UN GOBIERNO QUE PONE A PRUEBA A LAS FUERZAS ARMADAS. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Me recuerda al soberbio Azaña. Soberbio no en su acepción de grandioso y magnífico, sino en la de altivo, orgulloso, arrogante y más adjetivos que reunía el pedante personaje. Ahora su sucesor en el Gobierno pretende resucitar la reforma militar pero por vía distinta a la ley o al decreto, por algo más ladino y sensible entre los uniformados como lo es el espíritu de servicio, la disciplina y, si necesario fuera, llegar a la ilegalidad tapada con trapos sucios que se lavan en un tribunal que interpreta pero que no es jurisdiccional. Así cualquiera; diría un castizo.

Pronto Puigdemont en España podrá dedicarse a construir su propio Ejército del que ya tiene sus bases y a su generales, con almirantes en una flotilla para negociar en el Mediterráneo; seguramente con su antigua alcaldesa con el mando del almirantazgo.

Mientras, por si acaso, se vigila a las Fuerzas Armadas, se las somete a prueba de disciplina y obediencia ciega con premio a la sumisión, sin reproches ni discutir las órdenes.

No. El Poder Ejecutivo no puede mandar a diestro y siniestro y convertir los ejércitos en un campo abonado a sus caprichos. Es muy sensible la maquinaria militar a la opinión pública y cuando es manipulada o dirigida se crean vacíos en la Defensa que en el momento actual pueden llevarnos a desaparecer como nación. Esto es muy serio y hay que analizarlo, sin apasionamiento, pero con la opinión de las voces más preparadas que no nacen del sectarismo ni del activismo presente en cada acción gubernamental.

La noche del académico Golpe de Estado en España, aquella en la que el señor Azaña se presentó en el ministerio de la Guerra, pronunció la ley que imponían:

-«¡Cuádrese! Soy el ministro de la Guerra.

Ni Rey ni bandera; el himno de Riego. No es baladí. Era el Estado totalitario. Eran todo fuerza, poder, mando y arbitrariedad.

Las Fuerzas Armadas no son un poder oculto en la sombra ni son una amenaza para nadie, tienen su misión definida de manera clara concreta y concisa en la Constitución y su misión principal está incluso por encima de la del Gobierno, detalle que la Constitución ha querido resaltar al poner la misión de las Fuerzas Armadas en el Título Preliminar y no en el dedicado a la misión del Gobierno.

En la elaboración de la Constitución y su posterior debate parlamentario se planteó la conveniencia de no incluir en el Título Preliminar a las Fuerzas Armadas ya que parecía más conveniente su inclusión en el Titulo IV referido al Gobierno y la Administración ya que las Fuerzas Armadas, debidamente jerarquizadas, forman parte del poder Ejecutivo. El argumento tenía peso en una situación normal de aceptación del fundamento de la Ley: la unidad de España, ya que se otorgaba a las Fuerzas Armadas «un rango constitucional, al margen del Ejecutivo» por lo que parecía más conveniente incluirlas en el Título relativo al Gobierno y a la Administración. No fue así y el hecho es que figuran en el Título Preliminar con todas sus consecuencias. Lo que refuerza, a nuestro criterio, el fundamento de la Constitución: la unidad de España, su indivisibilidad e indisolubilidad, para lo que recurre como ultima ratio a la fuerza, como no puede ser de otra manera.

¿Es que estamos ante una situación anormal o de peligro de la unidad de España? ¿Lo presentían acaso los legisladores?

Es por eso que el trato, que es el empleo, de las Fuerzas Armadas debe ser exquisito y contar con la aprobación de quien es la representación de su soberanía, algo que se está olvidando y que lleva a hacer un uso inadecuado, al menos discutible de nuestras Fuerzas Armadas.

Los recientes episodios desde la COVID (me remontaría a la creación de la UME, incluso a la suspensión del Servicio Militar obligatorio) nunca han seguido, porque ni siquiera han preguntado, el consejo de los ejércitos ni del Parlamento.

Se han aprobado casi todas las medidas de cambios profundos sin contar con la opinión de los profesionales. La lista es larga y muy significativa. La hemos dado en numerosas ocasiones. En estos últimos tiempos se está viendo otra tendencia que nos llevará a insospechados lugares. Es un simple cambio que nos arrastrará a un cambio que ni la leyes podrían hacer. Se trata de manejar con mano de hierro y guante de seda a la Cúpula haciéndola creer que cumple estrictamente con su deber de patriotismo a la vez que se compensa los servicios prestados con esa maquinaria infame de las puertas giratorias.

En la COVID hubo una puesta en escena de la máxima autoridad militar que rozaba el ridículo. Las inundaciones de Valencia dejaron al descubierto a mandos utilizados y que gustosamente se prestaban a la escenificación, al margen de ser utilizados los medios militares en apoyo de la población tarde y mal. «Si quieren ayuda que la pidan«. No vamos a obviar el mal uso que se hace del personal de tropa al que, sin consideración alguna, se le da de baja y retira de los ejércitos al cumplir los 45 años. En fin hay más, pero los ejemplos son suficientes.

Acabamos de ver ese ya acostumbrado uso indebido de las Fuerzas Armadas con la utilización de las mismas en un caso particular y que nada tiene que ver con una cuestión de Estado. El apoyo militar a la «Flotilla» de dudosa legalidad, con la asistencia del buque «FUROR» y posteriormente de una avión del Ejército del Aire y del Espacio (A400). Apoyo a todas luces a una flotilla compuesta por personas particulares que defendían una causa que por muy justa que parezca era algo particular y de dudosa financiación y respaldo. Nada se ha investigado y se ha utilizado a las Fuerzas Armadas en lo que dicen ha sido un apoyo a españoles en riesgo cuando la realidad ha sido un gesto de fuerza provocadora a Israel. Han convertido intencionadamente una cuestión privada en cuestión de Estado usando la maquinaria estatal de las Fuerzas Armadas como seguridad privada lo que es un peligroso antecedente y nos señala como nación alejada de los procedimientos democráticos en el uso del poder de la Fuerza, que debe siempre ser consultado al Parlamento, sede de la soberanía nacional.

Recuerdo al señor Azaña, que se sintió poderoso caballero más armado que la Fuerza, y recuerdo los últimos tiempos en que aquel uniformado le enseñó en su primer acto al recién nombrado (a) ministro (a) de Defensa aquello de -«Capitán, mande firmes». Le guiñó un ojo y le vino a decir -El resto ya lo hacemos nosotros.

No hace falta mirar fuera. No hace falta ponernos a prueba. La hemos superado con creces.

¿Es que todo está en regla?

«Calla, amigo Sancho-respondió don Quijote,
que las cosas de la guerra más que
otras están sujetas a continua mudanza»

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

8 octubre 2025

DEMOS UN GOLPE DE ESTADO. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

No se me pongan dignos. Sí. Un golpe de Estado con todas las de le Ley. Si no ¿Para qué? Los golpes de Estado sin que la Ley los ampare son peligrosos porque o los ganas o te fusilan si los pierdes, así que mejor apostar a ganador. Los golpes armados son inútiles cuando actualmente existe una sofisticación en medios y armas tan fina y elegante que es inútil intentarlo con los cañones y esas cosas tan brutas.

Hoy hay formas elegantes como votaciones intervenidas, Inteligencia Artificial, escasa inteligencia natural, todo eso que le llaman cibernético, manipulación, voto por correo, tribunales ad hoc, sicarios, dinero, prostitución, sexo, droga, y para qué seguir contándoles. Manipular es un arte tan peligroso o más que el de la mafia.

Un Golpe de Estado a la clásica es cutre y anticuado. Huele a rancio y las armas están oxidadas y sin munición, que hemos roto el contrato.

Ahora un Golpe de Estado se ejerce mediante otro mecanismo  sutil y con maldad máxima. Se trata de destruir lo construido.

El juego es el siguiente. hay tres Poderes que todo lo controlan. Con controlar los tres: hecho.

Uno de ellos es el Legislativo, que concede sueldos y prebendas que consiguen que hacia él se dirijan las moscas como a un panel de rica miel. Una vez dentro ninguna quiere irse. Les llaman representantes de la soberanía nacional, soberanos que se contagian de inmediato con el virus del poder. Pediría un exhaustivo control a todos los que entran y salen. Sí. Como el de la Dirección General de Tráfico. Cada día, cada sesión, cada pleno. De una cosa y de la otra, sobre todas la del índice de cultura democrática, sobre todo a aquellos que tenían las pistolas como apoyo a sus objetivos de sangre y duelo. Ese Poder es una suma. Así, sin más. Si sumas ganas, si las matemáticas no te dan, pierdes. No hay quien se sienta a disgusto entre los sillones de este poder que poco te exige y mucho te aporta. ¿Cómo era? Inmunidad, transporte, ventajas fiscales, autoridad, sueldo, comisiones, dietas, jubilación, móvil, ¿qué más? Además si estás en la oposición el trabajo debe ser agotador. En definitiva el Legislativo son dos más dos cuatro. La izquierda siempre suma para que no la quiten el escaño, que es poder. No existe, cuando las cosas se hacen bien para el Golpe, la posibilidad de que haya un acuerdo entre contrarios. Imposible. La dictadura de Partido se impone.

