronta, de la que el futuro historial del Grupo habla por si solo.

Espíritu de Compañerismo

Al morir, Valenzuela había dado ejemplo de todos los Espíritus del Credo Legionario, habiendo pedido muchas veces combatir sin turno, sin contar los días, los meses ni los años.

En este aniversario de su gloriosa muerte, encomendemos su alma a nuestro Cristo de la Buena Muerte, convencidos de que tendrá a su lado a quien a sus virtudes de Caballero Cristiano unió su espíritu de Caballero Legionario y que su ejemplo sirva de guía a nuestras vidas.

Cercedilla, a 5 de junio de 2017

Juan I. Salafranca Álvarez

Coronel de Infantería ®

Blog: generaldavila.com

6 junio de 2017

EL CRISTO DE MENA, LA II REPÚBLICA Y EL JEFE DE LA LEGIÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Coronel Juan José de Liniers y Muguiro

‹‹Gracias por la lealtad de que siempre me habéis dado pruebas y por la certeza que tengo de que seguiréis siempre siendo un modelo de disciplina››.

Estas irónicas palabras estaban incluidas en el mensaje de despedida que el Rey Alfonso XIII dirigió el 14 de abril a los militares.

No hay la menor duda de que la proclamación de la República se hizo de manera arbitraria y como consecuencia de unas elecciones municipales que nada tenía  que ver con un cambio de Régimen. Nunca hubo una victoria en las urnas ni una Constitución votada por el pueblo. La legitimidad brilló por su ausencia, pero el Pacto de San Sebastián había conseguido su objetivo: derrocar al Rey. Los de la legitimidad todavía andan buscando como respaldarla e intentando convencer de lo que nunca ocurrió.

Después vino lo peor. La Ley de la Defensa de la República (auténtica ley mordaza), la violencia en las calles, dirigida de manera especial contra la Iglesia Católica, la agitación permanente… Un mal comienzo que nada bueno presagiaba. ‹‹ ¡No es esto, no es esto!››, ¿lo recuerdan?, pero era ya tarde.

No hubo muchos defensores de Alfonso XIII ni él tampoco los requirió, pero sí que hubo militares que desde el primer momento vieron que su sitio no era aquel y prefirieron dejar las filas del Ejército. Entre ellos estaba el Jefe de la Legión.

Iglesia de Santo Domingo en Málaga 1931

Mandaba en aquellos días la unidad más emblemática del Ejército español, la Legión, el coronel don Juan José de Liniers y Muguiro, que había sido jefe fundador de la V bandera ‹‹Gonzalo Fernández de Córdoba›› el 1 de noviembre de 1921.

En el momento de la proclamación de la II República el coronel Liniers se encontraba en Madrid en el curso de ascenso a general. El día 15 se entera de la marcha de S.M. el Rey y no tardó ni un momento en tomar su decisión. Puso un telegrama al ministro de defensa Azaña comunicándole su dimisión como Jefe de la Legión y pidiéndole el pase al retiro. El ministro le contestó de inmediato y con gran indignación. Le decía que la petición la cursase por el conducto reglamentario desde su lugar de destino y residencia, Riffien, donde se encontraba su unidad la Legión.

El coronel Liniers tenía muy clara su decisión y volvió a enviar otro telegrama al ministro, esta vez diciéndole que así lo haría, pediría el retiro desde su unidad. No quedó ahí la comunicación sino que le expresaba que la  despedida sería ante sus legionarios formados y dando los vivas reglamentarios hasta entonces:

¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!

‹‹Le aseguro señor ministro que serán contestados con el mayor entusiasmo por todos los legionarios››.

Recibido el telegrama y sin soltarlo de la mano el ministro concedía el retiro inmediato al Jefe de la Legión.

El coronel don Juan José de Liniers y Muguiro tuvo el honor de ser el primero en la historia en acompañar al Cristo de la Buena Muerte con el inicial desembarco de la Legión y posterior desfile por las calles de Málaga. Así se inicia el vínculo entre la Legión y su protector:  el Cristo de la Buena Muerte.

Cristo de Mena

La quema de conventos y destrucción del Cristo de Mena

La llegada de la II República iba a terminar con los desfiles procesionales. El 11 y 12 de mayo de 1931 ardían todos los templos de Málaga. El Cristo de la Buena Muerte, el de Mena, fue quemado con saña. Con el Cristo legionario fueron destruidas 15 tallas de Pedro Mena.

El coronel Liniers fue el primero y el último que, junto a sus legionarios, dio escolta y desfiló con el Cristo de Mena, el de La Buena Muerte y Ánimas. El año 1930 se realizó el primer desembarco y la Legión desfiló, con su Coronel al frente, dando escolta al Cristo recién alistado, al Cristo Legionario, el de Mena.

El año siguiente, 1931, es protagonista del cartel de la Semana Santa de Málaga. Pero el ambiente es distinto. El aire está denso y ya se vislumbra una primavera roja de odio y dolor. Unos aplauden, otros gritan y silban. Como «escandalizantes y provocadoras» califican algunos medios las imágenes procesionales.  Un mes más tarde, el 12 de mayo de 1931, el infierno de odio y fuego que asola a España, a la España cristiana y católica, llega a Málaga, a Mena, y el Cristo Crucificado, el de la Buena Muerte, el de los legionarios, es arrojado a la hoguera. Los pequeños demonios bailan a su alrededor. Creen haber culminado su obra. ¡No! No han quemado al Cristo de Mena, solo fue una madera lo que ardió. El Cristo refugiado en tantos corazones no se perdió. El Cristo como buen legionario aceptó el reto y supo esperar. Se oyó un grito desgarrador: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Era un rezo, una oración, un  lamento que fue escuchado, el que convierte la muerte en Resurrección. Por eso es el Cristo de la Buena Muerte, por eso le rezan y protegen los legionarios. Aquí está de nuevo la Legión, aquí están para rezarte estos soldados, Caballeros que cantan ser novios de la muerte sabiendo que allí estás Tú, esperándonos en nuestro cielo legionario. No abandonar jamás a un hombre…

Los que habéis hecho este desfile procesional bajo la imagen del Cristo legionario sabéis de lo que os hablo y del significado de mis palabras.

No está de más terminar este recuerdo, como pedía despedirse el coronel Liniers, con los gritos reglamentarios:

Cartel de la Semana Santa de Málaga en 1931

¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!

¡Viva el Cristo legionario de la Buena Muerte!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

13 abril 2017