El segundo poder es el Judicial. Es sencillo. Funciona con la equidad que se le supone en el quehacer diario, en los asuntos domésticos, lento pero seguro. Imperturbable. No suele haber muchas quejas a pesar de la consabida frase «¿Quién te ha tocado?». Es una gran garantía de estabilidad hasta que le meten mano porque la Constitución debe tener un idioma que requiere traducción y entonces surgen los traductores e intérpretes, comprados por otro Poder más poderoso, porque las piedras nada dan, pero el Ejecutivo hace y deshace y te puede colocar en Iberdrola o incluso más, sepas o no sepas. En definitiva. Tribunal Constitucional que degrada la Justicia y que no siendo Tribunal jurisdiccional es más que nadie y es muy demócrata porque todos quieren ser juez y parte: el juez, el que no lo es y el que suspendió para juez y se pasó a lo político, que es donde nadie te examina.  Este segundo Poder está, él mismo, asombrado de tanto Poder que tiene y hasta de comprobar el chollo de pasarte por el otro Poder del que ahora hablaremos. El del Golpe de Estado y que te ríes hasta de los militares, ¿pero que se creerán estos espadones, que eran ellos los únicos que sabían dar golpes de Estado? ¡Venga ya!                           Con un buen Tribunal que traduzca adecuadamente la Constitución el delito se convierte en indulto, amnistía, y es hasta posible que ingresen en la vacía Orden de San Fernando para laureados. Una fiscalía general es sinónimo de Poder, de ejecutar, de fiscalizar a diestro (sobre todo).

Pues dejo para el final al tercer Poder, el auténtico, el verdadero espadón del siglo XXI, gloria de las glorias, gran general de todos los órdenes, constituido en la Cofradía de la nueva religión: el Poder Ejecutivo, del verbo ejecutar, que se conjuga a gusto del ejecutador. Pásense por el diccionario de sinónimos y lean los de ejecutar.

Pue ellos son los que ponen en marcha el verdadero y legal Golpe de Estado (debería usar el plural mayestático). Nos el Ejecutivo.

Entre la izquierda no hay grietas. Cuando cogen el Poder no lo sueltan hasta que han destrozado esas instituciones que llevan siempre como enemigas. Para qué se las voy a enumerar si las están viendo en titulares cada día. Es un lugar desde donde se decreta el Golpe de Estado. Pura matemática amparada por el Tribunal del que antes les hablaba. Todo queda en casa. Además el Decreto lleva delante lo de Real, aunque el verdadero que lleva la R de Real es decir el Rey, diga o deje de decir, porque las palabras se las lleva el viento sean palabra de Rey o de villano. Dijo el Rey el 3 de octubre de 2017… Ya no me acuerdo. Fue un Golpe de Estado según la Ley, que tiempo faltó para indultar amnistiar y mandar desde Waterloo.

Falta el dinero. Eso es más fácil. Es una trinidad: mediático (es un poder que ya sabemos donde tiene las rotativas); tecnología (lo saben ustedes igual que yo, aunque anda revuelto); el de las armas, esa industria floreciente también la controlan (¿les doy el nombre?). Hay dinero «pasar una vaca». Desde La Moncloa todo se dirige al mismo fin.

¿Pero en qué están pensando ustedes? ¿En los tanques por las calles y los aviones en el aire con paracaidistas lanzándose? Eso es solo el Día de las Fuerzas Armadas, porque en otra ocasión ya les digo yo que ni aunque haya otro Perejil.

Nos han  dado una auténtica lección magistral de como se da un Golpe de Estado a la española. Contra él de poco valen esas festivas concentraciones en las plazas, llenas de banderas; les da igual, absolutamente igual; es más, se ríen. Ellos saben llenar las calles, de terror; paralizar la nación, con terror; cortar los transportes, con violencia; gritar con insultos y amenazas.

Si les dejas mucho tiempo, cambian la puerta, las cerraduras y hasta derriban la nación y construyen otra(s). Denles tiempo, como ahora, y con la suma a su favor verán más cerca lo que ya vemos. Todo legalizado, todo aprobado, todo manipulado y si no es así les da igual. El Fiscal del punto G, el Tribunal de la C, el Legislativo… Todo suma. A vivir a la espera de lo que nunca llega si no lo luchas.

No me sean mal pensados y aprendan a dar Golpes de Estado. Todo es de lo más legal que hemos visto desde el año 1931 donde se dieron cuenta de que el poder no se suelta y debe ejercerse con Poder y Mando absolutos.

No hay más que repartir corrupción, entre todos, porque hay para todos.

¡Ojo! Termino con el habitual aviso a navegantes. Siempre queda la esperanza de un juez solitario, valiente y digno, la gran mayoría, que aplique la Ley por encima de los muchos golpes que reciba.

Por ahora este Golpe de Estado del que somos protagonistas pasará a la historia de lo que es capaz de hacer la izquierda española, al menos esta que a día de hoy conocemos.

¿La otra? ¿Está en batalla?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.) 

Blog: generaldavila.com

10 junio 2025

 

A POR DON JUAN CARLOS Y LA CORONA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Sé que muchos permanecen en silencio como si la cosa no fuese con ellos. La honradez del funcionario se paga con una palmadita en la espalda y la sonrisa de falso cariño. Luego el fino hilo que lo une al deber es cortado con certera tijera y cae al abismo de la indiferencia. El funcionario, rendido de caricias, sonríe cuando sabe que sabe, pero nadie sabe que él sabe ni siquiera él mismo supone el valor de lo que sabe hasta que desaparece con todo lo que sabía que, en definitiva, como nadie lo sabe, es nada.

Siempre hay traidores entre los que menos saben porque desde un principio se sabía de ellos.

Todo.

Todo lo que ocurre en estos momentos contra el Rey Juan Carlos no es sino la continuación del Decreto: «Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los Poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional. Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, honores y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de su representación legal para votar las nuevas normas del Estado, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás, ni para él, ni para sus sucesores. De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional, se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba darles. Esta sentencia, que aprueban las Cortes Soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno Provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones».

Firmaba la sentencia, como presidente del Gobierno de la República de España, Manuel Azaña el día 26 de noviembre de 1931. El Decreto se había aprobado en las Cortes con nocturnidad: a las tres cincuenta y cinco minutos de la madrugada del 20 de noviembre de 1931.

La manipulación electoral a los municipios españoles fue un golpe de Estado dado en abril de 1931 que se repitió en octubre de 1934 cuando la derecha salió ganadora, esta vez en elecciones nacionales. La farsa de las urnas, que en España eran chisteras de mago, tuvo su continuidad en febrero de 1936. Los del PSOE (llámenlo como quieran, pero  así queda más claro) después de tiempos de quemar iglesias y asaltar conventos perdieron la guerra y no perdonaron el regreso de Don Juan Carlos, nieto del que había sido declarado «culpable de alta traición», y desde ese momento esperaron pacientemente para hacer uso del mismo argumento y preparar su salida irreversible de España. Don Juan Carlos venía de la mano de Franco, Franco coronó a Don Juan Carlos, que a su vez es toda una dinastía. Así, con ellos, llegó la Constitución de 1978

DON JUAN CARLOS I, REY DE ESPAÑA, A TODOS LOS QUE LA PRESENTE VIEREN Y ENTENDIEREN,

SABED: QUE LAS CORTES HAN APROBADO Y EL PUEBLO ESPAÑOL RATIFICADO LA SIGUIENTE CONSTITUCIÓN

Que  dice: «La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria». «El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes».

Inolvidable. Insuperable. Inadmisible. Intolerable. Inaguantable. Insoportable.

Vuelvo a recordar las palabras de Tierno Galván: «Hay que aceptar la Monarquía como el mejor y más fácil puente hacia la democracia. Luego ya veremos».

Veremos es Zapatero. Veremos es Sánchez. Veremos es el Gal y y la coronación de la ETA. Veremos es el imperdonable «Tranquilo, Jordi, tranquilo». Veremos es el dominio de los Poderes del Estado. Veremos es el Golpe de Estado del 2017. Veremos es Puigdemont. Veremos es el indulto. Veremos es la amnistía. Veremos es lo que nos queda por ver.

Para «veremos» la Monarquía, que trajo la democracia a España, no es democracia, que solo solo lo son «ellos y sus circunstancias». Lo estamos viendo y lo veremos. Azaña pensaba, mal intencionado, soberbio, pero pensaba. No sé qué es peor; Zapatero y Sánchez no tiene esa capacidad y se rigen por sentimientos mal condimentados y muy peligrosos, de esos que a la postre dicen «No era eso, no era eso» cuando destrozan una nación y ponen tierra o mar por medio, a salvo y con dinero. Al fin, la tristeza es su fortuna. Nada hay peor que un tonto con alto coeficiente de inteligencia y que escale en el poder político o en el militar si le sirve de puente para esta.

La maniobra inicial, muy antigua, se recondujo cuando vieron una brecha de debilidad en la fortaleza y se dirigió desde el más poderoso de los despachos ocupado por ese exclusivo coeficiente intelectual tan elevado como perverso.

No es de extrañar que haya surgido de repente el terremoto mediático contra Don Juan Carlos. Como no pudieron con la ley van a por él con la trampa. Nadie se da cuenta porque no hay secreto mejor escondido que el que se publica, si es en el BOE aún más. La Zarzuela ya firma como una máquina, en automatismo, sin voluntad ni criterio propio, al vaivén de una ola convertida en sunami.

Por muchas vueltas que le den, por mucha democracia que nos rodee, jamás pensarán en una monarquía parlamentaria que para ellos no la trajo la Constitución, su papel mojado, que interpretan pero no cumplen, sino que la Constitución vino, como la Corona, de la mano de Francisco Franco. Constitución, Corona, Iglesia. ¡Ni lo sueñen! Tarde o temprano se la llevarán puesta. Ahora buscan y buscan datos en la basura, pagan y muy bien a quienes les cuenten, los buitres salen al oler la carnaza (yo sé. yo vi, si te cuento cuando…) en dinero, amoríos, luego en el 23F, más tarde en el atardecer de la vida, que hasta ahí llega su maldad.

Lo suyo es reventar los archivos, los dosieres, las citas escondidas, los pasos por la frontera del sur, los vuelos oficiales, las maletas en las bodegas de los aviones, las cuentas bancarias o no bancarias, los paraísos fiscales, las cacerías, la cuesta de las perdices, los armarios de algunos, los reservados y hasta las tumbas.

Abrieron la de Franco y fue todo un símbolo. Nadie movió un dedo. Esa es España. Lo saben.

El rey Príamo ve su ciudad ardiendo y saqueada.

«Cuando vio la ruina de su ciudad conquistada y abatidos los umbrales de palacio y al enemigo dentro de su casa, en vano toma el viejo en sus hombros temblorosos las armas enmohecidas, tiempo ha, por la edad y se ciñe el hierro inútil y lánzase a morir entre los enemigos» (Virgilio. La Eneida).

«Miro atrás y reviso la tropa que aún tengo. Todos me abandonaron agotados y saltaron a tierra o entregaron sus cuerpos heridos a las llamas».

En España ni los muertos pueden estar tranquilos. Mejor que en cada tumba anide una cobra inmortal.

Miren al poder y a los otros. Todos siguen el camino trazado.

¡Viva el Rey de España!

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

7 octubre 2024

 

 

 

 

CONSTITUCIÓN. FUERZAS ARMADAS. GOLPE DE ESTADO. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Conformaban una ecuación conocida del siglo XIX español. La ley del espadón era manejada por los políticos que metían la mano por detrás del uniformado muñeco y así movían su espada como pluma para escribir la historia. Era una ecuación de primer grado y la única incógnita eran los generales. De manera que el vulgo asoció golpe de Estado con espadas y corría de boca en boca: «ruido de sables».

Se fue el ruido cuando sacó el político la mano de la espalda del espadón y trazó un garabato de nombres en forma de lista, de apellidos en alejandrinos tan emotivos como medievales, para constituir el Ejecutivo, constituirse en Legislativo y asaltar democráticamente el Judicial. Era la mejor forma de acabar con los Golpes de Estado: incorporarlos al quehacer político. Alguien había adivinado cómo alcanzar el poder único a través del espectáculo escénico dirigido por su manaza. Se puso a escribir el guión y eligió a los actores. José Luis, Alfonso, Yolanda, Felipe, Pedro, Manolo, José María, Félix, Isabel…,incluso Koldo. Ni siquiera Eurípides alcanzó este lugar interpretativo.

El articulado de la Constitución era un guión premeditado digno de los actores que iban a representar la obra y su principal característica debería ser la libre interpretación, que cada director escénico pudiera darle su personalidad a cada frase, incluso cambiar el texto si venía a cuento; y surgió la mayor virtud de la Constitución: interpretable, asegún: «Que aunque soy Tiempo glorioso, / alegre y de buen aseo / asegún lo que aquí veo / sé que volverá lloroso / (Gil Vicente. Diccionario histórico de la lengua española 1933-1936).

El guión constitucional va y viene, articulado simbólico o no, es y no es, dice una cosa y la contraria. Todo depende. La intencionalidad ha ido descubriéndose con el tiempo, cuando han empezado a surgir los versos ocultos, los que el incauto lector aplaudía sin entender. Ahora ya puede que sea tarde.

La Constitución rima con interpretación. Por eso sus padres nos dejaron -a conciencia o no (?)- aquello del artículo 2: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas». ¿Fundamento? ¿Es simbólico? ¿Indisoluble? ¿Indivisible?

-Hombre mire usted. Aquí hay una nación repleta de nacionalidades que no son naciones, o sí, o sea que hay que cuadrar el círculo. Nosotros ahí lo dejamos y pasamos a la historia.

Así ha sido: ¡Padres de la Constitución! Pero será para lo bueno y para lo malo y todo se resume en ese artículo 2. Solo hay que encender la mecha.

Resulta que el Ejecutivo, y el Legislativo en peligrosa proporción, se muestra a favor de la divisibilidad y solubilidad, de igualar Nación a nacionalidades. Un artículo -¡Ay las interpretaciones!- con efectos retardados como los de una bomba a tiempo y que ha iniciado su cuenta atrás.

Claro que cuando hablas del 8 la cosa se pone seria. Nadie, -soy consciente del significado- «ninguna persona» acaba de entender este 8 constitucional; yo mismo creía entenderlo hasta encontrarme con catedráticos de Derecho Constitucional, magistrados y jueces con criterios no distintos, sino enfrentados. En menudo lío nos hemos metido.

El tema resulta grave máxime en tiempos de fractura, como el actual, que incluso podría verse más agitado por razones políticas internas; y externas también.

Un artículo de la Constitución debe ser claro, rotundo y de obligado cumplimiento. No son recomendaciones ni cantos al sol de la mañana. No pueden dar lugar a equívocos ni a interpretaciones sobre todo cuando es algo tan claro como la unidad de España: fundamento constitucional.

No puede ser que lo que hoy es amnistía mañana sea prisión, que podría, solo porque una vez estaban unos y otra los otros. Y los unos metan en trena a los otros.

A este 8 se refería Ramón Tamames en una reciente Tercera de ABC: «…no se plantea el mecanismo para regular las funciones del articulo 8 de la Constitución -tan propio y normal en la Carta magna como lo es el artículo 155- en el que se asigna a las Fuerzas Armadas la función de cuidar de la independencia nacional, la integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Pero sin decir como deben activarse esos principios protectores, porque el punto 2 del referido artículo 8 no ha sido desarrollado con una ley orgánica como se preconiza en la propia ley de leyes».

Es decir, una confusión más que permite decir una cosa y la contraria sin que se resquebraje la Ley.

Visto lo visto estamos ante un 8 que no se activará ni aunque nos ataque Puigdemont al frente de su ejército, sea este real o virtual. Lo del sur está incluso más claro.

Dicen que «de buena ley» todo es simbólico. Usted tiene derecho a un trabajo, y a una casa…

Y más. Eso de que el Rey es el Mando Supremo de las Fuerzas Armadas queda muy bien dentro del simbolismo, pero poco más. Como miembro de las mismas está sujeto, mientras nadie diga lo contrario, al Gobierno ya que la misma Constitución le encomienda «dirigir la política interior y exterior, la administración civil y militar y la defensa del Estado». En román paladino allí donde acuda el Rey vestido de uniforme y ante sus tropas es Su Majestad, Mando Supremo, el que debe dar novedades al presidente del Gobierno. La cadena de mando tiene un último eslabón que se llama presidente del Gobierno y no Majestad. Ese es el mundo de los símbolos. Vaya mando que ni la voz ejecutiva <<mar >> puede pronunciar.

¿Cómo se han quedado? Pues hay más.

Cierto es que en la elaboración de la Constitución y su posterior debate parlamentario se planteó la conveniencia de no incluir en el Título Preliminar a las Fuerzas Armadas ya que parecía más conveniente su inclusión en el Titulo IV referido al Gobierno y la Administración ya que las Fuerzas Armadas, debidamente jerarquizadas, forman parte del poder Ejecutivo. El argumento tenía peso en una situación normal de aceptación del fundamento de la Ley: la unidad de España, ya que se otorgaba a las Fuerzas Armadas «un rango constitucional, al margen del Ejecutivo» por lo que parecía más conveniente incluirlas en el Título relativo al Gobierno y a la Administración. No fue así y el hecho es que figuran en el Título Preliminar con todas sus consecuencias. Lo que refuerza, a nuestro criterio, el fundamento de la Constitución: la unidad de España, su indivisibilidad e indisolubilidad, para lo que recurre como ultima ratio a la fuerza, como no puede ser de otra manera.

Dada la situación legal el hecho es asumirlo mientras no se pueda legalmente hacer lo contrario. Otra cosa es ver si se debe hacer. Entonces surgen las opiniones que, aun pareciendo claras, están llenas de sombras a la hora de la interpretación por los que son expertos en la materia.

Las preguntas de siempre: A dónde, por dónde cómo y cuándo.

Para empezar, como decía el profesor Ramón Tamames, el punto 2 del artículo 8 no está desarrollado. ¿Quién y cómo se pone en marcha el 8? ¿Cuándo? ¿El Rey, el Gobierno, Las Cortes, el ministro de Defensa…, o el fiscal de vara?

El artículo 62 de la Constitución establece que, «corresponde al Rey el mando supremo de las fuerzas armadas». Nada resaltable ya que «sus actos, serán refrendados por el Presidente del Gobierno y en su caso por los Ministros competentes». Si acudimos al Título IV en su artículo 97 «encomienda al Gobierno dirigir la política interior y exterior, la administración civil y militar y la defensa del Estado». Lo que les decía: el Rey de uniforme debe cuadrarse al ministro y al presidente.

Este artículo 62 parece encerrar la clave; pero entonces el señor Magistrado me dice:

-Sí, pero el 8 no está en este Titulo IV lo que, en román paladino, significa que se le escapa al Gobierno de las manos.

¡¡¡¿Ah?!!!

En fin un lío constitucional como el 2. Nación y nacionalidades. Real o virtual. ¿Símbolo constitucional o ley? ¿Interpretable?

Ya sabemos que la Constitución deja clara la actuación del ejército en la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de Junio que regula los estados de alarma, excepción y sitio (artículo 32) cuando se declara el estado de sitio, en los supuestos de insurrección o acto de fuerza contra la soberanía o independencia de España, su integridad territorial o el ordenamiento constitucional que no pueda resolverse por otros medios.

Queda claro, pero no está tan claro, porque el 8 está donde está que no es en el Titulo IV y la Constitución se fundamenta en la indisoluble e indivisible unidad de España.

Las Fuerzas Armadas son ejemplo de virtud y servicio a España. Saben al detalle cual es su misión y quienes son sus mandos. Y saben que su única razón de ser es la que figura en el artículo 8 de la Constitución, incluso por encima del cumplimiento de los acuerdos internacionales o de ocuparse de emergencias de distinta naturaleza a lo militar. Otros no lo tienen tan claro e interpretan la Ley e incluso quieren tener un ejército propio para institucionalizar su particular 8.

Desde luego lo que debe estar claro es que no se puede alejar a las Fuerzas Armadas del mandato constitucional de la defensa nacional para centrarse en emergencias o en las misiones en el extranjero.

Pero lo más grave es que desde donde se manda y ordena se incumple ese artículo 2 de la Constitución a la vez que ofenden cuando quieren, aunque no puedan, al Rey y a las Fuerzas Armadas, es decir a la Nación española. Y tiene amparo donde debería estar la amparada la Fuerza.

Todos lo vemos y comprobamos. Día a día. Gobierno tras Gobierno. El ruido ya no es de sables, sino de corrupción política. Ha cambiado la guerra y los golpes de estado. Ahora todo se hace en el silencio cobarde de la distancia e interpretación que da el poder con el asentimiento de la oposición que espera a que le toque su turno. Porque ahora los golpes de estado se han incorporado a la normalidad democrática.

¿Dónde está la Constitución? Es un símbolo. Como la Bandera, el Himno, el Rey… Bodas y bautizos.

Al menos antes todo lo aguantaban… menos que les hablasen alto.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

29 febrero 2024

MANIFIESTO MILITAR. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Resulta que desde que está en marcha el golpe de Estado, lento y novedoso, que ha pillado sin armas al conjunto de los españoles, hay muchos que nos señalan, a los soldados (de soldado a general) retirados y en la reserva con dedo acusador. La mayoría son esos que prefieren empujar y esconderse: ¡yo no he sido!

Me han llamado varios periodistas interrogándome sobre un «Manifiesto» que se estaría redactando entre generales y coroneles retirados o en la reserva. Contra la amnistía, como si ese fuese el problema y no el engaño detrás del que está la espada de matar.  Dicen que ya está circulando para su firma. Como es mi costumbre les diré todo cuanto sé, todo cuanto puedo contar y no inventaré nada más que lo imprescindible para que el relato sea ameno y ustedes con su inteligencia adivinen.

Así que de entrada de «Manifiesto» nada de nada, al menos en cuanto a este humilde general se refiere. Nada me ha llegado y tengan por seguro que nada me ha de llegar. Fake interesada que hace más daño que beneficio. Beneficio a los golpistas que con su dedo pretenden señalar en la dirección equivocada. En aquella de los que más cumplen, respetan y asumen la democracia. A la vista está.

En primer lugar saben que en mis pensamientos voy solo y no me gusta firmar nada en conjunto. Cada uno es muy libre de expresarse como y con quien le dé la gana.

En segundo lugar no estamos para «Manifiestos», sino para hechos, no militares ni policiales, por ahora, sino políticos y judiciales, y para reunir el sentimiento de unidad y lucha política en uno común y no en cientos de batallitas perdidas. Así que cuando se pierda todo, del todo, y triunfe el golpe de Estado, revisen, por un lado a todos los protagonistas de esos reinos de taifas que dicen representar a la unidad de España para luego dividirse entre partidos, más de lo mismo, pero a cada cual más significativo, y, por otro, a los que se amparan en sustanciosos regionalismos. Entre todos son incapaces de presentar un proyecto sólido y común, uno solo y fuerte, para una España herida al borde de la derrota y de su muerte por falta de valientes defensores.

Partidos varios, asociaciones, fundaciones y otros conjuntos de defensores florecen como jaramagos en primavera. Todos quieren mucho a España y dicen representar lo mismo, pero desde su privilegiada autonomía o desde su rentable partidito, asociación, fundación…, nunca unidos, escenificando a ver quién es el que más defiende a España. El momento es, debería ser, de unidad en lo importante, contra el golpe de Estado y no en protagonizar una defensa personal y fraccionada.

¿Manifiesto militar? No se puede azuzar a los militares cuando la política se deja politizar, cuando ha conseguido enfrentar, cuando la justicia se divide en bandos políticos y queda solo para los consumidores de a pie, cuando se convierten en el pin pan pun de los políticos, no se puede azuzar a los militares cuando la oposición es incapaz de hacer frente a un golpe de Estado, cuando desde el poder se ha destrozado la unidad a base de privilegios políticos que en definitiva se traducen en económicos. No se puede azuzar a los militares cuando las instituciones más representativas del conjunto nacional callan, otorgan y se someten. No se puede azuzar y pedir a los militares que defiendan lo que otros en su cobardía o dejadez, o bien vivir, están perdiendo día a día.

Porque los militares tienen un deber constitucional que no manejan ellos sino el poder político y su misión que dice «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional», ha sido ya modulada, vendida y desenmascarada con el beneplácito y el consenso de los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo. Que son los que dicen representar al conjunto de la soberanía nacional.

Así que muerto el perro se acabó la rabia.

Los Ejércitos de España están sometidos al poder político y si a los españoles no les gusta el que tienen que lo cambien, pero no con las bayonetas, sino con el juego político. Si este entra dentro de lo ilegal para eso está la Ley. ¿Que no se cumple, que el poder Judicial no cumple y hace cumplir la Ley? Hay mecanismos suficientes para evitarlo. Lo que desde luego desconozco es si estos mecanismos (suelen pasar desapercibidos y quedar ocultos) se han puesto en marcha.

Porque los pasos hasta llegar al golpe de Estado no son de un día para otro. Se van dando y aprobando. ¿Nadie hasta ahora se había dado cuenta?

Manifestémonos pero de manera conjunta y con una sola idea. Esta no es la España de los privilegios, ni en el norte ni en el sur. Esto es España donde todos los españoles somos iguales ante la Ley. ¿O lo era?

Mucho político constitucionalista y mucha historia democrática para terminar con un personaje, o todo un partido, que pasa del GAL al GOL…pe de Estado.

Olvídense de los militares. ¿No es esto la democracia? Asumámosla y que cada palo aguante su vela.

Ni he recibido ni recibiré ningún «Manifiesto». Me manifiesto casi a diario, de manera individual, sin que nadie piense por mí, desde mi mejor arma, ahora que ya dejé las otras: la palabra.

¿Artículo 8 de la Constitución? Entre todos, y gracias a todos, no existe nada de lo que dice la Ley.

No usen a los militares como defensa de sus intereses ante el claro fracaso de sus políticas en un momento en el que se requiere que haya un único interés: la unidad de España, la defensa de su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Ese es el único Manifiesto pendiente de firma. Es el momento de España. No el de cada uno por su lado.

Está todo dicho y manifestado.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

7 noviembre 2023

Blog: generaldavila.com

¿SOY UN PESIMISTA? Rafael Dávila Álvarez

Algunos me tachan de pesimista; está claro que por lo que escribo y no porque me conozcan que eso es otra cosa, parecida, pero no es lo mismo. Puede que ni aún así sea posible catalogar a nadie.

Los que a diario se enfrentan con el folio en blanco, un mensaje que compartir, aunque nadie lo lea, una meditación en la que profundizar y hacerlo en alta voz, no pueden ser adjuntos al calificativo, sino leídos o rechazados. Meditar en ti o sobre lo que otros dicen es un acto individual que forma parte del mayor sentido que tiene la libertad: pensar. Y lo es por  hacerlo como quieras y sobre lo que quieras sin tener que dar explicaciones a nadie.

Por lo que pensamos, y no escribimos, muchos estaríamos condenados para siempre bajo el juicio de los hombres constituidos en tribunal.

Desde Platón y mientras no se demuestre lo contrario, deberíamos dejar las hipótesis calificativas para aceptar lo que es inaceptable, pero tan real que a unos conduce al pesimismo, a otros a bregar con la inteligencia y poner la razón a trabajar. Sin calificar.

Nada define la situación como la metáfora escénica en la que Platón nos retrata prisioneros en una caverna donde las cadenas nos tienen cara a la pared, detrás una hoguera y a nuestras espaldas alguien mueve personajes  que como siluetas, como sombras, se proyectan sobre el muro que conforman lo que tú crees vida y realidad. Encadenados creemos vivir entre las narraciones que allí se escenifican. No se te pasará por la cabeza pensar que aquello es fruto de la prisión y no la realidad.

¿Servirá de algo que uno de ellos logre liberarse, gire la cabeza, salga a la luz y compruebe que todo era un fraude?

Lo hacemos a diario, lo constatamos, ofrecemos los datos y las imágines: ¿Es ser pesimista? ¿De qué sirve haberse liberado de las cadenas cuando ya no puedes encabezar un ejército por ser demasiado viejo?

Quedará claro que a ser esclavos llamamos libertad u optimismo.

El humilde sabio, desde su retiro, miraba por la pulida lente que él mismo trabajó a base de pensar: «Quedan como guardianes de la libertad aquellos que no tienen miedo ni esperanza y no dependen, por tanto, más que de sí mismos» (Baruch Spinoza).

Vivimos delante de un «Golpe de Estado sin derramamiento de sangre» que es como la sombra que percibimos, nos lo gritan desde fuera los que se han librado de las cadenas, los que han escapado de la vigilancia de las cámaras y micrófonos, de las reuniones y confabulaciones, los no vigilados. Los apestados, los que no consumen datos; solo deambulan dando gritos que nadie escucha: ¡Os están robando la nación y la libertad! ¡Rebelaros!

Aturdidos por los derechos ¿humanos? Las bondades ¿de los programas políticos?, por los recursos ¿corruptos? y las dictaduras de lo colectivo, te manipulan entre datos para que consumas su producto.

El dominio no es a base de derramar sangre, no son necesarias las armas clásicas, solo es necesario el control sobre cada uno de nosotros, las cadenas firmes, que impiden volverte a la realidad.

Sólo una colección de pesimistas somos los que después de haber salido de la caverna, después de dejar a otros en la taberna, deambulamos sin caer en sus redes, esclavos de la vejez, aún indomables, libres siempre y pesimistas.

Es solo la primera fase. Luego vienen otras peores, cuando te dice el Estado policial y vigilante, uniformado en formas y expresiones:

—«No se ponga usted nervioso Caballero y haga lo que yo le digo».

Dejamos la cueva y como no queremos volver a ella somos tratados como locos, encerrados en las prisiones de la ciencia y la tecnología o tomados por agresivos. Los pesimistas podemos llegar a ser peligrosos y tomar las armas.

«He cuidado atentamente de no burlarme de las acciones humanas, no deplorarlas, ni detestarlas, sino entenderlas» (Spinoza).

En mi caso me burlo cuando me llaman pesimista, lo deploro, detesto y no lo entiendo.

Es el misterioso Discurso de la servidumbre voluntaria de Etienne de la Boétie.

Optimista no. Siervo de nadie. Salgan fuera y comprueben.

Que cada cual vea.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

14 septiembre 2023

 

LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA ES UN VERSO SUELTO Rafael Dávila Álvarez

En cierta ocasión escuché a un eminente jurista decir que la Constitución defiende al individuo, pero que luego las leyes, triste realidad, se encargan de vapulearlo frente al grupo. Me quedé de piedra, nada entendía; me ha costado años descubrir la trampa y ver que la Constitución es un verso suelto para el inacabado poema de la falsa lírica de la vida en común.

Ni casa, ni trabajo, ni enseñanza, ni Ley… ¿Orden? Libertad según y hacia donde se mire. La de algunos. Una ilusión escrita entre abrazos y consensos para dejar el terreno abonado a su interpretación. ¿Pero quién se ha creído Montesquieu que es?

Claro que es por eso que yo siempre estuve convencido que España era indisoluble, es decir que no se puede disolver, que ese era el fundamento de lo escrito en la ley grande, y que las tablas de la ley eran tan claras y rotundas que, por si caso, dijeron «esto es tan importante que hay que guardarlo tan guardado que sea como el Banco de España bajo la protección de la Cibeles». Entonces hicieron un Tribunal Constitucional y como no era suficiente dijeron: que sean los militares quienes la protejan bajo sus cañones y espadas, bajo su vigilancia, rigor y seriedad, ellos que tiene el honor y las armas. Y todos se pusieron a cuidar la Ley de leyes.

Por si alguno tenía dudas redactaron un artículo que decía: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas».

Era mentira. Un verso para que encajase una rima; sin más.

Pero como aquello de las nacionalidades podía desentonar en el poema constitucional, en su lírica manifiesta, y alguno darse cuenta de ello, el más valiente de todos los constituyentes, sabios todos al servicio de los ignorantes, dijo: ¿Dudas? Ya veréis como no hay dudas si enseñamos los cañones; y, entonces, redactaron un nuevo artículo para dejar sentado y bien sentado el anterior; ¡Hala, los soldados, que sean los militares…! Así nacía el artículo 8: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional». Dos mentiras en una, ni indisoluble ni hay misión que valga.

El que más tripa tenía dijo: «A ver si te dan un golpe de Estado, quita quita ese artículo», pero el más pillo de los pillos, que entre los sabios los hay, más sabio que los otros, tan inocentes, le contestó, más bien sentenció: «No te preocupes, que escriban lo que quieran; para lo que va a servir… Mira el golpe de Estado se dará ¡vaya que se dará!, pero no por los militares, sino desde las Instituciones, desde la legalidad impuesta por las leyes que apruebe la soberanía popular, que ya sabes…». Yo no sé nada, ¿qué dices?, murmuró uno del fondo, a lo que el pillo le contestó: mira aceptemos lo que ahora conviene que tengamos y luego ya se verá.

Dicho y hecho. Dado el golpe de Estado ahora se legaliza. Los jueces, asustados por el yugo que los atenaza avisan. Cataluña 2017.

«La deslealtad constitucional y el menosprecio a las bases de la convivencia, incluso cuando fueran seguidos de un alzamiento público y tumultuario, no necesariamente violento, no serían susceptibles de tratamiento penal. En otras palabras, la creación de un marco normativo de ruptura territorial que preparara la secesión de una parte del territorio del Estado, incluso acompañada de actos multitudinarios que condujeran a la inobservancia generalizada de las leyes y al incumplimiento de las decisiones gubernativas o jurisdiccionales que intentaran ponerle término, serían ajenas a la intervención del derecho penal».

Vía libre a la independencia, a la desintegración territorial, se acabó la Constitución.

La ley son los dueños de la calle, de la algarabía, de los medios, información y desinformación, los que son jueces y parte, esos a los que España les sobra.

Sobra la Constitución. Ellos son suficientes y ellos han ganado no en las urnas que les alza en el Congreso, sino en la interpretación de la Constitución, un verso suelto al que en su poema les sobra o al menos sitúan donde mejor les rima para su triste canción del final de España, que según dice el verso suelto: patria común de todos los españoles.

A lo que se ve no lo es.  Nos han robado España mientras dormimos.

Artículo 2, artículo 8… ¿Para qué tanto papel mojado? Aquí lo que vale y manda es una buena ley que ponga en su sitio a la Ley.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

14 febrero 2023

DON JUAN CARLOS I Y EL 23F21 Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Presencié en directo (es un suponer) el aterrizaje de la nave estadounidense en Marte; por ahora ningún hombrecillo verde. En su día debió de haberlo y ahora andan repartidos entre nosotros.

Mientras veía la transmisión pasó algo inaudito, pero demasiado frecuente. Todo se desarrollaba con precisión científica y la transmisora, una colombiana que lo hacía ameno y científico a la vez, pretendió establecer contacto audiovisual con una compañera. Obtuvo la imagen, pero no el sonido. Estábamos llegando a Marte, con exactitud y precisión, donde el avance de miles de disciplinas se ponían a prueba, pero incapaces de establecer una comunicación terrestre. Nada falló; solo eso: la comunicación, tan sencilla, entre dos redactoras del acontecimiento situadas muy cerca. No todo está conseguido y los pequeños detalles son la muestra de nuestra incapacidad o descuido. Nos creemos todo y el mundo es nada.

Supongo que de algo servirá haber llegado a Marte, pero seguimos sin poder vacunarnos ni saber en qué liga se juega en esto de la pandemia. Ni siquiera sabemos si es real o un sueño. Nos queda esperar que el que ha salido de la cueva donde se proyectan las sombras entre, por fin, y nos cuente lo que hay fuera.  No le creeremos.

En España, a punto de desaparecer, tan contentos siguiendo a los marcianos del Gobierno, se nos olvidan los detalles de comunicación entre nosotros. Los circuitos están rotos. Vivimos de la venganza, de la envidia y de la traición.

De todo ello es prueba lo ocurrido este pasado 23F en el Congreso de los Diputados con la presencia de todos menos del que debería estar. Si algo terrible ha pasado en los últimos años de democracia en España ha sido el 23F y el actual golpe de Estado en marcha iniciado en Cataluña y con sus autores en comandita con el Gobierno legal. Algo inaudito, tanto que este 23F21 parecía que era el refrendo a la situación. Solo el Rey Don Felipe ha recordado todo lo que España le debe a su padre: «La firmeza y autoridad de Don Juan Carlos fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia».

Para quitarse de en medio obstáculos molestos se han encargado de echar de España al salvador de la democracia, al Rey Juan Carlos I, al que se le debe las cotas de nivel de vida y resonancia internacional alcanzadas por España, mientras ahora vemos como lo logrado va marcha atrás y día tras día pierde la credibilidad y fuerza ganada en años. También pierde la democracia. La libertad.

Me siento avergonzado de este Gobierno, de los partidos que colaboran en esta farsa y que han obligado al Rey Juan Carlos I a irse de España y que sea contemplado como un presunto delincuente. Algo parecido hicieron con su abuelo Alfonso XIII sin que ningún tribunal ni ninguna prueba haya sentenciado contra él; y mira que se investigó hasta en los pliegues de la chaqueta real

Con todo mi cariño, que es todo, pero toda sinceridad, le digo a Su Majestad que vuelva. Que  no consienta que esta gentuza le obligue a estar lejos de su amada patria y que si tienen los santos… de emprender acciones judiciales contra él, que lo hagan, y que si quieren juzgarle en la Plaza Mayor, ante el enfervorecido pueblo callejero, que lo hagan.

Con la cabeza bien alta ante los ingratos que pretenden no llegar a la luna, sino asaltar el cielo. Hay que enfrentarse a su repugnante maniobra pase lo que pase.

Cuando se habla de las verdades: «Nadie es profeta en su tierra» y «cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies».
Volved, Señor, y que empiecen a tirar piedras si el valor se lo permite. Sé que no queréis remover más inquietud y os imponéis un nuevo sacrificio al no volver.

La ceremonia y el recuerdo de este último 23F es inadmisible. Debemos recordar los españoles que solo V.M. ha logrado lo que parecía imposible: el progreso de España hasta alcanzar niveles históricos y que ahora perdemos en prestigio y economía. España se empobrece y desaparece.

Vuelva Señor. Que no se rompa la comunicación mientras aquí estamos en la luna. Creo que lo que digo es el sentir de millones de españoles que se rebelan contra la injusticia. La casa de muchos españoles es la vuestra, dispuestos y encantados de recibiros.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

24 febrero 2021

 

LA POLICÍA PATRIÓTICA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Para Lenin un contrarrevolucionario es toda persona que no es comunista… y seguía diciendo: <<Un muerto es un crimen, pero que un millón de muertos es simplemente hacer una estadística>>.

Dice el presidente del Gobierno, en sede parlamentaria: <<Marlaska está destapando la policía patriótica y por eso le atacan>>.

Sede parlamentaria es como decir desnudo, con la verdad por delante, sin engaños ni trampas, ante el confesionario de la soberanía nacional. ¡Velay!

¿Qué ha querido decir¿ ¿Qué el coronel Diego Pérez de los Cobos formaba parte de un grupo de policía de partido? ¿O algo peor? Mentira por medio: ¿no había ningún coronel para sustituirle que han tenido que nombrar para su puesto a un teniente coronel?

Patriota: <<Persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien>> (Diccionario RAE). Es indudable que él , presidente, y él, ministro, (ellos/muchos) no entran en la definición.

Las palabras del presidente del Gobierno son de tal gravedad que exigen una denuncia por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a las que mancilla y pone en entredicho.

Consentirlo es admitirlo.

Desde el GAL, desde el aún inexplicado 23F, desde aquel <<los españoles se merecen un gobierno que no les mienta>>, desde tantas cosas… una más de lo dicho y hecho en un Estado que se dice democrático, esta declaración del presidente del Gobierno pone en duda todo el sistema: policía de partido. Un insulto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado inadmisible en un presidente del Gobierno.

Hay mayores recuerdos:

<<Confirmada comida mañana>>. <<Vendrán por su parte BG y Lola>>

<<El Gordo, el Chico…  el acojoneras…>>. <<Maricón…>>. <<Yo no. No lo conozco>>, <<pero sí, pero no>>. Todos juntos en sede asamblearia.

¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Es el título de la obrita de Lenin. Habla de los revolucionarios profesionales. Vivir por cuenta del partido, que no es otro que el Estado.

¡Viva el 8M! Sonó en el hemiciclo como si gritara: ¡Viva el 23F! Se habló de golpe de Estado y relampagueó. Era el mismo relámpago que llega sin hacer ruido. La insurrección es una máquina que no debe hacer ruido dijo Lenin. <<Obreros especializados en determinadas cosas>>.

¡Viva el 8M!

Conviene repetir porque somos olvidadizos. Para Lenin un contrarrevolucionario es toda persona que no es comunista, y seguía diciendo: <<Un muerto es un crimen, pero que un millón de muertos es simplemente hacer una estadística>>. Las estadísticas forman y conforman las ideologías.

Está cada día más claro que mientras consiguen su definitivo objetivo, ya próximo, de unificar los poderes en Poder, buscan por todos los medios, que son muchos, una función y control de la policía, de vigilancia del orden político y legal, no sea que se les escape de las manos.

Nunca lo había oído decir: <<Aquí mentimos todos>>, a pesar de los años, tantos, que lo llevo observando.

Esta vez fue en sede parlamentaria. Al desnudo. Que todo quedó como estaba. Un paso más.

¡Velay!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 junio 2020

 

PABLO IGLESIAS TURRIÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Dos reyezuelos camino del laberinto

Nunca hubiese dedicado una palabra a este personaje, pero al comprobar que tiene bloqueada mi cuenta de twiter he creído que es una buena  faena y que merezco una vuelta al ruedo. Como mínimo.

No me gustan los mansos porque reculan en tablas y no hay manera de sacarles un pase.

Poco ha faltado para llegar a las manos. Casi; si el Congreso hubiese estado lleno. En el minicongreso de Patxi ya se ha visto lo que hay y lo que no hay. Crispación; o más. La izquierda iglesias arremete acusando de golpe de Estado a todo lo que se menea y la derecha nadie sabe quién es ni a donde se va cuando se va. Nada mejor que atacar con las mismas armas. Estamos en la política del golpe de Estado. ¡¿Pero dónde está el Estado?!

Al que beneficia toda esta escenificación es al presidente. Desaparecido. A lo suyo. Como el cristal atravesado por la luz divina y con el esplendor del que ha salvado a la nación: 30.000 muertos (?) (cifras oficiales) le avalan.

Él se prepara el futuro: Montilla y el Gasolinero, Pepiño Blanco, de consejeros a Enagás. Corro a darme de baja. Todos son futuro que trabajan para mañana, el suyo.

No conozco un político pobre. Sí que existe Cáritas Castrense. ¿No se le cae la cara de vergüenza a la ministra y a alguno más? Algo así como Enagás.

Arde España y el incendio se propaga entre pobreza y desesperación al no existir solución a la vista. Unos cuantos viven bien y seguirán haciéndolo; otros, menos cuantos, resistirán; otros, muchos menos cuantos, no aguantarán el tirón.  Arriba y abajo. No habrá piso intermedio.

Deberíamos unir fuerzas y entre todos, unidos, buscar, si es que quedan, esas cosas de solidaridad, convivencia, ayuda al prójimo, caridad, incluso justicia. Justicia. Entre la caridad y la justicia siempre ha habido roces y poco entendimiento, como entre el saber y no saber nada, como un misterio que solo termina cuando todo termina. ¿Caridad o justicia?

En política es frecuente la confusión. Alguno incluso quiere ser eterno. <<En Roma, conversé con filósofos que sintieron que dilatar la vida de los hombres era dilatar su agonía y multiplicar el número de sus muertes>>, pero sin saber que <<por sus pasadas o futuras virtudes, todo hombre es acreedor a toda bondad, pero también a toda traición, por sus infamias del pasado o del porvenir>>.

Alguno, muy seguro de sí mismo, ha incendiado las naves que le llevaron a la tierra que cree suya. Mejor haber dejado arribada una en lugar escondido y seguro. La huida a tiempo.

Recuerdo cuando me contaron un cuentecito de Jorge Luis Borges: Los dos reyes y los dos laberintos:

Había dos reyes, uno de las islas de Babilonia y otro rey de los árabes.

Con el andar del tiempo vino a su corte el rey de los árabes y el de Babilonia hizo entrar al árabe en su laberinto para burlarse de su simplicidad. Vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde cuando imploró socorro divino y dio con la puerta.

Vuelto a Arabia estragó los reinos de Babilonia e hizo cautivo al rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: ¡Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que te veden el paso.

Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con Aquel que no muere (Borges. Los dos reyes y los dos laberintos).

¿Cómo había titulado este artículo? ¿Pablo Iglesias Turrión? No lo recordaba.

Creo haberme equivocado. Más ético y estético sería: dos reyezuelos en su laberinto.

¿Quién llevará al desierto a quién?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

LOS ALMENDROS Y EL 23F. TODO UN GOLPE General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Se acerca el 23F que fue una broma al lado del golpe de Estado en marcha, el que avanza silencioso y oculto bajo el poder del propio Estado, o Gobierno o desGobierno, o lo que esto sea. Tuvo repercusión, entonces, aquello de los almendros. Se empezó a hablar del colectivo <<Almendros>>  y después de tantos años y pesquisas nadie sabe quiénes eran; ni siquiera si eran.

Claro que es primavera y el almendro tiene la manía de ser <<el primero que se levanta>>, que según José Jiménez Lozano, es lo que significa su nombre en las lenguas primigenias.

<<Su flor es abatida una y otra vez, pero sigue relumbrando cada año; y, según las leyes de Darwin, ya debía de haber mudado, si esa helada siempre ha supuesto su muerte. Pero, entonces, ¿quiere decir esto que incluso el ser siempre abatidos no puede matar nuestra esperanza?>>, y continúa diciendo don José: <<Mata la helada a la flor del almendro, /un año y otro año, y uno y otro siglo, /contra la ley de Darwin./¿Será la flor de Darwin la esperanza humana,/o flor de almendro?>>.

No hay primavera que no salga a pasear entre almendros de esperanza para oler el sutil aroma de atracción antes que les pille la helada. Quizá lo haga porque es efímero, la flor y su olor, porque es el primer signo de esperanza de la naturaleza que sabe jugar como nadie entre la vida y la muerte. Todo muere y todo renace, que sepamos, por ahora. Pese a la seguridad de la derrota la flor hace frente a la adversidad y llena los campos de ilusión, aunque esta sea imaginaria o efímera. Cumple con su deber, sin soñar con grandes esperanzas, sino con la limitada y pequeñita de una flor temprana que a otras indica su hora. Es la hora, el único momento, breve y, por eso, fructífero

La España que nos domina es la que ha conseguido asaltar las instituciones pistola en mano. Junto a la que ha sobrevivido y vivido con el lujo y poder que concede el 3%. Todo ello, hoy, en apretada conspiración con la mano izquierda que, de tanto apretarla, ha secado la rosa, marchita al ser cortada de cuajo por la hoz y machacada por el martillo. Todo un golpe.

El colectivo, los del golpe de ahora, ya no tienen nombre florido, y nos encontramos con el temor frente a la esperanza. ¡¿Si no fuese por la lección de la naturaleza, por esa diminuta flor que inunda campos, carreteras, autopistas y jardines!? Anuncia desde cualquier lugar, con suma humildad, que mata la helada a la flor del almendro, un año y otro año, pero no puede acabar con ella.

El almendro es un árbol alóctono por lo que, de acuerdo con la alcaldesa de Vic, habría que poner fin a su costumbre de florecer en castellano y aparentar esperanza en su aspecto físico, así que, o se injertan, o se cortan todos. Además tiene nombre de golpe de Estado.

<<Tenemos que concienciar a los catalanes autóctonos de que quienes hayan nacido fuera deben aprender el catalán, y poner fin a una costumbre muy presente en determinadas zonas del país de hablar en castellano a cualquier persona que por su aspecto físico o por su nombre no parezca catalana>>.

El almendro nada intenta parecer, ni sabe del 3%, ni ha usado pistolas, ni siquiera tiene la belleza aislada de una rosa, ni hoz ni martillo son suficientes para cortarlo, ni de aquí, ni de allí, que no le preocupa, ni a nadie ha pedido permiso para florecer en uno u otro lado. Simplemente florece contento con el lugar donde le ha tocado hacerlo.

La flor del almendro es abatida una y otra vez, pero sigue relumbrando cada año. ¿Quiere decir esto que incluso el ser siempre abatidos no puede matar nuestra esperanza?

Me acerco a la humildad del sabio y a su lado escucho: <<¿Será la flor de Darwin la esperanza humana,/o flor de almendro?>>.

Nuevos brotes: ¿dónde?¿Ley de Darwin?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

17 febrero 2020

EL COÑAZO DEL DESFILE Y LAS DIECISIETE HERIDAS DE ESPAÑA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

EL COÑAZO DEL DESFILE Y LAS DIECISIETE HERIDAS DE ESPAÑA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

Todos sabemos lo que quiso decir; que fue lo que dijo. Por si alguno tiene dudas <<coñazo>> según el Diccionario de la RAE significa <<Persona o cosa latosa, insoportable>>. <<Mañana tengo el coñazo del desfile>>, decía el presidente del Gobierno del Reino de España un día, no cualquier día, la víspera del Día de la Fiesta Nacional de España. ¿Lo recuerdan? Se le escapó, <<o no>>, como él dice.

¡Aymé!, si enumerásemos los coñazos que tenemos que soportar los españoles. ¡Como duelen y el daño que hacen! Usted, por poner un ejemplo, señor presidente, que ni nombrarlo hace falta para saber de quién se trata. Ni hizo ni deshizo, pero aburrido…, un rato largo. Incluso soportamos, lo que es peor, a otro que, a punto de ser presidente del Gobierno, siendo jefe de la oposición, aprovechó el desfile para ofender a una nación aliada, concretamente a los Estados Unidos de América, al no levantarse a saludar a su símbolo nacional, su bandera, la bandera de todos los estadounidenses. Estas cosas ocurren por falta de cultura, por desconocimiento de las relaciones internacionales, y nacionales, incapacidad, o por maldad, lo que sería menos malo. La Bandera y las Fuerzas Armadas representan a la Nación y a todos sus nacionales, piensen lo que piensen y sean como sean. Ofender a la bandera de una nación o despreciar a sus Fuerzas Armadas es ampliable a su pueblo.

De lo que se deduce: ¿Qué podemos esperar?

Por tanto estaba dándole vueltas pensando en qué escribir este año para el Día de la Fiesta Nacional de España. Difícil cuestión cuando se nos va de las manos España. Lo mejor sería nada, no escribir nada, no decir nada, de nada sirve ante los nada estimulantes ejemplos de estos años atrás.

Diecisiete heridas, una en la femoral…

Recordé la pesimista -o realista- celebración de estos últimos años alrededor de esta fiesta de España. Me acordé del coñazo del desfile, de nuestra Bandera, de nuestros soldados,  y de las diecisiete heridas que tiene España. Diecisiete fracturas que rompen la solidaridad, diecisiete heridas que no cicatrizan, por las que se desangra España, por unas más que por otras, alguna en la mismísima femoral, para diecisiete cirujanos inexpertos rodeados de escasa praxis médica. Suelo entretenerme cada 12 de octubre en pasar lista y revista a los presidentes de las diecisiete heridas. Pocos vienen a celebrar el Día de España, alguno huye, otro se escabulle, otro hace ostentación de su ausencia, otro insulta, otro se queja del protocolo, otro aprovecha el puente; otro habla, en su idioma (en la intimidad), por primera y única vez con el presidente; otro se exhibe, la mayoría se inhibe, se abstiene de España. Así hasta diecisiete las heridas de España.

En la España solidaria (?) hablan de independencia y de dineros, lo único que importa, de fueros ¿o de huevos?, de la torre de Babel, de derechas o izquierdas, cada uno tiene su idioma, y su larga lengua para pedir, exigir, y no dar nada.

Celebramos El Día de la Fiesta Nacional de España con un golpe de Estado en marcha y sin que se haga nada.

La Bandera de España, el Día de España, la Fiesta Nacional, ¡señores! ¡España!, la unidad de España, impónganla o no nos engañen y certifiquen, si se atreven, que España se desangra, que muere por sus heridas, las diecisiete, por dos más que ninguna.

¿Qué celebramos? ¿Quienes lo celebran? ?¿Dónde están los Parlamentos, políticos, profesores y colegios, universidades, embajadas, autonomías, medios de comunicación, Reales Academias, el Instituto Cervantes o la Marca España? ¿Cómo celebran esta festividad? ¿Fiesta Nacional? Mucho queda por hacer; todo queda por hacer.

¿Y los soldados? ¿Son diecisiete? ¿Por qué, para qué, por quién desfila España?

Al aprobar las Cortes Generales en 1987 una ley que establecía el 12 de octubre “Día de la Fiesta Nacional”, se decretó en1997 que se trasladasen a este día los actos más significativos que se venían desarrollando anualmente el Día de las Fuerzas Armadas (sin suprimirlo), al considerar que tal medida contribuiría notablemente a realzar la conmemoración de la Fiesta Nacional y a la plena integración de todos los elementos históricos y culturales que conforman la Nación española. Esa es la razón por la que se celebra un desfile militar el 12 de octubre, que nada tiene que ver con el día de las Fuerzas Armadas.

Integración, verdad histórica, respeto, convivencia, solidaridad, trabajo, proyecto, unidad, España, España, España.

La tropa -la del <<a lo que manden, cumplirá su deber, a España servir hasta morir, la de hasta los 45, se agradecen los servicios prestados, la del ¡Vista a la derecha! (ahora es a la izquierda) la del ¡Viva España!>>- desfila el día 12 de octubre como contribución a realzar la conmemoración de la Fiesta Nacional, de la unidad de España, su misión constitucional, por la integración de todos los elementos históricos y culturales que conforman la Nación española. Pues mire usted deben de ser los únicos porque no hay más que eso, desfile y recepción con vinito y canapés; no para los soldados.

Pues como empezaba: <<Un coñazo>>.

Día de la Fiesta Nacional de España. Onomatopeyas: Cañonazos, salvas de ordenanza, tarariiiiii, pachín pachán, ruido, mucho ruido para ocultar lo inocultable, lo evidente, lo manifiesto cada día, hoy con un golpe de Estado, mañana habrá otro.

Diecisiete fracturas que rompen la solidaridad, diecisiete heridas que no cicatrizan, por las que se desangra España, por unas más que por otras, alguna en la mismísima femoral, para diecisiete cirujanos inexpertos rodeados de escasa praxis médica.

El Día de la Fiesta Nacional con un golpe de Estado en marcha y sin que se haga nada. ¿Qué celebramos?

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

10 octubre 2019

ELLOS SON LA LEY. ¿Y DESPUÉS QUÉ? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Lo son todo. Ellos que saben mejor que nadie lo que no son; y que nosotros somos menos. El nosotros bien manejado (por ellos) es nada. A eso hemos llegado: ellos y nosotros. Un gran abismo nos separa.

No hay mejor forma de perder el tiempo que el empleado en hablar con un político. Es un yo continuo, un lugar común de ignorancia salpicado de imposición. Todos llevan razón y dedican su vida al servicio público. Tan es así que en estos años gracias a su servicio, público, hemos llevado a España a la mayor crisis vivida a lo largo de su historia. Al borde del abismo de la disolución.

Nos han convencido de que son capaces de <<Elevar a la categoría política de normal, lo que a nivel de calle es plenamente normal>>, y nos han vencido porque hemos creído. Evidente.

Dicen que en Aragón antes hubo leyes que reyes. Una sabia elección. Olvidada. No hay perfección donde no hay elección; antes que Baltasar Gracián lo dejó escrito Aristóteles en la Ética a Nicómaco. El hombre es lo que elige. Ser capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno.

Ellos son la Ley. Política y ley. Un oxímoron. Sin sentido metafórico. Real como la política misma.

Esta es la historia: Negociaciones con sangre. Criminales que han llevado a los suyos a ocupar las instituciones, cientos de asesinatos sin resolver y vaya usted a saber quiénes andan sueltos; GAL,  11 de marzo de 2014. Sangre vertida con la que se firman pactos. Escalofríos. No queda ni un grito angustioso de rebeldía. No queda ni quien arroje sobre ellos el vómito de la náusea.

Mejor no seguir; habría que abrir la cueva de Alí Babá y en ella no se cabría.

Por fin (o el fin): Golpe de Estado. Nunca en la historia de España se había logrado alcanzar la meta de la disolución de España. Sangre, temor y lágrimas. Este es el servicio público que han prestado nuestros políticos. ¡No todos!, exclamarán los más. Hagan ustedes mismos la selección. Los hechos son los que son.

No hay más elección sino la de ellos. Ellos nos eligen. Una manipulación cada día más temprana. Consiste en dominar los medios y ser la ley. Harás y elegirás lo que te digamos. El dominante se impone hasta la siguiente pelea.

La ETA se impuso. Ganó. Otros esperaban esta victoria para inaugurar la suya. La disolución de España.

La Ley: terroristas e independentistas, con la suma de los que de ellos se sirven para gobernar. La siguiente victoria será la que ya han obtenido, pero refrendada por la Ley. Porque ellos son la Ley. Elevarán a la categoría política de normal la disolución de España. ¿Se aceptará a nivel de calle? Para ello nos preparan.

Todas las preguntas tienen respuesta. Nos han robado el poder elegir y elegir bien. Son la Ley.

Solo me queda una por resolver: ¿Y después qué?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

1 julio 2019

FELIPE VI “El Esperanzador” Vicente Díaz de Villegas y Herrería. General de División (R.)

En la historia de España hemos tenido reyes con diferentes apelaciones como Fernando “el Santo”, Alfonso X “el Sabio, Alfonso I “el Batallador”, Jaime I “el Conquistador”, Isabel “la Católica”…

Dentro de la inmundicia política del 2018, algo ha brillado con luz propia, como un faro:  S.M. El Rey  “ Felipe VI “el Esperanzador”

En España llevamos 40 años transitando, desde la paz, la unidad, el esfuerzo y desarrollo  hacia la destrucción de la nación Española y su sociedad, a través de la “partitocracia” por la senda de la corrupción:

  • política, pactando con los enemigos de España y por ende traicionando la igualdad, generosidad, dignidad y libertad de todos los españoles, conseguida a lo largo de su historia con sangre y lágrimas.
  • económica, en todos los niveles de las administraciones, alfombrándola con los miles de millones de euros robados del sudor y sacrificio de cada español, y con otros tantos gastados en fruslerías como si fuera “pólvora el Rey”, sin control ni responsabilidad.
  • moral, reduciendo los valores tradicionales Españoles a apariencias engañosas de “donde dije digo digo Diego” y “ande yo caliente y j… la gente”, con falsos buenismos protectores de abortistas, de feministas intransigentes, de inmigrantes clandestinos, de dicto-demócratas,..pero sin dar ningún apoyo moral ni material a las familias, a los jubilados, a las embarazadas, a los enfermos terminales, a los discapacitados, a los parados…

Las vacaciones de la Navidad del año 2018 de nuestro Señor, han sido una ocasión mas para la burla de la mayoría cristiana Española, practicante o no,. La basura-esperpento de quienes han logrado burlar la democracia para todos los ciudadanos, no tiene límites y se ha visto reflejada en los Belenes y Iluminaciones. Cobardes, zafias y facilonas burlas que no se atreverían a hacer con otras religiones, como la musulmana.

Después de la dictadura en Vascongadas de un terrorismo oxigenado con nueces, y después de una dictadura linguística, histórica y cultural de 40 años de adoctrinamiento en la región catalana, consentida y alimentada desde los gobiernos de Madrid; en el año 2018 de nuestro Señor los secesionistas catalanes dieron un golpe de Estado, atacando el prestigio de España desde el exterior, atacando la Unidad de España, que no significa uniformidad, desde el interior, malversando fondos, violando la ley,…

España nos roba”, “lenguaje de bestias” “fascistas”, “franquistas” fueron y son insultos repetidos contra todos los españoles, lo que incluye catalanes. Los energúmenos han paralizado la libre circulación, han atacado a las personas y a las Fuerzas del Orden , han destruido propiedades…

Ante un gobierno timorato y poco convencido de lo que es la federación de reinos española, hoy España, de 500 años de equiparación de fueros, el golpe avanzó hasta que S.M. el Rey Felipe VI salió a la palestra de la TV, dando una luz de esperanza que brilló y brilla a pesar de la traición de los principales partidos políticos y líderes que seguían ofreciendo diálogo a los delincuentes.

La Justicia, muy interesadamente politizada y gobernada desde los partidos políticos, nos sorprende cada día con sentencias de corrupción mas prejudiciales a un lado que a otro ,que solo se explican por las tendencias y amistades políticas de algunos jueces, ¿Cómo es posible?

Sin embargo, pendiente de las sentencias, la reacción de la Justicia frente al golpe ha sido de responsabilidad, a pesar de las presiones y tejemanejes bananeros que pretenden los secesionistas y socios en las Cortes.

Se espera más que la Justicia actúe de oficio cuando se amenaza la unidad de España, se llama al enfrentamiento entre españoles, se potencia la desigualdad, es decir, se activan las dictaduras medievales autonómicas,..

Las elecciones en Andalucía son un punto de madurez ante los que se nos imponen como los legítimos demócratas.

El nivel de SM el Rey Felipe VI, no solo por su presencia física sino por su austeridad, preparación, amor a España y visión de futuro deja a la altura del barro a cualquiera de nuestros políticos que buscan dejarlo a los pies de los caballos.

Es difícil gobernar sin la muleta, el capote, las banderillas, los picadores y el estoque que a su Majestad le han quitado las leyes y aun así es una referencia para todos los españoles.

Existen monarquías hereditarias que son dictatoriales, como la coreana, la cubana o la de algunos políticos españoles de sagas juzgadas y condenadas por delitos de sangre, que son las que gustan a los marxistas.

Españoles! el Rey es el objetivo que quieren batir en todos los campos porque es mejor y mas honrado y les dejaría vía libre a politicastros dictadores.

El día de la Pascua militar, un año más, rompiendo la tradición de su origen, no será el Soldado de España mas antiguo, el JEMAD, el que hable con SM el Rey, sino el político del partido de turno.

Este Rey, Felipe VI “ El Esperanzador”, tiene y tendrá nuestro apoyo para lo que ordene.

A la orden de SM Señor es un orgullo estar a sus órdenes.

Vicente Díaz de Villegas y Herrería. Soldado de España

4 diciembre 2019

Blog: generaldavila.com

UNA INTERVENCIÓN ARMADA EN CATALUÑA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Hoy, finalizando el 2018, les invito a releer el artículo que publicamos el día 18 de mayo de este mismo año. Ha sido el más leído en la historia del blog. Desde su publicación han ocurrido muchas cosas, entre ellas un cambio de Gobierno. Han ocurrido muchas más,todas a peor. La situación es de emergencia nacional, pero algunos esconden la cabeza en su agujero. Les animo a leer aquel artículo. No hay que cambiar ni una coma.

29 diciembre 2018

UNA INTERVENCIÓN ARMADA EN CATALUÑA

Tengo que contestar a los que me preguntan. Insistentemente. Muchos y de variados sectores. Interesa la opinión militar, lo que no es de extrañar. Aunque no haya opinión militar; una opinión militar. ¿O sí?

La Ley dice lo que dice: <<Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional>>. Más claro agua. La hora y el momento de hacerlo depende, todo depende, y está claro de qué y de quién depende. Todo el mundo sabe que no de un espadón, ni de un parlanchín, sino de la soberanía nacional que reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Ya sabemos cuales son los poderes del Estado.

Pero claro, pasa el tiempo, las cosas cada vez se ponen más feas, aquí no manda nadie, tampoco obedece nadie, ni se cumple ni te hacen cumplir, solo con Hacienda, Europa nos burla burlando, Kosovo cada vez más dentro de Europa, como para fiarse, por mucho que Rajoy no asista a la cumbre UE-Balcanes, y la larga cambiada acaba corneando con tan malos toreros, diestros en mansos y salir de najas.

La integridad territorial está en peligro. Rota, resquebrajada, españoles enfrentados, un Parlamento en rebeldía, un golpe de Estado declarado, un presidente de la Generalidad golpista, independentista, ultranacionalista, xenófobo, racista, fundamentalista. Un acto de toma de posesión sin bandera española, sin retrato del Rey, ni representante alguno del Gobierno. Cualquier cosa menos España. Ni soberanía, ni integridad territorial ni ordenamiento constitucional. Nada, no queda nada de España. ¿De quién dice la Constitución que es misión? Sí, ya sabemos y hemos dicho lo que hemos dicho, pero…

Ultranacionalista, xenófobo, racista, fundamentalista

Por eso la gente pregunta: ¿Qué piensa usted que va a ocurrir en Cataluña? ¿Cree que puede llegar a ser necesaria laintervención de las Fuerzas Armadas?

En primer lugar dejemos claro que se ha dado un golpe de Estado e implantado una dictadura, que todos vemos y vivimos, pero que los que deberían evitar, todos, suavizan, sonríen, dialogan, hacen chistes, gastan, desgastan y arruinan. En Cataluña ha habido una intervención que ha derivado en un golpe de Estado e impuesto una dictadura. No hay libertad para pensar libremente, para hablar, para estudiar, para poner un negocio, para expresarse con la seguridad de que nadie va a señalarte, para juzgar o para obtener una licencia. Allí manda el que tiene en una mano el membrete y en la otra la denuncia por español. No hay libertad y sí mucho miedo y enfrentamiento. La dictadura catalana asusta y vas con miedo a que descubran tu españolidad. Así están las cosas con tendencia muy clara a empeorar. El juez Llarena tiene que ir con cuatro escoltas: <<Me miran siete veces en cada esquina>>.

Este catalán llamado Torra, el otro Torrent, y el de más allá, estos sí que son espadones, que han bombardeado Cataluña, sus bombas han penetrado en las más vitales entrañas españolas, hundiendo la flota, la del mar, la del aire y la de tierra. ¿Hasta Cuándo? Han dinamitado la convivencia y han acabado con la libertad.

Un centenar de jueces se han dirigido al presidente del Gobierno Mariano Rajoy pidiéndole que impida gobernar  al nuevo presidente de la Generalitat debido a la derogación de facto de la Constitución en Cataluña y por estar sometidos a un poder público al margen de la ley. No escucha, no hace nada.

Sometidos a un poder al margen de la ley. Eso sí que es grave.

¿Qué piensa usted que va a ocurrir en Cataluña? ¿Cree que puede llegar a ser necesaria la intervención de las Fuerzas Armadas? Se repite la pregunta. No tengo la respuesta. Es indudable que todo es posible y todo puede ocurrir, hasta que sea necesario imponer el orden y la Ley. Lo dice la Constitución que gradúa los niveles dependiendo de la situación. Pero yo al interrogante que me plantean contesto con el peligro que supone el que haya una segunda parte. Esa que empieza dialogando con los golpistas y termina legalizando ese poder ahora al margen de la ley.

¿Diálogo? Sometidos a un poder al margen de la ley. Eso sí que es grave.

Lo que está claro es que ellos, los golpistas, han acabado con la libertad y de manera dictatorial mantienen la situación. Y no están dispuestos, a la vista está, a ceder lo más mínimo.

Europa odia a quienes se defienden y prefiere cualquier cosa antes que ver combatir a alguien por su libertad y su Patria. Aquí estamos a punto de perder la Patria, y la libertad hay muchos rincones de España donde se ha perdido, definitivamente.

¿Intervención militar? No sé si la Unidad Militar de Emergencias tendrá capacidad para retirar los escombros de estar ruina moral a la que nos encaminamos. Es una auténtica emergencia nacional.

«El poder tiene recursos para todo… ofrece muchas posibilidades… Todo el secreto está en saber manejar los dispositivos legales».

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

18 mayo 2018